Se nos informa de administradores de los países que estaban tras la «cortina
de hierro» que ahora se preparan en Europa Occidental o Estados Unidos y de
empresas estadounidenses y británicas que se unen para ofrecer nuevos servicios de telecomunicaciones y viajes en avión. Lo que cambió fue no sólo la tecnología, ya que ella siempre varía, sino el concepto de producción que dejó de ser nacional para convertirse en un proceso global. QUE ES LA GLOBALIZACIÓN Las grandes organizaciones no son las únicas que han optado por la vía global, también es cada vez mayor la cantidad de pequeñas empresas que lo hacen. En estas circunstancias, la decisión de compra deja de ser una atribución de los consumidores para pasar a manos de los productores, los cuales, a través de campañas de marketing y publicidad, y empleando el extraordinario potencial divulgativo de los medios de comunicación de masas, señalan lo que los consumidores deben comprar, generándoles necesidad. Sólo una minoría es consciente de la pérdida de soberanía para decidir lo que quiere consumir. Sin embargo, en la sociedad de consumo, aquellos que no tienen la posibilidad de adquirir los bienes que se ofertan, viven su carencia como una auténtica exclusión social, ya que la sociedad de consumo propicia la identificación de la posición social sobre la base de la tenencia de determinados bienes. Es por todo lo anterior que hoy en día se hace prácticamente imprescindible, que los ejecutivos dominen otro idioma además del nacional, y preferiblemente el inglés, para que no tengan limitaciones en las comunicaciones con socios, casa matrices y proveedores, para que puedan acceder a una mayor cantidad y más actualizada información y para que puedan en un momento dado viajar y coordinar actividades en el extranjero. Los avances de la globalización de la economía mundial son muy grandes, pero hay que destacar que los logrados en otros campos de la actividad humana también lo son.