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FISICA 2
DR Jorge cornejo
Capítulo I: Electrodinámica
3.1. Introducción 33
3.2. Clasificación de los imanes 35
3.3. El experimento de Oersted 36
3.4. Las experiencias de Faraday 37
3.5. Las ondas electromagnéticas
Capítulo IV introducción a la
2.1. Radiobiología 14
2.2. Los distintos tipos de radiaciones 14
2.3. La interacción de la radiación con la materia 16
2.4. Interacción de la radiación EM con la materia 17
2.5. Dosimetría – distintas formas de medir la radiación 20
2.6. Cálculos de dosis 22
2.7. Los dosímetros 24
2.8. Irradiación y contaminación 27
Fe de errata 52
Bibliografía 52
Capítulo V Medicina nuclear
3.4. Introducción 36
3.5. Algunas referencias radiofísicas 37
3.6. La actividad radiactiva 38
3.12. El tiempo de vida medio 38
3.13. Los radiofármacos 39
3.14. ¿Cómo se realiza un estudio de Medicina Nuclear 40
3.15. La cámara gamma 41
3.16. El SPECT 42
3.17. Tomografía por emisión de positrones (PET) 43
Aplicaciones terapéuticas de la Medicina Nuclear
A partir de estas ideas (electrones libres, resistencia) podemos clasificar los materiales
en cuatro categorías: conductores, aislantes, semiconductores y superconductores.
1
Pregunta: ¿Cuánto vale la resistencia de un aislante ideal?
Superconductores: Descubiertos hace unos cincuenta años, son conductores perfectos,
es decir, poseen resistencia prácticamente igual a cero. Actualmente se conocen varios
elementos superconductores, tales como el niobio (Nb). El problema es que los
superconductores sólo funcionan como tales a temperaturas muy bajas, cercanas al cero
absoluto (-273 °C). Precisamente, un tema de estudio de la física contemporánea es
conseguir superconductores que funcionen como tales a temperatura ambiente. A pesar
de esta dificultad, los superconductores han encontrado un lugar en el diagnóstico por
imágenes, como componentes de los equipos de Resonancia Magnética Nuclear (RMN).
A veces se compara un circuito eléctrico con una cañería por la que circula agua. Se
asemejan los cables a los caños, y la corriente eléctrica a la corriente de agua. Esta
comparación puede resultar útil para ejemplificar algunas propiedades de los circuitos,
pero no es enteramente correcta. Podemos tenerla en nuestra mente para visualizar
algunas ideas, pero en su momento estableceremos definidas diferencias entre un
sistema y otro.
q
i
t
Por otra parte, ya sabíamos que la carga eléctrica se mide en Coulomb (C), el tiempo en
segundos (s); entonces la intensidad de corriente se medirá en Ampére (A), tal que:
C
A
s
Por lo tanto, tenemos aquí una nueva forma de calcular la intensidad de la corriente
eléctrica. De acuerdo con la Ley de Ohm, la intensidad de la corriente eléctrica es
igual al cociente entre la diferencia de potencial y la resistencia.
Relacionemos entre sí las unidades correspondientes. La unidad de resistencia es,
precisamente, el Ohm (Ω). Por lo tanto,
V
A
Problema: Por una tostadora eléctrica circulan 1.25 A, cuando se la conecta a 220
V. ¿Cuánto vale su resistencia?
R.: 176 Ω. Nota: Aquí, y en los problemas siguientes, estamos haciendo una
“trampita”, que será develada cuando veamos corriente continua y corriente alterna.
Un circuito eléctrico es un dispositivo formado por varios elementos, por el que circula
corriente eléctrica. La forma más elemental de circuito eléctrico se muestra en la Figura
N° 11.
¿Qué ocurre cuando la llave está abierta? ¿Por qué no circula corriente? (Piensen:
¿pueden los electrones pasar de un punto a otro en el “agujero” dejado por la llave
abierta? Recuerden que, en circunstancias normales, el aire es principalmente aislante).
R es una resistencia y representa un aparato cualquiera conectado al circuito, para que
este lo haga funcionar.
Una vez que se baja el interruptor y el circuito está cerrado, circula corriente eléctrica.
Recordemos: esto no quiere decir que la pila, batería o enchufe estén entregando
electrones, sino que le entregan energía a los electrones libres del conductor para que
estos se muevan.
¿En qué sentido circula la corriente? Lo más razonable sería pensar que la corriente
fluye desde el polo negativo al positivo de la pila, pasando por todos los elementos del
circuito, tal como los electrones fluyen de cátodo a ánodo en el tubo de rayos X. Y esto
es realmente así, pero como hace mucho tiempo en los libros de electricidad se
representó la corriente fluyendo en sentido contrario al sentido real, definimos un
sentido convencional de circulación, de positivo a negativo, tal como muestra la figura
N° 12.
Hay distintas formas de acoplar resistencias: las más conocidas son el acoplamiento en
serie y el acoplamiento en paralelo.
Resistencias en serie
Consideremos una vez más el circuito de la Figura N° 11. Supongamos que la diferencia
de potencial vale 100V y R vale 20 Ω. Aplicando la Ley de Ohm obtenemos i = 5 A.
Ahora agreguemos una resistencia más, R2 = 10 Ω, tal como muestra la Figura N° 13.
Figura N° 13. Acoplamiento de resistencias en serie
R eq R1 R2
¿Qué sucedió? Al acoplar resistencias en serie, la resistencia total del circuito aumentó,
y la intensidad de corriente total disminuyó. ¿Es esto lo que queremos? No, porque
significa que, al conectar, por ejemplo, tres lamparitas en serie, la intensidad de
corriente circulante sería inferior a la que circularía si tengo encendida sólo una
lamparita. Al bajar la corriente, la intensidad luminosa emitida por cada lamparita
también se reduciría.
La conexión en serie presenta otro problema. ¿Qué ocurre si se quema uno de los
aparatos? El circuito queda abierto, y no funciona ninguno de los demás. O sea, si se
quema una lamparita se nos apagarían el televisor, la heladera, etc. Aquellos de ustedes
que tengan algunos años recordarán las bombitas de luz que adornaban los arbolitos de
Navidad, y los problemas que traían…estaban, precisamente, conectadas en serie.
Resistencias en paralelo
Aquí el método para resolver el circuito se similar al anterior, sólo que la fórmula de la
resistencia equivalente es más complicada.
1 1 1
Req R1 R2
E
P
t
Pueden existir distintas formas de potencia: mecánica, eléctrica, magnética, etc. Si nos
referimos específicamente a la potencia eléctrica, también la podemos calcular con la
expresión:
P i.V
Habíamos dicho que, cuando resolvimos algunos de los problemas incluidos en este
libro, habíamos cometido una “trampita”. Veamos cuál era.
Cuando decimos, entonces, que un enchufe entrega 220 V, en realidad lo que estamos
diciendo es que “el valor máximo de la diferencia de potencial entregada por el enchufe
es de 220 V”.
Figura N° 15. La corriente continua y la corriente alterna
En ambos gráficos no representamos estrictamente la corriente eléctrica, sino la diferencia de
potencial, en función del tiempo. Para la corriente continua, la línea recta implica una función
constante en el tiempo. El comportamiento ondulatorio de la diferencia de potencial alterna es
evidente, así como el hecho de que su valor pico (máximo) es de 220 V.
P.: Pero los enchufes comunes entregan corriente alterna, entonces, ¿qué ocurre en
el tubo de rayos X?
R.: El aparato de rayos X posee una serie de dispositivos denominados diodos, los que
conforman el circuito rectificador, que transforman la corriente alterna en corriente
continua.
P.: Dijimos que la corriente continua presenta, entre otros, el problema de una
elevada disipación de calor por efecto Joule. Las pilas entregan corriente continua.
Entonces, ¿por qué no se quema una radio que funciona con pilas?
R.: Piénsenla (observen en la pila el valor de la diferencia de potencial que entrega, y
compárenlo con los 220 V de un enchufe).
En este cuadro vamos a realizar una síntesis acerca de los circuitos. Vamos a listar sus
principales elementos, indicando su nombre, símbolo y función
3.1. Introducción
Los polos magnéticos de distinto signo se atraen, los de igual signo se repelen
3
Se utilizan, por ejemplo, en los cines y teatros, cuando la iluminación de la sala se aumenta o disminuye
progresivamente.
Ahora, rompan el imán por la mitad. Jueguen un ratito con ambos fragmentos, y vean
que sucedió. Seguramente advertirán que cada fragmento tiene nuevamente los dos
polos: el positivo y el negativo. Si vuelven a partir los fragmentos cada pedacito tendrá
también los dos polos, y así hasta el infinito (o casi). Deducimos, entonces, lo siguiente:
No existen los monopolos magnéticos (imanes de un solo polo), todos los imanes son
siempre bipolares.
Respecto a esto último, aclaremos que existen algunas excepciones. Por ejemplo, hay
moléculas tri o cuadrupolares. El campo magnético generado por una corriente eléctrica
no tiene polos. Sin embargo, la inexistencia de monopolos es algo universal, y lo
afirmado acerca de la dipolaridad de los imanes es válido para la gran mayoría de los
campos magnéticos con los que podemos encontrarnos.
a) así como existe un campo eléctrico, existe también un campo magnético, es decir, un
depósito de energía potencial en el espacio que rodea a todo imán, el que altera dicho
espacio y origina atracciones y repulsiones
c) a diferencia de las líneas del campo eléctrico, que son radiales (entrantes o
salientes), las del campo magnético son líneas cerradas. Arbitrariamente, decimos que
las líneas de campo “salen” del polo Norte del imán y “entran” por el polo Sur
a) b) c)
Los imanes se clasifican en naturales y artificiales. Los primeros son una forma de
óxido de hierro, denominado magnetita o piedra imán. Los segundos, fabricados por el
hombre, pueden ser imanes permanentes o electroimanes. Los primeros son los
conocidos imanes de las jugueterías, los que pegamos en las heladeras, etc., que
mantienen sus propiedades magnéticas en todo momento. Los segundos funcionan
como imanes sólo cuando circula por ellos una corriente eléctrica. Esto los vuelve muy
útiles desde un punto de vista industrial, porque en ellos el campo magnético se puede
encender o apagar (encendiendo o apagando la corriente eléctrica) según se necesite.
Son ejemplos de electroimanes, entre muchos otros, los que se utilizan para levantar
automóviles. Los electroimanes son una parte fundamental de los equipos de RMN.
Ahora bien, además de esta clasificación de los imanes, podemos clasificar a los
materiales en general, de acuerdo con sus propiedades magnéticas, en tres categorías:
Son necesarios un cable, conectado a una fuente de energía, y una brújula (recordemos
que una brújula es, básicamente, un imán con forma de aguja, que puede rotar sobre un
pivote), colocada cerca del cable.
Pero aquí podemos efectuar otra interpretación. La corriente está formada por
electrones. Cada electrón genera su propio campo eléctrico. Pero como los electrones se
mueven, el campo eléctrico que “siente” la aguja es un campo variable4. Entonces:
Faraday realizó una serie de experimentos, para los que trabajó con un imán y una
bobina, es decir, un conductor metálico arrollado (ver la Figura N° 19).
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Variable en el sentido de que se modifica con el tiempo.
Cuando ambos, el imán y la bobina, están en reposo uno respecto del otro, no ocurre
nada especial. Pero ahora movamos el imán. Si disponemos de un aparato para medir la
diferencia de potencial en la bobina, veremos que ahora la misma ya no es cero y que
por la bobina circula una corriente eléctrica. Esto es sorprendente, porque la bobina no
está conectada a ninguna pila, batería o fuente de tensión de cualquier tipo.
Si sobre la bobina existe una cierta diferencia de potencial, esto implica que hay un…
campo eléctrico.
La duda provenía acerca de cómo puede interpretarse que una onda electromagnética se
propague en el vacío. Reuniendo las experiencias de Oersted y Faraday, podemos pensar
lo siguiente:
Consideremos una antena emisora de ondas electromagnéticas. Una antena de este tipo
es, básicamente, un pedazo de metal provisto de electrones que pueden oscilar. Por lo
tanto, como consecuencia de su oscilación, el campo eléctrico generado por estos
electrones es variable.
2.1. Radiobiología
El tema de los efectos biológicos, reales o supuestos, producidos por las radiaciones
ionizantes, es de fundamental importancia para un Técnico Radiólogo. Y esto por dos
razones: primero, por el cuidado de su propia salud, debido al hecho que, como
consecuencia de su práctica profesional, el técnico estará expuesto a dosis bajas de
radiación durante un prolongado período de tiempo. Segundo, y por supuesto no menos
importante, por la salud de los pacientes, los que serán expuestos a radiaciones como
consecuencia de los estudios a los que deban someterse.
A diferencia de Física I y Física II, en las que el énfasis estaba puesto casi
exclusivamente en la radiación X, aquí nos interesaremos en los efectos biológicos
producidos por cualquier tipo de radiación ionizante. Por ello, antes de estudiar tales
efectos, debemos primero aprender mucho acerca de los distintos tipos de radiaciones,
sus características y sus propiedades.
En general, las partículas provocan irradiaciones más localizadas, mientras que las
radiaciones electromagnéticas son más útiles para tratar o diagnosticar volúmenes
grandes de tejido.
5
La cual comprende sólo una muy pequeña fracción del espectro UV completo.
Son emisores , entre otros, el uranio, el plutonio, el radio, el radón (un gas habitual, en
mínimas cantidades, en baños y habitaciones de las casas, que, en cantidades mayores,
puede producir efectos graves en los pulmones).
Son emisores -, entre otros, el I131, Tc99, Cs137, Co60. En el mismo cuerpo humano hay
emisores -, tales como el K40 o el C14 (notar que, debido a esto último, el cuerpo
humano también es, aunque muy débilmente, radiactivo).
P.: ¿Cuál es la única diferencia existente entre los rayos gamma y los rayos X?
R.: Antiguamente se decía que la diferencia entre ambas formas de radiación venía dada
por su energía: los rayos gamma resultan mucho más energéticos que los X. Sin
embargo, con los aceleradores de partículas actuales pueden generarse rayos X de
energías equivalentes a las de la radiación gamma, con lo cual la energía (o,
equivalentemente, la frecuencia) ya no sirven para diferenciarlos. Por lo tanto, la única
diferencia real entre ambos es la región del átomo en la que se originan: los rayos
gamma se originan en el núcleo, los rayos X en la nube electrónica.
Según el tipo de radiación, los mecanismos de interacción con la materia son diferentes.
En la Tabla N° 4 se enumeran los más importantes.
Las partículas son muy ionizantes, porque debido a su doble carga positiva atraen con
mucha facilidad a los electrones de los átomos con los que interactúan. En algunos
casos, las partículas no llegan a extraer electrones, sino que sólo ceden parte de su
energía a algún átomo del medio sin llegar a ionizarlo. Este mecanismo se denomina
excitación.
Como las partículas - tienen carga negativa, tienden a ser repelidas por los electrones
de los átomos del medio, de donde su capacidad de ionización es inferior a la de las
partículas . Sin embargo, pueden ser atraídas por los núcleos atómicos, con carga
positiva. Cuando una partícula - se aproxima a un átomo, será frenada por el campo
eléctrico de su nube electrónica, resultando en la emisión de rayos X por frenamiento
(Bremsstrahlung). P. (difícil): ¿Por qué este efecto no es importante para las
partículas ? R.: Por su mayor masa. Sug.: Discutir esto en clase.
Los rayos +, además de los mecanismos de ionización y excitación, pueden aniquilarse
al chocar con los electrones orbitales. En ese caso, el electrón y el positrón desaparecen,
y son emitidos dos rayos , en sentidos opuestos. Este fenómeno, denominado
aniquilación de pares, se utiliza actualmente en la Tomografía por Emisión de
Positrones (TEP, o PET, en inglés). Esta técnica, que integra la Medicina Nuclear,
actualmente está tomando gran desarrollo, y será estudiada con amplitud en Física IV.
Por último, las radiaciones X y interactúan con la materia en forma compleja, que se
describirá a continuación.
Los rayos X pueden pensarse tanto como ondas o como compuestos por pequeñas
partículas llamadas fotones (¿recuerdan el modelo dual, visto en Física I?). Los fotones
emitidos por el tubo en cada disparo tienen diferentes energías. El valor del kilovoltaje
establece la energía más elevada en el haz. Los fotones predominantes en el haz tienen
aproximadamente un tercio de esta energía máxima. Resumiendo:
P.: Y ahora expliquen por qué, si coloco un kilovoltaje de 60 kV, no puede haber
fotones que superen los 60 keV.
R.: A pensarlo! (y a recordar el efecto De Forest y cosas varias vistas en Física I).
P.: Expliquen por qué sí puede haber fotones de energías más bajas.
R.: A pensarlo! (recuerden a los RX generales…)
Por lo tanto, cuando se dice que tal radiación es dura, se está diciendo que en ella
predominan los fotones de alta energía, pero también hay fotones de baja energía. Por
lo tanto, el haz es siempre una mezcla de radiaciones duras y blandas y, de hecho, el
contraste de la imagen es un resultado de la presencia, en el haz, de fotones de diversas
energías.
Los rayos X blandos tienden a interaccionar con átomos completos, los de energía
media con electrones individuales y los de muy alta energía con los núcleos atómicos.
¿Qué ocurre, entonces, cuando obtenemos una imagen radiográfica? En dicha imagen
podemos observar:
1. Zonas negras, en las que los rayos X incidieron directamente sobre la placa, sin
interacción con el tejido (o con una interacción muy baja). Esto corresponde a
estructuras radiolucentes.
Los agentes de contraste radiológicos, como el iodo y el bario, aplican los principios de
la absorción diferencial y la atenuación para facilitar la obtención de la imagen de
órganos del tejido blando. Se utiliza iodo en la formación de imágenes vasculares,
renales y biliares, y bario para imágenes gastrointestinales. Ambos poseen números
atómicos (53 para el I y 56 para el Ba) y densidades superiores a las del tejido blando.
Los rayos interactúan con la materia en forma similar a los rayos X, pero con energías
más elevadas.
Las radiaciones que inciden sobre el organismo lo hacen con una cierta dosis, término
que indica la cantidad de radiación. Existen distintos tipos de dosis, es decir, distintas
formas de medir la cantidad de radiación, que toman en consideración diversos factores.
A lo largo de la historia la forma de medir la radiación se ha ido modificando, y es
posible que dicha tendencia continúe en el futuro.
La Tabla N° 6 muestra los principales tipos de dosis, es decir, las principales formas de
medir la cantidad de radiación que se utilizan actualmente. Indicamos las unidades en
que tales dosis se miden, junto a valores típicos correspondientes a estudios radiológicos
habituales.
P.: Observen un informe de dosimetría de un técnico. ¿Con qué tipo de dosis están
trabajando?
La dosis efectiva característica se define como “la suma ponderada de las dosis que reciben diversos
tejidos corporales, en la que el factor de ponderación de cada tejido depende de su sensibilidad
relativa al cáncer inducido por la radiación o a efectos hereditarios graves. Con ello se obtiene una
estimación de dosis única, que guarda relación con el riesgo total debido a la radiación, al margen
de cómo se distribuya la radiación por el cuerpo” (Guía de recomendaciones para la correcta
solicitud de pruebas de diagnóstico por imagen, Soc. Argentina de Radiología, 2008, pág. 12).
La dosis efectiva característica se mide en Sv, de forma tal que la unidad de medida para
técnicos y para pacientes es ahora la misma. El apelativo característica proviene del
hecho de que se ha medido el valor que característicamente toma esta dosis para cada
tipo de estudio de diagnóstico por imágenes. Todo ello forma parte de lo que se verá el
próximo cuatrimestre, en Física IV.
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Un Sv es la dosis de radiación que disipa una energía de 1 Joule por cada kg de tejido vivo (repasen de
la escuela secundaria lo que era el Joule!).
Supongamos que se saca una radiografía común de abdomen. Digamos que la dosis de
exposición7 sea de 1 R8. Pero esto sólo tiene en cuenta cuánta radiación llegó a la
persona, no cuánta la persona absorbió realmente. Por ejemplo, los tejidos blandos
absorberán la radiación de determinada manera y el tejido óseo de otra.
Ahora bien, habitualmente lo que interesa es evaluar la radiación que reciben los
órganos vecinos a una parte del esqueleto que se desea visualizar 9. Por ejemplo, en una
placa de pelvis, interesará evaluar la radiación que reciben el estómago, gónadas, etc.
Por lo tanto, casi siempre lo que importa es el factor de conversión para tejidos blandos.
Además, como son rayos X, la dosis de absorción y la dosis equivalente son iguales.
Entonces, el paciente recibió 0.01 Sv.
Por lo tanto, para esa placa de abdomen el estómago recibió una dosis efectiva mayor
que el hígado.
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En la actualidad, la dosis de exposición tiende a ser reemplazada por el “kerma en aire”. El “kerma” es
la dosis que se entrega justo a la entrada del paciente, por lo que también se denomina “dosis de entrada”.
El “kerma en aire” es la cantidad de energía que la radiación le entrega al aire, en una lugar determinado.
Como el kerma en aire también se mide en Gy, se utiliza la distinción Gy a para la dosis de exposición y
Gyt (en los tejidos) para la dosis de absorción.
8
Para tener una idea de lo que significa 1 R, digamos que una dosis tal no produce ningún tipo de daño
biológico, con 100 R hay efectos tempranos y con 1000 R se produce la muerte. Por otra parte, también
tengamos en cuenta que dosis de 1 Gy o 1 Sv son consideradas altas.
9
También puede ocurrir, por supuesto, que desee visualizarse tejido blando, pero allí lo explicado es
obvio.
10
Hasta el año 2007, la placa de abdomen se tomaba como la unidad de dosis radiológica, y para evaluar
cuán importante era una cierta cantidad de radiación, se determinaba a cuántas placas de abdomen era
equivalente. Hoy ese rol lo desempeña la placa de tórax.
Ejemplo 2. Aplicaciones de radioterapia.
EBR de la radiación = 1.
Factor de ponderación de la mama = 0.05
Dosis efectiva = 0.5 x 1 x 0.05 = 0.025 Sv.
Entonces se observa cómo, para una misma dosis de exposición, la dosis efectiva
recibida en piel con rayos fue muy superior a la recibida en mama con radiación .
3.1. Introducción
11
Aunque parezca increíble, se instalaban máquinas de rayos X en las zapaterías y, antes de proceder a
elegir el zapato adecuado, se obtenía una radiografía del pie, para tener un diagnóstico (¿!) de su forma,
etc., y luego proceder a elegir el calzado más apropiado.
Fecha Tipos de efectos debidos a la radiación
1896 Lesiones en la piel (úlceras, eritemas)
1903 Cáncer de piel
1904 Primera muerte por radiación
1905 Esterilidad, efectos sobre el embrión
1908 Efectos sobre el ojo ( producen cataratas)
1925 Retraso en el crecimiento
1926 Efectos genéticos
A partir de Efectos estocásticos somáticos (efectos
1945 tardíos, típicamente varias formas de cáncer,
principalmente leucemia)
- la hormesis: implica que las dosis muy bajas de radiación (menores que 0.05 Gy)
no sólo no serían nocivas, sino que podrían estimular los mecanismos de
reconstrucción celular. Este concepto se encuentra actualmente en etapa de
discusión e investigación.
Notemos, además, que las células tienen mecanismos de recuperación que les permiten,
en algunos casos, reparar los tejidos dañados. El ADN, por ejemplo, puede, si no está
exageradamente alterado, reparar sus mutaciones y regresar al estado en que se
encontraba antes de la irradiación. Por ello, en todas estas discusiones debemos tener en
cuenta no sólo la capacidad de la radiación para producir efectos biológicos (lo que
equivale a decir su poder ionizante) y la radiosensibilidad intrínseca de órganos y
tejidos, sino también las posibilidades de reconstrucción y recuperación de los mismos.
Los principales elementos químicos que constituyen el cuerpo humano son, con sus
correspondientes porcentajes:
H 60% Ca 0.2%
O 25.7% P 0.1%
C 10.7% S 0.1%
N 2.4% Trazas 0.8%
Entre las “trazas”, que comprender un conjunto de varios elementos que se encuentran
en el cuerpo humano en proporciones muy pequeñas, se agrupan el Fe, el Se, el As y
otros.
Estos elementos químicos se unen formando diversos tipos de moléculas, las que son
principalmente agua (80%) y macromoléculas (20%), es decir, moléculas complejas de
alto peso molecular. Entre estas se encuentran las proteínas (15%), los lípidos o grasas
(2%, aunque seguramente más para el autor de este texto!!!), hidratos de carbono (1%),
ácidos nucleicos (1%) y otros (1%).
Esqueleto de
fosfato y glucosa
Base Puente de
Hidrógeno
Como puede apreciarse, el ADN consta de una doble cadena compuesta por moléculas
alternadas de un azúcar (desoxiribosa) y fosfato. A cada molécula de desoxiribosa se
une una de las cuatro bases orgánicas nitrogenadas: adenina, guanina, timina y citosina.
Hasta ahora, se conocen tres tipos de ARN: el mensajero (ARNm), el ribosomal (ARNr)
y el ARN de transferencia (ARNt).
La función de los ácidos nucleicos, en conjunto, es efectuar la síntesis de las proteínas.
Las proteínas constituyen todo aquello que le da “soporte” y solidez al cuerpo, así como
las enzimas, hormonas, anticuerpos, etc. No es incorrecto decir, por lo tanto, que los
seres vivos en general, y los seres humanos en particular, estamos formados por
proteínas.
Sintetizar proteínas implica, por lo tanto, reunir los aminoácidos correctos y unirlos en
el orden correcto. ¿Cómo se realiza esto?
Hace algunos párrafos dijimos que el conjunto de azúcar, fosfato y base conforma un
nucleótido. Tres nucleótidos forman un codón. Cada codón cumple la función de
sintetizar un aminoácido. Si algún codón se altera, por ejemplo si se cambia la base
nitrogenada, se formará un codón anómalo, el que sintetizará un aminoácido
equivocado12.
Y ya que estamos hablando del ADN, podemos preguntarnos, ¿qué es un gen? Un gen
es una secuencia definida de bases, cuya presencia determina la formación de tal o cual
carácter somático del individuo. Si la secuencia de bases se altera, por ejemplo,
mediante la formación de un codón anómalo, habrá tenido lugar en el individuo una
alteración genética, es decir, una mutación. Son mutaciones tanto aquéllas que implican
12
Todas estas explicaciones están bastante simplificadas, pero son suficientes para nuestros propósitos.
cuestiones hereditarias como las que se manifiestan durante la propia vida del individuo.
Es decir, una mutación puede implicar tanto un desorden bioquímico transmitido a la
descendencia como una alteración molecular que da origen a un proceso celular
patológico (cáncer) en el mismo individuo que ha experimentado la mutación.
P.: ¿Qué ocurre con este proceso si, por acción de algún agente, por ejemplo las
radiaciones ionizantes, se formó un codón anómalo?
R.: A discutirlo largamente en clase!
a) todas las células son mucho más sensibles in vivo que in vitro, porque lo propio
ocurre con el ADN.
b) el núcleo es mucho más radiosensible que el citoplasma.
c) el ADN es la molécula más radiosensible.
d) El ADN es poco abundante en las células, y ello es una de las causas de la
importancia que revisten las lesiones en esta molécula.
13
Una organela que vincula el núcleo con el citoplasma.
Figura N° 6. Los cromosomas humanos.
La primer imagen muestra la forma típica de un cromosoma, la segunda indica la posición de los
telómeros, y la última muestra el cariotipo humano completo
(ver http://contenidos.educarex.es/cnice/biosfera/alumno/4ESO/genetica1/imagenes/cromosoma.gif)
Experimentalmente se ha observado que el daño de la radiación a nivel cromosómico
suele situarse en los telómeros. Un cromosoma, dañado por radiación ionizante, puede
intercambiar sus telómeros (translocación) entre sí o con otro cromosoma
(translocación recíproca). Claramente, esto da como resultado una modificación en el
conjunto de genes del sujeto, con las perturbaciones correspondientes.
Cuando la radiación incide sobre el tejido vivo puede interactuar con dos tipos de moléculas: con
macromoléculas, esencialmente con ácidos nucleicos (vía directa) o con moléculas de agua (vía
indirecta).
Cundo una molécula de agua se irradia, se ioniza y se disocia en dos iones, tal como se muestra a
continuación
H 2 O HOH e
Después de esta ionización inicial, pueden ocurrir distintas cosas. En primer lugar, el par iónico
formado puede volver a unirse, formando nuevamente una molécula de agua estable. Si eso es lo que
ocurre, no hay ningún daño biológico (este es uno de los mecanismos de recuperación de los que
habíamos hablado). Pero el electrón desprendido también puede unirse a otra molécula de agua,
ionizándola negativamente, según la siguiente reacción:
H 2 O e HOH
Los dos iones así formados, el HOH y el HOH , son relativamente inestables, y se pueden
disociar todavía en moléculas más pequeñas, tal como indican las reacciones que siguen:
HOH H OH *
HOH OH H *
El resultado final de la radiólisis del agua es, entonces, la formación de dos iones H y OH , y
dos radicales libres, el H * y el OH * . El asterisco en estos últimos indica que son moléculas que
poseen un exceso de energía.
Los dos iones así formados no son raros, se pueden recombinar entre sí y, por lo tanto, su presencia
no entraña ningún riesgo de tipo biológico. El problema ocurre con los dos radicales libres.
Un radical libre es una molécula que posee un electrón desapareado en su última capa. Son altamente
reactivos y tienen una vida breve pero, a pesar de esto último, son capaces de difundirse por toda la
célula e interactuar en regiones lejanas a su punto de formación. Los radicales libres poseen un
exceso de energía que puede transferirse a otras moléculas para romper enlaces y producir lesiones
puntuales a una distancia variable del lugar de la ionización original.
El H * y el OH * todavía se pueden recombinar y formar así otros radicales libres, por ejemplo:
OH * OH * H 2 O2
El producto así formado es el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), el cual es tóxico a nivel
celular.
H * O2 H O2*
Este último es el radical hidroperoxilo, un compuesto también tóxico y que, al unirse con otra
molécula de su misma clase, también puede formar peróxido de hidrógeno.
Todavía pueden formarse otros radicales libres, conocidos como radicales libres orgánicos, que
comparten con los precedentes el hecho que su exceso de energía se puede transferir a las moléculas
de ADN y romper sus enlaces químicos. Estos radicales libres orgánicos se forman sólo cuando hay
presentes moléculas de oxígeno.
Como dijimos, entre los diversos tipos de radicales libres, muchos se forman en presencia del
oxígeno. De hecho, se los suele denominar “radicales libres del oxígeno”.
Estos radicales libres son oxidantes, y por ello tóxicos para el organismo. Lo interesante es que el
cuerpo humano genera naturalmente una cierta cantidad de radicales libres, fundamentalmente como
resultado del proceso de la respiración y del intercambio gaseoso a nivel pulmonar. Se ha dicho que
la generación de estos radicales libres oxidantes es el precio que la vida tuvo que pagar para poder
respirar el oxígeno del aire.
Ahora bien, un organismo sano genera también antioxidantes, los que equilibran la producción de
radicales libres oxidantes. Un cuerpo sano tiene un perfecto equilibrio entre oxidantes y
antioxidantes.
Pero este equilibrio puede alterarse. Una causa, inevitable, es el envejecimiento. Este trae aparejado
un aumento en el número de radicales libres oxidantes, que le van ganado la batalla a los
antioxidantes.
Y otro factor es la radiación. Esto trae una consecuencia muy interesante. La radiación estimula la
formación de radicales libres oxidantes en las células y, por lo tanto, origina a nivel celular, en forma
acelerada, lo mismo que produce el envejecimiento a largo plazo. Las células experimentan una
especie de envejecimiento celular prematuro y, por ello, los tumores inducidos por la radiación en
personas jóvenes son similares a los tumores que se originan espontáneamente en personas ancianas.
Una curiosidad histórica: esta analogía entre los efectos de la radiación, el exceso de oxígeno y el
envejecimiento fue descubierta por una gran bioquímica argentina: Rebeca Gerschman (1903-1986).
Su trabajo “Oxygen poisoning and X-irradiation: a mechanism in common”, publicado en 1954,
marcó un hito en la investigación sobre los efectos biológicos de la radiación 14. ¿Ustedes la conocen
u oyeron hablar de ella? Seguramente no. Sería bueno que los argentinos conozcamos que en
Argentina hubo (y hay) ciencia y científicos de alto nivel y calidad.
Las células contienen muchos tipos de moléculas, la mayoría de las cuales se encuentran en
superabundancia. El daño de la radiación a dichas moléculas probablemente no produciría ninguna
lesión notable debido a que están disponibles moléculas similares para continuar sosteniendo el
funcionamiento de la célula.
Sin embargo, existen algunas moléculas que son fundamentales para el funcionamiento celular. Estas
son las moléculas blanco. No son abundantes en cada célula, por ello, el daño de la radiación a la
14
El título del trabajo de por sí es significativo. Con respecto a la toxicidad del oxígeno, la Dra.
Gerschman afirmó que “Lo que da la vida es lo que la quita”.
molécula blanco podría afectar a la célula gravemente porque habría pocas o ninguna molécula
equivalente para reemplazarla.
En las células humanas, la molécula blanco fundamental es el ADN. En la teoría del blanco se
considera que el blanco es un área de la célula ocupada por la molécula blanco o por un lugar
sensible de la molécula blanco.
Las interacciones entre la radiación y las estructuras celulares son aleatorias, no existe ningún
“favoritismo” de la radiación hacia la molécula blanco; la sensibilidad de esta última a la radiación es
sólo una consecuencia de su función vital dentro de la célula.
Cuando la radiación interactúa con la molécula blanco, se dice que ha sucedido un impacto. También
se considera impacto cuando la radiación interactúa con moléculas que pueden afectar indirectamente
a la molécula blanco, hablaríamos así de impactos directos e indirectos.
Los distintos órganos y tejidos presentan diferentes valores de radiosensibilidad, los que
se reflejan en el factor de ponderación que debe utilizarse para el cálculo de la dosis
efectiva y de la dosis efectiva característica.
Por lo tanto, aquellos tejidos de alta capacidad reproductiva (por ejemplo, el tejido
hematopoyético, productor de sangre15), presentan un grado de radiosensibilidad mucho
más elevado que los tejidos de reproducción baja o nula y altamente especializados (por
ejemplo, el tejido nervioso).
De esta forma, puede elaborarse una jerarquía de radiosensibilidad para los diferentes
tejidos, en orden decreciente, a saber:
15
No se debe confundir el tejido productor de sangre con los componentes de la sangre propiamente
dichos. Los glóbulos rojos, por ejemplo, por carecer de núcleo no pueden reproducirse por sí mismos y
presentan, por lo tanto, una radiosensibilidad muy baja.
16
Obsérvese la elevada radiosensibilidad del cristalino del ojo, lo que debe ser tenido muy en cuenta por
los técnicos que trabajan en fluoroscopia.
A partir de la ley de Bergognie y Tribondeau, les pedimos que respondan las siguientes
preguntas, y justifiquen su respuesta.
P.: ¿Quién será más radiosensible, el embrión o el adulto? ¿El embrión en sus
primeras etapas o cerca del nacimiento?
P.: ¿Por qué se dice que una célula es más radiosensible durante la mitosis?
P.: ¿Será más radiosensible una célula madre o una célula diferenciada?
Además, hay una serie de factores que influyen en la radiosensibilidad de los órganos y
de los tejidos. Estos factores pueden ser físicos, químicos o biológicos.
Factores físicos
Entre los factores físicos se encuentran la TLE, la EBR y la forma en que administra la
radiación.
Factores químicos
Factores biológicos
Con respecto al sexo, como siempre las mujeres son menos sensibles que los hombres,
aproximadamente entre 5% y 10% menos sensibles a la radiación (para otras cuestiones
la diferencia es todavía mayor). P.: ¿Por qué?
DAn
RPO
DAer
17
La protracción puede considerarse como un caso extremo de hiperfraccionamiento acelerado.
18
El empleo de los radioprotectores todavía no es práctico porque, hasta donde se conoce, sólo son
eficaces cuando se administran en cantidades tales que los vuelven tóxicos. Aclaremos además que los
compuestos mencionados no son los únicos radiosensibilizantes o radioprotectores; sólo los indicamos
como ejemplos, pero existen otros.
donde DAn es la dosis necesaria para producir un efecto en condiciones de anoxia y
DAer es la dosis necesaria para producir un efecto en condiciones aeróbicas.
Determinísticos Estocásticos
Ocurren a Altas dosis Bajas dosis
Son de manifestación Temprana20 Tardía
Son efectos Visibles21 Visibles o invisibles
Dosis umbral22 Siempre existe Nunca existe
Su ocurrencia es Por relación causa - efecto Probabilística
En esta Tabla pueden apreciarse los rasgos fundamentales presentados por los dos
grandes tipos de efectos que pueden ser causados por las radiaciones ionizantes. Desde
19
Es decir, desde el punto de vista del estudio de las patologías radioinducidas, tal como se manifiestan
exteriormente en un organismo humano. Existen otras clasificaciones: por ejemplo, la Radiobiología
divide estos efectos en somáticos y genéticos, interesándose exclusivamente por el tipo de células sobre
las que actúa la radiación. En la clasificación que hemos adoptado, que en la actualidad es la más
utilizada, las denominaciones somático y genético refieren a los dos tipos de efectos estocásticos.
20
Se manifiestan a lo sumo dos meses después de la irradiación.
21
A simple vista o al microscopio.
22
La dosis a partir de la cual comienza a manifestarse el efecto.
el punto de vista de la seguridad radiológica ordinaria los efectos estocásticos son
particularmente importantes. P.: ¿Por qué?
DETERMINISTICOS ESTOCASTICOS
23
Por ello, más que hablar de muerte, deberíamos decir “necrosis”.
P.: En la Figura N° 7, ¿qué ocurrió cuando la curva 24, después de aumentar, entra
en una “meseta”.
Los efectos determinísticos, a su vez, se clasifican en: efectos por irradiación localizada
y por irradiación a cuerpo completo.
Los efectos por irradiación localizada pueden ocurrir en accidentes leves o como
consecuencia de la aplicación de radiaciones para tratamientos de radioterapia. Uno de
los más frecuentes y conocidos es la radiodermitis, el efecto de la radiación sobre la piel
(la mal llamada “quemadura” por radiación). Esta puede presentarse en tres niveles
diferentes:
Con respecto a este último efecto, es interesante observar las modificaciones que la
radiación puede provocar en los linfocitos humanos.
A B
Figura Nº 9. Linfocitos humanos normal (A) y afectado (B)
Los efectos por irradiación a cuerpo completo son habitualmente mortales y ocurren
sólo en los casos de accidentes graves. En tales casos, el daño por radiación acostumbra
seguir la siguiente evolución:
27
Recuerden que habíamos dicho que es en los cromosomas donde los efectos biológicos de la radiación
se vuelven visibles por primera vez.
Fase Dosis (Gy) Tiempo de Signos y síntomas
supervivencia clínicos
media (días)
Síndrome >1 ---------------- náuseas, vómitos,
prodrómico diarrea
Período de 1-100 -------------------- ninguno
latencia
Síndrome 2-10 10-60 náuseas, vómitos,
hematológico28 diarrea, anemia,
leucopenia,
hemorragia, fiebre,
infecciones
Síndrome 10-50 4-10 los mismos más
gastrointestinal desequilibrio
electrolítico, letargia,
fatiga, estado de shock
Síndrome del >50 0-3 los mismos más ataxia,
sistema nervioso edemas, vasculitis,
central meningitis
Los efectos estocásticos son especialmente importantes para este estudio, porque ellos
son los efectos que pueden tener lugar como consecuencia de la exposición continua a
dosis muy bajas de radiación, tal como ocurre con los trabajadores del área.
Paradójicamente, sin embargo, debido al gran número de casos estudiados como
consecuencia de Hiroshima, Nagasaki, Chernobyl, etc., se posee un conocimiento
mucho más acabado acerca de los efectos determinísticos. Y aquí hay un problema
importante: nuestro conocimiento actual acerca de los efectos estocásticos es, en gran
medida, una extrapolación de lo que efectivamente se conoce acerca de los
determinísticos. En efecto, se parte de lo que se ha observado con dosis altas, y a partir
de allí se deduce lo que ocurriría con dosis más bajas. Esto puede no ser correcto, pero
es la forma en que, mayormente, se ha trabajado hasta ahora.
P.: Suponga que en un servicio de radiología, trabajan diez técnicos. Uno de ellos se realiza un
análisis de sangre, en el que se detecta una importante reducción en algún componente
sanguíneo, digamos en los glóbulos blancos. ¿Puede atribuirlo, sin mayor análisis, a la
radiación?
R.: No. Porque como hablamos de dosis bajas, se trata de efectos estocásticos, de naturaleza
estadística y que los experimente uno sólo entre diez técnicos es un porcentaje muy bajo. Por
supuesto, tampoco podría afirmarse que la causa no fue la radiación, porque podría ocurrir que ese
técnico fuese especialmente radiosensible, o que su forma de trabajar sea incorrecta. Lo que se
debería hacer, entonces, es efectuar más análisis. Y esto es muy importante: las patologías inducidas
por la radiación son exactamente iguales a las inducidas por otros factores. Un cáncer de pulmón,
por ejemplo, inducido por radiación, es exactamente igual a un cáncer de pulmón inducido por el
cigarrillo. Por ello, debemos ser muy prudentes cuando decimos que tal o cual patología fue
“causada por la radiación”.
P.: Y ahora, volvamos a nuestros diez técnicos. Suponga que un análisis de sangre, realizado a
los diez trabajadores, detecta una pequeña reducción en algún componente sanguíneo, digamos
en los glóbulos blancos, evidenciada en un pequeño corrimiento estadístico respecto de la
media. ¿Puede atribuirse a la radiación?
R.: Si. Estos corrimientos estadísticos son los que definen, precisamente, a los efectos
estocásticos.
E fe c to s b io ló g ic o s
M u e r te c e lu la r T r a n s fo r m a c ió n c e lu la r E n e l fe to
D e t e r m in í s t ic o E s t o c á s t ic o A n te n a ta l
S o m á t ic o S o m á t ic o y h e r e d it a r io S o m á t ic o y h e r e d it a r io
C lin ic a m e n t e a t r ib u ib le a E p id e m io ló g ic a m e n t e a fe c t a a l fe to o
e x p o s ic ió n in d iv id u a l a t r ib u ib le a p o b la c io n e s a d e s c e n d ie n t e s
Figura N° 10. Efectos biológicos de la radiación
Un cáncer radioinducido está asociado generalmente a una o varias mutaciones que conducen a la
modificación o a la pérdida de función de uno o más genes. Existen dos tipos de genes vinculados al
cáncer: los oncogenes y los antioncogenes.
29
Ès prácticamente el único caso en que se heredan los caracteres adquiridos. Por otro lado, no es
enteramente correcto identificar estos efectos como genéticos en forma exclusiva. El cáncer
radioinducido, aún cuando no sea estrictamente hereditario, implica una alteración en la síntesis de las
proteínas, que codifica el ADN.
Los antioncogenes son genes supresores de tumores. Su función es regular el funcionamiento celular,
especialmente la reproducción y proliferación celular.
Los oncogenes, como tales, no existen en las células normales, ya que derivan de los proto-
oncogenes, que sólo son funcionales durante el período embrionario.
Un proceso oncológico puede, por lo tanto, originarse a través de dos procesos: por la desactivación
de un antioncogen o por la activación de un oncogen. P.: Explique con detalle esta afirmación.
Los cánceres radioinducidos parecen provenir de mutaciones en los antioncogenes. Hasta donde se
sabe, el único cáncer inducido por radiación que se produce por efecto sobre los oncogenes es el
cáncer de tiroides.
Debido a que la acción de la radiación sobre las células puede visualizarse como un envejecimiento
prematuro de las mismas (repasar el tema del desequilibrio entre oxidantes y antioxidantes), los
tumores radioinducidos, en personas de cualquier edad, son similares a los tumores que surgen
espontáneamente en personas ancianas.
Este es un tema sobre el cual todavía se está experimentando y del que, de ninguna manera, puede
decirse que esté dicha la última palabra. De acuerdo con Bushong (1999) esta es el área “más
desconocida en la biología de la radiación…esencialmente, todos los datos que indican que la
radiación produce efectos genéticos proceden de experimentos a gran escala con moscas y ratones”.
No se poseen estudios concluyentes que indiquen la presencia de tales efectos en seres humanos, si
bien tales efectos han sido detectados en moscas desde el año 1927. Otros experimentos, iniciados en
1946 y que continúan en la actualidad han trabajado sobre la increíble cantidad de 8000000 de
ratones, concluyendo que la tasa media de mutaciones por unidad de dosis absorbida es en los ratones
un 15% mayor que en las moscas. Se desconoce si en los seres humanos tal tasa será todavía mayor,
aunque es probable que efectivamente lo sea. De todas formas, para las bajas dosis involucradas en la
práctica radiológica los efectos hereditarios son prácticamente despreciables.
Por lo que sabemos hasta ahora, podemos afirmar que las mutaciones hereditarias inducidas por
radiación tienen las siguientes características:
b) son siempre nocivas, no se han observado mutaciones inducidas por radiación que impliquen una
mejora biológica
e) se dan más frecuentemente por irradiación en machos (los óvulos dañados por radiación se
recuperan rápidamente)
f) generalmente son recesivas. Por lo tanto, es necesario que los genes mutantes estén presentes
tanto en el hombre como en la mujer para que se manifieste el rasgo. Como consecuencia, ciertas
mutaciones pueden no expresarse durante varias generaciones.
30
De hecho, una de las teorías que se maneja es la teoría monocelular, según la cual el proceso
oncológico comienza con mutaciones en una única célula.
31
Por ejemplo, se considera que la leucemia radioinducida tiene un período de latencia de 4 a 7 años y un
período de riesgo de unos 20 años.
g) la frecuencia de las mutaciones radioinducidas es baja
A partir de todo lo anterior, ustedes qué opinan: ¿las mutaciones hereditarias son el riesgo biológico
por radiación más importante o no?
3.11. Los efectos de las radiaciones ionizantes durante las distintas etapas del embarazo
Este es un tema muy interesante e importante, sobre todo para las mujeres, que debemos examinar
con mucho cuidado y en el que es fundamental que, en todo momento, tengamos muy claro cuándo
hablamos de una paciente y cuándo hablamos de una técnica. Veamos, entonces, cuáles son los
efectos que la radiación puede producir a lo largo de las diversas etapas de la gestación:
a) Desde la última menstruación hasta el instante de la concepción: Nada. Las irradiaciones antes de
la concepción no afectan al futuro embrión. De todas formas, si se recibió a nivel de la pelvis una
dosis superior a 0.1 Gy se recomienda retrasar la concepción en unos días si fue irradiada una mujer
y aproximadamente 60 días si fue un hombre32. Hay una excepción: cuando se produce
contaminación, porque en ese caso el material radiactivo se incorpora al metabolismo de la mujer, y
puede ser transferido al feto. Por lo tanto, una mujer que, por ejemplo, se somete a un estudio de
Medicina Nuclear, durante un tiempo prudencial no debe quedar embarazada.
b) Desde la concepción hasta el 6° día de embarazo: Aquí sólo puede producirse un aborto
radioinducido. Este es un efecto determinístico, con una dosis umbral de 0.1 Gy. Por debajo de la
misma no existe riesgo alguno de malformaciones u otras patologías.
c) Desde el 6° día hasta la 8° semana: Este es un período muy riesgoso, fundamentalmente para las
pacientes. Aquí existe un riesgo de producción de teratogenias (malformaciones). Son efectos cuasi-
estocásticos, que presentan (al igual que los efectos determinísticos) una dosis umbral de
aproximadamente 0.05 Gy.
d) Desde la 8° semana hasta la 15° semana de embarazo. Este es el período más riesgoso de todos,
tanto para las pacientes como para las técnicas, porque la patología que puede originarse es el
retardo mental, con una dosis umbral de 0.2 Gy.
P.: Habíamos dicho que el tejido nervioso es muy poco radiosensible. ¿Por qué, entonces, este
riesgo de retardo mental?
R.: Porque en este período de la gestación se está formado la corteza cerebral, de donde las células
nerviosas de la misma presentan un tasa reproductiva muy alta.
P.: ¿Qué ocurre, en ese período, si una paciente se saca una sola placa radiográfica? ¿Y qué
ocurre con las dosis muy bajas que una técnica puede recibir como consecuencia de su práctica
profesional?
R.: Esta es una pregunta delicada. Para responderla, observen la gráfica del cociente intelectual, que
se muestra a continuación.
32
El tema de la irradiación en el hombre es complejo. Los espermatozoides pasan por varias fases en su
evolución antes de llegar al estado maduro, la máxima radiosensibilidad la poseen en su estado de células
madre (espermatogonias). La precaución de aguardar entre 60 y 120 días proviene de que en ese lapso
todas las espermatogonias irradiadas han madurado y desaparecido.
El cociente intelectual de 100 es el promedio, por debajo de 70 se considera sub-normal y por encima
de 130 superior a lo normal33. Les dejamos algunas preguntas para que reflexionen:
Y ahora consideren la misma situación, pero con un niño que una vez adulto hubiese llegado a un
cociente de 70.
- Desde la 8° semana hasta la 15° semana de embarazo las mujeres NO deben sacarse placas
radiográficas, a menos que sea absolutamente necesario.
- En ese mismo período, las técnicas NO deben trabajar (lo que significa irse a su casa, y no ser
transferidas para realizar tareas administrativas).
Después de la 15° semana la radiosensibilidad del embrión disminuye, aún cuando continúa siendo
unas tres veces más radiosensible que un adulto.
¿Qué podemos decir acerca de la irradiación a término, es decir, la realizada muy cerca del momento
del alumbramiento?
33
Todo eso, por supuesto, es arbitrario, y, probablemente, muchos de nosotros no estemos de acuerdo con
el rótulo “sub-normal”, pero es aquello con lo que la sociedad de maneja.
34
Por supuesto, esto es una simplificación muy grosera, porque no tiene en cuenta los futuros efectos de
la educación la capacidad intelectual del niño. Nuestro interés no radica aquí en formular una teoría del
cociente intelectual humano, sino ejemplificar los efectos biológicos de la radiación.
Si la irradiación se realiza cerca de la zona abdominal, la dosis que va a recibir el embrión a punto de
nacer es elevada. Por ello, en este período no deben realizarse irradiaciones “por gusto”. Pero puede
ocurrir que tales irradiaciones sean inevitables, por ejemplo, en el caso de una mujer cerca de dar a
luz que sufre fractura de un muslo. En casos como ese, la placa radiográfica, con la consecuente
irradiación, son imprescindibles. Lo único que puede decirse es que se trata, entonces, de una
cuestión de decisión médica, en la que el profesional debe evaluar la ecuación riesgo vs. beneficio y,
si se decide llevar a cabo la radiografía, el técnico debe extremar todas las precauciones (delantal
plomado sobre la zona abdominal, excelente colimación, etc.).
P.: ¿Una mujer puede recibir tratamientos de Medicina Nuclear durante el período de la
lactancia?
R.: No. Porque tales tratamientos implican introducir en el cuerpo isótopos radiactivos que luego son
eliminados por distintas vías: orina, heces, sudor, leche materna. El riesgo, entonces, consiste en
recibir leche con alguna cantidad de material radiactivo, y es para el hijo.
Apéndice I: Algunos datos sobre la posibilidad de inducción de cáncer de mama por radiación
Este es un tema controversial, sobre el cual no existe aún un veredicto definitivo, y que empezó a
estudiarse aproximadamente hacia 1960, a partir de una serie de artículos referidos a la presencia de
cáncer de mama en enfermos de tuberculosis.
Ahora bien, lo más extraño es que había un grupo de pacientes que, a pesar de haberse sometido a los
mismos exámenes fluoroscópicos que el resto, no manifestaban incremento alguno en la tasa de
cáncer de mama.
También se ha detectado cáncer de mama radioinducido en pacientes tratadas con rayos X por
mastitis posparto aguda, y en mujeres supervivientes de las bombas atómicas. Un dato que certifica el
origen de esos tumores es que, en los casos en que sólo una de las dos mamas fue irradiada, sólo en
ella se desarrolló un proceso oncológico.
De todas formas, las investigaciones también parecen indicar que la probabilidad de estos tumores es
baja, o muy baja.
Concluimos que la mamografía es una técnica de diagnóstico por imágenes útil y práctica, que puede
salvar vidas y que debe ser considerada un estudio médico seguro, pero que debe practicarse en el
momento de la vida en que es realmente útil y con las precauciones y cuidados que hacen a toda
buena práctica radiológica.
Vean la Figura siguiente, estúdienla con cuidado y adviertan cómo ella sintetiza prácticamente todo
lo que hemos estudiado acerca de los efectos biológicos causados por las radiaciones ionizantes.
La Dra. Rebeca Gerschman, bioquímica argentina que explicó la analogía existente entre los efectos
biológicos de las radiaciones ionizantes y la formación de radicales libres del oxígeno.
6.1. Ultrasonografía
La ecografía es una técnica de diagnóstico por imágenes muy diferente a todo lo que estudiamos
hasta ahora. En primer lugar, digamos que ustedes, como Técnicos Radiólogos, no van a estar
habilitados para realizar ecografías. Sin embargo, debido a su importancia en el campo de las
imágenes, es necesario que tengan algunas nociones, aunque sea elementales, acerca de esta técnica.
El nombre técnico más apropiado para la ecografía es ultrasonografía. Esto nos indica que la
ecografía no emplea rayos X, ni siquiera algún tipo de ondas electromagnéticas, sino ultrasonidos.
El medio en el que los ultrasonidos se propagan mejor es el medio líquido, básicamente el agua. Esto
les debe permitir comprender por qué antes de una ecografía uterina, prostática, etc., el paciente debe
ingerir abundante cantidad de agua, y por qué las ecografías son tan útiles desde el punto de vista
obstétrico (recuerden que el embrión está inmerso en el líquido amniótico).
P.: Los efectos biológicos asociados con las radiaciones ionizantes, ¿también serán importantes
en la ecografía?
R.: No, por lo que dijimos previamente, no utiliza ondas electromagnéticas. En eso radica una de sus
ventajas principales.
La siguiente, es una declaración sobre la seguridad del ultrasonido clínico efectuada por
el Instituto Americano de Ultrasonido en Medicina en el año de 1983 y repetida en
1993:
Así como existe un espectro electromagnético, que estudiamos en Física I, hay también un espectro
acústico, en el que se agrupan todas las ondas acústicas según su frecuencia.
Como se puede apreciar en la Figura N° 27, los ultrasonidos son ondas acústicas inaudibles, de
frecuencias superiores a los 20000 Hz. Recordemos que los frecuencias altas le corresponden a los
sonidos agudos, y las bajas a los graves. El rango de frecuencias que el oído humano puede percibir
está comprendido entre los 20 Hz y los 20000 Hz. Por lo tanto, los ultrasonidos poseen una
frecuencia superior al sonido agudo de mayor frecuencia que el ser humano puede escuchar.
Existen distintos modelos de transductores, dependiendo del tipo de estudio al que estén destinados.
Figura N° 28. Transductor lineal y transductor convex
E
At 10 ln
l
Los ecos se producen en las interfases que separan medios con diferente impedancia acústica.
Cuanto mayor sea tal diferencia, mayor será la intensidad del eco.
P.: En una ecografía obstétrica, ¿cuáles son los dos medios bajo consideración?
R.: El líquido amniótico y el cuerpo del embrión.
IMÁGENES ANECOICAS
Suelen ser de este tipo las Lesiones Ocupantes de Espacio totalmente líquidas, tales
como los quistes.
35
Interviene aquí dos factores: la gran absorción de energía que realiza el aire y el cambio abrupto en la
impedancia acústica.
IMÁGENES HIPOECOICAS
IMÁGENES HIPERECOICAS
El ecógrafo puede trabajar en distintos “modos”, que dan origen a imágenes diferentes, las que
proporcionan distintas informaciones, a saber:
Modo A (amplitud): No representa una imagen propiamente dicha, sino la amplitud del
eco en función de la distancia. Son picos sobre una línea de base, donde la altura del
pico es proporcional a la intensidad del eco. Se utiliza para estudios oculares, entre
otros.
Modo B (brillo): es el más utilizado para diagnóstico por ultrasonido, por ejemplo en
ecografía obstétrica. Proporciona las imágenes ecográficas más habituales. Aquí, el
brillo es proporcional a la intensidad del eco.
Modo C (transmisión): No trabaja por eco, sino por transmisión del ultrasonido. No es
muy utilizado. Requiere el empleo de dos transductores: uno que emita y el otro que
reciba. Tiene su mayor aplicabilidad en tejidos más superficiales y relativamente
homogéneos, tales como los senos.
El efecto Doppler: Todos hemos experimentado el efecto Doppler alguna vez. Por ejemplo, si
estamos en el andén de una estación esperando el tren, el sonido del silbato nos “sonará” diferente
cuando el tren se acerca que cuando se aleja (¡hagan el experimento!). Esto se debe a que la
frecuencia aparente de una onda se modifica cuando la fuente emisora se encuentra en movimiento:
aumenta cuando la fuente se acerca al observador (sonido más agudo) y disminuye cuando se aleja
(sonido más grave). El efecto Doppler es ampliamente utilizado en ecografía cardíaca, y para evaluar
la velocidad del flujo sanguíneo, lo que permite detectar obstrucciones, etc.
Apéndice I
El tema de tomografía computada ya fue tratado en Física II, por lo que aquí sólo veremos algunos
temas que nos quedaron pendientes en esa oportunidad.
Segunda generación: Empleaban un haz menos colimado (“en abanico”), lo que tenía el
inconveniente de incrementar la radiación dispersa, así como un conjunto de detectores en lugar del
detector único. Las rotaciones se efectuaban en ángulos de 10°, lo que implicaba 18 rotaciones (un
total de 30 segundos, aproximadamente) para completar una imagen.
Tercera generación: El tubo y el conjunto de detectores giran alrededor del paciente, lo que requiere
cerca de 1 segundo para completar una imagen. Tenían el problema que, ocasionalmente, se
producían artefactos en forma de anillo.
Cuarta generación: El tubo de rayos X gira, pero el conjunto de detectores no. Emplea hasta 4000
detectores individuales. Presenta la desventaja de someter al paciente a una dosis de radiación
relativamente elevada.
Quinta generación: Existen muchos candidatos para esta denominación. El más firme es la TC
helicoidal, consistente en el giro del tubo y la traslación lineal simultánea del paciente, lo que da
como resultado un movimiento helicoidal o espiralado.
¿Sexta generación?: Quizás le corresponda a la TC multicorte, que trabaja con varias hileras de
detectores, y permite obtener una gran cantidad de cortes en un tiempo muy breve. La dosis de
radiación que el paciente recibe es elevada.
Tomógrafo Multicorte
Algunas imágenes
a) Suma de vectores