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Mensaje de Dios
Mensaje de Dios
OBEJTIVO GENERAL:
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
INTRODUCION:
A. INTRODUCCIÓN.
con 2Co. 6:16; 1Co. 3:16, 17; Dt. 32:12 con Is. 63:14; Sal.
78:17, 18 con Is. 63:10, 11).
Características divinas son atribuidas a él: eternidad (He.
9:14); inmensidad (Sal 139:7); omnipotencia (Mi. 2:7; Isa.
40:28); preconocimiento (Hch. 1:16); omnisciencia (1Co.
2:10, 11); autoridad soberana sobre la iglesia (Hch. 13:2, 4;
20:28). Él es la tercera Persona de la Divinidad (Mt. 28:19;
Ap. 1:4, 5). Todo lo que Dios hace, lo hace como un Dios
trino. Cada Persona de la Trinidad esta envuelta en cada
acción de Dios. Sin embargo al mismo tiempo cada
Persona tiene un papel especial para cumplir en esa obra.
En este sentido, la creación es la obra especial del Padre, la
salvación es la obra especial del Hijo, y la obra especial del
Espíritu Santo es traer la salvación a los pecadores,
capacitándolos para que la reciban. El Padre empieza, el
Hijo sostiene, y el Espíritu Santo completa todas las cosas
(Ro. 11:36; Col. 1;17; He. 1:3). Así el Espíritu Santo esta
activo en todo lo que Dios planea y hace. Vemos esto en la
creación. Las obras de la naturaleza. Dios crió todas las
cosas de la nada (Gn. 1:1). El Espíritu de Dios ‘se movía
sobre la haz de las aguas’ (Gn. 1:2), ‘se movía’, así como
los pájaros lo hacen sobre sus nidos. La palabra Hebrea
ruach, significa el ‘viento’ de Dios. ‘Movía’ significa un
fácil, gentil movimiento como pájaros moviéndose sobre
sus nidos (Dt. 32:11; Jer. 23:9). Pero no hay información en
Genesis 1:1-2 sobre la creación de este viento. Solo puede
ser el Espíritu de Dios y su obra que esta describida aquí.
La creación natural del hombre (Gn.2:7) El material usado
por Dios para crear al hombre fue el ‘polvo de la tierra’. El
principio dador-de-vida que hizo al hombre un alma
viviente fue ‘el aliento de Dios’, el resultado de la unión del
material con el aliento de Dios, ese el cual era espiritual,
fue que el hombre vino a ser un alma viviente. Aquí el
‘aliento’ de Dios es una descripción vivida del Espíritu. Así
Dios es visto en su glorioso poder y sabiduría. Él toma tal
materia humilde como el polvo y de eso crea una criatura
gloriosa. El hombre, siendo recordado que es simplemente
polvo de la tierra, es mantenido humilde y dependiente en
la sabiduría y bondad de Dios.
La creación moral del hombre (Gn. 1: 26, 27; Ec. 7:29) No
es por nada que Dios nos dice que alentó el espíritu de vida
en el hombre (Gn. 2:7; Job 33:4). Era la obra del Espíritu
Santo de dar vida al hombre por lo cual el hombre vino a
ser un alma viviente, porque el Espíritu Santo es el aliento
de Dios. Al hombre se le dio mente y alma para que él
obedeciera a Dios y lo gozara, y había tres cosas
necesarias para hacer apto al hombre para una vida con
Dios. Debería ser capaz de conocer la mente y voluntad de
Dios para poder obedecerlo y
agradarlo. Debería tener un corazón que alegremente y
libremente amára a Dios y a su ley, y deberia ser capaz de
llevar a cabo perfectamente todo lo que Dios requiere de
él. Todas estas son las obras del Espíritu en el hombre. Y
todas estas habilidades se perdieron por el pecado.
Solamente pueden ser restauradas por la obra de
regeneración del Espíritu Santo.