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Psicología Educativa

DESARROLLO PERSONAL, SOCIAL Y MORAL

Ángel Pichardo

Lismar crucey ramos.


Rudy Genao.
Anyelin Reyes Trinidad
Misael Batista Aquino
DESARROLLO PERSONAL, SOCIAL Y MORAL
Introducción
El Contexto social para el desarrollo.

La palabra contexto, con origen en el vocablo latino contextus, describe al espacio o entorno
que puede ser físico o simbólico que sirve de marco para mencionar o entender un episodio. El
contexto se crea en base a una serie de circunstancias que ayudan a comprender un mensaje.
Estas circunstancias pueden ser, según el caso, concretas o abstractas.

Social, por su parte, es aquello que está relacionado o apunta a la sociedad. Este concepto
(sociedad) engloba al grupo de individuos que comparten una cultura y que interactúan entre
sí para conformar una comunidad.

Estas definiciones nos permiten entender la noción de contexto social, la cual abarca todos los
factores culturales, económicos, históricos, etc. que forman parte de la identidad y de la
realidad de una persona.

El ser humano es un ente de características sociales, cuyo desarrollo depende de los vínculos
que entabla con su entorno. Esto quiere decir que las personas son las que construyen el
contexto social pero, a la vez, este contexto incide en su realidad.

Desarrollo físico.

El desarrollo físico resulta de la interacción entre el niño y el entorno. Durante este proceso
los niños crecen (se hacen más grandes), se desarrollan (las estructuras de sus cuerpos y sus
funciones se hacen cada vez más complejas) y maduran (su tamaño, estructura orgánica y
corporal progresan hacia el estado fisiológico de adulto).

Podemos decir que, los recién nacidos primero se vuelven más pequeños pero luego crecen
rápidamente. En los primeros días de vida, la mayoría pierde entre el 5 y 10 por ciento del peso
corporal que tienen al nacer porque tienen más pérdidas corporales que los líquidos que
ingieren. Pero luego van recuperando está perdida y empiezan a aumentar, la verdad, que a
partir de aquí, crecen bastante rápido hasta los dos años, duplicando su peso inicial alrededor
del cuarto mes y triplicándolo al final del primer año de vida. La mayor parte del peso ganado
en los primeros meses de vida consiste en grasa, que proporciona aislamiento para mantener
el calor y almacenar los nutrientes. Este almacenamiento de nutrientes es fundamental para
mantener el crecimiento del cerebro si las mucosidades interfieren de manera temporal con la
alimentación, lo que a menudo sucede durante un día o dos. Si la nutrición no es bastante
adecuada, el cuerpo detiene su crecimiento pero no el cerebro, un fenómeno
denominado preservación del cerebro.

Los bebés aumentan en longitud y también ganan peso. En cada uno de los seis primeros
meses aumentan más de 2.5cm, es decir, que crecen unos 15cm en medio año. Luego el ritmo
va disminuyendo lentamente, pero no mucho. En su primer cumpleaños, los bebés típicos
miden 75cm de altura y pesan unos 10kg.

El crecimiento físico es menor en el segundo año, pero todavía es rápido. A los 24 meses la
mayoría de los niños pesan aproximadamente 13kg y miden entre 81 y 91cm, siendo los niños
un poco más altos y pesados que las niñas. Esto significa que un niño de 2 años ya es
asombrosamente alto, ya que mide la mitad de la estatura que va a tener cuando sea adulto.
También tiene alrededor del 15 al 20 por ciento del peso que va a tener en la adultez. Y se
puede decir que desde los dos años de edad hasta la pubertad el crecimiento de un niño es
lento y constante; promedia de 5 a 7.5cm de estatura y de 2.7 a 3.2kg de peso cada año. A los
seis años de edad, el niño promedio de un país desarrollado pesa unos 21kg y mide unos
117cm. Esto son promedios, los niños en realidad varían entre sí, sobre todo en el peso.

El crecimiento de los bebés y de los niños continúa con los


patrones cefalocaudales y proximodistales que empezaron en el período embrionario. A

medida que un niño crece, la forma del cuerpo cambia con rapidez. El desarrollo procede en
una dirección cefalocaudal (de la cabeza hacia abajo) y es el tronco el que crece más rápido
durante el primer año. Al año de edad, la cabeza de un niño sólo representa el 20 por ciento de
la longitud de su cuerpo, a diferencia del neonato, que representa el 70 por ciento de su
tamaño adulto final y representa una cuarta parte de la longitud total del cuerpo, la misma
fracción que las piernas. Desde su primer cumpleaños hasta el crecimiento acelerado de
adolescente, las piernas crecen con rapidez, representando más del 60 por ciento del
incremento de la estatura. Cuando alcanzamos nuestra estatura adulta final, nuestras piernas
representan el 50 por ciento de la estatura total, mientras que la cabeza sólo representa el 12
por ciento.

Mientras los niños crecen hacia arriba, también lo hacen hacia los lados de acuerdo con una
fórmula proximodistal (del centro hacia los costados). Durante el desarrollo prenatal, por

ejemplo, en primer lugar se forman el pecho y los órganos internos, seguidos por los brazos y
las piernas, y luego las manos y los pies. A lo largo de la infancia y la niñez, los brazos y las
piernas continúan creciendo más rápido que las manos y los pies. Sin embargo, este patrón de
crecimiento del centro hacia los lados se invierte antes de la pubertad.
El desarrollo moral e identidad.

En primer lugar, debemos destacar que los aspectos del desarrollo


social, emocional y moral van muy ligados en su evolución, y así mismo se relacionan con el
desarrollo de la personalidad, por ello es importante que nos detengamos a estudiarlos y
entenderlos, de manera que podamos comprender mucho mejor la forma en que los niños se
desarrollan, y con ellos su personalidad.

Para estimular un desarrollo social y emocional saludable, los educadores deben familiarizarse
con las diferentes etapas de desarrollo de los niños, dato a destacar y que a nosotros nos
interesa enormemente si queremos llegar a ser algún día buenos
maestros y maestras, es sin duda por esta razón que intentaremos
exponer todos los aspectos o al menos aquellos más relevantes del
desarrollo emocional, social y moral de los niños.

Sin duda, los primeros cinco años de vida son el momento más
crítico en el desarrollo de los niños pequeños, pero años
posteriores no son menos importantes, las emociones están
presentes durante toda su evolución, y no por el mero hecho de
crecer dejan de ser más fáciles de comprender o menos variables.

Por supuesto, a la hora de comportarse y de muchas otras


situaciones y aspectos, los niños toman como modelo de referencia
a sus padres y adultos, por ello no podía ser diferente en lo que a
las emociones se refieren.

A continuación, pasaremos a centrar nuestra atención en el desarrollo emocional, y la


definición de emoción, además de atender al desarrollo social, junto a los tipos de
socialización; la identidad y el desarrollo moral, destacando en estos últimos apartados algunas
estrategias educativas que fomenten un buen desarrollo de dichos aspectos.

DESARROLLO EMOCIONAL

"El desarrollo emocional o afectivo se refiere al proceso por el cual el


niño construye su identidad (su yo), su autoestima, su seguridad y la
confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea, a través de las
interacciones que establece con sus pares significativos, ubicándose a sí
mismo como una persona única y distinta. A través de este proceso el
niño puede distinguir las emociones, identificarlas, manejarlas,
expresarlas y controlarlas
CONCEPTO DE EMOCIÓN

Para comenzar debemos definir qué es una emoción:

Una emoción es un impulso involuntario, originado como respuesta a los estímulos


ambientales, que provoca sentimientos y conductas de reacción automática en los seres
humanos.

Así encontramos placer, tristeza, miedo, calma…; las emociones logran darle un mayor
significado a la vida y favorecen la profundidad
de las relaciones afectivas. Un dato a destacar es que los sucesos que satisfacen los intereses
de un individuo, crearán en él emociones positivas; mientras que los que le dañan o amenazan,
darán lugar a emociones negativas.

El psicólogo **Robert Plutchick** expuso en su obra The psychology and biology of emotion la
“rueda de las emociones”. En ella se diferencian las emociones primarias, aquellas que se
aprecian bajo un solo aspecto (alegría-tristeza, ira-miedo, expectativa-sorpresa, rechazo-
agrado); de las emociones complejas, las que combinan las ocho emociones primarias.

A continuación, destacaremos aquellas teorías más destacadas a lo largo de la historia, entre


las que encontramos la de Watson, Skinner, Cristóbal y Bisquerra.

Según J. B. Watson, cuyos estudios se encuentran en la rama conductista de la psicología, la


conducta precede a la emoción y las emociones son simplemente reacciones corporales a
estímulos específicos en las que la experiencia consciente no es alguno un componente
esencial. Identifica así las emociones con las "respuestas o hábitos viscerales", es decir,
aquellos en los que participan el estómago, los intestinos, la respiración, la circulación… Según
Watson hay tres emociones básicas, el miedo, la ira y el amor, cada una de ellas provocada
de modo innato por una clase específica de estímulos que las condicionan, por tanto, las
emociones las produce la situación en la que se encuentra la persona.

B. F. Skinner, acepta la existencia de que las emociones se vean influenciadas por la fisiología
y el ambiente. Para él la emoción es un tipo de comportamiento determinado, condicionado a
obtener una respuesta que le favorezca.

P. Cristóbal se centra en los componentes psicofisiológicos para comprender y explicar las


emociones, estos son: alteraciones de temperatura, cardíacas, de respiración, salivar…

En cuanto a R. Bisquerra, define las emociones como: Reacciones a las informaciones que
recibimos en nuestras relaciones con el entorno. La intensidad está en función de las
evaluaciones subjetivas que realizamos sobre cómo la información recibida va a afectar a
nuestro bienestar.

A parte de estas teorías hay otros autores que intentaron comprender y ampliar la explicación
de por qué tal cosa nos produce tal reacción, explicando así la relación entre las emociones,
el sistema nervioso autónomo y el córtex cerebral, de este modo encontramos:

- William James y **Karl Lange**. Según ellos la emoción ocurre después de que el córtex
cerebral reciba las señales de los cambios en nuestro estado fisiológico, por tanto W. James
dijo: "No lloramos porque estamos tristes, sino que estamos tristes porque lloramos".

- Walter Cannon y Phillip Bard. Para quienes las emociones consisten en una activación
fisiológica que prepara el organismo para la acción y sus mecanismos son únicamente
fisiológicos, de este modo en contra de James y Lange exponen que la activación fisiológica y
la expresión emocional son simultáneas.

- Stanley Schachter defiende una teoría fisiológica-cognitiva, señalando que los cambios
corporales son necesarios para experimentar emoción, pero no suficientes, porque un estado
emocional depende de dos factores: la activación fisiológica y la interpretación cognitiva de la
situación.

Esta ampliación la hemos considerado sumamente interesante, puesto que creemos que para
comprender mejor la actuación y comportamiento de los niños debemos aprender por qué
sienten de una determinada manera en una situación concreta, estos conocimientos podrían
sernos útiles a la hora de hacer nuestros papeles como maestros.

EMOCIONES BÁSICAS
Son aquellas emociones que se pueden inferir directamente de las expresiones faciales:
felicidad, miedo, enfado tristeza, sorpresa…
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos estas emociones básicas. Algunos animales
comparten con nosotros esas emociones, que en los humanos se van haciendo más complejas
gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

 LA FELICIDAD

La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado
una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al
mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas.

Alrededor del mes y medio de vida suele aparcer la sonrisa social: Sonríe a las personas y
objetos que más le agradan, respondiendo así a los estímulos que recibe de ellos. Esta fase
forma parte del inicio de su relación y comunicación con el mundo que le rodea.

A los cuatro meses: la sonrisa de anticipación. Se llama así porque


se produce justo antes de que tengan lugar los acontecimientos que
más placer le proporcionan –por ejemplo, la hora del paseo–.
Además, sus sonrisas son cada vez más selectivas: sólo las muestra
cuando y con quien quiere.

Sobre los 6-8 meses, las expresiones de felicidad son más


selectivas, será capaz de emitir auténticas carcajadas cuando se divierta.
EL MIEDO

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente


desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto. Y por esto, activa
nuestra vigilancia, incrementa la precaución, hace que nos protejamos, etc. El miedo se
manifiesta desde pequeños, así pues:

Un recién nacido: tiene miedo a la pérdida repentina de apoyo o


a un excesivo o inesperado estímulo sensorial y manifiesta a
través del llanto.

A los seis meses el niño comienza a manifestar miedos ante


estímulos nuevos, a las máscaras, a las alturas, a los perros, etc.,
miedos que tienden a aumentar hasta los 18-24 meses.

Alrededor de los 2-4 años, la separación de la madre durante mucho rato o quedarse solo en
un lugar desconocido es el miedo principal. También, el miedo a los inodoros y aparecen los
temores ante los animales, y a la oscuridad.

A los seis años el miedo a la escuela, al ridículo, a las catástrofes a los seres imaginarios
(brujas, fantasmas, entre otros), pueden convertirse en los temas centrales.

Los niños de 9-12 años: pueden experimentar miedo a los accidentes, enfermedades graves,
divorcio de los padres, pobre rendimiento escolar, peleas, etc. Alrededor de los 12 años,
incluso ya de adultos, disminuyen los miedos a desastres naturales y van apareciendo miedos
centrados en la sexualidad, embarazo, aborto, suicidio, niños con defectos, etc.

 LA IRA

La ira es una reacción emocional que se hace frente a algo que la desencadena, como por
ejemplo sentirse ofendidos, desesperarse por conseguir algo (frustración), etc. El desarrollo de
la ira en un niño, se observa de la siguiente manera en la mayoría de los casos:

El niño de dos años: Durante esta etapa de desarrollo, el niño no comparte. Por lo que
manifesta emociones intensas y a veces violentas, ya que ellos lo quieren todo, especialmente
lo que no pueden tener.

El niño de tres años: Comienza a sentirse más independiente y le resulta más fácil compartir
con otros niños. Su asertividad se muestra en su lenguaje, dice cosas como “Eres un estúpido”
o " te odio".

El niño de cuatro años: El niño hará cualquier cosa si es


provocado. Patea, escupe, e incluso corre para alejarse. La
agresividad verbal se incrementa con otros niños de la edad,
incluso en ocasiones poniéndoles apodos.

El niño a los cinco y seis años: A esta edad con frecuencia


hacen rabietas y berrinches y refunfuñan cuando se enojan. Se
vuelven verbal y físicamente agresivos. Mediante e intimidaciones, el niño de seis años puede
ser muy ruidoso y mandón.

 LA TRISTEZA

La tristeza es estado afectivo provocado por un decaimiento de la


moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro
abatido, la falta de apetito, etc.

Esta conlleva aspectos secundarios como son: Pérdida del


apetito, desgano en hacer cosas que antes disfrutaba, negatividad,
especialmente en el concepto de sí mismos, los demás, el mundo y
el futuro.

La tristeza no tiene un desarrollo propio en cada etapa de la vida, sino que puede surgir en el
día a día. Ante la muerte de un ser querido, la separación de sus padres, peleas en la casa,
bajas notas en el colegio, por ejemplo. Pero incluso cuando alguna de estas cosas sucede, la
tristeza no puede durar para siempre. Un estudio realizado en La Laguna (España) muestra
que los adolescentes y los adultos perciben la tristeza más frecuentemente que los niños,
siendo los adolescentes los que lo sufren con mayor intensidad.

3.1.4 El desarrollo del género.

Es la denominación de un campo interdisciplinario centrado en el estudio académico de


diversos temas relacionados al género como categoría central. Éste incluye a los estudios
feministas relativos a la mujer, feminismo, género y política, estudios de la mujer, estudios del
hombre y los estudios LGBT. En algunas ocasiones, los estudios de género se incluyen dentro
de aquellos sobre sexualidad, donde pueden compartir técnicas y sustento teórico-
metodológico. Tales disciplinas estudian al género y la sexualidad en campos tan variados
como la literatura y el lenguaje, historia, ciencias políticas, sociología, antropología, estudios
sobre el cine y los medios de comunicación, el desarrollo humano, el derecho y la medicina.

Existen varias corrientes teóricas dentro de esta rama, por lo que no hay una única forma de
abordar su análisis. Dentro de estos, se puede mencionar aquella que expone la filósofa
feminista Simone de Beauvoir y sus seguidores, quienes proponen el uso del término «género»
para referirse a las construcciones sociales y culturales sobre la masculinidad y la feminidad,
no al estatus purista de ser hombre o mujer;4 mientras que otros indican que esta rama incluye
el análisis del rol que tiene el estatus biológico de ser hombre o mujer —explicaciones
anatómicas, fisiológicas y genéticas de las partes del cuerpo masculino o femenino, estructura
y naturaleza de las funciones de los órganos, entre otros en el constructo social «género».

Este campo de estudio emergió desde distintas disciplinas: la sociología a partir de la década
de 1950, las teorías del psicoanalista Jacques Lacan, la antropología con las investigaciones
de Rita Segato5 y el trabajo de feministas tales como Judith Butler.
Desarrollo moral.

El desarrollo moral de los niños implica las formas en que llegan a comprender y seguir (o no)
las reglas de su mundo social. Las reglas sociales suelen dividirse en dos tipos principales: las
reglas morales y las convenciones sociales. Las reglas morales implican amplios temas de
justicia e imparcialidad, protegen el bienestar de los individuos y garantizan sus derechos. En la
mayoría de las sociedades no se permite matar, dañar a otra persona o robar las propiedades
ajenas. Las convenciones sociales regulan usos sociales como las formas de vestir, el saludo,
esperar a que en una cola nos llegue el turno. Tanto las reglas morales como las convenciones
sociales pueden variar de un lugar a otro. Los niños deben aprender, por lo tanto, qué
diferencias importantes puede haber entre las reglas de su familia y las reglas de su clase.
Adquirir este conocimiento sobre las reglas sociales constituye una parte muy importante del
desarrollo del niño. La investigación contemporánea sobre el desarrollo moral se divide en dos
grandes categorías: la conducta moral- interés en explicar la conducta del niño- y el
razonamiento moral-investigar cómo piensan los niños respecto a lo que hacen ellos y los
demás.

Modelos sobre el desarrollo moral.

El modelo de Piaget Piaget

utilizó dos métodos distintos para saber para saber cómo se desarrollan las concepciones
infantiles sobre la moralidad: a) una aproximación naturalista, observación de los niños
realizando juegos comunes de calle, como las canicas b) presentación de historias de diversas
historias que los niños tenían que evaluar de acuerdo con su grado de bondad o maldad.

A partir de la investigación Piaget creó un modelo de desarrollo moral que consta de 4


estadios:

1er.estadio (2 a 4 años) los niños no tienen una concepción real de la moralidad .Los juegos
de los niños son imaginativos y carentes de reglas formales, aunque a veces pueden inventar
ciertas restricciones como parte del juego

2º estadio (5 a 7 años) aparece la idea de seguir las reglas de otro de una forma muy absoluta.
Las reglas sociales se consideran heterónomas, o dictadas externamente, órdenes dadas por
personas con autoridad, que no pueden cambiarse. Esta segunda etapa se llama del realismo
moral porque los niños no piensan en cuestionar o cambiar una regla aunque no les guste. En
este segundo estadio los niños muestran una responsabilidad objetiva, lo que significa que
evalúan las situaciones morales sólo en términos de las consecuencias físicas y objetivas. Otra
característica de esta etapa es la justicia inmanente. Como los niños creen tan firmemente en
la autoridad de una regla, sienten que siempre debe haber castigo cuando no se sigue la regla.
Otro aspecto es paso de las sanciones expiatorias, que suponen recibir un castigo que
constituiría una expiación del acto cometido a las sanciones por reciprocidad que van dirigidas
a reparar las consecuencias del acto (a partir de los 7 años)

3er.estadio (8 a 11 años) el niño se da cuenta, gradualmente, de que las reglas son acuerdos
creados por las personas para ayudar o protegerse unas a otras. El obedecer a estas reglas es
una decisión personal, autónoma de cooperar con los demás. Los niños dan, además,
importancia a los motivos o intenciones de las personas al actuar, que se consideran tan
importantes como los resultados de la conducta. Como la moralidad de seguir una regla se
evalúa en relación con otros factores de la situación, este estadio se denomina del relativismo
moral. La evolución del desarrollo moral de los niños se debe a las crecientes capacidades
cognoscitivas de los niños que les permite superar el pensamiento egocéntrico y tener más
información al evaluar la moralidad de una situación. Otro aspecto importante corresponde a
las experiencias sociales. Las interacciones con sus compañeros de edad se convierten en un
importante factor de socialización.

El modelo de Kohlberg

Kohlberg no intentó construir un modelo que tratara todos los aspectos del razonamiento moral.
Desarrolló sus dilemas morales específicamente para evaluar el razonamiento sobre la justicia.
A partir de su investigación concluye que el desarrollo moral consta de 3 niveles previsibles:
pre convencional- la moral está determinada por las normas externas dictadas por los adultos;
convencional-el niño acepta las normas sociales porque sirven para mantener el orden y
considera que no deben ser transgredidas pues eso traería consecuencias peores; y pos
convencional,-la moralidad está determinada por principios y valores universales que permiten
examinar las reglas y discutirlas críticamente. Cada nivel está compuesto de dos estadios, y
cada estadio tiene un componente de perspectiva social- indica el punto de vista desde el cual
se toma la decisión y está relacionado con el desarrollo cognoscitivo del niño; y un componente
de contenido moral que tiene mayor influencia de las experiencias del niño en situaciones
morales.

Los estadios de Kohlberg son similares a los de la teoría de Piaget. También propone que cada
estadio forma un conjunto estructurado, siguen una secuencia invariante y la progresión es
universal.

El modelo de Turiel

Turiel considera que el razonamiento moral de los niños implica una serie de diferentes
campos de conocimiento, siendo los dos más importantes el campo social y moral. El campo
moral se refiere a los derechos y el bienestar de las personas- temas referidos a la
imparcialidad o justicia, como mentir, robar o matar. El campo social implica reglas que guían
las relaciones sociales entre las personas- ser cortés, llevar la ropa adecuada, etc. El modelo
de Turiel afirma que los niños pueden distinguir entre los campos moral y social desde edad
muy temprana. La comprensión que tienen los niños de temas dentro del campo moral se cree
que proviene de sus interacciones sociales, especialmente con sus iguales, y también con sus
padres. La comprensión de las convenciones sociales proviene de sus diversas experiencias
en una variedad de entornos sociales, donde las convenciones difieren de un entorno a otro.

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