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1.

IDENTIFICACION DE LA JURISPRUDENCIA

 Sentencia C-170-2014

 VINCULACION DE TERCEROS LLAMADOS EN GARANTIA A LOS


EFECTOS DE UN LAUDO ARBITRAL

 MAGISTRADO PONENTE: ALBERTO ROJAS RÍOS

2. HECHOS RELEVANTES
La Ciudadana Ivonne Gissel Cardona Ardila presentó acción de
inconstitucionalidad contra el Parágrafo 1°. Del artículo 37 de la Ley 1563 de
2012, “por medio de la cual se expide el Estatuto de Arbitraje Nacional e
Internacional y se dictan otras disposiciones”, al estimar que la norma
demandada vulnera el artículo 116 de la Constitución Política.

Todo esto porque para la ciudadana demandante la disposición demandada,


atribuye efectos vinculantes al laudo arbitral respecto del tercero llamado en
garantía, sin que para ello se exija manifestación expresa de su voluntad,
dirigida a habilitar la competencia de los árbitros. Esto traería como
consecuencia, en palabras de la accionante, que “se faculta a un árbitro para
que adopte una decisión con efectos de cosa juzgada, respecto de un tercero
que no lo habilitó”. Lo cual vulnera el último inciso del artículo 116 de la
Constitución Política, según el cual los árbitros son particulares que
transitoriamente pueden cumplir la función de administrar justicia, bajo la
condición de que sean habilitados para ello por las partes; entonces, si el
tercero llamado en garantía no habilita a los árbitros, no puede quedar
vinculado automáticamente por los efectos del pacto arbitral.

3. PROBLEMAS JURIDICOS
el problema jurídico sobre el cual la corte se va a referir es el siguiente:
¿el parágrafo 1º de la Ley 1563 de 2012 al establecer que el tercero garante
de un contrato con pacto arbitral queda vinculado por los efectos de dicho
pacto, vulnera el artículo 116 Superior que dispone que solo la habilitación
de las partes autoriza la función jurisdiccional de los árbitros?

Para resolver el planteamiento del problema jurídico, la Corte se referirá


primero:
(i) a la libertad de configuración del legislador en materia procesal; (ii) al
principio de voluntariedad como fundamento de la jurisdicción arbitral; (iii) a
los terceros y a las partes en el proceso civil, en consideración a la remisión
que el artículo 37 de la Ley 1563 de 2012, y (iv) respuesta concreta al cargo
formulado por la accionante.

4. CONSIDERACIONES JURIDICAS RELEVANTES


 no existen razones de orden constitucional para afirmar, como lo hace
la demandante, que la Constitución en el último inciso del artículo 116,
se refiere a la noción de “partes”, en algún sentido doctrinal distinto a
aquel con el que se identifican demandante y demandado en el Código
General del Proceso. Nada indica que cuando la Constitución utiliza la
expresión “árbitros habilitados por las partes”, pretende incluir a
intervinientes en los procesos, distintos de quien erige una pretensión,
y de quien es destinatario de dicha pretensión. Por ello, en los
términos del artículo 116 citado, el tercero garante no es parte. Como
el llamamiento en garantía implica la existencia de un derecho legal o
contractual, que vincula a llamante (garantizado) y llamado (garante)
y permite traer al último a un proceso (el arbitral, por ejemplo) como
tercero, con el propósito de exigirle la declaración de condena que
llegare a sufrir el llamante como resultado del laudo arbitral, esta
relación es la que autoriza la posibilidad de vincular a este tercero
garante a los efectos del pacto arbitral.
 La proposición jurídica demandada se refiere al tercero garante que
ha suscrito un contrato de garantía que contiene una cláusula
compromisoria o pacto arbitral, por lo cual se entiende que al suscribir
el mencionado contrato de garantía aceptó tácitamente que su
obligación de garante podría exigirse en un proceso tramitado ante la
jurisdicción arbitral. La consecuencia que la acusación considera
contraria al principio de voluntariedad de la jurisdicción arbitral; se
materializa con la presunta vinculación “automática” del tercero
garante al pacto arbitral; esta apreciación de la demandante
desconoce que la norma acusada también dispone que respecto del
tercero llamado en garantía debe existir la obligación de garantizar un
contrato con pacto arbitral. Lo anterior supone, sin que ello sea un
requisito que se desprenda del artículo 116 constitucional, que este
tercero conoce la cláusula compromisoria y acepta tácitamente la
juridiccionalidad, al garantizar el contrato que la contiene, si la
voluntad de quienes suscribieron el contrato garantizado así lo
dispone.
 La norma acusada garantiza plenamente que la jurisdicción arbitral
se active únicamente por habilitación expresa de las partes. Por ello,
si el sustento de la justicia arbitral es el reconocimiento constitucional
expreso de la decisión libre y voluntaria de las partes contratantes de
no acudir al sistema estatal de administración de justicia sino al
arbitraje, es la voluntad de las partes la que debe obrar como requisito
constitucional para ello, y no la voluntad de un tercero cuya
participación tiene un origen distinto a dicha voluntad. Valga decir, su
participación se sustenta en la decisión de garantizar un contrato con
pacto arbitral.

5. CONCEPTO PERSONAL
Estamos de acuerdo con las mayorías de las intervenciones que se dieron
en esta jurisprudencia y con la decisión adoptada por la sala de declarar la
exequibilidad del artículo de la ley demanda ya que consideramos que no se
viola de ninguna forma la parte final del art 116 superior de la constitución
política colombiana debido a que: si bien el tercero garante no acepta
expresamente la competencia de los árbitros, tampoco manifestando de
ninguna manera o modo la no aceptación de la competencia de este.
lo que da a entender entonces que si acepto servir como garante en un
contrato que contenía clausula compromisoria o mejor dicho pacto arbitral
tomo acciones, que dan a entender que acepta el pacto celebrado entre los
contratantes, lo que se entiende como una aceptación tácita lo cual obliga al
garante a cumplir las obligaciones con las cuales se comprometió.
pues su concurrencia al proceso arbitral resulta necesaria en el entendido
de que la decisión que el tribunal profiera puede tener efectos de cosa
juzgada respecto de la garantía de las obligaciones contractuales

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