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Nombre: Paula Chepe Gomajoa

Introducción a la Historia de Chile

ENSAYO FORMACION DEL PUEBLO MESTIZO

Introducción
La historia de Chile, a medida del tiempo se ha caracterizado por tener una formación a través
del mestizaje, y como consecuencia una sociedad “plurietnica (diversas etnias) y
multicultural (diversas culturas) es decir, la mezcla genética de tres razas, etnias o naciones:
españoles, indígenas y africanos”(El proceso de mestizaje en Chile - Memoria Chilena,
2018); sin embargo el mestizaje durante la conquista fue en primer lugar, obra de hombres
españoles y mujeres indias, dado que la mujer española llego tardíamente al territorio y de
forma reducida, ocasionando una población mestiza e innumerable número de hijos naturales
o huachos (huérfano), desde entonces se inicio una nueva generación mezclada, de “castas”,
debido al resultado de las innumerables uniones interraciales que pudieron originarse.

Si bien para el siglo XVIII - XIX, la posibilidad de ser un pionero en la creación de la familia
y proveedor estuvo antes de 1830; se buscaba una revolución de tal manera que produjera
rupturas importantes en las redes y formas de aprovisionamiento familiar, sin embargo estos
tuvieron diferentes reacciones, es decir múltiples explotaciones y dispersas acciones a
emplear para hacer posible la supervivencia individual. Antes de la ruptura hombres y
mujeres de bajo pueblo, tuvieron diversas alternativas, no solo de subsistencia individual sino
de micro acumulación, de manera que podían determinar si querían emparejarse para
siempre, arrancharse por cuenta propia, tener hijos y construir una familia. Sin más, pudieron
arrancharse en rinconadas, valles, territorios allende del Bio-Bio o de la cordillera, habitar
territorios ganaderos del extremo sur, como también la posibilidad de trabajar la tierra para
elaborar vino, trigo y hortalizas, o el arrendamiento de tierras a precios moderados y la
capacidad de asociarse en calidad de cosechero. “El hombre desempeñaba sus labores
“arriando, marcando y faenando el ganado, cazando en los cerros, arrancando la tierra, en
efecto especializando su hombría en el trabajo productivo físicamente pesado, solitario y
riesgoso; así como también la mujer, hilando, tejiendo, manufacturando objetos en greda,
fabricando chichas, cocinando, cantando, en otras palabras desplegaba su feminidad en el
trabajo artesanal, el cuidado de los niños y la hospitalidad con la que atendía. En suma, ambos
proveyendo a la subsistencia y acumulación.” (Salazar Vergara, Pinto Vallejos, Toro &
Muñoz, 2002).

El proceso de arranchamiento productivo del pueblo mestizo y las razones o factores


que produjeron la crisis general de ese proceso
Los mestizos, fueron el grupo “social mayoritario durante la Colonia y la principal fuerza de
trabajo del período, tanto en haciendas como en los yacimientos mineros, reemplazando a
los indígenas como mano de obra, y progresado a medida del tiempo. La vida de los mestizos
no fue fácil, su origen bicultural les dificultó su integración social, ya que no pertenecían a
ningún grupo étnico en particular. Los mestizos surgieron durante el siglo XVIII con un estilo
barroco y tendencias marcadas originadas en Europa y comienzos del siglo XVII” ("El
mestizaje » Vi - Educativo", 2018).

Es así como las labores más productivas en Chile correspondían a “la explotación minera y
agro –ganaderas, en las cuales se desempeñaban una gran cantidad de peones que construían,
en torno a las faenas y las formas de sociabilización” (Goicovic, 2018), Para la época el
conjunto de los trabajadores, la posición de los peones agrícolas era precaria puesto que las
labores en el trabajo eran abrumadoras, con remuneración salariales bajas, alimentaciones
carentes y una vida itinerante al margen de toda formalidad. La pobreza, la explotación, la
vida desarraigada y de nexos familiares eran débiles; la vida era efímera “, a los diez años se
era adulto; a los 20, hombre maduro; a los 30, casi un anciano, y a los 35, un cadáver, cuando
las peripecias de la vida arrebataban la existencia; se nacía pobre y se moría en la misma
condición. Todo se confabulaba para hacer de la existencia una vida sumida en el desencanto
y desilusión. ” (Goicovic Donoso, 2018).

Estas condiciones distintivas de sociabilización, gracias a las precariedades de un trabajo


sobre humano y mal remunerado, hacían que los principios morales que portaban y
exteriorizaban los mineros fueran de manera importante, “De hecho la gran inestabilidad
laboral de las faenas y su localización en distritos alejados entre sí, condicionaba que el
concubinato y el arranchamiento adquirieran una gran extensión” (Goicovic Donoso, 2018).

En la colonia chilena, el asalariado minero demostraba las dificultades en el norte minero


hacia finales del siglo XVIII, dichas faenas debieron ser nutridas mayoritariamente por
mestizos los cual estarían sometidos a un sistema de explotación laboral, es decir la
“combinación entre el endeudamiento crónico de los peones a través de la anticipación de
sus salarios y la eficaz persecución y dominio con el fin de evitar la fuga de esa importante
mano de obra endeudada por el patrón” (Illanes, 2018). Sin embargo esto tuvo una
transformación a partir de la lucha emancipadora ,dado que el proceso de independencia
anticolonial se tradujo en una ruptura del orden político existente, y a su paso repercutiendo
en el aflojamiento del orden social-laboral donde la mano de obra no estaba sujeto a la tierra
ni a su familia.

De hecho, “la independencia, toma fuerza he irrumpe contra los obstáculos de la colonia para
la liberación criolla en el entorno político y económico, como también represento la ruptura
de la sujeción servil salarial de la mano de obra; la movilidad de la deserción terminaron por
quebrar el precario equilibrio laboral. Al fin y al cabo la independencia emancipo
persecutoriamente al proletariado servil, obstaculizando el despliegue productivo y mercantil
capitalista” (Illanes, 2018).

Situación de la mujer mestiza en el siglo XVIII y XIX


La mujer sirve como referencia para proyectar antecedentes proporcionados por la historia
como también su desarrollo y evolución a través de las innumerables circunstancias que la
han determinado, durante largos siglos coloniales y parte del siglo XIX la mujer de clase
noble se vio involucrada la mayor parte del tiempo a sumisiones, es decir a encerramientos
en casas oscuras que eran amuralladas hacia afuera y abiertas a solo patios que las conducían
al interior de la misma casa, la única puesta de sol que podían percibir era a la hora de la misa
dominical, la procesión de mayo, y una que otra invitación a casas vecinas o “la de su futuro
esposo”; además siendo espiadas en cualquiera de sus desplazamientos por parte de los
sirvientes; Vivian en un total encierro, en la espera del regreso del señor de casa después de
“largas cabalgatas a la chacra de Ñuñoa, o a la hacienda o a las bodegas o molinos del puerto”,
(Salazar, 2018), por lo tanto por siglos la mujer de la nobleza estuvo siempre en manos del
control masculino.

La historia de la mujer del bajo pueblo fue totalmente diferente puesto que delante al
patriarcalismo, mostro más fuerza creativa que simple rebeldía. Desplegando a lo largo del
proceso mujeres indígenas acostumbradas a trabajar, servir, fueron “objeto y victima por
décadas de la liberación sexual, moral y socioeconómica de aquellos hombres que huyeron
de España hacia américa” (Salazar, 2018). A partir de siglo XVI hasta avanzado el XIX, las
mujeres mapuches soportaron por parte de los colonizadores el rapto, la venta, la violación
y el trabajo sin ningún tipo de remuneración, además consolidándose hábitos de poligamia
las cuales eran construidas sin tener en cuenta el control eclesiástico de la época; dado que
la mayoría de los patrones se encargaban de emplear sirvientes con el fin de acoger niñas
huachas, mujeres mestizas con las que mantenían relaciones forzadas, lo que conllevaba a
una gran cantidad de hijos huachos que inundo la expansiva sociedad colonial.

A mediados del siglo XVIII, la llegada de una gran cantidad de mujeres blancas, españolas o
criollas era evidente, esto genero un mayor control sobre lo que pasaba dentro de la sociedad
colonial de manera que la poligamia disminuyo al igual que el esclavista el rol que ocupada
la servidumbre femenina, a través de esto empezó a correr vientos de cambio, del mismo
modo la constitución de “vagabundos acosados por la represión y alentados por la coyuntura
del trigo, se arrancharon, y se hicieron labradores” (Salazar, 2018)., asimismo con el proyecto
los mestizos vagabundos tomaron la decisión de fundar a familia, encontrar una compañera
permanente, y a su paso el surgimiento de una oportunidad para que “la mujer servilizada se
independizara de sus amos y reprodujere familia propi es decir hijos definitivamente suyos”
(Salazar, 2018).

Entre 1700 y 1850 el hombre se encargaba de labrar el trabajo pesado, mientras que la mujer
le correspondía cocinar y además fue una artesana rural independiente es decir hilaba, tejía,
alfarería, amasandera y viñatera, manufacturas que vendía en la puerta de rancho o en el
pueblo más cercano. Además de esto la industria textil fue muy importante, papel
fundamental que desarrollo la mujer a partir de esto la mujer construyo una vigorosa
identidad y reconocida por productora, madre de familia y comerciante.
Conclusión

Para concluir, a partir de los acontecimientos del mestizaje en Chile podemos entender el
papel fundamental que ha tenido la mujer en la sociedad a medida del tiempo, no solo la
mujer de la alta sociedad, si no también la mujer de bajo pueblo que en su momento fueron
mujeres reprimidas por la subordinación y autoridad del rol masculino, además después de
largas trayectorias de los años la mujer se va constituyendo como un eje fundamental para la
industria estableciéndose con una identidad vigorosa y reconocida por madre de familia,
productora y comerciante, por otro lado los sucesos que atrajeron cambios sociales de gran
importancia en relación con la explotación minera, de igual forma en los distintos trabajos
agrarios, que contribuyendo a nuevos modos de producción para el mundo, como también la
exorbitante independencia que toma fuerza irrumpiendo contra cualquier obstáculo para la
liberación criolla en un entorno económico y político, provocando una ruptura a la sujeción
servicial de la mano de obra con el fin de quebrantar el equilibrio laboral, desplegando la
producción y mercantil capitalista.
BIBLIOGRAFIA
 El proceso de mestizaje en Chile - Memoria Chilena. (2018). Recuperado de
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-100617.html.
 Salazar Vergara, G., Pinto Vallejos, J., Toro, M., & Muñoz, V. (2002). Historia
contemporánea de Chile. Santiago: LOM Ediciones.
 Goicovic, I. (2018). Ámbitos de sociabilidad y conflictividad social en Chile
tradicional. Siglos XVIII y XIX. Recuperado de:
http://www.scielo.org.ar/img/revistas/reh/n4/html/n4a02.htm.
 Angélica Illanes: “Azote, salario y ley. Disciplinamiento de la mano de obra en
la minería de Atacama”, en Proposiciones N° 19 (Santiago, 1990. Ediciones
SUR)
 Salazar, G. (2018). La mujer de "bajo pueblo" en Chile: bosquejo histórico.
Recuperado de:
http://www.archivochile.cl/Ideas_Autores/salazarvg/salazarvg0035.pdf
 El mestizaje » Vi - Educativo. (2018). Recuperado en https://www.vi-e.cl/el-
mestizaje.html.

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