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anales de psicología © Copyright 1999: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia

1999, vol . 15, nº 2, 261-268 Murcia (España). ISSN: 0212-9728

Perspectivas teóricas y modelos interpretativos para el estudio del


síndrome de quemarse por el trabajo
Pedro R. Gil-Monte* y José Mª Peiró
Universidad de Valencia

Resumen: En este estudio se justifica la necesidad de es- Title: A review of models and theoretical perspectives to
tudiar el síndrome de quemarse por el trabajo. Desde una study of professional burnout
perspectiva psicosocial, el síndrome de quemarse se con- Abstract: This paper justifies the convenience of studying
ceptualiza como un proceso en el que intervienen elemen- the burnout syndrome. Taking into consideration a psy-
tos cognitivo-aptitudinales (baja realización personal en el chosocial orientation, the burnout syndrome is shown as a
trabajo), emocionales (agotamiento emocional) y actitudi- process that integrates cognitive/aptitudinal (i.e., low per-
nales (despersonalización). Con base en esta conceptualiza- sonal accomplishment), emotional (i.e., emotional exhaus-
ción se presenta una taxonomía que integra diferentes mo- tion), and attitudinal (i.e., depersonalization) components.
delos elaborados para explicar la etiología y consecuencias Based on this conceptualization, we offer a taxonomy to
del síndrome (modelos explicativos). En esta taxonomía se integrate the principal models proposed in literature to ex-
distingue un primer grupo de modelos desarrollados en el plain the causes and consequences of burnout. This taxon-
marco de la teoría sociocognitiva del yo, un segundo grupo omy offers three groups of models. The first group inte-
de modelos elaborados desde las teorías del intercambio grates models elaborate considering an individual approach
social y finalmente se considera un tercer grupo de mode- to study burnout. A second group integrates models elabo-
los elaborados desde la teoría organizacional. El trabajo rate from interpersonal approachs (i.e., social exchange
concluye con la presentación de los estudios realizados por theories), and the third group includes models elaborate
nuestro equipo de investigación y sugerencias de cara a es- from organizational approachs. In a second section, we of-
tudios futuros. fer the results obtained for our research team considering
Palabras clave: Quemarse por el trabajo; autoconfianza; variables from every perspective show above, and lastly the
apoyo social en el trabajo; desequilibrio percibido; estrés de paper concludes with suggestions for future research.
rol; satisfacción laboral; problemas de salud; propensión al Key words: Burnout, self-confidence, work social support,
abandono. imbalance, role stress, job satisfaction, disorders of health,
intentions to leave.

Desde una perspectiva psicosocial el síndrome considerado específico para profesionales de


de quemarse por el trabajo se conceptualiza servicios sociales que trabajan en contacto di-
como una respuesta al estrés laboral crónico recto con las personas a las que se destinan
que se caracteriza porque el individuo desarro- esos servicios pero, recientemente, Schaufeli,
lla una idea de fracaso profesional (en especial Leiter, Maslach y Jackson (1996), han elabora-
en relación a las personas hacia las que trabaja), do una nueva versión del MBI de carácter más
la vivencia de encontrarse emocionalmente genérico, no exclusivo para profesionales cuyo
agotado, y actitudes negativas hacia las perso- objeto de trabajo son personas, y han denomi-
nas con las que trabaja. Estos síntomas han si- nado a estas variables baja eficacia profesional,
do denominados respectivamente por Maslach agotamiento y cinismo. Leiter y Schaufeli
y Jackson (1981, 1986) baja realización perso- (1996), han señalado que el síndrome de que-
nal en el trabajo, agotamiento emocional y des- marse por el trabajo puede desarrollarse en
personalización, y se integran como dimensio- profesionales cuyo trabajo no conlleve necesa-
nes del cuestionario Maslach Burnout Inventory riamente el contacto directo con personas.
(MBI) empleado ampliamente para medir el La necesidad de estudiar el síndrome de
síndrome. En un principio este síndrome fue quemarse viene unida a la necesidad de estudiar
los procesos de estrés laboral dado al interés de
* Dirección para correspondencia: Pedro R. Gil-Monte. las organizaciones por la calidad de vida laboral
Departamento de Psicobiología y Psicología Social. Facultad de sus empleados, pues ésta tiene repercusiones
de Psicología. Avda. Blasco Ibáñez, 21. 46010 Valencia (Espa-
ña). E-mail: Pedro.Gil-Monte@uv.es importantes sobre la organización (v.g., absen-

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tismo, rotación, disminución de la productivi- cárcel (1998). La diferencia entre ellos radica en
dad, disminución de la calidad, etc.). Asimismo, cuál es la primera respuesta que surge ante el
dado que la mayor incidencia del síndrome de estrés laboral (baja realización personal en el
quemarse por el trabajo se da en profesionales trabajo, agotamiento emocional o despersona-
de servicios que prestan una función asistencial lización), cómo se desarrolla el proceso del sín-
o social, el deterioro de su calidad de vida labo- drome de quemarse (relación antecedente-
ral tiene repercusiones sobre la sociedad en ge- consecuente entre las dimensiones del MBI), y
neral. Otra circunstancia relevante que justifica cómo se establece la relación entre las dimen-
el estudio del síndrome de quemarse por el tra- siones del MBI y las consecuencias para el in-
bajo es el creciente auge de las organizaciones dividuo y para la organización. Ninguno de
de servicios, tanto en el sector público como ellos ha obtenido una evidencia empírica com-
privado, en las que la calidad de la atención al pleta para las relaciones que hipotetiza.
usuario o al cliente es una variable crítica para En base a estas consideraciones, el objetivo
el éxito de la organización. de este trabajo es presentar las perspectivas
La investigación sobre el síndrome de que- teóricas psicosociales desde la que se ha abor-
marse presenta algunas deficiencias en nuestro dado el estudio del síndrome de quemarse por
país, si bien, estas deficiencias tienen carácter el trabajo y presentar los resultados obtenidos
general, pues aparecen también en otros países. por nuestro equipo de investigación conside-
La falta de modelos teóricos sólidos que dirijan rando algunas de las variables recogidas en los
la investigación, y que relacionen el estudio del modelos elaborados desde esas perspectivas. El
síndrome de quemarse con otros campos de trabajo se concluye con algunas sugerencias
estudio de la Psicología Social, se considera una que consideramos relevantes para estudios fu-
de las deficiencias más relevantes para su turos.
estudio. Una de las causas de esta deficiencia
radica en la debilidad psicométrica del MBI y Modelos psicosociales propuestos para
en la ausencia de un modelo único que el estudio del síndrome de quemarse
relacione sus dimensiones. por el trabajo
Diferentes estudios sobre el MBI han obte-
nido que este instrumento presenta debilidades La necesidad de explicar el episodio del sín-
psicométricas a nivel factorial, dentro y fuera drome de quemarse por el trabajo (relación de
de nuestro país (v.g., Dignam, Barrera y West, antecedentes-consecuentes de sus dimensio-
1986; García, Llor y Sáez, 1994; Green y Wal- nes), junto con la utilidad de integrarlo en mar-
key, 1988; Olmedo, 1993), y también de consis- cos teóricos más amplios, que permitan expli-
tencia interna de sus escalas, pues aunque para car su etiología de manera satisfactoria, ha dado
las escalas de agotamiento emocional y realiza- lugar a la aparición de diversos modelos teóri-
ción personal en el trabajo se vienen alcanzan- cos. Estos modelos agrupan una serie de varia-
do valores alfa de Cronbach aceptables, para la bles, consideradas como antecedentes y conse-
escala de despersonalización este parámetro re- cuentes del síndrome, y discuten a través de
sulta sistemáticamente bajo, con valores que que procesos los individuos llegan a sentirse
oscilan entre α = .63 (Gil-Monte, Peiró y Val- quemados. Los modelos elaborados desde con-
cárcel, 1993; Leiter y Maslach, 1988) y α = .34 sideraciones psicosociales pueden ser clasifica-
(García et al., 1994). dos en tres grupos. El primer grupo incluye los
Respecto a la relación que se establece en- modelos desarrollados en el marco de la teoría
tre las dimensiones del MBI es posible encon- sociocognitiva del yo. Estos modelos se caracteri-
trar en la literatura hasta cinco modelos distin- zan por recoger las ideas de Albert Bandura pa-
tos: Golembiewski, Munzenrider y Carter ra explicar la etiología del síndrome de quemar-
(1983), Leiter y Maslach (1988), Lee y Ashforth se por el trabajo. Básicamente consideran que:
(1993), Leiter (1993) y Gil-Monte, Peiró y Val- a) las cogniciones de los individuos influyen en
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lo que éstos perciben y hacen y, a su vez, estas mente esa situación, desarrollarán sentimientos
cogniciones se ven modificadas por los efectos de quemarse por el trabajo.
de sus acciones, y por la acumulación de las Por último, el tercer grupo considera los
consecuencias observadas en los demás, y b) la modelos elaborados desde la teoría organizacional.
creencia o grado de seguridad por parte de un Estos modelos incluyen como antecedentes del
sujeto en sus propias capacidades determinará síndrome las disfunciones del rol, la falta de sa-
el empeño que el sujeto pondrá para conseguir lud organizacional, la estructura, la cultura y el
sus objetivos y la facilidad o dificultad en con- clima organizacional. Son modelos que se ca-
seguirlos, y también determinará ciertas reac- racterizan porque enfatizan la importancia de
ciones emocionales, como la depresión o es- los estresores del contexto de la organización y
trés, que acompañan a la acción. Entre los mo- de las estrategias de afrontamiento empleadas
delos recogidos en este grupo se encuentran el ante la experiencia de quemarse. Todos ellos
modelo de competencia social de Harrison incluyen el síndrome de quemarse por el traba-
(1983), el modelo de Cherniss (1993), el mode- jo como una respuesta al estrés laboral. Se in-
lo de Pines (1993) y el modelo de autocontrol cluyen en este grupo el modelo de Golem-
de Thompson, Page y Cooper (1993). En los biewski et al. (1983), el modelo de Cox, Kuk y
tres primeros modelos la autoeficacia percibida Leiter (1993), y el modelo de Winnubst (1993).
es la variable relevante para el desarrollo del El primero de ellos destaca las disfunciones de
síndrome, mientras que en el modelo de los procesos del rol, y de manera especial la
Thompson et al. (1993) es la autoconfianza importancia de la sobrecarga y de la pobreza de
profesional y su influencia sobre la realización rol para el desarrollo del síndrome, el modelo
personal en el trabajo la variable que determina de Cox et al. (1993) destaca la importancia de la
el desarrollo del síndrome. salud de la organización y el modelo de Win-
El segundo grupo recoge los modelos ela- nubst (1993) enfatiza la importancia de la es-
borados desde las teorías del intercambio social. Es- tructura, la cultura y el clima organizacional.
tos modelos consideran los principios de la Una exposición detallada de todos estos
teoría de la equidad (modelo de comparación modelos aparece recogida en la revisión reali-
social de Buunk y Schaufeli, 1993) o de la teo- zada por Gil-Monte y Peiró (1997b).
ría de la conservación de recursos (modelo de Nuestro equipo de investigación, integrado
Hobfoll y Fredy, 1993). Proponen que el sín- por personal del Departamento de Psicología Cogni-
drome de quemarse por el trabajo tiene su etio- tiva, Social y Organizacional de la Universidad de la
logía principalmente en las percepciones de fal- Laguna y por miembros de la Unidad de Investiga-
ta de equidad o falta de ganancia que desarro- ción de Psicología de las Organizaciones y del Trabajo
llan los sujetos como resultado del proceso de de la Universidad de Valencia (UIPOT), ha consi-
comparación social cuando se establecen rela- derado variables de las tres perspectivas pre-
ciones interpersonales. Los profesionales de los sentadas para desarrollar su línea de investiga-
servicios de ayuda establecen relaciones de in- ción mediante estudios transversales y longitu-
tercambio (v.g., ayuda, aprecio, gratitud, reco- dinales. A la luz de los resultados obtenidos
nocimiento, etc.) con los receptores de su tra- mediante análisis de regresión (v.g., Gil-Monte
bajo, con los compañeros, con los superviso- y Peiró, 1996; Gil-Monte et al., 1993; Gil-
res, y con la organización, y en estas relaciones Monte, Valcárcel y Zornoza, 1995) y mediante
las expectativas de equidad o ganancia sobre los modelos de ecuaciones estructurales elabo-
esos intercambios juegan un papel importante. rados (Gil-Monte, 1994; Gil-Monte et al., 1997),
Cuando de manera continuada los sujetos per- hemos concluido que el síndrome de quemarse
ciben que aportan más de lo que reciben a por el trabajo puede ser integrado en los mode-
cambio de su implicación personal y de su es- los cognitivos y transaccionales de estrés labo-
fuerzo, sin ser capaces de resolver adecuada- ral (v.g., Cox y Mackay, 1981; Lazarus y Folk-
man, 1986) como una respuesta al estrés labo-

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ral percibido que surge tras un proceso de re- por Thompson et al. (1993) o por Cherniss
evaluación cognitiva, cuando las estrategias de (1993), parece adecuado incluir en los estudios
afrontamiento empleadas por los profesionales sobre el síndrome de quemarse por el trabajo
no son eficaces para reducir ese estrés laboral alguna medida de la competencia profesional
percibido. Esta respuesta supone una variable percibida.
mediadora entre el estrés percibido y sus con- Desde una perspectiva interpersonal, nues-
secuencias y se inicia con el desarrollo conjunto tros resultados sobre la relación entre el apoyo
de baja realización personal en el trabajo y altos social en el trabajo y las dimensiones del MBI
sentimientos de agotamiento emocional. Las nos han llevado a concluir que el apoyo social de
actitudes de despersonalización que siguen se los compañeros puede ser considerado como un
consideran una estrategia de afrontamiento predictor significativo de agotamiento emocio-
desarrollada por los profesionales ante la expe- nal en trabajadores de centros ocupacionales
riencia crónica de baja realización personal en para discapacitados psíquicos (r = -.45) (Gil-
el trabajo y agotamiento emocional. Esta pers- Monte y Peiró, 1995) y de despersonalización
pectiva integra el papel de las cogniciones y en profesionales de enfermería (r = -.36) (Gil-
emociones como variables mediadoras en la re- Monte et al., 1995), pues incrementó significati-
lación entre el estrés laboral percibido y las vamente la varianza explicada en esas variables
respuestas actitudinales y conductuales (Gil- cuando se introdujo en la ecuación de regresión
Monte y Peiró, 1997b; Gil-Monte et al., 1998). junto con las disfunciones del rol (∆R2 = .03,
beta = -.20; ∆R2 = .03, beta = -.21, respecti-
Análisis de algunas variables relevantes vamente). Así, podemos considerar que el apo-
estudiadas en relación al síndrome de yo social de los compañeros es principalmente
quemarse por el trabajo un predictor significativo de los componentes
emocional y actitudinal del MBI. En relación al
Las variables antecedentes del síndrome de apoyo social del supervisor, aunque ha resultado
quemarse por el trabajo consideradas en los asociado significativamente a las tres dimensio-
modelos revisados tienen diferentes patrones nes del MBI, cuando interviene en la ecuación
de influencia sobre las dimensiones del sín- de regresión junto al estrés de rol no explica
drome. De manera similar a otros estudios porcentajes significativos de varianza.
(v.g., Lee y Ashforth, 1990), la competencia profe- Por otra parte, considerando la teoría del in-
sional percibida, estimada en nuestros estudios a tercambio social, en un estudio longitudinal reali-
través de la autoconfianza, se asocia de manera zado con profesionales de enfermería (N = 38)
significativa principalmente con la realización hemos obtenido evidencia de relaciones signifi-
personal en el trabajo, con valores r de Pearson cativas antecedentes-consecuentes entre el
que han oscilado entre r = .35 (Gil-Monte, equilibrio percibido en las relaciones de inter-
1994; Gil-Monte y Peiró, 1996) y r = .43 (Gil- cambio con los pacientes y con la organización
Monte et al., 1993). Su asociación con agota- y los niveles de realización personal en el traba-
miento emocional y despersonalización resultó jo: el desequilibrio percibido aparece como an-
en todos nuestros estudios inferior y en algu- tecedente significativo de los niveles de baja
nos de ellos no significativa (Gil-Monte y Pei- realización personal en el trabajo (Gil-Monte y
ró, 1996). Además, Gil-Monte y Peiró (1996) Peiró, en revisión). No obstante, dado el tama-
obtuvieron que los niveles de autoconfianza ño de la muestra empleada consideramos que
presentaban un efecto modulador en la relación son necesarios más estudios para poder elabo-
entre ambigüedad de rol y realización personal rar conclusiones definitivas.
en el trabajo. En conjunto, estos resultados co- En relación a las variables consideradas con
rroboran el contenido cognitivo-aptitudinal de base en la teoría organizacional, nuestros resul-
la realización personal en el trabajo. Por tanto, tados nos han llevado a concluir que el conflicto
en la línea de los modelos teóricos elaborados de rol se asocia fundamentalmente de manera
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significativa con agotamiento emocional. Los cuado considerar significativas las diferencias
valores r de Pearson que oscilan entre r = .69 que establece el sexo en la dimensión de desper-
(Gil-Monte y Peiró, 1996) y r = .44 (Gil-Monte sonalización (los varones perciben más desper-
y Peiró, 1997a), en menor medida a desperso- sonalización que las mujeres), y la relación li-
nalización (oscilando los valores r de Pearson neal y positiva que se establece entre edad y
entre r = .52 y r = .31), y los valores más bajos agotamiento emocional (Gil-Monte, Peiró y
se obtienen para su relación con realización Valcárcel, 1996). No obstante, creemos que es
personal en el trabajo (entre r = -.35 y r = -.13). necesaria la realización de estudios de carácter
Estos resultados están en la línea de los resul- meta-analítico sobre la relación que se establece
tados presentados por Lee y Ashforth (1996) entre las dimensiones del MBI y este grupo de
tras realizar un estudio de meta-análisis. La am- variables.
bigüedad de rol se asocia significativamente en En relación a las consecuencias del síndrome
mayor grado con realización personal en el tra- de quemarse por el trabajo, en nuestros estu-
bajo, oscilando los valores r de Pearson entre r dios hemos incluido como variables la satisfac-
= -.48 (Gil-Monte y Peiró, 1996) y r = -.35 ción laboral, los problemas de salud, la inclina-
(Gil-Monte et al., 1995), su relación es algo más ción al absentismo y la propensión al abandono
débil con agotamiento emocional (r de Pearson de la organización. Creemos que estas variables
entre .40 y .15), y menor con despersonaliza- tienen consecuencias importante sobre el indi-
ción (r de Pearson entre .28 y .18). Cuando se viduo y sobre el funcionamiento adecuado de
hace intervenir conjuntamente a las variables la organización, y son variables importantes pa-
de estrés de rol en la ecuación de regresión, el ra diseñar una intervención. Algunas de ellas
conflicto de rol explica mayores porcentajes son incluidas de manera explícita en los mode-
significativos de varianza en agotamiento emo- los presentados más arriba. Es el caso de la sa-
cional mientras que la ambigüedad de rol lo tisfacción laboral en el modelo de Cherniss
hace en realización personal en el trabajo. Ello (1993), la propensión al abandono en el mode-
nos ha llevado a concluir que el conflicto de rol lo de Thompson et al. (1993) y los problemas
desarrolla preferentemente una respuesta de de salud en el modelo de Cox et al. (1993). Por
carácter emocional mientras que la ambigüedad otra parte, la revisión de Lee y Asforth (1996)
de rol da lugar preferentemente a una respuesta presenta que la satisfacción laboral y la propen-
de carácter cognitivo-aptitudinal. Este resulta- sión al abandono han sido estudiadas de mane-
do ha sido obtenido con profesionales de en- ra amplia y su relación con las dimensiones del
fermería (Gil-Monte et al., 1995; Gil-Monte et síndrome resulta significativa.
al., 1998) y con trabajadores de centros ocupa- En nuestros estudios hemos obtenido que
cionales para discapacitados psíquicos (Gil- la satisfacción laboral se relaciona significativa-
Monte y Peiró, 1996), por ello parece adecuado mente con las tres dimensiones del MBI aun-
afirmar que presenta un carácter que transcien- que de manera más intensa con agotamiento
de los límites de una profesión. La sobrecarga la- emocional. Los valores r de Pearson para esta
boral percibida aparece en nuestros estudios relación han oscilado entre r = -.34 (Gil-Monte
como un antecedente significativo de los nive- et al., 1998) y r = -.63 (Gil-Monte, Peiró, Val-
les de agotamiento emocional (Gil-Monte y cárcel y Martí, 1992). Para los problemas de salud
Peiró, en revisión). la relación significativa más intensa se establece
El estudio de las relaciones entre variables so- también con agotamiento emocional. Los valo-
ciodemográficas (v.g., sexo, edad, estado civil, etc.) res r de Pearson para esta relación en profesio-
y las dimensiones del MBI también ha genera- nales de enfermería han sido r = .56 (N = 102)
do un volumen importante de literatura. Los (Gil-Monte, Peiró, Valcárcel y Grau, 1996) y r
resultados obtenidos no son consistentes, sin = .48 (N = 196) (Gil-Monte et al., 1998). En re-
embargo, la revisión de la literatura sobre el lación a la inclinación al absentismo, nuestros
tema nos ha llevado a concluir que parece ade- resultados de carácter longitudinal, obtenidos

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mediante un diseño de panel "cross-lagged", teóricos y metodológicos de la cognición social, en


nos han llevado a concluir que esta actitud es los que se hipotetizan relaciones entre cogni-
una consecuencia del síndrome de quemarse ción, emoción y actitudes, puede resultar inte-
por el trabajo y no viceversa (Gil-Monte y Pei- resante y esclarecedoras de cara a futuros estu-
ró, 1997a). Por lo que respecta a la propensión al dios.
abandono de la organización también hemos ob- Junto a ello, creemos que la elaboración de
tenido que se relaciona significativamente con modelos teóricos que guíen la intervención de-
las tres dimensiones del MBI, aunque de mane- be incluir variables a nivel macroanalítico y mi-
ra más intensa con agotamiento emocional (r = croanalítico. Desde una perspectiva macroanalítica,
.39, Gil-Monte et al., 1998). En general, estos la cultura y el clima organizacional pueden ex-
resultados están en la línea de la literatura sobre plicar aspectos significativos en el desarrollo
el tema que señala que la dimensión de agota- del síndrome de quemarse. Por ejemplo, la so-
miento emocional se revela como la variable cialización laboral desempeña un papel relevan-
más significativa del síndrome de quemarse te en el desarrollo de las actitudes laborales de
cuando se analizan las relaciones de éste con los profesionales y estas actitudes se transmiten
las variables consideradas como sus consecuen- de unos profesionales a otros mediante esos
tes. procesos de socialización en los que la cultura
de la organización, el clima y el lenguaje tienen
Conclusión una gran importancia. Estas variables aparecen
recogidas en el modelo de Winnubst (1993),
La revisión de la literatura sobre el síndrome de pero su relación con las dimensiones del MBI y
quemarse por el trabajo, tanto en nuestro país los procesos a través de los que se desarrolla el
como fuera de él, presenta que aunque existe síndrome están poco definidos. Frente a la
un gran volumen de estudios empíricos sobre orientación individual que ha predominado en
el tema, son pocos los estudios dirigidos a con- el estudio del síndrome, sería útil para la inter-
trastar modelos teóricos o que estén guiados vención psicosocial identificar cómo se conta-
por éstos. Siguiendo las ideas de Fisher (1982, gia el síndrome entre los profesionales de una
cf. en Peiró, 1994) no parece adecuado distin- unidad organizacional o de toda una organiza-
guir entre una orientación básica y otra aplicada ción, y analizar que indicadores o criterios nos
al hablar de teoría, investigación y práctica en permiten hablar de una organización quemada
Psicología Social. Por el contrario, estos tres por el trabajo. Al igual que el estudio de la cul-
aspectos de la disciplina deben de estar inter- tura organizacional, constructos como el clima
conectados entre sí, de manera que cada uno se emocional (De Rivera, 1992) puede suponer
enriquezca con las aportaciones de los otros. una vía de investigación interesante y enrique-
Como se ha señalado al inicio de este traba- cedora. Desde la perspectiva microanalítica, como
jo existen puntos oscuros en el estudio del sín- se ha señalado en el punto anterior, nos parece
drome de quemarse resultado de la ausencia de interesante la consideración de variables que
un modelo que establezca la relación entre las estimen las disfunciones del rol y los procesos
dimensiones del MBI. Esto supone una dificul- de intercambio social entre los profesionales y
tad añadida de cara a generar modelos teóricos las personas a las que atienden, y entre aque-
que dirijan la investigación y la intervención. La llos y la organización.
realización de investigaciones de laboratorio junto Junto a todo ello, es importante incorporar
con el empleo de cuestionarios y otras formas alguna medida de la competencia profesional percibi-
de analizar el síndrome, que establezcan la rela- da, pues su función como variable relevante pa-
ción entre los constructos que subyacen a las ra el desarrollo del síndrome de quemarse ha
dimensiones del MBI aportaría alguna luz so- quedado establecida en diferentes estudios.
bre este punto. Por ejemplo, la realización de Por otra parte, nos parece necesario: a) me-
investigaciones considerando los principios jorar la debilidad psicométrica del MBI, ya que es el

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instrumento por excelencia para estimar el sín- lla el síndrome de quemarse en las diferentes
drome y su empleo favorece la realización de profesiones y que variables explican de manera
estudios transculturales. b) Desarrollar estudios consistente su varianza.Y d) Llevar a cabo in-
longitudinales que confirmen la relación que se tervenciones con criterios teóricos y diagnósti-
establece entre las diferentes variables estudia- cos, y realizar su evaluación. Todo ello contri-
das en relación al síndrome y entre las propias buirá a un mejor conocimiento del síndrome de
dimensiones de éste. c) Realizar estudios trans- quemarse por el trabajo, de su desarrollo y de
ocupacionales que presenten cómo se desarro- las vías de intervención.

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