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Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXVIII (2), pág.

75-86, 2004

MEDEA, LA MUJER TRANGRESORA DE LA CÓLQUIDE

Nazira Álvarez Espinoza*

ABSTRACT

In this paper, the author analizes Euripide´s character Medea as a woman who oppose and transgress the traditional
role of greek women in antiquity as well as the reasons that contribute to identify her with a negative stereotype of
femininity.
Key words: Medea, stereotype, patriarchy, femininity, male.

RESUMEN

En el presente artículo, la autora analiza el papel del personaje Medea de Eurípides, como mujer transgresora, que impug-
na el papel tradicional de la mujer griega de la antigüedad, y las causas que contribuyen a estigmatizarla en la literatura
como una imagen negativa de feminidad.
Palabras clave: Medea, estereotipos, patriarcado, feminidad, varón.

1. Introducción de lo que más tarde las teorías de género defi-


nirían como estereotipos femeninos en la litera-
La masculinidad y la feminidad como for- tura. Estos modelos constituyen imágenes in-
mas de ser hombre y mujer constituyen modos de mutables aceptadas por un grupo o sociedad y
conducta adquiridos, determinados por la cultura consagrados en la literatura. El mito, según se-
y la sociedad. La fijación de conductas específi- ñala Macaya (1999), nos muestra ejemplos cla-
cas para el hombre y la mujer afectan no solo las ros y directos de lo que en un primer momento
conductas sociales sino el arte y, como tal, la li- el mundo clásico señalaría como una feminidad
teratura. Desde una perspectiva de estudios de la “positiva” y una feminidad “negativa”, donde
mujer, el género constituye una categoría cultural ambas se ubican dentro de un sistema de valo-
cambiante en la que el sexo puede o no ser un res en una cultura regida por lo patriarcal. La
factor determinante. De acuerdo con Gerda Lerner ideología de género es promulgada y reforzada
“Género es la definición cultural del comporta- no sólo al mostrar el comportamiento positivo
miento apropiado para cada sexo dentro de una adecuado para ambos sexos, sino también al
sociedad determinada y en un momento determina- exhibir los modelos femeninos negativos extre-
do” (1990: 339). Podemos asumir entonces que el mos. La inversión de las cualidades femeninas
asignar una categoría cultural particular a los indi- tradicionales, fueron presentadas como en ele-
viduos está determinado por las diferencias en las mentos de transgresión en la tragedia griega,
jerarquías del poder ejercido en el ámbito público. donde los personajes femeninos adquirieron un
En los relatos míticos, de la literatura grie- protagonismo hasta entonces negado a las mu-
ga antigua, ya se perfilan los orígenes implícitos jeres en la literatura.

* M. L. Profesora del Departamento de Filología Clásica, Universidad de Costa Rica.


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La tragedia ática presenta con frecuencia nefastos para Eetes, rey de la Cólquide, sino tam-
acciones transgresoras, por parte de algunas he- bién para sí mismo, Jasón y Medea1.
roínas, que atentan contra la ideología central y En literatura griega, la primera mención so-
la polis ateniense del siglo V a.C. No obstante, bre Jasón y Los argonautas aparece en La Odisea,
estos hechos no legitiman las transgresiones; por donde Homero menciona la nave Argos. Por otra
el contrario, los actos de las heroínas contribuyen parte, la princesa de la Cólquide aparece ya en He-
a fijar los valores culturales de la democracia ate- síodo, cuando se narra la genealogía divina de la
niense: éstos muestran el comportamiento feme- heroína también se alude la conocida abducción
nino aceptado, enfrentado a las acciones conside- de Medea y su posterior matrimonio con Jasón:
radas como censurables en una mujer. Aunque
Con el incansable Helios, la ilustre Oceánide Perseis
los personajes femeninos surgen como creacio-
tuvo a Circe y al rey Eetes, hijo de Helios que ilumi-
nes estrictamente masculinas, las decisiones apa- na a los mortales, se casó con una hija de Océano, río
recen como escogencia de las heroínas trágicas perfecto, por decisión de los dioses, con Idía de her-
entre el bien y el mal: sus actuaciones las hacían mosas mejillas. Ésta parió a Medea de bellos tobillos
objeto de censura, o de alabanza, en mujeres (Teogonía, 956-961).
“buenas” o “malas” de acuerdo con las normas
establecidas por el patriarcado. A la hija de Eetes rey vástago de Zeus, el Esónida,
por decisión de los dioses sempiternos se la llevó del
Un aspecto notable de la obra de Eurípides palacio de Eetes al término de las amargas pruebas
(s V a.C.) lo constituye el protagonismo de sus que en gran número le impuso un rey poderoso y so-
heroínas, las cuales son presentadas en posicio- berbio, el violento, insensato y osado Pelias. Cuando
nes extremas: unas apoyan el status quo imperan- las llevó a cabo, volvió a Yolcos el Esónida, tras mu-
te, y por ello son exaltadas, mientras las otras im- chos sufrimientos, conduciendo en su rápida nave a
la joven de ojos vivos y la hizo su floreciente esposa
pugnan y transgreden los valores establecidos (Teogonía, 991-1000).
por la sociedad de la época, razón por las que se
las estigmatiza. Éstas últimas han capturado el En la lírica coral Píndaro, en la Pítica IV,
interés de los lectores y críticos por su comporta- menciona el carácter de profetisa de Medea:
miento inusual, el cual, rompe con el ideal del
“eterno femenino” y entre estas heroínas, tal vez, (…) y que de Medea el oráculo cumpliría en la deci-
la más transgresora de todas sea Medea. moséptima generación, el oráculo pronunciado sobre
Por sus acciones, el personaje de Medea, Tera, aquel que un día la hija animosa de Eetes con
el hálito dio de su boca inmortal, ella princesa de los
en la obra de Eurípides, se convierte en un mode- colcos (9-13).
lo de mujer negativo, el cual debe ser evitado y
conjurado por la sociedad. Ésta mujer, con sus También describe como Afrodita abrasó de
acciones, impugna la concepción tradicional de amor el corazón de la hija de Eetes por Jasón y así
feminidad positiva y se opone al varón desde tres logró que estuviese dispuesta a ayudar al héroe:
ejes que la estigmatizan: como una mujer ligada
a la magia, como antítesis de la figura materna y (…) pronto le indicaba los críticos puntos de las prue-
como trangresora del orden social impuesto. bas paternas. Y con un aceite preparando remedios de
hierbas cortadas contra fieros dolores, se los dio para
ungirse. Y prometieron en matrimonio común y dulce
unirse uno con el otro (Píndaro, 220-223).
2. Medea en la literatura anterior a
Eurípides El poeta reafirma el carácter de “hechice-
ra” de Medea:
La leyenda de Medea está íntimamente li- Y el fuego no le arrollaba por los hechizos de la ex-
gada con el relato de las aventuras de Jasón y los tranjera experta en toda magia (Píndaro, 234).
Argonautas: cuando Pelias, tío de Jasón, decide
enviar a su sobrino en busca del vellocino de oro, Píndaro menciona el rapto de la princesa,
desencadena no sólo una serie de acontecimientos que no fue tal pues la princesa de la Cólquide
Medea, la mujer transgresora de la Cólquide 77

dio su consentimiento, y además la señala como asesina de sus hijos para castigar la traición de
asesina: Jasón. El poeta la presenta como una mujer celo-
sa de su lecho, su venganza por la traición de su
Sí con argucias mató Jasón a la sierpe de ojos verdes, esposo, la lleva al aniquilamiento no sólo de su
de lomo irisante, Oh Arcesilao, rival, sino de su propia progenie.
y raptó a Medea, porque ella
lo quiso, la asesina de Pelias (Píndaro, 249-250).
Las acciones extremas de Medea contribu-
yen a convertirla en modelo literario nefasto. Ra-
En su poesía, Píndaro le atribuye a Me- binowitz (1993) asevera como las acciones de la
dea los poderes mágicos, los cuales, más tarde, heroína la convierten en una figura aterradora,
la identificarán con la imagen de una hechicera pues, ella no es ni víctima, ni vulnerable, con su
temible presentada por Eurípides. Además, im- actitud desestabiliza la categoría el ideal femeni-
plícitamente, la describe como traidora de su no tradicional, y se aleja del modelo positivo
progenitor y asesina del anciano Pelias. No es dentro de la cual es encerrada la mujer.
sino hasta en la tragedia de Eurípides, cuando Al inicio de la obra, Medea es presentada
nuevamente se encuentra una mención, en los por la nodriza quien advierte sobre el carácter de
textos literarios, sobre Medea y la versión tradi- la princesa, una mujer peligrosa, cuyas reaccio-
cional del mito es modificada. nes resultan impredecibles:

La infortunada aprende, bajo su desgracia, el valor


de no estar lejos de la tierra patria. Ella odia a sus hi-
3. El texto de la Medea de Eurípides jos y no se alegra de verlos, y temo que vaya a tra-
mar algo inesperado, [pues su alma es violenta y no
La tragedia Medea, escrita por Eurípides, soportará ultraje. Yo la conozco bien y me horroriza
aproximadamente en el 431 a.C., parece no haber pensar que vaya a clavarse un afilado puñal a través
del hígado, entrando en silencio en la habitación don-
sido la primera obra donde el poeta narraba el te- de está extendido su lecho, o que vaya a matar al rey
ma de los Argonautas. Aunque lo único conser- y a su esposa y después se le venga encima una des-
vado sean fragmentos, se menciona una tragedia gracia mayor], pues ella es de temer. No será fácil a
anterior, Las Pelíades, representada en 455 a.C. quien ha incurrido en su odio que se lleve la corona
Ésta trataba sobre el asesinato de Pelias, instigado de la victoria (Eurípides, Medea, 34-46).
por Medea, a manos de sus propias hijas. La obra
anterior es considerada una de las obras más famo- La descripción de esta mujer no parece
sas del drama ático, por lo cual ha sido la más in- adecuarse a lo tradicionalmente esperado de su
terpretada. Tradicionalmente, Medea ha sido valo- género. Sin embargo, cuando Medea hace su pri-
rada como la hechicera bárbara de la Cólquide y mera aparición en la obra, más bien muestra la
una de las mujeres “malas” del tragediógrafo. conducta de una mujer sencilla, quien solamente
En su obra, Eurípides modifica el mito, y abandona el encierro para relatar su desventura.
nos relata como Medea y Jasón han vivido como La esposa de Jasón elabora un discurso lógico y
esposos, durante varios años, en Corinto, lugar al convincente para defender su causa, persuadir a
que huyeron después de ser exilados de Yolcos, las mujeres del coro y lograr su apoyo.
donde Creon, el rey, les brindó asilo. Al inicio de En este discurso, ella invita a efectuar un
la tragedia Medea sufre el abandono de Jasón, análisis incisivo de la situación típica de la mujer
quien va a desposarse con la hija de Creon con- griega, lo cuál le permite identificarse fácilmente
virtiéndose en el heredero del rey. La hija de Ee- con sus congéneres de Corinto. La princesa de la
tes es humillada y urde un plan para desagraviar Cólquide exhibe una lógica y coherencia admira-
su honor. La heroína, aunque provocada, sin du- bles; Medea, a pesar de ser una extranjera en la
da alguna, va muy lejos en su respuesta al enga- ciudad, resume la situación de inferioridad de la
ño de su compañero: Eurípides es quien por pri- mujer frente al varón con la cual pueden identifi-
mera vez en el mito, muestra a Medea como la carse sus compañeras en un plano de igualdad.
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Con su excelente retórica logra convertir a las Al impugnar la imagen tradicional de la


mujeres del coro en compañeras de infortunio di- mujer, Medea se enfrenta al varón como a su
ciéndoles: igual; ella también puede reaccionar como los
grandes héroes épicos cuando su honor es man-
De todo lo que tiene vida y pensamiento, nosotras, cillado: es colérica y decide urdir un plan para
las mujeres somos el ser más desgraciado. Empeza- vengar la afrenta que se le han inflingido. Al
mos por tener que comprar un esposo con dispendio
de riquezas y tomar un amo de nuestro cuerpo, y és-
reaccionar como los héroes del mito, esta mujer
te es el peor de los males. Y la prueba decisiva resi- se transforma en todo lo que el patriarcado estig-
de en tomar a uno malo, o a uno bueno. A las muje- matiza como negativo en el comportamiento fe-
res no les da buena fama la separación del marido y menino. Medea si bien no posee la fuerza física
tampoco les es posible repudiarlo. Y cuando una se del varón, tiene las facultades necesarias para
encuentra en medio de costumbres y leyes nuevas,
hay que ser adivina, aunque no lo haya aprendido en
elaborar un plan que le permita llevar a cabo su
casa, para saber cuál es el mejor modo de comportar- venganza: ella es sabia, inteligente y astuta. De-
se con su compañero de lecho. Y si nuestro esfuerzo tienne y Vernant interpretan estos aspectos como:
se ve coronado por el éxito y nuestro esposo convive
con nosotras sin aplicarnos el yugo por la fuerza, nues- (…) la capacidad (entre otras cosas) para desplegar
tra vida es envidiable, pero si no, mejor es morir. Un las habilidades de otros —especialmente la del ad-
hombre, cuando le resulta molesto vivir con los suyos, versario— en beneficio propio. La astucia de Medea
sale fuera de casa y calma el disgusto de su corazón socava y derrota la de su padre Eetes, y la del tío de
[yendo a visitar a algún amigo o compañero de su Jasón, Pelias. Su ardid responde al de ellos y los de-
edad]. Nosotras, en cambio, tenemos necesariamente rrota en su propio terreno (1999:107).
que mirar un solo ser (Eurípides, Medea, 230-250).
Además, la heroína usará su ingenio para
La princesa de la Cólquide resalta el hecho manipular a Creon, Jasón y Egeo, asegurándose
de que los varones no están sujetos al matrimonio con ello la realización de su terrible plan. Los
en las mismas condiciones que las mujeres: ellos hombres serán juguetes en sus manos, y así como
no sufren ninguna de las pruebas descritas por la ella fue utilizada por los varones, ella logra in-
heroína, ni deben someterse a la esposa en ninguna vertir la situación a su favor. La princesa logra su
medida. Por el contrario, las esposas no tienen el objetivo impugnando la imagen tradicional de la
derecho a repudiar a sus maridos2. Las mujeres de- mujer desde tres ejes temáticos: sus poderes co-
ben dedicarse a sus cónyuges y someterse al nuevo mo hechicera, su negación del instinto maternal y
hogar, las extranjeras deben además, adaptarse a su transgresión de las normas impuestas por la
las leyes y costumbres del nuevo estado. De tal ma- sociedad al invadir el espacio público, ámbito ex-
nera, las mujeres se convierten en objetos-propie- clusivo del varón griego y abandonar la esfera de
dad del marido, mientras éste siempre conserva su lo privado considerada como el espacio tradicio-
independencia y libertad. Tal doble estatuto se nal asignado a las mujeres.
mantiene con la vieja excusa de que los hombres
protegen a las mujeres y, por lo tanto, ellas deben
someterse a ellos y aceptar su comportamiento. Medea, la hechicera
Medea, impugna tal necesidad de protec-
ción en su caso particular, ¿no fue ella quien, des- La magia supone la conquista de poderes
pués de todo, protegió a Jasón y lo ayudó a en- sobrenaturales y provee sabiduría, ciencia y poder
frentar las pruebas que lo convirtieron en héroe? al quien la practica. En manos femeninas, la ma-
Foley (2001) afirma que la elocuencia de la he- gia, adquiere un carácter oscuro y amenazante, les
roína unida a sus justas quejas en contra de Jasón otorga a las hechiceras el conocimiento de hier-
y Creón representan una inversión, en la poesía, bas, plantas, venenos y drogas que pueden utilizar
tanto del silencio impuesto a las mujeres, en el para sanar o causar daño. La mujer, por lo tanto,
transcurso de los siglos, como de la malignidad e es peligrosa por sus facultades de hechicería y
infidelidad que se les atribuye. magia, pero también por su género. Al respecto,
Medea, la mujer transgresora de la Cólquide 79

de acuerdo con lo señalado por De Beauvoir (...) la soberana a la que yo venero por encima de to-
(1998) en su obra El segundo Sexo, existe una aso- das y a la que he elegido como cómplice, Hécate
(Eurípides, Medea, 395).
ciación de la mujer y la naturaleza, por ende de la
mujer y la magia, la cual revela uno de los más an-
Entre los griegos, el hogar es el centro del
tiguos y universal de los mitos, el cual inspira en el
oikós, el ámbito femenino por excelencia, lugar
varón sentimientos ambivalentes hacia las mujeres.
presidido por Hestia, diosa protectora del hogar y
Circe y Medea son las hechiceras más no-
la familia; Hécate, por el contrario, es la diosa del
torias de la mitología griega. Con atributos de be-
espacio externo, de la magia; sus santuarios se
lleza y seducción, su poder sobre los elementos
encontraban fuera de las puertas de las casas y
de la naturaleza, las convierte en seres siempre
hasta de la ciudad. Para Medea su relación con
peligrosos para los héroes. Las magas tienen la
Hécate la identifica como hechicera, manifestan-
facultad de utilizar su conocimiento para ayudar-
do una faceta muy oscura de su personalidad, en
los, o perjudicarlos. La hechicera o maga consti-
cierto modo ligándola a la naturaleza y a lo sal-
tuye la conjunción de fuerzas sobrenaturales con
vaje, de ahí su carácter indomable y peligroso.
las que se encuentra en contacto, lo anterior le
La hija de Eetes es asociada a la naturale-
permite conocer los deseos y necesidades de los
za no sólo por sus poderes mágicos, sino por su
varones y mostrar a los héroes el camino más se-
carácter indómito, mediante metáforas y símiles
guro para realizar hazañas y vencer peligros.
es relacionada con bestias: una leona, o con fenó-
De ahí, que en la figura de Circe y Medea,
menos naturales amenazantes: la monstruosa Es-
tales fuerzas se conjuguen; ellas son quienes acon-
cila, las rocas, el mar y las tormentas; estas imá-
sejen a Odiseo y a Jasón, la forma de superar las
genes de Medea la alejan de la civilización y del
pruebas que ellos, como héroes, debían enfrentar.
orden social. La misma nodriza, atemorizada por
En Eurípides se menciona la ayuda de Medea a Ja-
las reacciones de la princesa encolerizada, siente
són, los hechizos y pociones mágicas, gracias a los
miedo al aproximarse a ella e intentar disuadirla
cuáles el esónida logró superar las pruebas a las
de su proyecto funesto:
que lo sometió Eetes, robar el vellocino y regresar
a salvo a su hogar, donde Pelias, su tío, fue venci- Lo haré, aunque temo no convencer a mi señora; sin
do por la hija del rey de la Cólquide. embargo, me echaré esta pena sobre mis espaldas
A Medea el conocimiento de la magia y para agradarte, a pesar de que lanza a sus criadas fie-
de los farmaka, utilizados en sus hechizos, le ras miradas de leona que acaba de parir, cada vez
que alguno se acerca a dirigirle la palabra (Eurípi-
otorgan fuerza y poder sobre los elementos natu- des, Medea, 185-188).
rales: por tal motivo se la asocia con la magia y
la hechicería. Ella se convierte entonces en una El Corifeo, también hace eco de la insensi-
figura amenazante asociada con el estereotipo de bilidad de Medea, comparándola con la dureza de
la mujer como hechicera. En este aspecto, Morse ciertos elementos de la naturaleza al comentar:
(1998) enfatiza el poder que poseen las mujeres
inmortales, tales como Circe y Medea, las con- ¡Desdichada! ¡Es que eres como una roca o un hie-
rro, para haberte atrevido a matar con tu mano asesi-
vierte en seres destructores y peligrosos. La sabi-
na el fruto de los hijos que engendraste! (Eurípides,
duría que poseen les otorga a su vez poder sobre Medea,1279-1281).
los otros. La princesa de la Cólquide, hija de Ee-
tes y sobrina de la hechicera Circe, es bien hábil Por otra parte, el mismo Jasón reafirma
y reconocida en el uso de drogas. Además, cuan- como su esposa, al haber eliminado a su progre-
do necesita ayuda para llevar a cabo su venganza, nie, es una criatura monsturosa e insensible:
invoca a Hécate, diosa del inframundo, la noche,
No existe mujer griega que se hubiera atrevido a es-
la oscuridad, la luna, los cruces de caminos y la
to, y sin embargo, antes que con ellas preferí casar-
magia, connotaciones oscuras y amenazantes. Al me contigo —unión odiosa y funesta para mí—, leo-
invocar a la luna en sus juramentos, establece un na, no mujer, de natural más salvaje que la tirrénica
fuerte vínculo con la magia: Escila (Eurípides, Medea, 139-1344).
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La hechicería de Medea le da poder sobre progenie, quizás, el mayor estigma contra tal per-
la naturaleza y la asocia plenamente a la misma, sonaje. Medea con sus acciones y comportamien-
por ende, la separa del resto de los mortales: sus to típicamente masculinos al tomar la venganza
reacciones desbordan lo humano. En la obra de en sus manos va más allá e impugna incluso su
Eurípides, la hechicería de la princesa de la Cól- maternidad. Al respecto, McDermott (1989) ase-
quide no se manifiesta abiertamente sino hasta el vera que Eurípides, al hacer que Medea mate a sus
final del texto, cuando envía los regalos envene- hijos, introduce una nueva versión mítica. ¿Qué
nados a Creon y su hija, aniquilándolos a ambos. factores hacen que la intención de Medea de matar-
Esta relación confirma sus lazos con la hechice- los se convierta en una acción tan espeluznante?
ría los que resultan evidentes al huir en un ca- Al respecto es importante recordar que en
rruaje, tirado por dragones enviado por su divino la Atenas del siglo V a.C., la areté de una mujer
abuelo. Así se lo hace saber a Jasón cuando le era definida por su función de reproductora de hi-
manifiesta lo inútil de sus amenazas, él no es un jos y guardiana del hogar. Dado el valor primor-
adversario digno para una nieta de Helios: dial de la familia para la polis ateniense, mostrar a
una esposa atentando contra el sagrado lazo huma-
¿Por qué mueves y fuerzas estas puertas, tratando de no del amor maternal, con el único fin de vengar-
buscar a los cadáveres y a mí, la autora del crimen? se de su esposo, la convertía en una figura aterra-
Cesa en tu esfuerzo. Si necesitas algo de mí, si pre-
tendes algo, dilo, pero nunca me tocarás con tu ma-
dora. Además, es importante notar lo siguiente:
no. Tal carro nos ha dado el Sol padre de mi padre, la ofensa del marido a la mujer, mediante la elec-
para protección contra mano enemiga (Eurípides, ción de una nueva cónyuge, no era grave a los ojos
Medea, 1318-1323). de los atenienses. De acuerdo con las leyes, Jasón
había ejercido el derecho al divorcio inherente a
Parece, que a diferencia de otras heroínas todos los hombre y el deber de Medea era aceptar
transgresoras del orden patriarcal, Clitemnestra, las costumbres y leyes establecidas en Grecia.
Antígona, Fedra, Hécuba y otras, Medea no paga El patriarcado concibe el amor materno
por su crimen al lograr escapar impunemente de como el más poderoso e inmutable lazo natural y
los mortales. Sin embargo, Medea será estigma- emocional establecido entre una madre y su pro-
tizada como una mujer demoníaca y monstruosa: genie. Por tanto, el instinto maternal, de protec-
su asociación con la hechicería la convierte en ción a los hijos ha constituido, en el transcurso de
una imagen de feminidad negativa. Esta es la la historia, uno de los valores humanos más reve-
imagen que ha perdurado, en la literatura griega renciados. Al respecto, McDermott indica:
y latina, de los siglos siguientes.
It was a cliché in fifth-century Athens, just as it is
now, that no matter how mild or savage the animal,
the female of the species will be characterized by
Medea y su papel maternal fierce protectiveness toward its young. Within the
human realm, the many literary expressions of the
A partir del momento en que Eurípides in- myth of Iphigenia’s sacrifice by her father for the
“masculine” motives of war, lust and ambition and
troduce en el mito la variante de la muerte de los
her mother’s subsequent vengeance upon her hus-
niños a manos de su madre, contribuye a estig- band may be named as a fecund source for generali-
matizar a Medea, se convierte en una mujer ca- zation by the Greeks concerning the strength of mot-
rente de los instintos maternales considerados her-love. (1989: 27)
como inherentes a la “naturaleza” femenina. De
esta forma, construye un personaje trasgresor co- El mismo Aristóteles, en la Ética a Nicó-
mo madre, esposa y mujer, atenta contra el orden maco, argumenta sobre la naturaleza del amor
social establecido. Más allá del estigma de hechi- entre padres e hijos:
cera y asesina, aplicados a la princesa de la Cól- Los padres quieren a sus hijos como una parte de sí
quide, ella es recordada por una acción conside- mismos, (…) los padres aman pues a sus hijos como
rada contra naturam: el asesinato de su propia a sí mismos. (…)con eso se ve claramente por qué el
Medea, la mujer transgresora de la Cólquide 81

amor de las madres hacia sus hijos es más vivo (Eth. sus acciones no engendran estigma alguno y am-
Nic. 8.12.2[1161 a]). bos son recordados por sus proezas heroicas. Al
respecto, es importante destacar cómo Blondell
En forma similar, Isómaco, en el Econó-
analiza la existencia de una diferencia entre los
mico de Jenofontes relata cómo el amor materno
géneros:
es mayor que el paterno:
Men in myth do also kill their children (Agamemnon
Y sabiendo que había dotado a la mujer para la crian- and Heracles are two examples). But the domestic
za de los niños recién nacidos y que le había encar- sphere is not the sole locus of their power. As a woman,
gado de ella, le concedió en su reparto mayor cariño Medea is caught in a double bind: If she is to crush her
y ternura hacia los recién nacidos que al hombre husband as he has crushed her, she must strike within
(Económico, 7-24). this female realm. But by doing so, she also destroys
her “essential” femininity (herself as a mother), in the
También, Iseo describe el lazo maternal: service of “masculine” revenge, and earns the horrified
condemnation of her community. (1999:165)
(…) los hombres también se asume aman a sus hijos
por naturaleza pero las mujeres tienen la ventaja” La decisión de Agamenón es respaldada
(Iseo 11:17). por la sociedad y justificada desde su posición de
patriarca y rey. El padre de Ifigenia enfrenta el
Por consiguiente, en el mundo griego anti- conflicto entre la preservación de la familia y la
guo se consideraba la relación entre una madre y causa de su ejército, el espacio privado frente al
su hijo como más cercana y natural que la de un espacio público. Ante esta escogencia, su deci-
padre y su hijo. De esta forma, una vez que Me- sión final es la correcta para la ideología patriar-
dea manifiesta su decisión de sacrificar a sus hi- cal. No obstante, tras la decisión de sacrificar a
jos causa estupefacción en su entorno, el coro, su hija por el bienestar de la sociedad, existen
que había simpatizado con su causa se horroriza motivos egoístas en Agamenón: no quiere renun-
y le retira el apoyo que antes le había otorgado. ciar a su puesto como jefe de los ejércitos aque-
La decisión “masculina” de la heroína de os, él desea fervientemente ir a la guerra.
“sacrificar” a sus hijos es clara cuando manifiesta: Al asesinar a sus hijos, Medea actúa en
forma antinatural y usurpa un derecho que sólo el
(...) a quien la ley divina impida asistir a mi sacrifi- padre puede ejercer en Grecia. Así, como aclara
cio, que actúe como quiera. Mi mano no vacilará
(Eurípides, Medea, 1054-55).
Iriarte:
(…) la muerte de los hijos deviene acto criminal
Su acción recuerda el texto de Esquilo, el cuando es la madre la que los ejecuta (1996:89).
Agamenón, donde se menciona a un padre, en es-
te caso Agamenón, que sacrifica a su hija, Ifige- En este sentido, la autora enfatiza cómo
nia (Ag. 224-25). En este caso, Agamenón toma Medea, al disponer de la vida de su progenie, se
una decisión similar a la de Medea, matar a la convierte en la figura amenazante de la madre
progenie; si bien los motivos son diferentes, la que reclama para sí los privilegios del padre y se
acción es la misma pero es juzgada de distinto apropia de la descendencia que tradicionalmente
modo de acuerdo con juicios de género. pertenece al varón.
En el caso del caudillo aqueo al sacrificar El coro se convierte, en la voz social que
a su hija estaba dentro de lo permitido por la so- sanciona a Medea y recuerda el único ejemplo de
ciedad al padre, los hijos son su propiedad. Ade- semejante aberración en una mujer. Al comparar
más del conocido sacrificio de Ifigenia a manos a la princesa de la Cólquide con una mujer estig-
de su progenitor, Agamenón, también Heracles matizada por tal acción, el coro espera que la he-
asesina a su familia (se alude a una locura mo- roína se arrepienta de su objetivo y actúe de
mentánea del héroe, inspirada por la venganza de acuerdo con lo determinado por la sociedad, lo
una diosa, su madrastra, Hera). En ambos casos “natural” en una mujer.
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De una sola de las mujeres de antes tengo noticia que Medea atenta directamente contra el corazón de la
dirigiera su mano contra sus propios hijos: Ino, enlo- familia patriarcal, unidad primaria de la sociedad
quecida por los dioses, cuando la esposa de Zeus la
expulsó de su casa, para que anduviera errante. Y
griega sobre los que ésta llegó a fundarse. En el
ella, la desdichada, se lanzó al mar por el impío crimen orden de las relaciones humanas, tal acto es con-
de sus hijos, precipitándose desde la costa marina, y siderado como la mayor trasgresión de los mode-
murió arrastrando a los dos hijos en su muerte. ¿Podría los establecidos por la sociedad para una madre.
haber sucedido algo más terrible? ¡Oh lecho de las mu- Eurípides, con el infanticidio de Medea, la
jeres, rico en sufrimientos, cuántos males habéis causa-
do ya a los mortales! (Eurípides, Medea, 1282-1292).
convierte en una mujer que traspasa todos los lí-
mites aceptados: un ser monstruoso y amoral.
El coro, convenientemente, olvida mencio- Por medio de las palabras de la heroína logra
nar a otras mujeres de la mitología, quienes tam- crear una imagen excesiva de la misma:
bién sacrificaron a sus hijos: Procne, quien por
Amigas mi acción está decidida: matar cuanto antes
venganza contra su marido le sirve a su hiho co- a mis hijos y alejarme de esta tierra; no deseo, por
mo cena; la enloquecida Ágave, quien despedaza vacilación, entregarlos a otra mano más hostil que
a su hijo Penteo; Altea, quien en venganza por la los mate. Es de todo punto necesario que mueran y,
muerte accidental de sus hermanos, a manos de su puesto que es preciso, los mataré yo que los he en-
gendrado (Eurípides, Medea, 1237-1242).
hijo Meleagro, lanza al fuego el tizón, del cual de-
pendía la de éste y así acaba con su vida.
En la decisión tomada por la heroína, lo Johnston (1997) considera esta trasgresión
más amenazante consiste en que, a diferencia de de la maternidad, la responsable de convertir a
Ágave, en las Bacantes, Medea mata a sus hijos Medea, a través del tiempo, en una imagen fasci-
no por un arrebato de locura o trance divino, sino nante y repelente para los diversos autores y ar-
con total racionalidad, en un plan frío y calculado tistas. Lo anterior responde, probablemente, al
para herir a Jasón de manera mortal. Ella es cons- hecho de que esta acción desestabiliza una de las
ciente del sufrimiento y las consecuencias emocio- principales bases sobre las cuales se construye la
nales que tal acto tendrá para sí misma y aún así, lo sociedad: las madres como fuente nutricia de sus
lleva hasta el final para desagraviar su honor. hijos y protectoras naturales de los mismo. Me-
Eurípides muestra al personaje de Medea dea, al sacrificar a sus hijos, hace caso omiso del
escindido entre dos definiciones de virtud: la pri- modelo tradicional de madre y esposa, y sus ac-
mera, la impuesta por la sociedad y considerada ciones constituyen un mal precedente en el ámbi-
como inherente a las mujeres: el supuesto instinto to cívico y familiar: una madre que sacrifica de
materno, producto de una construcción social; la modo voluntario su progenie contradice total-
segunda, una decisión masculina heroica a la que mente el modelo de la madre: la protectora de su
Medea aspira: mas tales definiciones se excluyen familia por excelencia.
mutuamente. De acuerdo con los estereotipos de
género, la acción de matar a los hijos correspon- Medea la transgresora
dería a una actitud masculina; mientras la acción
maternal de defenderlos, sería la actitud femeni- Medea transgrede el modelo de la mujer
na esperada. Al final, en esta lucha, el aspecto griega en el momento en que se rebela e impug-
masculino, orientado hacia honor, triunfa contra na la sumisión, la pasividad, la debilidad y el ins-
el aspecto femenino, orientado hacia el hogar. tinto maternal, actitudes atribuidas “naturalmen-
A la heroína de la Cólquide, la maternidad te” a las mujeres. La princesa de la Cólquide se
y Eros la han atado a Jasón y llevado a su situa- autoafirma como mujer, cuando impugna las
ción actual, la venganza la independiza de él. Pa- conductas consideradas necesarias en una mujer.
ra McDermott (1989), Eurípides, al introducir una Ella al vengar su honor, como los grandes héroes
variante en el mito, muestra a Medea como la des- de la épica, incumple las normas y valores esta-
tructora de la relación filial. La impugnación de blecidos por la sociedad y se enfrenta a todo
Medea, la mujer transgresora de la Cólquide 83

aquello “propio de una mujer”. La heroína aca- presentada como una mujer mortal, cuya excepcio-
ba con sus enemigos por sí misma sin ayuda de nal inteligencia (enfatizada por el miedo que Creon
varón. McDermott (1989) enfatiza como la pro- experimenta con respecto a ella) hace que el rey la
tagonista se transforma en “la encarnación del exile por ser astuta y conocedora de muchas cosas
desorden”, ella constituye un elemento desesta- malignas. Creon teme a la extranjera y cuando se
bilizador del sistema de valores tradicionales dirige ella se lo manifiesta abiertamente:
griegos pertenecientes a la familia y a la ciudad-
Temo que tú, no hay por qué alegar pretextos, cau-
estado ateniense.
ses a mi hija un mal irreparable. Muchos motivos
Medea es quien ayuda a Jasón en las prue- contribuyen a mi temor: eres de naturaleza hábil y
bas a las que el héroe es sometido en Colcos. Es- experta en muchas artes maléficas (Eurípides, Me-
ta acción es considerada como una traición a su dea, 282-286).
padre y a su patria. Cuando ella conspira contra
su progenitor, también lo hace contra su tierra, Medea utiliza, el poder de la palabra a tra-
por lo tanto pierde el apoyo familiar y se convier- vés de la retórica como uno de los medios para
te en una exilada de la Cólquide. alcanzar la venganza. Ella con su inteligencia y
Medea al huir por su propia voluntad con astucia logra manipular, con sus discursos, a sus
Jasón, adquiere autonomía sobre su persona y se enemigos. Medea usa la persuasión y logra con-
convierte en su propio kyrios –padre o tutor legal. vencer a Creon de concederle un día más, el cual
En ausencia del padre, los hermanos debían guar- ella aprovechará para llevar a cabo su plan; con-
dar el honor de sus hermanas, en especial, la cas- vence también a Egeo y obtiene asilo en Atenas.
tidad. Cuando mata a Apsirto, ella corta todos los Al mismo tiempo, persuade también a Jasón de
lazos que la atan y someten a su familia. Las ac- enviar a los niños con los presentes para la prin-
ciones anteriores dejan a la heroína completamen- cesa. A su vez, los regalos sirven de pretexto pa-
te aislada de su familia y de su patria. Su matri- ra disuadir a la hija del rey de permitirles a los ni-
monio no fue celebrado de acuerdo con las leyes ños permanecer en Corinto.
y rituales atenienses, pues no había habido ningún Al controlar la situación Medea decide
acuerdo entre su padre y su esposo, así, la legali- llevar a cabo su venganza, se transforma en una
dad de su unión con el esónida era cuestionable. mujer fría, analítica y calculadora: una figura
Para Medea, un divorcio resultaba proble- amenazante y peligrosa. La princesa de la Cól-
mático por sus circunstancias: no podía volver quide conoce las perspectivas tradicionales aso-
con su padre, ni la dote —en este caso el velloci- ciadas a su estatus como madre y mujer, lo apro-
no— podía ser devuelta. Asimismo, en la Anti- vecha a su favor y así, manipula a Jasón, a Creon
güedad, lo importante era el consentimiento del y al mismo Egeo.
padre y no el de la doncella, en el momento de En la tragedia de Eurípides, la heroína es
celebrar una boda legítima. Por lo tanto, al elegir la asesina de Apsirto, un niño aún, de modo que
por sí misma a su marido se autoafirma como un desde el inicio está relacionada con el infantici-
individuo con derechos propios, pero en su situa- dio3. Por el asesinato de su hermanastro, ella es
ción, ésta actitud la sitúa fuera de toda protección desleal a su padre y, a la vez, destruye la des-
legal. Medea, quien además es extranjera, solo se cendencia del rey. En Yolcos, valiéndose de su
tiene a sí misma y a sus facultades para alcanzar astucia, destruye la casa de Pelias y la relación
su objetivo. padre-hijas al engañarlas para que lo asesinen y
Otros elementos de transgresión en la haciéndolas creer que rejuvenecerán al rey. Ella
obra, lo constituyen la inteligencia y la sabiduría, misma reconoce este hecho cuando reprocha a
las cuáles son destacadas aquí atributos peligro- Jasón por el abandono:
sos, porque ella los utiliza en beneficio propio en Y maté a Pelias con la muerte más dolorosa de to-
detrimento de los varones y los valores de la so- das, a manos de sus hijas, y aparté de ti todo temor
ciedad. Ya desde el inicio, la esposa de Jasón es (Eurípides Medea, 486-487).
84 KÁÑINA

Su tercer crimen incluye a Creon y a su hi- ajusta a los lineamientos establecidos para las mu-
ja. Una vez más, ocasiona la destrucción de otra jeres de la época. La heroína viola, en la forma
casa real, la de Corinto. De esta forma, Medea vio- más drástica posible, los ideales y estereotipos fe-
la la relación natural entre padre e hijo. La hija se meninos griegos: continencia sexual (elección de
convierte en la causa de muerte del padre, y, al ase- su propio esposo), respeto al padre (traición de Ee-
sinar a sus propios hijos, destruye la casa de Jasón. tes y asesinato de Apsirto), sumisión al esposo (re-
El personaje de la Medea de Eurípides belión contra la decisión de Jasón y venganza de
confirma los estereotipos griegos negativos sobre él) y amor a los hijos (ella misma les quita la vi-
las mujeres como seres peligrosos y sexuales. La da). Al abandonar la reclusión de la esfera femeni-
heroína sigue sus impulsos libidinales y escoge a na, Medea causa a su paso destrucción y caos.
su esposo con un costo enorme para su familia: la Las transgresiones de esta mujer no solo
venganza contra Jasón por su infidelidad es un impugnan la esfera privada, el oikós y la familia,
crimen atroz e invierte las normas sociales y mo- sino la esfera pública: traiciona a su padre, a su
rales, mediante las cuales la mujer debía subordi- patria, y causa la muerte de dos reyes: la de Pe-
nar sus impulsos sexuales a las necesidades fami- lias en Yolcos, la de Creon y su hija en Corinto.
liares: Medea, al ser mujer y extranjera, puede La heroína se mueve entre dos conductas antitéti-
evocar temores y actitudes relacionadas con todo cas: la positiva, socialmente aceptada, es la que se
lo considerado como no griego. El nexo con la muestra al inicio de la obra, cuando su reputación
irracionalidad, el carácter vengativo y la pasión entre las mujeres de Corinto parece ser importan-
irrestricta no son rasgos exclusivamente femeni- te para ella, pues busca apoyo y se muestra como
nos. Sin embargo, se asocian a la mujer y entonces una mujer más sufriendo el yugo matrimonial, y
el deseo de venganza de Medea se convierte en al- la negativa, cuando lejos de ser una víctima pasi-
go profundamente irracional. Su venganza de la va del varón, hace pública su intención de asesi-
traición de Jasón, cuatro muertes y la destrucción nar a los niños y vengar la humillación sufrida.
de dos casas reales, exceden toda expectativa. La famosa frase expresada por Medea:
Según O’Higgins (1997), si bien, Medea
es igual a las otras mujeres griegas, difiere única- ¡Necios! Preferiría tres veces estar en pie firme con
un escudo, que dar a luz una sola vez (Eurípides,
mente en la medida en que representa rasgos y
Medea, 250).
potencialidades femeninas considerados peligro-
sos. Su “otredad” en cuanto a ser extranjera y las
Desestabiliza todo lo que el patriarcado
diferencias culturales, sirven para acentuar la di-
presenta en la mujer como inamovible; cuestiona
ferencia fundamental: el género. Para los griegos
el valor masculino frente al femenino con lo cual
de la época, las mujeres constituían una raza di-
se enfrenta con lo atribuido por la sociedad como
ferente a la de los varones. Ellas eran considera-
natural a los respectivos géneros: el hombre, de-
das extranjeras en la casa de sus esposos, aún
fensor de las mujeres y el estado, la mujer guar-
siendo griegas. Existía desconfianza hacia este
diana del hogar y la prole.
ser, hacia esta “otra” a la cual debía someterse a
La traición de Medea a su familia la lleva
estricta vigilancia, de lo contrario, podía consti-
a subvertir el papel tradicional de la mujer y la
tuirse en una amenaza para el oikós y Medea co-
aleja de la normalidad: sus acciones no concuer-
mo modelo encarna todo lo negativo de su género.
dan con el patrón asignado a su género. Ella lo-
gra triunfar con una venganza digna de los gran-
des héroes del mito. Si debe sacrificar a otros y
4. Conclusión
sufrir para vindicar la afrenta a su honor lo acep-
ta y prosigue con su plan hasta el fin. Al respec-
De acuerdo con el análisis anterior, sobre el
to manifiesta Foley:
personaje Medea, en la obra de Eurípides, es posi-
ble afirmar que la heroína es construida siguiendo Because there is for the Greeks no model of autono-
una imagen negativa de feminidad, porque no se mous and heroic femininity outside self-sacrifice,
Medea, la mujer transgresora de la Cólquide 85

Medea can only turn to a male model if she wishes de la época. Al respecto, consultar Pomeroy Sarah,
to act authoritatively and with time (honor) Goddesses, whores, wives, and slaves, 1976, New
(2001:264). York: Stocken Books.

Medea invade el espacio público, solo allí, 3. Eurípides muestra a Medea en la versión mítica que le
imputa los mayores crímenes. Tradiciones divergentes
como una igual del varón puede cumplir su obje- relatan como Jasón es quien mata al hijo de Eetes,
tivo. La heroicidad de Medea la transforma en un cuando éste los persigue al huir de la Cólquide.
modelo peligroso; su personaje la muestra como
una mujer amenazante, alejada por completo del
modelo tradicional de feminidad. Medea es una Bibliografía
figura nefasta en la literatura, sujeta por estereo-
tipo que la define como “mala” y en las reelabo- Aristóteles. 1964. Obras ética Nicomaquea.
raciones de autores posteriores, con frecuencia, Trad. Francisco de P. Samaranch, Madrid:
ha sido a presentada como un ser maligno, anti- Aguilar.
natural, un ejemplo que las mujeres deben evitar.
Medea es presentada como la transgresora de la Blondell Ruby, Rabinowitz Nancy. 1999. Women
Cólquide, causante de muerte y destrucción, un on the Edge. New York: Routledge.
modelo de conducta femenina negativa para las
mujeres del mundo antiguo. De Beauvoir, Simone. 1998. El Segundo Sexo.
Madrid: Ediciones Cátedra.

Notas Detienne Marcel, Vernant Jacques. 1978. Cun-


ning Intelligence in Greek Culture and So-
1. Medea hija de Eetes, rey de la Cólquide, se enamora ciety. New Jersey: Highlands.
de Jasón cuando éste llega en busca del vellocino de
oro. La princesa traiciona a su padre y a su patria
ayudando a Jasón a superar las pruebas impuestas Eurípides. 1991. Tragedias. Vol. I. Trad. Alberto
por el rey y le ayuda a robar el vellocino. Medea hu- Medina y Juan Antonio González. Ma-
ye con Jasón, quien la hace su esposa, e inician una drid: Gredos.
serie de aventuras en su regreso a Yolcos. De allí son
exilados por haber asesinado a Pelias y, finalmente,
se refugian en Corinto. Algunos años después Creon,
Foley Helen. 2001. Female Acts in Greek Tra-
el rey de Corinto, ofrece la mano de su hija a Jasón, gedy. Princeton: Princeton University
éste acepta y decide divorciarse de Medea. La prin- Press.
cesa de la Cólquide decide vengarse y mendiante ar-
gucias causa la muerte a Creon y a su hija. Para ven- Hesíodo. 1997. La teogonía, Los trabajos y los
garse de Jasón, Medea mata a sus hijos, huye en un
dragón alado y se refugia junto al rey Egeo.
días. Trad. Aurelio Pérez J, Alfonso Marí-
El mito de Medea se encuentra desarrollado en Hesío- nez D. Madrid: Gredos.
do, Obras y Fragmentos: Teogonía,1997, Madrid:
Gredos; Píndaro, Odas y Fragmentos, 1995, Madrid: Iriarte Ana. 1996. “Ser madre en la cuna de la de-
Gredos; Eurípides, Tragedias vol I Medea, 1991, Ma- mocracia o el valor de la paternidad”. En
drid: Gredos; Apolonio de Rodas Argonáuticas, 1986,
Figuras de la Madre, ed. Tubert Silvia.
Madrid: Cátedra; Apolodoro, The Library, 1976, Lon-
don: Harvard University Press; Pierre Grimal, Diccio- Madrid: Cátedra.
nario de Mitología Griega y Romana, 1991, Barcelo-
na: Paidos. Antonio Ruiz de Elvira, Mitología Clásica, Iseo. 1960. Iseo. Trad. Pierre Rousel. París: Belle
1982, Madrid: Gredos; Robert Graves, Greek Myths, Lettres.
1990, London: Penguin Books.

2. Esto no es enteramente cierto pues existía la posibi-


Jenofonte. 1967. El Económico. Trad. Juan Gil.
lidad del divorcio en la Atenas del siglo V, sin embar- Madrid: Sociedad de Estudios y Publica-
go, no era una opción fácil de conseguir para la mujer ciones.
86 KÁÑINA

Johnston Sarah. 1997. “Corinthinan Medea and Mc Dermott, Emily. 1989. Medea the Incarna-
the Cullt of Hera Akraia”. En Claus Ja- tion of Disorder. Pennsylvania: The
mes, Johnston Sarah. (ed) Medea. 44-70. Pennsylvania State University.
New Jersey: Princeton University Press.
Morse, Ruth. 1998. The Medieval Medea. Cam-
Lerner, Gerda. 1990. La Creación del Patriarca- bridge: Athony Rowe Ltd.
do. Trad. Mónica Tusell. Madrid: Critica.
O’Higgins, Dolores. 1997. “Medea as a Muse”.
Lesky Albin 1974. La Tragedia griega. Barcelo- En: Clauss and Johnston. Medea. New
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Macaya Emilia. 1999. “La construcción de la fe- Píndaro. 1995. Odas y Fragmentos. Trad. Alfon-
mineidad en la literatura de Occidente: su so Ortega. Madrid: Gredos.
génesis en el mito grecolatino”. En: Revis-
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sidad de Costa Rica. Vol. XXV. San José: pides and the Traffic in Women. New
Editorial de la Universidad de Costa Rica. York: Cornell University Press.

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