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JONATHAN MAURICIO CAMBEROS BUSTOS 1032453134

Teniendo en cuenta que el diseño es visto como disciplina encargada de la

lectura de la realidad y de la traducción de estas realidades en respuestas

objetuales, se plantea la idea de representar a través de un objeto las

cualidades compositivas de la forma. Valiéndonos del diseño como ente

que configura las formas, podemos decir que como diseñadores estamos

en la capacidad de plantear objetos de uso que por medio de su morfología

representen la cultura de los países latinoamericanos; es por este motivo

que se genera una interrogante ¿Cómo representar la cultura Mexicana a

través de un objeto de uso?.

Para poder apropiarnos de las cualidades compositivas de la forma del

diseño mexicano, en primera medida debemos sumergirnos en su cultura y

en su proceso de búsqueda de la identidad nacional; ya que posterior a la

época de la revolución (Finales de los años 20’s) transcurrieron muchos

años antes de que el país diera un paso hacia un proceso de reconstrucción

que implicaba desde instancias económicas, políticas y sociales, hasta

algunas emocionales y simbólicas. Este proceso de reconstrucción se vio


necesario ya que posterior a la dictadura México se convirtió en un país

que no se reconocía a si mismo mientras el nuevo gobierno tenía por

objetivo garantizar la paz y mantener conforme al pueblo.

Este proceso de búsqueda de una identidad nacional impulsada por el

violento fenómeno social de la revolución y el fin de la guerra civil, reactivo

el interés por los grupos indígenas, sus costumbres y tradiciones hasta

ahora relegadas por el gobierno dictatorial que promovía una

europeización del gusto en las clases altas. Es de esta forma como los

antropólogos, arqueólogos, artistas, pintores y literatos buscaban en la

reconstrucción de esa cultura precolombina las bases para darle al pueblo

mexicano aquel sentido de pertenencia y seguridad que necesitaban tanto.

Es así como las acciones de este grupo “fueron factores determinantes en

la conformación de una identidad mexicana moderna apegada a las raíces,

al pasado indígena y al rescate de las tradiciones” (Mallet, 2014).

Posterior a este planteamiento de la nueva identidad mexicana, bastante

aceptada por las clases más allegadas a la revolución, se genera un nuevo

impulso esta vez desde personajes conocidos, artistas e intelectuales.


Estos adoptaron este nuevo estilo mexicano, llegando al punto de decorar

sus casas con mobiliario popular y artesanías, mostrando una inclinación

por la ropa típica mexicana y la comida tradicional.

De esta manera aquella concepción de lo tradicional se consolida como un

elemento fuerte dentro del ADN de la cultura mexicana, por lo cual el arte y

el diseño que buscan ser verdaderamente modernos deben mirar el legado

de los artesanos, ya que este elemento es de vital importancia si se quiere

plasmar la identidad propia de la cultura mexicana. Es por esto que dentro

de la observación y búsqueda de los elementos compositivos de la forma

en la cultura mexicana, resaltan 3 aspectos principales que deben ser

tenidos en cuenta a la hora de proponer una configuración formal: Una

paleta de colores muy vivos que interactúan entre si y son matizados por el

negro, una serie de entramados abstraídos de los tejidos que se fabricaban

con mimbre, que podían tener una forma radial o entrelazada y la

aplicación de geometrías anguladas o circulares para la formación de

decorados y volúmenes.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que como diseñadores industriales

no podemos dejar de lado Factores como el humano, ambiental y

económico para centrarnos solo en un componente estético; es debido a

esto, que el objeto planteado debe estar pensado como un objeto de uso

que responda a alguna actividad, en este caso también ligada a la cultura

mexicana.

Comida tradicional

Totopos

Salsa

El tequila

Las fiestas y reuniones sociales

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