200 gr de azúcar blanca el zumo de 1 limón 2 cucharadas soperas de cacao puro en polvo
Preparación:
Comenzamos lavando las fresas bajo el chorro de agua
fría. Retiramos el rabito y las troceamos. Si las hacéis por el método tradicional, es decir , en un cazo al fuego, cortarlas pequeñas, aunque eso irá al gusto. Si las hacéis en la thermomix no es necesario cortarlas muy pequeñas ya que luego las vamos a triturar.
La colocamos en un cuenco con el azúcar y el zumo de
limón durante al menos 2 horas, incluso pueden estar toda la noche. De esta forma lo que conseguimos es que la fruta libere la pectina que hará que la mermelada gelifique. Pasado este tiempo veras que se ha formado una especie de almíbar.
Volcamos en el vaso de la thermomix y troceamos
durante unos 6 segundos a velocidad 4. Aunque el tiempo dependerá de cómo os gusten los trozos de grandes. Programamos 20 minutos, velocidad 1, temperatura 100º, sin el cubilete y con el cestillo boca abajo para que no salpique.
Pasado este tiempo comprobamos que esta lista
cogiendo una pequeña cantidad con una cuchara y la ponemos en un platito, introducimos en el congelador unos minutos,.Sacamos el plato y la tocamos con el dedo, si se arruga, significa que la mermelada ha alcanzado el punto de cocción adecuado; si resbala, conviene continuar la cocción durante unos minutos más. Una vez comprobado que la mermelada esta a nuestro gusto , añadimos el chocolate en polvo y removemos para que se integre por completo.
Dejamos reposar cinco minutos y volcamos en los tarros
de cristal. Los llenamos y cerramos en caliente. Colocamos boca abajo y dejamos que terminen de enfriar. Introducimos en la nevera para su conservación. Aclaraciones:
Los tarros y las tapas que vayamos a emplear para
conservar la mermelada deben estar limpios.Los lavaremos con agua caliente y jabón antes de utilizarlos. Luego los aclaramos bien. Para esterilizarlos los meteremos en una olla con abundante agua hirviendo durante unos 10 minutos. Los sacamos con unas pinzas y colocamos boca abajo sobre un paño limpio. Pasados unos minutos le damos la vuelta al tarro par que se seque por dentro.
Otra posibilidad es lavar los tarros en el lavavajillas con el
programa de temperatura más elevado, de donde saldrán ya secos.
El envasado siempre lo haremos en caliente para una
adecuada conservación. Los llenaremos hasta un centímetro del borde. Los cerramos y los colocamos boca abajo.. Al enfriarse la mermelada, se creará el vacío y quedará sellada.
Si queremos conservarlas durante más tiempo,
tendremos que esterilizar los botes. Una vez llenos el tarro y cerrado herméticamente, como indico más arriba, lo sumergimos en una cazuela grande llena de agua y la llevamos a ebullición. Desde el momento en que el agua rompe a hervir, se dejan pasar 5 minutos. Apagamos el fuego, dejamos los frascos en el agua hasta que el agua se enfríe por completo.
Sea cual sea la técnica de esterilización y de conservación
elegida, debemos etiquetar los frascos con la fecha de elaboración y el tipo de mermelada. Una vez que abrimos los frascos los tendremos que conservar en el frigorífico y consumir en un plazo de 72 horas aproximadamente. Por ello conviene envasarlos en botes pequeños o medianos.