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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ESCUELA DE DERECHO

CURSO: Historia de la Cultura Universal y del Perú

DOCENTE: Luis Antonio León Piña

CICLO: I AULA: “B”

ESTUDIANTES: Panduro Pinedo, Boris Fritz


Mato Saravia, Diego
Muñoz Fernandez, Karol

PUCALLPA-PERU
2019
DEDICATORIA
El siguiente trabajo
monográfico va dedicado a las
personas que hacen que
nuestras metas y sueños sean
posibles: nuestros padres.
También va dedicado a
nuestros compañeros y a
nuestro estimado profesor que
sin su ayuda no hubiese sido
posible este trabajo.

AGRADECIMIENTO
Le agradecemos a Dios por
darnos la vida, a nuestros
padres por darnos la
posibilidad de estudiar una
profesión y al profesor por
transmitirnos conocimientos y
valores que nos serán muy
útiles a lo largo de nuestras
vidas.

2
INTRODUCCION

En este trabajo monográfico vamos a tratar sobre dos temas importantes y


revolucionarias:
 El capitalismo
 El capitalismo Industrial
 La revolución Industrial en Inglaterra

A continuación se presentara un trabajo donde el tema principal es


el capitalismo el cual es un sistema o régimen económico el cual se
rige por medio de la propiedad privada, el mismo se origina en el siglo
XVI D.C, a medida que pasa el tiempo este comienza a evolucionar
e intentan salir lo que conocemos como los tipos de capitalismo que
son el capitalismo industrial, comercial, financiero. También aparece
el llamado fisiocratismo que es otra de las doctrinas económicas
diseñadas en Francia en el siglo XVII. Con este trabajo tenemos
como finalidad informar al lector, usted, sobre el capitalismo y sus
variaciones que han revolucionado al mundo significativamente, y el
que predomina al mismo. Todo lo dicho será explicado más
paulatinamente (poco a poco) en donde el trabajado estará ordenado
o estructurado con el concepto, su origen y tipos, del capitalismo,
luego les mencionaremos sobre el fisiocratismo (parte importante del
y relacionada con el capitalismo) y sus principios, además de
conseguirse los elementos, origen, concepto y características del
mercantilismo, y finalmente algunos anexos sobre el tema y unas
bibliografías de donde puede ver más detenidamente el contenido de
nuestro trabajo. Esta información tiene una importancia muy
relevante en cualquier persona por ser el capitalismo el sistema
económico, político y social predominante en el mundo, que sería
saber en qué se basa nuestra economía y la del mundo, saber que
esto no se crea de un día para otro, porque hay propiedad privada y
que nadie está a salvo de esta economía.

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INDICE

1. EL CAPITALISMO -----------------------------------------------05
1.1. CAPITALISMO POR COMPETENCIA------------------------06
1.2. EL ESTADO----------------------------------------------------------07
1.3. FUTURO---------------------------------------------------------------08
2.EL CAPITALISMO INDUSTRIAL---------------------------09
2.1. LA NOBLEZA Y EL CLERO-------------------------------------09
2.2. LAS CIUDADES Y LA BURGUESÍA--------------------------10
2.3. ADAM SMITH Y EL LIBERALISMO---------------------------10
2.4. LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL----------------11
2.5 SISTEMA CAPITALISTA EN EL SIGLO XX-----------------12
3.REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN INGLATERRA----13-14
3.1. INDICIOS A LA REVOLUCIÓN------------------------------15-16
3.2. ECONOMÍA----------------------------------------------------------17
3.3 INDUSTRIA TEXTIL------------------------------------------------18
3.4. PRIMERA MÁQUINA A VAPOR ------------------------------19
3.5 LUDISMO-------------------------------------------------------------20

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1. EL CAPITALISMO:
En su raíz, el capitalismo es un sistema económico basado en tres
cosas: el trabajo asalariado, la propiedad privada o el control de los
medios de producción (fábricas, maquinaria, granjas, oficinas…), y la
producción para el intercambio y el beneficio.
El capitalismo se basa en un proceso simple, el dinero se invierte
para generar más dinero. Por ejemplo, cuando una empresa utiliza
sus ganancias para contratar más personal o abrir nuevos locales, y
así obtener más ganancias, el dinero está funcionando como
capital. El incremento de capital se traduce en acumulación, que es
la fuerza motriz de la economía.
Dicha acumulación de capital aumenta cuando se pueden transferir
los costos a los demás. Si las empresas pueden reducir los costos al
no proteger el medio ambiente, o mediante el pago de salarios bajos,
lo harán. Así el catastrófico cambio climático y la pobreza
generalizada son signos del funcionamiento normal del sistema. Por
otra parte, cuando el dinero se convierte en eje central del sistema,
todo ha de ser canjeable por dinero. La tendencia es que todo, desde
artículos de uso diario a secuencias de ADN o las emisiones de
dióxido de carbono – y, sobre todo, nuestra capacidad de trabajar –
pasa a convertirse en mercancía.
Y es este último punto – la mercantilización de nuestras capacidades
creativas y productivas, nuestra capacidad de trabajar – donde se
halla el secreto de la acumulación de capital. El dinero no se
convierte en más dinero por arte de magia, sino por el trabajo que
hacemos todos los días.
En un mundo donde todo está en venta, todos tenemos algo que
vender para poder comprar las cosas que necesitamos. Mientras que
algunas personas poseen medios de producción (burguesía), la
mayoría de nosotros no, de modo que para sobrevivir tenemos que
vender nuestra capacidad de trabajar o fuerza de trabajo, a cambio
de un salario, o bien sobrevivir con subsidios (clase trabajadora). Y
por supuesto, las cosas que producimos en el trabajo no son
nuestras, sino que pertenecen a nuestros jefes.
Además, debido a las largas jornadas, las mejoras de productividad,
etc., se produce mucho más de lo necesario para mantenernos como
trabajadores. Los salarios que obtenemos coinciden, más o menos,
con el costo de los productos necesarios para mantenernos vivos y
capaces de trabajar cada día (por lo que, al final de cada mes,
nuestro saldo en el banco rara vez se ve muy diferente al del mes
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anterior). Los beneficios que logra una empresa se generan debido a
la diferencia entre los salarios que cobramos y el valor que creamos.
Esta diferencia se llama «plusvalía». La extracción de la plusvalía a
los empleadores es la razón por la que vemos el capitalismo como
un sistema basado en la explotación.
Este proceso es esencialmente el mismo para todo el trabajo
asalariado, no sólo en las empresas privadas. Los trabajadores del
sector público también se enfrentan a constantes ataques a sus
salarios y condiciones a fin de reducir los costos y maximizar los
beneficios para toda la economía en su conjunto
1.1 EL CAPITALISMO POR COMPETENCIA
Con el fin de acumular capital, el empresario tiene que competir en el
mercado con los dueños de otras compañías. No pueden darse el
lujo de ignorar las fuerzas del mercado, o cederían terreno a sus
rivales, perdiendo dinero, llegando a la quiebra, etc. Por lo tanto,
incluso los jefes no controlan realmente al capitalismo. Es por eso
que podemos hablar del capital como si tuviera intereses propios.
Ambos, burgueses y trabajadores, están alienados por este proceso,
pero de diferentes maneras. Mientras que, desde la perspectiva de
los trabajadores, nuestra alienación se experimenta a través de ser
controlados por nuestro jefe, este lo experimenta a través de las
fuerzas del mercado y la competencia con otros jefes.
Debido a esto, los jefes y los políticos quedan impotentes frente a
las ‘fuerzas del mercado’, cada uno tiene la necesidad de actuar de
una manera que potencie la acumulación continua. No pueden actuar
en favor de nuestros intereses, ya que cualquier concesión que nos
otorguen, ayudaría a sus competidores.
Así, por ejemplo, si un fabricante desarrolla una tecnología para la
fabricación de automóviles que duplique la productividad, podrá
despedir a la mitad de sus trabajadores, aumentar sus beneficios y
reducir el precio de sus coches con el fin de socavar su competencia.
Si otra empresa quiere ser amable con sus empleados y no despedir
a la gente, con el tiempo será conducida a la quiebra o adquirida por
su competidor más despiadado – por lo que también acabará
trabajando con la nueva maquinaria y realizando los mismos
despidos para mantener la competitividad.

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1.2 EL ESTADO.
Capitalismo de Estado es una expresión con múltiples significados
utilizada por diversas corrientes de pensamiento para referirse a
determinados modelos económicos de mercado en los cuales
el Estado o las empresas estatales desempeñan un papel muy
importante en la economía, dentro de un marco social y
económico capitalista.
El marxista Raymond Williams define al «capitalismo de Estado»
como un sistema económico en el cual el Estado lleva a cabo una
actividad económica comercial, con administración y organización de
los medios de producción de manera capitalista, incluyendo el
sistema de mano de obra asalariada y administración centralizada,
actuando como una empresa capitalista más. En esta visión el
término «capitalismo de Estado» es aplicado críticamente a sistemas
que se autodefinen como socialistas o comunistas, pero que según
estas corrientes no se trata de sistemas verdaderamente socialistas
o comunistas. Un caso ejemplar de este significado fue la crítica de
la Unión soviética realizada desde sectores marxistas. Esta crítica
normalmente viene de comunistas, marxistas, anarquistas y otros
tipos de socialistas.
Hay varias teorías y críticas del capitalismo de Estado, algunas de
las cuales han existido desde incluso antes de la Revolución de
Octubre. Los temas comunes entre ellas son identificar que los
obreros no controlan significativamente los Medios de producción y
que las relaciones mercantiles y de producción para la ganancia se
siguen produciendo en el capitalismo de Estado. Lenin describió la
economía de Rusia como capitalismo de Estado.
La literatura marxista normalmente define el capitalismo de Estado
como un sistema social combinando el capitalismo—el sistema
asalariado de producir y apropiarse de la plusvalía— con la
propiedad o el control por el Estado. Con esa definición, un país
capitalista de Estado es uno en el que el gobierno controla la
economía y actúa como una gran corporación, extrayendo la
plusvalía para invertirla en producción futura. Friedrich Engels, en Del
socialismo utópico al socialismo científico, argumentó que la
propiedad por parte del Estado no acaba por sí misma con el
capitalismo, sino que el capitalismo de Estado sería la última fase del
capitalismo, consistiendo en la propiedad y administración de la

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producción a gran escala y comunicación en manos del Estado.
También dijo que los instrumentos para acabar con el capitalismo se
encuentran dentro del capitalismo de Estado.
Otra definición de «capitalismo de Estado» es sostenida por
corrientes económicas no marxistas. La revista británica The
Economist en el número de enero de 2012 íntegramente dedicado al
capitalismo de Estado (state capitalism en Ingles) analizó este
sistema mediante varios artículos dedicados a tratar los casos de
países como China, Brasil, Rusia, Argelia, Egipto y Sudáfrica.
La función principal del Estado en la sociedad capitalista es la de
mantener el sistema y ayudar a la acumulación de capital. Por ello,
utiliza las leyes y la represión contra la clase obrera cuando tratamos
de promover nuestros intereses contra el capital. El tipo «ideal» de
Estado para el sistema capitalista es, en la actualidad, el liberal
democrático, sin embargo, a fin de garantizar la acumulación de
capital, en determinados momentos el capital se ha valido de
diferentes sistemas políticos con la intención de cooptar y aplastar
poderosos movimientos de la clase trabajadora. Movimientos que
amenazaban la propia continuidad del capitalismo.
1.3 FUTURO.
El capitalismo se presenta como un sistema «natural», formado un
poco como montañas o masas de tierra por fuerzas más allá del
control humano. Sin embargo, no fue establecido por «fuerzas
naturales», sino por la violencia intensa y masiva en todo el mundo,
y ha llegado a hacer creer que conceptos como la propiedad privada
de la tierra y los medios de producción son innatos, y meros artificios.
En comparación con la media de un millón de años de la existencia
humana, el capitalismo no es
más que un bache
momentáneo, y por lo tanto,
sería ingenuo suponer que va a
durar para siempre. Como
capital ampliado, creó una
clase obrera mundial que
consiste en una mayoría de la
población a quien explota, pero
también de quien depende. Por
lo que sólo va a sobrevivir tanto
tiempo como le dejemos.

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2. CAPITALISMO INDUSTRIAL.
El capitalismo industrial es una nueva fase de este sistema
económico, que llega en medio de un proceso de las revoluciones
políticas y tecnológicas en la segunda mitad del siglo XVIII. Con esta
nueva etapa se supera el capitalismo comercial, también conocido
como mercantilismo, que surgió a finales del siglo XIV y se prolongó
hasta preceder al capitalismo industrial. Muchos asuntos
económicos, sociales y políticos han contribuido al desarrollo de esta
nueva forma de capitalismo. En economía, el impacto mayor fue
promovido por los cambios en las técnicas y en el modo de
producción. Las máquinas comenzaron a ser utilizadas en gran
escala, haciendo que excedieran los métodos de producción anterior,
de carácter artesanal, más costosos y menos productivos. Este
proceso se conoce como la Revolución Industrial y comenzó en
Inglaterra. Tanto desde el punto de vista de la economía como de la
política, otro cambio importante fue la independencia de los Estados
Unidos, a través de la Revolución Americana de 1776. Dicha
revolución fue la primera gran conmoción en los fundamentos del
mercantilismo, el sistema colonial, en el que las colonias americanas,
africanas o asiáticas permanecieron sumisas a los intereses de las
metrópolis europeas.
2.1 LA NOBLEZA Y EL CLERO.
Por último, la tercera transformación radical fue la Revolución
Francesa de 1789. Esta revolución buscaba el derrocamiento del
antiguo régimen, cuyo esqueleto se componía alrededor de las
monarquías absolutas, donde el poder de los nobles y la Iglesia
tomaron precedencia sobre otros grupos sociales. Así que
muchas revoluciones, casi al mismo tiempo, reflejaron que el viejo
orden ya no podía seguir. Una sociedad basada en el absolutismo
y el mercantilismo, ofrecía grandes privilegios a la nobleza y el
clero, pero dio pocos derechos a las personas. El pueblo,
entonces, significaba tanto la burguesía rica, pero sin derechos
políticos, como los trabajadores más miserables. Por lo tanto, a
diferencia de hoy, el término pueblo, hasta mediados del siglo
XIX, era cubierto por todos los que no eran de sangre noble ni
pertenecían a la Iglesia.

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2.2 LAS CIUDADES Y LA BURGUESÍA.
Estas luchas y transformaciones que ocurren en el mundo
occidental atravesaron dos fases. En un primer momento, tanto
pobres como ricos querían poner fin a los privilegios de la
nobleza y el clero. Pero en el curso de las luchas, los ricos se
beneficiaron del proceso para garantizar su derecho a la
propiedad. Esto significa que la nueva fase del capitalismo se
puede interpretar como el ascenso de la burguesía, que se ha
convertido en la clase social más poderoso desde entonces. El
término de burgués procede del vocablo burgo. Durante la Edad
Media, los burgos eran villas, sitios fuera de los feudos, donde
los grupos de mercaderes y comerciantes vivían y realizaban sus
actividades. Por lo tanto, la burguesía se identificó con los que
practicaban el comercio y se lucraban por ello. Como resultado,
con el desarrollo del capitalismo industrial, el término burguesía
pasó a representar a la clase de los ricos propietarios de las
grandes industrias y comerciantes. Todo esto indica que, desde
el siglo XVIII, la mayor fuente de riqueza era la propiedad de los
medios de producción (instalaciones y equipos) por los
capitalistas (poseedores de dinero). Dado que la mayoría de las
otras personas en la sociedad no contaron con estos recursos,
se vieron obligados a ceder en las fábricas la venta de su trabajo
a cambio de un salario. A través del trabajo, los trabajadores
(también conocidos como proletariado) generaban riqueza para
los capitalistas. Estos, además de cubrir sus costos de
producción, también obtenían un beneficio.
2.3 ADAM SMITH Y EL LIBERALISMO.
El funcionamiento de la economía industrial se basó en las ideas
de un sistema filosófico llamado liberalismo. Estas ideas se
integraron con la Revolución Industrial en el siglo XVIII. En
economía, uno de los principales teóricos del liberalismo fue
Adam Smith, quien abogaba por la no intervención en la
economía (como ocurrió en el mercantilismo). Según Smith, el
juego se regirá por la ley económica de oferta y demanda. Dentro
de esta lógica, nadie – en particular el Estado – debe interferir
en el mercado, donde la competencia se impone y quienes sean
más capaces obtendrán mejores resultados.

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2.4 PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Este modelo de capitalismo comenzó a desarrollarse a partir de
1760, cuando Inglaterra experimentó la primera Revolución
Industrial. Lo que marca esta etapa es la invención del telar y la
máquina de vapor, el uso del carbón y el hierro. Estas son las
características de la industria textil, que empleaba a los
campesinos, obligados a abandonar el campo por falta de trabajo.
Desde entonces, comenzó a componer la población de las
grandes ciudades. Desde 1860, otros países también han
invertido en la formación de sus industrias, una fase que se llama
Segunda Revolución Industrial. De este modo, Francia, Alemania,
Italia, Bélgica, Holanda, EE.UU. y Japón, hasta principios del siglo
XX, fueron los grandes capitales en la producción de acero,
electricidad y productos químicos. Durante esta fase, también, el
capitalismo industrial se ha convertido en el capitalismo
financiero, cuando las empresas y los bancos se unieron para
obtener mayores ganancias. Esto llevó a la formación de grandes
empresas multinacionales (que operan en varios países al mismo
tiempo). Muy ricos y poderosos, las multinacionales imponen
normas de producción y definen los precios de sus productos al
mercado, reduciendo la actividad de pequeños comercios en
términos de competencia

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2.5 SISTEMA CAPITALISTA EN EL SIGLO XX
Sin embargo, el capitalismo industrial y financiero ha pasado por
muchos cambios y desafíos en el siglo XX. En primer lugar, con
la Revolución Rusa de 1917, que propuso la construcción de una
sociedad comunista, pondría en peligro el orden del mundo
burgués. El riesgo de propagación del comunismo en todo el
mundo, con la división en dos bloques, uno capitalista y
comunista, entre los años 1945 y 1989, condujo a la denominada
Guerra Fría. Por otra parte, el capitalismo enfrentó crisis internas,
inherentes a la operación del sistema. Después de la Primera
Guerra Mundial (1914-1918), Estados Unidos emergió como una
potencia industrial y comenzó a producir bienes para una Europa
devastada por el conflicto. Sin embargo, en los últimos años, la
producción de EE.UU. se ha convertido mayor que las
necesidades de consumo, lo que llevó al colapso de la Bolsa de
Valores de Nueva York en 1929. El fenómeno económico
estadounidense llevó a una revisión del modelo liberal capitalista,
empezando a considerar la necesidad de que el Estado
intervenga en la economía para prevenir o manejar las crisis. La
libre empresa y propiedad privada no se cuestionan, pero el
gobierno empezó a intervenir en la fijación de precios de los
productos, para ofrecer préstamos a los productores y tratar de
generar puestos de trabajo a través de obras públicas y la
recuperación de las industrias privadas. Por último, desde la
década de 1970, el capitalismo financiero ha entrado en una
nueva fase, llamada por algunos economistas de Tercera
Revolución Industrial. Esto da lugar a la fase de la Era de la
Información, es decir, el desarrollo de las computadoras
doméstica en aumento y la ampliación de la oferta de información,
que se tornó popular con el surgimiento de Internet en la década
de 1990. Desde entonces, con la caída del régimen comunista
soviético en 1989, se estableció la llamada Orden del Nuevo
Mundo, cuyas principales características son la globalización y el
neoliberalismo.

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3. REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN INGLATERRA.
Llamamos Revolución Industrial al cambio fundamental que se
produce en una sociedad cuando su economía deja de basarse en la
agricultura y la artesanía para depender de la industria. Localización:
La Revolución Industrial nace en Gran Bretaña y se extiende luego al
resto de Europa. Antecedentes: La economía existente antes de la
revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y artesanal;
tres cuartas partes de la población subsistían con trabajos
agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y
no en la comercialización de los productos obtenidos, puesto que
además la productividad era muy baja. Las ciudades eran pocas,
pequeñas y poco desarrolladas. Hay que recordar que el régimen de
gobierno de estas sociedades eran las monarquías absolutistas, en
las que todo, incluyendo las personas, se consideraban una
propiedad del rey.
Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace en Gran
Bretaña a mediados del siglo XVIII. Fue posible por la existencia de
una monarquía liberal y no absolutista, que consiguió evitar el
panorama de revoluciones que se estaban extendiendo en otros
países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque estuvo
involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se
unió una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El
Banco de Inglaterra se fundó en 1694.
Principales características: Se produce un cambio rápido y en
profundidad que afecta a todas las estructuras de la sociedad. Los
cambios serán tecnológicos, socioeconómicos y culturales. Los
tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el acero a
fuentes energéticas como el carbón y máquinas motrices como la
máquina de vapor, considerada como el motor inicial de la
Revolución Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que
consiguen aumentar rápidamente la producción con poco personal.
Surgen técnicas para el desarrollo del trabajo y la especialización de
la mano de obra. El transporte se desarrolla tanto por trenes como
por barcos, lo que junto con otros inventos harán crecer el papel de
la industria y el comercio.
Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento
de los conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como
técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más notables derivan del
crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo en zonas rurales.
Al mismo tiempo se produce un fuerte aumento demográfico, como

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consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de la mortalidad
catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a una
mejor alimentación de la población). Esto provocará que la población
europea se multiplique en pocos años.
Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de
población rural hacia las ciudades (la revolución agrícola disminuyó
las necesidades de mano de obra en el campo) da lugar a la aparición
de una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos
a las fábricas, a partir de los barracones en los que viven los obreros.
Las condiciones de vida de estos empleados son penosas, tanto en
las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que habitan.
En las fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna
seguridad laboral y jornadas que superan las doce horas diarias,
siete días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios son
víctimas de epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas
afectadas por estas condiciones los lleva a organizarse para la
defensa de sus intereses y aparecen los movimientos obreros de
protesta.
Consecuencias de la Revolución Industrial: En principio la Revolución
industrial produjo un cambio radical en todos los ámbitos de la
sociedad inglesa y, más tarde, del resto de las sociedades europeas,
creando un nuevo modelo de vida. El desarrollo industrial y minero,
el aumento de la productividad, el crecimiento de las ciudades y la
mejora del comercio nacional e internacional contribuirán a un gran
crecimiento demográfico debido al aumento de la natalidad y de la
esperanza de vida. La revolución industrial en España fue mucho
más tardía que en el resto de Europa. España seguía inmersa en un
mundo rural en el que los cambios fueron mínimos. Las malas
comunicaciones, tanto interiores como con Europa, acentuaron el
retraso. Los talleres seguían siendo artesanales y la producción se
especializaba por zonas dependiendo de los recursos disponibles.
La revolución industrial fuera de Europa: En Estados Unidos
comenzó al terminar la guerra civil, a finales del siglo XIX. Estados
Unidos había alcanzado a Gran Bretaña en potencial industrial y
tenía un mercado interior muy dinámico en un extenso territorio. La
construcción de la red de ferrocarriles permitió la colonización del
Oeste, y la industrialización se basó en la aplicación temprana de las
innovaciones tecnológicas y una fuerte concentración empresarial.
En Japón la industrialización comenzó por la actividad textil.

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3.1 INDICIOS DE LA REVOLUCIÓN.

Hasta la llegada de la Revolución Industrial, París había sido la


cuna de la civilización europea. Sin embargo, es Londres la que
pasa a ostentar dicho poder tras la revolución. Esta ciudad pasa
de tener unos dos millones de habitantes cuando Victoria subió
al trono en 1837 a tener unos 6.5 millones en 1903. El rápido
crecimiento de la ciudad, el cambio de una vida básicamente
rural a una economía basada en la industria y un desarrollo
tecnológico sin precedentes evidencian dicho cambio.

La innovación tecnológica es, precisamente, la que constituye la


esencia primordial de la revolución, con la industria como su
principal fuente de riqueza, pero donde la explotación laboral de,
incluso, mujeres y niños fue una realidad, de hecho, sin ellos no
hubiera sido posible la revolución tal cual la conocemos hoy en
día.

Por tanto, aunque los ciudadanos de la época victoriana admiraban


la sociedad en la que vivían por el enorme desarrollo tecnológico, la
clase humilde padeció el aspecto más negativo de la revolución: la
explotación laboral. Los trabajadores cobraban salarios muy bajos y
trabajaban unas 14 horas diarias.

El comienzo firme de la revolución se sitúa en torno a 1750, sin


embargo, la revolución industrial la hizo posible una previa revolución
agraria, que se caracterizó por un descenso en los precios de los
alimentos, lo cual hizo que se gastase más y que a su vez fomentó la
creación de nuevas industrias para abastecer la creciente demanda,
y el crecimiento de la actividad comercial, que incrementó la
prosperidad

La revolución trajo, pues, consigo enormes cambios, cambios


sociales, cambios políticos, pero ésta no hubiera sido posible a no
ser por el hecho de que Inglaterra era un gran imperio colonial, que
compraba barato y vendía caro. Los cambios económicos también se
evidenciaron por la adopción de un pensamiento económico liberal,
donde sólo la oferta y la demanda jugaban un papel importante.

La Revolución Industrial la hizo posible, pues, entre otros factores:

El crecimiento económico y de mercado.

La numerosa y barata mano de obra.

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El desarrollo industrial: minería, textil …

El desarrollo de los sistemas financieros.

El desarrollo tecnológico y científico.

La infraestructura de transportes.

Uno de los inventos más llamativos e importantes fue la máquina de


vapor, utilizada en la industria textil, la minería, el ferrocarril… Su
importancia fue tal que cambió la concepción del tiempo, reduciendo
distancias.

La infraestructura del transporte fue otro impulsor de la revolución.


Se comenzó por un enorme sistema de barreras de portazgo nacional
(peajes), al que le siguió una red nacional de canales y una red de
transportes inexistente en Europa. Finalmente la llegada del
ferrocarril, como consecuencia del incremento en la demanda de
algodón y carbón.

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3.2 ECONOMÍA

Con respecto a la economía, decir que hubo un crecimiento


interno del consumo, el comercio, el capital y una expansión
marítima. Así pues, la distribución y el comercio abanderaron la
industrialización y por tanto la economía del país.

La llegada del capitalismo también significó mayores diferencias


entre las clases sociales. Las clases altas y medias se
beneficiaron mucho más que las clases bajas, lo cual creó
malestar y disconformidad, provocando huelgas y revueltas.
Esta situación llevó a la unión de los trabajadores, que culminó
en la sindicalización de los mismos para luchar contra la
explotación. La clase humilde luchaba contra la reducción
salarial, los altos precios, la introducción de la maquinaria.

El nuevo sistema industrial no está ya basado en la agricultura


sino en tres sectores dominantes:

1.Carbón: El carbón fue la principal fuente de energía de la primera


Revolución Industrial, alimentó la máquina de vapor y fue crucial en
la siderurgia.

Hasta la revolución industrial, la energía más utilizada provenía de


la madera y del carbón vegetal. Su consumo estaba produciendo
una enorme deforestación. Esta lámina de la Enciclopedia muestra
el proceso para la obtención del carbón vegetal a partir de la
madera

2.Hierro: La aparición del ferrocarril y del barco de vapor estimuló


extraordinariamente la demanda de hierro. La fabricación de vías,
locomotoras, vagones y barcos disparó definitivamente la industria.
Su explotación masiva abarató el precio, con lo que se fue
extendiendo para el uso doméstico (cocinas y calefacción).
La industria siderúrgica tenía caracteres más modernos que la textil
a principios del siglo XVIII. Estaba concentrada en instalaciones que
solía reunir la etapa de obtención de mineral y de carbón vegetal, la
etapa de producción de hierro colado, la de afino y la de fabricación
de barras y planchas. También era una industria más mecanizada
donde trabajaban obreros asalariados.

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3.3 Industria textil:

La industria textil fue uno de los primeros logros de los


campesinos. La lana de ovejas creó una actividad importante, por
el número de trabajadores empleados y el gran comercio. La
producción necesitaba un largo proceso y se requerían distintos
grados de habilidad y fuerza. La mayoría del trabajo lo hacían los
hombres usando máquinas simples. Otras ramas de la industria
textil dependían de materias primas extranjeras: la seda, el lino y
el algodón, por ejemplo. La fibra de algodón era muy corta y sólo
se utilizaba en artículos pequeños. Por ese motivo, los productos
típicos de la primera mitad del siglo XVIII, fueron los artículos de
lana pura, y sólo las panas, hechas de algodón y lino. Dentro de
la industria textil, la de los vestidos tenía importancia
relativamente pequeña, ya que la mayor parte de las familias de
esa época, fabricaban sus propios vestidos. Entonces, en 1733
John Kay logró mejorar el telar de forma simple pero importante,
su lanzadera volante logró un gran ahorro de trabajo; un solo
obrero podía hacer el trabajo que antes necesitaba de dos. En
cuanto a los hilados, en 1738 Lewis Paul, tuvo una idea de tanta
importancia como iba a ser la de Kay para los tejidos, en la cual
la lana o el algodón cardados asumían la forma requerida de
forma fácil y sencilla. En 1765, James Hargreaves inventó un
torno simple movido a mano y por medio del cual una mujer podía
hilar hasta 8 hilos a la vez. Sin embargo, la hilaza obtenida era
muy suave y poco resistente. Richard Arkwrigth, con la ayuda de
Kay, construyó “el bastidor” en 1768, una máquina que hacía uso
de rodillos, sacando un producto fuerte que fue utilizado en los
tejidos de algodón y que constituyó el primer gran paso dentro de
la revolución de la industria textil. A mediados de los 80 la
situación volvió a cambiar como consecuencia de un nuevo
invento en el campo de los hilados. Samuel Crompton logró
producir una hilaza no sólo fuerte, sino fina, adaptable a todas las
clases de textiles, que se conocía como hiladora intermitente. En
1785 la máquina de vapor de Watt se aplicó por primera vez a los
hilados por medio de rodillos, y después de 1790, cuando el vapor
se usó para mover las hiladoras intermitentes, fue posible un
enorme aumento de la producción y la consolidación de esta gran
industria.

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3.4 PRIMERA MÁQUINA DE VAPOR
Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que
transforma la energía térmica de una cantidad de agua en energía
mecánica. Este ciclo de trabajo se realiza en dos etapas:

1: Se genera vapor de agua por el calentamiento en


una caldera cerrada herméticamente, lo cual produce la expansión
del volumen de un cilindro empujando un pistón. Mediante
un mecanismo de biela-manivela, el movimiento lineal alternativo del
pistón del cilindro se transforma en un movimiento de rotación que
acciona, por ejemplo, las ruedas de una locomotora o el rotor de
un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de carrera el
émbolo retorna a su posición inicial y expulsa el vapor de agua
utilizando la energía cinética de un volante de inercia.
2: El vapor a presión se controla mediante una serie de válvulas de
entrada y salida que regulan la renovación de la carga; es decir, los
flujos del vapor hacia y desde el cilindro.
El motor o máquina de vapor se utilizó extensamente durante
la Revolución Industrial, en cuyo desarrollo tuvo un papel relevante
para mover máquinas y aparatos tan diversos como bombas,
locomotoras, motores marinos, entre otros. Las modernas máquinas
de vapor utilizadas en la generación de energía eléctrica no son ya
de émbolo o desplazamiento positivo como las descritas, sino que
son turbomáquinas; es decir, son atravesadas por un flujo continuo
de vapor y reciben la denominación genérica de turbinas de vapor.
En la actualidad la máquina de vapor alternativa es un motor muy
poco usado salvo para servicios auxiliares, ya que se ha visto
desplazado especialmente por el motor eléctrico en la industria y por
el motor de combustión interna en el transporte.

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3.5 LUDISMO:
El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos
ingleses en el siglo XIX; que protestaron entre los
años 1811 y 1816 contra las nuevas máquinas que destruían el
empleo. Los telares industriales y la máquina de hilar industrial
introducidos durante la Revolución Industrial amenazaban con
reemplazar a los artesanos con trabajadoras menos cualificadas
y que cobraban salarios más bajos, dejándolos sin trabajo.
Aunque el origen del nombre ludita es confuso, una teoría
popular es que el movimiento recibió su nombre a partir de Ned
Ludd, un joven que supuestamente rompió dos telares en 1779,
y cuyo nombre pasó a ser emblemático para los destructores de
máquinas. El nombre evolucionó en el imaginario general
ludita Rey Ludd, una figura que, como Robin Hood, era famoso
por vivir en el bosque de Sherwood. El historiador Eric
Hobsbawm ha considerado a este movimiento de destrucción de
máquinas como una forma de "negociación colectiva por
disturbio", lo que sería en esta formulación una táctica utilizada
en Gran Bretaña desde la Restauración, ya que la diseminación
de fábricas a través del país hizo que las manifestaciones a gran
escala fueran poco prácticas.

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BIBLIOGRAFIA:
 http://www.eumed.net/ce/2009b/emrc.htm
 https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1quina_de_vapor
 https://es.wikipedia.org/wiki/Capitalismo_de_Estado
 https://es.wikipedia.org/wiki/Ludismo

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