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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS


DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
DERECHOS HUMANOS Y TRABAJO SOCIAL
DOCENTE: CLAUDIA PATRICIA SIERRA
PRESENTADO POR: MARÍA CAMILA BARRERA GUTIÉRREZ
MARZO DE 2016
Análisis del Baile Rojo (exterminio de los miembros del partido Unión Patriótica) desde la
perspectiva de los Derechos Humanos.

En Colombia la violación de los Derechos Humanos es un asunto que podríamos llamar “el pan
de cada día”. Actualmente centenas de niños mueren en la Guajira, no debido a la desnutrición
o deshidratación, sino a la corrupción gubernamental que ha olvidado su carácter protector de
la sociedad y del pueblo, optando por un carácter de lucro y beneficio para quienes se
encuentran en el poder. Sin embargo las violaciones a los derechos humanos no son solo un
asunto de ahora, sino que por el contrario han tenido hitos terribles en la historia colombiana;
tal es el caso del genocidio que se realizó durante el gobierno de Belisario Betancur contra los
miembros del partido político de la UP, atentado denominado como el plan Baile Rojo.
En primer lugar se debe reconocer la ilación que hay entre todos los derechos que se encuentran
en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pues todos se derivan de unoselementos
que son base: como la vida digna, la igualdad y la libertad. En este sentido se tiene que el caso
del exterminio del partido de la UP ha representado una de las mayores violaciones a los
derechos humanos debido a causas políticas, además de ser un caso clave para la visualización
y denuncia de la negligencia del Estado Colombiano.
Fueron documentados 1163 asesinatos, por ello se debe reconocer en primer lugar que estos
asesinatos evidentemente son la violación de los derechos por excelencia, pero a muchas
personas que continuaron con vida se les violentaron de una u otra formas sus derechos: no
tenían una vida digna debido a las condiciones económicas que se generaron por el asesinato
de los miembros de su familia, el exilio y abandono de su país marcan la vida de una persona
negándosele el derecho a transitar libremente, estar escondiéndose representa la violaciónala
seguridad de la vida de cada persona que el estado debería garantizar, además de que para
ningún miembro de este partido (UP) Colombia representaba un ambiente sano y seguro; de
este modo se reconoce que fueron las torturas, las masacres, las amenazas y el miedo los
instrumentos útiles para esta violación de los derechos humanos.
A manera de recapitulación enumerare brevemente los derechos vulnerados en este caso:
Artículo 3 todo individuo tiene derecho tiene derecho a la vida digna, a la libertad y a la
seguridad de su persona; Artículo 5 nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes; Artículo 9 nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni
desterrado; Artículo 20 toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación
pacíficas; Artículo 21 toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos.

Del pacto internacional de Derechos civiles y políticos fueron violados artículos de la parte III
como: Art. 6 el derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará
protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente y el Art. 19 nadie podrá
ser molestado a causa de sus opiniones.
Instancias nacionales e internacionales estuvieron implicadas en este proceso. Muchas
instancias nacionales estuvieron implicadas de manera negativa como la organización M.A.S
(muerte a secuestradores) financiada por los hermanos Ochos y Escobar, que estuvo a cargo de
muchas de las muertes de este genocidio, grupos paramilitares y narcotraficantes, incluso las
Fuerzas Armadas y el mismo Gobierno cumplieron un papel negativo dentro de este exterminio,
debido al apatía, el abandono y la negligencia absurda que presentaron. Por otro lado, y debido
a esa negligencia anteriormente nombrada por parte del estado, se pronunciaron en f avor de la
protección de los derechos humanos organismos internacionales como el director de la
Organización Mundial contra la tortura y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Finalmente y a manera de conclusión quisiera hacer alusión a que nos dice el caso del exterminio
de la UP sobre los atributos y dimensiones del ser humano y a la noción de conflicto en
Colombia.
Es evidente que aquí en Colombia no nos han educado bajo la cultura de los derechos humanos
y el respeto por la vida esta subvalorado, no respetamos nuestra vida propia ni la de los demás,
somos insensibles frente a la violación de la vida digna, de la seguridad y de un ambiente sano.
La confianza y la solidaridad, factores tan importantes a la hora del ejercicio de los derechos
humanos, se han perdido y el Estado e incluso Iglesia han olvidado recordarnos su importancia.
Estamos enfocados en los intereses individuales y lucrativos, no actuamos en pos del bienestar
e interés general.
El conflicto político y social existe aquí y en cualquier lugar del mundo, pero en Colombia
siempre lo hemos llevado a la violencia. Aquí la diversidad política y social no es considerada
una riqueza sino una maldición, maldición que debe ser exterminada a toda costa sin importar
los medios o las personas que se deban cruzar por encima para lograr este fin. Somos el paísque
llevas más años aplicando la democracia, afirmación que me parece precipitada por no decir
absurda, pues en este caso en específico (exterminio de la UP) asesinaron a tres candidatos a la
presidencia por orientarse hacia ideales distintos, eso es democracia? Democracia no es utilizar
la fuerza y l violencia para imponer la ley, democracia no es callar con muerte a personas que
opinan distinto. La democracia incluye la mediación, el dialogo y la conciliación, situacionesque
se han intentado pero jamás han tenido un buen final, aquí en mi herido y frágil país.
Por supuesto por el tiempo en que aconteció este genocidio, e incluso ahora en tiempo de
acuerdos de paz, las personas hablamos de dignidad, de libertad y de igual, sin embargo nadie
se hace responsable de sus actos, nadie lucha por la reivindicación de los derechos. Nosotros,
los colombianos hemos sido culpables del exterminio de l a UP, de la muerte de los niños de la
Guajira, de la vulneración de nuestros derechos, porque no hemos actuado porque hemos
ignorado y omitido. Aquí, en mi frágil y herido país necesitamos volvernos personas
responsables, que nuestro pensamiento sea consecuente con nuestras acciones y aún más
importante necesitamos comenzar al darle el valor correspondiente que merece la vida, si
reconocemos el valor de nuestra propia vida por antonomasia comenzaremos respetar lade los
demás.

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