“Un sabio no dice nada de sí mismo a un amigo, de lo contrario todos
sus secretos íntimos serán divulgados en la primera pelea que tengan” Oddun IFA Oshe-Paure.
“Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas
quietas”, Ovidio Poeta Latino.
Tuve la oportunidad recientemente de reencontrarme con una pareja de
conocidos míos que anteriormente estuvieron asistiendo a nuestra casa de formación Filosófico-Religiosa, después de casi 4 años de no vernos resulto que tenemos otros intereses de naturaleza laboral en común y por ese motivo fue que coincidimos nuevamente, curioso que cuando dejas de ver por tiempo a una persona con quien jamás tuviste un roce que provocara el alejamiento en ambos sentidos lo primero que viene a la mente es preguntar: ¿Oye, y porque ya no nos frecuentamos?, por supuesto casi también es de esperarse la consabida “falta de tiempo”, “cambio de domicilio”, u otro cualquier tipo de excusa a cual más de valida, hasta es de validarse el hecho de recibir el también común: “No me gusto tu Onda” y vale; en serio, el simple hecho de no ser “monedita de oro” ya es motivo más que suficiente para que cualquiera se incomode en presencia de uno, ya no digamos cuando proponemos paradigmas que ponen a temblar a más de una “buena conciencia”, ¡pero bueno!, el asunto es que esta pareja en particular me reencuentran con bastante y nada fingido gozo y lo primero que me viene a la mente es el “originalísimo”: -¿Oye y porque dejaron de asistir a nuestra casa?-, pero lo mejor de todo fue su respuesta: mira,- me dijo El-, nosotros estábamos más que cómodos con todos los contenidos que habíamos empezado a recibir por parte tuya y de tu familia pero empezamos a recibir “mala vibra” por parte de tu ahijado “X”,-mismo ahijado que era Olorisha “coronado” y que había llegado unos años antes a nuestra casa con 5 años de consagración sacerdotal y con la característica común de los muchos que han llegado como El, a nuestra casa: con TOTAL desconocimiento de todo lo inherente a su RESPONSABILIDAD; y al igual que muchos otros antes que Él; a este “espécimen” se le brindo cobijo, amistad y una casa de aprendizaje honesta pero sobre todo solidaria, dejando de lado lo que evidentemente habría de pasar y termino por suceder; como muchos otros antes que El, también se le mostro la puerta de salida de forma por demás oprobiosa debido a los motivo de su “retiro”, pero como dice el dicho: “A grandes males, grandes Remedios”, y es que en razón de este paradigma de conciencia es que tranquilos estamos y seguramente así seguiremos, total, que este conocido al recibir mi respuesta de que ya le había dado “corte” al mencionado sujeto me pregunto: ¿Pues que esto no es como tú nos decías, para tener una estabilidad y congruencia y equilibrio y no sé cuántas cosas? Y evitar caer en estas conductas?, Y ASI SIGUE SIENDO –le respondí-, y lo que a continuación le compartí NO es justificante ni mío, ni mucho menos de cualquier persona que por sus conductas anómalas sea removid@ de esta nuestra casa; ya que ante las propuestas que Osha-Ifa nos allega para la solución de cualquier problema de vida, hay algo que al menos aquí NUNCA intentamos cambiar; la capacidad de reconocer que debido a la naturaleza del LIBRE ALBEDRIO cualquier hijo de vecino por más beneficiado que haya sido no solo por nuestra casa y sus propuestas, sino en cualquier lugar; SIEMPRE tendrá la opción de elegir actuar de manera contraria a sus propios interés de vida así le vaya esta última en juego, en cuanto al “aforo” de miembros y adherentes que ahora nos acompañan COMPARTIENDO no solo los parámetros formadores de conciencias que ya no se dedican a rendirle perenne pleitesía al DIOS DEL MIEDO, ese de tan común que es el argumento más “sobado” cuando se llega al umbral de nuestro ILE, de tan repetido por el necesitado ya hasta perdió originalidad, pero aun así en nuestros respectivos ITA’S lo que también es más que coincidente es la obligación de hacer el bien y no cansarnos de ello, dando siempre a quien esto recibe, SIEMPRE la opción clara de vivir los contrario de lo que ofrecemos, y esto es más importante aún que tratar de imponerles por cualquier medio la adquisición de valores; nuestro camino es claro, sembrar y dejar crecer la hierba y que esta se defina por su inutilidad; habiendo de ser cegada y dejada en el olvido de su propia incompetencia. Las caras nuevas NUNCA nos incomodan, al contrario si hay caras nuevas es porque necesariamente la mala hierba ha sido cegada, y en algunos casos destruida para dar paso a las nuevas propuestas que acompañaran a nuestro esfuerzo; ¿Por cuánto tiempo?, eso dependerá enteramente de la buena labor en que se involucren los adeptos al amparo del Principio Doctrinario y EL CODIGO ETICO que nos norma y define…