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Hernán Huarache Mamani "El poder de la mujer"

HERNÁN HUARACHE MAMANI


En su libro "La profezia della curandera".Comparte las enseñanzas de su maestra y muestra
el camino de la iniciación andina que siguieron las mujeres sabias de su pueblo.

Título original "El poder de la mujer"


"Según una antigua profecía andina llegará el día en que el espíritu femenino se despertará
del letargo y luchará para eliminar el odio y la destrucción el la tierra; y dará inicio a un
mundo de amor y paz, hermandad y armonía".
En su largo camino de aprendizaje la mujer será capaz de encontrar su fuerza de voluntad,
su coraje, el conocimiento y la energía necesaria para cambiar el curso de su propia historia,
haciendo de cada dolor, de cada soledad, de cada tristeza, un mundo de alegría, de amistad
y de plenitud.
¿Cómo se aprende a ser una verdadera mujer? Estudiando atentamente la naturaleza. Pero
antes tiene que conocerse y aceptarse en la verdad de quién es. Tendrá que ser ella misma,
ella misma y nadie más.
A menudo construimos nuestra vida recogiendo los pedazos de la existencia de los otros
intentando plasmarlos sobre modelos impuestos desde afuera. Con estos trozos vamos
tejiendo una manta para cubrirnos delante de los demás. Esto nos vuelve infelices.
La verdadera mujer se descubre en su verdad y sigue su camino plenamente consciente de
Sí misma.

Son muchas las mujeres que intentan aparecer por aquello que no son y pocas las que
toman tiempo en autoindagarse y descubrirse.

La naturaleza te ha donado un cuerpo y un alma en los cuales reside el espíritu .Sólo tú


como mujer y ningún otro fuera de ti tiene el derecho de cambiar tu vida. En el momento en
que te descubras a ti misma te encontrarás en el camino que te transformará en una
verdadera mujer.

El arma más potente de una mujer es su energía interior que la protege tanto a ella como a
todos los que ama. Es por esta razón que tendrá que aprender a descender a su mundo
interno: solamente cuando descubra su verdadera esencia podrá usar toda su energía
interior.

La sociedad contemporánea no quiere saber realmente sobre quién es la mujer y busca


deformar su carácter desde el nacimiento. ¿Qué aprende una mujer hoy en día de la
sociedad? A falsificarse, a esconder sus verdaderos sentimientos, a cuidar sus propias
opiniones, a enmascarar sus pensamientos.

Un hombre cercano a una verdadera mujer se diviniza. Para descubrir los misterios de la
divinidad el hombre debe penetrar en el corazón de la mujer porque la Pachamama quiere
sólo aquello que la mujer desea. Si la Pachamama es amor, también la mujer lo es.
El hombre debe considerar a la mujer como la versión de la naturaleza creadora cuya moral
se basa en el respeto por la vida.

Antiguamente para aprender a ser una verdadera mujer era necesario recibir una iniciación.
Tenía que entrar sola en el Templo del Puma y permanecer 7 días y 8 noches. Recostada
sobre una piedra, conocía y saboreaba la verdadera soledad.

La oscuridad más absoluta afrontaba su miedo a lo desconocido e inmersa en el silencio más


impenetrable buscaba conocer su verdadera naturaleza. Era una batalla muy difícil. La lucha
más dura de sostener no es aquella que se combate con un adversario sino contra sí mismo.

Ahí, donde no percibía el más mínimo ruido, comenzaba a escuchar los sonidos emitidos por
su cuerpo: los latidos de su corazón, los sonidos sordos de los pulmones, del hígado, del
páncreas, del intestino, del estómago, de los ovarios...Cada órgano entonaba su propia
música: sonidos nunca antes escuchados.
En aquél retiro absoluto, a través de la meditación, la reflexión y el análisis de toda su vida,
la mujer vencía sus propios temores para averiguar quien era verdaderamente y para qué
había venido a la tierra. Aquella que entraba en el Templo del Puma, salía preparada y
consciente de su propio poder y su propia fuerza.

Pero para poder comenzar su iniciación la mujer debía primero superar una serie de pruebas
para mitigar su carácter y por lo tanto aprender, en el Templo, a controlar poco a poco el
propio cuerpo y la propia mente. Ahí dentro era asaltada continuamente por dudas y
temores: debía aprender a tener fe, porque quien no tiene fe en sí mismo está perdido.

Concentrada sobre sí misma recorría desde el recuerdo todo lo que había hecho desde que
había llegado al mundo. Por primera vez en su vida se afrontaba y se juzgaba a sí misma.
Encerrada en aquel recinto la mujer debía aprender y atravesar la puerta de la eternidad sin
temores. Y si lo quería realmente lograba hacerlo.

Todas las mujeres pueden, es solo cuestión de voluntad. Si quieres algo, entonces puedes,
basta simplemente que lo desees con todas tus fuerzas. Pero si tu voluntad es débil y frágil,
entonces no lo lograrás. Una vez que hayas comprendido la potencia que reside en tu
interior, podrás alzar tu cabeza, mirar con amor y dulzura y accionar al mismo tiempo con
serenidad y determinación.

Aquellas que entraban en el Templo del Puma aprendían a tender un puente, era una de las
pruebas que tenían que superar. A través de la mujer el hombre puede alcanzar lo Absoluto,
por eso es tan importante para ella direccionar su propia energía. Si logra tender ese puente
de energía, el hombre que lo recorrerá sabrá que ella es el camino capaz de conducirlo a la
divinidad.

En aquel lugar, templo del tiempo y del espacio, la mujer aprendía a entrar en armonía y en
paz consigo misma. La armonía es fundamental para que cada elemento se uniforme a la
unidad llamada Ser y la mujer pueda así gozar de la vida con calma, tranquilidad y
seguridad.

La mujer que conoce la armonía mantendrá la serenidad también en los momentos más
difíciles; sus ojos reflejarán la pureza de su alma y se iluminarán de su belleza interior,
aquella que nunca se deteriora. Una mujer armoniosa gozará de mayor salud y juventud
que, compartida con su compañero, alargarán su existencia.

Para poder ser iniciada la mujer tiene que volver al útero de la Pachamama y sumergirse en
el océano de la vida. Tendrá que entrar en contacto con su propia intimidad y en armonía
con los elementos simpáticos: la tierra y el agua. Solo así el espíritu podrá manifestarse.
Tendrá que aprender a sobreponerse a las dudas, a los temores, al dolor, a los miedos, a la
desesperación, al cansancio, al fastidio, a la frustración, a la desilusión. Mediante aquella
prueba sabrá si su cuerpo trabaja en armonía con su mente en la individuación del peligro.

Gracias a la preparación recibida aprenderá a ver y a sentir en la oscuridad, a comprender si


es el momento de esperar o de accionar y en el momento que sus sentidos le avisen de la
existencia del peligro, sabrá afrontarlo recurriendo a su prudencia, a su sabiduría, a su calma
y a su serenidad. Y cuando finalmente logre superar cualquier tipo de peligro, entonces
aprenderá a viajar en el tiempo y en el espacio.

Existe una profecía según la cual la tierra al comienzo del tercer milenio sufrirá profundos
cambios. Llegará el momento en el cual el espíritu femenino se despertará de un letargo de
más de cinco siglos para dar origen a un mundo de paz y armonía. La salvación de la
humanidad está en manos de la mujer quien tiene que volverse verdadera para poder
encontrarse con otras mujeres y unidas salvar la tierra. NAMASTE

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