Ética profesional
El perdón
Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta.
En la Biblia, la palabra griega que se traduce “perdonar” significa literalmente “dejar
pasar”, como cuando una persona deja de exigir que se le pague una deuda. Jesús usó
esta comparación al enseñar a sus discípulos a orar: “Perdónanos nuestros pecados,
porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe” (Lucas 11:4). De
igual manera, en la parábola del esclavo que no mostró misericordia, Jesús explicó que
el perdón es como la cancelación de una deuda (Mateo 18:23-35).
El objetivo de este ensayo es describir y tratar de entender la relación que existe entre lo
incondicional y condicional del perdón, ya que el único perdón que tiene sentido y se le
puede atribuir un valor es aquel que puede perdonar lo imperdonable, donde la fuerza
del concepto se centra en su incondicionalidad. “Esto puede ser llamado “la fuerza
teórica del concepto” y a pesar de ello se encuentra determinado por su carácter
práctico, donde se busca reunir las condiciones necesarias para otorgar un “justo”
perdón” (Rodríguez, J. 2012).
En pleno siglo XXI se puede observar que todavía no existe una racionalización del ser
humano ya que dejamos que los problemas que se presentan ya sean estos indirectos o
directos nos afectan de tal manera que empezamos a crear en nosotros un resentimiento
y a envolvernos en sentimientos malos que no nos hacen buenas personas y que más lo
que se logra actuar mal frente a los demás.
Pienso que la vida para poder sobrellevarla es necesario aprender a vivir y a lidiar con lo
bueno y malo que puede sucedernos en el transcurso de ella. La vida es hermosa con
altos y bajos es única y especial, por eso hay aprender y poner en práctica valores que
nos van a servir para tener una buena relación con todos los que nos rodean así la
relación que existe no sea cercana.
Que es lo que pasa cuando alguien nos hace daño o nos lastima, no necesariamente me
refiero al sentido físico sino también al espiritual y a lo intangible. La mayoría de
nosotros pienso que lo que hacemos es alejarnos un poco de esa persona, no en su
totalidad pero si tomamos cierta distancia en tiempo y espacio lo que hace que la unión
que existía se vea afectada por algún acto o palabra que se hizo o dijo en contra de ese
alguien.
Para poder sanar y recuperar lo que se daño o rompió por una acción o comentario hay
que conocer y saber aplicar el perdón, aunque muchas veces no sea fácil se trata
también un poco de saber dejar de lado el orgullo y hacernos los importantes para crear
una falsa imagen de lo que en verdad somos.
Voy a hablar de este tema denominando al perdón como una técnica que posee una
gran importancia que busca hacer que la vida humana sea más des complicada, más
sencilla y más fácil de vivir. A pesar de que esta técnica no ha mejorado la condición
humana, ni tampoco ha hecho humanidad, sino más bien por el contrario se ha
convertido en una herramienta que complementa a la violencia. Los seres humanos
todavía no hemos aprendido a vivir, ni a sobrellevar los conflictos en los que nos
encontramos sumidos.
“El perdón se manifiesta como un problema real, un problema sobre el que la religión,
la política, el derecho, las ciencias sociales, la psicología, la pedagogía y la filosofía han
hecho frente desde diversas perspectivas, iniciando en el ámbito espiritual, pasando por
un andamiaje teórico y terminado en una diversidad de maneras de llevarlo a la
práctica” (Rodríguez, J. 2012).
Para analizar más profundamente el tema del perdón podemos valernos de la filosofía
ya que esta cumple un papel central y encuentra en este un campo de acción, por el
hecho de que establece un puente entre la incondicionalidad de un perdón teórico que se
basa en perdonar lo imperdonable y la condicionalidad de un perdón práctico que
pretende reunir los requisitos necesarios para conceder un perdón justo.
Aun así el perdonar se encuentra en otro plano diferente que más bien se inclina a lo
íntimo y personal de cada ser humano. Es necesario recalcar que el perdón como un
problema aparece en la vivencia personal, en primer lugar se analiza como un dilema
privado de carácter existencial pero el accidente del problema va mas allá de los límites
de lo íntimo y lo personal para ser un problema general que involucra nuestro entorno
social y cultural.
Aparece la necesidad de tratar el tema del perdón como un problema, como algo que
nos reúne a de cierta forma producir filosofía. Con esto no se quiere decir que se trata de
analizar el perdón desde una sola perspectiva porque como mencione antes este tema es
amplio y abarca muchas visiones. Es necesario tener en cuenta que partimos desde la
delimitación del problema según la concepción que se encarga de la identificación y
diferenciación de la víctima y el victimario, es decir analizamos desde una visión
externa al escenario mismo del hecho frente al acto de perdonar.
En cualquier lugar que nos encontremos siempre existirán personas a nuestro alrededor
que con sus acciones nos harán daño y por eso es importante saber perdonar y creo que
perdonar es algo que hacemos por nosotros mismos para sentirnos bien y en paz y no
por la persona que nos lastimo. “Al perdonar, es como poner a un prisionero en libertad
y descubrir que el prisionero… eres tú…” (González, N. 2009).
Una persona que perdona puede recuperarse del daño que sufrió y que quizá lo tuvo
preso durante mucho tiempo creando en si un sentimiento de venganza y de rencor que
a lo largo del tiempo nos va acabando. Cuando una persona esté dispuesta a perdonar y
dar la oportunidad de cambio a quien nos hizo daño para de esta manera construir una
vida nueva llena de oportunidades, nuevas metas y ganas de empezar de cero.
El perdón es un acto que involucra en primer plano la fuerza de voluntad que cada uno
de nosotros poseemos con el que nos damos cuenta que está en nosotros y en nuestro
poder desprendernos de algo que nos roba energía y la tranquilidad que ponemos en
cada día de nuestras vidas.
Cuando una persona nos lastima y de esta manera afecta nuestra manera de vivir de tal
forma que nos deprime y nos quita las ganas de vivir como normalmente lo hacemos
tenemos una reacción de hacer lo mismo aunque no sea en ese instante pero si cobrar
ese daño algún día. Eso se conoce como venganza y renunciar a ella es detener una
cadena de males para todos los seres humanos que se involucran en esta acción.
Otro punto a tratar después de la venganza es el rencor que reside en tener sentimientos
de odio por quien nos lastimo en un punto de la vida. Esos sentimientos ocupan nuestro
pensamiento en su totalidad porque siempre buscamos que hacer para remediar ese daño
y poder perdonar pese a la situación en que nos encontramos.
No debemos confundir el perdonar con el hecho de pronunciar esa palabra, sino que
debe ser bien sentida con todas las ganas. Se trata de un deseo profundo que sale del
corazón para que de esta manera nos permita recuperar la alegría que en un momento
perdimos. En conclusión perdonar es algo que debemos hacer por nosotros mismos y
no por quien nos hizo daño porque somos nosotros quienes buscamos sentirnos bien por
y para nosotros.
Bibliografía