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En el caso presentado, la paciente de 36 años presentó fiebre, malestar general asociado a

disuria, poliaquiuria de 3 días de evolución. Debido a que el problema es la expulsión de la


orina, inferimos que el sistema afectado es el urinario; y dentro de éste, la estructura
afectada está en alguna parte del tracto urinario (cálices, pelvis, uréteres, vejiga, uretra),
ya que éstas son las encargadas de conducir la orina desde el riñón hacia el exterior. La
fiebre nos indica que hay una reacción inmunitaria llevándose a cabo en el organismo de
la paciente; y ésta acompañada de la disuria, nos hace pensar que hay una infección del
tracto urinario.

Al examen físico la paciente presenta presión arterial de 120/70 y pulso arterial de 82 x


minuto lo cual nos hace dudar una afección del sistema circulatorio o del mismo corazón,
también debido a la frecuencia respiratoria de 18 x minuto, el cual está normal; a primera
instancia nos hace dudar también del sistema respiratorio. Esto lleva a realizarle, una
prueba de puño percusión para evidenciar una infección, inflamación o compromiso de su
sistema renal; resultando positivo.

De hecho no podríamos pensar de un problema que afecte al parénquima renal


(nefronas), ya que este no se caracteriza dolor intenso sino otros síntomas, como edemas,
elevado aumento en la PA, etc. Lo único que provocaría un dolor intenso crónico es la
formación de un cálculo renal en las vías excretoras, en este caso el uréter,
específicamente en su estrechura pielouretral por la presencia de dolor lumbar irradiante

Estos cálculos renales, son debidos principalmente por una infección prolongada de las
vías urinarias. Una piedra tipo estruvita también conocida como triple fosfato, puede
formarse después de una infección del sistema urinario o por presencia de cuerpos
extraños en este sistema. Estas piedras contienen el mineral magnesio y el producto de
desperdicio, amoníaco además de fosfato.

Este tipo de piedras es producto de la infección del tracto urinario por bacterias
productoras de ureasa produciendo un cálculo míxto: carbonato de calcio (CaCO3) y
estruvita (MgNH4PO4) el cual forma un cristal en forma de «Tapa de féretro» (prismas
rectangulares). Es frecuente en mujeres. Pueden producir una concreción en «Asta de
Ciervo» al interior de los riñones

Por otro lado, según los exámenes radiológicos tomados a la paciente para demostrar el
area afectada de una forma más concreta y objetiva, también se nos refiere que la
paciente tiene una agenesia del riñón y vías urinarias izquierdas, es decir una agenesia
unilateral. Como sabemos, los riñones se forman a partir de la cresta urinaria (tejido
mesodérmico), la cual es divida en pronefros, mesonefros y metanefros, el primero
aparece a inicios de la 4ta semana en la región cervical y desaparece a finales de la misma,
el segundo aparece en las regiones torácica y lumbar paralelo con la desaparición del
pronefros, se caracteriza por presentar una nefrona con ausencia de asa de henle, por
presentar su propio conducto colector y al igual que el pronefros, por servir de paso para
el conducto de Wolf; este mesonefros solo existe durante el primer trismestre, dejando
importantes rezagos tras su desaparición, finalmente el metanefros o riñón definitivo, el
cual aparece durante la quinta semana y en la porción final de la región lumbar y en toda
la región sacra, induce al brote ureteral (el cual es una evaginación de la parte caudal del
conducto de Wolf) para que éste se divida y forme la pelvis renal, cálices y el túbulo
colector, y luego éste devuelva la inducción a este mesodermo metanéfrico para que
forme sus nefronas y conductos excretores.

Cuando las nefronas no pueden desarrollarse y el brote ureteral no se ramifica, en


consecuencia los túmulos colectores no se forman, aparece lo que conocemos como
agenesia renal, ésta agenesia también puede generarse cuando el brote ureteral no llega a
tener contacto o no es inducido por mesodermo metanéfrico para su siguiente
ramificación y así no se forman las vías excretoras. Brote ureteral tampoco induce al
blastema metanéfrico para formación de nefronas y asi se produce la agenesia renal.

Esta malformación congénita ocasiona que el riñón derecho tenga una sobrecarga de
trabajo para compensar la falta del riñón izquierdo.
Este excesivo trabajo que el riñón derecho debe realizar ocasionaría, un empeoramiento
de la situación debido a que el único uréter funcionante esta obstruido, desencadenando
o empeorando todos los signos y síntomas que posteriormente aclararemos uno por uno.

Entonces, todos estos factores influyentes provocarían una obstrucción para el paso de la
orina en el uréter lo cual aumentaría la concentración de microrganismos y bacteria, y
traería consigo un reflujo urinario, que podría lesionar el riñón y provocar un cuadro
infeccioso que se da por la activación de células del sistema inmune como macrófagos y
linfocitos, en respuesta a las endotoxinas liberadas por dichos microorganismos, estos
macrófagos y linfocitos a su vez liberan ciertos pirógenos endógenos que activan el
mecanismo de la fiebre estimulando al hipotálamo anterior, es por eso que vemos que el
paciente presenta una temperatura corporal de 38°C.

Estos cálculos renales podrían descender hacia el uréter, ocasionando una obstrucción
ureteral, aumentando el movimiento peristáltico y aumentando el espasmo muscular, lo
cual sería captado por receptores del dolor a través del nervio subcostal, torácico y genito
crural, a nivel de T11 y L2 en la médula espinal, viajando por la vía espinotalámica lateral a
la circunvolución postcentral, como respuesta, el dolor se irradia al flanco derecho, región
lumbar derecha, e ingle como un dolor visceral referido.
En el aspecto fisiológico, la paciente había tenido un problema de reabsorción tubular,
producido por la sobresaturación con algunos compuestos que producen cálculos
renales, posiblemente Ca++, una vez formado el cálculo y depositado en la estreches
pieloureteral, existirán problemas para excretar la orina, produciendo una hidronefrosis
(dilatación del uréter), debido a la acumulación de la orina por arriba del cálculo, esto
como ya se dijo atrás con el tiempo el reflujo de orina a alta presión podía lesionar el
parénquima renal y causar graves problemas.
En cuanto a la polaquiuria tendría como posible causa una infección urinaria que se
desencadena por daño en la pared de la musculatura de la pared de la vejiga o a nivel de
esfínteres. Eso explica un falsa sensación de orinar y la expulsión frecuente de esta,
obviamente si hay poca orina almacenada en la vejiga esta alta frecuencia de micción
será acompañado por poca cantidad de la ya mencionada.
En cuanto a la disuria, que es la orina dolorosa se produce por las contracciones
espásticas del uréter producto de su distensibilidad como se comento atrás (ya que el
uréter está ricamente inervado sensitivamente por fibras del dolor) existe deseos
frecuentes de orinar, sin un aumento de orina.
Se sabe también que los impulsos dolorosos provocan un reflejo simpático que contrae
las arteriolas renales reduciendo la producción de orinar. Este reflejo se llama reflejo
ureterorrenal y es importante para evitar el flujo excesivo de líquido hacia la pelvis de
un riñón con uréter obstruido.

El cálculo a nivel de uréter dificulta el paso de la orina, la poca cantidad de orina que
logra vencer esta resistencia al flujo urinario contribuye a la distensión de las
estructuras del uréter, sumado la infección, se manifiesta como dolor al orinar. Estos
dos signos se consideran como síndrome Disuria-Polaquiuria, que se manifiesta
frecuentemente en una litiasis renal.
La orina se presenta turbia debido a que en la infección se dañan varias células (en este
caso urotelio ,etc) las células muertas y leucocitos, en este caso se llaman piocitos que
son leucocitos modificados por causa de infección, y otros elementos formes de la sangre
ocasionan que la orina se vea turbia. Estos son expulsados producto de las contracciones
espásticas de los uréteres, mientras mayor sea la infección aumentará la concentración de
las sustancias ya mencionadas y la orina se verá más turbia.

Debido a los hechos y factores que influyen en que la paciente presente los síntomas ya
mencionados y explicados, hemos llegado a la conclusión que la paciente presenta LITIASIS
RENAL.

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