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NECROPOLÍTICA,

VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN
EN AMÉRICA LATINA

Antonio Fuentes Díaz


(Editor)
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

ENRIQUE ACif:ERA IBÁÑEZ


Rector

JOSÉ ALFONSO ESPARZA ORTIZ ÍNDICE


Ser retado General

AGUSTÍN GRMALES PORRAS


Director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades INTRODUCCIÓN 5
"Alfonso Vélez Pliego"
NECROPOLÍTICA: Los APORTES DE MBEMBE
PARA ENTENDER LA VIOLENCIA CONTEMPORÁNEA
Andrea Ivanna Gigena 11
NECROPOLÍTICA Y EXCEPCIÓN.
APUNTES SOBRE VIOLENCIA, GOBIERNO
Y SUBJETIVIDAD EN MÉXICO Y CENTROAMÉRICA
Antonio Fuentes Díaz 33
M. FOUCAULT: BIOPOLÍTICA, TANATOPOLÍTICA
Y RACISMO DESDE EL CONCEPTO DE GOBIERNO
Myrna Edith Bilder 51
LA POLITIZACIÓN DE LA VIOLENCIA
Natatxa Carreras Sendra 71
EL RECONOCIMIENTO CRUEL
Noé Blancas Blancas COMO TÉCNICA DE SUBJETIVIDAD
Corrección y formación Mónica Zuleta Pardo 87
BIOPOLÍTICA Y VIDA. LECTURA EN CLAVE
Julio Broca DE COLONIALIDAD/DES-COLONIALIDAD
Portada
Pablo Farneda 105
Primera edición, 2012 BIBLIOGRAFÍA 131
D.R. Antonio Fuentes Díaz
D.R. © Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades AUTORES 143
"Alfonso Vélez Pliego"
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Av. Juan de Palafox y Mendoza 208. Centro Histórico
C.P. 72000. Puebla, Fue. Tel. 229 55 00, ext. 3131

ISBN: 978-607-487-523-2
Impreso y hecho en México
Printed and made in Atexico
INTRODUCCIÓN

El presente libro surgió de una triple coincidencia de los autores en


el 1 Coloquio Internacional de Biopolítica organizado por la UNIPE
en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en septiembre de 2011.
La primera coincidencia fue encontrarnos identificados en una
crítica a la categoría de biopolítica y al intento de hacerla dialogar
con otras perspectivas, sobre todo, procedentes de la teoría poscolo-
nial y de la filosofía política contemporánea, para tratar de entender
lo que acontecía en Latinoamérica desde la particularidad de nues-
tros propios intereses académicos.
La segunda coincidencia fue la preocupación por entender los
fenómenos de violencia en la región a partir de una serie de plan-
teamientos que inicialmente superaban o proponían una lectura
alternativa a los estudios sobre el disciplinamiento y el control pobla-
cional, que la tradición foucaulteana había elaborado para explicar
la formación de subjetividades y la instrumentalización del estado
moderno, y desde luego, superar la explicación en los términos co-
munes de la criminología y las teorías liberal-funcionalistas sobre la
desviación.
Una tercera coincidencia fue el haber dialogado, para la ela-
boración de nuestra caja de herramientas conceptuales, con dos
planteamientos fundamentales para el entendimiento de la guber-
namentalidad actual. Por un lado, con aquellas discusiones que han
enfatizado procesos de larga duración en la conformación del go-
bierno de las poblaciones y su vinculación con el régimen de acu-
mulación; y por otro, con las perspectivas críticas al canon de la
soberanía, que han indagado sobre el establecimiento de estados
de excepción en las democracias representativas contemporáneas,
como forma normalizada de gestión.
6 Nb'C ROPOLil9CA, VI0LENCI.\ Y EXCEPCIÓN E A1\112.RICA LATINA wri-RoDucc ION

Es así que en el presente libro las propuestas de abordaje sobre atención sobre la soberanía en términos de un ejercicio sistemático
la violencia y el gobierno en la región se enfocan en las prácticas y de violencia y terror sobre determinadas poblaciones, cuyo labora-
contenciones que se sustentan más en la administración de la muer- torio fue constituido por la experiencia colonial, una auténtica pro-
te que en la maxinnzación de la vida al interior del topos político ducción de espacios de excepción y vida silvestre.
actual. En este sentido, los presentes trabajos establecen un diálo- La noción de necropolítica (Mbembe. 2003) es un aporte im-
go principalmente con los aportes de Achille Mbembe y Giorgio portante para entender una tecnología del poder cuyo objetivo es
Agamben, referidos a la producción política de la muerte. la regulación de poblaciones a través de la producción de sujetos
Los artículos reunidos en este libro plantean, desde diferentes disponibles y desechables. En ese sentido, Antonio Fuentes Din,
perspectivas, la relación entre el gobierno, la violencia y la muer- en su análisis "Necropolítica y Excepción. Apuntes sobre violencia,
te para los casos de México, Guatemala, El Salvador, Argentina y gobierno y subjetividad en México y Centroamérica", ubica tanto a
Colombia. Las aproximaciones ponderan diferentes fenómenos la llamada "Guerra contra el narcotráfico", como a la violencia colec-
internos de cada una de estas sociedades. Cabe mencionar que los tiva de linchamientos y asesinatos de las maras, como manifestacio-
enfoques resultan en algunos casos complementarios, y en otros, nes de una necropolítica funcional de la gubernamentalidad contem-
contrastantes, en cuanto al debate de los alcances, límites y perti- poránea en la región. La necropolítica, sostiene, supone relaciones
nencia de categorías como biopolítica, necropolítica y tanatopolttica, sociales fincadas en el ejercicio de la fuerza y en el giro autoritario
así como respecto a las teorías que estructuran los análisis presen- de las prácticas, constituyéndose como una estructura del sentir que
tados por los autores. Sin embargo, los distintos abordajes sugie- se irradia a todos los segmentos sociales. No implica subjetivaciones
ren líneas para continuar en el entendimiento de la relación actual para el retorno a un supuesto cuerpo social, pieza clave en el mode- - , -

entre gobierno, violencia y muerte, así como para continuar con el lo de capital productivo que formaba trabajadores para el mercado,
diálogo abierto sobre la caracterización de estos acontecimientos sino estrategias y prácticas que se entrelazan en la denegación/ex-
en América Latina. pulsión de la población excedente.
En "Necropolitica: los aporte de Mbembe para entender la vio- En esta etapa se comprende el papel que tiene la ideología de
lencia contemporánea", Andrea Gigena plantea utilizar la analítica la Seguridad como principal forma de construcción del consenso;
foucaulteana bajo otros horizontes de teorización aportados por el desde la gestión militarizada de la seguridad pública, las guerras pre-
pensamiento poscolonial y descolonial. La autora se cuestiona cómo ventivas, la vigilancia electrónica, hasta la construcción de nuevas
entender el ejercicio ininterrumpido del derecho a matar bajo el ar- figuras del enemigo. El autor señala que, en este proceso, la destruc-
bitrio del biopoder en los mecanismos del Estado moderno, más ción del cuerpo, su retención en el dolor o su mutilación nos hablan
allá de la paradoja introducida por una genealogía del racismo. El de producción de vidas precarias, superfluas al régimen de flexibili-
cuestionamiento le lleva a indagar en otras direcciones; siguiendo a dad, y de la desvalorización de la fuerza de trabajo.
Mbembe, la autora sostiene que la constitución misma de los esta- El artículo de Myrna Bilder, "M. Foucault: Biopolítica, Tama-
dos, sobre todo en las poscolonias, ha sido a través de la instrumenta- 1 topolítica y Racismo desde el concepto de gobierno", plantea que
lización de la existencia humana y la destrucción material de cuerpos es necesaria una reformulación de la lectura del racismo en cuanto
como elementos inherentes y constitutivos del espacio político so- tecnología del poder, y no solo como una deriva descontrolada de la o
berano, experiencia que antecede a la paradoja del racismo y que biopolítica, en la medida que a partir de la experiencia de los cam-
no se constituye en términos biopolíticos. En ese sentido, llama la pos de concentración en la Alemania nazi y en Argentina, la muerte

8 NECROPOIÁTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA N'IRODUCCIóN 9

probó ser un fin para transformar una sociedad a través de los efectos Es interesante que la perspectiva desarrollada en este artículo
que la ausencia de un grupo inducía al resto. permite mostrar que las formas de gobierno y las relaciones sociales
La autora sostiene que esta experiencia quebró los postulados fincadas en la excepcionalidad —que acompañan al neoliberalismo—,
de igualdad, soberanía y autonomía que formaban el núcleo ideo- , generan procesos psíquicos de declinación simbólica que reestruc-
lógico de la modernidad, articulando la muerte como una estra- turan subjetividades especulares y narcisitas.
tegia de gobierno, con lo que la biopolítica devino tanatopolítica Mónica Zuleta aborda la noción de "reconocimiento cruel", al
—entendida como la administración y regulación de la vida que que entiende como una técnica de subjetividad que conformó la
requiere de la muerte. idea de una sociedad civil liberal en Colombia. En su artículo "El re-
La autora utiliza las reflexiones de Agamben (2002) sobre !conocimiento cruel como técnica de subjetividad': sostiene que fue
la figura del musulmán para cuestionar si acaso la producción de a través de acontecimientos de guerra y del mercadeo de la muerte
subjetividades nulas, las políticas de exterminio y las experiencias que se dio en el país el giro de la "coacción" a la "libertad", giro que
concentracionarias deberían ser entendidas como mecanismos de conformó una sociedad civil liberal vinculada a la guerra y a la muer-
gestión de los colectivos hoy día. Resalta la productividad de dicho te, a través de decisiones individuales, y en base a cálculos de costo-
mecanismo —al que denomina tanatopolítica, basándose en el con- beneficio. Funda su análisis en dos acontecimientos, el Bogotazo y la
cepto acuñado por Agamben (1998)— en cuanto a la conducción Violencia, que se remontan a 1948.
y reorganización de las relaciones sociales, en las que se censuran Un punto central es la demostración de que el «reconocimiento
aquellas subjetividades que se encuentren en tensión con el poder cruel", como técnica de gobierno, genera, a través de la muerte, el
dominante. advenimiento del individuo libre y la esfera civil.
Las investigaciones de Natatxa Carreras han abundado sobre En "Biopolítica y vida: lecturas en clave de Colonialidad/Des-
los fenómenos que aquí nos interesa estudiar; consideramos que su colonialidad", Pablo Farneda señala que el papel de la biopolítica
aporte daría luces a las reflexiones en torno a la producción de nuda como optimización de la productividad de la vida solo puede ser
vida y deshechabilidad, razón por la que decidimos convocarla para entendida en base a la modernidad colonial. El artículo argumenta
el presente libro. En "La politización de la violencia", en diálogo con que la biopolítica encuentra su fundamento en la conquista y co-
la teoría psicoanalítica, sostiene que la violencia tiene que entender- lonización de América, donde, además, fue ensayada, a través del
se desde múltiples ámbitos, dada su relación con la actual cosifica- genocidio, la regulación por muerte de los genocidios biopolíticos
ción de los cuerpos por condiciones de clase, vacíos legales, mercado contemporáneos. Asimismo, invita a formular nuevas preguntas so-
y circulación; y que la violencia atraviesa la constitución psíquica de bre la biopolítica desde perspectivas latinoamericanas, que despla-
los sujetos en lo cotidiano. cen y reconfiguren nuevos modos de pensar estas problemáticas.
Para Carreras, los procesos globales de la acumulación capitalis- El presente libro pretende estimular la discusión sobre las con-
ta tienen su correlato en las transformaciones psíquicas, y ubica erk diciones actuales de violencia, gobernabilidad y subjetivación en
lo contemporáneo la declinación del complejo de Edipo y las desgaj que se vive el presente en la región, desde un enfoque crítico que
rraduras en la trama simbólica. Estas desgarraduras se acompañan centre su interés en perspectivas de largo plazo, más allá de las ex-
como condición y consecuencia de la emergencia de figuras totalita- plicaciones coyunturales sobre la inseguridad, la democracia y el
rias y de la desechabilidad de grandes sectores sociales. Estado de derecho
10 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA

Agradezco el apoyo del doctor Agustín Grajales Porras, direc-


tor del Instituto de Ciencias Sociales -y Humanidades "Alfonso
Vélez Pliego", de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
por su disposición para la utilización de los recursos que este Insti- NECROPOLÍTICA: LOS APORTES
tuto brinda, y por el apoyo para la publicación del presente libro. DE IV BEMBE PARA 'ENTEN DER
LA VIOLENCIA CONTEMPORÁNEA
Antonio Fuentes Díaz
Puebla, Puebla
ANDREA IVANNA GIGENA
25 de septiembre de 2012

INGRESAN DO

Este trabajo parte de dos circunstancias teóricas fundamentales. La


primera tiene que ver con el convencimiento de que la analítica fou-
caultiana tiene una notable potencialidad para dar cuenta de múl- < -
tiples procesos políticos contemporáneos, a través del estudio de
las prácticas que los constituyen (su historicidad, su singularidad y
aquello que producen). La segunda se relaciona con la necesidad de
inscribir esta analítica en "una nueva temporalidad discursiva" (Bha-
bha, 2002), en el horizonte de teorización abierto por las "episte-
mologías del sur", en la medida que le dan una nueva impronta y un
mayor potencial para su uso corno caja de herramientas conceptual
en contextos donde perviven estructuras de dominación colonial,
como nuestra América Latina.
Cuando refiero a las "epistemologías del sur" remito tanto al
pensamiento poscolonial corno al descolonial. El primero es un es-
cenario de teorización que surge en la mitad del siglo xx en el marco
de las experiencias de luchas anticoloniales en Asia y África.' El pen-

' Siguiendo a Mbembe (2008a), tres grandes momentos distinguen la


constitución de esta corriente. Primero, la reflexión que precedió y acompañó
las luchas anticoloniales en África, centradas en textos novelísticos, poéticos
y militantes producidos por la diáspora africana y negra de habla francesa
(Fanon, Senghor, Césaire, Glissant). El segundo, en la década de los 80,
12 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA y EXCEPCIÓN EN AMERICA LATINA NECROPOLÍTICA: LOS APORTES DE MBEMBE 13

samiento descolonial, por otra parte, emerge en los años 90 como mi intención no es problematizar acerca de la conceptualización de
una corriente intelectual crítica que pretende constituir un "para- estos acontecimientos, ni en su tipificación. Más bien me interesa
digma otro" respecto de la modernidad y el orden de dominación problematizar sobre el modo de abordarlos analíticamente, a partir
global establecido con la colonización de América, y que se extiende de la noción de necropolítica desarrollada por Achille Mbembe.
hasta la actualidad.' Este autor camerunés radicado en Sudáfrica inscribe la analítica
Asimismo, este trabajo parte de la necesidad de reflexionar sobre foucaultiana en una singular clave de interpretación, la poscolonial,
un conjunto de acontecimientos que vienen sucediendo en nuestra para indicar que la muerte' es una tecnología específica, de origen
región y que denominaré, genérica y provisoriamente, de "violen- colonial, de gestión de determinadas poblaciones en el mundo. Lo
cia masiva y muertes'', cuyas referencias más paradigmáticas son: los que trataré de desandar, entonces, son los argumentos conceptuales
genocidios producidos por diversos gobiernos dictatoriales, los fe- y metodológicos que sostienen esta perspectiva, para lo cual me baso
minicidios, las masacres, mutilaciones y desplazamientos forzosos privilegiada, pero no exclusivamente, en el texto denominado, justa-
de poblaciones producidos por las dinámicas de conflictos que, por mente, Necropolítica.'
lo general, se atribuyen al narcotráfico o a grupos armados que fun-
cionan con autonomía de los Estados-nación, entre otros. Claro que

ALLÍ, DONDE FOUCAULT NO PUDO


de "alta teorización" cuando el pensamiento poscolonial se moldea junto
a la historiografía y la crítica literaria (Said, Bhabha, Spivak, entre otros). Si bien con frecuencia suele atribuirse a Foucault, sin más, la noción
Finalmente, el tercero está marcado por la radicalización de la globalización de "biopolítica”, el concepto es anterior a él. Edgardo Castro (2011)
y su presión sobre los recursos naturales y la vida humana (Mbembe, 2008). indica que el origen del término puede encontrarse en 1905, en los
Pese a ser un campo de reflexión muy heterogéneo, el común denominador es
escritos del sueco Rudolf Kyellen, y que a partir de allí deben distin-
que consideran a las experiencias de las luchas anticoloniales como instancias
performativas tanto del sujeto colonizado corno del colonizador. guirse dos orientaciones: una que prima desde principios del siglo
Esta corriente está integrada por una importante diversidad de autores que xx hasta la década de los 70, y que considera al Estado y la sociedad
proceden de heterogéneas disciplinas y que reivindican como fuentes de su
pensamiento a ciertas corrientes emergidas en América y Estados Unidos en
los últimos 60 años: la teología, la filosofía y la sociología de la liberación,
la teoría de la dependencia, los debates latinoamericanos sobre modernidad/ En general, y siguiendo a Foucault (2000), entiendo a la muerte en un sentido
postmodernidad, la teoría feminista chicana, el grupo de estudios subalternos amplio. Matar es el homicidio pero también es exponer a la muerte (llevar a
de EE.UU., entre otros. los ciudadanos a una guerra por ejemplo), multiplicar los riesgos de muerte,
Todos distinguen entre el colonialismo —sistema de dominación político- invisibilizar, expulsar, excluir (la muerte política). En Mbembe hay una
administrativo correspondiente a determinados periodos históricos y lugares preeminencia analítica por el homicidio y otras prácticas de violencia sobre
concretos donde se ejerció dominio imperial— y la colonialidad —estructura los cuerpos.
de dominio subyacente al control ejercido durante la colonización española y El texto en el que el autor presenta la temática fue publicado por primera vez
lusitana en América, que permanece y se extiende, en múltiples dimensiones en 2003 en inglés ("Necropolitics", Revista Public Culture) y luego, en 2006,
y regiones, una vez acabada esta. Y se diferencian de la anterior perspectiva fue traducido por esa misma producción al español (en España). Quisiera
porque teorizan a partir del marco de problematización abierto por esta destacar un gesto en la escritura de Mbembe que sortea algunos atisbos de
última. Todos sus referentes cuestionan la "eurocentricidad", esto es, las violencia epistémica: al menos en buena parte de sus últimas obras publicadas
históricas conexiones entre poder, conocimiento y distribución territorial que en inglés, el autor escribe en un lenguaje no sexista. S in embargo, esto se pierde en
establecieron a Europa como centro (G igena, 2011). las traducciones (castellano o portugués) de esos mismos textos.
14 N14:1` 041TICA, FIU11 'N(.1 \ P.XCi(PC1ON 11N A1\14111(1 \ 1 ATINA NECROPO1lT1CA: LOS APOWIES DIi n1BEVIBE 15

corno un organismo, "una realidad biológica". 5 La otra, que conside- tar" (Foucault, 2000: 218); mientras que para el segundo se ejerce
ra el modo en que la política toma a la vida biológica de los hombres desequilibradamente a favor de la vida.
como objeto de su poder (el biopoder). Esta última orientación es la Por otro lado, el biopoder emerge por la constitución de un nue-
que corresponde a la discursividad foucaultiana, y tiene la particula- vo campo de intervención: la población, entendida como un conjun-
ridad de abrir el debate sobre la politización de la vida. to de procesos que deben regularse en sus aspectos naturales y a partir
Recordemos, muy brevemente, que para Foucault el biopoder de ellos. Para ello se entrelazan dos tecnologías: las disciplinarias (a
toma a su cargo la vida, desde lo orgánico a lo biológico, del cuerpo partir el siglo xvir), la anatomopolítica del cuerpo humano, centra-
a la población; así lo define: das en el cuerpo de los individuos; y las regulatorias (desde el siglo
...el conjunto de mecanismos por medio de los cuales aquello que, xviii), la biopolítica de la población, centradas en el cuerpo-especie
en la especie humana, constituven rasgos biológicos fundamen- (Foucault, 2002: 2004). 7 Así, el biopoder opera en un doble juego
tales podrá ser parte de una política, una estrategia política, una de producción-regulación. Es productivo por su vocación de interve-
estrategia general de poder; en otras palabras, cómo, a partir del nir para "hacer vivir". Es regulador por su vocación para determinar
siglo )(vil', la sociedad, las sociedades occidentales modernas, to- cómo vivir: una vida más segura, más productiva y menos azarosa.
maron en cuenta el hecho biológico fundamental de que el hom- Frente a un poder organizado en torno de la vida, con énfasis en
bre constituye una especie humana (Foucault, 2004: 15).
la vida: ¿cómo entender entonces el ejercicio interrumpido (y escan-
Pueden distinguirse dos condiciones de posibilidad de la emergen- daloso) del derecho a matar ejercido bajo el arbitrio del biopoder?
cia del biopoder. Por un lado, la mutación, en la teoría clásica de la El palabras del propio Foucault: "¿cómo es posible que un poder
soberanía y el consecuente desplazamiento en su modo de ejercicio político mate, reivindique la muerte, exija la muerte, haga matar, dé
del poder, desde el hacer morir o dejar vivir hacia el hacer vivir o orden de matar, exponga a la muerte no sólo a sus enemigos sino a
dejar morir. Esto dista de ser una simple inversión de términos,' ya sus ciudadanos?" (2000: 230). En sus respuestas a este interrogante
que el poder se ejerce desequilibradamente en cada binomio. Para aparecen las tensiones conceptuales que originaron, luego, extendi-
el primero, se ejer,e asimétricamente por la muerte: soberano das correctivas a su pensamiento. Pero veamos cómo es que Fou-
ejerce su derecho sobre la vida desde el momento en que puede ma- cault responde a la pregunta por la muerte.
Según el autor, el racismo de Estado explica la "aparente" para-
doja de un poder que se ejerce sobre la vida promoviendo, al mismo
tiempo, aquello que la anula: una multiplicidad de muertes. Ape-
Para esta primera orientación, Castro distingue (siguiendo a Esposito y Cu-
rro) tres etapas: a) la organicista (hasta la década de los 30, fundamentalmente lando a la raza se han podido sostener prácticas de borramiento y
en lengua alemana), "...dominada por el esfuerzo de pensar el estado corno un
organismo viviente"; b) la humanista (de los años 60, predominantemente en
lengua francesa), que "busca explicar la historia de la humanidad partiendo ' Si bien son dos tecnologías distintas, no deben considerarse antitéticas
de la vida, sin reducir por ello la historia a la naturaleza"; y c) la naturalista o excluyentes. Más bien actúan en diferentes niveles pero entrelazadas.
(mediados de los 60, predominantemente en lengua inglesa), en la cual "se La tecnología disciplinaria descompone,. clasifica, establece secuencias o
entiende por biopolítica la utilización de los conceptos y los métodos de la coordinaciones óptimas, fija los procedimientos del adiestramiento en base a
biología en el campo de la ciencia política" (Castro, 2011: 35-36). esas secuencias y controla el grado de ajuste en relación a un modelo óptimo.
6
La sutileza en el uso de los verbos da cuenta de esto, no se trata de hacer morir La tecnología de regulación no impide ni proyecta una acción (estableciendo
y hacer vivir (o viceversa) sino de hacer y dejar, lo que denota el carácter activo un modelo óptimo), sino que controla su manifestación en un marco de
del primero y el carácter pasivo-ausente del segundo. límites aceptables (Foucault, 2004).
16 NECROPOL V Í'iCA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN ANIERICA LATINA NECROPOLÍTICA: LOS AP01111:5 DE MBENIRE 17

exterminio de algunos sujetos con el fin de asegurar la homeostasis Agamben y Achille Mbembe, quienes, desde genealogías de pen-
poblacional: samientos diferentes pero continuando el paradigma biopolítico,
Sin duda, fue el surgimiento del biopoder lo que inscribió el ra- han propuesto nuevas claves de interpretación parda muerte y la
cismo en los mecanismos del Estado. En ese momento, el racismo violencia. Agamben, a través de la noción de nudo vida y el estado
se inscribió como mecanismo fundamental del poder, tal como de excepción; 9 Mbembe, mediante la necropolítica (Mbembe, 2006
se ejerce en los Estados modernos y en la medida en que hace que [2003]). Voy a destacar aquí sólo el segundo, atendiendo a que otros
prácticamente no haya funcionamiento del Estado que, en cierto autores ya han establecido las limitaciones del primer autor italiano
momento, en cierto límite yen ciertas condiciones, no pase por él en la medida que: "...ocluye las dimensiones coloniales de lo que ge-
(Foucault, 2000: 230)
néricamente se diagnostica como la crisis política de occidente" (De
De ahí que Foucault (2002) sostenga que el racismo moderno es es- Oto y Quintana, 2010: 52). 1)
tatal y biologizante. A partir del mismo se ejercen dos funciones. La
primera es fragmentar a la especie humana, introduciendo diferen-
cias jerárquicas en un "continuum biológico". La segunda es estable- La propuesta de Agamben busca corregir o completar el pensamiento de
cer una relación positiva con respecto a la muerte para los grupos Foucault en dos sentidos relacionados. Por un lado, extender el análisis
biopolítico hacia los espacios que el autor considera de dominio, por
que integran las posiciones inferiores de la jerarquía, para quienes, excelencia, de la biopolítica: los campos de concentración y exterminio, sobre
incluso, la muerte podrá ser "solicitada por necesidad": los cuales Foucault no profundizó. Por el otro, recuperar los elementos de los
que Foucault prescindió para explicar el ejercicio del poder moderno: lo
...puede comprenderse por qué el racismo se desarrolla en las so- jurídico-institucional, la soberanía. Esto significa extender el análisis al punto
ciedades Modernas que funcionan en la modalidad del biopoder; en el que se intersectan lo "jurídico" y lo "político". Así, la diferenciación que
se comprende también por qué el racismo va a estallar en una serie sostuviera Foucault entre gobierno soberano y gobierno biopolítico se deshace
de puntos privilegiados, que son precisamente los puntos en que para que se puede explicar, en su entrecruzamiento, el estado de excepción y el
se requiere de manera indispensable el derecho a la muerte (Fou- horno sacer (Castro, 2011; Karmy Bolton, 2011).
cault, 2000: 232). Para Agamben, la política en la modernidad se caracteriza por la incorporación
de la vida desnuda al cálculo político occidental (paradigma biopolítico) y la
La identidad entre el racismo y el Estado moderno tiene, entonces, constitución del estado de excepción (paradigma soberano) como regla. En
como principal función, asegurar la normalización,' la regularidad, la arqueología de la vida desnuda aparece el horno sacer, una figura del derecho
romano arcaico bajo cuyo arbitrio una vida puede ser suprimida "sin necesidad
la homogeneidad y la homeostasis poblacional. Y lo que se produce de ofrecer sacrificios y sin cometer homicidio" (Castro, 2011). Esta particular
es una política racial de alteridad, la constitución de sujetos "dispen- intersección, del orden jurídico y del orden político, da como resultado una
sables'', "desechables", a quienes se puede dejar morir o hacer morir zona de "irreductible indiferenciación" (entre inclusión/exclusión, bíos/zoé,
para "defender" y resguardar la propia población. publico/privado).
Esta reconfiguración del paradigma biopolítico es considerada la "matriz
Esta respuesta, este lugar y función dado a la muerte por Fou- originaria sobre la cual se funda Occidente" (Karmy Bolton, 2011: 6).
cault, ha resultado insuficiente para muchos autores como Giorgo '" Para una crítica relativa al carácter eurocentrismo del pensamiento de Giorgo
Agamben, puede consultarse a Walter Mignolo (2007), "El pensamiento
decolonial: desprendimiento y apertura. Un Manifiesto", en Castro-Gómez,
S Se parte del comportamiento de hechos concretos manifiestos en curvas de Santiago y Ramón Grosfoguel (comps.) (2007), El giro decolonial. Reflexiones
normalidades estadísticas frente a las cuales: "... [se hará] interactuar esas para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global, Bogotá: Siglo del
diferentes distribuciones de normalidad y procurar que las más desfavorables Hombre Editores; y De Oto y Quintana (2010), "Biopolítica y colon ialialidad.
se asimilen a la más favorables" (Foucaulr, 2004: 83). Una lectura crítica de Homo Sacer», Revista Tabula Rasa, 12, Bogotá.
18 NEGRopoLíTp,. , A h...81 , Ncr uxcitpcióN ,\N p'PP, \I \11NA NEOZOput trICA: 15)5 APOWLES MBENISE 19

GENEALOGÍA DEL NECROPODER: muchos/as autores/as inscriptos/as en las corrientes poscoloniales


RACISMO Y EXPERIENCIA COLONIAL y descoloniales que con mucho menor frecuencia han desandado
Tributario del pensamiento foucaulteano y en interlocución con abordajes relativos al ejercicio de la violencia y las prácticas de la
Agamben, Mbembe (2006) afirma que las experiencias políticas muerte, de tan significativas emergencias y particulares visibilidades
contemporáneas deben abordarse desde categorías diferentes de en nuestras sociedades!'
de nociones "menos abstractas" como vida y/o muerte. Así, y frente Pero veamos la trama del pensamiento de Achille Mbembe. En
al privilegio dado por las teorías normativas al concepto de "razón", primer lugar, es , necesario destacar que el necropoder está siempre e
el autor enuncia: indisolublemente ligado al racismo: "Al fin y al cabo, mucho más que
el pensamiento de clase (la ideología que define la historia corno una
Mi interés se centra en esas figuras de la soberanía cuyo proyecto lucha económica entre las clases), la raza ha sido la sombra omni-
central no es la lucha por la autonomía, sino la instrumentaliza-
presente en el pensamiento y la práctica política de occidente, sobre
ción generalizada de la existencia humana y la destrucción mate-
rial de cuerpos y poblaciones humanos. Esas figuras de soberanía no todo cuando se trata de imaginar la inhumanidad de los extranjeros"
tienen nada que ver con un episodio de locura exacerbada o con (Mbembe, 2006: 36).
la expresión de una ruptura entre los impulsos y los intereses del El racismo es conceptualizado, entonces, como una "economía
cuerpo y los de la mente. Por el contrario, son, como los campos psíquica'', una "práctica de la imaginación" porque se sustenta sobre
de exterminio, lo que constituye el nonos del espacio político en una idea que la ciencia ya ha podido rebatir y que, sin embargo, per-
el que aún vivimos (Mbembe, 2006: 34; énfasis agregado).
dura: que la raza existe. Se articula, además, sobre un "accidente":
Está interesado, entonces, en analizar las prácticas que producen el color de la piel. Este racismo, como explicaré luego con profun-
muertes a través de un ejercicio sistemático de la violencia y el te- didad, encuentra su origen en las experiencias coloniales y, actual-
rror sobre determinadas poblaciones. Esto es el necropoder. Y este mente —en la "Modernidad Global"— se reproduce corno efecto de
énfasis analítico lo distingue tanto de Foucault y Agamben como de una multiplicidad de micro prácticas relativas a la circulación de las
cosas, las migraciones y las guerras (Mbembe, 2005)."
Si bien es cierto que en el marco del pensamiento biopolítico la
Sintéticamente, apunto que Mignolo, por un lado, indica que las elaboraciones asociación de la muerte con el racismo no es novedosa (tanto Fou-
de Agamben son: "...importantes, pero tardías, regionales y limitadas" en la cault como Agamben realizan estas operaciones), lo significativo de
medida que ignoran la constitución del mundo moderno/colonial como el
tiempo inaugural de las prácticas de la "desechabilidad" humana. Prácticas que, Mbembe es inscribir la genealogía del racismo en una temp.yralidad
además, desbordan aquello que la noción de "nula vida" contiene (2007::1-42). alternativa a aquella que sostiene que el biopoder tiene su origen en
De Oto y Quintana, por otra parre, extienden todavía más la crítica de las formaciones socio-políticas de Europa occidental. En este senti-
Mignolo: "Sin embargo, el núcleo de nuestra crítica a Agamben, si bien do, se acerca a Homi Bhabha, quien plantea: "La eurocentricidad
está asociada al problema concreto que se pone en juego cuando se ignora
el carácter institi ¡yente del colonialismo para la modernidad y para la teoría
política, se refiere a que su visión comprime la heterogeneidad del mundo " Una excepción son las producciones de Rita Laura Segato (2006) y, más
moderno colonial, y las distintas formas de disposición de la vida que se recientemente, de Karina Bidaseca (2011), quienes analizan las estructuras
inauguran en ese marco, a la huella dejada por una marca ontológica de la de la violencia y sus raíces coloniales específicamente en relación a los
tradición del derecho romano. En ese sentido, la lectura de Agamben no llega feminicidios en Latinoamérica.
tarde. Llega desde una marca epistemológica que no incorpora capilarmente 12 Me detendré en estos aspectos más adelante, al referir la cuestión de la
los cuerpos coloniales en su trama conceptual" (2010: 66). estatalidad en la conceptualización de la nerropolttica. fr
20 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y 1.:XCHPCION EN ANIIIIRECA LATINA NECROPOLITICA: LOS APORTES DE MBEMBE • 21

de la teoría foucaultiana de la diferencia cultural se revela en su in- racializaron las relaciones con "la aristocracia en el siglo xvn", con
sistente espacialización del tiempo de la modernidad" (2002: 293), "la burguesía del XVIII", con "los pobres en el siglo xIx" y, finalmen-
temporalidad que deja fuera los espacios coloniales de los siglos xIx te, con "los judíos en el siglo xx" (Castro-Gómez, 2007). Entonces:
y xx. Como corolario, la "raza" aparece como una "ensoñación ar-
caica'', como un acontecimiento "premoderno" que se hace presente Lo que parece querer decir Foucault es que las colonias fueron
uno de los laboratorios en los que se probó el racismo en tanto
en el holocausto judío (shoá) de modo extratemporal. que dispositivo biopolítico de guerra. No está diciendo que el ra-
Esto nos lleva a destacar un segundo elemento en el pensamien- cismo nace con el colonialismo, ni que el colonialismo es la condi-
to de Mbembe: que las experiencias coloniales se constituyen, in- ción de posibilidad del racismo; lo que dice es que la experiencia
defectiblemente, en la grilla de inteligibilidad para la violencia y el colonial europea coadyuva a desarrollar el discurso del racismo
terror contemporáneo que se resumen en la necrop olí tica. En relación (Castro Gómez, 2007: 158; énfasis original).
-

a esto, el autor distingue dos hiatos, uno relacionado con la empresa Volviendo entonces a Mbembe, y como ya indiqué, las experien-
colonial en América, a partir del siglo XVII, y el otro producido con cias coloniales sí son un antecedente de una misma lógica racista
la colonización en Asia y África desde el siglo xix. que reconoce dos hitos. En relación al primero, sentencia Mbem-
Es oportuno y correcto advertir aquí, sin embargo, que el co- be: "Cualquier relato histórico del surgimiento del terror moderno
lonialismo no ha sido un tema totalmente ausente en la obra de necesita tratar la esclavitud, que podría ser considerada como uno
Foucault:" de los primeros casos de experimentación biopolítica" (Mbembe,
El racismo va a desarrollarse, en primer lugar, con la colonización, 2006: 39). En las antípodas de Agamben, que considera el exter-
es decir, con el genocidio colonizador; cuando haya que matar minio producido por el nazismo como el punto paradigmático de
gente, matar poblaciones, matar civilizaciones [...]. Destruir no experimentación biopolítica, para nuestro autor el régimen escla-
solamente al adversario político, sino a la población rival, esa es- vista de las plantaciones asumen ese carácter y los/as esclavos/as se
pecie de peligro biológico que representan para la raza que somos,
configuran como las: "figuras emblemáticas y paradójicas del estado
quienes están frente a nosotros [...]. En líneas generales, creo que
el racismo atiende a la función de muerte en la economía del bio- de excepción" (Mbembe: 2006:39).
poder, de acuerdo con el principio de que la muerte de los otros En la plantación la paradoja de la subjetividad del/la esclavo/a
significa el fortalecimiento biológico de uno mismo en tanto se plantea en que, por un lado su humanidad queda reducida a una
miembro de una raza o población (Foucault, 2000: 232 233).-
"sombra":
Sin embargo, como ya han advertido muchos/as intelectuales pos- La condición de esclavo resulta de una pérdida triple: la pérdida
coloniales y descoloniales, esto no puede hacernos sugerir que Fou- de un "hogar", la pérdida de los derechos sobre el propio cuerpo
cault considerara que el racismo tenía sus antecedentes en la expe- y la pérdida del estatus político. Esto es idéntico a la dominación
absoluta, la alienación mental y la muerte social (la expulsión to-
riencia colonial, ni que hubiera un solo tipo de racismo, ni que el
tal de la humanidad) (Mbembe, 2006: 39).
racismo funcionara solo fuera de Europa. De hecho, Foucault pri-
vilegió la consideración de que en el corazón mismo de Europa se Pese a esto, como el/la esclavo/a es necesario/a en tanto fuerza de
trabajo, se lo/la deja vivir en un "estado de lesión". Esto implica la
disposición de sus cuerpos para ejercitar la violencia (azotes, ejecu-
13 El terna aparece referido en Historia de la Sexualidad ([1975] 2002) y
ciones, violaciones) y, a su vez, para constituirlos como escenario y
Defender la Sociedad ([1976]2000).
22 NvcR()POij tc. \ AlO1.hNf HX(11' JtIN N \ NI1 1 :111C \ 1.A A NI'ICR011 1 ()LiTICA: IDS APORTES DE N1151.:N11 -11-1 23

protagonistas de un espectáculo de violencia "destinado a provocar Ilustración' I y su origen debe rastrearse en los "laboratorios" —los sis-
el terror" en otros/as. temas de "plantaciones" y la trata de esclavos— instaurados en Amé-
Por otro lado, sin embargo, en la plantación los/as esclavos/as rica, mucho antes de la colonización imperial en Asia y África:
desarrollan los ínfimos elementos de una subjetivación de resisten-
cia, que afirma su humanidad. Así: La crítica postcolonial demuestra que nuestra modernidad glo-
bal necesita ser analizada en contexto mucho antes del siglo xix,
...el esclavo sigue siendo capaz de incorporar cualquier objeto, comenzando por el período en el cual la mercantilización de la
instrumento, lenguaje o gesto a una representación y estilizarlo. propiedad privada ocurrió de la mano de la mercantilización
Por medio de la ruptura con su desarraigo y el puro mundo de las de las personas durante la trata de esclavos (Mbembe, 2008a:s/d)
cosas del que es solo un fragmento, el esclavo es capaz de mostrar [La traducción es mía].
las capacidades proteicas de los lazos humanos mediante la músi-
ca y el propio cuerpo, que es supuestamente la posesión de otro
(Mbembe, 2006: 39 - 40).
LA SINGULARIDAD DEL NECROPODER
Muerte, crueldad y profanación son las prácticas que Mbembe re-
conoce para este primer hito. Luego, más tarde, el terror encuentra A través del análisis del conflicto palestino-israelí, la Guerra del Gol-
un nuevo antecedente en el sistema colonial establecido en Asia y fo y régimen del apartheiden Sudáfrica, Mbembe (2006) afirma que
África desde fines del siglo xix y hasta mediados del siglo xx. Allí la en la modernidad reciente se articulan lo disciplinar, lo biopolítico
racionalidad occidental "encarna" en la síntesis entre la masacre y y lo necropolítico, y que esta articulación logra alcanzar un dominio
la burocracia imperial aplicada en las colonias, proceso legitimado "absoluto" sobre determinadas poblaciones. La ocupación colonial
por el racismo eugenésico, higiénico, degenerativo en boga (Mbem- del territorio palestino en la modernidad reciente es, para el autor, el
be, 2006). caso emblemático de esta articulación.
Entonces, en síntesis, en su genealogía del racismo, Mbembe Con esto se deja sentado que el ejercicio de la violencia y el te-
no niega los vínculos entre modernidad y terror ya establecidos por rror —la necropolítica—, no es la contraparte de la biopolítica —el co-
otros autores: las prácticas (y sus mutaciones) de castigo del anden constitutivo del biopoder para asegurar la honzeostasis poblacional,
réginie que estudió Foucault; las prácticas del terror ejercidos durante que se ejerce a través del racismo de Estado—, como sugería Foucault
la revolución francesa; la "industrialización de la muerte" producto
de la integración de la racionalidad instrumental y la racionalidad 14
Esta interpretación ha sido desarrollada particularmente en el marco del
productivo-administrativa de los Estados modernos (fábrica, ejérci- pensamiento descolonial a través y a partir de Enrique Dussel, quien considera
tos, prisión) en el nazismo, y hasta violencia que supone el relato de la que la modernidad empieza con el descubrimiento de América y distingue,
emancipación marxista que: "...tenía como objetivo la erradicación de para la misma, dos etapas. La primera, la colonial, inicia en el siglo xv con el
la básica condición humana de pluralidad" (2006: 38). imperio de España y Portugal, junto al desarrollo del mercantilismo mundial
y la consolidación de un ethos cristiano, humanista y renacentista. La segunda
Lo que hace, más bien, es trastocar los límites que los autores modernidad, la ilustrada, está asociada a los imperios de Holanda, Francia e
inscriptos en epistemologías eurocéntricas reconocen a la Moder- Inglaterra (desde el siglo xvti) y luego a Estados Unidos (siglo xx). Cada
nidad. Él inscribe en la concepción de que la misma es anterior a la etapa generó un modo particular de subjetividad. En la primera se formó
el "ego conquiro" ("yo conquistador"), antecedente del "ego cogito" de la
segunda etapa, que aparece unido al surgimiento de la burguesía europea y a
la consolidación del modo de producción capitalista (Dussel, 2000).
24 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA NEC I2OPOIITICA: LOS APORTES DI. BENIRE 25

y quienes profundizaron en la tanotopolítica (Agamben). El necro- mente la hegemonía de algunos estados nacionales en Europa
poder es, más bien, una tecnología política diferenciad a que tiene (Castro-Gómez, 2007:164).
por fin la masacre poblacional, y, además, es una tecnología que des-
borda los límites de la estatalidad. Consideraré estas dos cuestiones Pero haciendo una abstracción del contenido, la metodología fou-
con mayor detalle en lo sucesivo. caulteana puede articularse con los enfoques de la colonialidad y el
Proponer al necropoder como una tecnología específica, diferen- pensamiento poscolonial, en una unión de mutuas correctivas. Al
ciada de aquellas que identificara Foucault's —y no su necesaria con- igual que Castro-Gómez, esta es la apuesta de Mbembe, al considerar
traparte—, es una apuesta metodológica que trasciende el contenido a la necropolítica como un "tipo específico de poder», como una tecno-
eurocéntrico de la analítica foucaulteana, sin soslayar su potencial logía en sentido foucaulteano, al igual que el poder soberano, pastoral,
como caja de herramienta analítica-metodológica. quien realiza biopolítico o el de la gubernamentalidad. Cada uno puede abordarse
de manera autónoma o atendiendo, cuando es posible, a sus articula-
esto, en el marco del pensamiento descolonial, aún sin referir al tema
ciones y sus singulares manifestaciones en contextos locales: 6
específico de la violencia y la muerte, es el intelectual colombiano
Ahora bien, ¿cuál es la especificidad que Mbembe le reconoce a
Santiago Castro-Gómez. Él ha conceptualizado e investigado sobre
las tecnologías (y los dispositivos) propias de la experiencia colonial la tecnología del necropoder?: la gestión de las multitudes, particular-
mente diaspóricas, y la extracción de los recursos naturales a través del
en Latinoamérica, articulándolas con aquellas que investigó Fou-
cault para la Europa pos Ilustración. ejercicio de masacres poblacionales que no discriminan entre enemigos
internos y externos. Para dejar claramente sentado esto, el autor indica:
Para sostener esto, Castro-Gómez se basa en la premisa de que
la discursividad foucaulteana es eurocéntrica en su contenido pero ...las nuevas tecnologías de la destrucción están menos interesa-
no en su forma. Y es eurocéntrica porque Foucault no pudo ver la di- das en inscribir a los cuerpos en los nuevos aparatos disciplina-
ferencia colonial, arguyendo que las diferentes tecnologías de poder res que en inscribirlos, cuando llega el momento, en el orden de
la economía radical que ahora se representa con la 'masacre'
se originaron en Europa para extenderse luego al resto del mundo.
figuras humanas que están vivas, sin duda, pero cuya integridad
Además, porque se concibe al colonialismo: corporal ha sido reemplazada por piezas, fragmentos, arrugas e
...como un fenómeno derivado de la formación de los estados incluso heridas inmensas que son difíciles de cerrar. Su función es
nacionales al interior de Europa. Esto significa, paradójicamen- mantener ante los ojos de la víctima, y de las personas que lo ro-
te, que el colonialismo es un fenómeno intraeuropeo. [...] y como dean, el mórbido espectáculo de la mutilación (Mbembe, 2006:
consecuencia de lo anterior, para Foucault solo puede hablarse 48; énfasis agregado).
de colonialismo, en sentido estricto, desde finales del siglo xvm
y durante todo el siglo nx, es decir, cuando se consolida plena-
Aquí es significativo que al introducir el necropoder como una tecno-
logía específica, Mbembe produce un viraje conceptual hacia Frantz

15 Las tecnologías deben entenderse como la dimensión estratégica de los


prácticas, articuladas en un dispositivo: los medios en virtud de los cuales Así, por ejemplo, para Castro-Gómez, lá tolonialidad del poder es una
se cumplirán determinados fines (Castro-Gómez, 2010). A través de tecnología que opera sobre lo étnico-racial; la colonialidad del saber, sobre lo
las mismas se producen los procesos de subjetivación. Foucault distingue episcémico; y la colonialidad del ser, sobre lo ontológico. Pueden articularse
entre las tecnologías gubernamentales, las del yo, las del poder (dominación), (o no) y pueden hacerlo (o no) en términos de una descolonialidad. Es decir,
las de la producción y las de los signos (Foucault, 1996b). Las tecnologías una lucha descolonial étnico-racial no produce necesaria y automarleamente
pastorales y soberanas también se articulan con las citadas. una descolonialidad del saber o del ser (Gigena, 2011).
26 NECROPOLITIC VTOLENCIA Y I ITCIONT EN NIER1C I „VI \ N! )1) 01i I( 1.65 T'()ETIIS I); J\1131:N1[11., 27

Fanon, de quien retorna la "lectura espacial de la ocupación colo- Esta política del terror: "Lejos de constituir una disfunción respecto
nial". Fanon se vuelve indispensable porque, si bien la discursividad 1; la lógica general de Lormación del Estado, sería al mismo tiempo un
foucaulteana tiene operatividad para su abordaje, "no resuelve, por recurso y un modo de acción política" (Mbembe, 2007: 358). Pero la
ensalmo, el problema del significado de los fenómenos de violencia nerropolítica desborda, también, los límites de la estatalidad.
en el África contemporánea" (2007: 361). Como indican De Oto yQuntma (2011), a partir de las lectu-
A partir de allí, Mbembe indica que los territorios coloniales ras poscoloniales y descoloniales podernos trascender las versiones
han sido construidos por el imaginario europeo corno zonas de restringidas de buena parte de la analítica foucaulteana —empezan-
frontera, de guerra y desorden, legitimando la política de terror apli- do por el propio Foucault— que ubican la cuestión de la regulación
cada durante su dominio imperial. Esto se sustentó en: "la negación de los cuerpos y las poblaciones dentro de la historicidad del Estado-
racial de cualquier lazo de unión entre el conquistador y el nativo" nación moderno y europeo:
(Mbembe, 2006: 41), la asimilación de la vida nativa, del coloniza-
do, a la vida animal. ... al restringir la política exclusivamente a la dialéctica súbditos-
soberano en el marco del estado-nación, el proceso colonizador ini-
En las lecturas de los procesos de subjetivación en perspectiva
ciado en 1492 queda ocluido en las dimensiones (necro) políticas
descolonial, De O to y Quintana (2011) realizan una operatoria si- que supone y que serán cruciales para los capítulos fundacionales
milar. Recurren a Fanon para abordar la colonialidad del tiempo y la de "Europa" —tanto en sus aspecto históricos, como políticos y filo-
producción de subjetividades basándose en la premisa de que antes sóficos (De Oto y Quintana, 2011: 111).
que el reconocimiento del otro y de la diferencia, lo que se produce
Lo mismo plantea Chatterjee, un intelectual poscolonial indio, al
mediante las tácticas de la animalizaciónI7son sujetos absolutamen-
te "disponibles" y "desechables": referir a las distintas implicancias que la obra de Foucault tiene cuan-
do trasciende su lugar de origen, el contexto europeo e ilustrado:
En este sentido, el colonizador no puede sino expresarse en lengua-
je zoológico cuando habla del colonizado. Y en tal instancia, tal Lo interesante es que muchas de estas técnicas de la biopolítica
como lo veremos más adelante, las palabras exceden la dimensión han aparecido en situaciones coloniales y no necesariamente en
retórica y adquieren un carácter performativo; en consecuencia, Europa. Surgieron en una coyuntura colonial porque precisa-
animalizar es una actividad que produce eventos, que describe una mente allí no había una noción de ciudadanía, nadie en las co-
práctica y que organiza la humanidad a partir de unos límites men- lonias era ciudadano, pues era un problema lidiar con individuos
tados políticamente (De Oto y Quintana, 2011: 122). que tuvieran una carga ética. Por eso, era más fácil concebir a las
poblaciones como masas (Chatterjee, 2006: 21).
Como corolario, asistirnos a una economía general de la violencia. Se
Pero Mbembe, ad, más de inscribir el necropoder en el horizonte de
trata de un problema de gobierno en general que modula esa violen-
inteligibilidad del colonialismo y la colonialidad que anteceden la
cia, permitiendo emerger espacios de resistencia, de modo tal que la
conformación del sistema estatal moderno europeo, lo inscribe fue-
gestión de los mismos genere mayor productividad (Mbembe, 2007).
ra de las estatalidades hoy vigentes (el Estado-hación). Así, el necro-
poder aparece asociado a la producción de un modo de soberanía no
j7 Los autores consideran que la táctica de la animalización configura la estatal (Mbembe, 20086) y a un modo de gestión de las multitudes
biopolítica cuando se la inscribe en la historicidad colonial. Distante de eso:), que sustituye el "mando colonial» que las potencias imperiales euro-
Mbembe remite la "animalización" a la necropolítica, en tanto tecnología peas ejercieron sobre África desde mediados del siglo xIx.
específica y diferencia de la biopolítica.
28 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN I N NIER1C \ \ TINA N CROPOI.tTICA: LOS APORTES DE MBEMBE 29

Esto nos lleva a considerar, nuevamente, las articulaciones con- actores" en las guerras contemporáneá (Palestina, Kosovo y Áfri-
temporáneas del poder necrótico y el racismo. Como indiqué ante- ca), Se trata de segmentos contingentes de gentes armadas, con una
riormente, las prácticas del racismo contemporáneo se manifiestan gran capacidad de movilidad y metamorfosis (en relación a su con-
en: la movilidad de las cosas (circulación financiera y circulación de formación y sus objetivos):
personas), las migraciones y las guerras. En cualquiera de los tres
Posee los rasgos de una organización política o de una compañía
ámbitos las cosas (capital, mercadería, recursos naturales) siempre
mercantil. Funciona por medio de la captura y la depredación, y
adquieren mayor valor que las personas: puede incluso acuñar su propio dinero. Para avivar la extracción
...Este es uno de los motivos por los que las formas resultantes y la exportación de los recursos naturales situados en el territorio
de violencia tienen como principal objetivo la destrucción física que ellas controlan, las máquinas de guerra establecen vínculos
de personas (masacres de civiles, genocidios, distintas formas de directos con las redes transnacionales (Mbembe, 2006: 46).
asesinato) y la explotación primaria de cosas. Estas formas de vio-
Tanto para los Estados —que pueden convertirse incluso en una má-
lencia (de las que la guerra no es sino una faceta) contribuyen al
establecimiento de la soberanía friera del Estado y están basadas quina de guerra— como para las máquinas de guerra no estatale s,la ane-
en una confusión entre poder y hechos, entre asuntos públicos y xión, ocupación, liberación y/o autonomía territorial han dejado de
gobierno privado (Mbembe, 2008b: 168-169; énfasis agregado). tener importancia o preeminencia. Es el cuerpo, racializado desde
las experiencias coloniales, donde se instituye el nuevo campo/esce-
En esos tres ámbitos privilegiados de las prácticas raciales, la soberanía
nario de las batallas para la extracción de los recursos naturales de un
estatal se observan en una serie de aspectos que son administrados en
territorio y para ejercer, sin más, la violencia. Y así:
el marco y por influjo de la globalización, tales como: la desregula-
ción de los flujos financieros y la estricta regulación de la circulación La ecuación que rige las guerras actuales es la de la relación entre
de personas (control de migraciones, por ejemplo). No casualmente los recursos y la vida. Se trata de guerras de prelación donde se
oponen dos tipos de materialismos: el materialismo de las riquezas
Mbembe sentencia respecto de la política de los visados:
—especialmente minerales— y el materialismo de los cuerpos. Salvo
Gracias a los objetivos de algunos países y a diversas formas de las guerras que aspiran a la aniquilación física del enemigo (geno-
categorización, se ha diseñado un mapa legal de movimientos cidios), la mayoría de las guerras tienen como objetivo el cuerpo
que coincide, en su mayor parte, con el mapa racial del mundo del otro, y se esfuerzan en mutilado (Mbembe, 2005: 364-365).
(2005: 363-264).
Esto es posible porque: "el cuerpo del otro —y especialmente su co-
Pero aparecen muchas otras prácticas soberanas desancladas o que lor— es lo que hay más inmediato, lo más visual, lo más material"
trascienden los Estados nación, particularmente (pero no de modo
- (Mbembe, 2005: 365). Y la finalidad se resume, si es que esta palabra
exclusivo) relacionadas con el ejercicio de la guerra, que, junto con la resulta apropiada, en: "mantener ante los ojos de la víctima, de las
pobreza, son consideradas las formas de violencia extrema en nues- personas que la rodean, el mórbido espectáculo de la mutilación"
tros tiempos. Así, queda sentado que el racismo necrótico explica no (Mbembe, 2006: 48). Aquello mismo que Segato (2006) ha deno-
solo el poder homicida del Estado sino también el poder homicida minado "la dimensión expresiva de la violencia", la cual prima sobre
de otras "maquinarias de poder" capaces de ejercer soberanía. su dimensión instrumental.
La "máquina de guerra" es un concepto que Mbembe toma de
Deleuze y Guattari para referir a la modalidad que asumen ciertos
NPII PO' S I I VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN ANIERIC LVIIN.A NECROPOLÍTICA: LOS APORTES DE MI3EDfHP. 31

SALIENDO, A MODO DE CONCLUSIÓN El significativo aporte analítico de este autor africano, particu-
larmente en su obra relativa a la necropolítica, es señalar que, frente
El neo-opoder cs, finalmente, "el sometimh ato de la vida al poder de
al contexto de ex colonias yen el marco de la colonialidad, podemos
la muerte".
tomar las herramientas foucaulteanas para abordar diferentes fenó-
La ay:te-4 dé Achille Mbembe de postular los espacios' co-
menos, pero a condición de asumir que, si bien la metodología e ,:
: miales como grilla de inteligibilidad del terror contemporáneo,
propicia, el contenido de sus investigaciones (tecnologías y disposi-
como principio explicativo y horizonte genealógico, devela un he-
tivos) no son suficientes para aprehender nuestras realidades.
cho fundamental que hasta ahora no he destacado: la violencia ha
Esto nos invita a investigar y problematizar sobre las tecnologías
sido el punto de fuga del orden legal y subjetivo europeo —desde su
específicas que operan en nuestros contextos, develar sus singulares y
temprana constitución, con el descubrimiento de América, hasta
contingentes racionalidades, inscribiéndolas siempre en una perspec-
su consolidación pos ilustración—. Para marginar la emergencia de
tiva de larga duración (en una genealogía de lo colonial). También, nos
las hostilidades y las guerras en su interior, las hizo emerger en su
planeta un gran desafío (tanto en las academias, como en los oNcs, en
versión más descarnizada en las colonias (Mbembe, 2006).
los Estados y organismos internacionales y entre la poblaciones mis-
Es por esto que los territorios bajo dominio imperial han sido
mas): producir categorías sociológicas y jurídicas que vuelvan social y
por excelencia el estado de excepción —Mbembe apela a la noción es-
"jurídicamente inteligibles" (Segato, 2006; Bidaseca, 2011) los fenó-
tado de excepción y estado de sitio siguiendo los conceptos de Carl
menos de la violencia contemporánea que nos atraviesan.
Smith antes que la elaboración de Agamben. Allí, las confrontacio-
Para todo esto, es necesario trascender las epistemológicas
nes han sido siempre absolutas y las prácticas de subjetivación han
eurocéntricas. Es necesario superar las versiones estrechas y extra-
implicado, como coralario, la reducción del colonizado a la condi-
temporáneas que atribuyen al Estado la condición de ser la unidad
ción del "enemigo absoluto'', bestializado V considerado desprovisto
de inteligibilidad por excelencia de la historia moderna; historia re-
de cualquier atisbo de subjetividad capaz de acercarlo al colonizador.
ducida, por otra parte, a la modernidad europea ilustrada. Es nece-
Racismo mediante, esas prácticas se actualizan en las experiencia vi-
sario, en última y primera instancia, volver sobre nuestras historias
tales contemporáneas, privilegiadamente en las territorialidades y
y legados coloniales.
subjetividades de herencia colonial a donde los cuerpos son ahora
los nuevos escenarios para la violencia y el terror.
A la luz de esta producción intelectual, podemos pensar muchos
—si no todos— de los fenómenos de violencia en nuestra América. Fe-
nómenos que expropian a los sujetos el control de su cuerpo y los ins-
criben en una economía general del terror que se hace visible, que se
vuelve espectáculo y, con ello, adquiere todo su potencial productivo.
Su fundamento es la negación de la humanidad y la diferencia del
otro; su estrategia, el "encono" contra esa pretendida in-humanidad.
Con todo esto, Mbembe llama la atención sobre la erradicación de la
pluralidad que implica el ejercicio del necropoder.

N.O
NECROPOLÍTICA Y EXCEPCIÓN. APUNTES
SOBRE GOBIERNO, VIOLENCIA Y SUBJETIVIDAD
EN MÉXICO Y CENTROAMÉRICA

ANTONIO FUENTES DÍAZ

INTRODUCCIÓN
El presente artículo hace una lectura sobre la proliferación de la vio-
lencia en México, Guatemala y El Salvador. Se enfocará en tres ca-
sos específicos de la violencia, presentes en la región, para sustentar
transformaciones en la subjetividad y en la regulación poblacional,
bajo el contexto del neoliberalismo y la acumulación flexible. La dis-
cusión tomará como eje la noción de necropolítica y la pertinencia de
su uso para analizar el ejercicio del poder, la violencia y la goberna-
bilidad de los sistemas políticos aludidos. Se sostiene que la violen-
cia muestra la mutación de las formas de la gobernabilidad fincada
en un modelo de subjetivación disciplinario del trabajo (fordismo),
hacia la gerencia de riesgos propio de las sociedades de control (neo-
liberalismo). Señala que la atrocidad sobre el cuerpo puede leerse
como un vaciamiento político de la vida.

NUEVAS VIOLENCIAS
En México y Centroamérica, a las anteriores formas de violencia ta-
les como la desaparición forzada, la guerrilla y el paramilitarismo, se
aúnan nuevas, corno la violencia colectiva, el sicariato. la violencia de
las maras y del narcotráfico; todas ellas, utilizando la vejación cor-
34 NI•GROPOL7TIC.1, VIOLENCIA Y EX( LEPCION EN ANIERIC \ \ I INA NLS.NOPOLÍI ci 1 , ( 1( 7N. M'UN . ' ES SOBRE GOBIERNO... 35

poral y la atrocidad en dimensiones muy naturalizadas. Estas nuevas años previos a partir de esta fecha. De acuerdo con algunas investi-
violencias presentan un carácter difuso y ubicuo. De las atrocidades gaciones (Escalante. 2011), el incremento notable en el número de
producidas por los métodos de contrainsurgencia en los periodos homicidios tiene una correlación directa con los operativos militares
de guera civil —El Salvador y Guatemala— hoy se tienen violaciones implementados durante ti llamada "Guerra contra el narcotráfico".
a los derechos humanos y vejaciones corporales más difusas y en es-
cenarios aparentemente menos politizados. La violencia así banali-
Gráfica I. Tasa de homicidios en México, 1998-2009
zada induce a pensar en transformaciones en la subjetividad y en las
formas en que se ejercía la mediación de las relaciones sociales en 7
etapas previas. Para desarrollar esta perspectiva voy a mencionar tres
fenómenos presentes en la región: el tráfico de sustancias ilegales,
la violencia colectiva y la violencia ejercida por las organizaciones
juveniles denominadas "maras". Es de resaltar que una de las caracte-
rísticas comunes a este tipo de violencia es su atrocidad espectacular.

GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO


1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
En México, a partir de 2006, con el arribo de Felipe Calderón al
gobierno de la República, se implementó la llamada "Guerra contra Fuente: Elaborado en base a datos del INEGI y de la SNST
el narcotráfico", en la cual han perdido la vida cerca de 47 mil 515
personas durante el sexenio (PGR, 2012). La producción de tales En este escenario de confrontación armada contra algunos grupos
muertes estaba prefigurada desde el inicio de esta política. vinculados a organizaciones criminales, se generó un incremento
En diciembre de 2006, en la toma de posesión del Poder Ejecu- de violencia que se puede interpretar corno síntoma de una redistri-
tivo, Felipe Calderón sostuvo: «restablecer la seguridad no será fácil, bución del poder entre grupos de crimen organizado y agentes del
ni rápido, [...] tomará mucho tiempo, [...] costará mucho dinero, e Estado en la regulación del ilegalismo, así como del establecimiento
incluso y por desgracia, vidas humanas" (Presidencia de la Repúbli- de nuevos equilibrios comerciales para la colocación de productos
ca, 2006). ilegales en el mercado transnacional.
Uno de los indicadores del nivel de violencia en el país es la tasa Algunas de las respuestas provenientes de los grupos vinculados
de homicidios. De acuerdo con las cifras reportadas por el Instituto al tráfico de sustancias ilegales, tanto por el embate de las fuerzas
Nacional de Estadística Geografía e Informática °NEO, así como gubernamentales como por su competencia interna por mercados,
por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (sNsP) para los últi- estuvieron signadas por la atrocidad: cuerpos mutilados en plazas y
mos doce años, se muestra una contratendencia al comportamien- avenidas, cadáveres colgados de puentes peatonales. cabezas cerce-
to presentado en este rubro a partir de 2008 (Gráfica 1). Los datos nadas colocadas en los exteriores de edificios públicos que pertene-
constatan un incremento del doble de homicidios registrados para cían a las instituciones de seguridad, entre otros.
36 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN ERICA LATINA NECROPOLÍTICA Y EXCEPCIÓN. APUNTES SOBRE GOBIERNO... 37

No obstante, sostengo que la emergencia de estas prácticas atro- VIOLENCIA COLECTIVA


ces y su espectacularidad, rebasan el contexto del combate al tráfi-
co de sustancias ilegales, y que se encuentran difuminadas en otros En México, desde la década de los 80 del siglo xx hasta el año 2011,
ámbitos y con otros actores. Se puede afirmar que estas prácticas han ocurrido cerca de 785 linchamientos (Gráfica II); en Guatema-
preexisten al fenómeno desatado por la "Guerra contra el Narco- la, de acuerdo con las cifras reportadas por la MINUGUA (2004) y la
tráfico'', y que, más bien, esta se anidó en una sensibilidad de alta Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala (2011),
tolerancia a la violencia previamente establecida y difuminada en entre 1996 y 2011 ocurrieron 1,117 linchamientos. En ambos paí-
espacios íntimos. Esto no debe obviar el fenómeno de profesionali- ses los linchamientos se han convertido en un procedimiento natu-
zación en el ejercicio de la violencia, como sería el caso de los grupos ralizado y recurrente para sancionar acciones consideradas delitos
de exmilitares guatemaltecos y mexicanos' que se han incorporado o violaciones graves a valores comunitarios. Sancionan principal-
a las organizaciones criminales, aportando el adiestramientro mi- mente ofensas en contra de bienes y propiedades; en segundo lugar,
litar para la eficacia en dichas actividades, sino más bien permitir ofensas en contra de la integridad física de las personas; y por últi-
entender que se trata de un fenómeno que va más allá de una mani- mo, valores comunitarios (Fuentes Díaz, 2008). En sus despliegues,
festación de coyuntura, que constituye una "estructura del sentir"' pueden ser eventos multitudinarios y altamente ritualizados, o es-
(Williams, 1980) que implica una alta tolerancia a la violencia y una pontáneos y con escasos participantes. En ambos casos, la víctima
desvalorización corporal. es numéricamente inferior a los sancionadores. La consumación de
Para explayar más esta tesis, me voy a referir a dos fenómenos los linchamientos presenta innumerables vejaciones corporales: gol-
presentes en la región centroamericana y México, el caso de la vio- pizas, ahorcamientos, laceraciones, lapidaciones e incineraciones,
lencia colectiva conocida como linchamiento y la violencia ejercida entre las más comunes. De acuerdo con la literatura referida a este
por las maras. fenómeno, aparecen en sectores con una alta vulnerabilidad social y
en contextos signados por una elevada desconfianza en los sistemas
de justicia, por la incertidumbre y el miedo (Fuentes Díaz, 2001,
2006, 2008; Vilas, 2001).

Gráfica 11. LINCHAMIENTOS EN MÉXICO,


El grupo conocido como Los Zetas se formó de la incorporación de exmilita- 1984-2011
res guatemaltecos pertenecientes a los grupos especiales adiestrados en con- iso
trainsurgencia conocidos como Kaibiles. Varias de las técnicas en la ejecución : tao
de víctimas rivales de Los Zetas tienen el sello de la "daga Kaibil". También en 120

años posteriores se incorporaron exmilitares mexicanos pertenecientes a los 100

Grupos Aerotransportados de Fuerzas Especiales, GAFES, élite entrenada para 60

combate antiguerrillero. 60 I .

2
Para Raymond Williams, la estructura del sentir hace referencia al tono, la
pulsión o el latido de una época. No solo tiene que ver con su conciencia ofi-
cial, sus ideas, sus leyes, sus doctrinas, sino también con las consecuencias que 11:11111:11,,1111 =^11 12 Elgág111111 9z
1-44
tiene esa conciencia en la vida mientras se la está viviendo. Un sistema vívido
de significados y valores. Algo así corno el estado de ánimo de toda una socie-
dad en un período histórico. Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos construida
38 NI CROPOLÍI IGA, \Will N( I \ Y 1 Xi i r\ V■ 11 ,1 21 NI.CROPOLÍTICA Y EXCEPCIÓN. APUNTES SOBRE C;OBIERNO... 39

Para el caso de México, es de notar la correlación entre el aumento Es difícil medir el número de integrantes de las maras pero al-
en el número de linchamientos (Gráfica II), con el aumento en el gunos estudios realizados los calculan en varios miles de jóvenes
número de la tasa de homicidios (Gráfica 1) a partir de 2008. Tal (Cruz, 2001). Las matas se han tornado una expresión que ha im-
despegue en los datos nos hace suponer un aumento generalizado pactado la opinión pública, enfocándolas en últimos años como un
en las condiciones de violencia social en el país, exacerbada por la problema de seguridad interna en Centroamérica y México (Zúñi-
política de "Guerra contra el narcotráfico». ga, 2008). En 2004, el entonces presidente de Guatemala, Oscar
La explosividad en las relaciones sociales previamente existente Berger, planeó una reunión con la Mara Salvatrucha y la 18 para
tuvo lugar por la intensificación en las condiciones de vulnerabilidad un diálogo conjunto, con la finalidad de establecer un alto a los
de amplios segmentos a partir de las modificaciones macroestructu- asesinatos intestinos entre ambas bandas así como a los daños co-
rales, ocasionadas por el modelo de acumulación flexible (apertura laterales al resto de la población. En dicha ocasión, Berger declara-
neoliberal desde 1982), lo que arrojó a condiciones de incertidum- ba la incapacidad de las fuerzas oficiales de contener las relaciones
bre a millones de personas. Sobre dicha circunstancia se erigió la po- conflictivas y los controles territoriales que estos grupos ejercían en
lítica de la "Guerra contra el narcotráfico», obviando el terreno frágil Guatemala hacia aquellos años (Rodríguez, 2004). Recientemente,
y poroso de la fragmentación social existente. se han vinculado con el tráfico de sustancias ilícitas y con el tráfico
ilegal de personas hacia los Estados Unidos, lo que ha potenciado
su reactividad (Pérez, 2006). -
Para Zúñiga (2008), la violencia juvenil en El Salvador es un
LAS "MAPAS"
problema estructural que se revela generacionalmente; los datos so-
De la misma manera, la violencia ejercida por las bandas juvenile s bre la cantidad de homicidios en el país muestran un ascenso impor-
conocidas como "maras" ha asolado a El Salvador, Guatemala y el tante para los grupos de edad entre 15 a 24 años durante el periodo
sur de México. Las dos principales maras son la Mara Salvatrucha de 2001 a 2006 (Gráfica III). Mientras que para 2001 la cantidad de
y la Mara 18 st., formadas originalmente por jóvenes centroameri- personas asesinadas entre 20 y 24 años fue de 585, para 2006 fue s
canos que vivían en Los Ángeles, Estados Unidos. Estos grupos son de 924 (incremento de un tercio). Por otro parte, el número de per-
constituidos principalmente por hombres jóvenes de sectores popu- sonas asesinadas entre los 15 y 19 años pasó de 309 en 2001 a 598 en
lares, agrupados en unidades barriales llamadas "clikas» desde donde 2006 (incremento duplicado).
controlan una parte de su territorio.
Conocidos por su alto nivel de violencia —por ejemplo, el in-
greso a la mara o "brinco" exige de un asesinato—, las maras han es-
tablecido controles paralelos en importantes zonas de El Salvador y
Guatemala; este control se usa en parte para atentar contra propie-
dades (robos) o bien en contra de personas (asesinatos y violacio-
nes). Abundantes son los casos de extorsión a comercios v hogares
que estos grupos ejercen bajo sentencia de muerte en caso de no
"cooperar" con ellos.
40 NECROPOLÍIICA , VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA NECROPOLÍlICA Y EXCEPCIÓN. APUNTES SOBRE GOBIERNO... 41

Gráfica III. Sostengo que estos hechos —las ejecuciones de los grupos del
Número de homicidios en El Salvador por año, tráfico de sustancias ilegales, la política de "Guerra contra las dro-
según grupos de edad de las víctimas (2001-2006) gas" del gobierno mexicano, la violencia colectiva, y la violencia de
las maras— revelan un nuevo tipo de subjetividad, que es producto
de una mediación diferente de las relaciones sociales, subjetividad
que no solo se expresa como crisis, sino que tiende a hacerse perma-
' 92 4 nente y que presenta dificultades para ser explicada en términos de
867
—t.— 200E una regulación política de la vida.
—>t— 200 E
2004
2003
539
929 559 459
--e— 2001

;
449 266
Lventzu
CASTIGO, ESPECTACULARIDAD Y MEDIACIÓN
if;

Un aspecto que resalta en este nuevo tipo de violencia —linchamien-


tos, ejecuciones de los grupos de tráfico de sustancias ilegales, las eje-
Grupos de edad
cuciones de las maras—, es la reaparición de las vejaciones corporales
Fuente: Elaboración propia con base en los Informes
Oficiales de 1999, 2001. 2002, 2003. 2004,2005 y 2006 del
como espectáculo. ¿Qué revela la necesidad de castigar públicamen-
Instituto de Medicina Legal de El Salvador
te, o de exhibir restos humanos en calles y plazas públicas? De acuer-
do con Foucault (1993), el cambio del castigo desde el suplicio a la
Fuente: Elaborado en base a los informes oficiales del Instituto de Medicina Legal de El Sal- benignidad disciplinaria, fue parte importante de la extensión del
vador para los años 1999, 2001, 2002, 2003, 2004,2 005 y 2006. Tomado de Zúñiga, 2008
Estado y de la construcción de la hegemonía en la Europa moderna.
En un estudio sobre las tasas de homicidio realizado por Santacruz La desaparición del sufrimiento como espectáculo y la asepsia
(2005), se determinó que para poblaciones jóvenes, sobre todo en el de violencia en el espacio público fueron procesos vinculados con
rango de los 20 a 24 años, la tasa alcanzaba 114 homicidios por cada esta conformación estatal, lo que significó la construcción de una
100,000 habitantes, diez veces más que la tasa mundial. mediación en términos de disciplinamiento. En esta constitución
De acuerdo con la investigación de Zúñiga (2008: 97), las maras se hallaron figuras como la individualidad y la ciudadanía, sobre las
refieren a una identidad formada en entornos comunitarios donde cuales se articuló la mediación del estado burgués. Durante este pro-
privan la desconfianza, el miedo y la frustración, elementos caracte- ceso el castigo tendió a ocultarse dentro del proceso judicial penal,
rísticos de comunidades que viven en la exclusión. Para estos secto- lo que llevó a retirarlo de la exhibición pública y a volverlo parte
res de jóvenes, la violencia es una parte normalizada de las relaciones de una conciencia abstracta fincada en la interiorización del código
sociales, que atraviesa desde la propia corporalidad (el marcaje por legal. Dicho proceso se correspondió con el surgimiento y estableci-
tatuajes) hasta la eliminación del contrincante como única media- miento de formas de sensibilidad distintas, vinculadas a ese proceso
ción con el Otro. En San Salvador, en junio de 2010, miembros de de construcción estatal (Spieremburg, 1984), lo que permitió, en
una mara incendiaron un ómnibus con pasajeros a bordo, fallecien- términos de organización administrativa y control, legitimar el mo-
do calcinados 11 de sus ocupantes (Iraheta, 2010). nopolio de la violencia (Weber, 1979).
42 NVCROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMI RICA LATINA NECROPOLÍTICA Y 1.:XCEPCIÓN pt VS S( 11;1241 C;()11111:NC)... .13

COLONIALISMO, VIOLENCIA Y FUERZA DE TRABAJO construcción de la mediación no se ver teb ró en los parámetros de
abstracción burguesa (individualidad, ciudadanía), sino en formas
Ahora bien, el mantenimiento y emergencia de las vejaciones cor-
particulares en las que el eje autoritario, necesario como forma pro- -
porales en los ajusticiamientos públicos, en los asesinatos selectivos
ductiva, hizo de la corporalidad blanco del ordenamiento i control
de las maras y en las ejecuciones vinculadas a los grupos del narco-
social. El cuerpo subalterno siempre fue el objeto de la intervención
tráfico en México y Centroamérica, quizá digan algo acerca de los
violenta, porque dicho cuerpo contenía en potencia su valor latente
matices del poder del Estado, la manera en cómo se constituyó y la
corno fuerza de trabajo.
forma en que opera funcionalmente.
Desde la perspectiva que se argumenta en este trabajo, y ha-
ciendo una lectura desde los fenómenos expuestos, en los Estados
estudiados se estableció un sistema de relaciones sociales que no se VIOLENCIA Y MEDIACIÓN
constituyeron subjetivamente dentro de los cánones disciplinarios
liberal burgueses, generándose sociedades sin la totalización panóp- Se tiene entonces, un primer eje para explicar la emergencia de la
tica de las relaciones sociales. No es casual que la fuerza y el control violencia espectacular y atroz, ubicado en las prácticas articuladas
autoritario hayan prevalecido como un fuerte componente de sus en un proceso de larga duración de origen colonial, en donde no
sistemas políticos y que se hayan constituido en una forma -cultural se constituyó la mediación burguesa a través de la figura del ciuda-
también-: lo popular autoritario (Fuentes Díaz, 2008). El control dano, sino a través de otra forma que resultaba funcional tanto a la
de poblaciones en tales Estados se ejerció a través de la fuerza, y en organización productiva y como a la interpelación diferenciada de
algunos casos, del terror -como en Guatemala-, más que a través de segmentos de población dentro de esos marcos estatales. Esta forma
la subjetividad disciplinaria. Se podría hablar de la emergencia de mediación incorporaba el recurso de la fuerza, tornándola indis-
de Estados bifurcados (Mahmood, 1998). pensable en la organización productiva de las economías coloniales,
La economía en el ejercicio del poder tendió a la centralidad lo que derivó en la conformación de subjetividades socializadas en el
de la fuerza como forma fundamental de las relaciones sociales. Por ejercicio del poder no disciplinario, de manera especial en aquellos
ello sostengo que el modelo de análisis biopolítico no da cuenta de segmentos subalternos que no tuvieron una cobertura histórica bajo
la complejidad de las relaciones sociales en formas estatales y socie- el techo estatal -población nativa y afrodescendiente.
dades poscoloniales. Estas prácticas no biopolíticas, históricamente conformadas,
Desarrollaré con mayor detalle lo antes dicho. La estructura son reforzadas en el contexto actual por las abruptas transforma-
productiva en México y Centroamérica durante el periodo colonial ciones provocadas por los cambios en el régimen de acumulación,
(economía de hacienda o plantación), hacía de la compulsión física y por la implementación de políticas estatales para adecuarlo. Aquí
de la fuerza de trabajo el eje de la valorización. Esto irradió al res- radicamos el segundo eje para explicar la emergencia de las nuevas
to de las sociedades una cultura política autoritaria y una subjeti- violencias en la región.
vación no disciplinaria en el ejercicio del poder, que permitía una Este segundo eje enfoca la emergencia de la violencia contem-
estructura de sentimiento de alta tolerancia al dolor y a la violencia. poránea como resultado de las transformaciones macrosociales que
Por ello, puede sugerirse que, a diferencia del modelo foucaultiano, afectaron la reproducción social de amplios segmentos poblacio-
en los Estados estudiados -México, Guatemala y El Salvador-, la nales, con la implementación del modelo de acumulación flexible
44 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMERICA LATINA NECROPOLÍTICA Y EXCEPCIÓN. APUNTES SOBRE GOBIERNO... 45

(Harvey, 1998). Desde esta perspectiva, la nueva violencia responde la acumulación de capital, desde el fordismo hasta la acumulación
a la ruptura de las formas en que la acumulación capitalista y el mo- flexible (Harvey, 1998), han implicado cambios en las relaciones so-
delo de Estado social habían intentado mediar la fuerza de trabajo, ciales que mediaban el antagonismo entre capital y trabajo. En ese
con las particularidades de cada caso, en México y los países Cen- sentido es que se puede argumentar que la proliferación de violencia
troamericanos. banal es un síntoma de la mutación de la mediación, producida por
El planteamiento que discuto aquí se acerca al propuesto por el desplazamiento de un régimen de acumulación a otro. De mayor
Murillo (2001, 2004), para quien se han generado grandes periodos resonancia y explosividad en formas sociales que no tuvieron una
de "estabilización" social en la modernidad, cada periodo ha sido sig- cobertura estatal amplia en la protección política de la vida.
nado por una forma de mediación específica. El primero sería el pacto Planteo así dos ejes para entender la vulnerabilidad de la vida
de sujeción del siglo xvii, que asumió el "estado de guerra" como un en sociedades poscoloniales y en contextos de flexibilidad. En di-
proceso permanente que debía ser limitado a través de la fuerza; este cha situación, ante la fractura de la mediación por consenso, ante
sería el momento teorizado por Hobbes. Un segundo momento fue el vaciamiento provocado por la desestructuración de un régimen
el largo proceso de la abstracción soberana depositaria de derechos, el de acumulación que se orientaba limitadamente a la regulación
argumento roussseauniano del "pacto de unión", del consenso, de la poblacional a través de mediar la vida bajo esquemas de capital
"voluntad general". Este momento genera las grandes claves de la me- productivo, hoy día, la nueva forma de acumulación articula otras
diación contemporánea: ciudadanía, soberanía, derecho, igualdad, regulaciones poblacionales que no pasan necesariamente por el
libertad, democracia, estado, progreso, representación. fomento a la vida en tanto fuerza de trabajo. En dichos escenarios
Dentro de esta forma de la mediación podemos ubicar, en las inciertos, el cuerpo regresa como único resquicio de inflexión: de
primera décadas del siglo xx, el surgimiento del Estado benefactor.' ahí que su destrucción o su marcaje sea espectacular.
El Estado benefactor fue la gran mediación bajo la cual se estabili-
zó la conflictividad social —contradicción capital-trabajo—, a través
de jornadas laborales reguladas, salario mínimo, derecho a huelga,
organización sindical y demás prestaciones sociales que buscaron DE LA BIOPOLÍTICA A LA NECROPOLÍTICA.
canalizar-disciplinar el trabajo a partir de la trama estatal. LA GERENCIA DE LO DESECHABLE
Ahora bien, estamos ante el agotamiento de la mediación fin- La transformación estructural, traída por los procesos de flexibili-
cada en esa forma de construcción del lazo social. Los cambios en
zación económica en la morfología estatal de los estados latinoame-
ricanos, modificó la mediación social y la forma de administrar el
3
conflicto. Para las sociedades estudiadas, la tendencia actual no ra-
Para Negri la instauración del Estado de bienestar representó un proceso de
adaptación del capital hacia el poder que el movimiento laboral había alcan- dica en la biopolítica (Foucault, 1995), entendida como el conjunto
zado hacia fines del siglo xix e inicios del siglo xx, por ello retorna como sím- de saberes y estrategias sobre las características vitales de los seres
bolo de este fenómeno el mes de octubre de 1917. Comenta: "El formidable humanos, la que quizá no existió como forma de control guberna-
salto adelante que la ciencia del capital opera con Keynes consiste en el reco- mental generalizada en Latinoamérica y en otras sociedades poseo-
nocimiento de la clase obrera como momento autónomo dentro del capital...
En efecto —parece reconocer Keynes— el sistema funciona no porque la clase loniales (Mbem be, 2001); sino en un manejo técnico administrativo
obrera esté siempre dentro del capital, sino porque puede estar también Riera; de gerencia de riesgos, que erige el control a través de dispositivos
porque siempre amenaza de nuevo con estar fuera" (Negri, 1986:31).
46 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN ANIEI21(..\ LATINA NIL RON IliTICA Y ClfPCIc5N. APUNTES SOBRE GOBIERNO... 47

tecnológicos de vigilancia, y que contiene por la fuerza, no ya por nización administrativa poblacional; no es casual que algunos ana-
medio de la subjetivación disciplinaria de los sistemas panópticos. listas hablen de la emergencia de sociedades de control y de estados
La mutación en la nueva mediación recorre desde la política policiales (Garland, 2005; Wacquant, 2000). Es en ese sentido que
sustentada en la subjetivación disciplinaria hacia el gerenciamiento en los sistemas políticos contemporáneos la excepcionalidad vuelve
de lo desechable,4 generando la emergencia de vidas desnudas y la a indiferenciarse del ordenamiento jurídico normal; no es fortuito
proliferación de estados de excepción (Agarnben, 2003), como forma que se violenten garantías y derechos de población desprotegida en
normalizada en el ejercicio de gobierno. nombre del Estado de Derecho, y que se criminalice la protesta de
La noción de nuda vida apela a la condición de la vida carente los grupos que actúan en contra de la desposesión, caracterizándoles
de los marcos legales, en un estado de indeterminación entre vida como peligrosos para la democracia y la gobernabilidad actual. De
social y silvestre. Para esa indeterminación el derecho romano acuñó esta manera, la violencia se erige acentuadamente sobre el derecho,
la noción de sacer, que apela a una vida sin derecho a ser vivida, a la como forma necesaria del mantenimiento de este nuevo orden jurí-
que se puede poner fin desde el ámbito del poder soberano. Esta dico neoliberal, constituyéndose en la forma necesaria de la guber-
noción es útil hoy para entender una tendencia contemporánea de namentalidad liberal-global, a través de la prevalencia de la fuerza.
la gubernamentalidad, que recurre en mayor medida a la forma Así, la violencia ocupa un lugar preeminente en la mediación social,
de la excepción, interregno en donde se produce nuda vida: vida a la cuando la excepción se convierte en regla (Benjamin, 2007).
que se puede eliminar sin cometer homicidio. Siguiendo dicho razo-
namiento, podemos sostener que el recurso constante a la vejación
corporal y a la banalización de las manifestaciones violentas en la
región, se encuentra en dicho proceso. NECROPOLITICA Y ESTADO DE EXCEPCIÓN
La incertidumbre global por las condiciones objetivas de repro-
La indistinción excepcional del espacio político, a diferencia de las
ducción social, la orientación a la rentabilidad no productiva, las
orientaciones biopolíticas, genera un énfasis mayor en la adminis-
crisis fiscales, los recortes al gasto social, la morfología estatal que
tración de la muerte. Esto lo constatan, entre otras cosas, las mo-
no da cuenta de la contención poblacional, etcétera, han llevado a
dificaciones en materia penal realizadas en la región en las últimas
la generación de políticas de administración dentro de parámetros
décadas: disminución de la edad de los imputados de delitos (Mé-
de exclusión, a la proliferación de la fuerza como modo de reorga-
xico, Argentina), modificación de delitos de fuero común a federal,
tipificación de nuevos delitos, criminalización de la protesta, figu-
4 ras legales diseñadas para decretar Estados de emergencia (Salvador,
La desechabilidad alude a la noción marxista de ejército industrial de reser-
va, refiriendo a determinantes económicas que minan los derechos políticos
México, Honduras, Ecuador), militarización de la seguridad pública,
ciudadanos (una mediación fundamental en el desarrollo del capitalismo). combate a la delincuencia organizada con Fuerzas Armadas, cons-
Los desechables son aquellos segmentos poblacionales que fluctúan entre el trucción de cárceles de máxima seguridad, control electrónico de los
empleo y desempleo dentro de los ciclos económicos de demanda de trabajo espacios públicos (teléfonos móviles, cámaras de vigilancia), etc.
asalariado. Son desechables porque a diferencia de los desempleados del ejer-
cito industrial de reserva cuya superpoblación relativa tenía como destino el Difícilmente podernos hallar, en el contexto estudiado, algo pa-
ser reclutado de nueva cuenta para el servicio activo, ahora el desempleo no recido a la gran tecnología de poder que retenía la vida en el margen
refiere a una condición pasajera, sino a una permanencia ordinaria, a una con- soberano a través de la administración de cuerpos y la gestión cal-
dición de "superfluidad".
48 NE( .120POIÁTICA, VI01.1:NCI \ Y IOZLITCIÓN EN ANIÉRIC A LATINA NECROPOIÁTICA Y EXCEPCIÓN. APUNTES SOBRE GOBIERNO... 49

culada de la población. Más bien, como sugiere Mbembe (2003), sencia entrelaza los ethos coloniales de larga duración con las condi-
la forma de operar de la política hoy día se basa en el cálculo instru- ciones de superfluidad y nuda vida contemporánea.
mental sobre a qué población se puede dejar morir, constituye una Es aquí donde ubico la política gubernamental de la "Guerra
necropolítica, la administración de la muerte al interior del topos contra el narcotráfico" y la violencia social difuminada en los lin-
político. chamientos y en los asesinatos de las maras. No hablamos de sub-
Los procesos de quiebre que se han mencionado —reestructura- jetivaciones para el retorno a un supuesto cuerpo social, pieza clave
ción económica en la región, las coyunturas de guerra civil—, soca- en el modelo de capital productivo, que formaba trabajadores para
varon a nivel de política social la orientación a la mediación salarial el mercado, sino de políticas, prácticas y formas de subjetividad que
y redistributiva del Estado. Este hecho fue central porque implicó se entrelazan en la denegación/expulsión de la población excedente,
vulnerar a poblaciones que históricamente habían sido débilmen- superflua.
te mediad as, a la vez que englobó a nuevos sectores. Esto sugiere La espectacularidad de la violencia, su atrocidad, se encuentran
que lo que se conformó como nueva gubernamentalidad dentro de en relación con esta forma de denegación del necropoder, que hace
los procesos de acumulación por desposesión (Harvey, 2004), no énfasis en la desvalorización de la fuerza de trabajo vivo. Hoy día
puede garantizar pisos estables para asegurar la vida de segmentos el objetivo del castigo no es ya la rectificación de conciencias, que
poblacionales, sino que los torna desechables; la necropolítica del suponía la conducción disciplinar del trabajador dentro de la lógica
Estado neoliberal y su régimen de acumulación deja al desecho en de incremento del capital variable, sino la contención en un afuera,
los márgenes residuales; la figura no es el regreso al mercado laboral o su eliminación. En esta nueva etapa se comprende la ideología de
que medie la vida, su figura es la expulsión, y su lugar, el vertedero la Seguridad, con todas sus características, desde la gestión milita-
(Bauman, 2005). rizada de la seguridad pública, las guerras preventivas, la vigilancia
En este manejo se puede entender la actual regulación de las po- electrónica, hasta la construcción de nuevas figuras del enemigo. La
blaciones en el ejercicio de gobierno, como una forma racionalizada destrucción del cuerpo, su retención en el dolor o su mutilación, nos
de la muerte,' y la reproducción naturalizada de esta trama desde hablan de procesos de desechabilidad y producción de nuda vida
diversos segmentos poblacionales en el espacio social, a partir de una propios del régimen de flexibilidad.
reactivación autoritaria desde lo popular (Fuentes Díaz, 2008).
Es decir, la necropolítica supone relaciones sociales fincadas en
el ejercicio de la fuerza y en el giro autoritario de las prácticas, no
debe entenderse como un ejercicio exclusivo de los órganos guber- CONCLUSIONES
namentales) sino más allá. Se constituye como una "estructura del
Retomando las nociones de necropolítica, desechabilidad y vida nuda,
sentir" que se irradia a todos los segmentos sociales; es un sentido
se puede proponer una lectura de las condiciones sociales de fragmen-
común que moldea conductas e induce gozos, y es más eficiente en
tación social que generan grandes segmentos de población bajo la fi-
términos de reacción, en sistemas legales ambiguos y laxos. Su pre-
gura del desecho, cuya desvalorización en tanto fuerza de trabajo en los
circuitos de valorización del capital, los subsume en la disminución de
5 La declaración del Presidente de México en el arranque de la política de "Gue- su estatus en tanto sujetos de derecho. La anterior relación perfila las
rra contra el Narcotráfico'', de que se perderían vidas humanas, es un claro bases para su exposición a la vida desnuda, a decir de Lewkowicz:
ejemplo de dicha gestión de riesgos (véase Presidencia de la República, 2006).
50 «MCl/U .11CA, V101.1,N( Y EXCEPCIÓN EN AMERICA LATINA

La relación social ya no se establece entre ciudadanos que com-


parten una historia sino entre consumidores que intercambian
productos [...] los no consumidores pierden la condición humana
(2004: 35).
M. FOUCAULT: BIOPOLÍTICA, ANATOPOLÍTICA
Es aquí en donde radicarnos la tendencia al retorno corporal y al Y RACISMO DESDE EL CONCEPTO DE GOBIERNO
sufrimiento, que estaría en correlación con una sensibilidad de alta
tolerancia al dolor en las relaciones sociales históricamente confor-
madas en la subalternidad y potenciadas actualmente, bajo el mode- MYRNA EDITI4 BILDER
lo de acumulación capitalista por despojo (Harvey, 2004). Se puede
decir que el retorno corporal se hace inminente en contextos en que
la vida ha tenido frágiles mediaciones políticas' y en donde el tra-
bajo vivo se desvaloriza a partir de las condiciones de flexibilidad. INTRODUCCIÓN
La necropolítica, como tecnología de poder, se vincula con la excep-
En la obra de M. Foucault la noción de biopolítica se modifica y
cionalidad de la gubernamentalidad contemporánea. Los sistemas complejiza a la luz de la concepción del poder y su ejercicio bajo
políticos en México, El Salvador y Guatemala, no generaron techos la modalidad del gobierno, pero no así, creemos, el análisis del ra-
estatales que revistieran políticamente la vida de vastos sectores de -
cismo y la tanatopolítica, a los que Foucault no deja de considerar
su población, y esta vulnerabilidad permanente se agrava ante la acu- simplemente como la forma paroxística de la biopolítica; es decir, la
mulación flexible, que obligó a reducir y refuncionalizar al estado
deriva loca o fuera de control de la biopolítica —y no como una tec-
social en América Latina desde la década de los ochenta. En este nología de poder en sí misma. Por otro lado, M. Foucault en ningún
escenario, la desechabilidad genera vidas desnudas; la banalidad de 1
momento aborda el campo de concentración como objeto de estu-
la vida expuesta genera, como acción social, la respuesta atroz y la dio, tan solo hace algunos comentarios más bien breves respecto de
forma inmediata del sentido y de la sensibilidad. La necropolítica de
las experiencias totalitarias nazi y soviética en el curso «Defender la
lo desechable y la nuda vida se producen en el horror banal del go-
sociedad" y en "La voluntad de saber". En el presente trabajo, diser-
bierno contemporáneo.
taremos sobre la necesidad de reformular la lectura del racismo y la
tanatopolítica a partir de la introducción del concepto de gobierno,
y también, en qué medida es posible la lectura o conceptualización
del campo de concentración a partir de dicha reformulación.

I. LA CONSTRUCCIÓN Y RECONSTRUCCIÓN
DE LA NOCIÓN DE BIOPOLÍTICA EN M. FOUCAULT
Un ejemplo, en otro plano, de este retro-corporal se puede hallar en la utiliza-
ción yen el debate sobre la legalización de la tortura en los Estados Unidos en En "La voluntad de saber", M. Foucault (2002) señala que a partir de
2005, como método utilizado contra prisioneros bajo la estrategia de la lucha los siglos xvii y xvin los fenómenos biológicos propios de la espe-
contra el 'terrorismo".
52 NECROPOLIT1( A, V101 \ Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA M. FOUCAULT: SIOPOLÍTICA, TANATOPOLÍTICA Y RACISMO 53

cie humana ingresaron en los ámbitos del saber y del poder, confor- dirige a muy diversos aspectos de la vida —no solo a los biológicos— y
mando todo un arsenal de técnicas para modificarlos y controlarlos. que, en última instancia, de lo que se trataba era de manejar mul-
Fue así como nació la idea de la población como un asunto de carác- titudes urbanas. En un primer momento, a través de la figura de la
ter político que debía ser administrado y controlado por el Estado. Policía, que se ocupaba de muy diversas cuestiones, como la religión,
Si el cuerpo biológico de los individuos en su conjunto, es decir, la las costumbres, la salud y las subsistencias, las ciencias y las artes li-
población, adquirió status de asunto de Estado, fue en función de un berales, el comercio, las manufacturas y las artes mecánicas, los do-
objetivo: maximizar y expropiar las fuerzas humanas, optimizando mésticos y los obreros manuales, el teatro y los juegos, el cuidado de
su utilidad. Los Estados de la era industrial implementaron formas los pobres.
de intervención en las condiciones de vida para adaptarlas a un de-
La policía tendrá que regir —y ese era su objeto fundamental— to-
terminado proyecto nacional. La ejecución de la biopolítica a través
das las formas, digamos, de coexistencia de los hombres entre sí.
de las instituciones estatales fue viable gracias a la acumulación de El hecho de que vivan juntos, se reproduzcan, necesiten cada uno
procedimientos científicos basados en el examen y la observación, a su turno, determinada cantidad de alimentos, aire para respirar,
y el procesamiento centralizado de toda esa información mediante vivir, subsistir; el hecho de que trabajen, de que trabajen unos al
saberes enteramente nuevos, como la estadística y la demografía. A lado de otros en oficinas diferentes o similares; y también el he-
partir de la información obtenida respecto de las características de la cho de que se encuentren en un espacio de circulación, toda esa
población, los profesionales de las nacientes ciencias humanas calcu- suerte de socialidad (para utilizar una palabra que es anacrónica
respecto de las especulaciones de la época), será lo que la policía
laban previsiones, índices, promedios, estimaciones y probabilida-
deberá tomar a su cargo (Foucault, 2006: 375).
des. Así fue posible para los Estados de la era industrial intervenir en
el sustrato biológico de los colectivos a través de medidas sanitarias, La policía, como modalidad de intervención sobre la población,
planificaciones reproductivas, campañas de aprendizaje en salud pú- será reemplazada por otro modo de intervención proveniente de la
blica, propagación de hábitos de higiene, y toda una serie de inter- economía o de los economistas' Ya no se tratará de imponer a los
venciones respecto de la sexualidad. El objetivo era dominar el azar hechos de población y a los procesos económicos sistemas reglamen-
y la contingencia que afecta a todo conjunto de seres vivos, es decir,
establecer mecanismos capaces de estimular la natalidad o bien dis- por M. Foucault en el College de France en 1997, 1978 y 1979, respectiva-
minuirla, prevenir epidemias, regularizar la extensión y duración de mente, y publicados por primera vez en francés en los años 1997 el primero y
las enfermedades. en el 2004 los otros dos.
2
En este contexto, nuestro autor define población de la siguiente La entrada de la vida en la historia es analizada por Foucault a través del
desarrollo de la economía política en Seguridad, territorio, población (2006),
manera: «[...] masa global afectada por procesos de conjunto que son donde demuestra que las técnicas de poder cambian en el momento preciso
propios de la vida, como la reproducción, el nacimiento, la muerte" en el que el gobierno de la familia (la economía) y el gobierno de la polis (la
(Foucault, 2000: 220). Pero en "Seguridad, territorio, población", política) se integran la una en la otra. Los nuevos dispositivos biopolíticos
y en "Nacimiento de la biopolítica",' descubre que la biopolítica se nacen al plantearse la cuestión de gobernar eficientemente a los individuos,
los bienes y las riquezas, tal como puede hacerse dentro de una familia, tal
como puede hacerlo un buen padre de familia que sabe dirigir a su mujer, a
sus hijos, a sus domésticos, de modo tal de hacerlos prosperar. Para la naciente
' La Voluntad de saber se publicó por primera vez en francés en 1976. En cuanto economía política, el interrogante fundamental puede enunciarse de la .
a Defender la sociedad (2000), Seguridad, territorio, población (2006)y Naci- siguiente manera: "¿Cómo introducir el tipo de relación propia del padre con
miento de la biopolítica (2007a), se trata en los tres casos de cursos dictados su familia dentro de la gestión de un Estado?".
54 NITROPOLITICV, VIOLENCIA y EXCIR , CIÓN EN AMÉRICA LATINA M. Foucrwur: WOISI ICA, NATOPOI IC \ Y RAC/SMO 55

tarios de mandatos y prohibiciones —tal como hacia la Policía—, sino finición de población de carácter estrictamente biologicista que sos-
que se buscará influir en las conductas y los modos de vivir, pero de tiene en «La voluntad de saber"; y en el curso "Seguridad, territorio,
un modo mucho más sutil. Aquí nace la idea del poder comogobier- población" —donde el eje de sus análisis es cl vínculo entre biopolíti-
n; , al que Michel Foucault define en los siguientes términos: ca y gobierno—, define población corno:
El ejercicio del poder como un conjunto de acciones sobre ac- un conjunto de elementos que por un lado se inscriben en el
ciones posibles. Trabaja sobre un campo de posibilidad en el que régimen general de los seres vivos, y por otro ofrecen una super-
viene a inscribirse el comportamiento de los sujetos que actúan: ficie de agarre a transformaciones meditadas y calculadas (Fou-
incita, desvía, induce, facilita o dificulta, extiende o limita, lleva- cault, 2006: 101).
do al límite, obliga o impide absolutamente. Pero es siempre una
manera de actuar sobre uno o varios sujetos actuantes, y ello cn La población, dirá aquí, es, por un lado, la especie humana; y por
tanto que actúan o son susceptibles de actuar. Una acción sobre otro, lo que llamamos "público":
acciones. Se trata, en definitiva, de una conducta que tiene por
objeto la conducta de otro individuo o de un grupo. Gobernar [...] El público es la población considerada desde el punto de vis-
consiste en conducir conductas (Foucault, 1994: 237). ta de sus opiniones, sus maneras de hacer, sus comportamientos,
sus temores, sus prejuicios, sus exigencias: el conjunto susceptible
El ejercicio del poder como gobierno aparece entonces ligado a es- de sufrir la influencia de la educación y sus campañas (Foucault,
trategias que apelan a los temores y a los intereses de los individuos 2006: 102).
y de los colectivos, para introducir modificaciones en sus conductas. El arte de gobernar se ejerce respecto de un tipo de sujeto que no
En el ámbito del poder ejercido bajo la modalidad del gobierno en-
es homologable al sujeto de derecho que propone la lógica de la so-
contramos sujetos libres en lo formal, sujetos insertos en el campo beranía. Hay una incompatibilidad entre la teoría del contrato y la
del derecho, pero a la vez sujetos sujetados a las prácticas y estra-
teoría del interés. En la concepción jurídica del contrato, la obliga-
tegias de la gubernamentalidad liberal: Estas prácticas se dirigen
ción del deber constituye una forma de trascendencia; el sujeto de
al sujeto del interés o al horno annomicus, este es un individuo que derecho está sometido a él. En la concepción antropológica liberal,
responde, o se espera que responda, de determinada manera ante de-
el sujeto del interés no obedece al contrato por obligación, sino
terminadas modificaciones en el medio; un elemento manejable que
simplemente por interés. De allí que el problema político moderno
va a comportarse de forma sistemática ante las modificaciones
puede formularse, según Foucault, en estos términos: ¿cómo ejercer
que se introduzcan en forma artificial en el medio; el sujeto del inte-
el poder en un espacio ocupado por sujetos de interés? Responder a
rés es el sujeto gobernable.
este interrogante exige para Foucault analizar el poder en relación
A partir de la articulación biopolítica/gobierno, se abre para
a su funcionamiento, dejando de lado los conceptos tradicionales de
Foucault un campo de análisis que lo lleva a abandonar aquella de-
ley o soberanía, así como también la noción de represión, que ofrece
una representación solo negativa de sus mecanismos.
En el curso "Nacimiento de la biopolitica", Foucault (2007a) señala que, si El poder y la política son comprendidos en términos de las
se quiere en verdad comprender cómo nace y se desarrolla la biopolítica, es formas no jurídicas y no necesariamente estatales empleadas para
necesario analizar la política de la vida a la luz de la racionalidad política en la operar sobre la conducta de los individuos y de los colectivos. La
que se ha originado: el liberalismo, o más exactamente, la gubernamentalidad
liberal. Es decir, no el liberalismo corno teoría o como ideología, sino como biopolítica remite al modo en que la vida biológica del conjunto
práctica o estrategia de gobierno. de los individuos se vuelve asunto de Estado y por lo tanto objeto de
56 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMERICA LATINA M. FOUCAUIX: BIOPOLÍTICA, TANATOPOLÍTICA Y RACISMO 57

administración. Ahora, el perfeccionamiento de la vida es un objeti- población judía europea. Aquí, la muerte constituye un fin en sí
vo y a la vez un medio para el Estado moderno; un objetivo, en cuan- mismo, y la biopolítica es la fuerza rectora que empuja el proce-
to a que para el capitalismo naciente y para los modernos Estados so.' La perspectiva dicotómica respecto de la noción de biopo-
industriales la población es un elemento esencial en lo que se refiere lítica, que sostiene en "Defender la sociedad" (Foucault, 2007),
a la riqueza y el poderío de un Estado; y un medio o mecanismo de no se ve modificada a partir de la elaboración del concepto del
gobierno, en cuanto a que en la biopolítica no se procede a través poder y su ejercicio bajo la modalidad del gobierno —o por lo
de la ley, sinaa través de procedimientos de normalización, es decir, menos Foucault no vuelve a ocuparse del tema—; la complejiza-
estrategias de gobierno. Los procedimientos de normalización que ción del funcionamiento del poder no le conduce a abandonar
provienen del biopoder (disciplina y biopolítica) son necesarios sí se una perspectiva binaria: la biopolítica o bien es positiva o bien
pretende manejar multitudes, canalizar sus fuerzas, sus deseos, sus —en su forma paroxística— resulta absolutamente negativa: produ-
temores, y finalmente, sus acciones y conductas en determinada di- ce muerte, esto es, el racismo biológico con su consecuente política
rección. La norma no reprime una individualidad o una naturaleza de eliminación, cuyo ejemplo paradigmático lo encontramos en el
ya dada, sino que positivamente la constituye; es más, habrán de ser nazismo. La biopolítica niega a la vida o incrementa su desarrollo;
las prácticas de gobernabilidad —en las que la medicina desempeñará la violenta y la excluye o la protege y la reproduce.
un papel central— las que habrán de dar forma a la subjetividad occi- Si consideramos la noción de biopolítica a la luz del concep-
dental. Vemos así articularse e interrelacionarse cuatro nociones en to de gobierno, si tenemos en cuenta que el poder ejercido como
la obra de M. Foucault: vida/gobierno/norma/medicina. gobierno se propone conducir conductas, y que se dirige o tiene
como interlocutor al sujeto del interés, ¿no es posible acaso un
análisis en términos no binarios de la biopolítica y la tanatopoli-
tica? ¿No podría quizás llegar a reconocerse en el fenómeno del
II. BIOPOLITICA Y TANATOPOLITICA:
racismo un rasgo productivo? Es decir, considerar que la tanato-
ALGUNAS PROBLEMATIZACIONES
política no sólo está arraigada en una tecnología de poder, sino
Más allá de algunas referencias dispersas en sus artículos e interven- que constituye en sí misma una tecnología de poder. Desde esta
ciones, en la obra de M. Foucault la problemática del racismo emer- perspectiva se abre un interrogante: si el racismo y la tanatopolíti-
ge en "La voluntad de saber" y en el curso "Defender la sociedad': y ca constituyen una tecnología de poder, es decir, una estrategia de
no vuelve a aparecer en trabajos posteriores. gobierno, ¿puede, en verdad, la muerte en el nazismo constituir
Respecto al racismo y la tanatopolitica, Foucault sostiene en un fin en sí mismo?
«Defender la sociedad" —y en "La voluntad de saber"— que estos
se arraigan en una tecnología de poder (la biopolítica), pero no
los llega a considerar en sí mismos como una tecnología de po-
der, sino que los entiende como la forma paroxística de la bio-
política, es decir, la deriva loca o descontrolada de la biopolítica,
en que la protección de la vida requiere de la muerte. Desde esta Sin embargo, en el mismo curso y en la misma lección del 17 de marzo de
perspectiva, comprende al nazismo como un proyecto de redise- 1976, Michel Foucault se refiere al racismo como una extrapolación biológica
del tema del enemigo político, corno un discurso de legitimación para que el
ño y perfeccionamiento racial por intermedio de la muerte de la poder pueda desprenderse de quienes le resultan amenazantes.
58 NEC8()P(8.ÍTICA, VR)1.1..NCIA Y 1 ,1XCI..PLI()N I \ \11...1211 \ 11IS.v M. Fe/L:ALTI:1: B101'01.11 \, NATOPOLÍTICA Y RACISMO 59

LA POLÍTICA DE CONCENTRACIÓN Y EXTERMINIO mo inglés evolucionista, con base en los trabajos de Herbert Spencer
DEL NAZISMO DESDE EL CONCEPTO DE GOBIERNO y su peculiar interpretación de Charles Darwin. El racismo biologi-

En este apartado, recurriremos a la perspectiva de análisis de] nazis- cista habrá de horadar la noción de igualdad desde el interior mismo
mo que propone D. Feierstein` para abordar los problemas \ dificul- de la modernidad, permitiendo introducir una fisura o una escisión
tades que se desprenden de los conceptos foucalteanos. Feierstein en la figura del ciudadano.
parte de la concepción foucalteana del ejercicio del poder como go- En la teoría clásica de la soberanía, el poder se define corno de-
bierno. La idea de que el ejercicio del poder como gobierno con- recho de vida y de muerte. Afirmar que el soberano dispone de tal
siste en "conducir conductas" le lleva a preguntarse si acaso en el atribución equivale a considerar que está en sus manos hacer vivir
nazismo, la muerte, en lugar de constituir un fin en sí mismo, no y hacer morir. Ahora, tal derecho, en realidad, sólo se ejerce en lo
reviste un fin afirmativo o productivo. Esto le conduce a considerar que se refiere a la muerte: el soberano puede ordenar la muerte, y
las contradicciones de la Modernidad, implícitas en sus postulados en lo que se refiere a la vida, solo contempla la vida, de manera asi-
de igualdad, soberanía y autonomía. métrica, como abstención del derecho de matar. Por esta razón, M.
Foucault caracteriza a la soberanía con la fórmula hacer morir y dejar
vivir. Cuando, a partir del siglo xvn, el cuidado de la vida de los
A. El postulado moderno de igualdad de los seres humanos colectivos comenzó a ocupar un lugar en los mecanismos y los cál-
culos de los Estados, el ejercicio del poder se transformó en lo que
El Estado-nación moderno, en su concepción liberal, requirió otor-
M. Foucault denomina un biopoder. Este ya no tiene como función
garle al concepto de especie humana un carácter jurídica y simbóli- -

principal la sustracción de fuerzas hasta su muerte, sino la produc-


camente igualitario, lo cual expresaba la necesidad de la burguesía de
ción, incremento y optimización de las mismas. Ya no se trata de
aquel momento de disputar el poder con la nobleza, en el marco de
un poder negativo, sino del ejercicio de un poder positivo sobre la
un modelo de legitimación que pretendía confrontar con la lógica
vida. Es así que el antiguo derecho de hacer morir y dejar vivir cede
estamental de origen religioso cristiano. En este contexto, la figura
su lugar a una figura inversa, que define la política moderna y se ex-
del ciudadano instaló la imagen del otro como igual en el plano del
presa en la fórmula hacer vivir y dejar morir. A este poder que toma
derecho, y trajo como corolario que a los Estados no les estaba per-
a su cargo la vida, le va a quedar absolutamente vedado el derecho
mitido llevar a cabo políticas diferenciales o discriminatorias. Este
de matar. Si para legitimar un sistema de poder no estamental y no
tipo de políticas no resultaban viables o aceptables a menos que pu-
teísta, fundado en la razón, es necesario apelar al valor sagrado de la
diera introducirse una fisura en el concepto de igualdad, lo cual se
vida como eje y fundamento de las tecnologías de poder nacientes,
hará desde el racismo biologicista: limites débiles, como en el caso
¿cómo justificar la necesidad de provocar la muerte en una tecno-
de "el buen uso de la razón de Kant; y límites fuertes, como el racis-
logía de poder cuya base es la protección de la vida? Las categorías
de sano/enfermo van a permitir insertar la muerte dentro de una
Nos referimos a'El genocidio como práctica social" (2007b), trabajo en el modalidad de ejercicio del poder que tiene como misión asegurar la
que D. Feierstein articula la política de muerte ejecutada por el nazismo entre vida. La vida —o, más bien, la vida de ciertos individuos y grupos—
1933 y 1945, y la ocurrida en Argentina, entre 1974 y 1983. La articulación pierde su carácter intocable y puede ser sacrificada en función de la
de ambos hechos históricos le posibilita un abordaje y análisis no explicitado
con anterioridad respecto de las políticas de exterminio de la segunda mitad protección de la vida, pero de la de otros individuos y grupos; y esto
del siglo xx. va de la mano de un modelo moderno y científico de legitimación:
60 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN ANIÉRICA IXI INA M. FOUCAULT: BIOPOLÍTICA, TANATOPOLÍTICA Y RACISMO 61

el racismo biológico. El racismo permitió el ejercicio de la política temores; habrá de crear una constante sensación de temor o insegu-
de muerte sobre la base de que la muerte de los miembros del grupo ridad respecto de las más diversas cuestiones. Habrá de configurar
negativizado permite el reforzamiento biológico del grupo al que se situaciones o escenarios en los que los individuos experimenten los
pertenece. Una vez quebrado el concepto de igualdad de los seres más variados aspectos de su vida como portadores de alguna forma
humanos, el concepto de degeneración construido por la biología presente o futura de peligros, que no son del tipo de las grandes ame-
a posteriori del de inferioridad, posibilitará y dará legitimación al nazas apocalípticas de siglos anteriores.
ejercicio de la política de muerte por parte del Estado: la biopolítica Nos encontramos ahora con un trabajo de estimulación y pues-
se transmutará en tanatopolítica. ta en circulación de pequeños peligros cotidianos que dan lugar a
las pequeñas campañas sobre el ahorro, la aparición de la literatura
policial y el interés periodístico sobre el crimen, las campañas sobre
B. El postulado moderno de autonomía de los individuos
la enfermedad y la higiene, y las campañas respecto de la relación
Si bien el racismo biologicista posibilitó la resolución de las dos entre la sexualidad y la degeneración del individuo, de la familia y
primeras contradicciones del sistema político moderno, no resultó de la especie humana. El temor a las más diversas formas de peligro-
suficiente para resolver una tercera contradicción: la autonomía in- sidad y la sensación por parte de los individuos y de los colectivos
dividual y colectiva. La noción de sujeto autónomo, si bien resul- de estar permanente expuestos a estos, a menos que tomen los re-
tó necesaria para producir determinados efectos en el momento de caudos correspondientes, son la condición necesaria para imprimir
transición a la modernidad, produjo también efectos inesperados a sus conductas determinada direccionalidad. Tenemos entonces
para el nuevo orden político: el sujeto autónomo bien podría de- procedimientos disciplinarios y dispositivos de seguridad que van a
rribar el orden que lo creó, es decir, este sujeto, al asumirse como constituir el contrapeso de las libertades.
autónomo, podría pretender hacer de un orden igualitario y liber- En este punto, M. Foucault establece una estrecha correlación
tario en lo formal, un régimen en el que los individuos sean libres entre el Estado gubernamentalizado y la medicina. La medicina, sos-
e iguales en lo real. Y, más aún, la noción de igualdad, al conjugarse tiene, funcionó como una estrategia política de intervención social.
con la noción de autonomía, deriva en la reciprocidad entre pares, Sí los juristas del xviii inventaron un sistema que debía estar diri-
o la autonomía colectiva. Esta no se entiende como la autonomía gido por un sistema de leyes codificadas, los médicos del siglo xx
en términos individuales, en el sentido del sujeto individual liberal, inventaron una sociedad de la norma. No son los códigos los que
sino como la posibilidad de prácticas autónomas por parte de un rigen la sociedad, sino la distinción permanente entre lo sano y lo
colectivo en tanto grupo social. enfermo. Mientras que la ley prohibe, la función de la norma es de
Nos encontrarnos entonces con una situación paradójica: al regulación y de corrección. En la medicina en general, y en el campo
mismo tiempo que se afirma la autonomía del sujeto, las prácticas de la psiquiatría en particular, nos encontramos con la norma enten-
de normación y de normalización tendrán como propósito limitar dida al mismo tiempo como regla de conducta y como regularidad
la autonomía del ciudadano. No a través de sistemas reglamenta- funcional orgánica. La norma entendida como regla de conducta se
rios de mandatos y prohibiciones, sino a través de mecanismos más opone al desvío en el orden de los comportamientos. En cambio, la
sutiles que dirijan la conducta de los individuos y de los colectivos norma como regularidad funcional, se opone a lo patológico en el
en la dirección considerada más conveniente. Para esto, la guberna- orden del organismo. Todo esto deriva finalmente en el concepto de
mentalidad liberal habrá de apelar a los intereses y, sobre todo, a los degeneración, que habrá de funcionar como el punto de articulación
62 NP.CROPOI VIL A, 1. TOIL\ll 1 Y I.XCITCIÓN ItN ANI1 1.121(1 I..\11N1 N7 FOUGA171:1': BIOPOLÍTICA, TANATOPOLITICA Y RACISMO
. 63

entre el orden de lo individual v el orden de la especie. La psiquiatría donde arrojar todas las nuevas formas de ambivalencia que surgirían
sostendrá que en toda degeneración hay algo inadecuado en el indi- posteriormente. Para la modernidad, la sociedad es un objeto a dise-
viduo, que se transmite a su descendencia, y que en última instancia, ñar según determinados parámetros. Cada cosa debe tener un lugar,
afecta al hombre como especie. La noción de degeneración permite un sentido, un estatuto o identidad. El mundo se divide y subdivide
aislar, recortar una zona de peligro social en relación a la conducta en categorías claramente delimitadas y definibles. El sistema polí-
y, al mismo tiempo, darle un estatuto de enfermedad. El supuesto tico que la Europa moderna se dio a sí misma no es otro que el del
peligro de la degencración de la raza en el nazismo funciona como Estado-nación, lo que implicaba que los poderes políticos lanzaran
un mecanismo que permite legitimar el exterminio de aquellos cuya cruzadas culturales contra minorías étnicas, costumbres regionales .y
conducta no se ajusta a lo esperable.6 Provee de un argumento cien- dialectos locales, con el fin de que el mito de la identidad nacional
tífico al ejercicio estatal de la política de muerte. pudiera convertirse en la fórmula legitimadora de los poderes polí-
ticos. En esa Europa de Estados-naciones, los judíos no constituían
C. ¿Por qué los judíos ? una mayoría étnica en ninguno de los Estados-naciones, sino que
estaban dispersos por todas partes. Y tampoco eran los miembros de
Daniel Feierstein se atreve a formular una pregunta que la historio- una nación vecina que residía en otra. Eran el símbolo de la ambiva-
grafía europea ha tenido dificultades para formular, acerca de por lencia: una nación sin Estado.
qué fueron los judíos -y no otro grupo- el blanco fundamental de En la era de los Estados-nación nos encontramos con una na-
persecución por parte del nazismo. En busca de respuestas, Feiers- ción sin Estado, pero que, a diferencia de algunas otras, dama por
tein recurre al análisis de Zygmunt Bauman (2007, 2010) acerca del ser miembro de los diversos Estados-nación sin abandonar su propia
rol que los judíos jugaron en el proceso de constitución identitaria pertenencia nacional. Según Feierstein (2005, 2007, 2009), el uni-
de la Europa moderna. Según Bauman, el resentimiento hacia los versalismo, la multiplicidad identitaria, la errancia diaspórica de ju-
judíos proviene del recelo y la irritación que provoca el hecho de que díos y gitanos, incomoda y molesta no solo al nazismo, sino también
se les percibe como un colectivo que no entra fácilmente en ninguna a la burguesía europea en general. Pero judíos y gitanos no fueron
de las categorías establecidas por la estructura del mundo moderno. el único grupo objeto de persecución, y aquí nuevamente debemos
La cristiandad, señala Bauman, construyó una representación del considerar un punto poco explorado por la historiografía, como la
judaísmo como sinónimo de ambigüedad o ambivalencia; una vez existencia no sólo de campos de exterminio, sino también de cam-
ubicados en esa categoría, los judíos pudieron servir de vertedero pos de concentración, tempranamente abiertos y habitados no sólo
por judíos y gitanos, sino también por muchos otros grupos. Ha-
bitaron los campos de concentración los gitanos que se negaban a
6- Respecto del nazismo, si bien nos encontrarnos con un Estado —o un Par-
asumir el alemán como lengua materna y a diluir su cultura centena-
tido— fuerte y una economía planificada e intervencionista, las prácticas de
gobierno —no el contenido ideológico— están ligadas a la gubernamentalidad ria; los habitaron también todos aquellos que mostraban diferencias
liberal. Considera 1“. Foucault que no hay algo así como una gubernamen- para su normalización sexual o productiva: los enfermos mentales,
talidad socialista autónoma, el socialismo ha tomado siempre prestadas las los discapacitados, los homosexuales, los vagos sin trabajo, los men-
prácticas de gobierno del liberalismo. Bajo una aparente gubernamentalidad
digos, los disidentes políticos, las prostitutas; y,finalmente se ubica
de Estado de policía, el socialismo ha funcionado con la lógica interna de un
Estado administrativo, es decir, que aun desde una ideología and iberal, se ha allí a los judíos. ¿Por qué los judíos? Quizá porque se han opues-
gobernado con técnicas liberales. to sistemáticamente durante siglos a negar su identidad e intentan
64 NECROPOLIYICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA ' M. FOUCAliljr. BIOPOLÍTICA, TANATOPOLITICA Y RACISMO 65

preservar su cultura, no aceptando renunciar a ella en nombre de la de normalización. Es decir, la muerte en el nazismo no como un fin
normalización estatal. en sí mismo, sino como un medio, un mecanismo destinado a pro-
Señala Feierstein que la autonomía y la autodeterminación para ducir una reorganización o refundación de la sociedad. Su objetivo
su pensamiento y su accionar es el rasgo común entre todos stos no consiste en la mera aniquilación de una población, sino en las
grupos, haciéndose así evidente que todos ellos fueron objeto de consecuencias que produce en el conjunto de la sociedad.
persecución debido a su potencial subvertor o su inasimilabilidad D. Feierstein considera que si solo se observa el aniquilamiento
para el orden político imperante. Todo esto, más allá de que fuera en función de la destrucción de las comunidades judías o gitanas,
así o no, y más allá de que ese hacer fuera más o menos autocons- se aliena la condición alemana, polaca u otra de los judíos y gita-
ciente, o más o menos voluntario, dado que el eje de las definiciones nos, y se les comprende tal como los comprendían los perpetradores,
identitarias de un proceso genocida no pasa por la autodefinición, es decir, como ajenos al grupo nacional alemán, polaco, etc. Si, en
sino por el modo en que el perpetrador define dicha identidad. La cambio, consideramos la eliminación de los judíos europeos como
política de eliminación perseguía anular determinadas praxis carac- la destrucción parcial del grupo nacional alemán, estamos en con-
terizadas como críticas, autónomas y colectivas, para transformar- diciones de realizar otro tipo de análisis. El objetivo del nazismo re-
las en heterónomas e individualistas, lo cual deja ver que el nazismo sulta ser entonces no simplemente el exterminio de determinados
pretendió despojar a los individuos y los colectivos de su capacidad colectivos, sino la transformación de la propia sociedad alemana, a
de apropiarse de su propia experiencia y práctica. través de los efectos que la ausencia de dichos colectivos generaría en
Ahora, sí bien se perseguía y eliminaba a ciertos individuos y conjunto de la sociedad alemana.
grupos en particular, se buscaba intervenir sobre toda la sociedad. El análisis de la figura del musulmán resulta ilustrativo de lo que
La confinación y el aniquilamiento de ciertos grupos se proponían venimos señalando, esto es, que lo propio de los campos se halla en
—a través del terror— anular toda autonomía de pensamiento y de una operación de normalización y no en el exterminio en sí mismo.
acción en el conjunto de la sociedad. La muerte de aquellos colecti- Los sobrevivientes de los campos del nazismo hacen referencia a la
vos que escapan a lo establecido representa un mensaje para el resto figura del musulmán como un elemento central de la experiencia
de la sociedad, señalándole las consecuencias de pretender quedarse concentracionaria. Este remite a la anulación de toda autodetermi-
por fuera del proceso de normalización. Aquí debemos tener pre- nación en el sujeto y su conversión en mi "muerto viviente", en el
sentes la diferenciación entre las nociones de población y Pueblo sentido de una persona que ha perdido absolutamente la capacidad
que plantea Agamben,' y la diferenciación entre población y pú- de incidir en su propia vida, y cuya existencia ha quedado reducida a
blico de Foucault. Mientras que la población es una noción socio- ciertas funciones biológicas como alimentarse, beber o ir de cuerpo.
biológica, el Pueblo es el sujeto colectivo de derechos, y el público Giorgio Agamben se atreve a afirmar que "lo propio de Auschwitz
este mismo sujeto colectivo pero además atravesado por el interés y no es el exterminio sino la producción del musulmán" (Agamben,
el temor. El nazismo hace de una parte del Pueblo una población —al 2002: 53-54) Es decir, que lo específico y novedoso del nazismo no
exceptuarle del campo del derecho—, transformándole en un cuerpo se hallaría en el campo de exterminio, sino en el campo de concentra-
biológico, pero para ejercer sobre el Pueblo/público una operación ción. De hecho, Agamben considera a la producción de la nuda vida
corporizada en la figura del musulmán como una operación política,
Respecto a la diferenciación entre los conceptos de Pueblo y pueblo o
del mismo modo que el exterminio constituye una operación políti-
población, véase Agamben, 1998: 224-229. ca. Pero entiende que si bien se trata en ambos casos de operaciones
66 NECROPOUTICA, VIOLENCLA Y HXCEPCIÓN EN 1N1ÉRIC 1.XI1N.1 FOUC:AUIT: NIOPOLfCICA, TAN,\TK FI( A Y RACIShIO 67

políticas, el ejercicio del poder no se establece en los mismos térmi- tración desde el concepto de gobierno o, dicho en otros términos,
nos. En la operación de exterminio, el poder pone fin a la relación cómo pensar el campo de concentración desde la línea de articulación
social porque se suprime a sí mismo en el acto de matar, no así en vida/gobierno/norma/medicina? M.FoOcauIt no torna al campo de
la producción del musulmán. El musulmán da cuenta del completo concentración como objeto de estudio; a lo sumo, en el curso "De-
triunfo del poder sobre el hombre, porque aunque su corazón siga fender la sociedad" hace mención al nazismo y al stalinismo como
latiendo, y se mantenga todavía con vida, el musulmán se ha perdido ejemplos paradigmáticos del Racismo biológico de Estado, y
a sí mismo en cuanto a su identidad y su individualidad. Aunque se como experiencias históricas en las que la biopolítica se transforma
mantenga todavía con vida, el musulmán es un mero ser viviente, en tanatopolítica, es decir, en que la administración y regulación de
organismo sin sujeto. El umbral extremo entre la vida y la muerte en la vida requiere de la muerte. En este curso, Foucault busca dejar
que habitaba el musulmán posee, como antes mencionamos, un sen- de lado la noción de soberanía, y servirse, en cambio, de la idea de gue-
tido político, este consiste en que el musulmán encarna el significado rra o lucha para analizar el poder. En la última lección, articula la no-
antropológico del poder absoluto (Agamben, 2002: 48). ción de biopolítica con la de lucha, y el resultado de esta articulación
En términos de H. Arendt, el musulmán vendría a ser aquel su- es la Guerra de razaso el racismo biológico de Estado. En este contexto,
jeto que ha perdido su identidad como consecuencia la política de exterminio del pueblo judío es puesta por fuera de una
[...1 de la muerte de su persona jurídica, su persona moral y su dimensión religiosa e inserta en una dimensión o eje de análisis biolo-
individualidad. Dada muerte de la persona jurídica y la persona gicista. El exterminio representa la forma extrema o paroxística en que
moral, lo único que impide a los hombres convertirse en cadá- la protección de la vida biológica de la población por parte del Estado
veres vivos es la diferenciación de su individualidid.» (Arendt, requiere de la muerte.
1987:549). En "Seguridad, territorio, población" y "Nacimiento de la bio-
Destruir la individualidad significa destruir el poder del hombre política", Foucault establece una nueva articulación: biopolítica/
para comenzar algo a partir de sus propios recursos y no tan sólo gobierno. A partir de aquí, se produce una serie de cambios o refor-
reaccionar ante estímulos, es decir, destruir la espontaneidad. Cuan- mulaciones conceptuales fundamentales. La noción de población se
do esto sucede, los hombres devienen meros reflejos condicionados, desdobla en público y población, y la biopolítica deja de estar abo-
marionetas, como el perro de Pavlov, que solo sabe reaccionar ante cada a la vida estrictamente biológica, para pasar a ocuparse de muy
estímulos, y exactamente tal como aquel que produce la estimula- diversos aspectos de la vida de los colectivos. La política de la vida
ción espera que reaccionen. ya no consiste solo en el cuidado de los aspectos biológicos de los
seres vivos en su conjunto, sino en una serie de prácticas que apun-
tan en última instancia a manejar multitudes, imprimiendo cierta
dirección a sus conductas, y dándole al mismo tiempo, cierta forma
EL DISPOSITIVO CONCENTRACIONARIO a su subjetividad.
Y DE EXTERMINIO COMO TECNOLOGÍA DE PODER En el marco de este nuevo contexto conceptual, creemos nece-
sario considerar si acaso la política de producción del musulmán y- el
¿Qué lectura podemos hacer de los campos de concentración y de
dispositivo concentracionario, junto con la política de exterminio,
exterminio del nazismo desde el Foucault de los cursos del 77/78
no deberían ser comprendidos en términos positivos o productivos,
y del 78/79? ¿Cómo pensar la especificidad del campo de concen-
como prácticas o estrategias de gobierno, es decir, como mecanismos
68 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCTÓN EN A11i.RIC A LATINA M. Foncauls: IIIOPOLrIICA , TANATOPOLÍTICA Y RACISMO 69

de gestión de los colectivos. Los trabajos de D. Feierstein respecto pero también hacia el exterior. Busca reencauzar, corregir, hacer en-
al nazismo nos revelan en los hechos, en el análisis histórico, que trar dentro de cierta normatividad al conjunto de la sociedad, y estos
el racismo biológico de Estado y la tanatopolítica no deberían ser efectos siguen presentes aun después de que el dispositivo concen-
considerados como la forma paroxística de la biopolítica, es decir, la tracionario se cierra.
deriva loca o descontrolada de una tecnología de poder, sino corno El campo de concentración, desde la perspectiva de Calveiro,
una estrategia de gobierno en sí mismos. Se ilumina así el aspecto no es sino un medio o un mecanismo conducente a un objetivo a
positivo y productivo de la tanatopolítica. Auschwitz no —o no es- largo plazo: la modificación y reorganización de las relaciones so-
trictamente— como el ámbito en el que el Estado burocrático-admi- ciales en el interior de una sociedad. La política de producción del
nistrativo y biopolítico se sale de control, enloquece y se transforma "musulmán" y la política de eliminación persiguen el propósito de
en el Estado asesino, sino corno un espacio en el que se desarrolla clausurar aquellas prácticas y aquellas formas de subjetividad que se
una estrategia de gobierno. Aunque parezca paradójico, desde esta encuentran en tensión con el poder dominante.
perspectiva, el campo de concentración e incluso el campo de exter- Si entre los judíos y el resto de los grupos objeto de persecución
minio forman parte o provienen de un proyecto de normalización, y por parte del nazismo el nexo era la autonomía, este es también el
por lo tanto, se originan en la política de hacer vivir. La política con- punto de contacto entre la experiencia del nazismo y la dictadura
centracionaria y la política de exterminio como un recurso extremo argentina. Es posible establecer una articulación entre la experiencia
que se propone lo que cualquier práctica de gobierno: promover de- argentina de la última dictadura militar y la experiencia del nazis-
terminadas prácticas de sí —evitando otras— y conducir conductas. mo en torno al concepto de autonomía. Las víctimas del nazismo
se caracterizan por ejercer su autonomía en diversos ámbitos tales
Los campos argentinos como el ámbito político, cultural, sexual, nacional. Pero el discurso
del nazismo no hace referencia directa a ello, sino que fundamenta
La interpretación del dispositivo concentracionario del nazismo pa- la persecución en términos de su diferenciación racial o su constitu-
reciera ir en la misma línea que el análisis de Pilar Calveiro (2006, ción biológica, que era explicitada como peligrosa. En la dictadura
2007) respecto de los campos de concentración argentinos. Calvei- argentina del 76, lo que fundamenta la persecución y el exterminio
ro, entiende a los campos argentinos como un dispositivo para des- es la autonomía de las víctimas para pensar y actuar. El discurso de
pojar a quienes allí habitaban de todo resto de voluntad propia para los victimarios lo deja bien en claro, sin mediaciones, sin emplear
pensar y para actuar, aun si su destino final era la muerte ; el disposi- metáforas provenientes de otros campos disciplinarios. La consti-
tivo concentracionario tenía como uno de sus objetivos principales tución de la figura de ese otro no normalizable ya no responde a sus
llevar adelante un proceso de transformación en la subjetividad de características biológicas sino que remite directamente a su partici-
los que allí estaban secuestrados. Es por ello que Calveiro sitúa al pación y prácticas en el contexto político-social, pero comprendidas
dispositivo concentracionario en el mismo nivel que el dispositivo en un sentido amplio: toda conducta y práctica que tienda hacia la
psiquiátrico y el dispositivo carcelario, en tanto se trata de institucio- autonomía. Por ello, poblaron los campos de concentración no solo
nes que tienen como objetivo la transformación de la subjetividad. miembros de organizaciones de lucha armada, sino también delega-
En el caso del campo, se pregunta Calveiro: ¿por qué molestarse en dos de fábrica, maestras alfabetizadoras, participantes de un centro
corregir o reencauzar a quienes se sabe que se va a matar? Porque el de estudiantes de colegio secundario.
dispositivo concentracionario despliega sus efectos hacia su interior,
70 NECR()POLÍTIC 1, VIOLENCIA Y EXCITCION EN \ MI:1:1(1.1 LXI IN .v

CONCLUSIÓN

Nos propusimos explorar la relación entre la biopolítica y la tanato-


política en el pensamiento y la obra de M. Foucault. Nos pregunta-
LA POLITIZACIÓN DE LA VIOLENCIA
mos si a partir de la elaboración del concepto de gobierno es sten i -
ble la concepción del racismo y la tanatopolítica como simplemente
la forma negativa paroxística de la biopolítica, es decir, su deriva NATATXA CARRERAS SENDRA
fuera de control. ¿Hasta qué punto, a partir de la introducción de la
idea del poder como gobierno, sigue siendo aceptable la concepción
dicotómica respecto de la biopolítica y la tanatopolítica que sostiene
M. Foucault en "Defender la sociedad"?. A partir de los trabajos de SUMARIO
D. Feierstein respecto de la experiencia del nazismo, llegamos a la'
conclusión de que la tanatopolítica no debe ser considerada la mera Este artículo tiene diferentes acercamientos al análisis de la violen-
forma paroxística de la- biopolítica, es decir, la deriva fuera de con- cia, en su relación con las formas actuales de la cosificación de los
trol de lo que es una tecnología de poder, sino como una estrategia cuerpos por condiciones de clase, vacíos legales, mercado y circu-
de gobierno en sí misma. La política de muerte por parte del Esta- lación. Entendiendo cómo los ámbitos más personales de consti-
do, entonces, no como un fin en sí mismo, sino como un medio, un tución psíquica, de la trama intersubjetiva, de lo cotidiano, se ven
mecanismo destinado a producir una reorganización, redefinición o impactados por procesos de desubjetivación.
refundación de la sociedad. Se ilumina así el aspecto productivo de
la tanatopolítica. El campo de exterminio no como el ámbito en el
que el Estado burocrático-administrativo y biopolítico se transfor-
INTRODUCCIÓN
ma en el "Estado asesino', sino más bien como el espacio en el que
es llevada adelante una tecnología de gobierno: un modo, quizás, de Cualquier tipo de violencia que se intente analizar tiene que com-
articularse gobierno y soberanía en el Estado moderno. prenderse dentro de contextos más amplios de poder, más allá del
En segundo lugar, nos propusimos abordar el análisis del campo acto de dominación del uno(s) sobre otro (s); es importante desen-
de concentración a partir de la articulación biopolítica/gobierno. trañar su relación con la clase, con el mercado, con la circulación de
En realidad, la relectura del nazismo y de los conceptos foucalteanos la mercancía y la política, así como la respuesta que se tiene ante su
resulta posible en la medida en que se pone el foco en la política ejercicio. La cultura de la violencia no solo se expresa en la ausencia
concentracionaria. La política de exterminio del nazismo cobra otro de la autoridad estatal, de la política gubernamental y de la justicia,
sentido o, en todo caso, su análisis se complejiza y enriquece a la en que los gobernantes gobiernan por medio del terror, exterminio,
luz del análisis del dispositivo concentracionario, que, como vimos, desaparición, exclusión política y laboral, sino también en las formas
cumple una función que va mucho mas allá de la de ser un espacio de en que la población se vive cosificada en su cotidianeidad.
acumulación de individuos previo a su exterminio, sino que funcio-
na, en verdad, como un artefacto político cuya función es producir
efectos en su exterior.
72 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMERICA LATINA LA POLITIZACIÓN DE. LA VIOLENCIA 73

Los proyectos político económicos neoliberales exponen a otro, poniendo en juego la problemática del narcicismo y el desco-
grupos poblacionales a vivir condiciones políticas de "nuda vida"' nocimiento de la subjetividad.
y de "clesechabilidad laboral'? procesos de desubjetivación. La au- De igual forma, la población se ve violentada en la medida
sencia o detrimento laboral, la pérdida de garantías individuales, la en que el valor del mercado se establece como amo absoluto,
violencia verbal, física, las guerras, el abuso sexual, el secuestro, las atravesando con procesos de desubjetivación, en el que el de-
extorsiones y las formas de control paragubernamentales (escua- seo' se ve devastado, en pro de un mundo de necesidades. En
drones de la muerte, limpiezas étnicas, persecución y asesinatos este sentido, la violencia atraviesa de manera silenciosa, desub-
homofóbicos y por distinciones de género), son descargas pulsio- jetivando, arrancándole a los sujetos la posibilidad de asumir su
nales sin asidero que invaden el orden normativo ante la declina- deseo, inscribiendo y organizando estilos de vida, cuerpos, obje-
ción del complejo de Edipo —mecanismo por el cual el sujeto se tos, modas, que cubran necesidades, imaginarios con los cuales
inserta en lo social— de la declinación de la función paterna.' Es- la población se ve atrapada en el mercado y el acelerado ritmo de la
tos actos de violencia impactan el psiquism o, dejando agujeros en circulación de la mercancía.
la trama simbólica. 4 En el ejercicio de la violencia se desconoce al La crisis en la que se encuentra el complejo de Edipo está dada
por la dialéctica que se establece con el capitalismo. Esto, en relación
' nuda vida es la condición que algunos sujetos y grupos viven al perder sus a las contradicciones entre «libertad" y una fetichización cada vez
garantías individuales ante las irregularidades de la ley. Cuando la ley funciona más abrupta, características de los modos de producción capitalistas
confundiendo contextos de "hecho" con contextos de "derecho" se producen y de la crisis de acumulación contemporánea. Se destruye el orden
espacios de abuso, explotación y violencia, poniendo a sectores poblacionales
en condiciones de nuda vida (Cfi: Agamben, 2003). parental entrando la subjetividad en una etapa mucho más proble-
2
Es el concepto utilizado por Marx (1976) en torno a la "superpoblación rela- mática, suplantando el sujeto perverso' desde un discurso superyoi-
tiva" o "ejército industrial de reserva'', el que permite entender cómo sectores co al discurso del amo simbólico?
poblacionales que pueden estar irregularmente empleados, subempleados o des-
empleados conforman este ejército proletario que además de sus funciones de
reserva debe entendérsele corno desechable (ver Roseberry, 1997). El ejército
industrial de reserva como condición de la vida moderna deja de ser relativo
para convertirse en completamente desechable. Si bien continúa siendo el eje
fundamental sobre el cual se establece la ley de la oferta y la demanda, así como
el control de los salarios, hay grandes sectores poblacionales que están desapare- garraduras o agujeros, estamos hablando de fallas en la inscripción simbólica,
ciendo sin afectar a las formas de organización capitalista. Muchos trabajadores fallas con la entrada de la función paterna.
acaban siendo atrapados por el mercado informal o por las redes del crimen, El deseo es lo imposible de ser satisfecho, por lo tanto, lo que permite se-
otros tienen que desplazarse de las zonas rurales e integrarse ala creciente fuerza guir deseando. La devastación de este, es entendida en dos vertientes, por un
de trabajo urbano así como migrar a otros países (ver Macip, 2009). lado, la exclusión de la potencia creativa del hombre con la mercancianiza-
3
Para el psicoanálisis, el padre es una función, no el padre real, sino el que in- ción (proceso expansivo de convertir cualquier cosa en mercancía dentro del
troduce la ley. En la actualidad, hay un debate en torno a cómo esta función capitalismo), por otro, los discursos materiales en torno a la mercancía y su
Ideal está declinando, lo que conlleva cambios en la subjetivación. Ahora hay circulación, imaginarios que caponean la posibilidad de hacer. La extinción
referentes diversos, el Otro no está en la cúspide como función de ley, del del deseo, por la fantasía de haber encontrado su objeto.
nombre del padre, ahora está el objeto (a), las mercancías, los mercados, la El sujeto perverso no transmite la ley, se cree portador de la ley. No transmite
virtualidad cotidiana. el deseo, cosifica al otro, lo fetichiza, al denegar su propio deseo, su falta.
La Trama simbólica es el resultado de la constitución psíquica, en donde se 7
La función del Ideal bajo el régimen del Nombre del Padre causa de la pérdida
hace evidente la función estructurante de la represión. Cuando presenta des- de goce y de la represión.
XECPOP LITICA, N'Ion:N(A Y EXCEPCIÓN EN ANIERIC1 NI. 1 7 0UCAUIr. BIOPOI.iTIC A, "FANATOPOLÍTIC.1 Y RACISMO 75

El. PADRE PRIMIGENIO Y EL ORDEN SIMBÓLICO En el seminario XVII, Lacan articula el discurso del amo his-
tórico, discurso de las relaciones sociales y políticas con la relación
En la articulación del discurso del amo y el capitalismo es que se
establecida por Hegel en torno al amo y el esclavo, señalando que
viene dando la crisis del Edipo. Los artículos en Freud sobre el sue-
el amo es el significante primero" que da órdenes al significante en
ño, tótem y tabú y la religión monoteísta son el ejemplo más claro
del discurso del amo (metáfora paterna), efecto del lenguaje y de la cadena," dialéctica marxista que señala las relaciones sociales de po-
der. La orden que emite el amo al esclavo tiene como corolario el
constitución subjetiva.
significante que inscribe al sujeto en el orden de lo simbólico.
En su texto Tótem y tabú'(1976), señala cómo la función psí-
quica del tabú muestra la constitución del sujeto, el principio regu- El primer significante (Si, significante mítico) del discurso del
lador y normativo para su advenimiento. El mito sobre el asesinato amo está conectado con el goce,' con el resto," es en este sentido que
el asesinato del padre es la condición para la existencia del goce. El
del padre primordial por los hijos, encarna en el animal tabú la ley,
texto Tótem y tabú muestra cómo el padre muerto tiene aparejado
prohibición simbólica, desde la que Freud fundamenta el origen de
al goce (lo indecible), de la que proviene su prohibición. En Lacan,
la sociedad.
el padre muerto, en tanto goce, es lo real imposible (su heredero, en
El padre primigenio encarna lo sagrado y lo prohibido, senti-
la cultura occidental, es, desde lo Real, la figura de Dios, y desde lo
mientos contradictorios que forman el contenido ambivalente de la
Simbólico, el ideal del yo, el nombre del padre). Lo Real no es lo que
neurosis. El padre muerto adquiere un poder mucho mayor que es-
tando vivo. El tótem encarna la figura ambivalente del padre muerto le hace límite a lo simbólico (a la ley), siendo así que el padre asesina- 9
(odio, temor-remordimiento, culpa), fuente de la prohibición sim- do es el padre de lo real, de lo imposible, que solo es como imposible fr

a partir de lo simbólico.
bólica, espacio de la cultura. 1
En esta lógica es que Agamben señala que en la figura sacer se
crea la dimensión política y la vida silvestre, siendo la figura base del
derecho. La vida animal (zoe) queda paralizada en la escisión que
genera su inserción dentro de la política (bias), de la ciudadanía bajo 9 La identificación con el "ideal del yo" relaciona en directo con el Otro, siendo
su propia exclusión (el resto). El homo sacer" permite esclarecer una en el E. del espejo que toma un rasgo del Otro por identificación, identificación
estructura política que se ubica en un espacio anterior a la distinción primera (significante primero), alienante, quedando de esa escritura un resto,
el objeto a. Es una instancia mítica; el significante primero (S I ,significante del
entre "lo sagrado y profano, entre religioso y jurídico" (Agamben, deseo de la madre).
2003). Es la indeterminación del horno sacer la que se encuentra '° A partir de la década de 1950, Jacques Lacan utiliza cada vez más el término
apresada en el bando que tiene su origen dentro de la ambigüedad "cadena". En un primer momento, no habla de la cadena significante sino
de lo sagrado. En la soberanía del bando están incluidos al mismo de la cadena simbólica, indicando una "línea de descendencia", en la que cada
sujeto está inscrito inclusive antes de su nacimiento (y después de su muerte),
tiempo lo divino y su contraparte lo diabólico. y que es determinante inconscientemente en su historia. También hace refe-
rencia a la "cadena del discurso", de la misma forma.
11
El goce es el exceso de placer, placer mortífero. Está fuera del orden signifi-
Li hombre sagrado, lo excluido de la ley simbólica —ser social— es el resto. Es cante, del orden simbólico, es anterior a la palabra, existiendo plenamente en
lo que la intervención simbólica expulsa de la realidad social para un sujeto. un pasado del que no podemos tener memoria, pues en esa época se carece del
Definido como lo imposible, "no puede ser completamente simbolizable en la lenguaje, que es la base del recuerdo.
palabra o la escritura y, por consiguiente, no cesa de no escribirse" (Chemama, 12
Desde Lacan, el resto es el objeto plus de goce, la esencia pulsional. El objeto
2002: 372). Lo Real está presente desde su exclusión. a permanece irreductible en la operación de la división subjetiva, es lo Real.
76 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y F.XCEPCION EN AMÉRICA LATINA M. POUCAULT: HIOPOLÍTICA, TANATOPOUTICA Y RACISMO 77

CRISIS EN LO SIMBÓLICO mino a través del otro simbólico para ir en busca del objeto perdido,
va directamente a la sustancia, a lo real.
La autoridad simbólica (del Nombre del Padre), en crisis a lo largo de la
El arribo del objeto a (plus de goce) a la cumbre de lo social,
historia del capitalismo, nunca ha podido estar por completo a la altura
expone cómo la época actual está dirigida por el goce, por la satisfac-
del mandato que se le ha otorgado, pero siempre ha aparentado en su
ción inmediata, haciéndose un cuerpo al gusto del otro, un cuerpo
falla la idea de un orden que funcionaba sin demasiadas desgarraduras.
velo, cuerpo imagen capaz de circular en el mundo de la mercancía.
La desintegración de lo simbólico viene de la mano con figuras tota-
En esta lógica los aparatos de poder atraviesan con una serie de dis-
litarias y formas de desechabilidad en que se da una desubjetivación
cursos dúplices, que van desde generar condiciones en las que se po-
abrupta de grandes sectores sociales. Estas condiciones encarnan la sus-
tencian los vacíos legales, indefensiones civiles; y por otro, discursos
pensión del ideal del yo, en pro del ideal imaginario.
incesantes de preocupación por la salud de la población. Paradójica-
Los vacíos simbólicos no solo son ocupados por figuras perver-
mente, quieren proteger a la población de las mismas enfermedades
sas portadoras de poder, sino por una serie de discursos sobre estilos
que le producen (obesidad, diabetes, TDA, anorexia, bulimia, vigo-
de vida ideales, evasores en lo posible de cualquier encuentro con
rexia, etc.), intentando, por un lado, controlar el goce corporal, y
la falta." Desde la estructuración psíquica se desatan una serie de
por otro, generando objetos de constímo incesantes.
síntomas —adicciones, cortes en el cuerpo, extirpación de las extre-
El mundo actual está gobernado por ideales imaginarios que
midades corporales, reincidentes cirugías plásticas, etc.— que no son
están fuera del orden del deseo, de los ideales simbólicos, y a favor
producciones psicóticas, pero que muestran cortes reales, castracio-
de la fuerza del goce. En la caída de los ideales simbólicos y el debi-
nes reales, ante el déficit de lo simbólico. El cuerpo se muestra de
litamiento de lo simbólico, lo que aparece no es un cuerpo invadido
formas abyectas, cortado, agujereado, en su esqueleto.
por el goce, como en el caso de la psicosis, ni como en el caso de los
La población realiza una serie de actividades en la búsqueda del
psicosomáticos que invaden de goce los órganos, sino que se trata de
mandato ideal, sexo y sexualidad virtual, consumo de productos sin
un goce que está en el cuerpo y se representa a nivel de lo imaginario.
sustancia (café sin cafeína, crema sin grasa, etc.). Constantes inter-
Es a partir de aquí que vemos potenciarse toda la serie de síntomas
venciones quirúrgicas que atraviesan los bordes corporales, manci-
ligados con el cuerpo y el registro de lo imaginario.
llando el símbolo a favor de un ideal-real (prótesis, cirugías estéticas,
La agresividad desde la teoría lacaniana se relaciona con el pro-
injertos, cortes, tatuajes, pi ercing, etc.). Mismos espacios en donde
blema del narcisismo. El origen psíquico de la agresividad está en
las toxicomanías y los síntomas alrededor de la comida y la imagen
función de las imágenes propias del cuerpo fragmentado, en donde
corporal (anorexia, bulimia, vigorexia, obesidades mórbidas) son el
se expone la mascarada imaginaria del propio narcisismo. En la me-
resto excesivo que rompe cualquier lazo simbólico, derrumbándose
dida en que el niño, en el estadio del espejo, no logra identificarse
lo imaginario en un goce sin mediación. La ley, prohibición al goce,
con su propia imagen mirándose como una totalidad en donde

carece de efectos simbólicos, estableciéndose un goce contemporá-


se hace manifiesto el adelantamiento de la entrada de lo simbóli-
neo que prescinde del otro simbólico. La pulsión ya no recorre el ca-
co— determinante para la condición del sujeto del inconsciente, el
infante quedará detenido en la agresividad, anudamiento entre lo
real y lo imaginario, sin mediación simbólica.
13 La falta abre la dimensión del deseo, lo que es constitutivo del sujeto, de la
división subjetiva.
78 Y ITROPOLI'l ICA, VIOLENCIA Y I 1, :ION EN AMERICA LATINA M. FOUCAlll BIOPOLi I ICA, \ N,VI 01, 01 In( 1 Y RACISMO 79

Los síntomas contemporáneos están en relación con una ver- cisistas." Se intenta suplir la falta del Otro, del ideal del vo, por un yo
sagungi , que, antes que establecer la trasmisión de la falta, recha- ideal (imaginario) de la mano con la desaparición del Otro (declina-
za la posibilidad del advenimiento del deseo. La función materna, ción de la ley como agencia que prohibe el a cceso al goce), adviniendo
antes que transmitir la falta, satisface la necesidad, cerrando la vía el sujeto perverso que se asume corno el portador de la ley:
del deseo. Es una trasposición del discurso del amo por el discurso
Nos encontramos en una época en que la neurosis en el sentido
capitalista, en donde el capital en oposición al Otro —que en su don
tradicional —síntomas generados por la represión— ha perdido su
de amor nunca satisface en su totalidad— intenta satisfacer la nece- relación en cuanto a problema clínico, en aras de la perversión y
sidad, procurando el objeto de goce. Siendo preponderante que en de todas aquellas conductas, actuaciones y entidades en las cuales
la infancia el objeto (ideal) nunca dé una satisfacción total, dejando el goce excesivo se expone en lo real (iMilmaniene,1995: 13).
la posibilidad de seguir deseando. La relación con los objetos desde
el inicio está marcada de pérdidas y reencuentros, límites fundantes En la medida en que la ley, como contrato universal, declina y potencia
necesarios en la constitución psíquica del sujeto. dicha declinación —principalmente en los grupos vulnerables, por cla-
La ley, estructura social que día con día se ejecuta de manera se, género y procesos de racialización— hace aparecer el mandato real
menos eficiente, se presenta como ausente de efectos simbólicos absoluto. Es un mandato superyoico que puede llegar a ejercerse desde
para mediar el goce. Esto lleva a los sujetos contemporáneos a inten- el poder soberano, siendo la figura de Hitler una imagen representad-
tar sustituir dichas carencias no solo a través del ejercicio de la vio- va del padre moderno, que goza con la población en el arrebatamiento
de la subjetividad. Esta figura paterna ubicada en la cúspide de lo social f)
lencia, sino por medio de representaciones imaginarias que rebasan
la ley. Alrededor de esto, autores como Debord señalan: también impacta las formas más íntimas de la vida de los sujetos. Cuan-
do los padres, la familia, el contexto social (espacios educativos, medios
La vida entera de las sociedades en las que impera la condición de masivos de comunicación, aparatos policiacos, etc.), no tienen las capaci-
producción moderna se anuncia como una inmensa acumulación
dades para contener y traducir la violencia social y las exigencias narcisi-
de espectáculo. Todo lo directamente experimentado se ha con-
vertido en una representación (2002: 40). zantes del mercado, sino que, por el contrario. las reproducen ypotencian,
los infantes y adolescentes se ven incapacitados para metabolizar sus
La fantasía termina por invadir nuestra realidad social. propias pulsiones de muerte frente a un mundo social que, antes que
Como ya señaló en otro texto (Carreras, 2009), estas representa- limitar, genera y potencia la violencia y las Fantasías narcisizantes, vio-
ciones imaginarias que se viven como una realidad enajenada reestruc- lencia y narcisismo que no encuentran objeto que los colme o les ponga
turan subjetividades; en la actualidad, serán lo especular, lo virtual, el límite, manifestándose no solo como violencia y frustración contra los
orden de lo imaginario, un recurso fundamental en dicha recomposi- otros, sino también contra el cuerpo propio.
ción. La virtualidad propone un marco adecuado para los sujetos nar-
" El niño, entre los 6 y 18 meses, configura una imagen de sí mismo o "Yo ideal"
en el deseo del otro, que es la madre, construyendo su "Yo", lo que lo introduce
al narcisismo primario. En Lacan, el narcisismo se inicia con la formación del
" La Versagung a partir del Seminario VIII es situada por Lacan como un mo- "Yo ideal": "Vale decir que el yo humano se constituye sobre el fundamento
mento de frustración constitutiva en el Estadio del Espejo, siendo el momen- de la relación imaginaria. La función del vo —escribe Freud— debe tener eine
to en que el niño ocupa el lugar de objeto que cubre la falta del Otro materno, neue psychiche... gestalt. En el desarrollo del psiquismo aparece algo nuevo,
e instancia de constitución del narcisismo. Esta frstración muestra que el niño cuya función es dar forma al narcisismo. ¿No es acaso marcar el oi igen imagi-
no ocupa satisfactoriamente el lugar de objeto fálico para la madre. nario de la función del vo?" (Lacan, 1981: 178) .
80 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN ANIERIC LA'ITNA M. MUCAMA': BIOPOLÍTICA, TANATOPOLÍTICA Y RACISMO 81

POLÍTICA Y NUDA VIDA Legendre (1994,1996) señala que la crisis de lo simbólico, li-
gada con un capitalismo día con día más tecnificado, tiene como
Los referentes legales son fundantes y fundamentales para el fun-
consecuencia un desdibujamiento del límite al sujeto creador de su
cionamiento de los sujetos dentro del orden social. El origen de las
propia ley y autor de sí mismo. Los proyectos económicos neolibera-
normas tiene que ser entendido también desde la antropología, aná-
les hacen surgir un sujeto para el cual no existe límite ni imposibilidad,
lisis que comprende a la legalidad como una función que garantiza
negando toda referencia a los otros de lo social, dejando el paso abierto
la reproducción social de los seres humanos de acuerdo a las dife-
rencias genealógicas; su abolición tiene como correlato la anulación a las formas de absolutismo, de corrupción y locura social.
subjetiva, la anulación de las diferencias. Como ya se hace referencia en párrafos anteriores, desde el na-
Al respecto, Agamben (2002, 2003, 2004) y Legendre (1994, cimiento, el sujeto va pasando por la experiencia de la pérdida, del
no todo, la castración, finitud inevitable. Esta incompletud consti-
1996) muestran que la figura del soberano y su ejercicio en la actua-
lidad, en muchas ocasiones regula estableciendo "estado de excep- tutiva es la falta en ser del sujeto, necesaria para la reproducción de la
especie humana en relación al "montaje institucional". La estructu-
ción". Este espacio que establece el poder soberano se liga con llevar
ra normativa da referentes simbólicos, constituyendo las formas de
a sectores poblacionales a vivir condiciones de "nuda vida", que tiene
identidad con respecto a lo social.
como condición arrebatarle al individuo sus garantías individuales,
excluirlo del contrato universal. El sujeto, en su constitución inconsciente, tiene su pertenencia
a la especie humana, espacio en el que la vida y la muerte tienen re-
La inclusión de la nuda vida en el mundo de la política se estable-
gistros, codificaciones, simbolización y rituales circunscritos por lo
ce de manera indeterminada, es en la propia constitución del marco
legal, que preceden y subsistirán al sujeto en sí mismo. Este orden
jurídico -en la exclusión de hombre silvestre, sin ley- que se inscribe
la nuda vida, en el orden de la ley. La violencia de la soberanía hace genealógico, cuyo trazo institucional produce un "anudamiento ar-
tificial" con base jurídica de lo biológico (reproducción), lo social
reaparecer el estado de naturaleza -bajo el ejercicio del padre Real-'
y lo inconsciente, en la actualidad está siendo trastocado. El anu-
como excepción -del estado de derecho- por el poder de excepción
soberana. damiento de lo biológico, lo social y lo inconsciente, es un artifi-
cial que es consistente con el orden del lenguaje que introduce por
El soberano es el único que está jurídicamente habilitado para
medio de su arbitrario funcionamiento de significados, una realidad
declarar un "estado de excepción" en el que se vea suspendida la legi-
simbólica. La institución genealógica da límite al narcisismo, a la
timidad del orden jurídico en sí mismo. Hay un desplazamiento del
omnipotencia individual y política, al sujeto soberano que se consi-
orden jurídico 'normal", imponiéndose un poder judicial excepcional
dera como causa de sí mismo.
que queda fuera de la ley misma, pero que no deja de pertenecer a ella.
Siendo así que el poder de matar sustituyó el poder de instituir
Ante la suspensión de la norma jurídica con el "estado de excepción"
la vida en una lógica "carnicera" de jerarquización y diferenciación.
soberano, lo excluido no queda desconectado de la norma, pero se
De igual forma, Bruno Bettelheim (1969), prisionero en campos de
mantiene en contacto con ella desde la propia forma de suspensión.
concentración nazi y abocado posteriormente al trabajo psicoana-
lítico con niños autistas, se pregunta si estos niños no vivieron algo
parecido a las "situaciones extremas", situaciones destructoras que
16 El padre Real (padre de la horda primitiva), con su muerte protege del goce
(poder soberano) en tanto heredero del otro como simbólico, como ley social
culminan en la deshumanización del individuo. Los judíos "musul-
subjetivizante. manes" para Agamben (2002), y los judíos con características autís-
82 NH ROPOLiTIC.1, vIOLENCT A íkRICA 1. NI. FOUCAUTT: BIOPOLITICA, TANATOPOLÍTICA Y RACISMO 83

ticas para Bettelheim, son los mismos judíos despojados de su ser atrapados en la indeterminación legal del bando, de la "ley" sobera-
(de su historia, su identidad, su dignidad) en los campos de con- na, corren el riesgo de "vivir una vida sin derecho a ser vivida", por lo
centración. Este tipo de judíos es un ejemplo claro de cómo al ser que pueden ser explotados, violentados y asesinados sin ningún tipo
inscrito en el orden de lo social, les es arrebatada su esencia social a de relevancia legal. Los homicidios de personas o grupos que están
través del poder. en condición de nuda vida —entendidos como "estados de excep-
Aunque en oposición a Legendre, que apunta su análisis a una ción" vacíos de derecho— son asesinatos que no se investigan por no
lógica en la cual el sujeto está impedido de acceder a una posición de haber culpables ante la ley.
poder que se pretenda absoluta —dentro del marco jurídico y psicoa- En esa tónica, Agamben (2004) advierte que el dictamen
nalítico—, Agamben señala que al interior de estos mismos espacios presidencial estadounidense instituyó el 13 de noviembre del
de legalidad instituyentes se gestan esos lugares de indeterminación 2001 el procedimiento indefinido de detención —por la comi-
legal, de vacíos legales (al interior está el resto). sión militar— a los no-ciudadanos sospechosos de estar implica-
Agamben (2002, 2003, 2004) ‘7Legendre (1994, 1996) anali- dos con el terrorismo. Estados Unidos priva indefinidamente de
zan al soberano como el único dotado para establecer un "estado de ciudadanía al extranjero «sospechoso", anulando toda identidad
excepción'', siendo dicho establecimiento la aplicación de un poder jurídica. Se produce una persona jurídicamente innombrable.
soberano que tiene como resultado la indeterminación de la ley. La Así como a los judíos se les privó de su ciudadanía durante la
indeterminación es el espacio de la soberanía en su indeterminación, Alemania nazi, los talibanes capturados en Afganistán y los mu-
que tiene como consecuencia generar nuda vida, vida sin garantías sulmanes en Irak pierden su identidad jurídica y hasta su estatu-
individuales. El establecimiento de la nuda vida en el campo de la to de prisioneros de guerra. No son ni prisioneros ni acusados,
política tiene una inclusión indeterminada. La violencia soberana son solo detenidos indefinidamente, quedando fuera de la ley y
hace reaparecer el estado de naturaleza —bajo el ejercicio del padre del control jurídico.
Real— como exclusión del estado de derecho por el poder soberano. Las decisiones políticas sobre la vida se pueden convertir en
Desde la Alemania nazi, en la que grandes sectores poblacio- decisiones sobre la muerte en el Estado moderno. Los derechos
nales perdieron sus garantías individuales, hasta los actuales paises establecidos, desde el estado de derecho dentro del sistema del Es-
democráticos, se ha venido dando un "estado de excepción'', con el tado-nación, pierden sentido cuando el ciudadano no forma parte
cual se puede desaparecer a enemigos políticos así como a categorías ya de un Estado, hecho que se hace evidente dentro de los campos
enteras que no son integradas en el sistema político. de concentración nazis o la prisión estadounidense en Guantána-
Los sectores sociales expuestos a la condición de nuda vida mo, Cuba, en donde los derechos humanos son fracturados. La
no se ven retornados a la vida natural, ya que el resto (plus de goce) no distinción entre vida y derecho no es algo que le preexista a la orga-
existe independiente de la vida política, de la vida social. La pérdida nización biopolítica, la vida desnuda es producto de esta. La con-
de los derechos ciudadanos permite ubicarlos en un "estado de ex- tradicción que establece el hecho de que la vida se ubique fuera del
cepción" en el que el poder soberano como la excepción de la ley es vínculo con el derecho y este sin la relación con la vida, es efecto
la norma. En el momento en que grupos poblacionales (las muertas del "estado de excepción".
de Juárez, los homosexuales sexo servidores, la trata de niños y ado-
lescentes, los carpetazos legales a grupos asesinados por distincio-
nes de género, los presos musulmanes en Guantánamo, etc.) quedan
84 NECROPOLITIC:1, VIOLENCIA Y 1-1XCE:PCION EN AMI?RIC,A LATINA M. FOUCAULT: BIOPOLÍTICA, NATOPOLÍTICA Y RACISMO 85

CLASE Y DESECHABILIDAD LABORAL jetivo, ahora, en el contexto neoliberal —al interior de los procesos
de proletarización, flexible, rotativa y no especializada— poblaciones
Los vacíos legales tienen su esencia y se magnifican (por las diferen-
enteras se ven reducidas a vivir situaciones de desechabilidad y de
cias de género, etnia y racialización) en los procesos de proletariza-
desabrigo legal.
ción, en las distinciones de clase, por medio de la feroz manipulación
del ejército industrial de reserva, violencia implícita que desmiente
la alteridad, encubierta bajo la venta "libre" de la fuerza de trabajo.
Bajo estas formas de violencia encubierta, el discurso neoliberal CONCLUSIONES
va acompañado de un decir sobre la no diferencia, sobre el sujeto
idéntico a sí, sin resto. Su discurso ideológico, político, atraviesa a La declinación simbólica y su relación con el capitalismo contem-
la población, bajo la creencia de que los sujetos no están dominados poráneo afecta en distintos niveles la vida de los sujetos —en la me-
por otros —ficción ideológica que reside en trasmitir un imaginario dida en que el mercado, la circulación de la mercancía y la figura del
sobre un sujeto autónomo, creador de su vida y valores, productor soberano se encuentran en la cúspide de lo social—teniendo como
de sí mismo y de su entorno. corolario la caída de lo simbólico. Frente a tal situación a nivel de
la estructuración psíquica, vemos invadir la vida de los sujetos una
Si en el periodo liberal el indivi duo burgués se socializaba edípi-
camente mediante la subjetivación de la autoridad paterna (y su serie de síntomas que se ligan con la imagen corporal y lo real.
concomitante oposición a esta misma autoridad), en el periodo En este contexto, la población, ante los desdibujamientos sim-
monopolista la subjetivación edípica entra en crisis porque esa bólicos, intenta obturar la declinación del deseo con una serie de
autoridad, la del padre [...] declina progresivamente ante el avan- necesidades imaginarias, perdiéndose en el consumo y el acelerado
ce de la acumulación desubjetivada y desubjetizante del capital ritmo de la circulación de la mercancía. Asimismo, sectores pobla-
(Arribas, 2007: I 1). cionales que por su situación de clase ligada con diferencias de gé-
La pronta cosificación de las relaciones sociales contemporáneas por nero, de etnia y procesos de racialización, ven aumentada la posi-
ciclos económicos cada vez más cort os, que aceleran la circulación bilidad de vivir condiciones de nada vida y desechabilidad laboral.
de la mercancía, mete a la población en una dinámica imperiosa de Lo anterior, en el contexto de un capitalismo en el que los ciclos
consumo, trastocando subjetividades, conformando identidades económicos de acumulación son mucho más cortos, y la circula-
particulares. Esta aceleración económica y el impacto en la subje- ción de la mercancía, más rápida.
tividad, produce la declinación edípica, la cual va siendo sustituida
por figuras totalitarias, amos soberanos productos de un capitalismo
aceleradamente expansionista que devasta a su paso grandes sectores
poblacionales, grupos desechados laboralmente y despojados de sus
garantías individuales.
El poder del capital, encarnado en la figura totalitaria, es el es-
pacio en donde la pulsión de muerte emerge disruptivamente sin
mediación simbólica. A diferencia de la época liberal en que la fi-
gura del padre edípico daba lugar al otro en su reconocimiento sub-
EL RECONOCIMIENTO CRUEL
COMO TÉCNICA DE SUBJETIVIDAD

MÓNICA ZULETA PARDO

RESUMEN

Basado en la noción de biopolítica, de Michel Foucault, este escrito


postula algunos de los acontecimientos que dieron inicio a la técni-
ca de subjetividad que denomina "reconocimiento cruel" y que, se-
gún el análisis, hoy es preponderante en Colombia. Sostiene que fue
a través de acontecimientos de guerra, y del mercadeo de la muerte,
que en el país se dio el giro de la coacción a la libertad, giro que
conformó una sociedad civil liberal cohesionada por decisiones in-
dividuales sobre la guerra y la muerte, y basadas en cálculos de costo-
beneficio. Los dos acontecimientos en los que basa el análisis son
conocidos como El Bogotazo y la Violencia, que se remontan a 1948.

PROBLEMA

Eventos como El bogotazo y la Violencia, que tuvieron lugar a me-


diados del siglo pasado, jugaron el papel de emblemas mediáticos
para evocar a Colombia, hasta que, a finales de los ochenta, el nar-
cotráfico, el paramilitarisrno y el secuestro los sustituyeron. Fueron
también síntomas de las maneras desbocadas en que distintos países
de América Latina fueron arrastrados por flujos neoliberales, que,
en Colombia, provocaron nuestra situación excepcional: ni de gue-
rra ni de paz, que continuamos viviendo hasta hoy. Bisagras entre
88 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y liÑCEPCION EN AMÉRICA LATINA
1:1. REcoNocimuiNTo cRuia. COMO 'II CNICA DE stismdK414 áld 89

fuerzas internas y externas configuraron modos de modernización En los mismos días del desbarajuste, acaecía también en Bogotá
en que ámbitos independientes hasta entonces, se conectaron de la IX Conferencia Panamericana, reunión de diplomáticos que dis-
maneras disímiles.'
cutían estrategias para otorgar existencia jurídica a la Organización
Este escrito es un análisis de esos acontecimientos y de algunas de Estados Americanos (OEA) (Furniss, 1948). Según delegados de
de las conexiones entre sus ámbitos. Postula que durante el tiempo los países más fuertes de la Región, como Estados Unidos, Brasil,
en que actuaron como emblemas de evocación, magnificados por los México y Argentina, cuando trascurrían los desórdenes, el propó-
medios de comunicación de masas, inauguraron un modo cruel de sito de conformar la OEA era dotar a los gobiernos americanos de
reconocimiento, que se extendió de las ciudades a las áreas rurales, un ordenamiento constitucional para que, guiados por principios
en el caso del Bogotazo, y del campo a las ciudades, en el de la Violen-
del Pan-americanismo, participaran en bloque en la recién creada
cia. De tal manera que ese modo cruel se convirtió en la práctica de
Organización de Naciones Unidas (ONU) (Cuevas, 1948). Según
interacción preponderante en Colombia.' delegados y periodistas de países no tan fuertes, como Bolivia y Gua-
Con el nombre de El Bogotazo, la prensa nacional e internacio-
temala, el propósito de cristalizar dicha organización era someter
nal bautizó a los desórdenes desaforados que ocurrieron espontá- la política continental al dominio estadounidense (Palza, 1949; y
neamente en la mayoría de las ciudades, inmediatamente después Martínez, 1948).
del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de El papel que en El Bogotazo jugaron la prensa y la radio fue cru-
1948, cuando las muchedumbres enfurecidas pretendieron deponer cial: las muchedumbres tomaron las principales emisoras públicas y,
al presidente de la República, a quien culpabilizaban indirectamen- mientras anunciaban que estaba ocurriendo una revolución en Co-
te del asesinato, e incendiaron edificaciones públicas y privadas, se- lombia, boicoteaban la impresión y venta de los diarios de mayor
des religiosas y periodísticas e íconos del progreso.' circulación (Fandiño, 1949). Simultáneamente, los agentes de pren-
Solo en Bogotá, es os días de desórdenes dejaron miles de muer- sa que acompañaban las delegaciones diplomáticas de los veintiún
tos y todo tipo de saqueos y desbarajustes.'
países de la América Latina, con excepción de Cuba —que no fue
invitado a participar—, enviaban cables a agencias de noticias, prin-
' La literatura de carácter documental publicada sobre estos eventos en esa fe- cipalmente de Washington, para informar del desorden que estaba
cha, da cuenta de las maneras en que precisamente los sucesos comunicaron sucediendo en la ciudad y en el país, que unos interpretaban como
dominios que hasta entonces estaban incomunicados entre sí; los autores de
inicio de una revolución bolchevique, y otros, como signo del "bar-
esos escritos no analizan estos enlaces, pero sí los describen. Donde se encuen-
tran con mayor claridad es en las crónicas sobre el 9 de abril de 1948 (ver, por barismo" característico de la América Latina (Díaz, 1948). Tam-
ejemplo, Manrique, 1948). bién, para informar de la interrupción de la Conferencia y de los
Los trabajos que vengo realizando desde esta misma perspectiva postulan que riesgos que todos corrían. A los pocos días, el gobierno colombiano
la crueldad es nuestra manera más común de reconocimiento (ver Zuleta,
2010a). retomó las grandes emisoras y reanudó la conferencia como si nada
Existe todo tipo de literatura al respecto, desde la publicada en esos días hasta hubiera pasado. Fue cuando se creó la OEA (Niño, 1949). Las ciuda-
la más reciente. Lo que rnás llama la atención a estos autores es que las mu- des se militarizaron para calmar las muchedumbres, pero los revol-
chedumbres hayan escogido íconos simultáneamente del 'progreso" y de la
"tradición", corno los tranvías y las iglesias católicas más estimadas (ver, por
ejemplo, Estrada, 1948; y Orrego, 1949).
El nombre El Bogotazo precisamente obedece a estos desórdenes ocurridos canta repercusión porque en el momento del asesinato de Gaitán estaban reu-
nidos en la ciudad diplomáticos y funcionarios de Estado de los países de la
en la ciudad de Bogotá, que también sucedieron en varias ciudades. Tuvieron Región, y el Secretario Marshall de los Estados Unidos (ver Canal, 1949).
90 NECROIOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCION EN AMERICA LATINA I ONOCIMI ENID CRUEL LOMO "IÉCNICA SUBJL`r1Vl DAD 91

toros continuaron la agitación en los campos valiéndose también de la ordenanza a los virreyes de la Nueva Granada, del rey español Car-
los medios de comunicación para magnificarla, mediante pequeñas los III que, complaciendo la petición de la emperatriz Catalina II de
emisoras y periódicos regionales, revistas y panfletos (Torres, 1963). Rusia, en lugar de continuar con la destrucción, ordenó conservar
Como sucede con cualquier desbordamiento que, al ser reprimi los archivos de las lenguas americanas, porque se requerían corno in-
do provoca inundaciones descomedidas, una vez que las fuerzas mili- sumos del proyecto en gestación de una gramática, en el que debían
tares apaciguaron a las muchedumbres que se habían tornado puestos hacer parte todas las lenguas del planeta, mayores y menores, en aras
de control municipal de las ciudades, bajo forma de juntas revolucio- de configurar una, universal (Castro, 2005). Según lo que interpre-
narias, explotó en los campos una guerra fuera de control, entre pe- tan, esta ordenanza, que estaba amparada en el supuesto que situaba
queños grupos armados guerrilleros, de autodefensa y cívico-militar, al tiempo en el centro de una nueva jerarquía geopolítica gobernada
que se declararon independientes de la tutela estatal (Vásquez, 1954; por la dirección colonial de los países hegemónicos de Europa occi-
Sierra, 1954; Franco, 1986 [1955]). Precisamente, se le dio el nom- dental, Francia, Inglaterra y Alemania, se apoderó del presente de los
bre de La Violencia a esta guerra campesina en la que se continuó pueblos y territorios colonizados, manera para juzgarlos como primi-
la violencia citadina entre grupos que se reconocían como liberales tivos, juicio que con arrogancia y desmesura, condujo al desprecio y la
o conservadores (Guzmán, Umaña y Fals, 1962). La guerra se dio a subordinación de poblaciones enteras (Castro, 2005: 19). Proponen
conocer por la particular crueldad que esgrimieron los combatientes, el siguiente argumento: ¡los hombres de ciencia criollos admitieron
quienes pusieron en práctica conductas propias del suplicio, y por el que su presente era un pasado que había que erradicar, cometiendo
refinamiento para amedrentar a poblaciones obligándolas a presen- "el pecado de la hybris"! De forma que, según estos análisis, los crio-
ciar esos actos (Hobsbawm, 1968 [1959]). La crueldad de La Violen- llos aceptaron y estimularon el ejercicio de toda suerte de desmanes
cia se informó al mundo, entre otras razones, porque políticos de las
en su territorio y sobre sus pobladores, en aras de extirpar de su há-
élites que se sintieron amenazados, se salvaguardaron en otros países, bitat el "pasado", del que se excluían, y de encaminar los territorios
muchos en calidad de diplomáticos, y divulgaron noticias de lo que hacia la modernidad en la que se reconocían (Castro, 2005: 18-19).
estaba ocurriendo desde su punto de vista, liberal o conservador (Ar- El problema que encuentro en argumentaciones como las an-
ciniegas, 1952). Esa confrontación campesina se generalizó y arraigó teriores es el basamento mítico en el que se entreveran, que, a mi
por casi veinte años. Entre 1948 y 1957 dejó 200 mil muertos, la ma- juicio, no es neoliberal, sino moderno, y está sostenido en un plan-
yoría, hombres menores de 25 años (Fluharty, 1957). teamiento de Michel Foucault que no me parece pertinente para
el análisis del neoliberalismo que nos convoca. De acuerdo con ese
planteamiento, el mito que fundamenta estas guerras entre "razas"
SUPUESTOS supone que el fin de la guerra requiere que se instituya como jefe
de las castas dominantes y dominadas, un elegido de la dominada,
Autores contemporáneos que buscan precisar los acontecimientos que, en su acto de posesión, jure defender el sentido de la cultura
que implantaron el neoliberalismo en América Latina, como San- dominante a costa de su propia cultura (Fouc ault, 2000). Según este
tiago Castro, se remontan al siglo xvIn cuando, de acuerdo con sus análisis, el jefe de la casta dominada se pliega y agacha mientras el
pesquisas, el colonialismo español introdujo el proyecto ilustrado líder de la dominante le coloca la corona, ceremonia que exige, que
(2005). Sitúan los inicios del ingreso de la Ilustración en 1789, con para gobernar, la casta dominada acepte someterse a los designios
de la dominante, y la dominante acepte ser representada por ese go-
92 NECROPOLEFICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA I.A>IINA EL RECONOCIMIENTO CRUEL COMO TÉCNICA DE SUBJETIVIDAD 93

bierno. Considero que estos ceremoniales entre "razas" dan treguas rompen sus amarres patronales, de clientelas, institucionales y hasta
a guerras territoriales entre, por ejemplo, colonizados y colonizado- del derecho, y constituyen multitudes ávidas de ganancias.
res. Además, que son propios del momento de la modernidad, en Critico también la perspectiva preponderante en Colombia, de
que el tiempo se independiza del espacio para, simultáneamente, los estudios políticos, que emplea la categoría Estado para explicar
capturar el espacio, manera como subordina el pasado y encamina el cualquier evento del país y por ahí derecho, para explicar sucesos
mundo a fundar el progreso en el futuro, a través de jerarquías en las comunes a la América Latina, como el populismo, las dictaduras y
que se escalonan territorios conquistados según escalas temporales; la violencia.' Razones como las siguientes me llevan a este recha-
como los escalones representan grados de progreso, los primeros los zo: en primer término, porque el énfasis que conceden al papel del
ocupan los pueblos colonizados, a los que se atribuyen cualidades Estado ocasiona que a sus exámenes sobre los conflictos armados
de lo irracional mientras que los últimos los ocupan los pueblos co- precisamente se les escapen los conflictos, cuando atribuyen a ám-
lonizadores, a los que se les atribuyen cualidades de lo razonable. bitos como la teocracia o el derecho, todo el peso de la cuestión. En
Asimismo, que estas imágenes de sumisión son distintas de las ex- segundo término, porque, al suponer que las prácticas de multitudes
presiones guerreras situacionales, como pueden ser las particulares son consecuencias pasivas e ineludibles de la aplicación de políticas
a "bárbaros" y "civilizados", asunto que desarrollaré más adelante: estatales, desvalorizan el papel de esas multitudes. En tercer lugar,
Me aparto además de estudios ele talante crítico que mantienen porque al relevar argumentaciones de tipo institucional y postulados
esa misma hipótesis pero respecto a eventos como El Bogotazo y La históricos asociados a ideas abstractas como evolucionismo social y
Violencia. Dichos trabajos explican tales eventos como efecto de una progreso, así como a comprensiones voluntaristas, épicas y elitistas,
gran conspiración fruto del ejercicio del poder del derecho, que pro- cobijan un punto de vista colonialista, racista y patriarcal. En cuarto
paga la política del desarrollo como condición para el fortalecimien- lugar, porque sus presupuestos movilizan valores positivistas y em-
to del imperialismo capitalista norteamericano.' Más bien creo que piristas englobados en los paradigmas del atraso y el subdesarrollo.
en cambio de obedecer a conspiraciones, tales sucesos son resultados Distanciándome de esas interpretaciones, ubico los gérmenes
de acciones de fuerzas liberadas, que no responden a intereses pre- neoliberales en acontecimientos de recolonización más bien que de
meditados sino a despertares y rupturas subjetivas en los que se mez- colonización.' En términos de la comprensión de la guerra, el giro
clan sentimientos de todo tipo, fascistas y libertarios, burocráticos y
revolucionarios, tradicionales y modernos, y en donde individuos
7 Me refiero a los estudios que pueden llamarse "clásicos" de la Violencia; pa-
radójicamente los más impactantes fueron elaborados por científicos extran-
jeros; se sustentan en la tesis de una falla estructural del Estado (Ver, por
ejemplo, Palacios, 2002 [1979] )
Esta diferencia la torno de los resultados de investigaciones que he hecho Me baso en el concepto de agenciamiento de Deleuze y Guattari en donde se
respecto a estas cuestiones donde planteo que categorías corno "bárbaros" y proponen nociones como recodificación y recolonización para dar cuenta de los
"civilizados" son aplicables a cualquiera; la aplicación de la categoría produce procesos sociales (Zuleta, 20106: 65). Los autores postulan que el aparato de
efectos específicos pero no la portan nadie en particular (Zuleta, 2011). Estado es uno de los ejes del agenciamiento "cuya naturaleza es capturar al deseo"
6 El germen de tales trabajos son los análisis de intelectuales gaitanistas y del
(1988 [1980]:436); este eje posee dos polos: uno despótico del que emanan sig-
Partido Comunista, publicados en las revistas Mito y Documentos Políticos. En nos representacionales, y uno popular de carácter pasional del que emanan signos
los sesentas y setentas, estos gérmenes dan origen a los Estudios Marxistas y subjetivos que se propagan mediante contagios uno a uno y se difuminan a través
a los Estudios de la Dependencia. En la actualidad, influyen en estudios neo- de redes; son como epidemias que comienzan en micro-gérmenes periféricos que
marxistas y culturales (Vieira, 1958; Mesa, 1957). infectan uno a uno las series de sus elementos (Ibid.: 125).
94 NE.( 'Z01)0111 iC , VIO1 I LI ,( 1( IN I N , V1111c, \ 1.M1NrV 1.fl El, RECONOCIMIENTO CRUEL COMO TÉCNICA DE sunp-mvirmr) 95

desde la colonización hacia la recolonización supone por condición trae consigo la modernización, que entiendo como un momento de
que se creen espacios simultáneos, en cambio de que se ordenen en goce re-colonial y que en lo que respecta al siglo xx, hasta antes de
secuencias temporales espacios sucesivos, que faculten que la domi- los cincuentas fue apenas audible, porque se confundió con las lu-
nación se propague a través de emisarios que no tienen la intención chas de movimientos políticos y sociales para implantar un Estado
de representar, sino de convertirse en reyes y que, para alcanzar tal social de derecho, no es proferido exclusivamente por élites criollas,
propósito, están dispuestos a pagar. A cambio del pago, la verdad sino que es un clamor de muchedumbres compuestas por fuerzas
a propagar los defiende, incluso con ejércitos, pero para apoyar el marginadas tradicionalmente por el derecho; más aún, creo que la
reino que está conformándose. La tarea de dichos agentes es crear modernización tiene ocasión porque ese grito de independencia es
públicos que valoren como útil volverse emisarios de la nueva ver- proferido por multitudes.
dad y que también deseen propagarla. En suma, mientras que la mo- Apelo a nociones bosquejadas por autores como Gabriel Tarde,
dernidad subordina el espacio a la sucesión, la modernización crea Gilles Deleuze y Félix Guattari, para postular que la potencia del
y administra espacios simultáneos, manera como multiplica agentes capitalismo ha consistido precisamente en poner en práctica un tipo
de una verdad siempre lejana y virtual, presente en múltiples imáge- particular de acciones de recolonización y recodificación entre lo
nes que hacen de guardianas de las acciones de propagación, pero local y lo global que, en su disposición de atraparlo todo, son indi-
que no simbolizan y enclaustran, sino que irradian y difunden. ferentes al tipo de sociedades donde actúan.m Desde este punto de
vista, considero que los acontecimientos de los que trato, aunque rz
poseen propiedades de insumisión, no por ello son libertarios, sino
engranajes de la máquina de sometimiento que opera en nuestro
PROPUESTA
país yen la Región. También considero que el reconocimiento cruel
No me anima la pretensión de precisar el momento exacto de la es una donación "activa" y no "pasiva» que países como el colombia-
emergencia de esa novedad, sino más bien, proponer otra mirada so- no, ofrecen al flujo capitalista»
bre la acción de la multitud que se aleje de las visiones que, presas en Tomo de Foucault el concepto biopolítica, en especial, las pro-
el supuesto de la victimización, explican la violencia política colom- posiciones según las cuales la constitución de las multitudes obedece
biana desde esta perspectiva. Y que llevan setenta años reiterando las al encuentro entre artes de gobernar y flujos económicos, encuentro
mismas imágenes mientras la guerra se perpetua.
Asumo que la condición del ejercicio neoliberal es la multitud,
más que la subordinación, y que, por consiguiente, su funcionamien- 1° Estos autores diferencian las sociedades capitalistas de otras sociedades;
to demanda de fuerzas afirmativas y activas, y no negativas y pasivas. según sus análisis, el capitalismo se caracteriza porque es fruto del mundo sin
Siguiendo estas premisas, postulo que el grito de independencia que Dios, en el que los valores no significan nada sino que son más bien consignas
que obligan a actuar, y los territorios no están prefigurados sino que se van
conformando por la acción que resulta de los comandos o "axiomas" (Deleuze
y Guattari, 1988/1980).
9 Tomo esta idea de la tesis del sociólogo francés Gabriel Tarde, presente en el 11 Parafraseando a Maurizio Lazzarato, el capitalismo está poblado de individuos
libro que se llama en español Manado/o/1a y sociología, publicado en francés libres e impotentes que solo pueden cuando se conjuntan y no pueden nada
en 1895. Según el autor, "en una sociedad ningún individuo puede actuar cuando se abandonan a ellos mismos (2007: 31). Efectivamente, la condición
socialmente, revelarse de una forma cualquiera, sin la colaboración de un gran del capitalismo es la libertad de los individuos que lo constituyen y en
número de otros individuos" (2007; 1885: 39). consecuencia, la acción y no la pasión.
96 NECROPOLITICA, VI01.1?.NCI A Y EXCIP( AÚN EN AMÉRICA LATINA EL RECONOCIMIENTO CRUEL COMO TÉCNICA DE SUBJETIVIDAD 97

que se cristaliza por dos operaciones: producir y ganar» En lo que se incomunicadas. Tales eventos jugaron el papel de resorte para que
refiere a la operación de producir, postulo que la "toma de concien- los flujos resonaran y adquirieran cada vez más potencia de propa-
cia" a la que me refiero cuando afirmo que la acción de las multitu- gación. Por otra parte, forjaron individualidades, puesto que libera-
des es activa y no pasiva, es efecto de la relación entre multitudes y ron fuerzas de deseo y creencia que antes estaban encerradas, que se
prácticas productivas; en lo que se refiere a ganar, equiparo el tipo articularon en función de la guerra y la ganancia, haciendo que sus
de multitud que se forja en estos años, a lo que Foucault entiende agentes pudieran reconocerse como actores y jugar un papel afirma-
como sociedad civil, y que define en función de públicos o consu- tivo que obedecía a la decisión de cada uno y al tipo de vínádo que
midores que se gobiernan mediante la ganancia, y no en función de cada cual establecía autónomamente con los otros, desamarrado de
derechos o principios." De forma que los medios de comunicación la tutela del patrón, el político o la institucionalidad.
facultan encuentros entre prácticas productivas y multitudes ávidas Mi hipótesis entonces relieva la conformación de públicos fru-
de ganancia, encuentros que generan resonancias entre afectos y ac- to de la acción de los medios de comunicación, que cumplen papeles
ciones multitudinarias. diferentes a los jugados por agrupaciones que pelean por la obten-
Ciertamente, El Bogotazo y La Violencia, promovieron la ac- ción de derechos específicos o por acceder al control del poder del
ción de multitudes al hacer circular flujos financieros y guerreros Estado, aunque se confundan con estos. Supone que el surgimiento
que atravesaron al país, ayudados por el voceo de los medios de co- de dichos públicos obedece a excesos, consecuencia de entrecruza-
municación y empujados por el desarrollo, en vez de, como ocurría mientos entre flujos sociales, políticos y económicos liberados de sus
antes, que esos flujos queden encerrados en zonas pre-delimitadas e anteriores amarres, y proyectos cuasi-fascistas escondidos en formas
tradicionalistas.
Empleo otro término de Foucault, el de subjetividad." Supongo
12 Foucault define este término corno el arte de gobierno sustentado en "meca- que las técnicas de gobierno que constituye este germen neoliberal
nismos inteligibles que ligan entre sí distintas prácticas y sus efectos, y que no actúan sobre conciencias, ni sobre cuerpos, es decir, no son ni
permitirán por consiguiente juzgarlas corno buenas y malas no en función de
representativas, ni disciplinares, sino que, en aras de propiciar toda
una ley o un principio moral, sino de proposiciones que por su parte estarán
sometidas a la división de lo verdadero y lo falso [...] Esto es el surgimiento suerte de diferencias, atrapan experiencias. De modo que, los flujos
tic un régimen de verdad como principio de autolimitación del gobierno [...] capitalistas provocan que las multitudes actúen desbocadamente
cierto régimen de verdad [...] que hizo que algo inexistente pudiera convertir- mediante la articulación de distintas intervenciones puntuales que
se en algo [...] Lo inexistente como real, lo inexistente como elemento de un
afectan directamente las pasiones, y no buscan nada en particular
régimen legítimo de verdad y falsedad E...] la política y la economía que no son
cosas que existen, ni errores, ni ilusiones, ni ideologías. Es algo que no existe y diferente a propiciar desórdenes. Dicho de otra manera, conforman
que, no obstante, está inscrito en lo real, corresponde a un régimen de verdad efectos de multitud.
que divide lo verdadero de lo falso" (2007 1979]: 37).
13
Dice Foucault: "El homo aeconomicus y la sociedad civil son dos elementos
indisociables. El horno aeconomicus es el punto abstracto, ideal y puramente
económico que puebla la realidad densa, plena y compleja de la sociedad civil. 14 Foucault entiende por subjetividad en esta acepción del liberalismo como el
O bien: la sociedad civil es el conjunto concreto dentro del cual es preciso dejar hacer, como quien acepta la realidad o "responde de manera sistemática
resituar esos puntos ideales que constituyen los hombres económicos, para a las modificaciones en las variables del medio" (2007 [1978/1979]:312); "a
poder administrarlos de manera conveniente. Por lo tanto, horno aeconnnicus ese principio de una elección individual, irreductible, intrasmisible, ese prin-
y sociedad civil forman parte del mismo conjunto, el conjunto de la tecnolo- cipio de una elección atomística e incondicionalmente referida al sujeto mis-
gía de la gubernamentalidad liberal (2007 1979]:336) mo, es lo que se llama interés" (./bid.: 313).
0 8 NI CRORDLITICA VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN ILN ANIERM LATINA
El. RECONOCIMIENTO CRUEL. COMO 1 11CNIC \ DE AD 99

La hipótesis que pretendo desarrollar, y que hasta ahora es pre- cialista, entusiasmada con el liberalismo desbordado del desarrollo,
liminar, sostiene estas premisas: primero, que fue a través de acon- propicia movimientos políticos armados de toda índole, al igual que
tecimientos de guerra, y del mercadeo de la muerte, así como de movimientos culturales y sociales "liberales", mientras fomenta or-
cuestiones mediáticas, en particular la radio y la prensa, que en el ganizaciones tipo red, intempestivas, por fuera de adscripciones mi-
país se dio el giro de la coacción a la libertad, giro que conformó una litantes cerradas, cuestión que hace de detonante subjetivo para que
sociedad civil liberal vinculada a través de decisiones individuales integrantes de partidos y sindicatos obreros, citadinos y campesinos,
sobre la guerra y la muerte, basadas en cálculos de costo-beneficio. rompan sus ataduras institucionales.16
Segundo, que esa "sociedad civil" hizo uso de idearios políticos más Llamo reconocimiento cruel en síntesis a la técnica de gobierno en
como pretexto para ser reconocida que como direccionamiento la que pobladores marginales, mediante el amedrentamiento arma-
moral y que entonces, paulatinamente, "aceptó" que el ejercicio de do, convierten el tráfico de la muerte en camino para advenir en indi-
prácticas de amedrentamiento y la conformación de redes de pro- viduos libres y para participar de pactos de civilidad. Dicha técnica se
vechos, eran caminos viables para volverse activa y participar de la configura por la extracción de sustancias nutrientes a costumbres fru-
racionalidad económica. Tercero, que la política de desarrollo se to de la herencia colonial, que naturalizan comportamientos abusivos
fortaleció y propagó a través de esas redes y como un experimento del "fuerte" hacia el "débil", a la vez que favorecen flujos económicos
macabro, estimuló la guerra desordenada y cruel como manera para autónomos, espontáneos y veloces. Mana a través de transacciones
empujar flujos económicos. Finalmente, que en la medida en que la individuales que siguen las rutas de propagación de las epidemias, y
subjetividad liberada favoreció que conjuntos de individuos toma- en lugar de oponer comportamientos legales e ilegales, militares y ci-
ran decisiones sobre la vida y la muerte de otros, en función del pro- viles, y formales e informales, a cada conjunto lo vuelve la condición
vecho que obtenían, las direcciones gubernamentales entraban en para la práctica del otro, en presuposición de reciprocidad.
contacto con direcciones económicas modernizadoras. Eso explica La técnica de gobierno de carácter popular resuena, a su vez,
que mientras se desataba la guerra campesina autónoma, junto con en formas estatales, efecto también de la herencia colonial, que se
acciones cívico-militares de amcdrentamiento y terror estatales, la insertan en máquinas burocráticas trabadas que empujan los flujos
economía creciera y se multiplicaran conexiones entre empresarios, económicos, sociales y políticos, y marchan al ritmo de sentimientos
gobernantes y sectores populares. alegres, de impotencia ante los estados de cosas y de actitudes festi-
La izquierda comunista juega un papel ambivalente en esta ma- vas, de negación de la realidad. Mientras los sentimientos de impo-
raña porque a la vez que impulsa la burocratización como modo tencia dan lugar al aprovechamiento de las circunstancia en aras de
para organizar sus agrupamientos obreros citadinos, impulsa la obtener beneficios individuales, las actitudes negadoras conforman
guerra como medio de autodefensa campesina, y autoriza que el
provecho individual, o de pequeños grupos, prime sobre la confor-
mación de colectividades, y que la racionalidad económica termine lo que denomina política de autodefensas (Comisión del Comité Central del
por volverse la dirección orientadora de las actividades guerreras en Partido Comunista, 1973 [1960]).
16 Me refiero al ala socialista de mediados del siglo pasado que hizo parte del
las agrupaciones populares que cobija.' A su turno, la izquierda so-
Partido Liberal, especialmente a la gaitanista. Va a promover, a partir de 1949,
organizaciones como las Guerrillas del Llano, en las que elementos liberados
de sus amarres tradicionales entran en conjunciones de todo tipo; unos años
15 En el momento de la Violencia, el Partido Comunista propicia que las comu- después, en 1955, crea la revista Mito; en 1957, funda el partido político Mo-
nidades campesinas en las que tiene influencia se organicen de acuerdo con vimiento Revolucionario Liberal (M.R.L.) (Dix, 1967).
100 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA EL RECONOCIMIENTO CRUEL COMO TÉCNICA DE SUBJETIVIDAD 101

mundos de imágenes sin cuerpo, de ideales en los que nadie cree, rro de servidumbre. Esa política que se propaga entre las redes de
movilizados por públicos diversos. Justamente, la negación de la rea- multitudes y se amplifica por los medios de comunicación, se entre-
lidad cristaliza en ilusiones que se cargan como amuletos guardianes vera en las luchas por derechos que también se magnifican en estos
de los actos de amedrentamiento y sirven para diferenciar e identi- años, y termina disimulándose en estas. Sin embargo, esta política
ficar al enemigo. de exterminio, que goza de propiedades situacionales y de multitud
El Estado de derecho que acontecimientos como El Bogotazo en cuanto siempre que aparece, fabrica intempestivamente eventos
y La Violencia configuran, es más virtual que actual, puesto que su multitudinarios, al moverse por fuerzas que se encauzan a liquidar
dominio se extiende o contrae, se debilita o fortalece, se acelera o cualquier clase de germen que de consistencia a formas organizativas
entorpece, de acuerdo con la fuerza de amedrentamiento que los flu- de carácter popular, sigue actuando y potenciándose a través de los
jos económicos demandan como medio para contener o propagar flujos liberados, aunque esté camuflada en las luchas por derechos.
explosiones de indignación. Su radio de acción es específico, no ma-
sivo, e imparta fragmentos poblacionales, identificados y marcados,
según requerimientos puntuales. Sus políticas, trazadas al azar, no
obedecen a planeaciones, sino que se conforman espontáneamente CONCLUSIONES
y de modo desordenado, a tono con el vaivén de los flujos económi- Estamos acostumbrados a explicar nuestros asuntos recurriendo a
cos impulsados también por contingencias de contención y propa- concepciones del "orden", mas no del "desorden"; también a pen-
gación de la ganancia. sar el desorden como nuestra enfermedad, igual que la pobreza, la
Vista de esta manera, la política de modernización que inaugu- violencia y la injusticia. Nos contemplamos querámoslo o no, como
ran estos eventos en el país, permite que, por primera vez, por lo me- experimentos democráticos fallidos, como pueblos que no han logra-
nos en el siglo xx, los sectores populares se vuelvan agentes activos y ,
do configurarse en tanto tales, como sociedades que no han logrado
tomen decisiones libres respecto a sus acciones, que a su vez impactan construir formas de gobierno válidas. Quisiéramos ser distintos, pa-
al Estado de derecho, que va contorneándose al ritmo de su actuar, recernos más a otros, ser en últimas, mucho más "blancos".
sin necesidad de transformarse realmente, sino tan solo simulando No evado nuestras dificultades ni tampoco las afirmo, sino que,
que se transforma. Mientras las multitudes entusiasmadas pero im- con este tipo de ejercicios de interpretación histórica, quiero abrir ven-
potentes porque creen en nada, fortalecen los flujos de la guerra, y tanas que dejen entrar aire fresco para contemplarnos de otras mane-
se aprovechan alegremente de los mismos en la medida en que van ras. Más que recurrir a planteamientos "mayores" sobre las sociedades
armando multitudes desorganizadas y dispuestas a amedrentar para o sobre la política, los primeros sustentados en valores que se despren-
obtener provechos, el Estado hace uso de sus viejas maquinarias crue- den de categorías institucionales y los segundos amarrados a categorías
les y trabadas, que conducen a que, en cada traba, y como resultado como el Estado, siempre presupuestas e idealistas, quiero invitar a em-
de suplicios, los flujos financieros aumenten la ganancia. plear planteamientos "menores", de carácter más pragmático.
Entre todos, multitudes, empresarios y gobernantes, van dan- Pensar el desorden afirmativamente demanda utilizar otras
do forma a una política de exterminio en la que se encabalga el fas- ideas, no necesariamente inventadas por nosotros, pero que por lo
cismo que se liberó de sus dominios conservadores y liberales, las menos no nos excluyan o nos acallen, sino donde nos reconozcamos;
costumbres burocráticas crueles que se liberaron de sus amarres ins- como lo propusieron los filósofos estadounidense Charles Pierce y
titucionales, y las prácticas capitalistas que se liberaron de su encie-
102 NECROPOLÍTICA, VIOLENCI:\ Y EXCEPCIÓN PN A,AfI It1C . \ I.. l'IN. \ la. RECONOCIMIENTO COMO TÚ:CNIC.:\ DE SUBjETIVIDAD 103

William James, a finales del siglo xix y en los principios del xx, esta En Colombia llevamos doscientos años de reiteración, no solo
tarea supone considerar los significados de las cosas como resultado de los discursos sino de l as prácticas de sometimiento. Creo que es
de los usos prácticos que se hacen de éstas. En palabras de James: importante que las ciencias sociales dejen de dedicarse a captar la
Para lograr una perfecta claridad en nuestros pensamientos de un reiteración que mantiene contenidas las mezclas que nos consti-
objeto, por consiguiente, necesitamos sólo considerar que efec- tuyen, y más bien se propongan captar las novedades, aquello que
tos concebibles de orden práctico puede implicar el objeto, qué precipita las mezclas y las arrastra a convenirse en otras cosas. En
sensaciones podemos esperar de él y qué reacciones habremos de eso consiste mi invitación: en proponer que la historia se aparte del
preparar. Nuestra concepción de tales efectos, sean inmediatos o medio que la contiene y, entre en otros, como tentativa para desatar
remotos, es, pues, para nosotros, todo nuestro concepto del obje-
nuestra memoria de su voluntad de dominio.
to ([19011984:47).

Pensadores como Tarde, también a finales del xuc, emplearon la prag-


mática con la pretensión de concebir los objetos sociales, o filosóficos,
como átomos abiertos compuestos de diferencias. La preocupación
de estos autores era encontrar un camino no metafísico para pensar la
comunicación entre materia y espíritu, consecuente con los resultados
de las investigaciones científicas que anunciaban el carácter infinitesi-
mal del mundo. En palabras de Tarde:
Creo que hay aquí suficiente para probar que la ciencia tiende
a pulverizar el universo, a multiplicar indefinidamente los seres.
Pero decía más arriba, no tiende menos a unificar de manera ní-
tida la dualidad cartesiana de la materia y el espíritu. Por eso ella
corre, no digo a un antropomorfismo sino a un psicomorfismo
inevitable (2006 [1895]: 30-31).

Pensadores más contemporáneos como Deleuze, Guattari o Fou-


cault, postulan variaciones al pragmatismo, para construir puentes
de comunicación entre dominios disímiles, como la filosofía, la his-
toria y la política. Deleuze entiende la pragmática como el análisis
de las mezclas, de forma tal que pueda extraerse el Rujo que arrastra
la mezcla, y separarlo del que la contiene. Dice:
lo que debo hacer cuando analizo algo es dividir la cosa en una
tendencia pura que la arrastra [...] y en una impureza que la com-
promete, que la detiene (2009[1981-1982]:21).

La novedad, desde esta acepción, ocurre cuando la tendencia pura se


escapa del medio que la contiene y fabrica otro.

*
BIOPOLÍTICA Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE
DE COLONIALIDAD / DES-COLONIALIDAD

PABLO FARNEDA

RESUMEN
Como explicara Michel Foucault a lo largo de 1976, el proceso
biopolítico de la modernidad se funda en la optimización de la
productividad de la vida, dada por la articulación entre extrac-
ción y producción de saber y redes de relaciones de poder, en
base a procesos biológicos de conjunto. Nos proponemos argu-
mentar, extendiendo esta reflexión, que la biopolítica moderna
encuentra su fondo y fundamento en la constitución misma de
la modernidad colonial, posible de fechar precisamente en la
conquista y colonización de América, como el genocidio fun-
dante de los genocidios biopolíticos contemporáneos.
Consideramos, además, urgente la necesidad de abrir las
preguntas sobre la biopolítica a perspectivas latinoamericanas
que desplacen y reconfiguren nuevos modos de pensar estas pro-
blemáticas: ¿Qué nuevos desafíos desatan para el pensamiento
sobre la biopolítica las concepciones de vida, vivo y "formas de
vida', que emergen en los saberes descoloniales ? ¿Cuáles son
las pistas trazadas por el pensamiento americano, amerindio y
mestizo para explorar la relación en la que lo político se vincula
a lo vivo?
luú \ RLI>DL11 , ■ \ Y X( IP, ' A \ \II 1:1( \ II\ \ BIOPC)LiT1( Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE... 107

EN-CLAVE COLONIAL quienes de una u otra manera aparecen inscriptos o en diálogo con
En el último capítulo de La voluntad de Libe) (2002), "Derecho de el pensamiento foucaultiano.'
muerte y poder sobre la vida'', N1ichel Foucault perfila algunos de los Todas estas líneas ayudan a definir y especificar las "regiones"
conceptos que aborda en el curso de ese mismo año, y que ha sido abarcadas por esta noción, con la intención, antes que de acotarla
publicado en español bajo distintos títulos (1996; 2000). y disciplinarla, de mantener en ella la. potencialidad para nombrar
Su punto de partida para pensar la biopolítica corno desarro- ciertos procesos de producción de realidad contemporánea. Por
llo de los estados modernos occidentales reside en historizar, en esto, Pablo Rodríguez (2009) considerará a la noción de biopolíti-
Europa, a partir de los siglos xvii y XVIII, el paso de unos modos ca uno de los acontecimientos teóricos más importantes de las, últi-
y prácticas de poder que consistían en "hacer morir y dejar vi- mas décadas en el pensamiento político y filosófico, en tanto capta
vir" (propios de las llamadas sociedades de soberanía) a nuevas la complejidad en que se entretejen las dimensiones de la política, el
tácticas y estrategias que tomarán a la vida como blanco de ad- cuerpo y la vida en las sociedades occidentales contemporáneas: "la
ministración, producción, regulación, y que consistirán en "hacer biopolítica es el ingreso completo del cuerpo y de la vida en los cálcu-
vivir y dejar morir". De esta manera se constituyen y afianzan las los de la política, en tanto esto caracteriza a la modernidad [discipli-
llamadas sociedades disciplinarias. naria] respecto de otros períodos históricos" (Rodríguez, 2009: 2).
Ya no se trata de un poder soberano que decide sobre la Así, el proceso biopolítico de la modernidad se funda en la
muerte de sus súbditos según su voluntad y esgrimiendo una optimización de la productividad de la vida, dada por la articu- f

juridicidad, sino de una organización de poder estatal que ad- lación de formas de extracción y producción de saber que sostie- -
ministra la vida en base a la preservación y regulación de la mis- nen redes de relaciones de poder, en base a procesos biológicos
ma, fundada un procesos biológicos de conjunto en relación a de conjunto que se ven expresados en la individualización de los
su productividad. cuerpos de los sujetos. Este proceso, que Foucault llamará biopo-
Partiendo de La voluntad de saber, Michel Foucault irá re- der, masifica e individualiza a un tiempo, inscribe los cuerpos en
tomando distintos desarrollos sobre biopolítica en sus cursos variables poblacionales (biopolítica) y los subjetiva disciplinaria-
Defender la sociedad (2000), Seguridad, territorio y población mente de manera individual (anátorno-política) (2005: 23-24).
(2006) y Nacimiento de la biopolítica (2007), e irá produciendo Pero como el propio autor dirá, paradójicamente...
desvíos que, en su propio pensamiento, llevan a recorrer nocio- [...] sin embargo, nunca las guerras fueron tan sangrientas como
nes como las de gubernamentalidad, sociedades de seguridad, ra- a partir del siglo xix e, incluso salvando las distancias, nunca
cismo, población y constitución de los públicos. hasta entonces los regímenes habían practicado sobre sus pro-
Además del desarrollo que Foucault dedicó a aquellas reflexio- pias poblaciones holocaustos semejantes. [...] se educa a pobla-
nes, este campo teórico se ha constituido en el cruce de una multipli- ciones enteras para que se maten mutuamente en nombre de la
necesidad que tienen de vivir. Las matanzas han llegado a ser
cidad de aristas abordadas por pensadores como Giorgio Agamben, vitales (2002: 129).
Maurizio Lazzarato, Roberto Espósito, Antonio Ncgri, entre otros,

Esta constelación de autores y sus líneas de problemáticas desarrolladas es una


entre otras posibles de rastrear a partir de las nociones de biopolítica y biopo-
der desplegadas por Foucault.
108 NECROPOT .ITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA BIOPOLÍTICA Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE... 109

Si bien es innegable la necesidad del análisis foucaultiano para com- para la biopolítica, en tanto el pensamiento y el conocimiento,
prender el capitalismo moderno, encontrarnos en esta cita un punto las formas de pensamiento y conocimiento descoloniales se ven
de divergencia en la lectura que estarnos, por nuestra situación his- forzadas a pensar la vida, otra vez, y desde parámetros radical-
tórica y geográfica, forzados a señalar. Siguiendo una línea de pen- mente diferentes a los occidentales.
samiento descolonial americano, proponernos situar el antecedente Simplemente intentamos señalar acontecimientos que pue-
directo de este proceso que marca el afianzamiento del capitalismo den replantear lo que consideramos hasta ahora como "sur-
moderno, en la experiencia de la conquista y la colonización llevada gimiento" de la biopolítica, por un lado, y como pensamiento
adelante durante los dos siglos precedentes al surgimiento de lo que latinoamericano por otro, en tanto nuestras realidades profun-
Foucault denomina biopoder. damente biopolitizadas, son herederas de una conquista y un ge-
Por un lado, como indica Enrique Dussel (1994), el surgi- nocidio previo. Por lo tanto, no se trata de exigirles a los autores
miento de la modernidad debe señalarse no en hitos fundantes europeos que piensen "sobre" América (pues esto es lo que ya
de una historia cultural intra-europea, sino en la conquista y han hecho demasiado), sino proponernos e invitarnos, a quienes
colonización de América como precedente al único proceso de habitamos los espacios de saber/poder en Latinoamérica, las ins-
acumulación que puede dar origen al capitalismo: la expoliación tituciones educativas y universitarias, a pensar desde América las
de las riquezas de los territorios colonizados y la destrucción de situaciones locales-globales que nos atraviesan. Esto no se perfila
cualquier otra forma de organización social, política y económi- como una exigencia o un deber ser del pensamiento, sino como
ca en los mismos. el intento de activar una potencia colectiva que nos funda y nos
De ótra manera, como señala Svetan Todorov (2008), la resitúa frente a los desafíos presentes.
historia de los genocidios que la biopolítica moderna produce Los saberes descoloniales necesitan formularse atendiendo a
y sostiene, sean estos de alta intensidad y fechables, o de baja los problemas complejos de nuestras subjetividades, que exigen,
intensidad en procesos continuos de pauperización planetaria, no solo, o no tanto, transformar de manera profunda las rela-
deben encontrar su antecedente directo y causal en el genocidio ciones sociales, económicas, políticas, culturales, inter-subjetivas
fundante de 1492: que los latinoamericanos mantenemos con los actuales y/o futu-
ros centros coloniales del poder, sino transformarnos a nosotros
La conquista de América es lo que anuncia y funda nuestra
identidad presente; aun si toda fecha que permite separar dos mismos respecto a los ideales y jerarquías que hemos sostenido y
épocas es arbitraria, no hay ninguna que convenga más para sostenemos. Solo desde este lugar es posible una real descoloni-
marcar el comienzo de la era moderna que el año 1492, en que zación de las vidas en los distintos planos.
Colón; atraviesa el océano Atlántico [...]. El encuentro nun- Siguiendo a Svetan Todorov, intentaremos señalar algunas ca-
ca volverá a alcanzar tal intensidad, si esa es la palabra que se racterísticas de la relación de Conquista que funda tanto a América
debe emplear: el siglo xvi habrá visto perpetrarse el mayor ge-
como a Europa en los últimos 500 años, y que aparecen reactualiza-
nocidio de la historia humana (2008: 15).
das en algunas dimensiones biopolíticas contemporáneas.
Consideramos indispensable resituar la perspectiva biopolítica
desde una historia del encubrimiento y la conquista de América,
no ocurrida hace 500 años, sino perpetuada desde hace 500 años.
Esta problemática despliega una serie de nuevas interpelaciones
110 NUCROPOLÍTTGA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN \MLIIICA LATIN A Bjcp( h i(, VII) i IURAS I,N .\\ III

COLONIALIDAD Y LENGUAJE (O LA HERENCIA desencantamiento, en donde la palabra comie nza a despojarse de su


DEL LENGUAJE COLONIAL EN EL LENGUAJE BIOPOLÍTICO) dimensión ritual, mágica y potente.
Como señalamos al comienzo, la biopolítica debe ser fundamental- La lengua es concebida como un instrumento concreto de acción
mente comprendida dentro de su lógica de producción, extracción y sobre el otro... [en tanto] en la primera gramática española [An-
acumulación capitalista de saber-poder, pero este es un rasgo presen- tonio de Nebrija, 1492] hay una actitud nueva, ya no de venera-
te ya en los modos de operar del lenguaje en la Conquista. En este ción de la lengua, sino de análisis, y de toma de conciencia de su
utilidad práctica [...]. Para caracterizar su propio discurso, Cortés
sentido, el lenguaje biopolítico es heredero del lenguaje colonial.
encuentra, significativamente, la noción retórica fundamental de
En su libro "La conquista de América. El problema del otro" "lo que conviene": el discurso está regido por su meta, no por su
(2008), Todorov realiza un exhaustivo análisis de los discursos de y objeto (Todorov, 2008: 146-153).
en torno a la Conquista, de la manera en que el lenguaje deviene fac-
tor de conquista. Así, no solo se trata de un lenguaje que se impone Una concepción de la lengua en su dimensión utilitarista, como di-
sobre las "cosas" y el "mundo" que es "natut al'', virgen, para los espa- seño de una estrategia de acción sobre el otro, en pos de obtener un
ñoles, de toda cultura hasta su llegada (razón por la cual bautizan máximo beneficio, ya está en marcha en la Conquista:
absolutamente todo, y los nombres previos, dados por los amerin- Cuando Cortés debe expresar su opinión sobre la esclavitud de los
dios, son sistemáticamente negados), sino que, fundamentalmente, indios, solo considera el problema desde un punto de vista: el de la
Europa funda una relación pragmatista, utilitaria con el lenguaje. rentabilidad de la empresa Ese es el punto de partida de su ra-
Esta relación en que el lenguaje es modo de apropiación tiene zonamiento, que en seguida se ocupa de buscar las formas de sumi-
por supuesto una raíz profundamente judeo-cristiana: la Palabra de sión que traerían mayores ganancias al rey (Todorov, 2008: 161).
Dios crea al mundo, y le cede al hombre un poder jerárquico "sobre" Este modo de relación con el lenguaje es profundamente biopolíti-
las demás especies cuando las hace pasar frente suyo, "para nombrar- co y da cuenta de dos grandes procesos modernos disciplinarios: el
las". Pero presenta ya rasgos propiamente modernos. el lenguaje es sometimiento de todos los discursos de saber a parámetros técnico-
instrumento de medición, cuantificación y matematización del cientificistas, una analítica del lenguaje que funda el modo moderno
espacio y el tiempo desde el Renacimiento, un proceso de constitu- de conocimiento, y, por otro, lado una máxima extracción de pro-
,

ción cultural de modos perceptivos, afectivos y cognitivos, en donde ductividad tanto de los modos de saber como de los modos de vida,
el surgimiento de las ciencias modernas, la invención de la perspec- a costa de las propias vidas.
tiva en la pintura, la matematización de la guerra, la representación El lenguaje comienza, desde aquella primera gramática sancio-
cartográfica del espacio geográfico, la medición del tiempo de ma- nada paradigmáticatnente en 1492, u n largo proceso de instituciona-
nera continua y homogénea a través del reloj son sólo algunos de los lización y disciplinamiento, problema que se convertirá en elemento
rasgos que jugarán un papel esencial en la constitución de la racio- clave y estratégico de la dominación colonial: la imposición de las
nalidad instrumental propia de la matriz técnica moderna (Crosby, lenguas coloniales sobre los "dialectos primitivos" de las colonias,
1998; Mumford, 1982). Así, lentamente el mundo deberá adecuarse Pero a su vez sentará el precedente del rol que jugará este disciplina-
a un lenguaje de lo medible y cuantificable, al mismo tiempo que miento del lenguaje al interior de las instituciones biopolíticas por
el lenguaje deberá adecuarse a un mundo en creciente proceso de excelencia de la modernidad: la salud y la educación.
112 NECROPOLÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA BIOPOLITICA Y VIRA: LECTURAS EN CLAVE... 113

COLONIALIDAD Y NECROPOLÍTICA la mentalidad moderna, igualitarista y economicista (Todorov,


(O LA PRODUCCIÓN SISTEMÁTICA DE LA MUERTE 2008: 175-176).
COMO HERENCIA COLONIAL)
Así, entre las causas de la administración gradual de la muerte en
Si la biopolítica se caracteriza por producir sistemáticamente la América, para extender la vida en Europa, se encuentran en relación
muerte con el argumento de mantener la vida, tampoco podemos creciente de cantidad de muertes producidas: los homicidios directos
dejar de afirmar que esto es ensayado en la Conquista: en guerras o fuera de ellas, los malos tratos, el abuso y el sometimiento,
y por enfermedades debido al "choque microbiano", que si bien mata a
A mediados del siglo xvI, de los 80 millones que poblaban las
Américas previo a la conquista, quedan 10.0 si nos limitamos a la mayor parte de la población sin poder atribuirse como causa direc-
México: en vísperas de la conquista su población es de 25 millo- ta, es utilizada como arma de lo que es ya una guerra bacteriológica.
nes, en el año 1600 es de un millón. Si alguna vez se ha aplicado
Una de las principales causas de despoblación ciertamente fueron
con precisión a un caso la palabra genocidio, es a este. Me parece
las enfermedades, pero los indios eran especialmente vulnerables
que es un record, no sólo en términos relativos (una destrucción
a ellas porque estaban agotados por d trabajo y ya no tenían amor a
del orden del 90% y más), sino también absolutos, puesto que
la vida, por 'la congoja y fatiga de su espíritu, que nace de verse
hablamos de una disminución de la población estimada en 70 mi-
quitar la libertad que Dios les dio, porque realmente los tratan los
llones de seres humanos (Todorov, 2008: 163).
españoles muy peor que si fueran esclavos' (Pomar, Juan Bautista,
Este proceso de matanza está supeditado a la lógica de la ganancia y la Relación de Texcoco, 1582; citado por Todorov, 2008: 165).
rentabilidad de la empresa, como señalamos más arriba, y atravesado En la Conquista está ya inscripta una relación entre vida, cuerpo y
por una concepción que ya se actualiza y naturaliza en la Conquista, política que consiste en la administración de las circunstancias en pos
la que señala a la vida como reducible y posible de ser sometida al de su máximo rendimiento y aprovechamiento. Si bien es innegable
sistema de valor moderno: el equivalente único, en relación con la que este proceso carece de la disciplinarización del Estado, que dará a
cuantificación y homogeneización de todo lo posible de ser traduci- la modernidad su tono biopolítico, se encuentra ya una característica
do a este equivalente. que no ha dejado de definir de igual modo a las sociedades disciplina-
El deseo de ser rico ciertamente no es nuevo, y la pasión del oro rias modernas: el "costo productivo" de estas sociedades sigue siendo
no tiene nada de específicamente moderno. Pero lo que sí es más la pauperización de las 4/5 partes del planeta. Una relación específica
bien moderno es esa subordinación de todos los demás valores a entre adentro y afuera aparece ya aquí: el adentro es occidental, el
éste [..1. El dinero no solo es el equivalente universal de todos afuera es el resto del mundo.
los valores materiales, sino que también significa la posibilidad
Esta relación da cuenta de un racismo presente y atraviesa toda
de adquirir todos los valores espirituales L 21 L.1. Esta homogenei-
zación de los valores por el dinero es un hecho nuevo, y anuncia
la modernidad. Esto había señalado Foucault en su curso Defender
la sociedad (2000), también editado en español como Genealogía del
racismo (1996a):
2
Hoy podríamos analizar este acceso a los "valores espirituales" corno lo que no digo que el racismo haya sido inventado en la época en que estoy
podemos llamar bienes inmateriales, informacionales, lógicas ligadas a la pro- examinando. El racismo existía ya desde hace mucho tiempo atrás.
ducción virtual y visual, el signo, los "servicios'', la producción inmaterial del Creo sin embargo que funcionaba en otra parte. Lo que permitió
capitalismo contemporáneo caracterizado por Franco Berardi (2007) corno la inscripción del racismo en los mecanismos del Estado fue justa-
"serniocapitalismo".
114 NECII(WOLLIICA, vroLEN(1,‘ Y EXCFPC1( ., \ 1, I B101'01 .1. '11( Y VED '1: LECTURAS 4;N CLAVE— 115

mente la emergencia del Biopoder [anátomo-polí rica del cuerpo: tales, forzados por la pauperización planetaria y la crisis ecológica
biopolítica de la población]. Es este el momento en que el racismo
generalizada. La experiencia inédita del mestizaje latinoamericano
se inserta como mecanismo fundamental del poder V según las mo-
dalidades que se ejercen en los Estados modernos (1996: 206). abierta hace 500 años continúa hasta el presente signada por un ra-
cismo fundante, y que se actualiza en las identidades que producen
Una ciencia del racismo: anatomía, criminología, antropología... y sostienen los Estados-Nación modernos. La raíz afro-indo-ame-
saberes en función de articulaciones disciplinarias y estatales de po- ricana es sistemáticamente devaluada cuando no negada, como en
deres. Sin embargo, más allá de esta aclaración, tampoco podríamos el caso del discurso identitario argentino, que se constituye casi ex-
asumir la categoría de racismo como una noción trans-histórica, clusivamente en base a la inmigración de finales de siglo XIX, ocul-
sino que más bien pretendemos leerla en la reflexión que sostiene tando complejos procesos históricos y sociales presentes antes de la
Eduardo Gruner: constitución del estado moderno. Las identidades son leídas así des-
Todas las épocas y sociedades conocieron o practicaron alguna de paradigmas evolucionistas e higienistas que hacen matriz con la
forma de etnocentrismo, de segregación, de autoafirmación me- biopolítica del los siglos xIx y xx.
diante la exclusión o la discriminación de un "otro"... [Pero] el
racismo, tal como lo conocemos y lo concebimos actualmente,
es un "invento" estrictamente occidental y moderno" (2010: 1).
EN-CLAVES DESCOLONIALES
Gruner, al igual que Todorov, afirma que el origen de la "teoría cien-
tífica" que caracteriza al racismo hay que rastrearla en el brutal cho- Pero un desafío inédito se abre paso entre todas estas problemáticas
que, encuentro/desencuentro, producido en 1492 entre Europa, y señaladas, y es aquel que apunta a rastrear dos líneas posibles para
un radicalmente otro, acontecimiento singular que funda nuestro dar un salto más allá de las lecturas de la "captura» biopolítica: por
«saber" sobre el otro: un lado intentaremos señalar la paradoja que habita la propia noción
de biopolítica, cuando el pensamiento de la filosofía contemporánea
Fue allí, en ese primer gran encuentro de Occidente con un
"Otro" inesperado, inaudito (asiáticos y africanos ya les eran algo europea despliega las potencias del concepto para replantear y rede-
más familiares), que comenzaron a proliferar las representaciones fi nir la noción de vida como potencia de configuración, al interior
más delirantes de esa otredad insólita, cuya contrapartida fue la de la ciencia, la filosofía, y las prácticas políticas. Así, tanto Michel
conformación del imaginario identitario moderno (2010: 1). Foucault como Gilles Deleuze abordarán, al final de sus vidas, y en
cada uno de sus últimos textos, la noción de vida como inmanencia y
Estos hechos se ven reforzados por la expulsión de judíos y árabes de
como experiencia que redefine nuestros modos de saber-poder. Des-
la península ibérica, también en 1492, otro rasgo que viene a afirmar
de estas perspectivas serán abordados después en parte por Giorgio
una noción de identidad europea «pura".
Agamben (2007) y Antonio Negri (2007).
Si bien el racismo no es exclusivamente biopolítico, sí es, en tér-
Por otro lado, existe otra paradoja activa o activada por la propia
minos de discursos científicos y de modos de saber sobre el otro,
biopolítica: la producción y extracción de saber-poder que la matriz
exclusivamente moderno, y este es otro rasgo que constituye a la bio-
política contemporánea. colonial-moderna ha hecho emerger: una serie ele prácticas, saberes,
transmisiones, conocimientos, reflexiones, que exceden con mucho 4
Esta dimensión no es menos problemática en el Occidente ac- '

el proyecto moderno, el propio proyecto occidental de control y ges-


tual, marcada por procesos migratorios de escalas intercontinen-
116 N IÍCIi( )1>OLÍTICIA, VTOI.ENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMERICA !ATINA BIOPOLÍTICA Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE... 117

tión del conocimiento; y ha puesto en relación actual y virtual ele- relación es paradójica y contradictoria muchas veces, pero ese es tal
mentos heterogéneos de experiencias culturales remotas en tiempo vez el tono de nuestras experiencias contemporáneas.
y espacio, que vuelven como fuerzas desconocidas y potencias inusi- Intentaremos exponer de qué manera estas dos líneas señaladas
tadas a forzar el pensamiento y los problemas filosóficos planteados respecto a la biopolítica como potencia se tocan y entrecruzan en
hasta ahora. Las crisis del paradigma de naturaleza-cultura que divi- otras formas de pensar el cuerpo y la vida, primero en la propuesta
de y sustenta tanto a las nociones de vida como de política occiden- filosófica de Gilles Deleuze, Félix Guattari y Michel Foucault, para
tales se ve interpelado por experiencias políticas, de conocimiento, presentar luego algunas perspectivas investigadas por el antropólo-
transmisión y pensamiento que articulan cosmovisiones otras, onto- go Eduardo Viveiros de Castro acerca de las concepciones amerin-
logías denegadas por el pensamiento moderno, y que emergen en el dias amazónicas sobre el perspectivismo, cuerpo, alma y vida.
medio del agotamiento material y de sentido de nuestras realidades.
Solo por señalar algunas experiencias que deberán forzarnos a
pensar de qué manera se transforman las realidades latinoamerica-
nas, nombramos aquí las prácticas indias de democracia comunitaria LA PROPUESTA FILOSÓFICA DE LA MÁQUINA
en el México zapatista, las experiencias de reforma de la constitu- FOUCAULT-DELEUZE EN TORNO A LA NOCIÓN
ción de Bolivia y Ecuador para pasar a ser Estados Plurinacionales, DE VIDA COMO POTENCIA
la lucha por la inclusión en los marcos occidentales de derecho de la ¿El conocimiento de la vida sólo debe ser conside-
propiedad comunal, y los llamados derechos de la "naturaleza". Estas rado como una de las regiones que depende de la
cuestión general de la verdad, el sujeto y el conoci-
nociones interpelan lo más caro del pensamiento occidental sobre la miento? ¿O acaso obliga a plantear de otro modo
política, la propiedad, el cuerpo y la vida para disparar y/o actuali- esta cuestión? ¿La teoría del sujeto no debe ser
zar los territorios que definen tanto a la vida como a la política. No reformulada desde el momento en que el conoci-
miento, más que abrirse a la verdad del mundo,
pretendemos indicar aquí que las experiencias señaladas son «bue- está arraigado en los "errores" de la vida?
nas" per se, y como simple oposición a la matriz colonial biopolítica Michel Foucault
moderna. Intentamos más bien expresar la complejidad que hace
La pregunta por la biopolítica y por el problema de la vida tal vez sea
su entrada en el pensamiento de las instituciones occidentales en el
la oportunidad histórica del pensamiento moderno/post-moderno
violento choque con otras experiencias y matrices de pensamiento.
para escapar finalmente a su dicotomía fundante y reduccionista de
Puede, por ejemplo, continuar pensándose lo que llamamos "natu-
Naturaleza/Cultura, que ubica todo el tiempo y cada vez, de manera
raleza" dentro del derecho canónico occidental desde el paradigma
universal y particular a un tiempo, el problema del modo humano
de la división naturaleza/cultura que funda a Occidente y al dere-
fuera del problema de la vida como campo de inmanencia.
cho occidental mismo? ¿Es capaz el estado moderno de contener y
Desde el paradigma humanista de la modernidad, lo humano
dar cabida a experiencias pluri-nacionales ? ¿Es la lucha de los movi-
es pensado cada vez como ex-cepción de la naturaleza, como ex-
mientos sociales una lucha simplemente por la inclusión dentro de
istencia, que significa literalmente lo que se encuentra o posiciona
los derechos del Estado Moderno? ¿Qaé relación mantiene la inclu-
sión de minorías dentro de los derechos y las protecciones del Estado fitera de. La metafísica occidental, al atribuir conciencia únicamen-
te al ente humano, no puede concebir al humano más que como el
con una transformación en las relaciones que sostienen las lógicas de
único ente existente real, aquel que se encuentra en el ser y fuera del
dominación, exclusión, racismo y explotación? Definitivamente, la
118 NI1CROPOI.111(1 11, VIO1.ENC1 11 Y EXCI1PCION EN Al\11 1:121(1. \ LATINA \ Y VIDA: 1,1tC > E1112, \11 1T81 (11. \VV.. 119

ser a un tiempo, único ser con conciencia de sí, dador absoluto y lo no orgánico, a comprender la vida no orgánica de las cosas (De-
total de sentido del mundo. Esta definición de humano, por supues- leuze, 2009: 103), el carácter estratificado de los flujos de la Tierra,
to, histórica y social, se asemeja excesivamente a la definición que lo las constituciones geológicas, las síntesis químicas, las interioridades
europeo da de sí mismo en relación al resto de los modos culturales orgánicas y los interestratos psíquico-colectivos (Deleuze-Guattari,
existentes: humano es, para el humanismo eurocentrado, hombre- 1988: 47-80) como dimensiones todas presentes en una vida, en una
blanco-heterosexual y propietario, dador de nombre, bautizador y, vida cualquiera, más allá del sujeto y del objeto, más allá del cuerpo
por ende, dador de existencia, creador y productor, en definitiva, organizado. Por eso la Tierra puede ser pensada como el primordial
dominador de las palabras y de las cosas, dominador de la naturaleza cuerpo sin órganos (CsO), antes de la vida biológica, corno cuerpo
concebida como cosa bruta en sí, in-animada. vivo en pura intensificación de flujos, aceleraciones, densificaciones,
Dentro de este paradigma, el problema de la vida es un monstruo capturas, en procesos continuos de estratificación y desestratifica-
que acecha como impensable: capturada en la biología, administrada ción3 (Deleuze-Guattari, 1988: 155-172 ).
por la biopolítica y expulsada del pensamiento filosófico y político El plano de constitución de cualquier estrato, de cualquier dia-
hegemónico, es todo el tiempo temida. Los problemas de la vida y grama o mínimo plano de consistencia es posible solo a partir de
de la muerte son problemas llamados al silencio, y ante los cuales nos ritornelos de una potencia que para el pensamiento de Deleuze-
llamamos al silencio. Si es que, como postulara y desarrollara Claude Guattari no deja de ser vital, potencia vital de lo no orgánico.
Lévi-Strauss, los mitos en las culturas existen como relatos colectivos Una experiencia de pensamiento tal (que es a un tiempo otra
mediadores entre la vida y la muerte (1968: 186-210), entonces Oc- experiencia de percepción), redefine el problema del sujeto y la sub-
cidente, tan preocupado por conjurar el mito, y hacer devenir todo jetividad dentro de otros planos que exceden la noción de psiquis-
discurso en discurso verdadero y científico, tan despojado de relato mo, self, individuo. Así, los procesos de subjetivación son restituidos
colectivo, Occidente no tiene ya modos de habitar el tiempo. A no a la modalidad de los ritornelos (Dele uze- Guattari, 1988: 317-358),
ser que la filosofía contemporánea asuma ciertos desafíos... lo que los autores llaman hábitos de contracción de repeticiones que
En un proyecto intelectual que compromete tal vez la obra se mantienen en una cierta duración, transformándose (Sauvagnar-
entera que han producido Félix Guattari y Gilles Deleuze, el movi-
miento del pensamiento se entrelaza con el movimiento propio de
lo vivo, deviene de esta forma un pensamiento vivo sobre lo vida, 3 Sobre la complejidad del surgimiento de la vida en el planeta es posible con-
sobre lo que Deleuze llama una vida, una vida más, una cualquie- sultar: Fritjof Capra (2006). Es un autor controvertido en el campo científico
ra (2007: 347-351). El uno de esta expresión no hace referencia a contemporáneo, que reúne de manera integrada una diversidad de descubri-
mientos en los distintos campos de la ciencia. Por otro lado, Delegue afirma
la unidad supuestamente trascendente de la vida, sino a la potencia que así como la física y las ciencias de la vida contaron con una filosofía que
singular que una vida cualquiera expresa, y que en términos spino- formula una ontología y una concepción acerca del tiempo acorde a dichos
zianos no es más que expresión de la univocidad de la sustancia, sin saberes, las ciencias contemporáneas tanto físicas Lomo biológicas han teni-
jerarquía. La vida es así concebida como inmanencia absoluta en la do su primer pensador en Henri Bergson, quien despliega una concepción y
una comprensión sobre la noción de tiempo como intensivo y 11._terogéneo,
que se despliega el juego de los flujos y las intensidades, por fuera de en consonancia con el campo científico del siglo xx. Nosotros afirmaremos
cualquier espacio y ontología jerárquica platónico-cristiana. que serán también los autores citados, Gilles Deleuze y Félix Guattari (1988),
La propuesta deleuzeana de pensar-hacer-experimentar una vida quienes proveen de una metafísica acorde para comprender los problemas que
como inmanencia absoluta nos fuerza a restituir el carácter vital de hoy vinculan a la física contemporánea con la biología, la antropología y las
dimensiones del surgimiento y modos de desarrollo de la vida sobre la Tierra.
120 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA ',MINA BIOPOLITICA Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE... 121

gues, 2006: 16-27; Zourabichvili, 2004: 93-101). Si a esto es a lo Vida y relato se encuentran entrelazados para el modo humano de
que podernos llamar subjetividad, entonces la subjetividad excede manera indisoluble.
ampliamente la noción de humano, así como antes la vida había ex- Los procesos de subjetivación implican (en el sentido de im-
cedido la noción de organismo. plicación-complicación, explicación) dimensiones y captural geo-
En el pensamiento dele uzeano, el reto, al fin de cuentas, se en- lógicas, biológicas, psíquico-colectivas, compuestas de materias
cuentra en aprender a leer las potencias virtuales (reales sin ser ac- heterogéneas y fragmentos de relato en agenciamientos complejos,
tuales) de las configuraciones de una vida cualquiera. Más acá y más que son siempre ya vitales en la matriz de pensamiento intensiva de
allá de lo que somos, más acá y más allá de nuestra vida subjetiva, estos autores. La noción de pliegue (despliegue y repliegue) (De-
nombrada, inscripta en relaciones de conocimiento y de poder, flu- leuze, 2005) se vuelve fundamental para comprender entonces el
ye la pura intensidad de un campo trascendental, la pura intensidad movimiento propio de lo vital, nombrando, a partir de esta imagen
inmanente de una vida que nos atraviesa, en la que nos configura- de pensamiento, a la subjetividad como toda y cualquier interiori-
mos, en la que podemos reconfigurar nuevos juegos de relaciones zación que se produce en un pliegue a partir de una exterioridad
de flujos, capturas, intensidades. El problema del tiempo y de la vida constitutiva. No solo somos, como sujetos, constituidos por nues-
quedan así ligados desde una perspectiva bergsoniana, la inmanen- tras relaciones humanas, sino fundamentalmente somos pliegue del
cia absoluta no puede ser más que lo que Bergson llamaría el tiempo mundo todo, estamos atravesados por una multiplicidad de plega-
heterogéneo en el que duramos, y en el que se esfuerza nuestro co- mientos en movimiento, de todo lo que vive.
natus, nuestra potencia singular en perseverar en su ser. La cita de Michel Foucault que traíamos al comienzo (2007b:
Una vida entonces es un campo de fuerzas que intenta perseve- 57) toma cuerpo en este campo de problemas filosóficos: el conoci-
rar en su ser transformándose. Esta noción deleuzeana que vincula a miento de la vida ya no puede ser planteado como dependiente de
Nietzsche, Spinoza y Bergson, es la expresión del intento retomada las cuestiones generales de la verdad y el sujeto, en tanto este cono-
y elaborada por Carlos Castaneda en una sistematización del pen- cimiento es uno que avanza y se arraiga en los "errores" de lo vivo.
samiento yaqui que realiza a partir de Las enseñanzas de Don Juan ¿Qué significa aquí esto? La noción de "error" entre comillas hace
(2000), obra también retomada en Mil Mesetas (Deleuze-Guattari, referencia a toda situación que se aparta de la norma(tividad) de la
2002). En términos mayas, el intento n o es otra cosa que la configu- vida, de un valor o ley trascendente que en lo biológico, en lo psíqui-
ración de una vida singular en el contorno del cosmos. El intento co o en lo moral intentará determinar de qué manera la vida debe
es la extracción de una singularidad (subjetividad, individuación) ser, como un a priori. Pero la vida, por propia potencia (recordemos,
del campo trascendental de la inmanencia absoluta. En este senti- conarus, perseverancia en su propio ser transformándose) se aparta
do la noción de pensamiento mítico que describe Lévi-Strauss no es constantemente de la norma: este es su modo intrínseco, el movi-
más que un intento configurando territorios para habitar el tiempo, miento. El "error" aquí es el movimiento de la vida, siempre más allá
siempre entre la vida y la muerte, siempre forzados a recomenzar en y más acá de la "normalidad".
las infinitas versiones de las que no se puede extraer una verdadera o Si la biopolítica es la entrada del cuerpo y de la vida en la gestión
primigenia: cada versión mítica es un nuevo intento de un mundo.' de la política moderna, entonces la potencia de la vida es para la bio-
política siempre monstruosa, siempre aquello que habrá que conju-
4 Sobre el carácter mediador de la producción mítica de las culturas entre la vida
y la muerte y la concepción del mito en sus múltiples versiones ; ver CLAUDE LÉV1-STRAUSS, La estructura de los mitos (1968: 186 - 210).
122 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN 13101'01k' I( Y VII) \ C I URAS I \VE.. 123

rar. A esto es a lo que Antonio Negri llama el "monstruo biopolítico" demos agregar, está siempre en relación de fuerzas e ituplicajuegos y
(2007), desplegando en el propio término otra dimensión posible. redes de poder, legitimaciones, operaciones de "normalización". Por
Negri trazará una genealogía histórica de las subjetividades eso el monstruo no es aquello que sale de la norma, sino aquello que
que la modernidad produce como abyectas y monstruosas, desde expone a la norma como ficción no solo represiva sino productiva,
el campesinado y los movimientos de obreros industriales, hasta los en términos de Foucault.
movimientos contemporáneos de trabajadores precarizados, reen- Deberemos reflexionar si incluso la heredada distinción aris-
contrando así lo que Paolo Virno aborda desde nociones spinozistas totélica entre zoé y bios, y actualizada en el pensamiento de Gior-
como potencia de la multitud (2003). gio Agamben (2006) para postular la noción de "nuda vida", no es
La distinción fundamental introducida aquí es la perspectiva en todavía deudora de un profundo dualismo normativo que separa
que se contraponen una concepción clásica del poder y del biopoder vida biológica de vida humana, naturaleza y cultura otra vez, y en-
como control y opresión, con una noción de potencia como expan- vía al profundo silencio la dimensión biológica para capturarla en
sión, afirmación, creación.' Otra vez aquí la potencia es vital, no un modo biologicista de comprender la zoé, otra vez in-animada.6
dialéctica, sino afirmativa en un sentido nietzscheano. Si, como ya ¿Hasta qué punto no implicaría, este modo de ver la vida, un dua-
sabemos, donde hay poder hay resistencia, el desafío enunciado por lismo que se inscribe sin más en la lógica dicotómica y jerarquizada
Negri consiste en producir lo común como modo de afirmación de la que atraviesa el proyecto moderno en toda su extensión?
vida, devenir monstruo biopolítico. Sin embargo, en términos estrictos, este proyecto pretensiosa-
Por otro lado, las nociones de monstruo y de error solo pueden mente absoluto y radical de cerrar el pasado como pasado frente a
ser comprendidas en relación a una normalidad que aparece violen- una modernidad que traería lo nuevo, el progreso indefinido de las
tada y transgredida, yen otro sentido, expuesta como ficción confi- luces de la razón, nos aparece hoy, en los derroteros de su agotamien-
gurante de una realidad. Lo normal, lo "mayoritario", cualquier ley to, como un proyecto siempre inacabado, siempre irrealizable. Algo
invariante, sea en la física, sea en la organización biológica y zooló- de esta idea intentará plantear el antropólogo Bruno Latour en su
gica, sea en la estructura psíquica o en la lingüística, y en cualquier libro Nunca filmas modernos (2007). Si bien la ciencia moderna,
otro campo, no puede ser más que la extracción y postulación tras- como analiza Latour, se esfuerza en conjurar los híbridos que estu-
cendente de un cúmulo de variaciones constantes que han sido pri- dia, en separar constante y sostenidamente la naturaleza de la cultu-
vilegiadas como invariantes. Respecto a esto, Anne Sauvagnargues ra, las ciencias naturales de las sociales, los objetos de los sujetos, la
escribe: "lo mayoritario es solo un arquetipo abstracto; no es una civilización de la barbarie... debe ser que el esfuerzo excede nuestra
cantidad ni una superioridad numérica, sino un patrón de medida, capacidad humana, porque nunca llega a lograrse completamente:
una variable elevada ala posición de constante" (2006: 67) que, po- nunca fuimos modernos porque nunca alcanzamos a producir de-
finitivamente la expulsión del mundo de los otros, la expulsión del
' Esta distinción es ya introducida, aunque no exactamente en el mismo sentido,
por Michel Foucault. Recordemos que todo el proyecto de investigación
foucaultiano acerca del poder apuntaba a extrañar la noción de poder como 6
Para la crítica de la noción de "nuda vida" expuesta por Giorgio Agamben
mera opresión, dando cuenta del carácter productivo, subjetivante y complejo (2003), es posible seguir dos líneas distintas. Una línea "interna" sostenida
de las relaciones de poder al interior de las instituciones y entre los sujetos. Para por Antonio Negri (2007), y una línea "externa" en relación a las investigacio-
un desarrollo de este tema de manera introductoria, ver Foucault, Las redes del nes llevadas adelante por el filósofo y filólogo francés Francois jullien acerca
poder (2005) (Conferencia pronunciada en Salvador de Bahía, Brasil, 1976). de la noción de vida en el pensamiento chino (2007).
- 4
124 NECROPOILTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA IATINA 810POLITICA Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE... 125

"ánima" de las cosas, la reducción de los objetos a solo objetos. Hay, cal.? ¿No será allí donde reside la originalidad de la antropología,
como señala Viveiros de Castro retomando a Lévi-Strauss, "un inz- en esa alianza, siempre equívoca, pero con frecuencia fecunda,
presionante retorno de las cosas" (2010: 13-24) en nuestro presente, entre las concepciones y las prácticas provenientes de mundos del
"sujeto" y del "objeto"? (2010: 14).
que trastoca cada vez más la ontología y la metafísica occidental.
En este sentido, siempre el pensamiento y la ciencia moderna es- Esta pregunta inaugura el trabajo del antropólogo, titulado Metafí-
tán co .-produciendo sus conocimientos y sus modos de conocer jun- sicas caníbales, en donde ensayará el desafío actual de la antropolo-
to con exterioridades que, por más que intente conjurar y reducir, la gía, "el de ser la teoría-práctica de la descolonización permanente del
constituyen en su suelo y en su episteme, la afectan, la horadan y pensamiento" (2010: 14). Dicho trabajo parte de una extrañeza que
la transforman, procesos complejos de descentramiento del Occiden- expone el estatuto ontológico del cuerpo para las culturas amazóni-
te al que asistimos en el presente, y no solo en el plano epistémico. cas que él investiga, como un estatuto radicalmente otro, fundado
No solo la ciencia y la producción de saberes científicos ha bio- en otra cosmovisión, y por ende, en otra noción de lo político.
politizado el mundo, sino que esta misma producción de saber/po-
der se encuentra permeada, en su propio proyecto (y esto lo vemos
actualmente pero lo veremos aún más en los próximos años) por un
mestizaje "basar, por los cruces, las resistencias de saberes otros, pre- PERSPECTIVISMO AMERINDIO Y MULTINATURALISMO
sentes y subterráneos a los modos hegemónicos del saber moderno:
Viveiros de Castro comienza citando un relato de Claude Lévi-
Donde hay poder hay resistencia, y esta es su propia definición, el
Strauss que se encuentra en su famoso texto de 1952, Raza e Historia:
poder es lucha de poderes, ya en los cuerpos, ya en los signos.
El saber, incluso el saber de la biopolítica, no es solo el saber de En las Antillas mayores, algunos años después del descubrimiento
occidente. Y hoy asistimos a la reemergencia de modos de saber/po- de América, mientras los españoles enviaban comisiones de inves-
der frente a los cuales la biopolítica no puede ensayar totalmente las tigación para indagar si los indígenas tenían alma o no, estos últi-
mos se dedicaban a sumergir blancos prisioneros a fin de verificar,
recapturas apropiadas, porque no todo el saber producido y circu-
mediante una vigilancia prolongada, si sus cadáveres estaban su-
lante, aunque occidental, le pertenece. Frente a este hecho y respecto jetos a la putrefacción o no (Citado por V. de Castro, 2010: 27)."
al campo antropológico y de la antropología filosófica, Viveiros de
Castro ensaya la siguiente pregunta: El autor del relato extraerá a partir de esta experiencia dos reflexio-
nes acerca de las etnografías respectivas de americanos y europeos:
¿No sería posible proceder a un desplazamiento de la perspecti-
por un lado, no hay nada más general para la condición humana que
va que muestre que los más interesantes entre los conceptos, los
problemas las entidades y los agentes introducidos por las teorías la noción de que los «otros», en tanto diferentes, no pertenecen a
antropológicas tienen su origen en la capacidad imaginativa de las la humanidad.
sociedades (o los pueblos, o los colectivos) que se proponen expli- Pero, por otro lado, "a ignorancia igual, los americanos utilizan
un procedimiento más digno de hombres" (y. de Castro, 2010:28),
Para una introducción a los problemas del pensamiento mestizo, ver F. LA- ya que mientras los españoles piensan en sus otros como animales,
PLANTINE Y A. Nouss (2007); por otra parte, las perspectivas acerca de la los amerindios se limitan a sospechar que son dioses. "Los europeos
Modernidad como matriz colonial, y la apertura de un pensamiento mestizo
y descolonial para pensar los procesos de subjetivación contemporáneos están
señaladas por MARIA LAURA MÉNDEZ (2011). s El texto de Lévi-Strauss se encuentra en español (1996).
126 NI.. ROP('i Ff IC.v VIOI.11N CI
. EXCKPCIÓN I.N ANIÚ1t1( I.\ 1„VI INA BlOPOLÍTICA Y vim: LH:cm -rus FNAVE... 127

nunca dudaron de que los indios tuvieran cuerpos (también los ani- El autor explica que típicamente los humanos vemos a los huma-
males los tienen) ; los indios nunca dudaron de que los europeos tu- nos como humanos, a los animales como animales, y a los espíritus
vieran almas (también los animales y los espectros de los muertos las de los muertos no los vemos: si pudiéramos verlos, seguramente no
tienen)" (Viveiros de Castro, 2010: 29). estaríamos en condiciones de normalidad, ya sea por enfermedad,
Nuestra cosmovisión occidental nos asegura que lo que noso- trance, u otros estados alterados. Así, los humanos nos vemos corno
tros llamamos "naturaleza" es un fondo sobre lo cual se da la cultura tal. Los conejos y los pollos, a ellos los vemos corno conejos y pollos,
y el mundo humano. La naturaleza sería lo dado, lo que nos viene pero ellos nos ven a nosotros como predadores. Mientras, la viruela,
corno determinado e indefinido, mientras la cultura sería la dimen- la luna, un espíritu o un jaguar, pueden vernos a nosotros como pre-
sión de lo no dado, lo construido, el espacio de libertad, el desarrollo sas... La relación de predación es, como vemos, situacional, relativa a
del 'espíritu humano". La cultura es el lugar donde nos diferencia- un punto de vista, y lo que cada ente es queda definido por sus fria-
mos unos de otros, unas culturas de otras. Nosotros, com o occiden- . ciones dentro del juego de alianzas, conjuras, predaciones, capturas,
tales, hemos inventado la noción de multi culturalismo.
-
vinculado al punto de vista que ocupa en un momento determinado.
En la cosmovisión amerindia, en cambio, es el espíritu lo dado, Ahora bien, si todo lo existente tiene carácter de "personidad"
el fondo uniforme e indefinido sobre el cual nos diferenciamos en los (deseos, intenciones y creencias), ¿qué hace que cada uno de nosotros
cuerpos. La diferencia está en nuestras materialidades corporales, no nos percibamos como humanos y percibamos a los demás como dis-
en nuestros rasgos culturales. Singularidad de los cuerpos. Los ame- tintos, y como no personas (a los jaguares como jaguares y a los cuchi- tr y
rindios han inventado un multi naturalismo (V. de Castro, 2010: 45).
-
llos como objetos)...? pues bien, nuestros cuerpos. El punto de vista (o
Corno ya habían señalado diversos etnólogos, aunque casi siem- sea el alma de cada cosa) es un punto de vista desde un cuerpo singular.
pre de pasada, numerosos pueblos del Nuevo Mundo (verosí- Así, el concepto de "persona" excede al de humano. Persona se
milmente todos) comparten una concepción según la cual el define como un centro de intencionalidad con potencia singular,
mundo está compuesto de una multiplicidad de puntos de vista: con punto de vista.
todos los existentes son centros de intencionalidad que apren- El chamanismo entonces es la habilidad de algunos individuos
den a los otros existentes según sus respectivas características y
para atravesar las barreras corporales entre especies y adoptar pers-
capacidades (2010: 33).
pectivas no humanas. Al ver a los seres no humanos tal corno se ven
El universo amazónico está habitado por humanos, pero también por ellos mismos (como humanos), los chamanes pueden asumir el papel
dioses, plantas, animales, espíritus de los muertos, fenómenos meteo- de interlocutores activos y volver (del viaje chamánico) para contar-
rológicos, y muchas veces también objetos y artefactos. Cada uno dota- lo. Este trabajo es un arte diplomático entre mundos o dimensiones,
do con un modo singular de percepciones, apetitos, modos de conocer, un arte político, una política cósmica. En este "universo" o "multi-
intenciones, deseos y creencias. O sea, todos dotados de "almas". verso" toda diferencia es política porque toda relación es social. Lo
que nosotros hemos comprendido c omo política (las relaciones en-
La similitud de las almas no implica que se comparta lo que esas al-
mas expresan o perciben. La forma como los humanos ven a los ani- tre "los hombres""), como biopolitica (la entrada del cuerpo y de la
males, a los espíritus v a otros actuantes cósmicos es profundamente
diferente de la forma como esos seres los ven y se ven (2010: 35).
9 Valga el detalle de que no hay que aclarar que los hombres, en términos mo-
dernos, son humanos, pero si en el marco de la teoría y las prácticas políticas
modernas, enunciáramos "los humanos'', tendríamos que aclarar que nos re-
128 NECROPOLITICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMERI V LAENA BIOPOLÍTICA Y VIDA: LECTURAS EN CLAVE... 129

vida en los cálculos y gestión de los estados modernos), aquí aparece del otro [...]. La historia evolutiva de los seres vivos no involucra
esbozado como una cosrnopolítica, unos saberes y prácticas de la competencia [...] sino que se define por un modo de vida, una
mediación entre dimensiones humanas y no humanas, a-subjetivas, configuración de relaciones cambiantes entre organismo y medio
[-I (2008:21).
trans-individuales, trans- específicas.
La noción de perspectivismo, punto de vista, y cuerpo no es y no Nadie en esta ontología necesita, para que le vaya bien (para comer,
puede ser relativista. No se trata de que el mundo es "relativo a cada beber, transmitir, practicar rituales, desear...) que a otro fundamen-
sujeto". El mundo (y el espíritu) es uno y el mismo porque todos tene- talmente le vaya mal. Esta es una condición sin ecua non de la onto-
mos apetitos, creencias, intenciones, a partir de los cuales desplegamos logía capitalista, no natural ni universal, ni mucho menos inscripta
nuestras potencias. Todos queremos comer y beber, hacer nuestros ri- en la condición humana.
tuales y transmitir nuestros saberes. El mundo es el mismo, los que no
son iguales son nuestros cuerpos, por eso, para nosotros, la cerveza
es cerveza; y para los jaguares, la sangre es cerveza, y también ellos
tendrán transmisión inter-generacional (enseñan por ejemplo a sus IN-CONCLUSIONES
presas a cazar) y también sus rituales (se acicalan, juegan...). Estamos
Es interesante observar de qué manera estas dos líneas señaladas, que
hechos de lo mismo, pero cada uno está hecho de manera diferente.
exponen y proponen modos radicalmente otros de pensar-sentir y
Por otro lado, aquello que Viveiros de Castro llama metafísicas
comprender el cuerpo y la vida, se interconectan en la propia noción
de la predación (ontología en la que los seres se inscriben en relación
de vida como potencia (singular) y cuerpo como campo intensivo
a predadores y presas), no puede ser pensado tampoco en términos
que pliega un punto de vista (singular), en el espacio heterogéneo de
hobbesianos, como competencia: no hay competencia por una sim-
la multiplicidad ontológica inmanente.
ple razón, una concepción perspectiva del mundo no implica con-
Así, en la concepción amerindia amazónica, volvemos a encon-
tradicción ni negación de perspectivas otras. Una perspectiva (una
trar una noción de vida no orgánica de las cosas y de subjetividad no
individuación, un ritornelo, un intento) se esfuerza en perseverar en
humana de los entes, en tanto la vida está definida por intensiones,
su ser, pero no necesita negar a otra para afirmarse, necesita simple-
deseos y creencias, por puntos de vista que animan lo existente: lo
mente mantenerse en movimiento. El biólogo Humberto Maturana
que les brinda subjetividad al margen de la humanidad.
lo describe de esta manera:
¿Qué nos garantiza que nuestra ontología nos ha dado una ver-
Si dos animales se encuentran frente a un alimento y uno lo come dadera percepción de lo que las cosas son? Esta pregunta queda aún
y el otro no, eso no es competencia. No lo es porque no es central más expuesta frente al hecho de que, en comparación, una ontología
para lo que le pasa al que come que el otro no coma. En cambio, radicalmente otra no se pregunta por lo que las cosas son ni qué es
en el ámbito humano [agregaremos capitalista], la competencia
lo que las hace ser, sino por las relaciones que constituyen a los entes,
se constituye culturalmente cuando el que el otro no obtenga lo
que uno obtiene se hace fundamental como modo de relación. todos realmente existentes, materiales o no, actuales o virtuales.
La victoria es un fenómeno cultural que constituye la derrota Esto que ha sido y es muchas veces mal llamado "animismo" o
"neo-animismo" por un pensamiento racionalista despojado de sus
relaciones cosmológicas, es lo que vemos emerger hoy corno poten-
ferimos a "los hombres'', no vaya a ser que se piense que hay más humano con cia de lo virtual, cuando somos capaces de comprender que el áni-
pleno ejercicio de lo político que los hombres...
130 NEL POPOI ICA, VIOLENCIA Y KXCILICIÓN" AMPRIC \ IATINA

ma de las cosas (la expresión que Peter Sloterdijk perfila como "hay
información'', 2001: 22) aparece corno entes virtuales realmente
existentes (reales sin ser actuales) que encierran potencias inusitadas
para la vida colectiva de este planeta (información, conocimiento, BIBLIOGRAFÍA
saberes, imágenes, textos, obras de arte, relatos, mitos, experiencias,
transmisiones, comunicaciones...).
No se trata entonces de pensar a la vida y la naturaleza "como" AGAMBEN, GIORGIO [1998] [2003]. Horno Sacer. El poder soberano
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110). Anuario de Estudios Centroamericanos, Universidad de Doctor en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y So-
Costa Rica. ciales de la UNAM. Profesor-investigador adscrito al Programa
de Posgrado en Sociología del Instituto de Ciencias Sociales y
Humanidades "Alfonso Vélez Pliego" de la Benemérita Univer-
sidad Autónoma de Puebla. Temas de interés: violencia social, el
Estado, la subjetividad y los movimientos sociales.
í

ANDREA IVANNA GIGENA

Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Ai-


res. Profesora-investigadora en coxrcET-IDAEs/Universidad
Nacional de San Martín y Universidad Católica de Córdoba,
Argentina. Temas de especialización: estudios poscoloniales y
descoloniales; y los procesos de subjetivación.

MYRNA EDITH BILDER

Psicóloga. Docente en Psicología en la Universidad Nacional


de La Plata (UNLP). Alumna de la Maestría en Ciencias Políti-
cas del Instituto de Altos Estudios Sociales-UNSAM. Integrante
del Proyecto de Investigación "El presente del pasado: confor-
maciones de la conciencia histórica", radicado en Instituto de
Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (innics)
UNLP-CNCT (Facultad de Humanidades).

I
144 NECROPOLÍTTCA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA

NATATXA CARRERAS SENDRA

Maestra en teoría Psicoanalítica por el Centro de Investigación


en Estudios Psicoanalíticos. Maestra y doctora en Sociología
por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Bene-
mérita Universidad Autónoma de Puebla. Docente desde 1991.
Realiza investigaciones sobre temas alrededor de la violencia y
síntomas actuales en su relación con la desubjetivación y el con-
texto social.

MÓNICA ZULETA PARDO


Doctora en Historia. Investigadora del Instituto de Estudios
Sociales Contemporáneos de la Universidad Central de Bogotá,
IESCO-UC.

PABLO FARNEDA

Licenciado en Comunicación Social con Especialización en Pro-


cesos Culturales por la Universidad Nacional de Entre Ríos/Ins-
tituto de Investigaciones Gino Germani (Argentina). Temas de
especialización: modernidad colonial, procesos de subjetivación,
perspectivas antropológicas en comunicación (tecnologías, iden- NECROPÓL ÍTICA, VIOLENCIA Y EXCEPCIÓN
EN AMÉRICA LATINA,
tidades, géneros).
editado por el Institut!. de Ciencias Sociales
y Humanidades «Alfonso Vélez Pliego" de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
se terminó de imprimir en diciembre de 2012,
en El Errante Editor, S. A. de C.V., sito en
Privada Emiliano Zapata 5947,
San Baltasar Campeche, C.P.72550, Puebla, Pue.
El tirajo consta de 500 ejemplares.

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