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El enfermo imaginario 

Acto tercero,
Escena X.

En esta escena participan la empleada Tonina disfrazada de médico,


Argán y Beraldo. Tonina ha decidido burlarse de la hipocondría
permanente
de Argán y simula visitarlo como doctor

Tonina – Soy un médico itinerante; voy […] en busca de importantes


temas acordes a mi capacidad, en busca de enfermos dignos de mi
dedicación, capaces de dejarme practicar los grandes y bellos secretos
que he descubierto en la medicina. Desecho la idea de entretenerme en
simples enfermedades, en esas bagatelas como el reumatismo y la
pulmonía […] Espero […] que todos los médicos lo hayan abandonado,
que esté desesperado, agonizando, para mostrarle la excelencia de mis
remedios y en el interés que tengo en servirlo.

Argán—Le estoy muy agradecido, señor, por sus delicadezas.


Tonina—Déjeme sentir su pulso. Veamos, que lo haremos latir como
corresponde. ¡Uf!, el pulso este se pone impertinente; veo que usted no
me conoce todavía. ¿Quién es su médico?
Argán – El señor Purgón.
Tonina—Ese hombre no está en mis registros de médicos excelentes.
¿Qué enfermedad dice que padece usted?
Argán – Dice que es el hígado, otros dicen que es el bazo.
Tonina – Todos son unos ignorantes. Usted está enfermo del pulmón.
Argán -- ¿Del pulmón?
Tonina – Sí. ¿Qué siente?
Argán – De vez en cuando dolores de cabeza […]
Tonina – El pulmón. ¿Le viene un poco de sueño después del almuerzo y
se siente bien durmiendo?.
Argán – Sí, señor.
Tonina – El pulmón, el pulmón, le insisto. ¿Qué le ordena su médico para
las comidas?
Argán – Sopa.
Tonina – Ignorante […]
Argán – Y sobre todo que beba mi vino bien aguado.
Tonina – Ignorantus, ignoranta, ignorantum.

Moliére (1622-1673)
Fragmento

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