Cuando una persona fallece puede dejar uno o varios bienes o derechos determinados
a alguien en particular. Estos bienes se separan de la herencia y no son objeto de
reparto entre los herederos.
A estos bienes concretos se les denomina legados y a los beneficiarios, legatarios.
El legado puede consistir en una cosa espec�fica o gen�rica (por ej., el apartamento X), una prestaci�n, el derecho de cobro de una deuda, el perd�n de las deudas� etc.
La concesi�n de un legado s�lo puede hacerse por testamento e indic�ndolo de forma
expresa.
Sin embargo, la disposici�n de legados en una herencia tiene un l�mite: no puede
perjudicar en ning�n caso la leg�tima de los herederos forzosos, por lo que tendr� que reducirse su importe si lo hace.
Como en el caso de la herencia, tambi�n es posible renunciar al legado.
Ser�n los herederos los obligados a entregar los legados que el testador haya realizado en su testamento.
Tambi�n pueden legarse cosas que no se encuentran en el patrimonio del testador. En
estos casos, los herederos, con el patrimonio de la herencia, deber�n adquirir el bien para el legatario (por ejemplo, �que con cargo a la cuenta bancaria X se compre un coche a mi hijo Luis�)