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Nuestro principal objetivo como predicadores es anunciar a Cristo.

La esencia de la predicación se basa en quien es Jesucristo, que vino a hacer por


nosotros, y que Él realmente nos vino a buscar, por tal motivo te dejaremos las 7
cosas que debes evitar al predicar.

Sin duda alguna predicar es una tarea de las más complicadas que tenemos hoy
en día en nuestras iglesias, pero ¿por qué difíciles? difíciles por el hecho de que
no todo el mundo quiere estudiar la Biblia para hacer un buen sermón, y muchas
personas andan por ahí contando simplemente sus sueños, "visiones",
experiencias, lo que escucharon de un tele-evangelista, y muchas otras cosas sin
sentido.

1.- Sacar textos de contexto.

Muchos predicadores en la actualidad escogen un versículo para crear una


doctrina, hasta llegar a crearse sectas basadas en un solo versículo, tenemos que
tener mucho cuidado con esto, ya que no estamos dando el mensaje correcto que
quiere dar a entender el autor original, por eso como consejo siempre que vayas a
ocupar un texto, tienes que leer antes y después para verificar que la idea esté en
el orden correcto.

2.- Hablar más de ti que de Cristo.

En la actualidad tenemos muchos predicadores que se paran en el púlpito para


hablar de cuantas cosas han hecho, cuantas campañas han hecho, o cuantos
milagros han hecho, pero jamás predican a Cristo, pero tenemos que seguir el
ejemplo del apóstol Pablo a los Corintios que les dijo: "Cuando estuve entre
vosotros procuré predicarles a Cristo y este crucificado..." por lo tanto, hermano
predicador Cristo es la esencia de todo el Evangelio y por ende de toda nuestra
predicación, y si sacamos a Cristo de nuestro sermón, y nos colocamos nosotros
mismos, no estamos predicando el Evangelio.

Charles Spurgeon en una ocasión dijo lo siguiente: "¿No hay Cristo en tu sermón,
caballero? Entonces vete a casa y nunca prediques de nuevo hasta que tengas
algo que valga la pena oír".

3.- Contar fábulas.

Hay muchos predicadores que se la pasan contando anécdotas, fábulas, charlas


motivacionales, hasta chistes y un montón de cosas para mantener a las personas
motivadas y entretenidas, porque muchas personas en realidad no quieren
escuchar el Evangelio, les aburre, les da sueño.

Como predicadores nuestro llamado es a predicar todo el consejo de Dios,


predicar el Evangelio de Cristo, no importando cuantas personas quieran
escuchar, tu tienes que agradar a Dios antes que a los hombres.

4.- No tener amor.

Todo predicador debe tener suficiente amor, porque realmente estamos


predicando un mensaje duro y fuerte, el Evangelio tiene un mensaje que va en
contra de la naturaleza pecaminosa del hombre, pero debemos aprender a hablar
sazonado con sal, es decir, a hablar las cosas claras, pero de una forma que sea
comprensible para el que nos escucha, no dejando de lado las verdades del
Evangelio.

5.- No enseñar en base a tus sentimientos.

Debemos de tomar esto muy en cuenta, no podemos predicar un Evangelio de


acuerdo a nuestros sentimientos, es decir no debemos basar nuestras doctrinas
en lo que nosotros creemos o sentimos, sino en lo que la Biblia dice.

6.- No abusar del tiempo.

Tenemos que buscar un equilibrio entre cuanto tiempo predicar, hay que estar
atentos a no extendernos más de lo necesario, debes asegurarte que lo que vas a
decir, previamente ya hiciste una medición de cuanto vas a tardar, de no ser así,
tienes que hacer una serie de predicaciones del tema, y ahí debes de ir cortando
cada parte de la serie.

7.- Decir que estamos terminando cuando no es así.

Debes asegurarte de decirlo cuando en realidad vayas a cerrar el tema, o si el


sermón es parte de una serie y vas a continuar en otra ocasión, para no
desesperar a los hermanos o aburrirlos porque no acabas y te extiendes
demasiado, creando en ellos ansiedad o desesperación.

Esperamos que estos consejos te ayuden a ser un mejor predicador del Evangelio.

-Joseph Montas
Adaptado por Mike Gutiérrez

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