Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Pomberito
Pyrague (‘Pies peludos’)
Karai Pyhare (Señor de la Noche)
Kuarahy Jára (Dueño del sol, tal como se lo conoce en el mito de los mbyá del sur
del Brasil y de la provincia argentina de Misiones)
Cho Pombe (‘Don Pombero’)
Chopombé
Chopombe
Kurupí
Tin-Tin en Ecuador
Índice
1Mitología
2Forma en que actúa
3Mitos similares
4Origen del nombre
5El Pombero en la cultura popular
6Véase también
7Referencias
Mitología[editar]
Puede llegar a ser tanto amigo como enemigo del hombre, según la conducta de este.
Según se cuenta, el hombre que quiera tener de aliado a este duende puede dejar
ofrendas por la noche como tabaco, miel o caña (aguardiente, en otros lados).
Generalmente, la gente del campo le pide favores tales como hacer crecer los cultivos en
abundancia, cuidar de los animales de corral, etc. Pero después de pedirle un favor no
deben olvidarse jamás de hacer la misma ofrenda todas las noches durante 30 días,
porque si lo olvidan, despertarán su furia haciendo innumerables maldades en aquel
hogar. Es capaz de llevarse la cerveza de una reunión dejando a los invitados en estado
de conmoción.
Nunca se debe pronunciar su nombre en voz alta, hablar mal de él o silbar en horas de la
noche, porque esto lo enoja. Puede vengarse molestando, ensañando e incluso golpeando
a esa persona. Un mero roce con sus manos peludas puede producir que la persona se
torne zonza, muda o experimente temblores para el resto de su vida. Se dice que si se le
imita el silbido, el pombero puede contestar de manera enloquecedora. Por eso, y para no
ofenderle, la gente creyente prefiere nombrarlo en voz baja y se guarda de pronunciar su
nombre en las reuniones nocturnas.
Muchos testigos del campo afirman, todavía en la actualidad, que lo han visto. Puede
molestar a sus enemigos tirándoles piedras o haciéndose invisible para luego mover las
ramas de los árboles o imitar voces de animales salvajes o aparecerse como un asno sin
cabeza y cosas por el estilo. Abre puertas y ventanas con violencia. Anuncia su presencia
por un silbido agudo en medio de la callada noche. Busca asustar a la gente piando como
ciertas aves cuando cae el sol, es otra forma de saber que el pombero está muy cerca. Se
dice que le gusta rondar a mujeres embarazadas porque piensa que es el padre, o también
a madres con bebés pequeños que no han sido bautizados y se les anuncia por las formas
ya mencionadas.
Mitos similares[editar]
Entre los mapuche (araucanos) y habitantes de Chiloé, hay también un ser similar al
Pombero llamado Trauco que persigue a las mujeres. Es igualmente un ser bajo y lascivo
que pertenece a las regiones boscosas de los hacheros de Chile.
Como Baquita de san Antonio y el Negrito Pastrolero del folklore del Brasil, el Pombero
interviene también en la búsqueda de los objetos perdidos. Por eso se oye decir:
«¡Pomberito, Pomberito, si me hacés encontrar [aquí el nombre del objeto perdido] yo te
ofrezco tabaquito!». Esta promesa debe ser cumplida para evitar que el pomberito se
enoje, como acostumbra hacerlo.
Véase también