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JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

Magistrado ponente

STL16861-2018
Radicación n.° 82081
Acta 45

Bogotá, D.C., veintiocho (28) de noviembre de dos mil


dieciocho (2018).
SALA DE CASACIÓN LABORAL
TUTELA
ID: 654160
NÚMERO DE PROCESO: T 82081
NÚMERO DE PROVIDENCIA: STL16861-2018
CLASE DE ACTUACIÓN: ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA: SENTENCIA
FECHA: 28/11/2018
PONENTE: JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN
TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL - Principio de
subsidiariedad y residualidad - Improcedencia de la acción: omisión en el uso del
recurso extraordinario de casación

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de pertenencia: razonabilidad de la


decisión que revoca la sentencia de primera instancia y en su lugar declara que
los bienes objeto de proceso no son de propiedad del Estado

La Sala resuelve la impugnación interpuesta por el


señor EDGAR EDUARDO CONTRERAS PERDOMO, contra
la decisión del 28 de junio de 2018, proferida por la SALA
DE CASACIÓN CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, dentro de la acción de tutela promovida contra
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la SALA ÚNICA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DEL


DISTRITO JUDICIAL DE YOPAL.

I. ANTECEDENTES

Rosmira Delgado Rodríguez por medio de apoderado


judicial instauró acción de tutela con el propósito de
obtener el amparo de su derecho fundamental al debido
proceso, presuntamente vulnerado por la autoridad judicial
accionada.

El juez primigenio sintetizó los hechos de la demanda


de tutela así:

«Manifiesta, en resumen, que su fallecido padre Edison


Delgado Omaña ejerció posesión sobre los terrenos segregados de
la Hacienda Caribabare llamados “Chiringuares, Chicuaco y
Guamo” desde el año 1970 y declaró mejoras y frutos el 17 de
noviembre de 1985. Agrega que debió trasladarse a los Estados
Unidos ante el asesinato de varios familiares y la situación de
orden público en la zona».

«Afirma que Edgar Eduardo Contreras Perdomo le compró


por “precios ínfimos” sus derechos herenciales sobre la posesión
de los lotes antes de que fueran adjudicados en sucesión y radicó
demanda de pertenencia “sin anexar los certificados de libertad y
tradición de los predios a usucapir, ni presentar el certificado
especial y de complementación expedidos por la respectiva oficina
de registro, ni el certificado catastral especial expedido por el
IGAC, como lo ordena la ley, simplemente anexo el certificado de
tradición y libertad n° 475-6066 producto de la declaración de

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mejoras efectuadas por el señor PEDRO EDISON DELGADO


OMAÑA que no constituyen DERECHOS REALES, y que figura
como FALSA TRADICIÓN”».

«Expone que mediante sentencia de 5 de diciembre de


2017 el Juzgado Promiscuo del Circuito de Paz de Ariporo
desestimó las súplicas bajo el argumento de que los bienes eran
supuestamente baldíos, pero esa decisión fue revocada por el
superior el 24 de abril de 2018, al considerar que los mismos no
eran de propiedad del Estado».

«Señala que el Tribunal incurrió en una vía de hecho


porque desconoció los precedentes jurisprudenciales que impiden
adelantar acciones de pertenencia contra personas
indeterminadas, ignoró el concepto de la Agencia Nacional de
Tierras “que declara baldíos los predios en cuestión”, paso por
alto la adjudicación que hizo el Juzgado Promiscuo de Familia de
Paz de Ariporo de los lotes dentro de la sucesión de su padre en
el año 2013 y tampoco hizo alusión al folio de matricula
inmobiliaria».

Solicitó en consecuencia «REVOCAR la decisión atacada,


proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Yopal el
24 de abril de 2018, dentro de los procesos de pertenencia
acumulados No. 85-001-22-08-001-2016-00002-01, y confirmar
la de primera instancia proferida 05 de diciembre de 2017, por el
Juzgado Promiscuo del Circuito de Paz de Ariporo – Casanare»
(fols. 1 a 24).

II. TRÁMITE Y DECISIÓN DE INSTANCIA

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Con proveído del 7 de junio de 2018, el a quo avocó el


conocimiento de la acción de tutela, ordenó notificar a la
autoridad judicial accionada, y vinculó al Juzgado
Promiscuo del Circuito de Paz de Ariporo, al Registrador de
Instrumentos Públicos de esa ciudad, a los intervinientes
dentro del proceso objeto de reparo, al Procurador Agrario
que actuó en el pleito y a la Agencia Nacional de Tierras,
con el fin de que ejercieran los derechos defensa y
contradicción.

El Tribunal Superior de Yopal – Sala Única, hizo un


recuento de las actuaciones surtidas dentro del proceso de
pertenencia, adelantado por Edgar Eduardo Contreras
Perdomo en contra de personas indeterminadas.

El Jefe de la Oficina Jurídica de la Agencia Nacional de


Tierras, manifestó que «[…] se puede concluir que el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Yopal, declaró la prescripción de
un predio supuestamente baldío, lo cual es improcedente ya que
la prescripción solo procede respecto de los bienes que están en el
comercio y de propiedad privada (según certificado de registro en
el que aparecen particulares inscritos como titulares del derecho
real de dominio) y no sobre aquellos bienes inmuebles que son
imprescriptibles o de propiedad de la Nación o de sus entidades
públicas, por existir expresas prohibiciones legales […]». Pidió
amparar los derechos invocados por la accionante. (Fols. 57
a 68).

El apoderado judicial del señor Edgar Eduardo


Contreras Perdomo, indicó que «[…] en el asunto que aquí nos

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ocupa, resulta evidente la ausencia de agotamiento de los


recursos al alcance de la accionante, por cuanto, frente a la
sentencia atacada y que fue proferida por la Sala Única de
Decisión del Tribunal de Yopal, el apoderado de la señora
ROSMIRA DELGADO, bien pudo incoar el recurso de casación
para formular los reparos que pretende hacer valer por vía de la
presente tutela, pero se abstuvo de promoverlo». (Fols. 70 a 83).

El Juzgado Promiscuo del Circuito de Paz de Ariporo y


los demás intervinientes, guardaron silencio.

La Sala cognoscente de este asunto constitucional en


primer grado, a través de sentencia del 28 de junio de 2018
amparó el reclamo constitucional. Para ello consideró que:
[…] si bien el ad quem relacionó actuaciones administrativas ante
el Incora e Incoder (hoy Agencia Nacional de Tierras), en las que se
negaron adjudicaciones sobre algunas fincas del lote de mayor
extensión denominado Caribabare y lo tuvo como de dominio privado
en virtud de la inscripción de un remate efectuado en el año 1800, se
echa de menos un concepto de la Agencia Nacional de Tierras que
certifique que en efecto el fundo no pertenece al Estado […]».

«[…] resulta viable el resguardo porque la autoridad judicial


convocada incurrió en causal de procedencia del amparo al declarar la
pertenencia de un predio presuntamente imprescriptible sin valorar
adecuadamente el acervo probatorio, máxime cuando ha sido reiterada
la jurisprudencia en el sentido de considerar la imposibilidad jurídica
de adquirir a través de la usucapión el dominio de tierras de la Nación».

(fols. 101 a 108).

III. IMPUGNACIÓN

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Inconforme con la anterior decisión, el apoderado


judicial del señor Edgar Eduardo Contreras Perdomo, la
impugnó, para lo cual señaló que «Erró la Sala Civil de esta
Corporación al proferir el fallo de tutela del 28 de junio de 2018,
toda vez que, la sentencia emitida por el Tribunal Superior de
Yopal donde adjudicó los predios “Chicuaco” y “Chiriguares” al
señor Edgar Eduardo Contreras fue acertada, en la medida en
que en la misma se estudió toda la prueba documental aportada
a los procesos, dentro del cual se encuentra tanto el TITULO
ORIGINARIO como el ANTECEDENTE REGISTRAL, documentos
que permiten desvirtuar la presunción de baldíos respecto de los
aludidos predios, tal y como lo establece el artículo 48 de la Ley
160 de 1994, tesis que comparte la Corte Suprema de Justicia y
la Agencia Nacional de Tierras».

IV. CONSIDERACIONES

Esta Sala, ha sostenido de antaño, la posibilidad de


estudiar acciones de tutela contra decisiones adoptadas
dentro de procesos judiciales, de manera excepcional y
subsidiaria, cuando se conculque, por parte de los jueces,
derechos de rango superior, en forma evidente.

No obstante, al desarrollar las garantías


constitucionales, se ha enfatizado que deben prevalecer los
principios de seguridad jurídica y cosa juzgada, por ser
valores preponderantes que permiten alcanzar los fines
esenciales del Estado.

Siguiendo los postulados del Estado Social de


Derecho, la certeza de los asociados respecto de la

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resolución de sus diferencias ante las autoridades


competentes, no puede ser socavada por meras
discrepancias entre quienes resultaron vencidos en los
trámites procesales o por discusiones de índole legal. Por
ello, el recurso de amparo no puede constituirse en pretexto
para abolir la autonomía e independencia del juez, pues
ésta también tiene rango constitucional.

En el presente asunto, pretende el reclamante del


amparo que se revoque la decisión proferida por la Sala de
Casación Civil de esta Corporación, y en su lugar se deje en
firme la providencia proferida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Yopal el 24 de abril de 2018 .

En criterio de esta Sala la determinación emitida por la


autoridad judicial accionada es razonable, dado que la
actividad que realizó el juzgador se fundó en las pruebas
obrantes en el expediente y en la jurisprudencia y
normatividad aplicable para el caso, lo que no configura la
violación de garantías constitucionales, de manera que debe
insistirse en que la Carta Política ampara la independencia
y autonomía judicial, de tal suerte que la intervención del
juez de tutela únicamente es viable cuando lo proveído es
desproporcionado y arbitrario, que sin lugar a dudas no
ocurre en este asunto.

En ese orden se debe precisar, que la Corte


Constitucional en sentencia T- 580 de 2017 declaró
improcedentes varias acciones de tutela de similares
características al señalar que la parte tutelante no cumplió

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con el requisito de subsidiariedad, para lo cual indicó lo


siguiente:

«De esta manera advierte esta Sala de Revisión que el juez


del proceso ordinario basó su análisis en un conjunto de medios
probatorios pertinente, frente al cual garantizó el derecho de
contradicción y con este, el de defensa y debido proceso, a todos
interesados, incluido por supuesto el Estado a través del
INCODER. Cuestión distinta es que esa entidad pública hiciera
caso omiso de sus cargas procesales, asunto que no puede ser
remediado por la vía subsidiaria y completamente excepcional de
la acción de tutela contra la providencia judicial que le afecta y
frente a la cual ahora la Agencia Nacional de Tierras formula sus
desacuerdos, sin demostrar que el juez haya proferido una
decisión que carezca del sustento probatorio necesario para dar
aplicación a la regulación legal aplicable al caso; la entidad
pública tutelante tampoco demostró que el análisis del juez sobre
los medios de prueba fuese irrazonable, arbitrario, ni
absolutamente equivocado».

Por lo que dentro del presente reguardo se evidencia


que no se cumple con el requisito de subsidiariedad, pues
la peticionaria y la Agencia Nacional de Tierras que fue
vinculada al proceso objeto de tutela, tenían a su
disposición otras acciones para la defensa de sus derechos
y no las utilizaron, como es el recurso extraordinario de
casación, medio idóneo para controvertir los desaciertos
que le achacan a la autoridad accionada en esta vía, sin que
el amparo pueda hacerse activar como un mecanismo
sustitutivo o paralelo de dicho mecanismo.

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De manera que ante la ausencia del empleo de los


recursos consagrados por el legislador por parte de la
tutelante y la Agencia Nacional de Tierras – ANT, así como
ante la incuria del apoderado de la señora Rosmira Delgado
Rodríguez al presentar la contestación de la demanda de
forma extemporánea, el amparo deviene improcedente; por
tanto, la desidia del profesional del derecho no puede ser
objeto de una solicitud de amparo, puesto que la acción no
fue creada para que, en tales condiciones, las partes o sus
apoderados subsanen o revivan etapas procesales ya
precluidas, pues ello sería tanto como reconocer que su
propia negligencia dio origen a un atentado contra sus
derechos fundamentales, lo cual contraviene el principio
general del derecho, de que nadie puede alegar la culpa
propia en su favor.

Por otra parte, frente a la actuación del tribunal


accionado, no observa esta Sala que la providencia dictada
carezca de motivación, por el contrario, en ella se dan las
razones que concluyeron con la decisión del 24 de abril de
2018, proferido por la Sala Única de Decisión; obsérvese
que el juez colegiado manifestó que «En este proceso el
apoderado del demandante ha adjuntado abundante prueba
documental encaminada a demostrar que los inmuebles sobre lo
cuales demanda pertenencia no son de propiedad del Estado, que
no tienen la calidad de baldíos. […] es importante destacar que en
estos procesos, desde la admisión de la demanda se ordenó la
vinculación de la Procuraduría Agraria y el INCODER, cuyos
representantes legales actuaron dentro del proceso, sin

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cuestionar alguna de las muchas pruebas documentales


aportadas con la demanda».

«Entre las pruebas documentales aportadas y no


controvertidas aparecen:
- Copia del escrito dirigido al señor Superintendente
Delegado para la Protección, Restitución y Formalización
de Tierras por la Directora Técnica de Ordenamiento
Productivo del entonces INCODER, en la cual se informa
que el “HATO CARIBABARE” es propiedad privada,
razón por la cual se han negado las solicitudes de
adjudicación.
- Copia en el mismo sentido, suscrita por el Jefe de la
Sección de Clarificación del INCORA (anterior al
INCODER). Igualmente, resolución de fecha julio 18 de
1985, expedida por sus Gerente y Secretario Generales,
en la cual además se dice que del HATO CARIBABARE
forman parte los predios SABANAS DE SAPARAY, LA
YEGUERA y SAN NICOLÁS. Y sin lugar a otra
interpretación, que “Del estudio realizado a los títulos
aportados se observa que el globo de terreno
denominado CARIBABARE salió del Patrimonio del
Estado en la época de la Colonia, mediante remate
efectuado por el señor JUAN FELIPE CARVAJAL.
- Copia mediante la cual la Directora (e) de la Territorial
Casanare del INCODER reitera que el inmueble
denominado HATO CARIBABARE está plenamente
identificado y es “de propiedad privada”, razón por la
cual “se han negado diferentes solicitudes de
adjudicación presentadas”.
- Copia del documento, escritura pública de enero 16 de
1800, que registra el remate a que anteriormente se hizo
referencia, de la “sabanas de CARIBABARE”, realizado

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por JUAN FELIPE CARVAJAL, así como documento que


recoge tal diligencia, que obra en el Archivo General de la
Nación.
- Copia de la escritura también antes mencionada, de
enero 16 de 1800, mediante la cual JUAN FELIPE
CARVAJAL, quien adquirió mediante remate la Hacienda
CARIBABARE, vende una parte de la misma, “LA
YEGUERA” a JUAN FRANCISCO LARRARTE, en la cual,
además, se reitera que se trata de “una de las tres
partes en que está dividida la Hacienda Caribabare”
(también tomada del Archivo General de la Nación).
- Copia de un ejemplar del periódico El Tiempo, de agosto
11 de 1985, en la cual se hace referencia a la Hacienda
Caribabare, recogiendo noticia según la cual el entonces
INCORA la había declarado como propiedad privada, y
refiriendo la forma como la misma salió del patrimonio
del Estado. Esta noticia recoge la providencia también
atrás mencionada y suscrita por El Gerente y por el
Secretario General del entonces Instituto Colombiano de
la Reforma Agraria.
- Obra también en el proceso el experticio pericial
practicado por el auxiliar designado por el juzgado, en el
cual determinan técnicamente y con la mayor claridad no
solo los linderos de los predios cuya pertenencia se
demanda, sino también los de la llamada HACIENDA
CARIBABARE, y que los conocidos como “CHIRIGUARES”
y “CHICUACO” se ubican dentro de esta. Aparecen
igualmente los correspondientes planos y fotografías.
- Con fecha 14 de noviembre de 2017 se efectúa la
diligencia de inspección a los dos predios mencionados,
durante la cual se recepcionan los testimonios de LUIS
ALFREDO CRUZ, BLANCA NINFA CARVAJAL, EDWIN
GARCÍA GARCÍA y RAMÓN EZEQUIEL CRISTIANO

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PARADA, quienes coinciden en que desde el año 2005, el


único que ejerce posesión sobre dichos predios es el aquí
demandante, lo que les consta por haber realizado
mejoras sobre los mismos, las que describen […].

En consecuencia, de conformidad con la


jurisprudencia transcrita y los escritos arrimados por parte
del tribunal accionado, es claro que la providencia del 24 de
abril de 2018, emitida por esta autoridad judicial fue
debidamente motivada, pues basó su decisión en toda la
documentación arrimada por la parte demandante, donde
no resulta posible concluir acerca de una carencia de
material probatorio o, en su defecto, de una valoración
arbitraria o irrazonable de los medios de prueba relevantes
al caso.

Por ello, sin que haya lugar a más consideraciones se


revocará el fallo impugnado, y en su lugar se negará la
protección del derecho al debido proceso de la señora
Rosmira Delgado Rodríguez, por las razones expuestas en la
parte motiva de esta providencia.

V. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

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PRIMERO: REVOCAR el fallo impugnado, y en su


lugar NEGAR la protección del derecho al debido proceso de
la señora ROSMIRA DELGADO RODRÍGUEZ.

SEGUNDO: NOTIFICAR a los interesados a través de


telegrama o por cualquier otro medio expedito.

TERCERO: REMITIR el expediente a la Corte


Constitucional para su eventual revisión

Cópiese, notifíquese, publíquese y cúmplase.

FERNANDO CASTILLO CADENA


Presidente de la Sala

GERARDO BOTERO ZULUAGA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

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RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

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