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¿CUÁLES CONSIDERA QUE DEBEN SER LOS MÍNIMOS QUE DEBE BRINDAR EL ESTADO A LA

SOCIEDAD PARA EL EJERCICIO PLENO DE LA CIUDADANÍA, EN EL MARCO DE NUESTRA


DEMOCRACIA PARTICIPATIVA?

YEREMY YEISON RUIZ


20172025120

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

ING. CATASTRAL Y GEODESIA

BOGOTÁ

2018

¿Cuáles considera que deben ser los mínimos que debe brindar el Estado a la sociedad para el
ejercicio pleno de la ciudadanía, en el marco de nuestra democracia participativa?
La democracia colombiana ha sido descrita como una de las más antiguas del continente. Lo
anterior, al menos formalmente es válido, los valores democráticos y la defensa de las libertades
tienen antecedentes que pueden rasterarse hasta las primeras constituciones de las Provincias
Unidas de la Nueva Granada. Sin embargo, debe destacarse que la democracia, al menos en su
versión sustancial inicia en nuestro país con la Constitución de 1991, carta política que no sólo
establece nuevos mecanismos de participación ciudadana sino que hace de la democracia un valor
y principio que debería ser apreciable en escenarios más amplios que las elecciones cuatrianuales.

Es justamente esta Carta Política la que introduce la noción de democracia participativa como
modelo diferente a la democracia directa y representativa. Superando las críticas de la democracia
directa (inaplicabilidad en territorios extensos) y de la democracia representativa (asociada a la falta
de control político o de otro tipo de parte de los electores a los elegidos), la democracia participativa
como modelo pretendió acercar las deliberaciones democráticas a la cotidianidad de la ciudadanía.

Asumida esta como el marco aplicable para entender el modelo de democracia participativa
consideramos que deben ser tenidos como mínimos para el ejercicio de la ciudadanía:

- Existencia de mecanismos que aseguren la participación en las decisiones que afecten al


ciudadano. En tanto la participación incide en la forma en la cual el ciudadano concibe al
Estado debe asegurarse que este participe en las decisiones que lo afecten. Este sería el
fundamento de la elección de representantes que adopten decisiones que regulan
comportamientos, distribución de recursos, entre otros aspectos relevantes para la vida en
sociedad. Sin embargo, debería expandirse a otros escenarios, tal y como lo ha señalado en
reiteradas ocasiones la Corte Constitucional.
- Diversificación de mecanismos que desarrollen el principio expansivo de la democracia
participativa. Si bien el voto representa un importante mecanismo de participación así
como el principal y quizá el de mayor difusión, incluso cuando se trata de la adopción de
decisiones en el Estado, este no puede ser el único mecanismo de participación
democrática. La diversificación de mecanismos en la democracia permite a los ciudadanos
incidir de manera más efectiva en la toma de decisiones de los gobernantes así como
hacerse parte de las mismas bajo el entendido de que no se cede la totalidad de la
soberanía.
- Control de los electores a los elegidos. Este es un aspecto de gran importancia si se considera
que una de las críticas que se han formulado a la democracia representativa constituye el
hecho de que, una vez obtenido un cargo de representación popular, el elegido no es sujeto
de ningún control por los ciudadanos en tanto se entiende que hay una delegación total de
la soberanía.
- Garantías al elector y el ejercicio de las libertades. Considerando que votar o participar en
la democracia constituye un ejercicio de voluntad, deben darse las garantías para que el
ciudadano pueda participar de forma libre. Así, deben ser sancionadas efectivamente
conductas relacionadas con el constreñimiento para votar y otras prácticas que, en el marco
de una situación compleja como la colombiana, marcada por un conflicto interno de años
impiden a las personas ejercer sus derechos sin que medie fuerza alguna. Debe incluirse
tambien garantías relacionadas con la transparencia en los escenarios electorales y en el
desarrollo de las actividades propias de cada cargo.
Garantías para el ejercicio de la libertad de asociación y a la fundación de partidos políticos. Sumadas
a las anteriores garantías que parten de la existencia de canales institucionales para participar, debe
promoverse que las diferentes opciones políticas tengan voz en los espacios de participación. Lo
anterior solo es posible en ocasiones a partir de financiación estatal, lo cual a su vez constituye una
garantía para el no ingreso de dineros de lavado de activos o narcotráfico

Sin necesidad de caer en la reiterada definición de un Estado que no cumple con ser el servidor de
su pueblo, podemos observar que por cada caso se encuentra gente que habla por el bien propio y
no por el progreso de la sociedad. Así como lo muestra la película “La Dictadura Perfecta”, que hace
referencia a diferentes actos del gobierno y de la misma gente (Podría decirse ‘ignorante’), que no
tiene un claro concepto sobre su Estado.

Se puede observar y es obvio reconocer que Colombia no se salva de estos procesos por los que
pasa el país por simple fuerza contraria que se forma contra la corrupción. Y que por simple acto de
miedo del poder, diera por muertos a estos agentes que se cansaron del silencio del pueblo. Por eso
tan importante el segundo punto sobre marco aplicable de una democracia participativa: llevar a
cabo otros tipos de mecanismos de participación ciudadana. No necesariamente el voto tiene que
ser la única opción. Existen los referendos, plebiscitos, consulta popular, el cabildo abierto o la
revocatoria al mandato que deberían ponerse en práctica en los diferentes países. Pero como aun
el país se encuentra en proceso, solo importa la tecnología mientras que el campesino pierde sus
cosechas.

Pero para que todo esto se cumpla se debe tener en cuenta un aspecto realmente importante como
lo es el simple hecho del voto es para elegir quien nos representa y no quien nos controla. En simples
palabras o más sencillas entender que nadie está por encima de nadie. Y que por tener un cargo
público no quiere decir que todo va a cambiar de la noche a la mañana sin conocer primero los
planes que tiene ese candidato para el país. Porque, son muchos los que votan sin tener en cuenta
lo más mínimo que es conocer quien nos gobierna y que tiene que proponernos para comenzar a
progresar en los campos que necesita explotar Colombia para salir de ser el que da todo lo que tiene
y recibe poco, a ser el que produce y sabe administrar las fortalezas como los es la tierra, la fertilidad
y por consecuencia: la diversidad. Lo cual no es poco, pero, en efecto no sabemos cómo manipularla.
Un ejemplo puede ser lo que pasó en Hidroituango, que por puro error ingenieril casi acaban con
muchas vidas por no conocer el territorio en que se vive.

Aquí, se podría continuar con gruñir en contra del gobierno. Pero hay que tener en cuenta que la
gente tampoco se ayuda. Es decir, son pocos los que votan, y otros piensan que votar en blanco va
a ayudar en algo. Hay que tomar una decisión, aunque así como estamos acostumbrados nosotros
a que el primer eco de información que escuchamos es al que tenemos que hacerle caso. Ya vamos
por mal, camino. Porque cómo se quiere progresar si por sí mismo el ciudadano no se informa. Por
lo que debe de haber alguna garantía que implique no solo el voto del ciudadano, sino los aspectos
ya mencionado: la transparencia de los procesos y en el desarrollo de las actividades propiamente
del cargo.

En conclusión, si somos un Estado-Nación que ya por términos más complejos y simplificados, somos
una sociedad que olvida para progresar, deberíamos aplicarlo para estas elecciones 2018. Puede
que se diga que unos va por uno y otros van por aquel, pero nadie conoce en verdad la piscina que
nos van a construir o los edificios o puentes que nos prometieron. Por eso lo mejor es informarse y
lo más importante: PARTICIPAR.

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