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ENSAYO

LAURA YELENITH VERA ROZO 1094281332


MADELEINE GALVIS CORREA 1063174470
ANGELICA SUAREZ CALDERON 1094278757
MARY JOHANNA ACEVEDO PEÑA 1094645240

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
FACULTAD DE INGENIERÍAS Y ARQUITECTURAS
INGENIERÍA AMBIENTAL
POLÍTICA Y LEGISLACIÓN AMBIENTAL
PAMPLONA – NORTE DE SANTANDER
2017
ENSAYO

LAURA YELENITH VERA ROZO 1094281332


MADELEINE GALVIS CORREA 1063174470
ANGELICA SUAREZ CALDERON 1094278757
MARY JOHANNA ACEVEDO PEÑA 1094645240

HECTOR URIEL RIVERA ALARCON

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
FACULTAD DE INGENIERÍAS Y ARQUITECTURAS
INGENIERÍA AMBIENTAL
POLÍTICA Y LEGISLACIÓN AMBIENTAL
PAMPLONA – NORTE DE SANTANDER
2017
El modelo de desarrollo industrial que contribuyó al acelerado crecimiento de las
economías más ricas, trajo consigo graves problemas medio ambientales y
evidencio otras dificultades como la escasez de los recursos, esa situación
permitió la generación de un concepto de suma importancia, por el cual se debe
regir el desarrollo del mundo, con el fin de suplir las necesidades de las
generaciones presentes sin limitar los recursos para las generaciones, y que es el
de desarrollo sostenible.

Dada la relevancia que ha tomado el tema de la conservación ambiental y de los


recursos a nivel mundial a partir de dicho concepto, surge un nuevo reto para los
países menos desarrollados, pues para cumplir con lo que establece el modelo de
desarrollo sostenible, su crecimiento no debe alcanzarse como los países más
desarrollados lo hicieron en su momento. Es así como surge la necesidad de
desarrollar sectores más sostenibles con el ambiente, que sean motor de
crecimiento y generador de bienestar para los habitantes del país.

El peor riesgo está en que el desarrollo sostenible se instale como una concepción
que sirva para enmascarar acciones perjudiciales para el medio ambiente, o para
construir un discurso retórico acerca de los "grandes avances" que se registran a
nivel local, nacional o planetario con el fin de curar las heridas sociales y
ambientales que nos afligen, cuando en realidad todo sigue igual; por ello:

El desarrollo sostenible se define como aquel desarrollo capaz de satisfacer las


necesidades del presente sin comprometer la capacidad de que las futuras
generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades. Para que haya un
desarrollo sostenible se requiere principalmente que haya una estrecha relación
entre el ámbito político, económico, social, cultural, productivo y financiero, es
entonces cuando podemos asegurar que eficientemente estamos aplicando el
concepto de desarrollo sostenible logrando diariamente satisfacer nuestras
necesidades sin comprometer los recursos que suplirán las necesidades de la
generaciones venideras.

Según la legislación ambiental colombiana se define como aquel el que conduzca


al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y al bienestar
social, sin agotar la base de recursos naturales renovables en que se sustenta, ni
deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo
para la satisfacción de sus propias necesidades”

Colombia por su ubicación geográfica y variabilidad climática se clasifica como


uno de los primeros países con mayor biodiversidad a nivel mundial, además de
esto cuenta con una de las mejores legislaciones en materia ambiental,
lamentablemente por el afán del hombre en esta sociedad basada en el consumo
y en el poder, hacemos que estos aspectos de gran importancia pierdan validez
deteriorando cada día más y sin medida nuestro territorio.

En un país donde los sistemas productivos tienden a ser homogéneos, esa


diversidad se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo productivo. Para
alcanzar un verdadero desarrollo se debe lograr principalmente que este obstáculo
se convierta en ventaja, y eso solo se logra cuando se implementa o se incluye
para la consecución del mismo aportes científicos y tecnológicos.

En la actualidad, la idea que tiende a aceptarse en todo el mundo es que los


problemas del medio ambiente son los problemas de desarrollo y que la meta del
desarrollo sostenible debe ser la de conciliar el crecimiento económico para la
población en general, presente y futura, con la revocabilidad de los recursos,
proceso que implica cambios políticos, económicos, fiscales, industriales y de
manejo de los recursos naturales, bióticos y energéticos.

Hoy, se dice que si bien la sostenibilidad implica lo ecológico, lo económico y la


diversidad cultural, las expresiones de desarrollo sostenible son diversas en cada
lugar, tanto por las diferencias biofísicas como por las diferencias culturales.

El sistema económico basado en la máxima producción, el consumo, la


explotación ilimitada de recursos y el beneficio como único criterio de la buena
marcha económica es insostenible. Un planeta limitado no puede suministrar
indefinidamente los recursos que esta explotación exigiría. Por esto se ha
impuesto la idea de que hay que ir a un desarrollo real, que permita mejorar las
condiciones de vida.

Por los motivos antes mencionados, se hace importante analizar el sector agrícola
colombiano; un sector vital para el desarrollo sostenible del país, al que no se le
ha dado la importancia que merece, perdiendo participación en la economía
Colombiana y enfrentándolo a grandes retos para superar los problemas actuales
y conseguir dicho desarrollo.

De esta forma, analizando la situación de la agricultura Colombiana y de las zonas


rurales, se evidencian grandes problemas de desarrollo como la pobreza, el
desempleo, el subempleo, el limitado acceso a los recursos que suplen las
necesidades básicas, el bajo nivel de educación y el inadecuado uso de los 4
recursos que según varios autores, serían los principales retos que se deben
superar para alcanzar el desarrollo sostenible. Estos problemas han sido
causados principalmente por las ineficaces políticas agrícolas, la violencia en las
zonas rurales, el abandono y descuido del sector por parte de las instituciones
nacionales, la urbanización, la propiedad ilegal de tierras en el país y la creciente
población, que generan un sector agrícola insostenible en los aspectos sociales,
económicos, ambientales y culturales. Sin embargo, pese a los problemas a los
cuales se enfrenta la agricultura colombiana, es importante tener en cuenta que
éste sector también cuenta con grandes oportunidades, como la variedad de
climas que hay en el país y que pueden hacer de la agricultura un sector
diversificado en cuanto a la producción y al comercio internacional, lo que permite
un crecimiento económico del sector, especialmente de los productores pequeños.

El aprovechamiento de estas oportunidades aportaría una mayor participación del


sector en la economía del país, con lo que aumentaría la mano de obra, se
generarían mayores inversiones a largo plazo para darle un buen uso a los
recursos y se mejoraría la calidad de vida de las familias agricultoras, superando
los retos del desarrollo sostenible.

Empero para que se dé esta esperada situación, es importante tener en cuenta


que el país debe realizar prontas y oportunas reformas de los valores y visiones
que se deben implantar en el sector por parte de todos los actores; en este caso el
gobierno, las instituciones y entidades del Estado e incluso la misma población
rural, pues se trata de un proceso de adaptación con un enfoque participativo de
abajo hacia arriba en el cual se identifiquen las vulnerabilidades, de esta forma se
puede lograr que los productores agrícolas implementen más herramientas que
contribuyan al desarrollo sostenible como el desarrollo tecnológico, la
transferencia de tecnologías, la investigación, entre otras.

En ese sentido, es posible afirmar que si no se realizan las reformas mencionadas


de manera oportuna, se disminuiría la posibilidad de que el sector agrícola
aumente su participación en la economía del país de forma sostenible, pues es
posible que con el tiempo sea más difícil desarrollar una agricultura colombiana
basada en las buenas prácticas ambientales, que a su vez genere bienestar y
mejora de la calidad de vida del agricultor.

Los países en desarrollo como Colombia, se enfrentan al reto de crecer sin


contaminar el medio ambiente, por lo cual el desarrollo del sector agrícola es
clave, sin embargo, hay que tener claro que debido al problema de la propiedad de
las tierras en el país, la gran urbanización y la creciente población, en principio,
tampoco el desarrollo del sector agrario sería sostenible para las generaciones
Presentes, pues este sector por sí sólo no es capaz de soportar el crecimiento
económico que se requiere para suplir las necesidades que se demandan, sin
antes tomar medidas que corrijan los problemas de vulnerabilidad a los cuales se
enfrenta el sector.

Es evidente la difícil situación a la que se enfrenta el sector agrícola en Colombia


con todos los antecedentes de política agropecuaria, de violencia, de olvido y
descuido del sector, etc., y son constantes las críticas que se le hacen, no hay que
perder de vista las oportunidades con las que cuenta el sector, representan
amenazas para la agricultura pues lo expone a la competencia de países
desarrollados, que podrían empeorar los problemas, no cabe duda de que con las
medidas suficientes para impulsarlo, podría ser un gran motor para la economía
del país, como lo lograron países como Brasil y chile, los cuales en algún
momento pasaron por situaciones parecidas y hoy son ejemplo de la aplicación de
políticas correctas y estrategias apropiadas para impulsar el sector agrícola dentro
de las economías.

Ya los mayores retos para el desarrollo sostenible de la agricultura colombiana


son: la reducción de la pobreza, el acceso a los recursos básicos, el uso adecuado
de los recursos, la educación agraria del país y la producción de bienes agrícolas
no tradicionales; para alcanzar un desarrollo sostenible en el sector agrícola se
debe alcanzar un mayor desarrollo tecnológico, debe haber transferencia de
tecnologías, se debe hacer una reestructuración institucional y de las redes
interinstitucionales, entre otras; éstas no tienen en cuenta las vulnerabilidades a
las cuales se enfrentan los agricultores, pues si no se superan problemas de raíz
como el de la pobreza y la educación en las zonas rurales y el de la educación
agrícola a nivel nacional, a través de la modificación de los valores, las visiones
del mundo y la configuración institucional política, económica y social, es decir a
través de una completa reforma del sector, cada vez será más incierto el logro de
los objetivos del desarrollo sostenible en el sector y por lo tanto, en el país. La baja
calidad de vida para las familias agricultoras colombianas hace que los pobladores
rurales emigren hacia las zonas urbanas en busca de oportunidades en otros
sectores económicos, por lo cual disminuye la posibilidad del sector de ser más
activo y tener una participación mayor en la economía del país.
Por lo tanto, es posible que entre más tiempo pase, más importancia se le dé a
otros 19 sectores, se continúen tomando medidas a corto plazo y se siga
descuidado el campo, cada vez sea más difícil desarrollar la agricultura
colombiana, pues cada vez menos personas participarían en ese sector debido a
las condiciones de vida a las que se verían enfrentados y a que la situación se
agudizaría en cuanto a las crisis alimentarias. Con la identificación de los retos
que plantea el desarrollo sostenible para la agricultura Colombiana se puede
observar que representan una ardua labor para el gobierno, las instituciones y
para la misma población rural, pues para superar dichos retos se deben hacer
prontas y oportunas reformas, a partir de un proceso participativo de abajo hacia
arriba que permita la identificación de las vulnerabilidades, las cuales van desde
las más básicas costumbres de producción y de comercialización, hasta la más
compleja transformación de los valores y visiones que se deben implantar en el
sector por parte de todos los actores, sobre todo por parte de una nueva
configuración institucional, política, económica y social, de la cual depende la
dirección de los productores agrícolas, hacia la implementación de medidas que
contribuyan al desarrollo sostenible.

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