Le Perspective de ls Compieiided eporte araumentos pare desarrolian una Edu
cecién Ambient! invagradora. que pracence Ia comalementanedad y 8l eruce de
Perspectives entre Ios Campcs de conacimienta implicadas, que propone camo.
conocimienta deseabie una vision compieis del mundo, y que plantes una nusva
manera de entendar el pracesa de construccion del conceimiente.
Los contenidos de la Educacién
Ambiental: una reflexion desde
la perspectiva de la complejidad
J. Eduardo Garcia”
3Cémo traducir la complejidad a decisiones
Aidcticas?o en otros términos jqué supone la
adopcién de una perspectiva compleja ala hora
de tratar una temtica concreta? En mi opinin,
Is epistemologia de la complejidad debe ser para
«leducador algo més que un fuandamento te6ri-
«0 lejano y distante de su actividad profesional
cotidiana, Mas bien, los prineipios correspon
dlientes a dicha posicién teérica deben impreg-
nar cualquier decisidn que tomemos en nues-
tras aula. En lo que sigue trataré de dar algunos
argumentos sobre qué significa “eomplejzat”
nuestra prdctica docente, apicando tal perspec-
tive al caso conecreto dela Educacin Ambiental
(E.A.en fo sucesivo)
Principios que aporta la perspectiva
compleja
Entendiendo la complejidad en el sentido,
de Morin (1981, 1984, 1986, 1987, 1988, 1992,
1994 y 2001), voy a destacar los siguientes
principios, que considera relevantes para la
intervencién educativa (para mas detalle, ver
Garcia, 1995, 1998 y 20013);
Universi ce Sevila
1. El cardcter de cosmovisién que tiene la
perspectiva compleja, es decir, se trata de una
cierta manera de aproximarnos alas cosas y de
contemplar el mundo, de tna de actitud inda-
gadora que remuncia ala simplificacién; que se
sitia en um espacio fronteri2o entre las distin-
tes ciencias, entre ésas ya flosofla y entre to-
das ellasy la politica; que se basa en ideas co-
imo las de complementariedad o recurrencia 0
en la utiizaci6n de conceptos metadiscipl
nares: y que supera el enfoque sistémico tra
cional, tal como lo formul6 Bertalanffy (1978
y 1979), al incorporar nuevos conocimientos
acerca de los proceso irreversibles y no linea-
les, los sistemas caéticos, la evologta, etc.
Plantea un cambio en muestra forma de com-
prender el universo, una reorganizacién del
saber y una nueva manera de dirigir la inda-
gacifn sobre nuestro entorno, con la continua
biisqueda de las articulaciones e interdepen-
dencias entre los conocimientos. No se pre-
tende, por tanto, “descubrir” las verdades que
la realidad “encierra, sino adoptar un principio
metodol6gico, una nueva forma de enfrentar y
tratar los problemas socioambientales.
Departamento oe Diéctica dels Cencas. Univers de Savila, Coreo-atctrnico:eduerdo@us. 06l=]
2. Una actitud antirreduccionista y rela-
siviaadora, que buye del dogmatism y del uso de
recetas simplficadoras, que admite la exstencia
de incertidumbres, paradojas y contradicciones.
La respuesta a unos problemas socioambientales
que son complejos, cambiantes, paradgjcos, am-
biguos, lenos de incertidumbre y de imprecision,
requiere de una educacién que asuma la comple-
rmentariedad, que estéabierta al cambio, la ne-
gociacién, al cruce e integracién de diferentes
perspectivas. Se trata de un planteamiento rela-
tivista que resalta el papel que desempena el
conocedor en todo conocimiento, pues éste es
quién construye su mundo, en un proceso de
construccién siempre abiertoe inacabedo.
3. El vechazo a la fagesentacin del saber y a
la separacign entre los ambitos de pensamiento
yyacci6n que configuran a la persona (cognitivo,
afectivo, acttudinal, procedimental), 2 a inco-
‘municacion entre lo cognitive y nuestros sen-
timientos y afectos, al divorcio entre los
conocimientos socialmente organizados y las
experiencias cotidianas, a la contraposicién en-
tre conocimiento generalista y conocimiento
especializado, a la pretendida neutralidad ideo-
lgica del conocimiento académico; sobre todo,
dando relevancia alo que Selby (1996) denomi-
nna como dimensién vital (el cambio de la propia
persona, el enriquecimiento y descubrimiento
de uno mismo). En concreto, se propone super-
ar la especializacin y la dicotomta entre los ex-
pertos que planifican y los novatos que “con-
sumen", apostando por un ciudadano
auténomo, capacitado para le accién y para la
participacién en la gestién del medio y de st
propia vida,
4. La comprensién del mundo como wna con-
Figuracié sistémica, que pone més el acento en
l eardcter organizador de las interacciones que
cen Ia descripeién de los elementos componen-
tes de la realidad, y que, frente a los plantea-
rmientos reduccionistas que tienden a explicar
las propiedades de unos sistemas por las de
otros, resalta la aparicién de cualidades nuevas
(emergencias} en cualquier sistema. E1 manda
se entiende asf como un sistema de sistemas,
como una organizacién a la vez fisica, biol6gica
¥ Social. Los elementos componentes de la real-
dad se explican como partes de sistemas 0 co-
sno sistemas en si migmos, estanda todo en inn-
cidn de todo, de manera que cualquier ente no
podré ser visto de forma aislada, sino a través
de su posicion y de su funcién en la organi-
2acion del conjunto. En la relaci6n ente el todo
y las partes el todo no se puede entender como
‘una adicién de componentes sino como una in-
tegracidn en la que aparecen emergencias y tes-
tricciones. Ademés, cll todo, de alguna manera,
est inscrito en cada parte (al modo como en el
holograma cada punto contiene la casi totaidad
4c la informacién del objeto que representa).
En ese sentido, cualquier fendmeno podra
analizarse y entenderse teniendo en cuenta su
uubicacion en relacién con el micro, meso y ma-
erocosmos.
5. La causatidad compleja, que rompe con él
principio de causalidad lineal, y que se refiere a
otras formas de causalidad como el bucle tecut-
rente (la causa actiia sobre el efecto y el efecto
sobre Ia caus, los productos y los efectos son
ellos mismos productores y causantes de lo que
los produce) 0 Ia idea de auto-organizacion
(determinados sistemas tienen la capacidad de
‘evolucionar y mantener su organizacisn relati-
vamente estable en el cambio, de autopro-
ducirsea si mismo)
‘6 La nocién de complementariedad, basada
en el principio dialdgico, que une dos nociones
ue se excluyen mutuamente, pero que son i
disociables en tina misma realidad, es dec
permite asumir la inseparabilidad de unas no-
ciones contradictoris para concebir un mismo
fendmeno. Concretamente, la dialégica entre el
‘orden, cl desorden y la organizacién, esti cons-
tantemente en accidn en los mundos flsico,bio-
légico y humano. Se trata de entender el mundo
‘mis como interaccién que como antagonisino y
‘posicién, de buscar la complementariedad en-
tre lo natural yo socials entre la raz6n y el sen-
timiento; entre la ciencia y la ideologia y entre
unas ciencias y otras; entre la responsabilidad
individual y Ia eolectiva; entre lo local y lo glo-
bal, ete.
7. Mas concretamente, Ia complemen-
toridiad entre la comprension de los problemas,
Ia toma de conciencia y la acct, asi como a in-terdependencia entre el cambio social y et camtio.
individual (evolucién conjunta del desarrollo
de a persona y del desarrollo social) configu-
ran una idea compleja de cémo debe ser nues-
tra intervencidn en relacién con los problemas
socioambientaes. Desde esta perspectiva, seria
recuccionista pensar que hasta que no cambie
Ja sociedad no van a cambiar las personas (y su
reciproca) o que se puede actuar sn reflexin.
8, El cambio como coevolucién, en aquellos
sistemas en los que la auto-organizaci6n de
unos va asociada a la auto-organizaci6n de
otros (por ejemplo, la coevolucién entre los
seres vivos y los ecosistemas 0 entre los ecosis-
ternas y los sociosistemas), de forma que hay
auttonomia en la medida en que también hay
dependencia, En concreto, esta dialéctica au-
tonomfa-dependencia es clave ala hora de en-
tender el lugar de los seres humanos en la bios-
fera y de desarrollar una acttud critica ante los
efectos destructores que tiene la visién simpli-
ficadora para las relaciones entre los humanos
y entre éstos y el medio. No tiene sentido
hablar de independencia de los humanos o de
la explotacién sin limites del medio pues, co-
‘mo demuestra la crisis ambiental actual. no so-
‘mos auténomos del mundo, estamos inmer-
$08, queramos 0 no, en la red de relaciones que
configura nuestro planeta. Somos ecodepen-
dientes y coevolucionamos ~evolucionamos
conjuntamente— como especie junto con toda
la biosfera,
Hacia una Educacién Ambiental.
integradora
Estos principios oftecen un marco tebrico
de referencia idéneo para la E.A, (Garcia,
1997,1999b, 2002a y 2004), y determinan una
determinada manera de entenderla:
1, En cuanto a las relaciones entre la B.A. y
otros ambitos de la educacién, habria que
procurar la complementariedad entre lo gene-
ral lo especifco, integrando enfoques, evitan-
do las fusiones apresuradas y simplificadoras
de los diversos campos “transversales” en. uno
solo, Ikimese Educacién Global, Educacion
para el Desarrollo Sostenible o Educacion en
Valores. En concreto, constrenir la diversidad
actual en una educacion en valores, tendencia
muy de moda en determinados medios institu-
cionales, levaria inevitablemente @ un empo-
brecimiento de la educacin. Falta mucho de-
bate te6rico y faltan experiencias bien con-
‘rastadas como para que ya sea posible hablar
s6lo de una “educacién” comin.
2. También, dentro del propio campo de la
E.A, habria que buscar la complementariedad,
la interacceién, y el cruce de perspectivas, sin
olvidar que la confusion y variedad de enfoques,
de practicantes, de destinatarios, de contextos,
puede entenderse como desorden —que genera
‘20s y retraso en el desarrollo de la B.A. al no
existir un marco de referencia minimamente
consensado que sirva de base para la revisién
de as teorias y de las précticas~ 0 como diversi-
dad enriquecedora -que impide el inmovilismo
ylaaparicion de “reinos de taifas” corporativos—
Como sefala Gutierrez (2002) , los intentos de
definir una B.A. més cerrada no son otra cosa
ue una aproximacién positivsta ala EAA.
3. Mas concretamente, la complemen-
tariedad debe estar presente en la formulaci6n,
de los contenidos de la B.A. Siendo la E.A. un
Ambito en que convergen muy diversas visiones
tedricas, el pensamiento positivista y simplifi-
cador predominante en nuestra sociedad deter-
‘mina una tendencia, siempre presente en la cor-
ta historia de la E.A., a entenderla desde una
tinica perspectiva, sea ésta la ecologia, la peda
gogia critica o la ética ambientalista ¥ el reduc