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DOCENTE
MAYO de 2019
TITULO RECOMENDADO PARA EL PLANTEAMIENTO DEL CASO
INTRODUCCIÓN
Cuando nos detenemos a analizar una actividad económica, nos encontramos con
que en su mayoría, todas impactan en el medio ambiente, y este último sí que es
un tema común en los últimos tiempos a nivel mundial, por ello más que una moda
o publicidad en redes, la RSE es una necesidad en todas las comunidades,
implementada desde la prevención y el control primario desde la fuente.
Para nadie es un secreto, el tema del calentamiento global, causado por el mismo
consumismo y el afán de las industrias por multiplicar sus ingresos.
Específicamente hablando, Colombia es un territorio rico en recursos, pero en
decrecimiento en cuanto a la abundancia de los mismos y como dice el adagio
popular, de donde se saca y no echa, se acaba la cosecha. Eso es lo que
precisamente pasa con el grueso del sector industrial y de servicios.
En el caso de las compañías de servicios públicos, también se genera emisiones
al medio ambiente, disminución de los recursos, en nuestro caso del recurso
hídrico y la contaminación de aguas por la disposición de aguas residuales.
Si bien la RSE tiene más fuerza en la actualidad, este es un tema que data desde
muchos años atrás, donde Bowen en 1953 en su libro Social Responsibilities of
the Businessman, empezó con los estudios al respecto.
Este autor afirmaba que todas las acciones y decisiones tomadas por los
empresarios impactan directamente en la calidad y personalidad del resto de la
sociedad. Cuando el hombre de negocios toma la decisión de forma individual, no
establece la relación entre sus decisiones privadas y el bienestar público; tampoco
es consciente en el impacto que tienen sus negocios en el total de la economía,
pues sólo piensa que es una proporción pequeña que no determina las cuestiones
de una nación, como la cantidad de empleo por ejemplo, la tasa de progreso
económico, o la distribución de los ingresos, entre otros. Estas decisiones afectan
de forma significativa la moral de la fuerza laboral, las satisfacciones obtenidas en
el trabajo, la seguridad personal, la tasa de utilización de los recursos naturales e
incluso las relaciones internacionales. Para Bowen (1953, p.6), la RSE “se refiere
a las obligaciones de los empresarios para aplicar políticas, tomar decisiones o
seguir las líneas de acción que son deseables en términos de los objetivos y
valores de nuestra sociedad” por lo tanto, el empresario debe actuar para servir a
la sociedad en lugar de tener como objetivo la maximización de los beneficios
como único fin de la empresa. Bowen concluye que los hombres de negocios se
preocupan por la responsabilidad social, primero porque se desenvuelven en un
ambiente donde hay una regulación pública; segundo porque son persuadidos
para considerar sus responsabilidades sociales, y, tercero, como consecuencia de
la separación entre propiedad y control de la corporación; la función de gestión (y
control) ha sido creada en administradores asalariados profesionales cuya
motivación y punto de vista difieren en puntos importantes de los propietarios,
pues estos últimos esperan obtener el mayor rendimiento de sus inversiones. Es
evidente entonces que la función principal de la empresa es de naturaleza
económica y su finalidad es de naturaleza social.
“la responsabilidad social en el análisis final implica una postura pública hacia los
recursos económicos y humanos de la sociedad y una buena voluntad de
considerar que esos recursos están utilizados para fines sociales y no
simplemente para los intereses de personas privadas y de empresas” (Frederick,
1960, p. 60). Este autor concluye que hay tres ideas sobre la RSE que se
destacan en esta década: la idea del administrador público, el equilibrio de la
competencia por los recursos corporativos y la filantropía empresarial como el
apoyo de las empresas a las buenas causas.
La evolución del concepto de RSE comienza a consolidarse con Davis (1967, p.7),
quien afirma que la “responsabilidad social se expresa en la ley, costumbres y los
acuerdos institucionales que definen las condiciones para el uso responsable del
poder”. Sin embargo, en 1973, este autor no sólo argumenta en una actuación
responsable por parte de la empresa sino a “la obligación de la empresa en su
procedimiento de toma de decisión, los efectos de sus decisiones sobre el sistema
social externo de una forma que logre beneficios sociales junto con los aumentos
económicos tradicionales que la empresa busca” (p. 312).
Otro autor que sigue esta línea es Friedman (1970), quien argumenta que “la
única responsabilidad de la empresa hacia la sociedad es la maximización de
beneficios a los accionistas dentro del marco legal y ético del país”. Para este
autor, los problemas sociales se deben solucionar con el sistema de libre mercado
y no ser responsabilidad del empresario. Otro aspecto en la evolución del
concepto está dado por los aportes de Carroll en 1979 quien agrega que la RSE
es integral pues “abarca las expectativas económicas, legales, éticas, y
discrecionales que la sociedad tiene de las organizaciones en un punto dado del
tiempo” (p. 500).
“un concepto con arreglo al cual las empresas deciden voluntariamente contribuir
al logro de una sociedad mejor y un medio ambiente más limpio. Ser socialmente
responsable no significa solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas,
sino también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo «más» en el capital
humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores. La experiencia
adquirida con la inversión en tecnologías y prácticas comerciales respetuosas del
medio ambiente sugiere que ir más allá del cumplimiento de la legislación puede
aumentar la competitividad de las empresas” (CCE, 2001, p. 4).
Los clientes son la razón de ser de la empresa ya que a través de ellos es como la
organización recibe las utilidades producto de las ventas de sus bienes o servicios.
Adicionalmente, dado el nivel de reinversión en las empresas, los clientes son los
que terminan pagando el desarrollo de nuevos productos. “La comunidad provee a
la organización de servicios locales, tales como el derecho a construir sus
instalaciones y la obtención de una infraestructura apropiada. La organización a
cambio tiene obligaciones sociales con la comunidad que “habita”. Algunas de
estas obligaciones las responde a través de la transferencia de impuestos y otras
las hace directamente a través de contribuciones económicas o sociales. La
comunidad espera que la empresa sea un “buen ciudadano". Por último la
gerencia también cumple un rol especial dentro del modelo de stakeholder, por un
lado, sus intereses se relacionan con los de los empleados y, por otro, tiene el
deber de cuidar el bienestar de la organización. Esto significa entonces que la alta
gerencia, en su búsqueda del bien de la empresa, debe encontrar el balance entre
los múltiples intereses de los stakeholders.
Los autores consideran que los acercamientos de las empresas en general hacia
la Responsabilidad Social han sido muy fragmentados y desconectados del
negocio y la estrategia. Consideran que si en lugar de esto, las corporaciones
guiaran sus perspectivas de Responsabilidad Social usando los mismos marcos
que guían su núcleo del negocio, lograrían descubrir que la Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) puede ser mucho más que un costo, una limitación o un
acto de caridad, en cambio puede ser una oportunidad, una innovación o una
ventaja competitiva. De acuerdo con los autores, existen cuatro justificaciones
imperantes para la Responsabilidad Social Empresarial (RSE): Obligación moral,
Sostenibilidad, Licencia para operar y Reputación. Donde cada una de ellas, debe
ser un pilar fundamental para conllevar una excelente carrera hacia la
Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Las empresas de servicios públicos domiciliarios por las actividades que realizan,
tienen una gran responsabilidad con el medio ambiente, entiéndase como servicio
público todos los bienes tangibles o intangibles y prestaciones que reciben las
personas en su domicilio o lugar de trabajo, para la satisfacción de sus
necesidades básicas de bienestar y salubridad, bajo la regulación, control y
vigilancia del Estado. “Es importante resaltar que en reciente encuesta
desarrollada por ANDESCO (Asociación Nacional de Empresas de Servicios
Públicos Domiciliarios y actividades complementarias e inherentes), el 94% de las
empresas señalaron conocer el tema de Responsabilidad Social Ambiental; las
actividades son orientadas hacia la conservación y el buen uso del recurso hídrico
y energético, la ampliación de las cobertura, el mejoramiento en la selección y
disposición de los residuos, la reducción de su impacto ambiental y la financiación
de programas culturales, deportivos y comunitarios.”
Los principales factores que contribuyen a la situación ambiental son los sistemas
de producción y tecnologías que privilegian el rendimiento económico por encima
de la preservación ambiental (“tecnologías no limpias”), sin tomar en cuenta la
depredación o la contaminación que ocasionan. Los insumos químicos, las
técnicas culturales erosivas; la producción de desechos sin medida y su
inadecuada disposición; la urbanización caótica; el consumo de combustibles
fósiles; la construcción de infraestructura sin consideración a sus impactos
ambientales; las malas prácticas en la minería como el uso de recursos
renovables más allá de su capacidad de recuperación natural y de recursos no
renovables más allá de las posibilidades de su sustitución, fruto de un
consumismo sin control. Casos como la tala de bosques, la extracción de aguas
subterráneas, la minería, las técnicas culturales erosivas, entre otros. ANDESCO.
(2008, p9).
para el desarrollo de el estudio del caso plantearemos algunas preguntas, que nos
ayudaran por medio de respuestas, que tan factible es implementar en nuestra
compañía la responsabilidad social empresarial.