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Gestión de Activos base fundamental de la Excelencia Operacional

Ing. MSc. Oliverio García Palencia CMRP.


Consultor en Gestión de Activos y Excelencia Operacional.
oligar52@yahoo.com

Introducción
La implementación de estrategias modernas, de la Prodúctica y la Terotecnología, es la que transforma
una pequeña industria en una empresa de Categoría Mundial. Para ser competitivos, es primordial la
aplicación de herramientas que aseguren la consecución de los objetivos estratégicos de la compañía.
La Gestión de Activos basada en Ingeniería de Confiabilidad representa la ruta efectiva para enfrentar
los retos permanentes a los cuales están sometidas las organizaciones de hoy.

La Excelencia Operacional se define por la cantidad y la calidad de las acciones concretas efectuadas
diariamente, por el personal, para mantener la confiabilidad dentro de un plan previsto. La excelencia
involucra la ejecución eficiente de los procesos por el Talento Humano, con la más alta disponibilidad de
los equipos y de los sistemas de gestión. La excelencia es un hábito que se construye día a día y se va
inculcando en los trabajadores, a partir de su introducción en la cultura corporativa. La clave para
alcanzar la excelencia se centra en las personas y su gestión. Las organizaciones se están dando cuenta
de que más allá de las tecnologías, los activos y los procesos, son los conocimientos y el saber de sus
colaboradores, cada vez más capacitados, los que aportan el verdadero Capital Intelectual.

Con el fin de usar las ventajas disponibles en la Gestión de Activos y en el manejo de la información, y
poder garantizar su gerencia responsable, es necesario trabajar sobre tres principios básicos:

• Utilizar el “Talento Humano” idóneo


• Gestionar el “Conocimiento Pertinente”
• Tomar las “Decisiones Óptimas” en forma correcta.

Esto significa que la Gestión de Activos debe preocuparse por el adecuado gerenciamiento no solo de
sus activos físicos, sino del elemento vital de las organizaciones que genera su Capital Intelectual, es
decir su Talento Humano, el potencial más valioso de la compañía.

La Gestión Moderna de Activos es el arte y la ciencia de tomar decisiones correctas y oportunas en la


adquisición, operación, mantenimiento y disposición de los activos, y la optimización de sus procesos. El
objetivo es reducir al mínimo el costo total del ciclo de vida de los activos (LCC), considerando otros
factores críticos tales como el riesgo o la continuidad del negocio. Para una buena gestión se requiere la
colaboración interdisciplinaria del personal para conseguir la mejor relación sostenible de calidad -
precio en todas las etapas del ciclo de vida de los activos y de la infraestructura física de la compañía.

Este artículo pretende relacionar los conceptos básicos que se manejan para una adecuada Gestión de
Activos, que es la estrategia y soporte fundamental para alcanzar la Excelencia Operacional.
Gestión de Activos
Gestionar los activos es gerenciar efectivamente los dos componentes esenciales de una organización:
Los Recursos Físicos y el Talento Humano. No hay ningún misterio, es así de sencillo, se debe aprender
a administrar efectivamente lo que se tiene.

La Gestión de Activos, en inglés Asset Management (AM), se define de acuerdo con la PAS 55-1 como:
“Actividades coordinadas, prácticas y sistemáticas, a través de las cuales una organización gestiona
óptima y sosteniblemente sus activos, y sistema de activos, el desempeño asociado, los riesgos y los
costos a lo largo de sus ciclos de vida, con el propósito de lograrr el plan estratégico organizacional”. Para
una adecuada gestión de activos se parte de la visión, la misión, las políticas y los objetivos, se definen
las acciones primarias de mantenimiento y confiabilidad, y se diseña el sistema de gestión, que permita
medir los resultados, para lograr la sostenibilidad [1].

Según la ISO 55000, activo es: “Un artículo, cosa o entidad que tiene un valor potencial o real para una
organización”. De la misma manera define la Gestión de Activos como: “Las actividades coordinadas de
una organización para generar valor a partir de sus activos”. Este proceso puede verse como el arte y la
ciencia de poner en práctica y desarrollar todo el potencial de la organización, que le asegure una
supervivencia, a mediano y largo plazo, beneficiosa y sostenible.

La “Gestión de Activos Empresariales” es, por tanto, la disciplina que busca gestionar todo el ciclo de
vida de los activos físicos de una empresa con el fin de maximizar su valor. Cubre procesos como el
diseño, construcción, operación, mantenimiento y reemplazo de activos e infraestructuras. El término
“empresarial” hace referencia a la gestión de los activos a pesar de que se encuentren en diferentes
departamentos, localizaciones, instalaciones, e incluso, en diferentes unidades de negocio. Se requiere
un sistema de gestión para que una empresa logre sus objetivos estratégicos, de manera consistente y
sostenible, a través de la administración efectiva de sus activos.

Un “Sistema de Gestión de Activos” incluye: La política de Gestión de Activos, la Estrategia de Gestión


de Activos, los Objetivos de Gestión de Activos, los Planes de Gestión de Activos y las actividades, los
procesos y las estructuras necesarias para su desarrollo e implementación continua.

Las dimensiones de la gestión unificada de activos, a lo largo de su vida útil, definidas en la PAS 55-2, y
que integran sus elementos y atributos claves son [2]:

• Holística. Visión global multidisciplinaria enfocada en principios y valores.


• Sistémica. Integra todos los elementos que agregan o restan valor, en el sistema de gestión.
• Sistemática. Aplica de forma rigurosa las estrategias y procesos definidos en el enfoque sistémico.
• Basada en Riesgos. Análisis esenciales en la definición de los planes y programas de Mantto.
• Óptima. Todas las metodologías deben enfocarse en el logro del mayor beneficio.
• Sostenible. La gestión debe cubrir el ciclo total de vida de los activos, y proyectarse hacia el futuro.
• Integrada. Reconoce las interdependencias y los efectos combinados para lograr el éxito.
Con la aparición de la norma ISO-55000, el Estándar de Gestión Integral de Activos, publicado el 9 de
enero del 2014, estas características se ajustan a una perspectiva global de Gestión Esbelta (Lean
Management), que, aplicada en forma integral a lo largo de todo el ciclo de vida, tendrá un impacto muy
positivo en la competitividad y sostenibilidad de las organizaciones.

Figura 1. Atributos Claves de la Gestión de Activos

Fuente: BSI PAS 55 - 2. 2009.

La Gestión de Activos, como proceso holístico a través del cual se agrega valor a la organización, es un
nuevo modelo gerencial que implica grandes transformaciones en los recursos, en las estrategias y las
tecnologías, y un cambio general de actitud de las personas involucradas. Actualmente la industria está
entendiendo que la Gestión de Activos es muy compleja y especializada, que puede ser una fuente de
ventajas competitivas, pero también un área en la cual las consecuencias de realizaciones equivocadas
pueden ser demasiado serias.

Confiabilidad Operacional
La Confiabilidad Operacional como herramienta esencial de la Gestión de Activos es una aproximación
de sentido común, hacia la Excelencia Operacional. Si a diario se tiene claro lo que se debe hacer para
garantizar la confiabilidad y esto se realiza en forma óptima, usando los medios correctos y la manera
correcta, se persigue la excelencia de las actividades industriales. La Confiabilidad Operacional incluye
una serie de procesos de mejora continua, que integran en forma sistémica y sistemática, avanzadas
herramientas de diagnóstico, metodologías de análisis y modernas tecnologías, que permiten mejorar la
ejecución y el control de la productividad industrial [3].

La Confiabilidad Operacional lleva implícita la capacidad total de la organización (procesos, tecnología y


Talento Humano), para cumplir su función o el propósito que se espera de ella, dentro de sus límites de
diseño y bajo un entorno laboral específico. La Confiabilidad Operacional incluye sus cuatro frentes
operativos: Confiabilidad Humana, Confiabilidad del Activo, Confiabilidad del Proceso y Confiabilidad de
Diseño; sobre los cuales se debe actuar proactivamente si se quiere un mejoramiento continuo y de largo
plazo [4].
La Confiabilidad Operacional no es una receta mágica, pero involucra un desarrollo sistemático, basado
en Gestión del Conocimiento, para la eliminación de las fallas y el mal desempeño del Talento Humano,
que afectan los procesos productivos. La clave radica en la constancia de los trabajadores, que supone
un mayor compromiso con los objetivos estratégicos de la organización [5].

Figura 2. Frentes de la Confiabilidad Operacional

Fuente: Adaptada de The Woodhouse Partnership Ltda. 2000.

La variación en conjunto o individual que pueda sufrir cada uno de estos factores, afecta el desempeño
general del sistema integral. Cualquier hecho aislado de mejoramiento puede traer beneficios, pero al
no tomarse en cuenta los demás frentes, sus ventajas serán limitadas o diluidas dentro de la empresa y
pasan a ser el resultado de un proyecto y no de un cambio radical [3].

Sistema Integral de Confiabilidad Operacional

El Sistema Integral de Confiabilidad Operacional propuesto, está constituido por los cuatro enfoques
indicados anteriormente, y un quinto elemento dirigido a la búsqueda de la Excelencia Operacional, que
lo hemos denominado Confiabilidad de Clase Mundial. Teniendo en cuenta que los cuatro frentes
involucran los componentes, estrategias, herramientas y técnicas, para alcanzar una alta confiabilidad
operativa en la organización, no se considera necesario agregar más elementos, fuera de la visión que
se debe tener para buscar la clase mundial, cuando se implementan nuevas estrategias.

En la figura 3, se muestran los cinco elementos planteados y cada uno de los veinticinco subelementos
correspondientes, necesarios para implantar el sistema integral, pero que deben ser seleccionados
específicamente según el diagnóstico actual, las necesidades y la visión de cada empresa, teniendo en
cuenta sus particularidades, y las posibilidades que genera cada elemento para que las actividades a
realizar cumplan la condición de ser seguras, efectivas y económicas.

Confiabilidad Humana
La auténtica fuente de competitividad actual es el Talento Humano empoderado y comprometido, que
emplea la mayor parte del tiempo en considerar las necesidades colectivas, para alcanzar los objetivos
estratégicos, en favor de los empleados, la empresa y la sociedad.
Figura 3. Elementos del Sistema de Confiabilidad Operacional

SISTEMA INTEGRAL DE CONFIABILIDAD OPERACIONAL

Confiabilidad Confiabilidad de Confiabilidad de Confiabilidad de Confiabilidad


Humana los Activos los Procesos Diseño Clase Mundial

Formación por Buenas Prácticas de Buenas Prácticas Ingeniería de


Análisis RAM
Competencias Mantenimiento Operativas Mantenibilidad

Estrategias de Procedimientos Análisis del Costo del


Equipos de Trabajo Análisis CRB
Confiabilidad Operativos Ciclo de Vida

Gerencia del Herramientas de Seguridad de los Optimización Integral


Diseño de Proyectos
Desempeño Confiabilidad Procesos de Mantenimiento

Liderazgo y Total Productive


Entorno Operativo Análisis de Riesgos Proyectos de Rediseño
Motivación Scorecard

Gestión del Sistema de Administración del Satisfacción Total de Responsabilidad Social


Conocimiento Información Cambio los Clientes Corporativa

La Confiabilidad Humana se puede definir como “la capacidad de desempeño eficiente y eficaz de las
personas en todos los procesos, sin cometer errores derivados del actuar y del conocimiento personal,
durante su competencia laboral, en un entorno organizacional específico”. Un sistema de Confiabilidad
Humana incluye diversos elementos de influencia personal, que permiten optimizar los conocimientos,
las habilidades, las destrezas y las actitudes, de los miembros de la empresa con la finalidad de generar
“Capital Humano”.

Figura 4. Elementos de la Confiabilidad Humana

En la búsqueda de resultados positivos las organizaciones se han propuesto contar con estrategias,
políticas y mecanismos, que le permitan al Talento Humano participar en los planes de trabajo en equipo,
formación por competencias, mejora continua, gerencia del desempeño, administración del cambio y
Gestión del Conocimiento, que son estrategias fundamentales de la Confiabilidad Humana.
Figura 5. Estrategias de la Confiabilidad Humana

Las acciones de mejoramiento de la Confiabilidad Humana buscan en principio recuperar el valor de las
personas, aumentar sus competencias generales, mejorar sus saberes, su experiencia profesional, sus
capacidades físicas y fisiológicas, y su condición laboral; optimizar las comunicaciones y sus relaciones
personales a todo nivel, elevar su sentido de pertenencia y guiar su conducta, principios y valores hacia
el desarrollo de la cultura corporativa; para comprometer su capacidad total de gestión en beneficio del
colectivo social.

Mejorar la Confiabilidad Humana se puede lograr integrando estrategias que impliquen una adecuada
gestión del conocimiento, mediante la formación de equipos naturales de trabajo, la implementación de
modelos de competencias y la creación de comunidades del conocimiento, gestionando eficazmente su
desempeño, con el fin de preservar el Capital Intelectual y garantizar la competitividad de la empresa [3].
Potenciar estas estrategias sería imposible si no se cuenta con un plan integral de Desarrollo del Talento
Humano, como soporte principal de la empresa. Dentro de esta perspectiva se tienen estrategias
relacionadas con la gente, sus conocimientos, sus competencias y los factores críticos de éxito que
promueven la competitividad y la hacen sostenible en el tiempo; estas acciones involucran los elementos
esenciales para gerenciar el activo principal de la organización llamado Capital Humano.

Gestión del Conocimiento


La Gestión del Conocimiento, como la estrategia fundamental de la Confiabilidad Humana, junto con la
Formación por Competencias y el Aprendizaje Colaborativo, están transformando la manera en que se
maneja la economía mundial. Para las entidades de cualquier naturaleza, la Gestión del Conocimiento,
unida a la creatividad y la innovación, resultan a las claras factores críticos para la sobrevivencia en la
actual Sociedad del Conocimiento. Por lo tanto, la Gestión del Conocimiento y la gerencia del Capital
Intelectual se constituyen en la piedra angular del paradigma de la Excelencia Operacional en el nuevo
milenio.

La Gestión del Conocimiento (KM: del inglés Knowledge Management) es un concepto aplicado en las
organizaciones. Tiene el fin de transferir el conocimiento desde el lugar donde se genera hasta el lugar
en dónde se va a emplear, e implica el desarrollo de las competencias necesarias del personal, para
valorarlo, asimilarlo, usarlo y compartirlo eficazmente.
La definición formal podría ser: “La Gestión del Conocimiento se refiere a la planificación, organización,
coordinación, dirección y control de una red de personas incorporadas en los procesos corporativos, y
apoyadas por las tecnologías de información y comunicaciones, que buscan la creación, adquisición,
adaptación, asimilación, organización, transmisión, protección, control, uso y conservación adecuada de
los conocimientos, logrando beneficios intelectuales, tangibles e intangibles, orientados a potenciar las
competencias de la organización y la generación de valor”.

Cuando las compañías son conscientes del alcance de una gestión eficaz del conocimiento, y aplican para
ello modernas tecnologías, se habla de lo que hoy se denominan “Organizaciones que Aprenden”, que
posteriormente evolucionan a las “Organizaciones del Conocimiento”, que son las empresas que
soportan su estrategia competitiva en el mejoramiento continuo de la productividad, por medio de la
optimización de sus activos físicos y de su Talento Humano, con el empleo de una muy buena base de
conocimientos en constante retroalimentación.

Las organizaciones donde el conocimiento es el activo fundamental son muy especiales; todas no están
preparadas para usar efectivamente este activo; la exploración del conocimiento es el fin de la Gestión
del Conocimiento, entendiendo como fin alinear los conocimientos, individuales y colectivos, con los
objetivos corporativos. Las organizaciones basadas en una eficiente Gestión del Conocimiento poseen
como características comunes [6]:

• Dirigidas hacia el cliente, buscan su satisfacción total.


• Dirigidas hacia la excelencia, donde el Capital Intelectual es su mayor activo.
• Alta flexibilidad y adaptación mediante el uso continuo de las TICs.
• Alto nivel de competencia y gestión eficaz de la información.
• Elevado nivel de aprendizaje en equipo, basado en innovación permanente.
• Auto-dirección y auto-gestión, para determinar sus competencias esenciales.
• Proactivas y futuristas, para lo cual se basan en planes de Visión Compartida.

Otra característica primordial de estas organizaciones, es el uso del conocimiento para innovar en la
compañía, aunque no siempre se utiliza en la forma conveniente. Gestionar el conocimiento impulsa la
innovación y asegura los resultados, siempre que la cultura nueva corporativa estimule la difusión y el
manejo proactivo de la información. El dominio del saber constituye el fundamento básico para la
creatividad y la innovación, las cuales siempre están situadas entre el conocimiento y la productividad,
y a través de su interacción la organización alcanza su desarrollo.

Las Organizaciones que Aprenden deben asegurar la conservación del conocimiento, que permita su
consulta permanente por todo el personal de la compañía. Se debe generar una nueva cultura, en la cual
el conocimiento sea ampliamente compartido; se debe estimular a los trabajadores que ofrecen sus
conocimientos para que sean aprovechados por todos. La clave del éxito se basa en el empeño del
Talento Humano, que supone un mayor sentido de pertenencia e involucramiento con la visión y con la
misión de la empresa. Para lograrlo y transformar el conocimiento tácito en explícito, y en productos y
resultados alcanzables, se necesitan directivos que creen visión. Esta visión se apoya en la idea de que
la compañía es un organismo vivo, con identidad propia, que evoluciona y que tiene objetivos claros, y
por tanto está abierta a la innovación y al cambio. Como organismo vivo, la tarea de generación del
conocimiento compete al Talento Humano con ideas e ideales [7].

Excelencia Operacional
El concepto de Sostenibilidad Industrial hace pensar en la idea de "excelencia", cuando se integran las
ventajas competitivas, con las características de calidad, seguridad, efectividad y productividad de una
organización. La competitividad no es fruto de la casualidad ni surge de golpe, se crea y se adquiere a
través de un largo proceso de aprendizaje y negociación con la participación de todos.

La Excelencia Operacional comúnmente se define como “la gestión sistémica y sistemática de la salud
ocupacional, la seguridad, el medio ambiente, la productividad, la confiabilidad, la calidad y las demás
acciones sobresalientes para alcanzar un desempeño de Categoría Mundial”, implica usar la capacidad
integral de la organización para implementar estrategias de optimización que garanticen la efectividad
total de las operaciones, para el éxito del negocio [6].

La Excelencia Operacional primordialmente consiste en hacer correctamente las cosas correctas; busca
ejecutar de la mejor manera posible lo definido en el plan estratégico corporativo; en últimas realizar las
actividades, de tal forma que se traduzcan en los mejores resultados técnicos y financieros, basadas en
el desarrollo del Talento Humano.

La Excelencia Operacional se alcanza cuando todos y cada uno, de los integrantes de la organización,
pueden ver el flujo permanente de valor hacia el cliente, y aportan con su trabajo a la continuidad del
flujo, para evitar que se interrumpa. La Excelencia Operacional se puede plantear como una ecuación
matemática, que expresa la suma de cuatro teorías de gestión comunes: la Confiabilidad Operacional, la
Calidad Total, la Seguridad Humana y la Responsabilidad Social Corporativa [6].

Figura 6. Elementos Claves de la Excelencia Operacional

La Excelencia Operacional se consigue cuando en las empresas las mejores prácticas (TQM, CBM, TPM,
RCM, PMO, MIO, HRA, Lean, Seis Sigma, etc.), están correctamente alineadas con los resultados. Un
modelo de Excelencia Operacional debe integrar las mejores prácticas con las que cada empresa esté
desarrollando internamente.
La excelencia en las actividades productivas siempre será función de criterios temporales. Conquistar la
condición de Excelencia Operacional, implica la evolución de la cultura corporativa a un sistema visto
como un todo en interacción constante con su entorno. No es posible obtener un desempeño de clase
mundial, de un proceso aislado, si el resto de procesos productivos no se orientan y trabajan en equipo
para ser cada día los mejores. La excelencia es un estado temporal; la mejora continua es un proceso
permanente; si la excelencia no se entiende como una situación dinámica, y se busca presentarla como
un resultado estático, será algo muy difícil de alcanzar.

La Excelencia Operacional se dirige a diez áreas primordiales para optimizar el desempeño: El Talento
Humano, la Seguridad, el Medio Ambiente, la Confiabilidad, la Productividad, la Integridad, la Calidad
Total, la Salud Ocupacional, la Responsabilidad Social, y los Costos y Servicios a Terceros. Para evaluar el
avance de un programa de Excelencia Operacional se utilizan indicadores de desempeño, definidos para
cada una de las áreas citadas, integrados en Diagramas de Araña, Balanced Scorecard, software de
gestión integral, u otras herramientas estadísticas usadas en los sistemas de mejora continua.

Por lo tanto, contar con un sistema de gestión adecuado a las necesidades de cada organización, que
tenga en cuenta la Seguridad Humana, la salud ocupacional y la conservación medioambiental, unido a
la aplicación de políticas de calidad, integridad y confiabilidad, con el objeto de mejorar los servicios, la
productividad, la rentabilidad y la competitividad de la organización, involucra los frentes requeridos
para optimizar el desempeño industrial y lograr la Excelencia Operacional.

En síntesis, para implementar exitosamente un programa de Excelencia Operacional se debe trabajar


simultáneamente todas y cada una de las áreas mencionadas, mediante la aplicación de políticas de
formación, motivación, incentivación, reconocimiento y desarrollo eficaz del Talento Humano, basadas
en la misión y enfocadas en la visión corporativa.

Hacia la Excelencia Operacional


El mantenimiento proactivo es un elemento indispensable en la aplicación de la Gestión de Activos,
cuando se utilizan en forma óptima los recursos físicos y el Talento Humano. Cuando el mantenimiento
se incluye como aportante para el cumplimiento de los requerimientos de la ISO 55000, y se integra con
las áreas de producción e ingeniería de la empresa, se tienen las bases sólidas para la aplicación de un
sistema de Gestión de Activos, y se abona el terreno necesario para ir en busca de la excelencia.

Sintetizando, todo lo visto anteriormente, las metodologías de la Gestión de Activos, la Confiabilidad


Operacional y Humana, integradas mediante un sistema de Gestión del Conocimiento Corporativo, son
las estrategias primordiales de las organizaciones enfocadas en la competitividad internacional, la cual
genera en alto grado, la riqueza nacional, el empleo decente y el bienestar social.

La figura 7 presenta la Pirámide Tecnológica sugerida por el autor para implementar un sistema de
optimización integral de la gestión industrial en la búsqueda de la Excelencia Operacional; donde se
invierte la pirámide tradicional y se toma como base la estrategia de las organizaciones de Categoría
Mundial, para ir de lo general a lo específico [6].

La fortaleza y la capacidad productiva se mide de abajo hacia arriba. La solidez de una pirámide no se
localiza en su ápice superior, se encuentra siempre en la base; por tanto, la cabeza muy poco puede
hacer si los miembros no ejecutan funciones de soporte; una acción efectiva no la puede desarrollar sólo
la cabeza, o sus miembros, la práctica demanda del sistema de elementos integrados.

Figura 7. Pirámide Tecnológica

La Gestión de Activos, es un nuevo modelo estratégico, que involucra grandes cambios en los objetivos
corporativos, en los procesos productivos, en el personal y esencialmente en la cultura organizacional.
Para alcanzar el éxito es necesario cambiar los paradigmas y crear conciencia de la importancia de los
planes de formación para toda la vida, del entrenamiento y trabajo colaborativo, del empoderamiento,
de la creatividad, de la innovación y el liderazgo, de la motivación y el desarrollo, y de la búsqueda de la
excelencia, enmarcados dentro de un sistema integral de Gestión Estratégica con Responsabilidad Social
Corporativa, que busque el bienestar comunitario.

La Confiabilidad Operacional se sustenta en una aproximación inteligente, en busca de la Excelencia. Las


herramientas de la Confiabilidad Operacional involucran aspectos relacionados con el manejo de los
equipos y de los procesos, las tecnologías modernas, los nuevos escenarios, las filosofías de mejora
continua y habilidades de liderazgo, que pueden inferir el logro de las metas establecidas.

La Confiabilidad Humana involucra grandes cambios en las organizaciones, exige una nueva cultura y el
cuestionamiento de muchos procesos, junto con el gerenciamiento efectivo de las comunicaciones y el
registro sistemático de la información. Las acciones para generar la Confiabilidad Humana buscan, en
últimas, recuperar el valor de las personas dentro de la compañía.

La Gestión del Conocimiento es la gran oportunidad de hoy para optimizar las empresas, e implementar
las mejores prácticas de clase mundial; pero no se puede olvidar que las personas tienen emociones y
sentimientos, además de conocimientos. Por tanto, se debe convertir las organizaciones en entornos
apacibles de trabajo, con salas de reuniones, salones de descanso y entornos culturales y deportivos,
que generen bienestar y mejora de las relaciones interpersonales. En últimas se deben humanizar las
organizaciones como el requisito número uno para alcanzar la excelencia.
Conclusiones
• La Gestión de Activos permite transformar las políticas y las estrategias corporativas en decisiones
técnicas y financieras, planes, programas y actividades para asegurar que los activos cumplan su
función principal. Una buena gestión permite asegurar el adecuado nivel de competencias para que
el Talento Humano pueda desarrollar efectivamente sus funciones, gestionar el conocimiento
organizacional y aumentar el “Capital Intelectual”, que garantice la competitividad y sostenibilidad
de la organización.

• Las buenas prácticas de Gestión de Activos buscan incorporar la adecuada Gestión de Riesgos en los
proyectos, los procesos y los activos, de tal manera que el análisis de riesgos permita tomar las
mejores decisiones y alcanzar los beneficios de un balance adecuado entre el costo, el riesgo y el
desempeño organizacional.

• En el actual milenio la Excelencia Operacional solo será alcanzada por empresas líderes, guiadas por
políticas que impulsen la Gestión del Conocimiento desde la praxis y su aplicación sistémica para la
obtención de los objetivos proyectados. El reto de hoy es crear compañías basadas en el
conocimiento, apoyadas en las tecnologías de punta, con alto nivel de gestión y autoaprendizaje, de
liderazgo, creatividad e innovación, proactivas y futuristas, y enfocadas en el empleo decente y el
bienestar comunitario.

• Es de capital importancia persuadir las organizaciones, para la aplicación masiva de las estrategias
planteadas, como mecanismos para asegurar el éxito, incluyendo el desarrollo del Talento Humano
como el proceso vital para lograr un buen nivel de competitividad internacional, en la búsqueda de
la categoría de Clase Mundial.

• “Gerenciar la Confiabilidad del Talento Humano no es solo la clave para el desarrollo efectivo de la
Prodúctica y la Terotecnología, sino el componente medular de los procesos de Gestión de Activos
que soportan la Excelencia Operacional en la actual Sociedad del Conocimiento”.

Referencias Bibliográficas

[1]. IAM (The Institute of Asset Management). PAS 55:2008. Gestión de Activos. Parte 1. Publicación avalada
por el BSi. ISBN: 978-0-9563934-0-1.

[2]. IAM (The Institute of Asset Management). PAS 55:2008. Gestión de Activos. Parte 2. Publicación avalada
por el BSi. ISBN: 978-0-9563934-2-5.

[3]. HUERTA, Rosendo. (2004). “Curso Confiabilidad Operacional: Uso de Técnicas y Herramientas de
Aplicación”. Seminario Customer Care, DataStream. Bogotá. Colombia. Febrero de 2004.

[4]. DURÁN, José Bernardo. (2000). ¿Qué es Confiabilidad Operacional? Revista Club Mantenimiento. Año 1.
Nº 2. Septiembre 2000. club_mantener@sinectis.com.ar.

[5]. CÁCERES, Beatriz. (2004). “Como Incrementar la Competitividad Mediante Estrategias para Gerenciar
Mantenimiento”. VI Congreso Internacional de Mantenimiento. ACIEM. Bogotá. Colombia.
[6]. SENGE, Peter. (1993). “La Quinta Disciplina, el arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje”.
Ediciones Gránica. Barcelona, España.

[7]. NONAKA, Ikujiro. “La empresa creadora de conocimiento”. En: Harvard Business Review, 2000: “Gestión
del Conocimiento”. Ediciones Deusto S. A. Bilbao, España.

[8]. GARCÍA P., Oliverio. (2013). “Confiabilidad Humana, Clave de la Competitividad Organizacional”. Impresos
LEGIS. Primera Edición. Bogotá, Colombia. Abril de 2013.

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