Está en la página 1de 2

LA CULTURA DEL INDIVIDUALISMO Y LA VULGARIDAD EN LA

ÉPOCA ACTUAL

Como evidencia la lectura, el mundo constantemente cambia, ya no es el mismo


que se conocía hace treinta años, esto se debe a que ha ido evolucionando con
el tiempo, desde la aparición de nuevos inventos y el surgimiento de nuevas
costumbres entre algunas personas, las cuáles se han adoptado en su mayoría,
concibiendo una generación individualista, egoísta e indiferente con nuestros
similares, que se encuentra limitada siempre por una tolerancia para una mal
llamada convivencia, donde cada quién actúa según su conveniencia mientras
no moleste ni genere perjuicios a los demás.
Muchas de estas acepciones se manifiestan puesto que, como bien lo manifiesta
Gilles Lipovetsky, acerca de una época desdeóntica, es decir, que al habernos
liberado de las reglas opresivas de nuestro pasado, de los cuáles fuimos
cómplices al posicionar una conducta regida por una sociedad ajena a la plenitud
del ser humano, así pues con la finalización de esta idea tradicionalista, el
panorama de la realidad actual es otra, ya que nadie estaría dispuesto a defender
ideales morales que sean impuestos para el beneficio de un individuo o un acto
utópico, desechándolo de manera inminente.
La mayor contribución a ello, se lo debemos a los políticos que han pervertido
los buenos valores incluso causando regocijo entre la ciudadanía, por otro lado,
es la religión quién ha tomado la envergadura social consecuente a los actos que
realiza el hombre, aludiendo la pérdida de credibilidad en las instituciones del
Estado, vinculadas a una situación en que ponen en peligro la libertad de las
personas, de la misma manera que nos enfrentamos a un sistema jurídico que
se puede entender corruptible, que muchas veces deja mucho que desear.
Se habla que nos encontramos en una época donde resalta el individualismo
más puro, en la cuál el hombre constantemente busca la buena vida, es decir,
vivir según él considere la mejor forma y no de acuerdo a lo que la sociedad
dictamine, teniendo como única limitación en esta búsqueda, a la tolerancia; todo
esto, para este autor, es lo mejor para el hombre, el cual debe desligarse de los
valores existentes, pero como más adelante se reflexiona, esto nos llevaría a
que la sociedad se vuelva un caos, donde reine la tiranía, la opresión y los
crímenes, y es obvio que esto conllevaría a que las personas se destruyan entre
ellas mismas, y se atentaría contra el derecho fundamental que es la vida.
Javier Gomá habla acerca de la vulgaridad, que según expone, esta es la
costumbre que predomina en el mundo actual, y que refiere que es la libertad
que hay para que las personas puedan manifestar de forma espontánea, estética
e instintiva su forma de ser, sin ningún problema.
El filósofo Peter Sloterdijk, escribe que la cultura actual moderna gira entorno de
la barbarie, pero él relaciona esta con la libertad que tiene la persona para
revelarse y no permitir que se le impongan ideologías ni costumbres, sino ella
misma buscar la manera de adquirir su conocimiento.
También define, junto a Luc Ferry, a la sociedad como amoral, es decir, que entre
la gente o se percibe la diferencia entre lo moral y lo inmoral, todo que, a la
interpretación de cada persona, de forma individual. Luego, refieren acerca de la
envidia, que, para Luc, es lo que predomina en el pensamiento de las personas,
y esto pone en peligro los ideales u objetivos de la sociedad.
El alemán Odo Marquard plantea que en la mentalidad de la filosofía
posmoderna reina la malignización de lo que es considerado como bueno, es
decir, que, en nuestros tiempos, en muchas ocasiones se interpreta lo correcto
como si fuera malo y viceversa, esto se debe a la resistencia que existe contra
los valores tradicionales que rigen a la sociedad. Es una idea antimoderna que
pretende tumbar lo que reina en las personas.
Según Jean-Paul Sartre, en la sociedad de hoy, lo que mueve a las personas es
el emotivismo, y mediante esto se explica que no solo se debe usar la razón para
juicios o dictar normas, sino también haciendo uso de las emociones, que
reemplazarían a los valores.
En otro aspecto, la lectura expone la influencia que ejercen tanto los líderes de
la sociedad y la opinión pública, como los medios de comunicación, y que, a su
vez, estos son la manifestación de la propia población, que a través de ellos
manifiestan la falta de valores éticos que existe hoy por hoy. Es por ello, que se
debe tener mucho cuidado con la opinión que emiten estas personas, y también
hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías, evitando manejar o influir, la
opinión pública, ya que cada persona debe tener la libertad de emitir su propio
juicio, sin ningún tipo de manejo.

También podría gustarte