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El Propósito del nacimiento de

Jesús
admin diciembre 20, 2008 Devocionales, Enrique Monterroza, Reflexiones Cortas, Reflexiones y Devocionales Cortos 2 Comentarios

Tema: “El propósito del nacimiento de Jesús”


Texto: San Mateo 1: 21

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Sin lugar a dudas el nacimiento de Jesús significaba la esperanza de la humanidad para encontrar al fin un
perdón de los pecados que les permitiera alcanzar la gloria eterna. Con esto se dejaba atrás una ley que le
hacia ver al hombre lo difícil que era no pecar y se abría un nuevo periodo llamado: “Periodo de Gracia”, del
cual hoy en día gozamos.
Cuando el Ángel se le presenta a José le hace ver la importancia de que se mantuviera con María, pues este
estaba pensando en dejarla para no deshonrarla. Pero el Ángel le hizo ver el propósito por el cual María había
sido escogida de entre millones de mujeres, este propósito era la salvación de la humanidad.
El nacimiento de Jesús trae consigo un propósito muy lindo, del cual muchos ya fuimos participes y lo
concretaremos muy pronto en el cielo, al pasar una eternidad con nuestro Señor y Salvador.
Si el propósito de que Jesús naciera era la Salvación de los pueblos, ¿Por qué hay muchos que aun no lo
reconocen?, la verdad es que el enemigo les ha segado el entendimiento para que no les resplandezca la luz.

Pero hoy en día, todos aquellos que ya recibimos esa luz y que creemos firmemente en ese propósito con el
cual nació, tenemos la tarea de llevar esa palabra a las demás personas, tratando de hacerles entender el
propósito por el cual Jesús vino a la tierra.

Que esta época sirva como una oportunidad para que nosotros prediquemos de su Palabra, para que
enseñemos el verdadero propósito por el que nació, que les hagamos entender que las fiestas que se hacen en
este tiempo, nada mas son algo secundario, que el primer objetivo del nacimiento de Jesús es la salvación de
los pueblo y si realmente queremos hacer valer ese nacimiento, tenemos que entregarle nuestra vida, para que
ese propósito se cumpla.
Realmente el enemigo siempre ha querido distorsionar los propósitos de Dios para con nuestra vida, pero es
hora que nos parecemos firmes, leamos su Palabra y entendamos que los propósitos de Dios son llenos de
amor y salvación para la humanidad, que nosotros como luz del mundo podamos quitar vendas de los ojos y
mas allá de cualquier fiesta secundaria podamos entender cual fue el principal propósito de la venida de Jesús,
esto es: La Salvación de los Pueblos.

No esta mal que celebres como quieras, guardándote de no caer en pecado, pero que jamás se te olvide que el
propósito principal del nacimiento de Jesús es: La Salvación de los Pueblos.
Autor: Enrique Monterroza

El Propósito del nacimiento de


Jesús
admin diciembre 20, 2008 Devocionales, Enrique Monterroza, Reflexiones Cortas, Reflexiones y Devocionales Cortos 2 Comentarios

Tema: “El propósito del nacimiento de Jesús”


Texto: San Mateo 1: 21

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Sin lugar a dudas el nacimiento de Jesús significaba la esperanza de la humanidad para encontrar al fin un
perdón de los pecados que les permitiera alcanzar la gloria eterna. Con esto se dejaba atrás una ley que le
hacia ver al hombre lo difícil que era no pecar y se abría un nuevo periodo llamado: “Periodo de Gracia”, del
cual hoy en día gozamos.
Cuando el Ángel se le presenta a José le hace ver la importancia de que se mantuviera con María, pues este
estaba pensando en dejarla para no deshonrarla. Pero el Ángel le hizo ver el propósito por el cual María había
sido escogida de entre millones de mujeres, este propósito era la salvación de la humanidad.
El nacimiento de Jesús trae consigo un propósito muy lindo, del cual muchos ya fuimos participes y lo
concretaremos muy pronto en el cielo, al pasar una eternidad con nuestro Señor y Salvador.
Si el propósito de que Jesús naciera era la Salvación de los pueblos, ¿Por qué hay muchos que aun no lo
reconocen?, la verdad es que el enemigo les ha segado el entendimiento para que no les resplandezca la luz.

Pero hoy en día, todos aquellos que ya recibimos esa luz y que creemos firmemente en ese propósito con el
cual nació, tenemos la tarea de llevar esa palabra a las demás personas, tratando de hacerles entender el
propósito por el cual Jesús vino a la tierra.

Que esta época sirva como una oportunidad para que nosotros prediquemos de su Palabra, para que
enseñemos el verdadero propósito por el que nació, que les hagamos entender que las fiestas que se hacen en
este tiempo, nada mas son algo secundario, que el primer objetivo del nacimiento de Jesús es la salvación de
los pueblo y si realmente queremos hacer valer ese nacimiento, tenemos que entregarle nuestra vida, para que
ese propósito se cumpla.
Realmente el enemigo siempre ha querido distorsionar los propósitos de Dios para con nuestra vida, pero es
hora que nos parecemos firmes, leamos su Palabra y entendamos que los propósitos de Dios son llenos de
amor y salvación para la humanidad, que nosotros como luz del mundo podamos quitar vendas de los ojos y
mas allá de cualquier fiesta secundaria podamos entender cual fue el principal propósito de la venida de Jesús,
esto es: La Salvación de los Pueblos.

No esta mal que celebres como quieras, guardándote de no caer en pecado, pero que jamás se te olvide que el
propósito principal del nacimiento de Jesús es: La Salvación de los Pueblos.
Autor: Enrique Monterroza

El Propósito del nacimiento de


Jesús
admin diciembre 20, 2008 Devocionales, Enrique Monterroza, Reflexiones Cortas, Reflexiones y Devocionales Cortos 2 Comentarios

Tema: “El propósito del nacimiento de Jesús”


Texto: San Mateo 1: 21
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Sin lugar a dudas el nacimiento de Jesús significaba la esperanza de la humanidad para encontrar al fin un
perdón de los pecados que les permitiera alcanzar la gloria eterna. Con esto se dejaba atrás una ley que le
hacia ver al hombre lo difícil que era no pecar y se abría un nuevo periodo llamado: “Periodo de Gracia”, del
cual hoy en día gozamos.
Cuando el Ángel se le presenta a José le hace ver la importancia de que se mantuviera con María, pues este
estaba pensando en dejarla para no deshonrarla. Pero el Ángel le hizo ver el propósito por el cual María había
sido escogida de entre millones de mujeres, este propósito era la salvación de la humanidad.
El nacimiento de Jesús trae consigo un propósito muy lindo, del cual muchos ya fuimos participes y lo
concretaremos muy pronto en el cielo, al pasar una eternidad con nuestro Señor y Salvador.
Si el propósito de que Jesús naciera era la Salvación de los pueblos, ¿Por qué hay muchos que aun no lo
reconocen?, la verdad es que el enemigo les ha segado el entendimiento para que no les resplandezca la luz.

Pero hoy en día, todos aquellos que ya recibimos esa luz y que creemos firmemente en ese propósito con el
cual nació, tenemos la tarea de llevar esa palabra a las demás personas, tratando de hacerles entender el
propósito por el cual Jesús vino a la tierra.

Que esta época sirva como una oportunidad para que nosotros prediquemos de su Palabra, para que
enseñemos el verdadero propósito por el que nació, que les hagamos entender que las fiestas que se hacen en
este tiempo, nada mas son algo secundario, que el primer objetivo del nacimiento de Jesús es la salvación de
los pueblo y si realmente queremos hacer valer ese nacimiento, tenemos que entregarle nuestra vida, para que
ese propósito se cumpla.
Realmente el enemigo siempre ha querido distorsionar los propósitos de Dios para con nuestra vida, pero es
hora que nos parecemos firmes, leamos su Palabra y entendamos que los propósitos de Dios son llenos de
amor y salvación para la humanidad, que nosotros como luz del mundo podamos quitar vendas de los ojos y
mas allá de cualquier fiesta secundaria podamos entender cual fue el principal propósito de la venida de Jesús,
esto es: La Salvación de los Pueblos.
No esta mal que celebres como quieras, guardándote de no caer en pecado, pero que jamás se te olvide que el
propósito principal del nacimiento de Jesús es: La Salvación de los Pueblos.
Autor: Enrique Monterroza

El significado profundo del


nacimiento de Jesucristo
8 de diciembre del 2014 1 comentario

¿Alguna vez ha meditado sobre el significado tan profundo que tiene el nacimiento
de Jesucristo? Aunque muchas personas, hasta los incrédulos, han escuchado
sobre la historia del nacimiento de Jesús, su significado verdadero a veces se nos
escapa debido a que estamos familiarizados solamente con el aspecto de la
“historia”.

El nacimiento de Jesucristo: un evento trascendental

El nacimiento de Cristo no fue el nacimiento ordinario de un hombre ordinario. Fue


el nacimiento de la Persona más extraordinaria en la historia. El nacimiento de
Jesucristo fue la encarnación de Dios mismo. En otras palabras, el mismo Dios se
hizo hombre. Esto tiene un significado muy profundo y nos tomará toda la
eternidad apreciarlo. La concepción y el nacimiento de Jesucristo es la mezcla de
Dios con la humanidad. Esto nunca antes había pasado.

Juan 1:14 dice que el Verbo, el Dios eterno, se hizo carne, es decir, el hombre
Jesús. Cuando esto sucedió, el Dios eterno salió de la eternidad y entró en el
tiempo para ser un hombre de carne y sangre. Jesucristo es en realidad un
hombre genuino, pero al mismo tiempo Él es Dios. Él es completamente Dios y
completamente hombre

En esta entrada, usaremos versículos y notas de la Versión Recobro para captar


el significado profundo del nacimiento de Jesús y fortalecer nuestro aprecio de
nuestro querido Salvador Dios.

El nacimiento misterioso de Jesús se profetizó en el Antiguo


Testamento.

Casí 700 años antes de Cristo, el profeta Isaías profetizó acerca del nacimiento
del Señor Jesús en Isaías 7:14:

“El Señor mismo nos dará señal: He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un
hijo, y llamará Su nombre Emanuel”.

Esta profecía se cumplió en el nacimiento de Cristo, un hijo nació de una virgen


por medio de la concepción divina, sin tener un padre humano. Se llamó Emanuel,
que quiere decir “Dios con nosotros”. Este hijo nacido de una virgen humana era
el mismo Dios con nosotros.

Unos capítulos más adelante, Isaías profetizó de nuevo acerca del nacimiento de
Jesús, diciendo en Isaías 9:6:

“Porque un niño nos es nacido, / un Hijo nos es dado…/ y se llamará Su


nombre / Maravilloso Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

La nota 1 de este versículo en la Versión Recobro abre un panorama en cuanto al


significado de lo que Cristo es: un hijo y el Dios fuerte, un Hijo dado a nosotros y el
Padre eterno.

“El niño nacido de una virgen humana es el Hijo dado por el Padre eterno. Cristo
es el niño nacido tanto de la naturaleza divina como de la naturaleza humana
(Mt.1:20-23), y Él también es el Hijo en la naturaleza divina dado por el Padre
eterno. Mediante el nacimiento del niño divino-humano, el Padre eterno nos dio a
Su Hijo divino como regalo. Mediante este regalo, todo el que cree en este Hijo
amado, o sea, todo el que lo recibe, recibe la vida eterna (Jn. 3:16; 1 Jn. 5:11-12)”.

El nacimiento misterioso de Jesús se cumple en el Nuevo


Testamento.

El Nuevo Testamento nos brinda un registro de los eventos que sucedieron


relacionados al nacimiento de Cristo. Por medio de este registro podemos apreciar
los pasos que Dios tomó para darnos a Su Hijo querido para ser nuestro Salvador
y nuestra vida.

Mateo 1:18 nos dice como este nacimiento de una virgen se llevo a cabo.

“El origen de Jesucristo fue así: Estando desposada María Su madre con José,
antes que se juntasen, se halló que estaba encinta por obra del Espíritu
Santo”.

La nota 1 de este versículo explica lo que esta frase “del Espíritu Santo” significa
en cuanto a Cristo.

“Aunque Cristo nació de María (v. 16), era hijo del Espíritu Santo. El nacimiento de
Cristo procedió directamente del Espíritu Santo (v. 20). Su fuente fue el Espíritu
Santo y Su elemento era divino. Por medio de la virgen María, El se vistió de carne
y sangre, la naturaleza humana, tomando la semejanza de la carne (Ro. 8:3), la
semejanza de los hombres (Fil. 2:7”.

Luego, en Mateo 1:20, el ángel del Señor visitó a José para asegurarle de este
hecho divino.

“Mientras consideraba esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y


le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo
engendrado en ella, del Espíritu Santo es”.
La primera nota de este versículo señala lo que Dios reveló acerca de Jesucristo
en Su garantía a José.

“Dios primero se engendró en María mediante Su Espíritu; una vez realizada la


concepción, El nació con la naturaleza humana, para ser un Dios-hombre, y
así poseer tanto la divinidad como la humanidad. Éste es el origen de Cristo”.

Muchos años más tarde, al narrar esta historia misteriosa, el envejecido apóstol
Juan hizo estas declaraciones profundas en Juan 1:1 y 14:

“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”.
“Y el Verbo se hizo carne”.

Estas palabras de estos dos versículos, aunque sencillas pero profundas, indican
claramente que el Verbo era Dios desde la eternidad, y que el Verbo, Dios se hizo
carne en el tiempo.

La nota 2 en el versículo 14 habla más acerca de lo que esto significa.

“Romanos 8:3 indica que esta carne, aunque era la carne de pecado, sólo tenía la
semejanza de la carne de pecado, pero no tenía el pecado de la carne. Fue el
Verbo quien se hizo carne, y éste era Dios, el Dios Triuno completo (v. 1). El
hecho de que el Verbo se hiciera carne significa que el Dios Triuno se hizo un
hombre de carne en la semejanza de un hombre pecaminoso. Al hacer esto Dios
entró en el hombre pecaminoso y se hizo uno con él. Sin embargo, El tenía sólo la
semejanza del hombre pecaminoso pero no tenía el pecado de éste. Así que, El
era un Dios-hombre sin pecado, el Dios completo y el hombre perfecto, con dos
naturalezas: la naturaleza divina y la naturaleza humana”. (Usted puede leer la
nota completa en su copia dura de la Versión Recobro).

¿De qué manera la verdad concerniente al nacimiento de


Cristo nos afecta hoy?
En primer lugar, para ser un creyente genuino debemos creer que Jesucristo es
más que un hombre santo, un profeta o un mártir. Él es el Dios completo eterno
que vino en la carne. Éste es un asunto básico de la fe cristiana.

Como creyentes, al meditar en oración sobre la Biblia, especialmente los


versículos cubiertos en esta entrada, podemos obtener una apreciación más
profunda por el nacimiento de Jesucristo. Dios no nos salvó al descender de los
cielos de manera objetiva. El Dios inalcanzable vino a ser un hombre para que
pudiéramos alcanzarlo, contactarlo y conocerlo. ¡Qué hecho tan misterioso pero a
la vez maravilloso! Nuestro Dios se hizo hombre, experimentó todo lo relacionado
a la vida humana y vivió una vida humana perfecta y sin pecado. Y finalmente,
teniendo un cuerpo de carne y sangre ¡fue a la cruz para morir por nosotros!

Mediante Su encarnación, Dios se expresó en un hombre en la carne. Jesucristo,


quien nació en un pesebre expresó al mismo Dios en todo Su rico ser y Su
Persona a la humanidad. El amor, la misericordia, la justicia, la santidad, la
compasión y la gloria de Dios fueron y siguen siendo expresados en la humanidad
de Cristo.

Al creer en el Señor Jesucristo, somos salvos y recibimos a Jesús, Aquel que vivió
una vida humana perfecta que expresa al Dios verdadero como nuestro Salvador y
nuestra vida.

Si usted nunca ha recibido a Jesucristo, usted le puede recibir ahora mismo al


hacer la siguiente oración:

“Señor Jesús, creo que Tú eres tanto el Dios completo como el hombre perfecto.
Gracias por nacer con nuestra humanidad y llegar a ser un hombre verdadero y
genuino, con divinidad y humanidad. Gracias por morir por mis pecados. Señor te
recibo ahora mismo. Gracias por entrar en mí para ser mi vida. Señor vive en mí
Tu vida maravillosa que expresa a Dios”.

Lectura recomendable:
Esta entrada no tiene como propósito ser un estudio detallado de la encarnación
de Dios. Si desea leer más acerca de este tema, le recomendamos los siguientes
libros (también disponibles en esta biblioteca gratuita en línea):
 The Wonderful Being of Christ, capítulo 1, págs. 7-14
 Los cuatro principales pasos de Cristo, capítulo 1,

Además de esto, tal vez disfrute estas alabanzas (el texto solamente está en
inglés):

 Down from His Glory

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