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ARTICULO 1055. <DEFINICION DE TESTAMENTO>.

El testamento es un acto más o menos solemne, en que una persona dispone del
todo o de una parte de sus bienes para que tenga pleno efecto después de sus días,
conservando la facultad de revocar las disposiciones contenidas en él mientras viva.
ARTICULO 1072. <ESENCIA DEL TESTAMENTO ABIERTO>.
Lo que constituye esencialmente el testamento abierto, es el acto en que el testador
hace sabedor de sus disposiciones al notario, si lo hubiere, y a los testigos.
l testamento será presenciado en todas sus partes por el testador, por un mismo
notario, si lo hubiere, y por unos mismos testigos.
ARTICULO 1073. <CONTENIDO DEL TESTAMENTO>.
En el testamento se expresará el nombre y apellido del testador; el lugar de su
nacimiento; la nación a que pertenece; si está o no avecindado en el territorio, y si
lo está, el lugar en que tuviere su domicilio; su edad; la circunstancia de hallarse en
su entero juicio; los nombres de las personas con quienes hubiere contraído
matrimonio, de los hijos habidos o legitimados en cada matrimonio, y de los hijos
naturales del testador, con distinción de vivos y muertos; y el nombre, apellido y
domicilio de cada uno de los testigos.
Se ajustarán estas designaciones a lo que respectivamente declaren el testador y
testigos. Se expresarán, asimismo, el lugar, día, mes y año del otorgamiento; y el
nombre y apellido del notario, si asistiere alguno.
ARTICULO 1074. <OBLIGACION DE LECTURA DEL TESTAMENTO
ABIERTO>.
El testamento abierto podrá haberse escrito previamente.
Pero sea que el testador lo tenga escrito, o que se escriba en uno o más actos, será
todo él leído en alta voz por el notario, si lo hubiere, o, a falta de notario, por uno de
los testigos designados por el testador a este efecto.
Mientras el testamento se lee, estará el testador a la vista, y las personas cuya
presencia es necesaria oirán todo el tenor de sus disposiciones.
ARTICULO 1078. <TESTAMENTO SOLEMNE CERRADO>.
El testamento solemne cerrado debe otorgarse ante un notario y cinco testigos.
ARTICULO 1079. <INCAPACIDAD PARA OTORGAR TESTAMENTO
CERRADO>.
El que no sepa leer y escribir no podrá otorgar testamento cerrado.
ARTICULO 1080. <ESENCIA DEL TESTAMENTO CERRADO>.
Lo que constituye esencialmente el testamento cerrado es el acto en que el testador
presenta al notario y los testigos una escritura cerrada, declarando de viva voz, y de
manera que el notario y los testigos lo vean, oigan y entiendan (salvo el caso del
artículo siguiente), que en aquella escritura se contiene su testamento. Los mudos
podrán hacer esta declaración, escribiéndola a presencia del notario y los testigos.
El testamento deberá estar firmado por el testador. La cubierta del testamento
estará cerrada o se cerrará exteriormente, de manera que no pueda extraerse el
testamento sin romper la cubierta.
Queda al arbitrio del testador estampar un sello o marca, o emplear cualquier otro
medio para la seguridad de la cubierta.
El notario expresará sobre la cubierta, bajo el epígrafe testamento, la circunstancia
de hallarse el testador en su sano juicio; el nombre, apellido y domicilio del testador
y de cada uno de los testigos, y el lugar, día, mes y año del otorgamiento.
Termina el otorgamiento por las firmas del testador, de los testigos y del notario,
sobre la cubierta.
Si el testador no pudiere firmar al tiempo del otorgamiento, firmará por él otra
persona diferente de los testigos instrumentales, y si alguno o algunos de los
testigos no supieren o no pudieren firmar, lo harán otros por los que no supieren o
no pudieren hacerlo, de manera que en la cubierta aparezcan siempre siete firmas:
la del testador, las de los cinco testigos y la del notario.
Durante el otorgamiento estarán presentes, además del testador, un mismo notario
y unos mismos testigos, y no habrá interrupción alguna sino en los breves intervalos
en que algún accidente lo exigiere.
ARTICULO 1081. <OBLIGATORIEDAD DE OTORGAR TESTAMENTO
CERRADO>.
Cuando el testador no pudiere entender o ser entendido de viva voz, sólo podrá
otorgar testamento cerrado.
El testador escribirá, de su letra, sobre la cubierta, la palabra testamento, o la
equivalente en el idioma que prefiera, y hará del mismo modo la designación de su
persona, expresando, a lo menos, su nombre, apellido y domicilio, y la nación a que
pertenece; y en lo demás, se observará lo prevenido en el artículo precedente.
ARTICULO 1082. <APERTURA DEL TESTAMENTO CERRADO.> <Artículo
modificado por los artículos 59 a 67 del Decreto 960 de 1970.>.
ARTICULO 1083. <TESTAMENTO INVALIDO>. <Artículo subrogado por el artículo
11 de la Ley 95 de 1890. El nuevo texto es el siguiente:>
El testamento solemne, abierto o cerrado, en que se omitiere cualquiera de las
formalidades a que debe respectivamente sujetarse, según los artículos
precedentes, no tendrá valor alguno.
Con todo, cuándo se omitiere una o más de las designaciones prescritas en el
artículo 1073, en el inciso 4o. del 1080 y en el inciso 2o. del 1081, no será por eso
nulo el testamento, siempre que no haya duda acerca de la identidad personal del
testador, notario o testigo.
Capítulo III.
Del Testamento Solemne Otorgado en los Estados o en País Extranjero
ARTICULO 1084. <TESTAMENTO OTORGADO EN EL EXTRANJERO SEGUN
LEY EXTRANJERA>.
Valdrá en los territorios el testamento escrito, otorgado en cualquiera de los Estados
o en país extranjero, si por lo tocante a las solemnidades, se hiciere constar su
conformidad a las leyes del país o Estado en que se otorgó, y si además se probare
la autenticidad del instrumento respectivo en la forma ordinaria.
ARTICULO 1085. <TESTAMENTO OTORGADO EN EL EXTRANJERO SEGUN
LA LEY COLOMBIANA>.
Valdrá, asimismo, en los territorios el testamento otorgado en cualquiera de los
Estados o en país extranjero, con tal que concurran los requisitos que van a
expresarse:
1o.) Que el testador sea colombiano, o que, si es extranjero, tenga domicilio en el
territorio.
2o.) Que sea autorizado por un ministro diplomático de los Estados Unidos de
Colombia o de una nación amiga, por un secretario de legación que tenga título de
tal, expedido por el presidente de la república, o por un cónsul que tenga patente
del mismo; pero no valdrá si el que lo autoriza es un vicecónsul. En el testamento
se hará mención expresa del cargo, y de los referidos títulos y patente;
3o.) Que los testigos sean colombianos o extranjeros domiciliados en la ciudad
donde se otorgue el testamento.
4o.) Que se observen en lo demás las reglas del testamento solemne otorgado en
los territorios.
5o.) Que el instrumento lleve el sello de la legación o consulado.
6o.) Que el testamento que no haya sido otorgado ante un jefe de legación, lleve el
visto bueno de este jefe, si los hubiere; si el testamento fuere abierto, al pie; y si
fuere cerrado, sobre la carátula; y que dicho jefe ponga su rúbrica al principio y al
fin de cada página cuando el testamento fuere abierto.
7o.) Que en seguida se remita por el jefe de legación, si los hubiere, y si no
directamente por el cónsul, una copia del testamento abierto, o de la carátula del
cerrado, al secretario de relaciones exteriores de la república, y que abonando este
la firma del jefe de legación, o la del cónsul en su caso, pase la copia al prefecto del
territorio respectivo.
ARTICULO 1086. <PROTOCOLIZACION DEL TESTAMENTO>.
Siempre que se proceda conforme a lo dispuesto en el anterior artículo, el jefe del
territorio pasará la copia al juez del circuito del último domicilio que el difunto tuviera
en el territorio, a fin de que dicha copia se incorpore en los protocolos de un notario
del mismo domicilio.
No conociéndose al testador ningún domicilio, en el territorio, el testamento será
remitido al prefecto o juez del circuito de la capital del territorio, para su
incorporación en los protocolos de la notaría que el mismo juez designe.
Capítulo IV
De los Testamentos Privilegiados
ARTICULO 1087. <TESTAMENTOS PRIVILEGIADOS>. Son testamentos
privilegiados:
1o.) El testamento verbal.
2o.) El testamento militar.
3o.) El testamento marítimo.
ARTICULO 1088. <TESTIGOS DE LOS TESTAMENTOS PRIVILEGIADOS>.
En los testamentos privilegiados podrá servir de testigo toda persona de sano juicio,
hombre o mujer, mayor de diez y ocho años, que vea, oiga y entienda al testador, y
que no tenga la inhabilidad designada en el número 8o. del artículo 1068. Se
requerirá, además, para los testamentos privilegiados escritos, que los testigos
sepan leer y escribir.
Bastará la habilidad putativa con arreglo a lo prevenido en el artículo 1069.
ARTICULO 1089. <FORMALIDADES>.
En los testamentos privilegiados el testador declarará expresamente que su
intención es testar: las personas cuya presencia es necesaria serán unas mismas
desde el principio hasta el fin; y el acto será continuo, o sólo interrumpido en los
breves intervalos que algún accidente lo exigiere.
No serán necesarias otras solemnidades que éstas, y las que en los artículos
siguientes se expresan.
ARTICULO 1090. <TESTAMENTO VERBAL>.
El testamento verbal será presenciado por tres testigos, a lo menos.
ARTICULO 1091. <DECLARACIONES DE VIVA VOZ>.
En el testamento verbal el testador hace de viva voz sus declaraciones y
disposiciones, de manera que todos le vean, oigan y entiendan.
ARTICULO 1092. <CIRCUNSTANCIAS PARA TESTAR VERBALMENTE>.
El testamento verbal no tendrá lugar sino en los casos de peligro tan inminente de
la vida del testador, que parezca no haber modo o tiempo de otorgar testamento
solemne.
ARTICULO 1093. <CADUCIDAD DEL TESTAMENTO VERBAL>.
El testamento verbal no tendrá valor alguno si el testador falleciere después de los
treinta días subsiguientes al otorgamiento; o si habiendo fallecido antes no se
hubiere puesto por escrito el testamento, con las formalidades que van a
expresarse, dentro de los treinta días subsiguientes al de la muerte.
ARTICULO 1094. <ESCRITO DEL TESTAMENTO VERBAL>.
Para poner el testamento verbal por escrito, el juez del circuito en que se hubiere
otorgado, a instancia de cualquiera persona que pueda tener interés en la sucesión,
y con citación de los demás interesados, residentes en el mismo circuito, tomará
declaraciones juradas a los individuos que lo presenciaron como testigos
instrumentales, y a todas las otras personas cuyo testimonio le pareciere
conducente a esclarecer los puntos siguientes:
1o.) El nombre, apellido y domicilio del testador, el lugar de su nacimiento, la nación
a que pertenecía, su edad y las circunstancias que hicieron creer que su vida se
hallaba en peligro inminente.
2o.) El nombre y apellido de los testigos instrumentales, y el lugar de su domicilio.
3o.) El lugar, día, mes y año del otorgamiento.
ARTICULO 1095. <TESTIGOS INSTRUMENTALES>. Los testigos instrumentales
depondrán sobre los puntos siguientes:
1o.) Si el testador aparecía estar en su sano juicio.
2o.) Si manifestó la intención de testar ante ellos.
3o.) Sus declaraciones y disposiciones testamentarias.
ARTICULO 1096. <APROBACION JUDICIAL DEL TESTAMENTO>.
La información de que hablan los artículos precedentes será remitida al juez del
último domicilio, si no lo fuere el que ha recibido la información; y el juez, si
encontrare que se han observado las solemnidades prescritas, y que en la
información aparece claramente la última voluntad del testador, fallará que, según
dicha información, el testador ha hecho las declaraciones y disposiciones siguientes
(expresándolas); y mandará que valgan dichas declaraciones y disposiciones como
testamento del difunto, y que se protocolice como tal su decreto.
No se mirarán como declaraciones y disposiciones testamentarias sino aquellas en
que los testigos que asistieron por vía de solemnidad estuvieren conformes.
ARTICULO 1097. <IMPUGNACION>.
El testamento consignado en el decreto judicial, protocolizado, podrá ser impugnado
de la misma manera que cualquier otro testamento auténtico.

ARTICULO 1105. <TESTAMENTO MARITIMO>.


Se podrá otorgar testamento marítimo a bordo de un buque colombiano de guerra
en alta mar.
Será recibido por el comandante o por su segundo a presencia de tres testigos.
Si el testador no supiere o no pudiere firmar, se expresará esta circunstancia en el
testamento.
Se extenderá un duplicado del testamento con las mismas firmas que el original.

ARTICULO 1106. <CUIDADO DEL TESTAMENTO


MARITIMO>.
El testamento se guardará entre los papeles más importantes de la nave, y se dará
noticia de su otorgamiento en el diario de la nave.

ARTICULO 1107. <ENTREGA DEL TESTAMENTO EN


CONSULADO>.
Si el buque, antes de volver a los Estados Unidos de Colombia, arribare a un puerto
extranjero, en que haya un agente diplomático o consular colombiano, el
comandante entregará a éste agente un ejemplar del testamento, exigiendo recibo,
y poniendo nota de ello en el diario a fin de que puedan surtirse los efectos y
requisitos de que se trata en los incisos 5o., 6o. y 7o. del artículo 1085 y en el artículo
1086.
Si el buque llegare antes a Colombia, se enviará dicho ejemplar, con las debidas
seguridades, al Poder Ejecutivo Nacional para que puedan surtirse los mismos
efectos expresados en el inciso anterior.
ARTICULO 1108. <PERSONAS LEGITIMADAS PARA
OTORGAR TESTAMENTO MARITIMO>.
Podrán testar en la forma prescrita por el artículo 1105 no sólo los individuos de la
oficialidad y tripulación, sino cualesquiera otros que se hallaren a bordo del buque
colombiano de guerra, en alta mar.

ARTICULO 1109. <CADUCIDAD DEL


TESTAMENTO MARÍTIMO>.
El testamento marítimo no valdrá, sino cuando el testador hubiere fallecido antes de
desembarcar, o antes de expirar los noventa días subsiguientes al desembarque.
No se entenderá por desembarque el pasar a tierra por corto tiempo para
reembarcarse en el mismo buque.

ARTICULO 1110. <TESTAMENTO MARITIMO VERBAL>.


En caso de peligro inminente podrá otorgarse testamento verbal a bordo de un
buque de guerra en alta mar, observándose lo prevenido en el artículo 1103; y el
testamento caducará si el testador sobrevive al peligro.
La información de que hablan los artículos 1094 y 1095 será recibida por el
comandante o su segundo, y para su remisión al juez por conducto del secretario
de Estado, se aplicará lo prevenido en el artículo 1103.

ARTICULO 1111. <TESTAMENTO MARÍTIMO CERRADO>.


Si el que puede otorgar testamento marítimo prefiere hacerlo cerrado, se observarán
las solemnidades prescritas en el artículo 1080, actuando como ministro de fe el
comandante de la nave o su segundo. Se observará, además, lo dispuesto en el
artículo 1106, y se remitirá copia de la carátula al secretario de Estado para que se
protocolice, como el testamento, según el artículo 1107.

ARTICULO 1112. <TESTAMENTO EN BUQUE


MERCANTE>.
En los buques mercantes bajo bandera colombiana, podrá solo testarse en la forma
prescrita por el artículo 1105, recibiéndose el testamento por el capitán o su
segundo o el piloto, y observándose además lo prevenido en el artículo 1107.
Testamentos
¿Por qué son importantes los testamentos?
El testamento te permite disponer y heredar tus bienes al momento de tu muerte. Según el
artículo 1055 del CC, permite que mientras vivas puedas modificar tu testamento cuantas veces lo
desees.

¿Qué son las asignaciones forzosas de los testamentos?


Al momento de repartir tus bienes y una vez elaborado tu testamento, debes recordar que la ley
determina asignaciones forzosas, es decir los parámetros que deberás cumplir al momento de
hacer la repartición de tu herencia, que se encuentran establecidos en el Art.1226 del CC:

1. Los alimentos que se deben por ley a ciertas personas.


2. La porción conyugal.
3. Las legítimas.
4. La cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes.

Es preciso resaltar que, si tú como testador no realizas dicha distribución, estas se incluirán por
defecto así se contrarié tu voluntad en el testamento.

¿Qué tipos de testamentos existen?


De acuerdo con el Art. 1064 del CC, los testamentos se dividen en solemnes y menos solemnes.
Los primeros guardan todas las formalidades de los testamentos mientras que los segundos
pueden omitir algunas formalidades.

Los testamentos solemnes pueden ser abiertos, nuncupativo o cerrados; por su parte, en
los testamentos menos solemnes encontramos el testamento verbal, testamento militar y
testamento marítimo.

¿Cuál es la diferencia entre los testamentos abiertos y cerrados?


Al hablar de testamentos abiertos hacemos referencia al testamento por medio del cual tu
voluntad como testador se verá manifestada de manera pública tanto al notario como a los
testigos que en este caso deberán ser tres. Por otro lado, los testamentos cerrados son aquellos
que guardan consigo el secreto de la voluntad del testador; este tipo de testamento es presentado
ante el notario y los testigos, los cuales para este tipo de testamento serán cinco. Así, en escritura
cerrada, las disposiciones de dicho testamento solo las conoce el testador.

¿Cuáles son los testamentos menos solemnes?


Como vimos anteriormente son tres los testamentos que conforman los testamentos privilegiados
o menos solemnes:
Testamento verbal: Este se presenta cuando tu vida corre un peligro inminente.
Testamento Militar: en este caso el testamento deberá darse por escrito y quien lo reciba deberá
encontrarse en un grado superior, o si estás enfermo, un médico podría cumplir dicha misión.
Testamento Marítimo: Se podrá otorgar testamento marítimo a bordo de un buque colombiano de
guerra en alta mar. Será recibido por el comandante o por su segundo en presencia de tres
testigos,

Importancia de redactar un testamento


La muerte no solo es silenciosa, sino impredecible y en algunas ocasiones llega en el momento
menos esperado. Como no podemos tener conocimiento del cómo, ni el cuándo, ni el dónde
moriremos, el testamento nos da la oportunidad de dejar arreglados nuestros asuntos
patrimoniales, por si acaso somos sorprendidos por la contundente dama de túnica negra. En este
artículo te explicaremos por qué es importante hacer un testamento.

¿Qué es un testamento?
El Código Civil define el testamento como “un acto más o menos solemne, en que una persona
dispone del todo o de una parte de sus bienes para que tenga pleno efecto después de sus días,
conservando la facultad de revocar las disposiciones contenidas en él mientras viva”.

Algunas creencias erróneas sobre el testamento:


Algunas veces tenemos creencias o escuchamos en la calle diferentes opiniones sobre el tema del
testamento como: “Es llamar a la muerte”, “solo lo hacen las personas muy adineradas”, “Soy una
persona saludable y aún estoy joven” o creemos que nuestros bienes serán repartidos como lo
hayamos dicho a nuestros hijos o esposa.
Pero la realidad nos comprueba que nada de esto es cierto. El testamento no solo es propio de las
personas con mucho dinero, pues todos tenemos un patrimonio que podemos dejar organizados
ante un deceso inesperado. Tampoco es válido argumentar que implica llamar a la muerte o que
todavía se es joven, pues no hay edad ni agüero para evitar ser una persona organizada. Menos
aún es cierto que si ya hemos conversado con nuestra familia cómo queremos repartir los bienes
esto será respetado si no hay un testamento.

¿Por qué es importante redactar un testamento?


Entre las múltiples ventajas resaltan:

1. Dejamos establecidos quienes serán los beneficiarios de nuestro patrimonio, excluyendo a


cualquier otra persona que quiera adjudicarse los bienes que constituyen el fruto de
nuestro esfuerzo.

2. Evitamos que nuestro patrimonio sea repartido como en los casos donde no hay
testamento, es decir, ab intestato, donde la ley tiene determinadas quiénes serán los
beneficiarios, pues esto algunas veces no es acorde con nuestra voluntad.

3. Permite que no se generen controversias ni mal entendidos entre nuestros familiares,


pues cabe resaltar, son muchas las familias que han discutido y se han fragmentado por
una sucesión.

4. Si tenemos beneficiarios menores de edad, se tiene la posibilidad de designarles un


curador que consideramos, podrá administrar los bienes de la mejor manera, reforzando
la protección que queremos brindar.
5. Facilita los procesos para los beneficiarios de poner los bienes a su nombre, pues de lo
contrario se podrían ver sumidos en un largo proceso de sucesión.

6. Podemos modificarlo cuantas veces queramos mientras estemos vivos, o sea que no
implica tomar una decisión absoluta sobre nuestros bienes.

7. El testamento no solo nos da la posibilidad de disponer de nuestros bienes, también nos


permite hacer declaraciones trascendentales como la legitimación de un hijo.

Diferencias entre testamento abierto y cerrado


Dentro de la libertad que la ley da al causante para repartir sus bienes de la forma que mejor le
parezca y sin perjuicio de las asignaciones forzosas que debe tener en cuenta, el testador puede
además establecer la formalidad en la que se debe leer el testamento. Es por esto que existen dos
tipos de testamento, el abierto y el cerrado.

¿Qué es el testamento?
El testamento es un documento solemne por medio del cual una persona establece como debe
ser distribuido su patrimonio después de la muerte.

¿Qué es el testamento abierto?


El testamento abierto es aquel acto solemne por medio del cual el testador hace conocedores a
los testigos y al notario de su voluntad, expresándola a viva voz sin perjuicio de que siempre debe
estar escrito. El testamento abierto a su vez puede ser de diferentes tipos:

1. Testamento abierto principal: Se otorga ante un Notario, con la presencia de testigos.

2. Testamento abierto subsidiario: Se otorga solamente ante 5 testigos sin la presencia de


notario. En estos casos el testamento debe ser publicado ante un juez, quien debe firmar
todas las páginas del documento.

¿Qué requisitos tiene el testamento abierto?


El testamento abierto tiene ciertos requisitos, sin los cuales no puede considerarse como una
forma valida de expresión de voluntad, a saber:

1. Contenido formal: Es necesario que dentro del documento que debe ser leído se
contemplen mínimo:

1. Nombre completo del testador.

2. Lugar y fecha de nacimiento, así como la nacionalidad.

3. Domicilio.

4. Edad.

5. Asegurar encontrarse en sano juicio.

6. Nombre completo del cónyuge, o de haber contraído matrimonio en más de una


ocasión, el de todos ellos.
7. Nombre completo de los hijos, estableciendo si alguno ha fallecido.

8. Nombre e identificación de los testigos.

9. Lugar y fecha en el que se otorga el testamento.

10. Identificación del Notario, de haberlo.

2. Formalidad principal: El testamento abierto debe ser leído en voz alta y ante todos los
presentes, sea notario o testigos.

3. Formalidad en el otorgamiento: El documento debe ser firmado por los testigos, el notario
y el testador. En caso de que el testador no pueda firmar debe consignarse esta situación
por escrito.

¿Qué es el testamento cerrado?


El testamento cerrado es aquel en el que el testador quiere que nadie se entere de lo que se ha
dispuesto, es por esto que se entrega en sobre cerrado. Debe por lo tanto ser escrito.

¿Qué requisitos tiene el testamento cerrado?

El testamento cerrado tiene ciertas formalidades que deben ser tenidas en cuenta a riesgo de que
este no sea válido, a saber:

1. Es una escritura cerrada, pero debe declararse a viva voz que lo que se encuentra dentro
del sobre es la voluntad del causante, estando este en sano juicio.

2. El testamento debe estar firmado por el testador.

3. La cubierta del testamento debe estar cerrada de una forma segura, de forma que no
pueda extraerse el testamento sin romperla, el notario debe sellar esta.

4. El notario debe poner sobre la cubierta el nombre e identificación de los testigos y del
causante, y asegurar que este se encuentra en sano juicio.

5. Deben aparecer sobre la cubierta 7 firmas, la del causante, el notario y 5 testigos.

6. El notario debe levantar una escritura pública estableciendo el día, lugar y hora en done
comparecieron todos a firmar el testamento y la edad del otorgante.

¿Cuándo puedo hacer testamento abierto y cuando cerrado?


En principio eres libre para hacer el testamento según lo decidas, sin embargo, la ley ha
establecido que las personas ciegas y aquellas que no sepan leer ni escribir solamente podrán
hacer testamento abierto.

¿Qué es la impugnación de testamento?


Cuando fallece un familiar y deja un testamento, al hacer la apertura de la sucesión puede ocurrir
que alguien no esté de acuerdo con las disposiciones que dejo consignadas el causante en su
testamento. Para este tipo de situaciones existe una figura llamada impugnación de testamento, y
a continuación te explicaremos en qué consiste.
Lo primero que debes tener claro que el término impugnar se utiliza para que una persona pueda
solicitar la nulidad de una decisión determinada oponiendo para ello razones que demuestren que
es injusta o ilegal, o que no ha seguido los trámites reglamentados.

Ahora bien, teniendo en cuenta la anterior definición, impugnar un testamento significa


precisamente solicitar la nulidad del testamento que dejo el causante

¿Quién puede impugnar un testamento?


Cualquier persona con calidad de heredero puede impugnar un testamento siempre que:

1. Demuestre o acredite su calidad de heredero

2. Tenga motivos suficientes y razonables para ello

3. Se encuentre en pleno uso de sus facultades mentales

¿Cómo puede hacerse la impugnación de testamento?


Si tu o algún familiar tiene motivos suficientes para solicitar la impugnación de un testamento,
deben acercarse al juez de familia del domicilio del causante y solicitar dicha impugnación
llevando a su vez todos los documentos que no solamente te acrediten como beneficiario del
testamento sino aquellos que soportan tus argumentos para solicitar la impugnación.

¿Cuáles son los motivos para hacer una impugnación de testamento?


Teniendo en cuenta que la última voluntad del causante consignado en un testamento debe
respetarse en su totalidad, solamente es válida la impugnación cuando se trate de motivos
razonablemente válidos y demostrables, por lo mismo nunca se podrá impugnar un testamento
por el simple capricho de una persona al no estar de acuerdo con la disposición testamentaria
hecha por el causante.

Algunos de esos motivos justificables pueden ser:

1. Desheredación injustificada de algunos descendientes

2. La persona que hizo el testamento no tenía en ese momento la capacidad mental para
entender lo que estaba haciendo cuando el documento fue redactado.

3. Incoherencias en la forma del testamento o apertura del mismo

4. Existencia de algún tipo de coerción (fuerza) que obligara al testador a consignar en el


documento dichas decisiones

Es aquel acto por el que una persona dispone sobre el destino que quiere que sigan sus bienes
cuando se produzca su fallecimiento.

En principio, pueden otorgar testamento todas aquellas personas que:

 Como regla general, tengan más de 14 años.

 No estén incapacitadas: Si la sentencia judicial que declara la incapacidad no indica


expresamente si el incapaz puede o no otorgar testamento, el Notario designará a dos
médicos para que se pronuncien al respecto y sólo autorizará el testamento cuando éstos
respondan de la capacidad del testador.

Para saber si el testamento es válido o no en función de la capacidad del testador, debe atenderse
al momento en el que se otorgó. Así, será válido el testamento realizado por una persona que era
capaz en la fecha de su otorgamiento, aunque después pierda sus facultades mentales.

Los testamentos pueden dividirse en comunes y especiales.

En esta categoría se incluyen el testamento ológrafo, el abierto, y el testamento cerrado.

Es el realizado de puño y letra por el testador.

Debe ser escrito en su totalidad por el testador, contener su firma y la fecha en que se otorga.

Sólo pueden otorgar este tipo de testamento los mayores de edad.

Debe presentarse ante el Juez de Primera Instancia del domicilio del testador para
su convalidación en el plazo de 5 años contados desde el día en el que se produce su
fallecimiento. Si no se presenta en este plazo, el testamento no será válido.

Por su parte, es obligación de la persona que lo conserva en su poder, presentarlo al Juzgado en el


plazo de 10 días desde que tenga conocimiento de la muerte del testador. Si no lo hace, será
responsable de los daños y perjuicios que este retraso ocasione.

El juez abrirá el testamento y citará a testigos para que declaren si la letra del testamento coincide
con la del fallecido.

En principio, estos testigos serán el cónyuge, los descendientes y los ascendientes y, en su defecto,
los hermanos.

Una vez considere probado que la letra del testamento es la del testador, el juez dispondrá
la formalización del testamento, por lo que a partir de este momento podrán iniciarse las
operaciones de partición y adjudicación de herencia.

A diferencia del testamento cerrado, el abierto se otorga ante Notario, quien conserva el original
del documento desapareciendo así el peligro de que pueda destruirse o perderse.

Es necesaria la intervención de dos testigos si el testador:

 No sabe o no puede firmar.

 Es ciego.

 No sabe o no puede leer por sí mismo el testamento.

 Cuando así lo solicite el Notario.

Por su parte, los testamentos abiertos “especiales” se otorgan en los siguientes supuestos:

 En peligro de muerte: Puede realizarse el testamento en presencia de 5 testigos sin que


sea necesaria la presencia del Notario. Este peligro puede derivarse de una enfermedad,
de riesgo grave, de accidente mortal, guerra, catástrofe… etc.
 En peligro de epidemia: Será suficiente la intervención de 3 testigos mayores de 16 años.

En ambos casos, el testamento caducará pasados 2 meses desde que haya cesado el peligro de
muerte o la epidemia. Si en este periodo fallece el testador y no se formaliza el testamento ante el
Juzgado en un plazo de 3 meses, el testamento también será ineficaz.

¿Quiénes no pueden ser testigos?

No pueden ser testigos:

 Los menores de edad (salvo en el caso del testamento abierto otorgado en peligro de
muerte o epidemia)

 Los ciegos y los totalmente sordos o mudos.

 Los que no entiendan el idioma del testador.

 Los que no estén en su juicio.

 El cónyuge o los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de


afinidad del Notario que lo autorice y quienes trabajen con él.

 Los herederos y legatarios que se contengan en el mismo, sus cónyuges, los parientes
dentro de cuarto grado de consanguinidad o del segundo de afinidad. Los legatarios, sus
cónyuges y parientes estarán excluidos cuando el legado sea de poca importancia en
relación al patrimonio que compone de la herencia.

En esta modalidad de testamento, el testador, sin revelar cuál es su última voluntad, declara que
ésta se encuentra contenida en un ‘pliego’ que entrega al Notario.

Puede estar escrito:

 De puño y letra: El testador deberá poner al final su firma.

 Mecanografiado o escrito por un tercero: El testador deberá firmar en todas las hojas. Si
no puede firmar personalmente debe indicar el motivo e identificar a la persona que
quiere que lo haga en su nombre.

No pueden realizar testamento cerrado los ciegos o las personas que no sepan o no puedan leer.

Los que no puedan hablar (mudos o sordomudos) pero sí escribir, pueden otorgar este tipo de
testamento, pero será necesario que firmen personalmente el mismo y que en la cubierta escriban
que dentro del sobre se contiene el testamento, expresando cómo está escrito y que ha sido
firmado personalmente.

El testamento se introducirá en un sobre o envoltorio de modo que no pueda extraerse del mismo
sin romperlo y se depositará ante el Notario que deba autorizarlo.

En este acto el testador debe manifestar que el sobre contiene su testamento, si lo ha escrito él
mismo o no, y si lo ha firmado personalmente o una tercera persona.

El Notario levantará el acta del otorgamiento en el mismo sobre o envoltorio que contiene el
testamento.
Una vez autorizado, el testador puede conservar el testamento, entregarlo a una tercera persona
para que lo guarde o dejarlo depositado en los archivos notariales.

Tanto el Notario como la persona que tenga en su poder el testamento cerrado, debe ponerlo en
conocimiento del juez en el plazo de 10 días desde que tenga noticia del fallecimiento del
testador. Si no lo hace, será responsable de los perjuicios que cause este retraso.

En el caso de que se oculte el testamento, se robe, destruya… etc. además de esta


responsabilidad, y de la que pueda derivarse penalmente, el culpable perderá todo derecho sobre
la herencia, como legatario y como legitimario.

Se incluyen dentro de este grupo el testamento militar, el marítimo y el realizado en el extranjero.

En situaciones de guerra se permite que cualquier militar o personal al servicio del ejército,
otorgue testamento ante un oficial que tenga al menos la graduación de Capitán, o ante el
capellán o médico que le asista si se encuentra enfermo.

Estos testamentos serán remitidos al Cuartel General y posteriormente al Ministerio de Defensa,


organismo que a su vez deberá enviarlo al juez de primera instancia del domicilio del testador para
que se cite a los herederos y demás interesados en la sucesión.

Estos testamentos caducan en el plazo de 4 meses desde que el testador deje de estar en
campaña.

También podrá otorgarse ‘de palabra’ ante 2 testigos y quedará ineficaz una vez superado el
peligro.

Es el testamento abierto o cerrado que se otorga durante un viaje por mar por cualquiera de los
que van a bordo.

Si el buque es de guerra, se hará ante el comandante del mismo, y si es mercante ante el capitán o
quien ejerza sus funciones en ambos casos, siendo necesaria la presencia de 2 testigos que serán
elegidos entre los pasajeros.

Si el testamento lo otorgan el comandante o el capitán deberán hacerlo ante las personas que
puedan sustituirlos. Los testamentos realizados quedarán en poder del comandante o capitán y se
hará mención a su otorgamiento en el diario de a bordo.

Una vez llegados a algún puerto en el que exista representación diplomática española, se hará de
entrega de los testamentos que serán enviados a España.

Estos testamentos tendrán una validez de 4 meses desde la fecha del desembarco.

Los españoles pueden realizar testamento fuera de España siguiendo las normas establecidas en el
país en el que se otorga y podrá ser tanto ológrafo como abierto o cerrado sin que sea válido en
España el testamento mancomunado.

También puede otorgarse ante el agente diplomático español que ejerza las funciones notariales
en el extranjero.
Todas las disposiciones testamentarias son revocables (anulables) incluso aunque el testador
manifieste en las mismas su intención de no revocarlas en el futuro.

Se entiende que el testamento queda revocado total o parcialmente cuando el testador otorga
otro testamento posterior o cuando efectúa alguna declaración notarial manteniendo o
suprimiendo todas o algunas de las cláusulas contenidas en el mismo.

Esta declaración debe efectuarse con los mismos requisitos exigidos para otorgar el testamento.
Así, si se ha otorgado más de un testamento, será válido el de fecha posterior.

La información sobre cuántos testamentos ha otorgado una determinada persona en España, ante
qué Notarías, y en qué fechas, la proporciona el llamado Certificado de Actos de última Voluntad,
que puede solicitarse ante el Registro General de Actos de última Voluntad, dependiente del
Ministerio de Justicia.

Esté certificado no puede emitirse hasta transcurridos 15 días desde el fallecimiento del causante.

Respecto al testamento cerrado, se da por revocado cuando el testador lo abre.

El testamento es nulo y por tanto carece de validez cuando:

 Es otorgado por un tercero: El testamento es un acto personal, por lo que no puede


encargarse a otra persona que lo otorgue en nombre del testador.

 Es otorgado por dos o más personas de forma conjunta o mancomunada, con


independencia de que sea en beneficio recíproco o en el de un tercero.

 El testador carece de la capacidad necesaria para otorgar testamento.

 No se han respetado los requisitos formales necesarios para su validez.

 Es revocado por el testador.

 Se ha otorgado con violencia, “dolo” (es decir, con conocimiento de la ilegalidad del acto)
o fraude.

 Se ha otorgado a favor de una persona incierta y que no puede ser identificada.? Las
disposiciones se realizan a favor de un incapaz.

 En los testamentos ológrafos, cuando no se presenta ante el Juez en el plazo de 5 años


desde la fecha de fallecimiento del testador.

 Los testamentos en peligro de muerte son ineficaces a los 2 meses del cese del peligro que
motivó su otorgamiento.

 El testamento militar es ineficaz si el testador supera el peligro que motivó su


otorgamiento, a los 4 meses del fin de la campaña o si, otorgado de forma verbal, no se
formaliza por los testigos que intervinieron.

 El testamento cerrado si aparecen rotas las cubiertas, el sobre o el envoltorio en el que se


contiene, borradas las firmas… etc. salvo que pueda probarse que tales desperfectos los
ha causado el testador en situación de enajenación mental.
¿QUIEN REALIZA LA PARTICION DE LA HERENCIA?
Deben distinguirse dos situaciones:

 Si el causante o fallecido ha otorgado testamento: En estos casos, existe la posibilidad de


que el propio testador haya realizado la partición en su testamento (por ejemplo, “dejo la
vivienda X a mi hijo Juan y el coche Z a mi hija Luisa”) o que haya designado en el mismo a
una tercera persona para que realice estas operaciones. Si es el testador quien realiza la
partición, se respetará la distribución de los bienes que haya realizado salvo que ésta
perjudique a los herederos forzosos. En el supuesto de que esta partición sea realizada por
un tercero, se podrá impugnar judicialmente si los beneficiarios no están conformes con la
valoración dada a los bienes o con la atribución de los mismos.

 Si el causante o fallecido no ha otorgado testamento: En estos casos, si los hijos o


herederos fuesen mayores de edad o si, siendo menores, se encuentran debidamente
representados, pueden distribuir la herencia entre sí como deseen. Si no consiguen
ponerse de acuerdo podrán acudir al juez, quien designará un “contador-partidor” para
que realice la división de la herencia.

Cuando una persona fallece sin testamento, antes de proceder a la partición y adjudicación de los
bienes que componen la herencia, es necesario determinar quiénes son exactamente sus
herederos, lo que se realiza mediante la llamada “declaratoria de herederos”.

Puede realizarse de dos formas:

 Ante el Notario del lugar en el que el fallecido tuvo su último domicilio si los herederos son
los descendientes, ascendientes o cónyuge.

 Ante el Juez del lugar en el que el fallecido tuvo su último domicilio si los herederos son
parientes o personas distintas a los anteriores, por ejemplo, hermanos, tíos, amigos, etc.

La solicitud de la declaración judicial de herederos se realiza por escrito dirigido a los Juzgados de
Primera Instancia, adjuntando el certificado de defunción, el certificado de actos de última
voluntad, el certificado de matrimonio, los documentos que en su caso acrediten el parentesco,
etc.

Puede ser formulada por uno solo de los herederos en nombre de todos y no es obligatoria
(aunque sí recomendable) la intervención de abogado cuando el importe de los bienes de la
herencia no supera un determinado límite económico. En estos procedimientos siempre debe
intervenir el Ministerio Fiscal.
La resolución (un “auto”) que ponga fin al procedimiento se pronunciará sobre quiénes son los
herederos del fallecido y permitirá llevar a cabo la partición y adjudicación de la herencia.

Con el fallecimiento de uno de los cónyuges se produce también la disolución del régimen
económico matrimonial por lo que, antes de proceder a la división de la herencia, es necesario
determinar qué bienes componen el patrimonio del viudo y cuáles el del fallecido.

Normalmente se realiza por escritura pública ante Notario y puede ser impugnada por los
herederos forzosos si la liquidación del régimen matrimonial perjudica su legítima.

Por su parte, y salvo que se haya manifestado lo contrario, se entiende que las donaciones
realizadas en vida por los padres a los hijos, suponen un adelanto de su participación en la
herencia, por lo que, el valor de lo ya recibido deberá restarse de la cuota que le corresponda tras
la partición.

Es lo que se conoce técnicamente con el nombre de “colación de la herencia “. Por ejemplo, si el


padre donó en vida un piso a uno de sus hijos, cuando fallezca aquel los demás hijos podrán exigir
que se “colacione”, esto es, que compute como parte de la herencia del hijo favorecido.

También en este caso deben distinguirse dos situaciones:

 Tanto si existe como si no existe testamento, si los beneficiarios alcanzan un acuerdo para
dividir la herencia (el llamado “caudal relicto”), la partición y adjudicación de los bienes se
podrá efectuar ante Notario. La Escritura en la que se hagan constar las operaciones
particionales contendrá la descripción de los bienes que componen la herencia, su valor, la
declaratoria de herederos, esto es, quiénes son los herederos, qué cuota le corresponde a
cada uno de ellos sobre la herencia, qué bienes se le atribuyen en pago de la cuota y su
conformidad con la misma. La Escritura aludida anteriormente, llamada “de partición y
adjudicación de herencia”, permitirá al beneficiario cambiar a su favor la titularidad de
los bienes inmuebles(pisos, fincas, etc.) en el Registro de la Propiedad, aunque
previamente deberá liquidar el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto sobre
el incremento de valor de los bienes de naturaleza urbana o “plusvalía”.

 Si no existe acuerdo entre los beneficiarios de la herencia, independientemente de que


exista o no testamento, la partición se llevará a cabo o podrá ser impugnada
judicialmente. Para ello, como en todos los casos en los que haya que acudir a los
tribunales, convendrá recabar los servicios de un abogado.

Cualquier coheredero o legatario puede solicitar la división de la herencia siempre que ésta no
deba realizarse por persona designada por el fallecido en el testamento o en este documento se
requiera a los beneficiarios para que la realicen de mutuo acuerdo. En tales casos, será necesario
esperar a que la partición se realice para poder impugnarla.

El procedimiento judicial para solicitar la división de la herencia comienza con una demanda que
debe ir firmada por Abogado y Procurador y a la que debe acompañarse el certificado de
defunción, el certificado del Registro de Actos de legitima Voluntad (del Ministerio de Justicia) en
el que conste que el fallecido no otorgó testamento, así como el documento que acredite que el
demandante tiene la condición de heredero o legatario así como la documentación relativa a los
bienes que componen la herencia.

Una vez solicitada la división, y en los casos que sea necesario, se puede acordar la
intervención de los bienes y la formación de inventario, así como el nombramiento de una
persona que se encargue de la administración de los mismos.

Los herederos serán convocados a una Junta, a la que también acudirá el Ministerio Fiscal si
alguno de los herederos es menor o incapaz o ha sido declarado ausente y aún no se ha designado
a su representante.

En esta Junta los interesados deben ponerse de acuerdo para nombrar a un “contador-
partidor” que practique las operaciones de división, así como aquellos peritos que sean necesarios
para valorar y tasar los bienes.

Si no se alcanza ningún acuerdo, se le designará por sorteo (el cargo de contador-partidor debe
recaer sobre un abogado en ejercicio).

El contador-partidor es la persona que realiza las operaciones divisorias y está obligado a respetar,
si existen, las reglas para la valoración de los bienes que hayan sido impuestas por el testador,
siempre que éstas no perjudiquen a la legítima de los herederos forzosos.

Las operaciones de división tendrán una duración máxima de 2 meses.

El informe que emita el contador-partidor debe contener una relación de los bienes que
componen la herencia, su valoración, la división que se practica de los mismos y su atribución a
cada uno de los herederos.

Estas operaciones les serán comunicadas a todas las partes que intervengan en el procedimiento
para que, si no están conformes, puedan oponerse a ellas en un plazo de diez días.
Esta oposición debe formularse por escrito.

En este punto se plantean nuevamente dos posibilidades:

 Si no se formula oposición, el juez dictará una resolución (un “auto”) por la que se
aprobarán las operaciones divisorias.

 Si se formula oposición, el juez citará a las partes a una nueva comparecencia en la que se
expondrán los motivos de dicha oposición y en la que incluso podrá acordarse la práctica
de alguna prueba (por ejemplo, los herederos no están de acuerdo con la valoración que
se ha dado a los bienes y se solicita una nueva tasación).

El procedimiento se tramitará a partir de este momento como un juicio verbal.

Una vez que se haya realizado la partición y la adjudicación, cada coheredero adquiere
la propiedad y la posesión de los bienes que se le otorguen.

La resolución judicial que en su caso se dicte, permitirá al beneficiario cambiar a su favor la


titularidad de los bienes inmuebles en el Registro de la Propiedad, aunque previamente deberá
liquidar el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto sobre el incremento de valor de los
bienes de naturaleza urbana o plusvalía.
Siempre resulta conveniente obtener el consejo de un abogado en cualquier cuestión sucesoria, y
especialmente sobre la conveniencia y la forma de entablar las correspondientes acciones legales.

Los gastos de la partición que se hayan realizado en beneficio de todos los coherederos serán a
cargo de la llamada “masa hereditaria” (el conjunto de los bienes del difunto) y los que beneficien
a uno de ellos, serán de su cargo de forma exclusiva.

Si los acreedores están identificados en el testamento, son reconocidos por los coherederos, o
tienen en su poder un título ejecutivo (letra de cambio, cheque, pagaré o una sentencia judicial
firme… etc.) pueden oponerse a la partición de la herencia hasta que se les pague o se les asegure
el pago de sus créditos, pero no pueden solicitar que se practique la división judicial de los bienes
que componen la herencia.

Sin embargo, los acreedores sí pueden ejercer acciones judiciales contra la comunidad hereditaria
o los coherederos en el juicio que corresponda, sin que estas acciones suspendan el
procedimiento de división judicial de la herencia.

Una vez realizada la partición, los acreedores podrán exigir el pago de las deudas, hasta el límite
del importe de los bienes atribuidos a cada heredero si la herencia se aceptó a beneficio de
inventario, o hasta el límite del total de la deuda, si no se hizo de esta forma.

Así, para que el heredero no tenga que responder con sus bienes de las deudas del fallecido, la ley
establece la posibilidad de aceptar la herencia “a beneficio de inventario “, en cuyo caso el
heredero sólo responderá de las deudas del fallecido hasta donde cubran los bienes de la herencia
y sólo adquirirá los bienes que queden en la herencia una vez que se hayan pagado todas las
deudas.

La petición del beneficio de inventario debe reunir determinadas formalidades y también puede
perderse.

Por su parte, el coheredero que hubiese pagado más importe de deuda de lo que corresponda a su
cuota de participación en la herencia, puede reclamar a los demás este exceso.

Si uno de los coherederos es también acreedor del difunto, puede reclamar a los demás que se le
abone el crédito pendiente de pago a su favor, reduciendo también de su parte, la cuota que le
corresponda de la deuda.

Si los acreedores lo son de uno o más de los coherederos pueden intervenir en la adjudicación de
los bienes para evitar que se haga en fraude de sus intereses.

Es frecuente pensar que, una vez fallecido el propietario de un determinado bien (por ejemplo, un
apartamento, un vehículo, etc.), sus herederos pueden proceder a venderlo a un tercero
inmediatamente.

Pues bien, la cosa no es tan sencilla, ya que el heredero no puede vender los bienes que
componen la herencia hasta que no le son adjudicados de forma expresa y formal, bien tras la
tramitación del procedimiento judicial, bien a través de la escritura de partición y adjudicación de
herencia otorgada ante Notario.
Por tanto, los bienes no le pertenecen y no podrá disponer de ellos hasta su adjudicación, incluso
aunque sea el único heredero.

Así, el / los herederos sólo podrán vender los derechos hereditarios que les corresponden o
puedan corresponder sobre la herencia, pero no los bienes que la componen y en los que se
concretan tales derechos. Estos bienes pasarán al comprador cuando se adjudiquen
definitivamente al beneficiario-vendedor.

Si existen varios coherederos, el interesado en vender sus derechos sobre la herencia deberá
comunicarle al resto su intención, para que éstos puedan subrogarse en la posición del comprador
y adquirir en su lugar tales derechos, previo pago del precio que se haya acordado.

La partición puede rescindirse (anularse) por las mismas causas que cualquier tipo de contrato,
esto es, cuando se haga sin tener la capacidad suficiente o cuando vaya en contra de la ley.

También cuando exista un perjuicio o lesión para alguno de los beneficiarios de la misma,
considerándose que existe este perjuicio si, entre el valor de los bienes que se le han atribuido y el
valor de los adjudicados al resto, existe una diferencia de más de un 25 %del valor de los primeros.

Sin embargo, la partición que hubiese realizado el propio fallecido en su testamento no puede ser
impugnada por lesión salvo que perjudique la legítima de los herederos forzosos o pueda
deducirse de alguna forma que la voluntad del testador era distinta a la que después se hizo
constar en el testamento.

El heredero que pretenda rescindir la partición realizada por el perjuicio o lesión que se le ha
causado, dispone de 4 años y deberá hacerlo a través del correspondiente procedimiento judicial.

Por su parte, los herederos demandados, podrán optar entre indemnizar al heredero por el
perjuicio que se le ha causado o realizar una nueva partición de los bienes que componen la
herencia.

La acción judicial de rescisión de la partición de la herencia no puede ejercitarla el heredero que


hubiese vendido totalmente o gran parte de los bienes inmuebles que se le hubiesen adjudicado.

Puede suceder que, tras la partición, aparezcan nuevos bienes a nombre del fallecido.

En estos supuestos, la partición no se anula, sino que los bienes se “adicionan” a la ya realizada,
esto es, se realiza un nuevo reparto de los bienes que han aparecido.

En el primero de los casos, si se omite a alguno de los herederos sin mala intención, la partición no
se anula, sino que el resto de los beneficiarios deberán darle al excluido la parte que le
corresponda en la herencia.

Sin embargo, si en la partición fuese considerado como heredero alguien que realmente no debe
serlo, la partición será nula.

El heredero puede renunciar a la herencia. En este caso la renuncia habrá de hacerse siempre de
forma expresa, en documento público, ante Notario o por escrito ante el juez si existe litigio o no
ha habido testamento.
Si cuando el heredero renuncia concurren a la herencia otros herederos, éstos tendrán el
denominado “derecho de acrecer”, esto es, a que la porción a la que el heredero ha renunciado se
reparta proporcionalmente entre los que han aceptado la herencia.

A veces ocurre que el beneficiario de una herencia decide renunciar a la misma para no verse
obligado a entregar los bienes adjudicados a los acreedores en pago de las deudas pendientes, lo
que sucede, por ejemplo, cuando alguien declarado insolvente recibe bienes de una herencia, y
sus acreedores se enteran.

En este caso, si el “moroso” renuncia a la herencia, estará perjudicando a sus acreedores, por lo
que la ley les permite oponerse judicialmente a dicha renuncia.

Sin embargo, los acreedores no tendrán ningún derecho sobre el sobrante de la porción
hereditaria una vez abonadas las deudas.

En todo caso, siempre resulta conveniente, cuando no imprescindible, contar con


el asesoramiento profesional de un abogado antes de efectuar cualquier actuación sucesoria

El parentesco es el vínculo existente entre personas que pertenecen a la misma


familia.

Conviene conocer su significado desde el punto de vista jurídico, puesto que el grado
de parentesco resulta determinante a la hora de heredar, cobrar prestaciones sociales,
indemnizaciones por accidente, etc.

El parentesco de una persona respecto de otra se determina por el número


de generaciones que las separan. Cada generación es un grado.

La sucesión de grados forma la “línea de sucesión”.

La línea de sucesión puede ser recta o directa, formada por personas que ascienden o
descienden unas de otras (abuelos, padres, hijos, nietos), o colateral, formada por
personas que proceden de un mismo tronco común (hermanos, tíos, sobrinos).

La línea puede ser también descendiente, liga a una persona con aquellas que
descienden de él (abuelos, padres, hijos, nietos) o ascendente, liga a una persona
con aquellos de los que desciende (nietos, padres, abuelos).

El cómputo de los grados de parentesco se realiza de forma distinta según la línea de


sucesión:

 En la línea recta o directa: Los grados se cuentan subiendo hasta el


ascendiente o descendente común dependiendo de si la línea es ascendente o
descendente. Así, en línea ascendente, el hijo dista un grado del padre, dos
del abuelo y tres del bisabuelo; en la línea descendente, el abuelo dista un
grado del padre, dos del nieto y tres del biznieto.
 La línea colateral: Los grados se cuentan subiendo en primer lugar hasta el
tronco común (como en la línea recta) y, en segundo lugar, descendiendo hasta
la persona respecto de la que se pretenda establecer el grado de parentesco.
Así, el hermano dista dos grados del hermano (el primer grado sería el padre en
línea recta que constituiría el tronco común, y el segundo sería el hermano que,
como hijo, dista del padre otro grado), tres del tío (el primer grado sería el
padre, el segundo el abuelo y el tercero el hijo del abuelo, esto es, el tío),
cuatro del primo (el primero sería el padre, el segundo el abuelo, el tercero el
tío y el cuarto el primo).

También debe distinguirse entre el parentesco por consanguinidad y el parentesco


por afinidad. El primero se da respecto de la propia familia, y el segundo respecto de
la familia del cónyuge, computándose los grados de la misma forma.

En el siguiente cuadro se reflejan los grados de parentesco, tanto por línea recta o
directa y colateral, como por consanguinidad y afinidad.

Grados Titular/Cónyuge
1 Padres Suegros Hijos Yerno/Nuera
2 Abuelos Hermanos Cuñados Nietos
3 Bisabuelos Tíos Sobrinos Biznietos
4 Primos – – –

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