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LEY GENERAL DE SALUD DEL PERÚ

LEY Nro 26842


Promulgada el 9 de Julio del 1997 y publicada el 20 de julio del 1997, durante el gobierno
de Alberto Fujimori, presidente constitucional de la república; Alberto Randolfi, presidente
del consejo de ministros y Marino Costa Bauer, ministro de salud.

TITULO PRIMERO: Derechos, deberes y responsabilidades concernientes a la salud


individual.
Refiere en su mayor parte a que el paciente ejerza su autonomía, a respetar la justicia de la
atención en los servicios de salud.
Toda persona tiene derecho a recibir atención de salud, esta debe cumplir con todos los
parámetros y características indicadas en su presentación, siendo esta, y todos los
procedimientos que vayan a realizar, de calidad y con profesionales capacitados.
Recibir atención médico-quirúrgica en cualquier establecimiento de salud, cuando se ve
comprometida la vida, siendo esta la única situación en la que no se requerirá de
consentimiento informado de la persona, debido a que todo procedimiento médico-
quirúrgico necesita el consentimiento de la persona que va a ser intervenida o de la persona
que se encuentre a su cargo en caso de ser incapacitado. En el caso se niegue a recibir el
tratamiento, queda bajo responsabilidad del paciente; en caso de incapacitados, si la
persona a cargo se niega, se procede a comunicarlo con una autoridad judicial.
Toda persona tiene derecho a elegir el método anticonceptivo que desee, sea natural, de
barrera, hormonal, etc, luego de haber sido correctamente informado de todos ellos, tanto
ventajas, desventajas, duración, costos, etc. Al igual que el tratamiento de su infertilidad y
de fertilización asistida.
En el caso de donaciones, todos tienen derecho de recibir órgano, transfusión, o tejidos de
otros seres humanos, cadáveres o animales. Como también tiene derecho a disponer y
donar sus órganos, usualmente registrado en el documento de identidad nacional (DNI), en
el caso de no haber dejado declarado si desea donar o no, luego del fallecimiento, los
familiares tomarán la decisión. En el caso de incapacitados, la persona a cargo o responsable
no puede tomar esa decisión.
Las personas tienen derecho a la dignidad e intimidad, a mantener en privacidad su
información, a que no se le someta a experimentos, ni procedimientos sin su
consentimiento, a exploración, tratamiento o docencia. Que se le atienda por igual, a no ser
discriminado por su cultura ni raza ni por cualquier otro motivo.
TITULO II: DE LOS DEBERES, RESTRICCIONES Y RESPONSABILIDADES EN CONSIDERACION
A LA SALUD DE TERCEROS
Para poder prestar servicios se requiere tener título de la profesión y cumplir con los
requisitos de colegiación, especialización, licenciamiento y demás que dispone la ley.
Todo acto médico que se realiza tendrá carácter reservado, a excepción de algunos casos
como, que se tenga que entregar a alguna autoridad judicial, en caso que el paciente
permita que algún familiar o conocido solicite verlo, cuando se utiliza para docencia, sin
embargo, no se debe exponer el nombre del paciente o cuando se necesite para mejorar la
calidad de vida del mismo.
Artículo 26o.- Sólo los médicos pueden prescribir medicamentos. Los cirujano-dentistas y
las obstetrices sólo pueden prescribir medicamentos dentro del área de su profesión.
Estos profesionales deben informar a los pacientes sobre su uso, el porqué de su uso y el
tratamiento que están siguiendo.
Quienes ejercen y desarrollan actividades deberán limitarse a aquellas que son
determinadas por su área, titulo, licenciatura, etc.
CAPITULO IV
DEL CONTROL NACIONAL E INTERNACIONAL DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES
La autoridad de salud definirá las enfermedades transmisibles, por lo que todas las personas
deberán colaborar con su control y registro epidemiológico, brindando la información que
se le solicite. La autoridad dispondrá de las medidas de prevención de estas enfermedades.
Solo se exoneraran de las vacunas a aquellos que la contraindiquen. En una zona
epidemiológica, la autoridad de salud determina el uso de todo el personal de salud a favor
de disminuir y controlar la propagación.
Aquellas personas que trabajan con agentes como virus, hongos o bacterias, deberá seguir
las medidas de bioseguridad.
CAPITULO VII
Las condiciones de higiene y seguridad que deben reunir los lugares de trabajo, los equipos,
maquinarias, instalaciones, materiales y cualquier otro elemento relacionado con el
desempeño de actividades de extracción, producción, transporte y comercio de bienes o
servicios, se sujetan a las disposiciones que dicta la Autoridad de Salud competente, la que
vigilará su cumplimiento. El personal que está a cargo de la prestación del servicio, debe
verificar que se esté cumpliendo el correcto ambiente laboral.
Las condiciones higiénicas y sanitarias de todo centro de trabajo deben ser uniformes y
acordes con la naturaleza de la actividad que se realiza sin distinción de rango o categoría,
edad o sexo.
CAPITULO VIII
DE LA PROTECCION DEL AMBIENTE PARA LA SALUD
La protección del ambiente es responsabilidad del Estado y de las personas naturales y
jurídicas, los que tienen la obligación de mantenerlo dentro de los estándares que, para
preservar la salud de las personas, establece la Autoridad de Salud competente.
Toda persona está impedida de realizar descargas de desechos o sustancias contaminantes
en el agua, el aire o el suelo, sin haber adoptado las precauciones de depuración en la forma
que señalan las normas sanitarias y de protección del ambiente.

TITULO TERCERO
DEL FIN DE LA VIDA DE LA PERSONA
Se reconocerá la misma, cuando se encuentre muerte cerebral, o paro cardiorespiratorio.
Los cadáveres de personas no identificadas o, que habiendo sido identificados, no hubieren
sido reclamados dentro del plazo de 36 horas luego de su ingreso a la morgue, podrán ser
dedicados a fines de investigación o estudio. Para los mismos fines podrán utilizarse
cadáveres o restos humanos, por voluntad manifiesta de la persona antes de fallecer o con
consentimiento de sus familiares.
Está prohibido la venta de cadáveres.

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