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INTRODUCCIÓN
La espermatogénesis es un proceso complejo y muy ordenado de división y
diferenciación celular por el cual las espermatogonias, diploides, dan lugar a
espermatozoides maduros haploides. Este fenómeno es la clave fundamental de la
capacidad reproductora del hombre, y la producción de un número adecuado de
espermatozoides funcionalmente competentes por el testículo que juega un papel
esencial en la perpetuación de la especie humana.
En el hombre, la diferenciación de las células germinales primordiales se inicia en la
pubertad, al contrario que en la mujer que comienza en el útero materno durante el tercer
mes de embarazo. El testículo humano produce aproximadamente 120 millones de
espermatozoides diarios (1); el mantenimiento de esta impresionante producción
requiere la coordinación de las divisiones mitóticas de las espermatogonias para, por un
lado, mantener la reserva de las células madre y, por otro lado, asegurar una cantidad
suficiente de células que inicien la diferenciación en espermatocitos, la división meiótica
para producir espermátidas y la diferenciación de éstas hasta dar espermatozoides
maduros.
Debido a la gran complejidad que representa este proceso y a que depende en alto
grado de la coordinación de división y diferenciación celular, es relativamente fácil que
se vea alterado por influencias externas, tales como toxinas ambientales, radiación,
agentes citotóxicos o exceso de calor (2). El 6% de los varones en edad reproductora
son infértiles y, la gran mayoría de ellos (aprox. 90%) presentan una producción
espermática defectuosa (3). Una parte de estos defectos se debe a fallos en la liberación
o acción de las gonadotrofinas (FSH y LH) o de la hormona liberadora de las
gonadotrofinas (GnRH), pero en la mayoría de los casos la etiología de estos
desórdenes permanece aún desconocida.
OBJETIVOS
Los espermatozoides son células haploides que tienen la mitad de los cromosomas que
una célula somática, son móviles y son muy diferenciadas. La reducción en ellas se
produce mediante una división celular peculiar, la meiosis en el cuál una célula diploide
(2n), experimentará dos divisiones celulares sucesivas sin un paso de duplicación del
ADN entre dichas divisiones, con la capacidad de generar cuatro células haploides (n).
En este proceso es necesario pasar de unas células diploides, inmóviles e
indiferenciadas a otras haploides, móviles y muy diferenciadas.
Estas células germinales dan lugar a células madre de los espermatogonios, a partir de
las cuales surgen las células que se diferenciaran a espermatocitos primarios tras la
mitosis correspondiente de las células de tipo A. Las espermatogonias de tipo A,
entonces, a través de repetidos ciclos de mitosis producen nuevas espermatogonias y
mantienen así la reserva celular. Estas células se caracterizan por poseer un gran
núcleo redondo u oval de cromatina condensada, en el que pueden encontrarse el
núcleo periférico y una vacuola nuclear. La producción de espermatogonias de tipo A
marca el inicio de la espermatogénesis, donde todas estas células son diploides.
Espermatogonias oscuras Ad, las cuales solo se dividen cuando tiene lugar una
reducción drástica de espermatogonias, y además se cree que estas células
representan las células madre del sistema y que su división mitótica produce
mas células de tipo Ad y algunas de tipo Ap.
Espermatogonias pálidas Ap, las cuales dan lugar a más espermatogonias del
mismo tipo o a espermatogonias de tipo B. Las primeras, dan lugar a células
hijas unidas entre si por puentes citoplasmáticos, mientras que las segundass se
originan por maduración de las primeras.
A pesar de todo lo anterior, un varón fértil es capaz de producir eyaculados con 150
millones de espermatozoides varias veces por semana.
Las células de sostén, que como las células foliculares derivan del epitelio celómico de
la glándula, se convierten en células sustentaculares o células de Sertoli. Poco antes de
la pubertad, los cordones espermáticos adquieren una luz y se transforman en túmulos
seminíferos. Aproximadamente al mismo tiempo, las CGP originan células precursoras
de espermatogonios. A intervalos regulares, ya entrada la pubertad, emergen células de
esta población de células madre que forman esperrnatogonias de tipo A, la producción
de los cuales marca el inicio de la espermatogénesis. Las células de tipo A experimentan
un número limitado de divisiones mitóticas y forman clones celulares.
De esta manera, las células de Sertoli sostienen y protegen las células germinales,
participan en la nutrición de las mismas y ayudan a liberar los espermatozoides
maduros.