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LA FAMILIA

Es el conjunto de personas unidas por vínculos de matrimonio, parentesco o


adopción, Considerada como una comunidad natural y universal, con base
afectiva, de indiscutible formativa en el individuo y de importancia social. Con
respecto a su importancia social, la familia es la célula original de la vida social,
donde el individuo se prepara para su vida en la sociedad. De allí que, mientras
mejor organizada esté la familia más robusta sea, más sólida y favorable será la
organización social.

CREENCIAS RELIGIOSAS
Son ideas consideradas como verdaderas por quienes profesan una
determinada religión.
Una religión comprende no sólo las creencias religiosas sino también la puesta
en práctica de las mismas, a través de ciertos actos especiales. Por medio de
estos actos, el practicante cree que puede comunicarse o congraciarse con
alguna divinidad.
Las religiones reconocen en general un fundador, quien establece
las doctrinas religiosas, que incluyen las creencias religiosas y todo tipo de
orientaciones morales y vitales, incluyendo cuestiones políticas, sociales e
ideológicas. Todas ellas son de muy variada interpretación posterior.

CREENCIAS RELIGIOSAS EN LA FAMILIA


Las creencias religiosas y dogmas de fe han ocasionado innumerables conflictos a lo largo
de la historia y lo siguen haciendo en la actualidad. La sociedad ha avanzado científica y
tecnológicamente, sin embargo la religión continúa siendo un punto de desacuerdo y motivo
de guerras. La intolerancia se erige como esa gran asignatura pendiente de la humanidad,
pero en la familia está la posibilidad de cambio.

RELIGIÓN Y FAMILIA

Hoy en día existe una gran cantidad de factores que pueden influir en el surgimiento de
inquietudes e interrogantes en los jóvenes con respecto a la fe, sin embargo las generaciones
pasadas aprendieron a apegarse a la religión a través de la culpa y el miedo al castigo eterno.
En un mundo sin internet y el intercambio instantáneo de información científica y perspectivas
culturales que ello implica era más fácil que los jóvenes creyeran en supuestos que si no se
cumplían al pie de la letra condenarían sus almas por siempre. Además, castigos como ser
arrojado al fuego del infierno, donde el crujir de dientes será eterno, si es que antes no llega a
la tierra una bestia con siete cabezas y diez cuernos a cobrar las cuentas de comportamiento
moral pendientes, asustarían a cualquiera.
Actualmente nuestros sistemas de creencias pueden ser tan variados como el número de
religiones que existen en el mundo. Hay padres de familia que se declaran ateos y sin
embargo inscriben a sus hijos en escuelas religiosas, para regalarles la oportunidad de que
conozcan y decidan por sí mismos su propio camino referente a ese tema.
Cuando se habla de imposición de la fe, en cambio, los hijos la interpretan como una
obligación, como una restricción a la libertad de pensamiento y sienten que sus padres no
respetan el derecho de elegir al privarlos de conocer algo más allá del sistema de creencias
heredado.

ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN EN LA MODERNIDAD


Por otra parte, es necesario aclarar que religiosidad no es sinónimo de Dios. La religión es un
tema que hasta el día de hoy mantiene en conflicto a muchos países por la falta de tolerancia,
porque como sociedad no hemos aprendido a respetar la libertad de pensamiento de los
seres humanos.
Desde que el hombre tiene conciencia de su existencia ha buscado la manera de explicarla
y darle sentido. Las interpretaciones literarias y simbólicas que se han hecho de las historias
acerca de la creación han sido motivo de disputa entre los fieles religiosos y no obstante el
avance de la ciencia, muchos siguen rechazando tajantemente la teoría de la vida humana
surge de un proceso evolutivo, como sustentaba Charles Darwin.
Mientras no se respete la libertad de pensamiento, los conflictos entre las familias, la sociedad
y las naciones van a continuar, debemos abandonar la necesidad de querer controlar que el
resto de los seres humanos piensen, sientan y actúen conforme a lo que creemos es la
verdad de las cosas.

UNA NECESIDAD HUMANA


La religión ha resultado positiva para muchas personas en el mundo, cuando se acercan a
una institución religiosa sin importar su denominación, inconscientemente buscan llenar al
menos una necesidad afectiva no cubierta, empiezan a darle sentido a su vida a través de la
iglesia, si se sienten desamparados encuentran consuelo, conviven con personas con ideas
y sentimientos similares a los suyos y comienzan a sentirse parte de algo. La creencia de que
hay una existencia divina, superior a uno mismo se refuerza y si experimentan vacíos
existenciales le piden a ese ser divino que los llene de amor y les de fuerza para poder
sostenerse en pie.
Sentir paz y tener una mejor calidad de vida es posible, tener esperanza en que todo puede
ir mejor si nos esforzamos por conseguir y alcanzar el bienestar, haciendo la parte que nos
corresponde, es decir, estudiando y trabajando, sin necesidad de heredar miedos y culpas a
nadie o entrar en el juego de pedirle siempre el favor a ese ser superior.
Cubrir las necesidades afectivas de los hijos y transmitirles valores y principios es
responsabilidad de los papás, los hijos que crecen sintiéndose amados, respetados y
apoyados, aprenden a respetar, apoyar y valorar al prójimo, sea cual sea su religión. Un hijo
feliz jamás le hará daño a nadie.

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