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541. 542, Le Corbusier. Capilla de Notre Dame ‘du Haut, Ronchamp, 1950. 543, H.W. Kirkman, N Bassoy, G. Brunfaut, Cormier, Le Corbusier, LL Seu-Cheng, S. Markelius, 0. Niemeyer, H. Robertson, 6, Soilleux, J. Vilamajo. Sede de las Naciones Unidas, New York. 1950. LA TECNICA EDILICIA COMO LENGUAJE ARQUITECTONICO Pier Luia! Nervi En la actual arquitectura predomina el problema de la correspondencia perfects entre las exigencias estatico-constructivas y las aspiraciones estético-formales Las primeras son condiciones esenciales para la vida de cualquier obra arqui- tecténica; las segundas constituyen una necesidad espiritual de los gustos y tendencias que, después de haber madurado en la conciencia colectiva, se sin- tetizan y toman volumen a través de la ms refinada sensibilidad de artistas y arquitectos. (.. Pienso que ningiin material crea, desde este punto de vista, tantas posibilidades técnicas, estéticas y econémicas como el HORMIGON ARMADO. (..) Es inconcebible un arquitecto, en el verdadero sentido del término, capaz por un lado de inventar nuevos organismos resistentes con obediencia a la necesidad propia del tema propuesto y que no posea, por otro lado, una profunda concien- cia de las leyes estaticas y de la posibilidad técnica Crear una ESTRUCTURA significa componer fuerzas y resistencias y es evidente la imposibilidad de dominar entidades fisicas (por su naturaleza inmodificable) como no sea guindolas hacia nuestros fines sin herir sus leyes inmutables. Es ciertamente, una operacién siempre dificil, pero que se hace imposible cuando no se tiene un completo conocimiento de las leyes mismas. Y aqui se delinea el problema esencial de la arquitectura de hoy (..) el problema de la preparacién universitaria del arquitecto. Puede resumirse en esta pregunte gcémo formar la preparacién técnico-estatica del joven arquitecto para darle ls intuicién y comprensién de los equilibrios estaticos y de los medios realizables de la técnica edilicia, ya que tinicamente asi podré traducir, en realidad, la idea arquitecténica? En otras palabras, como darle el conocimiento de la posibilidad y de los limites de la compleja orquesta técnica para concretar, en equilibrios estticos y sustan- cia constructiva, la concepcion arquitecténica, por manera totalmente andloga = aquella que en la orquesta musical traduce en acordes sonoros la fantasia inven= tiva del musico? (..) Que el arquitecto deba poseer un profundo conocimiento técnico-estatice se halla fuera de toda duda y en este sentido he encontrado concordes a todos los colegas en Italia y en Buenos Aires. Donde el acuerdo es menos completo és en cuanto se refiere a las formas més eficientes para alcanzar esta no discutida finalidad. (..) de una cosa estoy absolutamente seguro: que la ensefianza técnico- estatica ha de resultar mucho mas eficaz el dia que vaya acompafiada con demos- traciones experimentales de cémo reaccionan los materiales, cémo se deforman. en una palabra, como vive bajo la accién de las fuerzas externas y de cémo se producen los equilibrios estaticos. (..) EI porvenir proximo de la arquitectura esta henchido de maravillosas prome- sas. El desenvolvimiento social suscita temas extraordinarios; la técnica ofrece medios de posibilidad casi ilimitada; los jévenes arquitectos se hallan ante la apasionante invitacién de realizar la obra que pide la sociedad de nuestros dias y a cuyo logro o cumplimiento puede conducir la técnica. Nervi, Pier Luigi, El lenguaje arquitecténico, FADU-UBA, Buenos Aires, 1954 (Primera confe- rencia de un ciclo dictado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de Buenos Aires en 1950), RESISTENCIA POR FORMA Pier Luic! Nervi los calices de las flores, las hojas lanceoladas, las cafias, las céscaras de huevo ¥ de los insectos, las conchas, los abanicos, las pantallas de luz, la carroceria de ‘es automéviles, los vasos de vidrio y hasta los objetos del vestuario, como los sombreros, son otros tantos ejemplos de resistencia por forma Tiene sin lugar a dudas una importancia extraordinaria el que un nuevo medio constructivo nos permita por vez primera, desde que la humanidad construye, extender estas estructuras a grandes e incluso a grandiosas dimensiones. (..) No seria una exageracién de entusiasmo el prever que los estudiosos del futuro sintetizaran el trabajo arquitecténico de nuestra época precisamente en el haber sniciado estas nuevas formas, tan estrechamente ligadas a las cualidades técnicas de las estructuras de cemento armado. No debe empero, desconocerse que las sealizaciones pricticas de grandes estructuras resistentes “por forma’ tropiezan con dificultades grandes en la labor de proyecto y en el orden de la teoria, lo cual s oportuno poner en evidencia. Tales estructuras no son nunca planas, y las més eficientes, estatica y arquitecté- sicamente, corresponden a superficies de doble curvatura, o rugosas, dificilmen s= expresables con ecuaciones simples o aptas para introducirse en el mecanismo matematico de las ecuaciones diferenciales y de las integraciones susceptibles de solucién, de tal manera que el tratado tedrico de los sistemas de fuerzas que se establecen en su interior, 0 en otras palabras, su resolucién misma es en la mayo- sa de los casos, imposible o demasiado laboriosa para la necesidad de la practica profesional. Pero estas dificultades de orden tedrico no son, en mi concepto, las mais graves e insuperables. En efecto, sin tener en cuenta los rapidos progresos ‘que indudablemente hara en este campo la ciencia de las construcciones, siem- pre es posible recurrir a las indagaciones experimentales, mediante las cuales s posible resolver del modo mas satisfactorio cualquier sistema resistente, por complicado que sea. La verdadera dificultad es otra, Para llegar a un desarrollo de las estructuras re- sistentes “por forma’, del cual depende en gran medida el progreso del construir rquitect6nico, se tropieza con una general deficiencia en la INTUICION ESTATICA yarquitecténica relativa a estos sistemas especiales, asi como con otra dificultad secundaria: la de formar o suscitar esta intuicién. Los numerosos ejemplos que nos circundan son demasiado pequefios (hojas, cé- lices de flores, cubierta de los insectos) y no interesan, por consiguiente, el peso de nuestro cuerpo o la fuerza de nuestros miisculos, o bien, como sucede con los ‘ebjetos de adorno o decorativos, se hallan fuera de las posibilidades de la directa experimentacién estatica. La carroceria de los automéviles, el fuselaje y las alas de los grandes aviones, el casco de hierro de los navios -elocuentes ejemplos de resistencia “por forma’-, polarizan nuestra atencién desde el punto de vista ex- clusivamente mecanico, de tal manera que estas notables experiencias, en tanto se refieren al campo constructivo-arquitecténico, resultan casi completamente estériles, Se ve pues, cémo la “resistencia por forma”, atin siendo la més eficiente de todas yuna de las mas difundidas en la naturaleza, no ha entrado en el conjunto de las inconscientes intuiciones estaticas que son la fuente de donde se derivan esque- ‘mas y realizaciones estructurales. En otras palabras, no estamos todavia habi forma’. 1ados a pensar estaticamente “por Nervi, Pier Luigi, “La “resistencia por forma”. Caracteristicas estatico-arquitecténicas del ormig6n armado’, en Nervi, Pler Luigi, El Jenguaje arquitectdnico, FADU-UBA, Buenos Aires, 41951 (Octava conferencia dictada en la FADU-UBA en 1950). 1950+ 544. 0. Niemeyer. Edificio Montreal, San Pablo, 1950. 545, 0. Niemeyer. Proyecto para Apart Hotel Quitandinna, Petropolis. 1950. 546. 0. Niemeyer. Edificio Copan, San Pablo. 1951.

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