Está en la página 1de 9

TECNOLOGIA DE LOS

MATERIALES
Escuela de formación artística Mario Urteaga

DOCENTE : JOE SILVA QUIROZ


Alumno: SÁNCHEZ COTRINA EDUARDO YAMPIER
PALEOLÍTICO VIDA DEL HOMBRE UTENSILLOS Y ARMAS ARTE
RUPESTRE
Se designa época Paleolítica, al antiguo período de la prehistoria que se inicia
hace unos 2.500.000 millones de años y finaliza en el 10.000 a.C. Significa
«piedra tallada» y hace referencia a la forma «tosca» o rústica en que los
humanos fabricaban sus herramientas y armas Con el período Paleolítico se
inicia la Edad de la Piedra. Existen grandes discusiones para establecer las
fechas aproximadas del comienzo de este prolongado período de acuerdo con
los diferentes métodos de investigación. La realización de las primeras
herramientas podría ubicarse hace aproximadamente 500 000 años. Durante el
Paleolítico, la forma de vida humana era nómade, las principales preocupaciones
del hombre eran conseguir el alimento diario y defenderse de los peligros, como
los que representaban los grandes animales. La subsistencia se lograba a partir
de la caza y la recolección. Por la caza se obtenían las carnes y por la recolección
se reunían raíces, hojas y frutos. La actividad de los cazadores fue
evolucionando con el tiempo; de devorar primero animales que enconraba
muertos, debieron luego censar en qué forma matarlos. Esto los llevó a idear
armas y técnicas de caza. Una de las primeras armas creadas para cazar fue el
«hacha de mano», fabricada con un trozo de piedra tallada. Los hombre del
paleolítico desconocían cómo sembrar semillas o la forma de criar animales.
Recolectaban nueces, bayas y frutas silvestres, así como una variedad de
plantas verdes y granos silvestres. Por todo el mundo cazaban y consumían
diversos animales, entre los cuales estaban: el búfalo, el caballo, el bisonte, las
cabras salvajes y el pescado proporcionaba una rica fuente de alimento. No cabe
la menor duda de que la caza de animales y la recolección de plantas silvestres
originaron ciertos patrones de vida. Los arqueólogos y los antropólogos han
especulado que la gente del paleolítico vivía en pequeños grupos, que oscilaban
entre veinte y treinta personas. Eran nómadas (se movían de un lugar a otro),
pues no tenían otra opción más que seguir las migraciones de los animales y los
ciclos de la vegetación. La caza dependía de la observación cuidadosa de los
patrones de comportamiento de los animales y requería un esfuerzo de grupo,
con el fin de contar con una oportunidad real de tener éxito. A través de los años,
las herramientas se perfeccionaron más y se volvieron más útiles. La invención
de la lanza —y más tarde del arco y la flecha— hizo que la cacería se facilitara
en gran medida. Los arpones y los anzuelos —hechos de hueso— incrementaron
la captura de peces. Tanto el hombre como la mujer eran responsables de
encontrar alimentos, principal actividad de la gente del paleolítico. Dado que la
mujer procreaba y cuidaba a los niños, generalmente permanecía cerca de los
campamentos; no obstante, desempeñaba un papel importante en la adquisición
de la comida al recolectar bayas, nueces y granos. Los hombres cazaban
animales salvajes, actividad que los mantenía alejados del campamento. Ya que
tanto el hombre como la mujer desempeñaban papeles tan significativos para la
sobrevivencia del grupo, los científicos han argumentado que existía una
incipiente igualdad entre ellos. De hecho, algunos especulan que el hombre y la
mujer tomaban decisiones que afectaban las actividades de los grupos del
paleolítico. Dichos grupos —en especial los que vivían en climas fríos—
encontraron refugio en las cuevas. Al paso del tiempo, también llegaron a
construir nuevos tipos de refugios.
los más comunes hayan consistido en una estructura sencilla de postes de
madera o varas, que cubrían con pieles de animales. Donde la madera era
escasa, los cazadores-recolectores del paleolítico debieron utilizar huesos de
mamut para construir estructuras que después recubrían con pieles de animales.
Gracias a la utilización sistemática del fuego —la cual los arqueólogos creen que
comenzó hace unos 500.000 años— las cuevas y las estructuras construidas por
los humanos contaron con una fuente de luz y de calor. El fuego también permitió
que los primitivos seres humanos cocinaran sus alimentos, con lo cual éstos
adquirían mejor sabor, tenían mayor duración y —en el caso de algunas plantas,
como los granos silvestres— eran más fáciles de masticar y digerir. La
fabricación de herramientas y la utilización del fuego —dos innovaciones
tecnológicas importantes de la gente del paleolítico— traen a la mente lo crucial
que resultó para la sobrevivencia del ser humano su capacidad de adaptación.
Pero la gente del paleolítico hizo más que sólo sobrevivir. z los más comunes
hayan consistido en una estructura sencilla de postes de madera o varas, que
cubrían con pieles de animales. Donde la madera era escasa, los cazadores-
recolectores del paleolítico debieron utilizar huesos de mamut para construir
estructuras que después recubrían con pieles de animales. Gracias a la
utilización sistemática del fuego —la cual los arqueólogos creen que comenzó
hace unos 500.000 años— las cuevas y las estructuras construidas por los
humanos contaron con una fuente de luz y de calor. El fuego también permitió
que los primitivos seres humanos cocinaran sus alimentos, con lo cual éstos
adquirían mejor sabor, tenían mayor duración y —en el caso de algunas plantas,
como los granos silvestres— eran más fáciles de masticar y digerir. La
fabricación de herramientas y la utilización del fuego —dos innovaciones
tecnológicas importantes de la gente del paleolítico— traen a la mente lo crucial
que resultó para la sobrevivencia del ser humano su capacidad de adaptación.
Pero la gente del paleolítico hizo más que sólo sobrevivir.

El dibujo es una de las artes más antiguas utilizada ya en las cuevas paleolíticas
para la representación de animales, personas o ideogramas. Aunque es una
técnica de arte en sí misma, posteriormente se ha utilizado como paso anterior
a la realización de obras con otras técnicas al realizar bocetos preparatorios en
los que se compone la escena, se distribuyen las figuras en el espacio, ...

La característica específica del dibujo es la utilización de la línea y el trazo


generalmente con ausencia o escaso uso del color, pero también tiene como
propios:
* unos soportes determinados (tablillas, láminas, papel, pergamino, ..).
* unas técnicas (puntas o estiletes, plumas y plumillas,...).
* cierta rapidez en la ejecución de la obra.
* unas dimensiones más bien reducidas.
DIBUJO: TÉCNICAS Y MATERIALES.-
Fue considerado “el padre de las tres artes: arquitectura, es cultura y pintura”
(Vasari). Fundamento de las artes, se le aseguró una connotación intelectual
como proyección plástica de la Idea (disegno). Los dibujos pueden tener un
sentido de obra definitiva o bien ser trabajos preparatorios para obras realizadas
en otras técnicas y soportes. Se trata de una expresión artística con identidad
propia desde la cultura renacentista italiana, tal es así que el autor de Las Vidas
recopiló dibujos de diversos auto res organizados históricamente en un Libro de
Disegni que alcanzó varios volúmenes. La práctica del dibujo se consideró
esencial en la dinámica del aprendizaje (Cennini) y posteriormente en el marco
de la Academia, inaugurándose en 1593 en Roma la Accademia del Dissegno
por Zuccaro (h. 1540-1609). Especialmente en el siglo XVIII se representaron
salas de las Academias en donde los artistas dibujan ante modelos vivos: el
cuadro de Houasse (1680-1730) es uno de ellos. Las características materiales
de los dibujos los hacen sensibles al medio ambiente y a la manipulación.

1.- Soportes. Pergamino. Papel.

La piel de la res (ternera, oveja, cabra), limpia de pelo, adoba da para que se
ablande y estirada es el pergamino. La vitela pro cede de animales jóvenes y,
por tanto, es una piel más fina. Durante la Edad Media constituyó un soporte
adecuado para dibujar, que se preparaba bruñéndolo con piedra pómez. El
dibujo se realizaba sobre una preparación a base de hueso molido, albayalde,
tierras, etc.

El empleo del papel no se generalizó en Europa hasta el siglo XV si bien desde


finales del XI (mundo árabe) se comenzó a fabricar, existiendo talleres toscanos
hacia 1300. Ya era conocido por los chinos desde el siglo II d. C. En un principio,
el papel se hacía a mano en los molinos papeleros; aún hoy se producen papeles
artesanales, muy estimados. A finales del siglo XVIII se in venta una máquina
para fabricar papel continuo, de fibras celulósicas obtenidas preferentemente de
la madera.

Fibras vegetales (de lino de los trapos, algodón, cáñamo,...) eran dejadas en
pudrición, maceradas en una tina con agua y con gran des mazos
mecánicamente trituradas. Al introducir en esa sustancia acuosa y ligeramente
espesa un bastidor con su base reticulada de hilos de latón (verjuras: los
verticales son los corondeles, los otros los puntizones) enmarcada por varillas
de madera queda en ella depositada la pasta: este molde -forma- da el formato
a la hoja de papel (papel de tina). Una vez escurrida por el tamiz, la hoja tiene
cierta consistencia y puede depositarse sobre fieltro de laña que irá ensopando
el agua que aún contiene. Apiladas, con su separación de fieltro correspondiente,
pueden ser presionadas por una prensa manual que irá expulsando el líquido
adicional. El sistema tradicional obliga a que las hojas se sequen en tendederos.
La flaccidez se elimina introduciendo la hoja en una sustancia glutinosa a base
de cola animal hervida (papel encolado) que al mismo tiempo lo hará menos
absorbente, apto para técnicas específicas. Una superficie lisa (papel satinado)
se consigne presionando mecánicamente la hoja entre placas metálicas o
golpeando con un mazo. La textura del papel (grano) depende del acabado -los
destinados a las técnicas húmedas no se satinan, mientras que la rugosidad del
fieltro proporciona determinada textura a la hoja- pero en principio del tipo de
molde: la malla de estructura abierta da lugar al papel verjurado, una tupida,
como la de la tela, al avitelado (desde mediados del siglo XVIII), el cual no deja
marcas en la hoja (obras de Degas, Odilon Redon -1840/1916-...). La marca del
fabricante -filigrana- se refleja en la hoja gracias a un diseño de hilo metálico
cosido sobre el verjurado del molde, indicando a menudo el nombre y/o la
localidad y la cronología (en España es famoso el de Capellades). Actualmente
se fabrican papeles para dibujo con diferente textura (lisa, semiáspera,
granulada) aptos para técnicas diferentes.

Antiguamente se realizaban dibujos sobre papeles preparados, tratando la


superficie con una fina capa de preparación en la que se incluían colorantes
(tierras, albayalde, hueso, cinabrio, amatista.., mezclas con agua y, tras ser
molidos, la pasta se aglutinaba con cola, consiguiendo papeles de color verde,
morado, rosáceo, crema,...). A fines del siglo XV circularon los teñidos.

2.- Instrumentos y técnicas


Unas técnicas se aplican directamente, para los procedimientos con tinta o con
pigmento líquido plumas y pinceles. Entre las primeras, están las de madera
(plumas de caña o de bambú) y las de ave (ganso, oca, cuervo, cisne...) más
versátiles y de trazo más fino; la pluma metálica surgió a fines del siglo XVIII. Los
pinceles son de pelo de animal (ardilla, marta, nutria...); se comercializan también
de fibra sintética.

a) Punta metálica.- Son finas varillas de plomo (punta de plomo -plomo y estaño-
) y de plata (punta de plata) ya utilizadas por los romanos para dibujar sobre
tablillas, frecuentes en el ámbito italiano de los siglos XIV y XV, como se advierte
en obras de Perugino (h. 1445-1523), Leonardo, Rafael (1483-1521), Filippino
Lippi (1457-1504)... y en el germánico (Durero -1471/1528-). Mientras el estilete
de plomo se emplea sobre papel sin tratar, la plata precisa un fondo preparado
o coloreado dejando un sedoso trazo brillante. En un principio su función era la
de adiestrar la mano (Cennini), bosquejar como preparación a la pluma y
asegurar los trazos iniciales de carbón o la de realizar apuntes (como aconsejaba
Leonardo), pero algunos artistas le dieron categoría realzando normalmente los
dibujos con toques de albayalde.

b) Carboncillo.- Se empleó con el muro para realizar apuntes y trabajos


preparatorios, sobre papel desde inicios del XVI. En el ambiente de Bellas Artes
muchas “Academias” están ejecutadas con este me dio. Es el resultado de la
carbonización de palillos de madera (sauce, abedul, mirto...). Cennini abordó el
proceso. Hay palitos de diversos grosores y variados grados de dureza. La
modalidad de carboncillo comprimido —antracita dura pulverizada, mezclada
con un aglutinante (goma arábiga)— se desarrolló a partir del siglo XVIII; éstos
se distribuyen en barras y en lápices. El carboncillo da cuenta del grado del
papel, y pueden surgir atractivas texturas. Excelentes artistas acudieron a esta
técnica, como Goya, Courbet, Millet (1814-75)... En los collages de Picasso,
Braque y Gris marca los contornos de los objetos, contribuye a crear superficies
contrastadas..., combinado a veces con óleo, gouache, etc.

c) Lápiz negro.- Es un tipo de lápiz denominado, por repercusión del francés,


piedra negra (citada por Cennini). Esquisto arcilloso blando que circuló primero
como barrita y a partir del siglo XVIII como mina. Su tono es negro, de trazo
regular. Se usa solo o en compañía de otra técnica, como la sanguina, clarión,
albayalde... que proporcionan corporeidad y luminosidad. Fue una técnica
recurrente por el Goya de Burdeos (Album G), aunque en el XVII se empleó
asiduamente, como se constata en los dibujos de Velázquez, Carreño (1614-85),
Escalante (1633-69), pero ya desde el Renacimiento (Becerra, Navarrete -m.
1579-). Existen barras y lápices de colores obtenidos de arcilla y pigmentos
mezclados con un aglutinante (cera, aceite), con diversos grados de dureza.

d) Grafito.- Forma cristalizada del carbono natural, usado en forma de barra para
dibujar desde el siglo XVI con el que se obtiene un dibujo con tonos grisáceos y
brillantes. A fines del XVIII Conté lo mezcló con arcilla dando lugar a un tipo de
lápiz compuesto (lápiz Conté). Se produce artificialmente desde 1891. Las minas
son de diferente dureza, según la proporción de grafito (así una barrita blanda
proporcionará un negro más intenso). Realces de clarión o albayalde le aportan
luminosidad. El predominio de la línea en la obra de Ingres (1780-1867) halló un
instrumento adecuado en el grafito. Picasso trabajó asiduamente con él en los
preparatorios para el Guernica.

e) Sanguina.- Denominado también lápiz rojo, es arcilla ferruginosa o hematites


(óxido de hierro). Su trazo propio de una tiza revela el granulado del papel.
Existen en barritas y en lápices con variantes de color. Se emplea para dibujar a
gran escala -trabajos preparatorios sobre el muro- y sobre papel. Murillo en su
Autorretrato de Londres tiene a un lado la paleta y los pinceles, al otro un dibujo
a la sanguina con el lápiz sobre el papel. Muchos artistas han abordado esta
técnica, a menudo combinada con el lápiz negro (aquélla para las carnaciones).
Goya ha recurrido a sus posibilidades en gran número de dibujos, ya como obra
independiente o en relación a la gráfica, a veces combinada con la aguada roja.

f) Clarión.- Pasta blanca obtenida con yeso mate y greda (actualmente del talco
mineral), se emplea como lápiz para bosquejos en los so portes imprimados y en
los dibujos en papel coloreado o para dar toques de luz en obras realizadas con
lápiz negro o sanguina.

g) Pastel.- Se trata de una pasta constituida por pigmentos minerales o vegetales


en polvo mezclados con goma arábiga, jabón de Marsella, agua de cocer lino o
cebada. Esta se moldea en barritas cilíndricas, blandas, semiduras y duras
según la proporción del aglutinante. Se trabaja sobre soportes con textura,
blancos o coloreados, preferentemente papel (existen papeles vidriados que
retienen el pigmento). Empleado para dar toques luminosos a obras elaboradas
con otras técnicas, desde el siglo XVIII adquirió una identidad propia, como
muestra la producción de Liotard (1702-89), Quentin La Tour (1704-88), Chardin
(1709-79) y Rosalba Carriera (1674-1757). En décadas siguientes, de los
pasteles de Odilon Redon y fundamentalmente de Degas, surgieron obras de
extraordinaria intensidad cromática y ambiente intimista.

h) Albayalde.- Carbonato de plomo conocido asimismo como blanco de plomo y


blanco de España, la parte más pura carbonato de plata. Su color es blanco y
proporciona una luminosidad sedosa a los dibujos realizados con pasta o tinta,
aplicado en toques.

i) Tinta.- Sustancia fluida apta como medio para el dibujo sobre papel empleando
plumas y pinceles. La aguada se aplica con pincel facilitando tonos y
luminosidad.

La tinta china es negro de humo en una suspensión de aceite, goma, cola de


pescado... Diluida con agua constituye la aguada gris. Son procedimientos
usados por artistas como Goya. La tinta de bistre o de hollín procede de la
carbonización de la madera, en suspensión acuosa. La tinta de bugalla es ácido
gálico procedente de la agalla de encina o roble, mezclado con goma arábiga y
sales de hierro, preparado que incide en la corrosión del papel y en la oxidación
del pigmento. Fue empleada por Goya. Tinta de sepia es un pigmento natural
animal que se obtiene de la segregación de ciertos moluscos, como la jibia, a la
que se incorpora goma arábiga. Su tono es el pardo oscuro. A menudo se
combina con la aguada sepia. Es una técnica común entre los artistas desde el
Renacimiento.

j) Acuarela y gouache.- La primera se trata de un procedimiento pictórico en que


los pigmentos pulverizados se mezclan con goma arábiga como aglutinante,
diluidos en agua en la proporción deseada. El so porte que se emplea es el papel,
blanco o coloreado (su grano incide en el acabado) y se aplica con pincel
redondo o de borde cincelado humedeciendo el papel a veces con una esponja.
Una de sus características de la acuarela es su transparencia y luminosidad,
conseguida a través de varios lavados, es decir extendiendo suavemente el
color. Actualmente se distribuye en pastillas secas, cápsulas semihúmedas y
húmeda en frascos y tubos. Es frecuente esta técnica en el ámbito de las
ilustraciones de Botánica y Zoología, así como en el dibujo arquitectónico. Entre
los primeros acuarelistas figura Durero (paisajes, animales, plan tas), pero fue
en los siglos XVIII y XIX cuando esta técnica ad quiere preponderancia, según
vemos en obras de Turner (1775- 183 1) y Cezanne (1839-1906). El Arte
contemporáneo ha recurrido a la acuarela siendo Klee y Kandinsky los artistas
más sensibles en este medio.

Gouache es un medio pictórico que emplea pigmentos molidos con goma arábiga
como aglutinante y agua, así como yeso o blanco de plomo que le aporta
opacidad. Se puede combinar con otros medios. Fue abordado por artistas
contemporáneos solo o en combinación (Picasso, Balla, Picabia, Malevich...).
J. Rivera y otros.- Manual de técnicas artísticas.
Historia 16, Madrid. 1997. Págs. 183-190.

También podría gustarte