Vivimos en un mundo lleno de sonidos, frecuencias, armonías y disonancias, donde todo ser vivo, contra su voluntad emite una vibración constante, a la cual nosotros nombramos sonido. La música, tal como el ser humano, ha sufrido un proceso evolutivo, en el cual, a través de miles y miles de años, ha sido explorada descubierta, pasando por el simple hecho de descubrir nuestra misma emisión de sonido al vibrar nuestras cuerdas vocales, al chocar nuestras palmas, incluso al latir nuestro corazón; como también al hallar la forma de que un trozo de metal pueda convertirse en una hermosa trompeta, o aun más ingenioso, lograr que esas vibraciones totalmente físicas, puedan convertirse en algo digital, como lo podemos vivir hoy en día. Sin embargo, a pesar de tantas transformaciones, inventos, y que poco sabemos de la música antes de haber un registro escrito, sostengo la postura de que la música es una adaptación que hemos tenido, y que hace parte de nuestra genética y naturaleza. Posición con la que yo discrepo La música se ha presentado durante la historia de la humanidad, mas que como una expresión cultural, “ aunque lo es”, como una necesidad del ser humano; una necesidad de expresarse, de transmitir, incluso de percibir lo que la música ofrece. Hablando del lenguaje, Marcus expone frente a la pregunta de Miller sobre la sensibilidad y el interés por la música desde el vientre materno, ”Marcus: Mi mejor conjetura es que el temprano interés por la música es parasitario del lenguaje. Nacemos para escuchar el lenguaje y la música suena como un tipo de lenguaje al que los niños responden. Sin embargo, dada la elección, los niños prefieren el habla a la música instrumental, y mis investigaciones en el laboratorio sugieren que ellos analizan el lenguaje más cuidadosamente que la música.” Posición con la que discrepo, pues los niños no tienen una elección del lenguaje, sino más bien una imposición, pues, aunque tengan algún estimulo musical, no se puede comparar con el lenguaje hablado recibido por sus padres y por su entorno; Sin embargo, eso no quita que la música sea un lenguaje universal, pues como argumenta Miller, podríamos tocar una pieza aquí y en china con la misma partitura, los mismos parámetros, sin hablar el idioma. Por otra parte, hablando de la influencia de la música en la selección sexual de la pareja, es algo muy acertado, pues la música y sus géneros influye en gran manera la personalidad del ser humano, algo que es determinante a la hora de elegir la pareja, pues vemos en la sociedad, que las personas adoptan incluso una manera particular de vestir dependiendo de la música que escuchen, un ejemplo claro es el género musical rock y sus derivaciones como el punk, metal, hardcore, etc. Los cuales han creado unas sub culturas en una misma sociedad, teniendo así rituales y formas propias de vivir, vestir, hablar. Por lo cual, concluímos que si influye en la elección sexual de la pareja. Finalmente, en una postura un poco más personal, creo que la música es algo innato al ser humano, es una habilidad que nos ha sido dado con muchos propósitos, la música es un fenómeno físico que no pudimos haber creado nosotros, que está presente en toda la naturaleza, desde los animales y las plantas, hasta los humanos. La música no solo esta presente en los físico y tangible, si no también en lo emocional y espiritual. Como dicen en: “1 de Samuel 16:23. Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.”