ESTUDIOS DE RESONANCIA MAGNETICA NUCLEAR DE LA COLUMNA
LUMBAR EN PACIENTES ADULTOS MAYORES DE 50 AÑOS CON DOLOR CRÓNICO
AUTOR JUAN JOSE NUÑEZ ZERPA INTRODUCCION
La columna lumbar, la parte baja de la espalda, es la tercera región principal de la
columna. Cada vértebra se encuentra apilada sobre la otra y entre cada vértebra hay una especie de almohadón gelatinoso llamado disco (disco intervertebral). Los discos ayudan a absorber la presión, distribuir la tensión y evitar que las vértebras se raspen entre sí. Las vértebras y los discos se mantienen unidos por grupos de ligamentos que conectan los huesos entre sí, mientras que los tendones conectan los músculos al hueso. En la columna, Los tendones conectan los músculos a las vértebras. Los ligamentos y los tendones ayudan a estabilizar la columna y proteger contra el movimiento excesivo en cualquier dirección. La enfermedad degenerativa del disco en la columna lumbar, o parte más baja de la espalda, es un síndrome en el que un disco afectado causa dolor lumbar (lumbalgia). El dolor crónico es el que persiste o se repite en un período, 3 meses, persiste, 1 mes después de la resolución de una lesión tisular aguda o acompaña una lesión que no cicatriza. Signos y síntomas; a menudo, el dolor crónico produce signos vegetativos (p. ej., astenia, trastornos del sueño, disminución o pérdida del apetito, pérdida del gusto para la comida, pérdida de peso, disminución de la libido, estreñimiento), que aparece gradualmente. Diagnóstico: evaluación de causas físicas al inicio y si los síntomas cambian siempre habría que buscar una causa física, incluso aunque sea probable la existencia de una contribución psicológica destacada al dolor. Los procesos físicos asociados con el dolor deben ser evaluados apropiadamente y caracterizados. Sin embargo, una vez que se haya realizado una evaluación completa, de nada sirve repetir las pruebas si no hay nuevos hallazgos. Muchas veces el mejor enfoque consiste en interrumpir los exámenes y concentrarse en aliviar el dolor y restablecer la función. Debe evaluarse el efecto del dolor sobre la vida del paciente; puede hacer falta la evaluación por un terapeuta ocupacional. Se debe considerar una evaluación psiquiátrica formal cuando se sospecha un trastorno psiquiátrico coexistente (p. ej., depresión mayor) como causa o efecto. Tratamiento. Fármacos: los analgésicos incluyen los AINE, los opiáceos y los analgésicos auxiliares (p. ej., antidepresivos, anticonvulsivos—ver Tratamiento del dolor : Agentes analgésicos auxiliares y Agentes para el dolor neuropático). Puede ser apropiado el uso de 1 o más fármacos. Los analgésicos auxiliares se utilizan más comúnmente para el dolor neuropático. Para el dolor persistente, moderado a intenso que deteriora la funcionalidad, deben considerarse los opiáceos después de determinar lo siguiente: Cuál es la práctica de tratamiento convencional. Si existen otros tratamientos razonables. Si el paciente presenta un riesgo particularmente alto de sufrir una reacción adversa a los opiáceos. Si el paciente está en riesgo de mal uso, desvío o abuso (comportamientos aberrantes de uso de drogas) En la prescripción de opiáceos para el dolor crónico, los médicos deben tomar varias medidas: Proporcionar educación y asesoramiento sobre el mal uso: los temas deben incluir los riesgos de la combinación de opiáceos con alcohol y ansiolíticos, el auto-ajuste de la dosis, y la necesidad de un almacenamiento seguro de los medicamentos. A los pacientes también se les debe enseñar cómo deshacerse correctamente de los medicamentos no utilizados; deben ser instruidos de no compartir los opiáceos y de ponerse en contacto con su médico si experimentan sedación. Evaluar a los pacientes para detectar el riesgo de mal uso, desvío y abuso: los factores de riesgo incluyen abuso previo o actual de alcohol o drogas, antecedentes familiares de abuso de alcohol o drogas y un trastorno psiquiátrico mayor previo o actual. La presencia de factores de riesgo no siempre contraindica el uso de opiáceos. Sin embargo, si los pacientes tienen factores de riesgo, deben ser derivados a un especialista en el manejo del dolor, o el médico debe tomar precauciones especiales para impedir el mal uso, el desvío y el abuso; estas medidas pueden incluir la prescripción de sólo pequeñas cantidades (que requieren visitas frecuentes para recargas), no reponer las recetas supuestamente perdidas, y el uso de la detección de drogas en orina para confirmar que se está tomando el opiáceo prescrito y no se lo desvía hacia otros. Obtener el consentimiento informado, cuando sea posible, para ayudar a clarificar los objetivos, las expectativas y los riesgos del tratamiento, así como el posible uso de alternativas de tratamiento sin opiáceos. Regularmente reevaluar el alcance de la reducción del dolor, la mejoría funcional y los efectos adversos, y buscar signos que sugieren el mal uso, el desvío o el abuso a medida que el dolor disminuye, los pacientes suelen necesitar ayuda para reducir el consumo de opiáceos. Si coexiste la depresión con el dolor, deben utilizarse antidepresivos. Según del trastorno, conviene hacer inyecciones en los puntos gatillo, inyecciones a un nivel articular o raquídeo, bloqueos nerviosos e infusión central. Métodos físicos: muchos pacientes se benefician con la fisioterapia o la terapia ocupacional. Las técnicas de pulverización y el estiramiento pueden aliviar los puntos gatillo mioaponeuróticos. Algunos pacientes requieren una ortesis. La estimulación de la médula espinal puede ser apropiada. Causas de la DDD lumbar El dolor lumbar asociado con la enfermedad degenerativa de disco lumbar por lo general se genera a partir de una o dos fuentes: Inflamación: las proteínas en el espacio intervertebral irritan a los nervios circundantes, tanto al pequeño nervio dentro del espacio intervertebral como, posiblemente, a los nervios más grandes que van a las piernas. Inestabilidad de micro movimiento anormal: cuando los anillos exteriores del disco, llamados anillos fibrosos, se desgastan y no pueden absorber eficazmente la tensión en la columna vertebral, lo que provoca un movimiento a lo largo del segmento vertebral. El exceso de micro movimiento, combinado con las proteínas inflamatorias, puede producir dolor lumbar continuo. Síntomas de la enfermedad degenerativa de disco lumbar Dolor que se centra en la región lumbar o parte más baja de la espalda, aunque puede irradiarse hacia la cadera y las piernas. Lumbalgia continua y que ha durado más de 6 semanas. La sensación a menudo se describe más como un dolor intenso en la parte baja de la espalda, que como un dolor lacerante o ardiente que se irradia dolor que, con frecuencia, empeora al estar sentado, ya que los discos soportan una carga más pesada que cuando los pacientes están de pie, caminando o incluso acostados. Mucho tiempo de pie también puede agravar el dolor, al igual que inclinarse hacia adelante y levantar un objeto dolor que se exacerba con ciertos movimientos, sobre todo de flexión, de torsión o de levantamiento los síntomas graves pueden incluir entumecimiento y hormigueo en las piernas, así como dificultad para caminar si el espacio intervertebral colapsa suficientemente la raíz nerviosa que sale en ese nivel particular, puede pinzarse (estenosis foraminal) y esto a su vez puede provocar dolor en la pierna a causa de pinzamiento de la raíz del nervio (radiculopatía) Tratamientos para la enfermedad degenerativa de disco lumbar para la mayoría de las personas, enfermedad degenerativa de disco puede tratarse con éxito de manera conservadora (es decir, sin cirugía), lo cual consiste en la administración de medicamentos para controlar la inflamación y el dolor (medicamentos esteroides por vía oral o mediante inyección epidural), fisioterapia y ejercicio. La cirugía solo se considera cuando los pacientes no han obtenido alivio después de más de seis meses de tratamiento no quirúrgico o están limitados de manera significativa para realizar las actividades cotidianas. Modificación de la actividad La primera línea de tratamiento por lo general apunta a evitar que la afección se agrave. La modificación de actividades, con el fin de evitar levantar objetos pesados, evitar la práctica de deportes que requieren rotación de la espalda (p. ej., golf, baloncesto o fútbol), puede ser un buen primer paso. Además, también es útil aprender sobre la correcta ergonomía, es decir, cómo levantar objetos pesados, cómo configurar la silla de la oficina y el espacio de trabajo, y las posturas para dormir que reducen la presión sobre la parte baja de la espalda. Tratamiento común no quirúrgico Además, las opciones de tratamiento no quirúrgicas comunes suelen incluir alguna combinación de las siguientes: Terapias fisioterapéuticas Un programa de ejercicios es esencial para aliviar el dolor de la enfermedad degenerativa de disco lumbar, y forma parte de casi todos los programas de tratamiento para DDD lumbar. En general, un programa de ejercicios debe tener varios componentes, entre ellos: Elongación de los músculos isquiotibiales, ya que la tirantez de estos músculos en la parte posterior del muslo puede aumentar la tensión en la espalda y empeorar el dolor causado por la degeneración de disco lumbar. Un programa de ejercicios para fortalecer la espalda, tal como los ejercicios de estabilización dinámica lumbar, donde a los pacientes se les enseña a encontrar su “columna vertebral natural”, la posición en la que se sienten más cómodos, y a mantener esa posición. Acondicionamiento aeróbico de bajo impacto (como caminar, nadar, andar en bicicleta) para asegurar el flujo adecuado de nutrientes y sangre hacia las estructuras de la columna vertebral y aliviar la presión sobre los discos. Medicamentos A menudo, un plan de tratamiento integral consta de una variedad de medicamentos. Antiinflamatorios no esteroides (p. ej., ibuprofeno, naproxeno, inhibidores de COX-2) y analgésicos como el paracetamol (p. ej., Tylenol) ayudan a muchos pacientes a sentirse lo suficientemente bien para participar en actividades normales. Los medicamentos recetados más fuertes, como los esteroides orales, los miorrelajantes o analgésicos opioides también se pueden usar para tratar los episodios de dolor intenso durante plazos cortos, y algunos pacientes pueden beneficiarse de una inyección epidural de esteroides. No todos los medicamentos son adecuados para todos los pacientes, por lo tanto los pacientes tendrán que hablar con su médico sobre los efectos secundarios y posibles contraindicaciones. Resonancia magnética: columna lumbar La resonancia magnética de la columna lumbar es un estudio seguro e indoloro en el cual se utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de la columna lumbar (los huesos, los discos y otras estructuras de la parte inferior de la espalda). El equipo de resonancia magnética está conformado por un gran imán con forma de anillo que suele tener un túnel en el centro. Los pacientes se ubican en una camilla que se desliza hacia el interior del túnel. En algunos centros, las máquinas de resonancia son abiertas, es decir que tienen aberturas más grandes y son muy útiles para los pacientes que sufren de claustrofobia. Las máquinas de resonancia magnética se encuentran en hospitales y centros radiológicos. Por qué se realiza la resonancia magnética permite detectar una variedad de afecciones en la columna lumbar, lo cual incluye problemas con los huesos (vértebras), los tejidos blandos (como la médula espinal), los nervios y los discos. En algunos casos, se realizan resonancias magnéticas para evaluar la anatomía de la columna lumbar, para ayudar a planificar una cirugía de la columna o para monitorear cambios en la columna después de una operación. La resonancia magnética de la columna lumbar puede resultar útil para evaluar síntomas como dolor en la parte inferior de la espalda, dolor en las piernas, adormecimiento, debilidad o cosquilleo, o problemas con el control del intestino o la vejiga. También pueden ayudar a diagnosticar tumores, hemorragias, hinchazón, anomalías estructurales o de desarrollo, infecciones o afecciones inflamatorias de las vértebras o los tejidos que las rodean. Preparación en general, no es necesario realizar ninguna preparación especial para las resonancias magnéticas de la columna lumbar. Sin embargo, el técnico hará que el paciente se quite cualquier objeto metálico (como anteojos o alhajas) porque el metal puede producir manchas brillantes o blancas en la película (pero las emplomaduras y los aparatos dentales no interfieren con el estudio). También le harán preguntas para asegurarse de que el paciente no tenga clips metálicos internos de cirugías previas ni ningún otro elemento que pueda causar problemas cerca de un campo magnético fuerte. Tampoco se permite introducir dispositivos electrónicos en la sala de resonancia. Procedimiento las resonancias magnéticas de la espina lumbar suelen llevar entre 30 y 60 minutos. El paciente debe recostarse en una camilla móvil mientras el técnico lo coloca en la posición correcta. Es posible que le coloquen al paciente un dispositivo plástico especial alrededor de la cabeza. La camilla se deslizará hacia el interior del túnel y el técnico tomará las imágenes de la cabeza. Cada registro lleva unos cuantos minutos. Obtención de los resultados las imágenes de resonancia magnética serán analizadas por un radiólogo especialmente capacitado para interpretar los registros. El radiólogo enviará un informe al médico, quien hablará con usted acerca de los resultados y le explicará qué significan. En la mayoría de los casos, los resultados no se pueden entregar directamente al paciente o a la familia en el momento del examen. Si la resonancia magnética se realizó por una emergencia, el resultado puede estar rápidamente Riesgos Las resonancias magnéticas son seguras y sencillas. No se han asociado riesgos para la salud con el campo magnético o las ondas de radio de poca energía que se utilizan para este estudio. El procedimiento se puede repetir sin efectos colaterales. Si el paciente debe ser sedado, existe una pequeña probabilidad de que respire más lentamente debido a los medicamentos. Si hay algún problema con los sedantes, el personal encargado de realizar la resonancia le brindará tratamiento inmediatamente. No obstante, estudios recientes han demostrado que la resonancia magnética (RM) no es tan fiable como se consideraba en el diagnóstico de las dolencias de espalda: la misma imagen era interpretada de manera distinta por médicos diferentes, o incluso por el mismo médico en momentos diferentes. Por otro lado, distintos estudios han demostrado que en una resonancia magnética lumbar, hasta el 30% de las personas sanas y sin dolor muestran hernias discales, y el 70% protrusiones, y que a partir de aproximadamente los 40 años prácticamente todos los sujetos sanos muestran signos de degeneración ósea y discal. Y en la columna cervical, los hallazgos son similares: el 87,6% de los sanos sin dolor presentan protrusiones discales; ya a los 20 años, los presentan el 73,3% de los hombres y el 78% de las mujeres, y la frecuencia, tamaño y número de protrusiones aumenta con la edad. En el resto de los pacientes, los últimos estudios indican que supone molestias innecesarias, costes superfluos, y riesgos injustificados. Por ejemplo, el hecho de realizar una resonancia magnética, esté indicada o no, aumenta hasta un 800% el riesgo de que el paciente termine siendo operado, sea necesario o no. Un estudio científico riguroso sugiere que, en los pacientes en los que después de una microdiscectomía lumbar exitosa persiste dolor irradiado a la pierna y una RM muestra una masa que comprime la raíz nerviosa en el nivel intervenido, no es recomendable operar inmediatamente, especialmente si la imagen sugiere que se trata de edema o inflamación, pues en la mayoría de los casos esa masa desaparece espontáneamente (es decir, sin cirugía) a lo largo de los tres meses siguientes. REFERENCIAS
1. Enfermedad degenerativa discal. Disponible en:
http://cksantiago.cl/patologias/patologias-columna/degenerativa-discal 2. Tratamiento para la enfermedad discal degenerativa. Disponible en: https://www.spine-health.com/espanol/enfermedad-degenerativa- dedisco/tratamientos-para-la-enfermedad-degenerativa-de-disco-lumbar 3. Resonancia Magnética en la columna lumbar. Disponible en:https://www.rchsd.org/health-articles/resonancia-magntica-columna- lumbar/