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ETOTERAPIA PULSÁTIL
Dr. Demetrio Sodi Pallarés
Entrevista realizada por el Dr. Javier Rodiño al prestigioso cardiólogo Dr. Demetrio Sodi Pallarés
en su visita a España. Publicada en la revista Discovery Salud en septiembre del 2000
La molécula de la vida.
Entrevista con el Doctor Demetrio Sodi Pallarés.
Pues bien, cuando la molécula de ATP se subdivide la alta carga energética acumulada
en ella se libera —como si de una bomba atómica se tratara—, energía que utiliza luego
el organismo para todo lo que precisa.
No es de extrañar pues el interés que siempre ha suscitado. De hecho, la han estudiado
en profundidad desde Severo Ochoa —en el laboratorio berlinés de Meyerhof— hasta
el estadounidense Paul Boyer, el británico John Walker y el danés Jens Skou,
premios Nobel de Química 1997 (compartido). Aunque sería el prestigioso investigador
Fritz Lipmann quien se daría cuenta de la cantidad de aplicaciones fisiológicas que
tenía el ATP como donador universal de energía y hasta qué punto es indispensable en
el proceso vital y curativo del ser humano.
Sin embargo, sería el eminente cardiólogo mexicano Demetrio Sodi Pallarés quien,
dada su condición de médico, tendría la oportunidad de llevar por primera vez los
conocimientos científicos a la práctica clínica dando lugar con el tiempo a una
metodología —el tratamiento metabólico— que supuso un hecho histórico que ni
siquiera la mayor parte de sus compañeros han sabido valorar hoy en su justa
dimensión.
Claro que ello puede deberse a que Sodi Pallarés no duda en afirmar que su tratamiento,
orientado a la producción de ATP por las células del organismo, consigue resultados
muy superiores a los obtenidos con los tratamientos habituales de la cardiología
moderna. Y más de uno se siente muy molesto por ello.
Cuando supimos que en mayo venía a España, nos faltó tiempo para buscarle. Y tras
conversar brevemente con él, accedió amablemente a atendernos en el hall del hotel en
el que se hospedaba, a donde acudió acompañado del también cardiólogo español José
de la Hoz y Fabra —hoy ya retirado—, amigo y defensor de su tratamiento. Una vez
con él, entramos directamente en materia.
Las tres acciones tienen como finalidad favorecer la producción por las células del organismo
de la molécula ATP. Esta molécula, a la que me gusta llamar «la molécula de la vida», es —
como sabe— la encargada de aportar la energía para todas las funciones del cuerpo humano y,
por tanto, imprescindible también para todo proceso curativo.
El mismo ADN, para sintetizarse, necesita 72.000 moléculas de ATP por segundo.
Luego hasta los genes, en cierta medida, dependen del ATP.
Sobre estas líneas, y de izquierda a derecha, el Doctor José de la Hoz y Fabra, el
Doctor Demetrio Sodi Pallarés, el Doctor Javier Rodiño y Doña María Paz Gómez
durante la entrevista concedida a Discovery DSalud.
Pero hay otro tipo de lesión que ha sido ignorada por los cardiólogos. Me refiero a la
necrosis dura, tipo de lesión descubierta por Hans Selye al estudiar el estrés. Porque
resulta que el estrés produce, sobre todo, un aumento de catecolaminas, hormonas que
introducen el sodio dentro de las células provocando su muerte. Y es así como se
produce la necrosis dura. Bien, pues, como digo, ésta desaparece simplemente siguiendo
una dieta baja en sodio. Es decir, la angina de pecho desaparece aunque persista la
oclusión.
—Me refiero a que hay que eliminar el ión sodio del interior de las células. Para ello es
necesario, efectivamente, suprimir la sal de mesa de la alimentación porque contiene
mucho sodio pero también todos los alimentos que lo contengan en abundancia. Sólo así
podrá eliminarse el sodio intracelular y aumentar el potasio imprescindible para que la
célula pueda sintetizar el ATP preciso para todo proceso curativo.
—El tratamiento metabólico es eficaz incluso en enfermos en los que la única solución,
según la cardiología convencional, sería el trasplante cardiaco. El primer caso de estos
que traté, hace ya muchos años, era una monja a la que se la iba a realizar un trasplante
cardiaco en Transilvania. Acudió a mí porque había leído el daño que hacían los
diuréticos que ella tomaba. La tratamos y, aunque su corazón mejoró, no lo hizo en gran
medida ya que su cardiopatía era de tipo hipertrófico. A pesar de ello, la mujer vivió 9
años más hasta morir de edad avanzada.
El corazón mejora mucho en las miocardiopatías dilatadas: en esos casos los resultados
son extraordinarios. Hemos tratado ya con éxito a siete personas que, gracias al
tratamiento, no han precisado someterse a un trasplante de corazón.
Hace poco lo logramos con una enferma que iba a ser trasplantada en el mejor centro de
México, el Siglo XXI, donde va han realizado varios trasplantes cardiacos aunque
ninguno de los trasplantados sobrevive a día de hoy. La paciente tenía una cardiopatía
dilatada y la respuesta al tratamiento metabólico fue espectacular. Cuando volvió a ver
al médico que la trataba y le presentó nuestras radiografías, éste se limitó a decirla que
yo la había engañado, que esa mejoría no era posible. Luego, cuando hicieron sus
propias comprobaciones, se quedaron impresionados.
—Ciertamente. pero es así. En primer lugar, hablemos del uso de diuréticos. Estos
debilitan el propio músculo cardiaco, ya de por sí enfermo. Tenemos los informes de
todos los congresos realizados en Estados Unidos en los que se desaconseja su uso. Sin
embargo, se siguen utilizando. Y no podemos estar de acuerdo con esa práctica. El uso
prologado de diuréticos durante años produce una alteración en la estructura de la
actina, una de las miofibrillas que forman la musculatura del corazón. Esta alteración
provoca el debilitamiento progresivo de la musculatura colaborando de esa manera al
agravamiento del enfermo hasta el punto de tener que necesitarse en ocasiones el
trasplante cardiaco.
Pero también está la famosa digoxina. Esta produce una lesión subendocárdica.
Nosotros no planteamos que no se use pero debería hacerse con una dieta baja en sodio
y rica en potasio y no, como actualmente se hace, con una dieta baja en colesterol.
Cuando se reduce el colesterol de la dieta el organismo se defiende produciendo más. Y
los médicos, para evitar eso, dan entonces un fármaco a fin de inhibir una de las
enzimas del hígado: la reductasa. Y así se forma menos colesterol, ciertamente, pero
aparecen entonces miopatías, insuficiencia hepática e, incluso, cáncer. De hecho, porque
se demostró que producía cáncer eliminaron ya antes el clofibrato.
Mire, no podemos estar en contra de las leyes naturales: el colesterol de baja densidad o
«colesterol malo», el LDL, el más temido por los cardiólogos, cuando hay ATP es
utilizado por las membranas celulares y deja de ser peligroso. Eso puede leerse ya hasta
en los últimos libros de biología molecular.
—Una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo publicó recienteniente
un interesante artículo en el que se hacía referencia a los daños de
revascularización. Es decir, comentaba el hecho de que un tejido que había sido
lesionado por falta de riego sangíneo a causa de una obstrucción vascular, volvía a
lesionarse cuando le llegaba de nuevo flujo sanguíneo. La explicación ofrecida es
que se debía a un aumento brutal en la zona de radicales libres.
—Mucho menos de lo que me gustaría. Pero en Estados Unidos, por ejemplo, lo está
aplicando actualmente el Departamento de Cardiología de la Universidad de Houston,
en Texas. Y han publicado ya numerosos trabajos en los que se habla de una reducción
de la mortalidad hasta del 75%.
Mire, en toda lesión se introduce el sodio en las células, se pierde el potasio, aumenta el
ácido láctico, disminuye el PH y, en consecuencia, disminuye la formación de ATP.
Con el tratamiento metabólico se corrigen estos trastornos básicos. Y así —y lo ha
comprobado usted mismo—, ayuda hasta en los casos de SIDA. De hecho, nosotros
hemos tratado también a enfermos de SIDA que han mejorado notablemente.
Y lo mismo ocurre con algunos tipos de tumores. No digo que los curemos pero sí
hemos conseguido alargar a los pacientes la vida de manera indefinida, lo que puede
considerarse, de alguna manera, otra forma de curación. Aunque estos pacientes, en
concreto, deben realizar el tratamiento de manera ininterrumpida.