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Voces: DEFENSA DEL CONSUMIDOR ~ CONSUMIDOR ~ DERECHOS DEL CONSUMIDOR ~

ADMINISTRACION DE JUSTICIA ~ RELACION DE CONSUMO ~ SISTEMA DE RESOLUCION DE


CONFLICTOS EN LAS RELACIONES DE CONSUMO ~ AUDITOR EN LAS RELACIONES DE
CONSUMO ~ AUDITORIA EN LAS RELACIONES DE CONSUMO ~ CONCILIADOR EN LAS
RELACIONES DE CONSUMO ~ SERVICIO DE CONCILIACION PREVIA EN LAS RELACIONES DE
CONSUMO ~ JUSTICIA NACIONAL EN LAS RELACIONES DE CONSUMO
Título: Aproximaciones a la ley Nº 26.993 de sistema de resolución de conflictos en las relaciones de consumo
Autor: Barocelli, Sergio Sebastián
Publicado en: DJ12/11/2014, 81
Cita Online: AR/DOC/3565/2014
I. Introducción
El pasado 17 de septiembre la Cámara de Diputados de la Nación dio sanción definitiva al proyecto elevado
por el Poder Ejecutivo Nacional que establece un nuevo Sistema de Resolución de Conflictos en las Relaciones
de Consumo, a la que en adelante nos referiremos, de modo genérico, como "la ley". El 18 de septiembre el
Poder Ejecutivo nacional la promulgó, siendo publicada en el Boletín Oficial el día 19 de septiembre.
Dicha ley prevé un nuevo marco de resolución de conflictos en materia de relaciones de consumo, creando
un Servicio de Conciliación Previa en las Relaciones de Consumo (COPREC), con carácter previo y obligatorio.
En caso de que la cuestión no se resuelva en dicha instancia conciliatoria, se crea una doble vía: las Auditoría en
las Relaciones de Consumo y la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo, conforme a las previsiones
que detallaremos a continuación.
Asimismo, la Ley 26.993 modificó las leyes 24.240 de Defensa del Consumidor (LDC), 22.802 de Lealtad
Comercial, 25.156 de Defensa de la Competencia y 26.589 de Mediación, como así también normas referidas a
la organización administrativa y judicial.
Por último, se invitó a las jurisdicciones locales a adherir a la presente ley, a adecuar sus regímenes
procesales y/o procedimentales y a crear el fuero del consumidor y/o a determinar qué tribunal será competente
a efectos de adecuarse a la ley.
Adelantamos al lector que el presente no pretende ser una análisis exhaustivo de la norma mencionado, sino,
como establece el título, una aproximación inicial y exploratoria a la nueva ley, que nos permita determinar los
alcances del nuevo sistema de resolución de conflictos y demás modificaciones legislativas dispuestas por la ley
26.993, que inviten a la reflexión sobre los cambios establecidos y a futuras profundizaciones y nuevas miradas
sobre los temas descriptos.
II. Del Servicio de Conciliación Previa en las Relaciones de Consumo (COPREC)
En primer término, la ley crea el Servicio de Conciliación Previa en las Relaciones de Consumo (COPREC).
Dicho servicio actuará a nivel nacional mediante su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las
dependencias, delegaciones u oficinas fijas o móviles que se establezcan en el resto del país, con carácter
previo, obligatorio y gratuito a la instancia jurisdiccional. Creemos que la extensión territorial de dicho servicio
será una de las claves para asegurar la eficiencia y eficacia del sistema.
Ahora bien, el ámbito de actuación del COPREC requiere como presupuesto inicial que estemos ante un
reclamo en el marco de una relación de consumo. (1) Este será el "test" inicial que el servicio deberá verificar
liminarmente para admitir la reclamación.
No obstante ello, no cualquier reclamo en el marco de relaciones de consumo será admisible, sino, conforme
prevé el art. 2º, cuando:
a) Quien inicie el reclamo necesariamente deberá revestir el carácter de "consumidor" en los términos del
art. 1º de la LDC, ya sea porque es quien ha adquirida o utilizado un bien o servicio para satisfacer necesidades
domésticas o no profesionales (consumidor en sentido estricto), porque sin ser parte de una relación de consumo
es el destinatario final del bien, servicio o prestación (usuario no contratante) o por estar expuesto a una relación
de consumo. Los reclamos que eventualmente puedan entablar los proveedores deberán canalizarse a través del
régimen de mediación previa prevista por la ley 26.589 de Mediación en el ámbito geográfico de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires o regímenes análogos en otras jurisdicciones o recurrir directamente a la instancia
judicial (civil o comercial ordinaria o federal).
b) Debe versar sobre cuestiones referentes a sus derechos individuales . La fórmula adoptada por el
legislador es amplia, por lo que cualquier tipo de reclamaciones serán admisibles en este punto
(incumplimientos, reparación de daños y perjuicios, etc.). En cuanto a las cuestiones referidas a derechos de
incidencia colectiva de los consumidores o usuarios, es controvertida si resultará aplicable el régimen de
mediación prejudicial de la ley 26.589. En general, ha habido fallos (2) que han entendido que no resultaría
aplicable, toda vez que, conforme dispone el art. 54 de la LDC, en todo acuerdo sobre derechos de incidencia
colectiva debe intervenir obligatoriamente el Ministerio Público Fiscal y luego homologarlo la autoridad
jurisdiccional; sin embargo, en otras jurisdicciones con sistema de mediación prejudicial las resoluciones han

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sido diversas. (3)
c) No exceda de un valor equivalente al de cincuenta y cinco salarios mínimos, vitales y móviles. Esta
limitación cuantitativa, que puede ser cuestionable por algunos en cuanto a la posible asimilación conceptual de
las cuestiones referidas a las relaciones de consumo a la idea de "menor cuantía". Sin embargo, la
implementación con limitaciones cuantitativas puede resultar pertinente por cuestiones de oportunidad y
eficacia inicial del sistema, para, en el futuro, ser revisado y eventualmente suprimido. No obstante ellos,
aquellos reclamos referidos a relaciones de consumo por un monto superior, los consumidores podrán
encauzarlo a través del régimen de mediación previa prevista por la Ley 26.589 de Mediación en el ámbito
geográfico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o regímenes análogos en otras jurisdicciones, previa a la
instancia judicial (civil o comercial ordinaria o federal) o interponerlo ante las instancias administrativas de las
jurisdicciones locales o eventualmente ante los Tribunales arbitrales de consumo, previstos en el art. 59 de la
LDC y que el legislador no ha decidido suprimir.
El art. 2º prevé también que, en los supuestos de relaciones de consumo reguladas por otras normas, el
consumidor o usuario podrá presentar su reclamo ante el COPREC o ante la autoridad instituida por la
legislación específica. Así, por ejemplo, en el caso de servicios públicos, será opción del consumidor recurrir a
los procedimientos establecidos en los marcos regulatorios específicos o a la instancia del COPREC. Esta
disposición reproduce la regla dispuesta por el último párrafo del art. 25 de la LDC, conforme la modificación
introducida por la ley 26.361.
Si bien la ley habla de "proveedor o prestador", en el presente trabajo usaremos exclusivamente el término
"proveedor", que se compatibiliza con la conceptualización del art. 2º de la LDC:
En cuanto a las normas de procedimiento, el art. 5º establece que el mismo se regirá por las reglas y
condiciones previstas por la ley y los principios establecidos en la ley 24.240 y sus modificatorias.
Supletoriamente se aplicará el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, salvo en materia de plazos, los
cuales se contarán por días hábiles administrativos.
Aquí resulta de vital importancia tener presentes la situación de debilidad y vulnerabilidad estructural en que
se encuentran los consumidores en el mercado y la consecuencia relación asimétrica que establecen con los
proveedores de bienes y servicios, quien se encuentran en una situación de superioridad técnica, económica o
incluso sociocultural o política. Y que por consiguiente, el ordenamiento jurídico ha decidido establecer un
orden público de protección de la parte débil de la relación de consumo, empoderando de derechos a los
consumidores, estableciendo deberes a los proveedores y determinando la manda a las autoridades públicas de
velar por la vigencia de los derechos de los consumidores y usuarios, conforme prescribe el art. 42 de la
Constitución. Así, el Derecho del Consumidor como sistema protectorio se nutre de los siguientes principios:
a) principio protectorio, fundamental en la materia, con fundamento el art. 42 de la Constitución (CN) y el
art. 1º de la LDC, que para su aplicación se puede expresar en dos formas: 1) regla in dubio pro consumidor;
tanto para la interpretación de las normas (art. 3º, LDC) como de las relaciones de consumo (art. 37, LDC), 2)
regla de la norma más favorable (art. 3º, LDC); y 3) regla de la condición más beneficiosa;
b) principio de irrenunciabilidad de los derechos, basado en el carácter de orden público del derecho del
consumidor (art. 65 de la LDC);
c) principio de buena fe (art. 37, LDC), que es principio general del derecho y del cual derivan los principios
de transparencia y de confianza;
d) principio de equidad;
e) principio de no discriminación (art. 16, CN y tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía
constitucional y art. 8º bis de la LDC);
f) principio de realidad;
g) principio de solidaridad (arts. 2º y 40, LDC); y
h) principio de sustentabilidad (arts. 41, CN y 43, inc. a]).
Todas estas circunstancias deberán tenerse presente a la hora de la celebración de la instancia conciliatoria.
Como bien señala Pérez Bustamante, el objetivo de la conciliación no es otro que intentar un acuerdo entre
las partes en conflicto, pero más allá del objetivo de alcanzar el acuerdo, se debe procurar que éste sea el
resultado de una composición de intereses equilibrada y que no se vulneren los derechos del consumidor. El
conciliador, quien se encuentra investido del poder público, debe tener un rol más activo que el de un mediador,
ya que su función es restablecer el equilibrio entre las partes como forma de garantizar un acuerdo que respete
las normas del sistema protectorio del consumidor; por lo tanto, deberá intervenir en asistencia del consumidor
si observa que tiene dificultades para sostener sus posiciones, o desconoce la ley, sus derechos y posibilidades.
Su actuación debe alejarse de la neutralidad, más no de la imparcialidad. (4)
También deberá tenerse en cuenta que muchos consumidores no conocen sus derechos y no asistirán con
patrocinio letrado; en cambio los proveedores suelen derivar estos asuntos a sus abogados.

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En cuanto a las reglas de determinación de la competencia en la instancia conciliatoria se determina que, a
elección del consumidor, podrá ser:
a) por el lugar de consumo o uso;
b) por el de celebración del contrato;
c) por el del proveedor;
d) o por el domicilio de la citada en garantía.
En cuanto al conciliador de consumo, suele ser caracterizado como un facilitador comunicacional investido
del poder público, que conduce el proceso comunicacional, en virtud del cual tiene deberes específicos propios,
como el de combatir las diferencias de poder negocial entre las partes, sugerir soluciones y velar porque el
acuerdo carezca de de abusividades y respete por los derechos del consumidor y demás normas del sistema
protectorio. (5)
Los conciliadores del COPREC deberán cumplir con los siguientes requisitos para desempeñar su rol:
a) Estar inscriptos en el Registro de Mediadores establecido por la ley 26.589.
b) Acreditar la capacitación que en la materia específica dictará la Secretaría de Comercio del Ministerio de
Economía y Finanzas Públicas juntamente con la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos. Este punto esencial entendemos que es esencial para que el sistema resulte satisfactorio. Como
hemos señalado, la mediación y la conciliación tienen finalidades, principios y modalidades bien diferenciados,
especialmente respecto de los roles que deben desempeñar. Asimismo, lo conciliadores deberán tener un
acabado conocimiento de las normas y principios del Derecho del Consumidor.
c) Superar una instancia final de evaluación ante la autoridad de aplicación;
Entendemos que dicha instancia debe poner el acento especialmente normas y principios del Derecho del
Consumidor.
d) Cumplir con las demás exigencias que se establezcan reglamentariamente.
De superar dichas instancias, serán inscriptos Registro Nacional de Conciliadores en las Relaciones de
Consumo en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y dicho Ministerio habilitará a los
conciliadores de consumo autorizados por la autoridad de aplicación para desempeñarse en las dependencias,
delegaciones u oficinas que ésta establezca.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en coordinación con las jurisdicciones locales que adecuen
sus regímenes procesales y procedimentales o adhieran a la presente ley en los términos del art. 77, inscribirá en
un registro especial a aquellos conciliadores de consumo que conformen los respectivos registros locales
correspondientes a esta materia.
A efectos de la presentación de reclamaciones, conforme dispone el art. 6º, el consumidor o usuario deberá
presentar ante el COPREC, en el formulario que la reglamentación apruebe, el reclamo consignando
sintéticamente su petición, estableciendo que reglamentación establecerá los medios informáticos o electrónicos
mediante los cuales el consumidor o usuario podrá también dirigir el reclamo ante aquél.
Posteriormente, la autoridad a cargo del COPREC evaluará si el reclamo cumple con los requisitos de
admisibilidad que establezca la reglamentación.
Una de las cuestiones de fondo a destacar es que la interposición del reclamo interrumpirá la prescripción de
las acciones judiciales y las administrativas, y de las sanciones emergentes de la ley 24.240 y sus modificatorias,
cuya aplicación corresponda en virtud de los hechos que sean objeto del reclamo.
Asimismo, el consumidor o usuario no podrá iniciar un nuevo reclamo cuyo objeto sea idéntico al de otro
reclamo que haya iniciado con anterioridad y que se encuentre pendiente de resolución ante el COPREC, o que
haya concluido con o sin acuerdo, o por incomparecencia injustificada del proveedor o prestador.
Una vez que el admitido el reclamo por el COPREC, la designación del conciliador podrá realizarse,
conforme prevé el art. 7º:
a) Por sorteo que efectuará el COPREC de entre los inscriptos en el Registro Nacional de Conciliadores en
las Relaciones de Consumo.
Dicho sorteo deberá efectuarse dentro del plazo de tres días contados desde la presentación del reclamo.
b) Por acuerdo de partes mediante convenio escrito, en el cual se elija entre aquellos conciliadores,
inscriptos y habilitados en el Registro Nacional de Conciliadores en las Relaciones de Consumo. Esta opción,
entendemos, debe ser admitida de manera restrictiva, toda vez que, como es sabido, en el marco de las
relaciones de consumo, por tratarse de relaciones estructuralmente asimétricas, en las que el consumidor se
encuentra en una situación de debilidad y vulnerabilidad frente al proveedor, la autonomía de la voluntad se
encuentra fuertemente restringida, cuando no limitada exclusivamente a la capacidad del consumidor de aceptar
o rechazar in totum las condiciones establecidas por el proveedor; y en situaciones de monopolio, ni si quiera

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eso. Máxime teniendo en cuenta que en este supuesto, como en el del inciso siguiente, el consumidor no goza
del beneficio de gratuidad en la conciliación. Por tal razón, ante el escaso o nulo poder negocial del consumidor,
el proveedor podría imponerle al consumidor un conciliador vinculado a su grupo económico o cercano a sus
intereses, incluso mediante formularios preimpresos. Lo que si rechazamos de plano es la posibilidad de que en
el contrato o cualquier documento donde se regle la relación de consumo, celebrado con anterior al reclamo del
consumidor, se prerredacte una cláusula compromisoria con un conciliador o lista de conciliadores en particular.
Tal cláusula entendemos que configuraría una cláusula abusiva en los términos del art. 37 de la LDC, por lo que
deberá reputársela como no escrita e insanablemente nula.
c) Por propuesta del consumidor o usuario al proveedor, a los efectos de que éste seleccione un conciliador
de consumo inscripto en el Registro Nacional de Conciliadores en las Relaciones de Consumo de un listado
cuyo contenido y demás recaudos deberán ser establecidos por vía reglamentaria.
Aquí el procedimiento es similar al previsto en la mediación privada previsto por la Ley 26.589. La
reglamentación deberá determinar el número mínimo de conciliadores que el consumidor deberá incluir en su
requerimiento de conciliación al o a los proveedores y qué circunstancias acaecerán, en el caso de múltiples
requeridos, ante el supuesto de decisiones contradictorias.
El conciliador designado citará a audiencia al consumidor o usuario y al proveedor o prestador, la que
deberá celebrarse dentro del plazo de diez días contados desde la fecha de designación de aquél. A tal efecto, el
consumidor o usuario podrá optar por consignar una dirección de correo electrónico al momento de formalizar
el reclamo, en la cual se le notificará en tres oportunidades la fecha de la aludida audiencia.
El procedimiento de conciliación tendrá un plazo de duración máximo de treinta días prorrogables por otros
quince días, a requerimiento de las partes por ante el conciliador.
En cuanto a las reglas del procedimiento conciliatorio, la ley establece las siguientes:
a) Oralidad actuada. El procedimiento conciliatorio se desarrollará de manera oral, librándose a la
finalización del mismo un acta.
b) Obligatoriedad. A efectos de poder acceder a la justicia, se establece que de manera previa y obligatoria
los reclamos de los consumidores deban interponerse ante el COPREC.
c) Gratuidad. En consonancia con el art. 53 de la LDC, se establece que el procedimiento para el
consumidor será gratuito; estando, por tanto, exento de tasas, gastos y costas. Solamente estarán a su cargo, los
honorarios de su abogado/a, en el supuesto que concurra con patrocinio letrado; a los fines de solventar las
notificaciones y el pago de los honorarios básicos debidos a los conciliadores designados por sorteo para el caso
de las conciliaciones en las que las partes no arriben a un acuerdo, el art. 20 prevé un Fondo de Financiamiento.
(6)
d) Celeridad y economía. A efectos de contribuir a estos principios y a la "despapelización" el art. 8º
establece que las comunicaciones entre la autoridad de aplicación y los Conciliadores se realizarán por correo
electrónico o por el programa informático que oportunamente se establezca.
e) Asistencia letrada no obligatoria. El art. 9º de la ley establece con carácter facultativos que ambas partes
podrán contar con asistencia letrada. El consumidor o usuario podrá contar con la asistencia de representantes de
una asociación de consumidores y usuarios en los términos del art. 56 de la ley 24.240 y sus modificatorias, del
Ministerio Público de la Defensa o de otros organismos estatales de defensa del consumidor o de servicios de
patrocinio jurídico gratuito públicos o privados. La autoridad de aplicación dispondrá de un servicio de
patrocinio jurídico gratuito destinado a la asistencia de los consumidores o usuarios que lo soliciten y cumplan
los requisitos que se establezcan reglamentariamente. Si a criterio del Conciliador, la cuestión a resolver
requiriese, por la complejidad de sus características o por otras circunstancias, el patrocinio letrado, así se lo
hará saber a las partes.
f) Confidencialidad. Se dispone que, salvo pacto en contrario, las audiencias, y por tanto, sus circunstancias,
serán confidenciales.
g) Comparecencia personal de las partes. Como regla general, ambas partes deben concurrir a las audiencias
en forma personal, sin perjuicio de la asistencia letrada con la que podrán contar. En el caso de las personas de
existencia ideal, las mismas deberán ser representadas por sus representantes legales o mandatarios con
facultades suficientes para acordar transacciones, pudiendo ser suplido un director, socio, administrador o
gerente que tenga poder suficiente para realizar transacciones. Excepcionalmente, se admitirá la representación
de las personas físicas que se hallaren impedidas de asistir a la audiencia, por mandato o carta poder otorgada
ante autoridad competente. En el caso que en ausencia de la persona física afectada por el impedimento se
arribare a un acuerdo conciliatorio, será necesaria la ratificación personal de aquélla ante el Conciliador dentro
de los cinco días siguientes, previamente al trámite de homologación. En caso contrario, se considerará
fracasado el procedimiento y el Conciliador extenderá un acta en la que hará constar su resultado.
Si el proveedor debidamente citado no compareciera a una audiencia, tendrá un plazo de cinco días hábiles
con posterioridad a la misma para justificar su incomparecencia ante el Conciliador.

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En el supuesto que la inasistencia no fuera justificada, se dará por concluida la conciliación y el Conciliador
dispondrá la aplicación de una multa equivalente al valor de un salario Mínimo, Vital y Móvil y emitirá la
certificación de su imposición, la que deberá ser presentada al COPREC junto con el acta labrada y el
instrumento en el que conste la notificación, siendo el consumidor el destinatario de un importe equivalente a la
tercera parte de la multa percibida, siempre que tal importe no supere el valor de su reclamo.
Con la certificación del Conciliador, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas requerirá su
cumplimiento y, en su caso, promoverá la ejecución de la multa ante la Justicia Nacional en las Relaciones de
Consumo, en los términos del art. 500, inc. 2º, del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Si la incomparecencia del proveedor fuera debidamente justificada, el Conciliador deberá convocar a una
nueva audiencia la que se celebrará dentro del plazo de diez días a contar desde la fecha de la justificación
aludida. Si el proveedor o prestador no compareciere a la segunda audiencia, se dará por concluida la
conciliación y se aplicará, de corresponder, la multa por incomparecencia antes detallada. No obstante, creemos
que en algunos supuestos podía resultar de aplicación el art. 44 de la LDC que prevé la posibilidad de solicitud
de auxilio de la fuerza pública.
Si la incomparecencia injustificada fuera la del consumidor debidamente notificado, el Conciliador dará por
concluido el trámite conciliatorio. En tal caso, el consumidor o usuario podrá iniciar nuevamente su trámite de
reclamo ante el COPREC.
Las notificaciones que deba practicar el conciliador designado por sorteo, conforme prescribe el art. 10,
estarán a cargo de la dependencia correspondiente de la autoridad de aplicación, en los restantes casos, deberán
ser practicadas por el conciliador por medio fehaciente o personalmente y serán solventadas por el interesado.
En la primera audiencia las partes constituirán una dirección de correo electrónico a la que serán remitidas las
notificaciones posteriores, independientemente de las realizadas por medio de las actas que suscriban. En caso
que alguna de las partes no contare con una dirección de correo electrónico, deberá constituir domicilio a los
efectos de las notificaciones. Aquí, nuevamente se reafirma el principio de celeridad y economía.
El consumidor o usuario deberá denunciar en la interposición del reclamo el domicilio del proveedor o
prestador o, de no ser posible, cualquier otro dato que permita identificarlo. En caso de imposibilidad o duda en
la identificación del domicilio, la notificación deberá efectuarse al domicilio declarado ante el Registro Público
de Comercio o, en su defecto, al domicilio fiscal declarado ante la Administración Federal de Ingresos Públicos
o, en defecto de ambos, al domicilio registrado en la Cámara Nacional Electoral. La notificación efectuada en
alguno de los domicilios enunciados se considerará válida a los efectos de la comparecencia a la primera
audiencia.
Las audiencias se llevarán a cabo en el domicilio constituido por el conciliador ante el Registro (art. 11).
En el caso que se arribase a un acuerdo, el que como requisito indispensable deberá establecer un plazo para
su cumplimiento; Sin embargo, dicho acuerdo no surtirá efectos desde ese momento sino que, conforme dispone
el art. 12, en un plazo de cinco días se lo someterá a la homologación de la autoridad de aplicación, la que la
otorgará siempre que entienda que el acuerdo implica una justa composición del derecho y los intereses de las
partes; al efecto, la autoridad de aplicación emitirá una resolución fundada mediante la cual homologará o
rechazará el acuerdo conciliatorio, dentro del plazo de tres días contados a partir de su elevación.
En cuanto a las posibles observaciones al acuerdo, el art. 14 prevé que la autoridad de aplicación, dentro de
los tres días de recibido, podrá formular observaciones al acuerdo; en tal caso, devolverá las actuaciones al
conciliador para que, en un plazo no mayor a diez días, intente lograr un nuevo acuerdo que contenga las
observaciones señaladas. Este plazo podrá ser prorrogado a solicitud del conciliador interviniente, por motivos
fundados.
Entendemos igualmente, que la resolución, como acto administrativo, será pasible de ser impugnado por los
recursos de reconsideración y jerárquico previstos por la ley 19.549 y su reglamentación.
En el caso que el acuerdo fuera homologado, art. 15 prescribe que dicha homologación le será comunicado
al conciliador y a las partes por correo electrónico o, en su defecto, al domicilio constituido. Desde ese
momento la parte proveedora contará con un plazo de diez días para abonar los honorarios al conciliador, según
la escala que establezca la reglamentación, por lo que para obtener el ejemplar del acuerdo homologado, la parte
proveedora deberá presentar la constancia de pago de los honorarios al conciliador y la acreditación del pago del
arancel de homologación.
Los acuerdos celebrados en el COPREC y homologados por la autoridad de aplicación serán ejecutables
ante la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo, de conformidad con el art. 500, inc. 1º, del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación (art. 18); es decir, asimilado al proceso de ejecución de sentencias.
Ante el incumplimiento de un acuerdo celebrado en el COPREC y homologado por la autoridad de
aplicación, asimismo, resultarán aplicables al proveedor inobservante las disposiciones establecidas por el art.
46 de la ley 24.240 (art. 19), esto es, se lo considerará violación a la ley y el infractor será pasible de las
sanciones establecidas por el art. 47 de la LDC., sin perjuicio del cumplimiento imperativo de las obligaciones

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que hubiese acordado, conforme el artículo anterior.
Para el caso que la conciliación concluida sin acuerdo de partes, el conciliador labrará un acta que deberá
suscribir junto a todos los comparecientes, en la que se hará constar el resultado del procedimiento, y de la que
deberá remitir una copia a la autoridad de aplicación en el término de dos días (art. 17).
Así, el consumidor quedará habilitado para reclamar ante la Auditoría en las Relaciones de Consumo o, en
su caso, demandar ante la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo, de acuerdo con lo establecido en los
Títulos II y III de la presente ley, respectivamente, o ante la jurisdicción con competencia específica que
establezca la ley.
III. De la Auditoría en las Relaciones de Consumo
Mediante el art. 22 de la ley se crea, en el ámbito del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, la
Auditoría en las Relaciones de Consumo. Se dispone que la misma tendrá asiento en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y en las dependencias, delegaciones u oficinas fijas o móviles que se establezcan en el resto del
país y será ejercida por los Auditores en las Relaciones de Consumo, los cuales se constituirán como autoridad
independiente, con carácter de instancia administrativa, respecto de las controversias que correspondan a la
competencia establecida en este Título.
Se trata del ejercicio de la función jurisdiccional por parte de un órgano de la administración; esto es, en el
decir de Cassagne (7), de la actividad estatal que decide controversias con fuerza de verdad legal. Si bien esa
función, de ordinario, es atribuible al Poder Judicial, en determinadas circunstancias también órganos que se
estén encuadrados en el ámbito del Poder Ejecutivo lo ejercer, por ejemplo el Tribunal Fiscal de la Nación o el
Cuerpo de Controladores de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sobre la constitucionalidad del ejercicio de la función jurisdiccional en el ámbito del Poder Ejecutivo ya se
ha expedido sobre su constitucionalidad la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el conocido caso
"Fernández Arias c. Poggio"(8), de donde surge la doctrina del "control judicial suficiente", recientemente por el
Máximo Tribunal Federal en el caso "Ángel Estrada". (9)
En análogo sentido Bidart Campos (10) entiende que la tacha de inconstitucionalidad de las facultades
jurisdiccionales de la administración es frágil, y que lo que la Constitución Nacional persigue es no dejar librada
a la voluntad del Presidente la facultad de resolver cuestiones jurisdiccionales, en virtud de que es el gobernante
supremo del estado y el órgano de mayor potencialidad en el ejercicio del poder.
Por tanto, teniendo en cuenta el diseño del legislador de la institución de los Auditores de Consumo, la
especialidad del cuerpo, su modo de selección y demás circunstancias que veremos a continuación, sumado al
control judicial suficiente que se le otorga a sus decisiones, entendemos que no resisten los embates de posibles
tachas de inconstitucionalidad.
En cuanto a los requisitos para ser designados Auditores en las Relaciones de Consumo, el art. 23 prescribe
que deberán ser mayores de veinticinco años de edad; contar con título de abogado y más de cuatro años en el
ejercicio de la profesión, poseer suficientes antecedentes e idoneidad para ejercer el cargo, acreditados de modo
fehaciente y no estar incurso en ninguno de los impedimentos establecidos para la designación de los
funcionarios de la Administración Pública Nacional.
El Auditor en las Relaciones de Consumo tendrá dedicación exclusiva durante el desempeño de sus
funciones y se encontrará se alcanzado, por el régimen de incompatibilidades establecidas para los funcionarios
de la Administración Pública Nacional y percibirá por su desempeño una remuneración equivalente a la del
cargo de director nacional de la Administración Pública Nacional.
Respecto del procedimiento de selección, el art. 24 prevé que los auditores en las Relaciones de Consumo
serán designado por el Poder Ejecutivo nacional previo concurso público de antecedentes y oposición ante un
jurado con representantes de la Jefatura de Gabinete de Ministros, de los Ministerios de Justicia y Derechos
Humanos, y Economía y Finanzas Públicas, de las comisiones pertinentes de ambas cámaras y del Colegio
Público de Abogados de la Capital Federal o de la jurisdicción que corresponda. Durarán en el ejercicio de sus
funciones siete años, pudiendo ser reelegido previo un nuevo concurso y sólo podrá ser removido con justa
causa (11), previa decisión adoptada por mayoría simple del jurado, en el que se deberá asegurar el derecho de
defensa y el debido trámite, conforme lo que determine la reglamentación. Mediante estas previsiones se
garantizará, tanto en el procedimiento de selección como en el ejercicio de la función, idoneidad, transparencia,
independencia imparcialidad y especialización técnica de sus integrantes.
En cuanto al ámbito de competencias de los auditores en las Relaciones de Consumo, el art. 27 establece
requisitos subjetivos y limitaciones cualitativas y cuantitativas:
a) deben ser reclamos promovidas por los consumidores o usuarios en los que hubiese fracasado la instancia
conciliatoria del COPREC;
b) deben versar sobre controversias que versen sobre la responsabilidad por los daños regulados en el
Capítulo X del Título I de la ley 24.240 y sus modificatorias; esto es, la responsabilidad del art. 40 de la LDC
sobre por vicio o riesgo de la cosa o del servicio y el instituto del daño directo previsto por el art. 40 bis de la

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LDC, Para otro tipo de reclamos, los consumidores deberán recurrir a la Justicia Nacional en las Relaciones de
Consumo;
c) el monto reclamado no debe superar la suma equivalente al valor de quince salarios mínimos, vitales y
móviles. Para montos superiores deberán recurrir a la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo.
En el marco de dichas controversias, el auditor se encuentra facultado para revisar la desestimación de las
causales de justificación de la incomparecencia del proveedor a la audiencia celebrada en el COPREC y,
excepcionalmente, para revocar la multa impuesta de conformidad con lo establecido en el art. 16; pero en
ningún caso, ello importará la reapertura del procedimiento conciliatorio ante el COPREC. Entendemos que esta
facultad debe interpretarse de manera restrictiva y excepcionalísima.
En referencia al procedimiento ante las Auditorías en las Relaciones de Consumo, el art. 29 establece que el
procedimiento se iniciará mediante reclamo formulado por el consumidor o usuario, fracasada la instancia
conciliatoria ante el COPREC, por haber concluido sin acuerdo o por incomparecencia del proveedor requerido.
El reclamo, conforme dispone el art. 31 deberá efectuarse mediante el formulario que apruebe la
reglamentación, el que deberá contener una descripción de los hechos que generaron el daño cuyo resarcimiento
se persigue y efectuar una estimación de la pretensión económica en relación con el daño sufrido, la que no
podrá ser superior al monto establecido en el art. 27. Asimismo, el reclamante deberá acompañar el acta de
cierre de la conciliación concluida sin acuerdo o por incomparecencia del proveedor, ofrecer las pruebas de las
que intente valerse y acompañar la prueba documental.
También deberá denunciarse en la interposición del reclamo el domicilio del proveedor, y de no ser posible,
cualquier otro dato que permita identificarlo, en idéntico sentido al supuesto previsto para el COPREC:
Aquí también la asistencia letrada no será obligatoria y el consumidor podrá contar con la asistencia de
representantes de una asociación de consumidores y usuarios, del Ministerio Público de la Defensa o de otros
organismos estatales de defensa del consumidor o de servicios de patrocinio jurídico gratuito públicos o
privados. No obstante, se prevé que la autoridad de aplicación deberá poner a disposición un servicio de
patrocinio jurídico gratuito destinado a la asistencia de consumidores o usuarios que lo soliciten y cumplan los
requisitos que se establezcan reglamentariamente.
Dentro de los tres días de recibido el reclamo, se citará al consumidor y al proveedor para que comparezcan
a una audiencia, que el auditor fijará para una fecha comprendida dentro de los diez días de la resolución que la
ordena y se notificará a las partes con una antelación mínima de tres días, acompañando copia al proveedor del
reclamo formulado.
En la citada audiencia, el proveedor formulará su defensa y ofrecerá la prueba de que intente valerse para ser
producida en ese acto. La audiencia será pública, el procedimiento oral y deberá dejarse constancia de la misma
mediante grabación fílmica, de la cual podrán obtener copia las partes y se celebrará con la presencia del
Auditor en las Relaciones de Consumo, bajo sanción de nulidad (art. 33). Dicho funcionario dará a conocer al
proveedor los antecedentes contenidos en las actuaciones y lo oirá personalmente o por apoderado, invitándolo a
que haga su defensa en el acto. La prueba será ofrecida y producida en la misma audiencia. Sólo en casos
excepcionales el Auditor podrá fijar una nueva audiencia para producir la prueba pendiente. No se aceptará la
presentación de escritos, ni aun como parte de los actos concernientes a la audiencia. Cuando el mencionado
funcionario lo considere conveniente y a su exclusivo criterio, podrá ordenar que se tome una versión escrita de
las declaraciones.
En el mismo acto de la audiencia, el auditor dictará resolución definitiva; en caso de no ser ello posible,
deberá hacerlo dentro del plazo de cinco días contados desde la fecha de la audiencia o de la producción de la
prueba que hubiere pendiente. El dictado de la resolución se notificará personalmente a las partes en el mismo
acto de la audiencia, o por los medios que autorice la reglamentación en los que deberá constar derecho a
interponer el recurso judicial directo previsto en el art. 38 y su plazo de interposición, con transcripción del
texto de dicho artículo (art. 35).
De conformidad con el art. 36, la resolución del auditor deberá cumplir con los requisitos formales que
establezca la reglamentación y estar fundada en los antecedentes de hecho y de derecho concernientes a la
controversia; deberá ser motivada, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir la
resolución y contener la parte dispositiva pertinente.
También se establece en el art. 37 que la resolución firme del auditor en las Relaciones de Consumo deberá
ser notificada a la autoridad de aplicación con la finalidad de que dicho organismo adopte, de corresponder, las
medidas que conciernan a su competencia; esto es, para el ejercicio del poder de policía de las leyes 22.802 y
24.240.
En el marco del procedimiento, el auditor en las Relaciones de Consumo contará con amplias facultades de
impulsión e instrucción, en virtud de las cuales deberá adoptar las medidas para mejor proveer que estime
convenientes con la finalidad de comprobar de oficio la verdad material de los hechos y los elementos de juicio
del caso. Supletoriamente, por tratarse de un procedimiento administrativo especial, será de aplicación, en todo

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lo que no se encuentre previsto, la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos 19.549 y el Reglamento de
Procedimientos Administrativos, dec. 1759/1972, t.o. 1991 y, subsidiariamente a éstos, el Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación en tanto sea compatible con la ley y el reglamento citados (art. 40).
Si a criterio del auditor, los hechos debatidos requiriesen por la complejidad de sus características, ser
acreditados y juzgados en una instancia de conocimiento más amplia, así lo resolverá sin más trámite y sin lugar
a recurso. En este caso el consumidor o usuario podrá ejercer la acción respectiva ante la Justicia Nacional en
las Relaciones de Consumo o ante la jurisdicción con competencia específica que establezca la ley (art. 34).
Contra la resolución dictada por el auditor en las Relaciones de Consumo se podrá interponer recurso
judicial directo ante la Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo o ante la Cámara de
Apelaciones correspondiente, en el interior del país. Para la interposición de este recurso el patrocinio letrado
será obligatorio. El recurso deberá interponerse y fundarse ante el auditor en las Relaciones de Consumo dentro
del plazo de diez días de notificada la resolución y será concedido con efecto suspensivo, salvo que el
incumplimiento de la resolución pudiese ocasionar un perjuicio irreparable, en cuyo caso, se otorgará con efecto
devolutivo. El Auditor, dentro de los cinco días de interpuesto el recurso, deberá elevar el expediente a la
Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo o a la Cámara de Apelaciones correspondiente,
la que deberá disponer su sustanciación.
Durante la tramitación del recurso directo, la Cámara podrá hacer lugar al ofrecimiento y la producción de
prueba, en caso de ser ello estrictamente necesario para la resolución del mismo.
IV. De la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo
En tercer término, la establece la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo. La creación de un fuero
especializado es uno de los grandes aciertos de la ley, que sigue el camino que, en su momento, se estableció
respecto de la Justicia del Trabajo, separándola del derecho común; esto es, un ámbito jurisdiccional
especializado respecto de las normas, principios e instituciones de un derecho esencialmente protectorio, en este
caso, el Derecho del Consumidor, para resolver los conflictos en el marco de relaciones asimétricas, como son
las relaciones laborales y las relaciones de consumo.
Así, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se prevé la creación de ocho Juzgados de Primera
y una Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo, que funcionará en dos Salas. Si bien este
puede ser un número razonable para una conformación inicial, intuimos que el mismo resultará insuficiente,
máxime teniendo en cuenta la amplitud de los alcances de la relación de consumo tras la reforma de la ley
26.361. No obstante, el art. 76 prevé que, una vez conformada, la Cámara Nacional de Apelaciones en las
Relaciones de Consumo podrá solicitar la creación de nuevos juzgados o salas.
En el resto del país, para los casos previstos en los incs. b) y c) del art. 45, esto es el recurso directo previsto
en el art. 39 para las resoluciones de los Auditores en las Relaciones de Consumo y como instancia judicial
revisora de las sanciones administrativas aplicadas en el marco de las leyes 22.802, 24.240 y 25.156, el artículo
dispone que se ejercerá por las Cámaras de Apelaciones que correspondan.
En este punto, corresponde hacer algunas disquisiciones. Cuando se refiere al recurso directo de los
Auditores de Consumo, cuando se establezcan delegaciones en el interior del país, de no haber convenio con la
autoridad de aplicación local, será competente la justicia federal, en tanto que, de haber convenio, las
autoridades federales y locales pueden concertar que jurisdicción intervendrá, si la federal o la local.
Cuando se refiere al supuesto del inc. c), es decir, al ejercicio de la potestad administrativa sancionadora por
ejercicio del poder de policía estatal, corresponde distinguir qué tipo de autoridad emitió la sanción. Si fuere
aplicada por una autoridad federal, corresponderá que entienda como instancia revisora la Justicia Federal de la
jurisdicción correspondiente, que es improrrogable. Ahora bien, si fuere aplicada por una autoridad local,
corresponderá la competencia de la jurisdicción ordinaria local. Por tal razón, urge a las jurisdicciones locales
que no tengan sus códigos de consumo o normas de procedimiento administrativo especial, que los dicten.
En cuanto a la competencia el art. 42 dispone que la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo será
competente en las causas referidas a relaciones de consumo regidas por la ley 24.240 sus modificatorias y toda
otra normativa que regule relaciones de consumo y no establezca una jurisdicción con competencia específica,
en aquellas causas en las cuales el monto de la demanda, al tiempo de incoar la acción, no supere el valor
equivalente a cincuenta y cinco Salarios Mínimos, Vitales y Móviles. A los efectos de esta limitación
cuantitativa no se contabilizará lo reclamado en virtud del art. 52 bis de la ley 24.240, esto es, la multa civil o
daños punitivos.
Cabe resaltar en este punto, que la única limitación normativa es cuantitativa, pudiendo interponerse tanto
acciones sobre derechos individuales, en los términos del art. 52 de la LDC, como acciones de incidencia
colectiva, en los términos del art. 54 de la LDC. También respecto de acciones de amparo, medidas
autosatisfactivas, etc.
En relación a la competencia de la Cámara de Apelaciones, el art. 45 dispone que la misma actuará:
a) Como Tribunal de Alzada de los Juzgados Nacionales de Primera Instancia en Relaciones de Consumo.

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b) Como Tribunal competente en el recurso directo previsto en el art. 39, esto es, contra las resoluciones
dictadas por los Auditores en las Relaciones de Consumo
c) Como instancia judicial revisora de las sanciones administrativas aplicadas en el marco de las leyes
22.802, 24.240 y 25.156, y sus respectivas modificatorias, o las que en el futuro las sustituyan. A tal efecto, no
se encontrará limitada por el monto establecido en el art. 42 de la presente ley.
En el ámbito del Ministerio Público se crean tres Fiscalías y tres Defensorías Públicas Oficiales que actuarán
ante los Juzgados Nacionales de Primera Instancia y una Fiscalía y una Defensoría Pública Oficial que actuarán
ante la Cámara Nacional de Apelaciones.
En cuanto al Ministerio Público Fiscal, el mismo deberá desempeñar un doble rol. Por un lado, actuará como
fiscal de ley de manera obligatoria en todos los procesos de consumo (art. 52, LDC), especialmente en la
homologación de acuerdos en acciones de incidencia colectiva (art. 54, LDC). Y en segundo término, deberá
iniciar las acciones de derecho de incidencia colectiva, de oficio o habiendo mediado denuncia, en pos del
intereses generales de la sociedad o continuar aquellas acciones de incidencia colectiva iniciadas por
asociaciones de consumidores, en caso de desistimiento o abandono.
Respecto al actuar del Ministerio Público de la Defensa, entendemos, conforme una interpretación sistémica
de los arts. 9º, 30 y 52 de la ley, que su actuación no se circunscribirá exclusivamente a la actuación ante causas
judiciales, sino también su intervención, mediante asesoramiento y patrocinio, ante las instancias del COPREC
y los Auditores de las Relaciones de Consumo.
Asimismo, conforme la previsión del art. 51 de la ley, entendemos también que los defensores oficiales
estarán legitimados para interponer acciones individuales y acciones de incidencia colectiva.
En ambos sentidos, resultará necesario el dictado de los criterios generales de actuación en la materia.
Por otra parte, a los efectos de distinguir los casos en los cuales se podría acceder a la Defensa Pública,
consideramos que debería establecerse parámetros amplios, que prevean en los supuestos de personas físicas, no
sólo criterios de pobreza, sino también otras situaciones de vulnerabilidad, dificultades de acceso a
determinados bienes o servicios o pertenencia a sectores sociales menos favorecidos, y en el caso de las
personas jurídicas, que sean entidades sin fines de lucro (consorcio de copropietarios de propiedad horizontal,
asociaciones civiles, confesiones religiosas, etc., e incluso asociaciones de defensa del consumidor) integradas o
conformadas por personas en condiciones de vulnerabilidad social. Dichos parámetros, entendemos, garantizan
debidamente el derecho a la tutela judicial efectiva garantizado por la Constitución Nacional y los tratados
internacionales de derechos humanos y siguen los estándares internacionales reflejadas por las 100 Reglas de
Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad. (12)
Respecto a las normas procesales, el art. 50 disciplina que será competente, a elección del consumidor o
usuario el juez:
a) del lugar del consumo o uso,
b) el de celebración del contrato,
c) el del proveedor o prestador o
d) el del domicilio de la citada en garantía.
Para el caso de demandas iniciadas por los proveedores, deberá respetarse la regla del domicilio del
consumidor.
Asimismo, el demandante deberá acreditar el cumplimiento de la instancia previa de conciliación ente el
COPREC:
El art. 51 dispone que se encuentran legitimados para iniciar las acciones o interponer los recursos previstos
en esta ley:
a) Ante los Juzgados Nacionales de Primera Instancia en las Relaciones de Consumo, las personas
enunciadas en los arts. 1º y 2º de la ley 24.240 y sus modificatorias, la autoridad de aplicación de dicha ley y de
las leyes 22.802 y 25.156 y sus respectivas modificatorias, las asociaciones de consumidores y usuarios
legalmente constituidas y debidamente registradas, el Defensor del Pueblo y el Ministerio Público;
b) Ante la Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo, las personas enunciadas en los
arts. 1º y 2º de la ley 24.240 y sus modificatorias, la autoridad de aplicación de dicha ley y de las leyes 22.802 y
25.156 y sus respectivas modificatorias, las asociaciones de consumidores y usuarios legalmente constituidas y
debidamente registradas, el Defensor del Pueblo y el Ministerio Público.
Esta misma justicia especializada debe tener, también, competencia para entender en los procesos en los que
el consumidor sea sujeto demandado, consiguiendo especial valor las circunstancias de insolvencia del
consumidor a fin de alcanzar un estado de derecho que se comprometa en garantizar a todos los ciudadanos su
debida protección "materializada en una efectiva vigencia de los derechos". (13)
El proceso ante la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo, conforme dispone el art. 52 de la ley se

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regirá por los principios de celeridad, inmediación, economía procesal, oralidad, gratuidad y protección para el
consumidor o usuario, de conformidad con lo establecido por el art. 42 de la Constitución Nacional y por la ley
24.240 y sus modificatorias.
A los fines del patrocinio jurídico del consumidor o usuario la reglamentación establecerá los servicios
gratuitos destinados a la asistencia de quienes lo soliciten y cumplan los requisitos que aquélla establezca, sin
perjuicio de lo que en materia de protección de derechos corresponda al Ministerio Público de la Defensa.
En cuanto a las normas aplicables al proceso, el art. 53 establece que el proceso ante la Justicia Nacional en
las Relaciones de Consumo, se ajustará a las siguientes normas procesales:
a) Con la demanda y contestación se ofrecerá la prueba y se agregará la documental;
b) No serán admisibles excepciones de previo y especial pronunciamiento, recusación sin causa ni
reconvención;
c) En la primera resolución posterior a la contestación de demanda o vencido el plazo para hacerlo, el juez
proveerá la prueba ofrecida que considere conducente a la dilucidación del caso y descartará fundadamente la
que considere inidónea para ello. No procederá la prueba de absolución de posiciones y se admitirán como
máximo tres testigos por parte;
d) Todos los plazos serán de tres días, con excepción del de contestación de la demanda y el otorgado para
la interposición fundada de la apelación y para la contestación del traslado del memorial, que serán de cinco
días;
e) La audiencia deberá ser señalada para dentro de los quince días de contestada la demanda o de vencido el
plazo para hacerlo;
f) La audiencia será pública y el procedimiento oral. La prueba será producida en la misma audiencia y, sólo
en casos excepcionales, el juez en las Relaciones de Consumo podrá fijar una nueva audiencia para producir la
prueba pendiente, la que deberá celebrarse en un plazo máximo e improrrogable de treinta días;
g) Sin perjuicio de lo establecido en el inc. f), en la audiencia el juez podrá, como primera medida, invitar a
las partes a una conciliación o a encontrar otra forma de resolución de conflictos que acordarán en el acto;
h) No procederá la presentación de alegatos;
i) El juez en las Relaciones de Consumo dictará sentencia en el mismo acto de la audiencia, o bien emitirá
en ésta el fallo correspondiente y diferirá su fundamentación, la que deberá manifestarse dentro del plazo de
cinco días desde la fecha de celebración de aquélla; si la complejidad de la causa lo exigiera, podrá posponer el
dictado de la sentencia, la que pronunciará dentro del plazo mencionado;
j) La sentencia se notificará personalmente a las partes en el mismo acto de la audiencia. Para el supuesto
excepcional previsto en el inc. i) se aplicarán las disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación;
k) Sólo serán apelables las providencias que decreten o denieguen medidas precautorias y las sentencias
definitivas, excepto aquellas que ordenen el pago de sumas de dinero hasta el equivalente a cinco Salarios
Mínimos, Vitales y Móviles, las que serán inapelables;
l) La apelación se concederá en relación, con efecto suspensivo, salvo cuando el incumplimiento de la
sentencia pudiese ocasionar un perjuicio irreparable, en cuyo caso, se otorgará con efecto devolutivo;
m) Todo pago que deba realizarse al consumidor o usuario, en conceptos comprendidos por las
disposiciones de la presente ley, se deberá efectivizar mediante depósito judicial a la orden del juzgado
interviniente y giro personal al titular del crédito o sus derechohabientes; todo pago realizado sin observar lo
prescripto es nulo de nulidad absoluta.
El juez podrá aplicar la multa que establece el art. 52 bis de la ley 24.240 y sus modificatorias, a cuyo efecto
no se encontrará limitado por el monto establecido en el art. 42 de la ley.
Respecto a la duración máxima del proceso, el art. 54 dispone el proceso deberá ser concluido en un plazo
máximo de sesenta días y que, a tal efecto, el Juez en las Relaciones de Consumo contará con amplias
facultades para reducir los plazos procesales, según las particularidades del caso.
Se vuelve a consagrar el principio de gratuidad a favor del consumidor o usuario en las acciones que
promueva, establecido en el art. 53, último párrafo de la ley 24.240 y sus modificatorias. Entendemos que
hubiese sido oportuno echar luz acerca de las grandes controversias doctrinales y judiciales que existen en torno
de esta cuestión, aun no resueltas en forma definitiva, entre quienes sostenemos que el beneficio de justicia
gratuita es similar al beneficio de litigar sin gastos —tesis amplia que ha encontrado recepción en la
jurisprudencia de la Corte Suprema (14) —, y aquellos que aplican una interpretación al instituto en análisis, al
sostener que solo abarca a la tasa de justicia. (15) En alguna jurisdicción, incluso, se lo ha negado, alegando su
inconstitucionalidad por interferir en la potestad tributaria de las provincias. (16)
Este principio debe entenderse de manera amplia, a favor del consumidor, a efectos de garantizar el pleno

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acceso a la justicia, comprendiendo la exclusión del pago tasa de justicia y los gastos de la causa (17), como de
las costas y costos del proceso (18); esto es, que si fuese vencido el consumidor, las costas serán en el orden
causado, en tanto que si el vencido fuese el proveedor, el soportará las costas. Incluso también quedaría
comprendido el requerimiento de contracautela en las medidas cautelares que requiera.
Se establece también en el art. 56 que las sentencias definitivas y firmes deberán ser publicadas de acuerdo a
lo previsto en la ley 26.856, debiendo la autoridad de aplicación de la ley 24.240 y sus modificatorias adoptará,
de corresponder, las medidas que conciernan a su competencia, esto es, el ejercicio de las facultades del art. 43
y, eventualmente, las sanciones del art. 47 de la LDC, como su actuación en virtud de las leyes 22.802 y 25.156.
Serán de aplicación supletoria, conforme prevé art. 57 en todo lo que no se encuentre previsto en la presente
ley, las disposiciones de la ley 24.240 y sus modificatorias y, en lo pertinente, las del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación. Es decir, que resultarán aplicables los principios en materia de procesos de consumo
los lineamientos previstos por el art. 53 de la LDC, esto es: brevedad en el conocimiento, salvo que
fundadamente y por la complejidad de la pretensión se considere necesario un trámite más adecuado,
representación a través de simple acta poder, principio de carga dinámica en el onus probandi, debiendo
proveedores aportar todos los elementos que obren en su poder y prestar la colaboración necesaria para el
esclarecimiento de la cuestión debatida en el juicio y beneficio de gratuidad.
V. Modificaciones legislativas
La ley 26.993 también realiza una serie de modificaciones legislativas "ómnibus", algunas para adaptarlas al
nuevo régimen de resolución de conflictos otras
a) Modificaciones a la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor (LDC)
Respecto de la LDC se modifican los arts. 36, 40 bis y 45 y se incorpora un art. 54 bis.
En relación al art. 36 de la LDC, que regula las operaciones financieras para consumo y crédito al consumo,
se sustituye el último párrafo del artículo por el siguiente: "Será competente para entender en el conocimiento
de los litigios relativos a contratos regulados por el presente artículo, en los casos en que las acciones sean
iniciadas por el consumidor o usuario, a elección de éste, el juez del lugar del consumo o uso, el del lugar de
celebración del contrato, el del domicilio del consumidor o usuario, el del domicilio del demandado, o el de la
citada en garantía. En los casos en que las acciones sean iniciadas por el proveedor o prestador, será competente
el tribunal correspondiente al domicilio real del consumidor, siendo nulo cualquier pacto en contrario".
En este sentido cabe destacar que subsiste la prohibición de la prórroga de la jurisdicción en las relaciones
de consumo para un foro diferente al del domicilio real del consumidor. En este tipo de relaciones, donde la
predisposición contractual genera que sea el proveedor quien estipula el contenido de la relación, muchas se
establecían la jurisdicción de su casa central, resultando desfavorable para los consumidores que residían en
otras localidades, con el consiguiente disfavor, entorpecimiento y desaliento al acceso a la justicia. Por
consiguiente, toda estipulación que disponga la prórroga a una jurisdicción diferente a la del domicilio del
consumidor podrá reputarse como una cláusula abusiva en los términos del art. 37 de la LDC, teniéndosela por
tanto, para el consumidor, como no convenida. (19)
No obstante la norma innova disponiendo que cuando sea el consumidor quien actúe como parte actora Sin
embargo, se incorpora, conforme prevé la elección de foro por parte del consumidor entre:
a) lugar del consumo o uso;
b) el del lugar de celebración del contrato,
c) el del domicilio del consumidor o usuario,
d) el del domicilio del demandado, o
e) el de la citada en garantía.
Pueden resultar múltiples los motivos de su elección: existencia de una delegación del COPREC o de fuero
especializado, jurisprudencia generalizada más favorable a sus intereses en un determinado foro, conveniencia
en virtud del lugar de desempeño de su abogado de confianza o de asociaciones de consumidores, acciones
individuales colectivas análogas a su pretensión en curso, ventajas para la producción de prueba, entre otras.
Respecto al art. 40 bis de al LDC mantiene la ley la conceptualización del mismo como "todo perjuicio o
menoscabo al derecho del usuario o consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria, ocasionado de manera
inmediata sobre sus bienes o sobre su persona, como consecuencia de la acción u omisión del proveedor de
bienes o del prestador de servicios".
En el aspecto cualitativo, se restringe el monto a reclamar a la reparación de los daños materiales sufridos
por el consumidor en los bienes objeto de la relación de consumo, excluyendo la consecuencias de la violación
de los derechos personalísimos del consumidor, su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones
espirituales legítimas, las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida ni, en general, a las
consecuencias no patrimoniales. No compartimos personalmente esta postura, toda vez que en muchas

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cuestiones de bajo monto pero de significancia para el consumidor, especialmente en la violación del trato digno
y equitativo, la afectación se vincula fundamentalmente con la esfera extrapatrimonial. Como habían sostenido
en su momento Pizarro y Rubén Stiglitz, todo daño debe ser necesariamente susceptible de apreciación
pecuniaria, también el daño moral, considerando entonces que esta última categoría también estaría incluida en
el art. 40 bis. (20)
En cuanto a los órganos de aplicación, se establece que el daño directo sólo puede aplicado por organismos
de la administración que reúnan los siguientes requisitos:
a) La norma de creación les haya concedido facultades para resolver conflictos entre particulares y la
razonabilidad del objetivo económico tenido en cuenta para otorgarles esa facultad es manifiesta;
b) Estén dotados de especialización técnica, independencia e imparcialidad indubitadas;
c) Sus decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente.
El texto adopta un criterio similar al punto 3.3 del anexo de derogaciones y modificaciones que contenía el
Anteproyecto de Código Civil y Comercia de 2012 y, que, sin embargo había sido eliminado en su media
sanción por el Senado, manteniendo la redacción original de la ley 26.361, sin modificaciones. En ella recepta
las voces de cierta doctrina que había disipado críticas sobre el instituto del daño directo, sobre su defectuosa
redacción, e incluso su constitucionalidad (21) y adopta criterios esgrimidos por la corte en materia de ejercicio
de la función jurisdiccional por autoridades administrativas en el ya mencionado precedente "Ángel Estrada".
Finalmente, se elimina también el tope de cinco Canastas Básicas Total del INDEC. Para el caso de la
autoridad nacional, en la actuación de los Auditores en las Relaciones de Consumo el tope será de quince
salarios mínimos, vitales y móviles. Para el caso de las autoridades locales, al prever su procedimiento
administrativo, podrán o no establecer este tope u otro diferente.
Más allá de las posibles reflexiones que esta modificación puede despertar, lo cierto es que la presente
redacción disipa por completo las dudas sobre la constitucionalidad del instituto. Así, la figura de la Auditoría
en las Relaciones de Consumo reúne acabadamente los requisitos que prevé la norma para la aplicación del
daño directo.
En cuanto a las autoridades de aplicación locales, las mismas deberán adaptar sus procedimientos
implementando mecanismos análogos a la Ley 26.993 —para el caso, Auditorías en las Relaciones de
Consumo— u otras instancias que respeten los principios del art. 40 bis.
En el caso de la Provincia de Buenos Aires o de jurisdicciones que han adoptado disposiciones similares al
modelo dispuesto por su Código Provincial de Implementación de los Derechos de los Consumidores y
Usuarios (ley 13.133), las Oficinas Municipales de Información al Consumidor, y especialmente, los juzgados
especializado, de conformidad con su art. 81, inc. a), entendemos que cumplen con dicha previsión.
En cuanto al art. 45 de la LDC, que establece el procedimiento administrativo sancionador en materia de
relaciones de consumo, se elimina la instancia conciliatoria hasta ahora vigente en ese ámbito, separando
debidamente el ejercicio de la potestad sancionatoria estatal del procedimiento de resolución de conflictos.
Agrega que la autoridad nacional de aplicación iniciará actuaciones administrativas en caso de presuntas
infracciones, además de los supuestos hasta ahora vigente de oficio, por denuncia de quien invocare un interés
particular o actuare en defensa del interés general de los consumidores, a los supuestos de comunicación de
autoridad administrativa (COPREC o Auditores en Relaciones de Consumo) o judicial.
Se modifica también el fuero ante el cual serán impugnables los actos administrativos que dispongan
sanciones (actualmente era en el ámbito nacional la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal), estableciendo que entenderán en el recurso directo la Cámara Nacional de Apelaciones en las
Relaciones de Consumo, o las Cámaras de Apelaciones Federales con asiento en las provincias, según
corresponda. Se dispone al efecto que el recurso deberá interponerse y fundarse ante la misma autoridad que
impuso la sanción, dentro de los diez días hábiles de notificada la resolución y que la autoridad de aplicación
deberá elevar el recurso con su contestación a la Cámara en un plazo de diez días, acompañado del expediente
en el que se hubiera dictado el acto administrativo recurrido. En todos los casos, para interponer el recurso
directo contra una resolución administrativa que imponga sanción de multa, deberá depositarse el monto de ésta
a la orden de la autoridad que la dispuso, y presentar el comprobante del depósito con el escrito del recurso, sin
cuyo requisito será desestimado, salvo que el cumplimiento de la misma pudiese ocasionar un perjuicio
irreparable al recurrente. Resulta acertado que sea el fuero especializado que intervenga también la materia de
derecho administrativo sancionador de consumo.
Por último, se modifica también la interpelación a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias
para que dicten las normas referidas a su actuación como autoridades locales de aplicación, estableciendo que
dichos procedimientos deberán ser compatibles con los principios establecidos por la ley nacional.
En cuanto al art. 54 bis incorporado, se establece que las sentencias definitivas y firmes en materia de
acciones de incidencia colectiva deberán ser publicadas de acuerdo a lo previsto en la ley 26.856, disponiendo
también que la autoridad de aplicación que corresponda adoptará las medidas concernientes a su competencia y

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establecerá un registro de antecedentes en materia de relaciones de consumo. La necesidad de la creación de un
Registro de Acciones de Incidencia Colectiva, en donde se asienten los litigios colectivos iniciados, era una
cuestión ampliamente reclamada por la doctrina.
b) Modificaciones a la Ley 22.802 de Lealtad Comercial
La ley también realiza cambios en el régimen de Lealtad Comercial, a sus arts. 18, 22 y 26.
Sobre el art. 18 se actualizan los montos de las multas y se agregan al catálogo de sanciones, las que podrán
imponerse en forma independiente o conjunta, la suspensión de hasta cinco años en los registros de proveedores
que posibilitan contratar con el Estado; la pérdida de concesiones, privilegios, regímenes impositivos o
crediticios especiales de que gozare y la clausura del establecimiento por un plazo de hasta treinta días. Queda
así compatibilizado con las sanciones del art. 47 de la LDC.
Se establece también como alzada la Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo o ante
las Cámaras de Apelaciones competentes, ya sea porque la dictó la autoridad nacional y será competente la
Cámara Federal del interior correspondiente, o si es dictada por la sanción por la autoridad local., estableciendo
también que la autoridad de aplicación deberá elevar el recurso con su contestación a la Cámara en un plazo de
diez (días, acompañado del expediente en el que se hubiera dictado el acto administrativo recurrido y que en
todos los casos, para interponer el recurso directo contra una resolución administrativa que imponga sanción de
multa, deberá depositarse el monto de la multa impuesta a la orden de la autoridad que la dispuso, y presentar el
comprobante del depósito con el escrito del recurso, sin cuyo requisito será desestimado, salvo que el
cumplimiento del mismo pudiese ocasionar un perjuicio irreparable al recurrente.
Finalmente el art. 26, referido a la prescripción, sustituye el término "penas" por "sanciones", más propio del
derecho administrativo sancionador.
c) Modificaciones a la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia
La ley realiza también importantes cambios a Ley 25.156 de Defensa de la Competencia.
En primer término, se sustituyen los arts. 17, 18, 19, 20, 21, 22, 52, 53, 56 y 58 de la ley 25.156.
En este sentido, se establece que será el Poder Ejecutivo Nacional quien determine la autoridad de
aplicación de dicha ley, enumerando en el art. 18 sus funciones y facultades, como así también que la autoridad
de aplicación será asistida por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, explicitándose también sus
funciones.
Se suprime el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, creado por el texto original de ley 25.156,
que nunca había sido constituido. Cabe tener presente que de esta manera se legitima la actuación de la
Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que se mantenía en funciones, en virtud del art. 58, por
aplicación de la derogada ley 22.262.
Se traslada también el Registro Nacional de Defensa de la Competencia, en el que deberán inscribirse las
operaciones de concentración económica y las resoluciones definitivas dictadas por la Secretaría a la órbita de la
autoridad de aplicación.
Se derogan asimismo los arts. 23, 24 y 25, que preveía la creación del Registro Nacional de Defensa de la
Competencia en el ámbito del Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, funciones y facultades del
tribunal y la forma de formulación de su presupuesto, respectivamente.
En el art. 52 Se sustituye la imprecisa expresión "apelable" por la más técnicamente correcta "susceptibles
de recurso directo" aquellas resoluciones dictadas por la autoridad de aplicación que ordenen:
El art. 53 establece también que respecto del recurso directo aquellas resoluciones dictadas por la autoridad
de aplicación, de conformidad con el art. 52 de la 25.156, entenderá la Cámara Nacional de Apelaciones en las
Relaciones de Consumo o a las Cámaras de Apelaciones competentes, esto es, las Cámaras de Apelaciones
Federales del interior del país. Se reduce el plazo de interposición de quince a diez días (unificándose con los de
las Leyes 24.240, 22.802 y el referido a los Auditores en las Relaciones de Consumo). Se agrega, como en los
casos anteriores, que en todos los casos, para interponer el recurso directo contra una resolución administrativa
que imponga sanción de multa, deberá depositarse el monto de la multa impuesta a la orden de la autoridad que
la dispuso, y presentar el comprobante del depósito con el escrito del recurso, sin cuyo requisito será
desestimado, salvo que el cumplimiento del mismo pudiese ocasionar un perjuicio irreparable al recurrente.
Finalmente , el art. 56 dispone que serán de aplicación en los casos no previstos por esta ley, la Ley
Nacional de Procedimientos Administrativos 19.549 y su reglamentación, en cuanto sean compatibles con las
disposiciones de la presente (actualmente eran el Código Penal de la Nación, el Código Procesal Penal y el
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). Resulta esto más acertado por tratarse de un procedimiento
administrativo sancionador.
d) Modificaciones a la Ley 26.589 de Mediación Prejudicial Obligatoria
Asimismo, el art. 73 excluye del procedimiento de mediación prejudicial obligatoria previsto por la ley

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26.589 a los conflictos en las relaciones de consumo que queden alcanzadas por el Servicio de Conciliación
Previa en las Relaciones de Consumo.
No obstante, como se ha señalado supra resultará aplicable el régimen de mediación para los supuestos de
reclamos iniciados por los proveedores o los iniciados por los consumidores que excedan la limitación
cuantitativa de cincuenta y cinco salarios mínimos, vitales y móviles.
e) Modificaciones a las leyes de organización administrativa y judicial
Finalmente, a efectos de adaptar las leyes que disponen la organización de los Poderes Ejecutivo y Judicial,
la ley realiza también varios cambios en las ellas, a saber:
1) Se sustituye el art. 4º de la ley 26.853, a efectos de que la Cámara Nacional de Casación en lo Civil y
Comercial —que todavía no se encuentra implementada— conozco en los recursos de casación,
inconstitucionalidad y revisión interpuestos contra las sentencias dictadas por la Cámara Nacional de
Apelaciones en las Relaciones de Consumo.
2) Se modifica también el dec.-ley 1285/1958 y modificatorias, para incluir dentro de los tribunales
nacionales de la Capital Federal a la Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo y los
Juzgados Nacionales de Primera Instancia en las Relaciones de Consumo.
3) También se reforma el art. 20 de la Ley de Ministerios (t.o. dec. 438/1992) y sus modificatorias,
incluyendo dentro de las competencias del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, los mecanismos y
sistemas para la protección de los derechos de los consumidores y usuarios, entender en las controversias
suscitadas entre consumidores o usuarios y proveedores o prestadores a través de la Auditoría en las Relaciones
de Consumo y supervisar el accionar de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
VI. Cláusulas transitorias y disposiciones finales
Por último, la ley regla las normas de "transición", entre el sistema actual hacia el nuevo sistema previsto
por ella.
El art. 74 dispone que la implementación del COPREC será en un plazo máximo de ciento ochenta días y
que durante ese término, a los efectos del desarrollo del procedimiento conciliatorio se utilizará la nómina de
profesionales inscriptos en el Registro de Mediadores, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos. Dentro ese período, por resolución del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, se establecerá la
fecha a partir de la cual los reclamos de los consumidores o usuarios ingresarán al sistema del COPREC. Hasta
la fecha referida, tales reclamos se regirán por las disposiciones de las leyes 24.240 y 26.589 vigentes a la fecha
de sanción de la nueva ley.
El art. 75, por su parte, establece el Poder Ejecutivo deberá proceder a la designación de los Auditores, de
conformidad con el procedimiento establecido en el art. 24, en un plazo máximo de sesenta días.
En cuanto a la implementación de la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo, el art. 76 dispone que
el nuevo fuero deberá comenzar a funcionar en un plazo de ciento ochenta días.
Mientras tanto, las competencias atribuidas a la Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo serán
ejercidas por los juzgados que entienden actualmente en la materia, con la aplicación de las normas procesales
establecidas en la presente ley, aun a las causas en trámite, siempre que ello no dificulte la tramitación de las
mismas. La Justicia Nacional en las Relaciones de Consumo tendrá competencia para entender en las causas que
se inicien a partir de su puesta en funcionamiento (art. 46).
Finalmente el art. 77 invita a las jurisdicciones locales a adherir a la presente ley, para lo cual deberán
adecuar sus regímenes procesales y/o procedimentales y a crear el fuero del consumidor y/o a determinar qué
tribunal será competente a efectos de adecuarse a la presente ley. La hipótesis de máxima sería que se creen en
las jurisdicciones locales creen sus propios fueros especiales de relaciones de consumo. La de mínima, que
atribuyan la competencia a tribunales existentes, adicionando o modificando la organización actual de sus
poderes judiciales.
No obstante, se señala que la opción de las vías procesales previstas en la presente ley no será causal de
restricción o limitación alguna para que el consumidor o usuario pueda ejercer plenamente sus derechos y
accionar ante la justicia en la jurisdicción local y que, a tales fines, se encomienda a la autoridad de aplicación
nacional en materia de defensa del consumidor, la gestión y celebración de convenios de cooperación,
complementación y asistencia técnica con las mencionadas jurisdicciones.
En este sentido, resulta vital que se conjugue debidamente el llamado "federalismo de concertación" entre
las autoridades administrativas como judiciales, federales y locales, que permita articular los servicios de
conciliación que eventualmente se establezcan en el interior del país articular sus acciones con la jurisdicción
ordinaria local; en igual sentido, respecto de las acciones de las autoridades de aplicación de las provincias y de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el resto de los actores del sistema previstos por la ley, para lograr la
maximización de recursos, la coordinación de políticas y eventuales acciones conjuntas.
VII. Consideraciones finales

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La "sociedad de consumo" en la que estamos inmersos desde hace algunas décadas coloca a los
consumidores en una situación de debilidad y vulnerabilidad estructural en sus relaciones con los proveedores
de bienes y servicios. Relaciones que, en muchos casos, se encaminan en un sendero de conculcación de
derechos, incumplimientos, daños materiales e inmateriales, abusos y frustraciones, especialmente entre los
consumidores de sectores menos favorecidos.
No puede concebirse un sistema de protección y defensa de consumidores y usuarios si no se garantiza el
derecho de acceso a la justicia, que constituye el reaseguro para la efectiva vigencia de los demás derechos de
los consumidores.
Así lo dictan nuestra Constitución Nacional, al establecer su art. 42 el mandato a las autoridades públicas a
proveer a la protección de sus derechos y a establecer procedimientos eficaces para la prevención y solución de
conflictos y las directrices de Naciones Unidas sobre Protección al Consumidor, al establecer en cabeza de los
Estados la necesidad de establecer servicios de asesoramiento a los consumidores y herramientas que permitan
de manera justa, sencilla, rápida, exenta de formalidades y poco costosa, cumplir con las expectativas de los
reclamantes. Y como bien dictan las Directrices de Naciones Unidas acceso a la justicia no se limita
exclusivamente al acceso a la jurisdicción propiamente dicha, esto es al Poder Judicial, sino que comprende
también otras a vías administrativas y mecanismos (arbitraje, conciliación, resolución por organizaciones de
consumidores, etc.).
Entendemos que la sanción de la ley 26.993 es un aporte significativo que celebramos en pos de la
consolidación del Derecho del Consumidor en nuestro país, pasados ya veinte años de la sanción de la ley
24.240, que constituyó el "bautismo legislativo" del Derecho del Consumidor argentino y su "confirmación
constitucional" con la reforma de nuestra Ley Fundamental en 1994, y que expresa las inquietudes, demandas y
propuestas de varias generaciones de juristas, que, como sostiene Gabriel Stiglitz, contribuyeron y contribuyen,
con paciencia y optimismo (22), a la construcción y consolidación del Derecho del Consumidor en nuestro país.
El éxito del sistema dependerá de la una correcta implementación de las instituciones, con agentes
especializados y consustanciados con las normas, principios y filosofía del Derecho del Consumidor, con
servicios de asistencia, asesoramiento y patrocinio gratuito de los consumidores en todas las instancias,
administrativas y judiciales y políticas públicas activas, coordinadas y concertadas, entre todos los poderes y
niveles del Estado. Caso contrario, nos quedaremos en una mera expresión de deseos, más que en un efectivo
mejoramiento en la calidad de vida de las personas.
(1) Para analizar dicha conceptualización, como la cuestión de los sujetos involucrados, ver: ARIAS CÁU
Esteban J. - BAROCELLI, Sergio S., "Necesaria acreditación de una relación de consumo para los daños
punitivos", LA LEY 5/9/2014; BAROCELLI, Sergio S., "Protección de las víctimas expuestas a una relación de
consumo por el sistema de defensa del consumidor", Revista "Trabajos del Centro", Centro de Investigaciones
de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Rosario, Nros. 9/10 [2011],
en http://cideci.org/revista/index.php/trabajos/article/viewFile/114/157; BAROCELLI, Sergio S., "Los sujetos
expuestos a una relación de consumo", Revista "Doctrina Judicial". DJ 11/5/2011, 1; BAROCELLI, Sergio S.,
"Derecho del consumidor frente al Estado como proveedor de bienes y servicios", Revista IJ Editores, Buenos
Aires, IJ-XLII-6 25-02-2011; BAROCELLI, Sergio S., "Las víctimas de daños como sujetos expuestos a una
relación de consumo", en
http://www.astrea.com.ar/resources.php?what=%2Ffiles%2Farticles%2Fdoctrina0352.pdf; BAROCELLI,
Sergio S., "Seguros, Derecho del Consumidor y daños punitivos", Revista de Derecho Comercial, del
Consumidor y de la Empresa, febrero 2014, Buenos Aires, La Ley, p. 80; entre otros.
(2) Por ejemplo: Cám. Nac. Apel. Com., sala C, 30/4/2009, "Unión de Usuarios y Consumidores c. Banco
de Galicia y Buenos Aires s/sumarísimo", LA LEY 2009-D, 4.
(3) Para profundizar sobre este punto, ver: BERSTEN, Horacio L., "La mediación previa y las acciones
colectivas de consumo", LA LEY 2009-C , 232; GRILLO CIOCCHINI, Pablo A., "La mediación en las
acciones colectivas en defensa de los consumidores", DJ 28/10/2009 , 3038; AGUIRRE ASTIGUETA,
Sebastián, "Mediación y conciliación en materia de derechos de consumidores y usuarios. Similitudes y
diferencias", ADLA 2009-E, 5219 - LLNOA 2010 (febrero), 95 y DIOGUARDI, Juana, "Mediación y los
derechos del consumidor. Los derechos de incidencia colectiva en el marco de la ley 13.951", LLBA 2013
(noviembre), 1039; ONDARCUHU, José Ignacio, "La mediación en los procesos colectivos de consumo", LA
LEY 2014-D, 174 y TORRES GIROTTI, Martín A., "Mediación prejudicial en las acciones colectivas de
consumo", LA LEY 2014-D, 170.
(4) Conf. PÉREZ BUSTAMANTE, Laura, Derechos del consumidor, Astrea, Buenos Aires, 2004, ps.219 y
ss.
(5) Conf. PÉREZ BUSTAMANTE, Laura, Derechos del consumidor, Astrea, Buenos Aires, 2004, ps. 219 y
ss.

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(6) Estará integrado por los siguientes recursos: a) Las multas por incomparecencia de conformidad con lo
dispuesto en el art. 16 de la presente ley; b) Las sumas provenientes del cobro de los aranceles de
homologación; c) Las multas que se impongan al proveedor o prestador por incumplimiento de los acuerdos
celebrados en el COPREC, de conformidad con lo establecido por el art. 46 de la ley 24.240 y sus
modificatorias, según el porcentaje que disponga la reglamentación; d) Los aportes, provenientes de las partidas
presupuestarias, que realicen el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos; e) Las donaciones, legados y toda otra disposición a título gratuito en beneficio del
servicio; f) Las sumas asignadas en las partidas del presupuesto nacional; g) Toda otra suma que en el futuro se
destine al presente Fondo.
(7) CASSAGNE, Juan Carlos, "Derecho Administrativo", t. I, 4ª ed., Abeledo Perrot, Buenos Aires, p. 80.
(8) CSJN, Fallos, 247:646.
(9) CSJN, Fallos 328:651.
(10) BIDART CAMPOS, Germán J., "Derecho Constitucional", t. I, p. 789.
(11) El art. 26 dispone: "Causas de remoción. Son causas de remoción del Auditor en las Relaciones de
Consumo: a) Mal desempeño en sus funciones; b) Negligencia reiterada que dilate la sustanciación de los
procesos; c) Incapacidad sobreviniente; d) Condena por delito doloso; e) Violaciones de las normas sobre
incompatibilidad o impedimentos".
(12) Aprobadas en la Asamblea Plenaria de la XIV Edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana celebrada
4, 5 y 6 de marzo de 2008, http://www.Ministerio Público de la
Defensa.gov.ar/articulo/index/articulo/100-reglas-de-brasilia-sobre-acceso-a-la-justicia-de-las-personas-en-condicion-de-vulnerabi
(13) CORVALÁN, Guillermo C., "Alternativas para una efectiva Tutela de los Derechos del Consumidor",
Ponencia presenta en el XXV Congreso de Derecho Procesal Nacional, Nov. 2009, Publicación Digital:
HYPERLINK "http://www.procesal2009bsas.com.ar/" http://www.procesal2009bsas.com.ar, p. 14.
(14) CSJN, 11/10/2011, "Unión de Usuarios y Consumidores c. Banca Nazionale del Lavoro SA s/
sumarísimo", ratificado por la Corte Suprema el 26/6/2012 en "Cavalieri, Jorge y otro c. Swiss Medical SA", La
Ley Online, cita: AR/JUR/31775/2012.
(15) C. Nac. Com., sala A, 7/5/2009, "Adecua c. Banco Columbia SA", La Ley 6/1/2010, 3.
(16) TSJ Córdoba, sala Civil y Comercial, 10/12/2012, "Banco Central de la República Argentina c.
Appugliese, Miguelina y otros - Ejecución Hipotecaria - Recurso de Apelación - Recurso directo", expte.
B-29-11, eldial.com.
(17) "Pero no puede eludirse en este análisis que este tipo de acciones, en las cuales generalmente se
involucran contrataciones en masa cuya prueba no es sencilla ni barata (vgr. Pericias, gran numero de oficios) y
que involucraría adelantos de gastos o erogaciones extrajudiciales de similar cuantía... cuyo pago puede ser
exigido inmediatamente (cfr. art. 69, CPCC), todo lo cual actuaría como un valladar más para el ejercicio de los
derechos de consumo, en tanto podría amilanar al usuario-consumidor o a la asociación sin fines de lucro
actora". Ver MARIÑO, Román E., "El beneficio de litigar sin gastos en la ley 24.240", en El Dial, cita:
elDial.com - DC18DC. Publicado el 5/7/2012.
(18) CSJN, sentencia del 13/11/1990, ED 141-598.
(19) Conforme sostuviéramos en ARIAS CÁU, Esteban J. - BAROCELLI, Sergio S., "Juicio ejecutivo,
títulos de crédito y derecho del consumidor. El Superior Tribunal de Jujuy ratifica doctrina plenaria, pero
siembra alguna incertidumbre", Revista de Derecho Mercantil, Microjuris, 18/dic./2012: MJ-DOC-5999-AR |
MJD5999.
(20) PIZARRO, Ramón D. - STIGLITZ, Rubén S., "Reformas a la ley de defensa del consumidor", LA
LEY 2009-B, 949.
(21) PICASSO, Sebastián - VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Ley de Defensa del Consumidor, Ed. La
Ley, Bs. As., 2009, t. 1, p. 531 y KRIEGER, Walter F., "Sobre la inconstitucionalidad del artículo 40 bis de la
ley de defensa del consumidor", DJ 2/12/2009, 3462.
(22) STIGLITZ, Gabriel A., "A veinte años de la sanción de la ley 24.240 de defensa del consumidor", LA
LEY 2013-B, 1209.

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