CapituLo V
LAS FUNCIONES DEL ESTADO.
El Estado como ente juridico y politico, dotado de atributos que le son
propios, particularmente el de ser un poder soberano, no es un organismo
estdtico, sino que tiene que cumplir determinados fines, los cuales constituyen
Su propia justificacidn. Estos consisten fundamentalmente en la busqueda de?
bien comin, esto es, en la satisfaccién de las aspiraciones e intereses colecti-
vos y permanentes de la comunidad!. Para lograr la realizacién de sus fines, el
Estado tiene, pues, necesidad de actuar, de ejercer determinadas funciones. Por
funciones estatales se entienden, en derecho ptblico, las diversas actividades
del Estado en cuanto constituyen diferentes manifestaciones 0 diversos modes
de ejercicio de 1a potestad estatal”. Resulta mds apropiado hablar de funciones
del Estado que de poderes, ya que el poder del Estado es indivisible; el térmi-
no funci6n se refiere expresamente al contenido mismo de la actividad estatal
en sus diversos aspectos.
De conformidad con las caracteristicas de esa actividad, se han distinguido
tradicionalmente tres funciones fundamentales del Estado que tienen por lo
demés, el cardcter de funciones juridicas: la funci6n legislativa, la funcién
administrativa o ejecutiva y la funcién jurisdiccional o judicial. Bs esta la
tridivisi6n clésica, cuyos orfgenes encontramos en los griegos y cuyo moder-
no planteamiento se debe en gran medida a MonTEsQuigv, Pero, posteriormente,
en la época contempordnea muchos autores y legisladores han hablado —e
incluso han consagrado— otras funciones adicionales, dada la trascendencia
de las mismas, como es el caso de la funcién constituyente’, de la electoral o de
la fiscalizadora. La realidad es que en la mayoria de las constituciones, estas
iiltimas estén adseritas, aunque de manera no siempre nitida, a alguno 0 algu-
nos de los érganos titulares de las tres primeras. Pero ello no resta importancia
ala inquietud, muchas veces planteada, sobre la conveniencia de consagrarlas
como funciones separadas.
' Sobre la nocién de bien comiin, ver Pownta PEREZ, ob. Cit, pags. 251 y s8.
*R. Carré DE MALBERG, ob. cit. pag. 249,
>, SAYAOUES LASO, Ob. Cit, pag. 35.LAS FUNCIONES DEL ESTADO. 259
1. DererMINACIGN DE LAS FUNCIONES DEL EstaDO
Para determinar las funciones del Estado pueden seguirse tres criterios
diferentes: orgénico, material y formal: a) criterio orgdnico: Distingue las fan-
ciones estatales segtin el érgano que las cumple. De esta manera toda funci
actividad que provenga del Parlamento serd funcién legislativa, todos los actos
de los jueces o tribunales serdn funcién jurisdiccional y todos los actos que
cumpla e! gobierno serdn funcién administrativa o ejecutiva; b) criterio for-
mal: Tiene en consideracién la manera como actia el Estado a través de sus
6rganos. Asf, un mismo 6rgano puede actuar de diversas maneras y segdn el
procedimiento empleado, estard realizando determinada funcién; por ejemplo,
cuando el ejecutivo dicta decretos-leyes esté realizando una funcién legisla-
tiva, 0 cuando el Congreso efectéa nombramientos ejerce una funcién ejecuti-
yao administrativa; c) criterio material: Seguin este criterio, las funciones de]
Estado se distinguen segin el contenido o naturaleza mismos del acto, sin con-
sideracién al Grgano que lo produce ni a Ta forma que reviste.
En realidad, como anota PaLAcios MesiA, los criterios para distinguir las
funciones del Estado tienen una importancia relativa, por cuanto la mayorfa
de Jas constituciones modernas fueron hechas antes de que se planteara ja dis-
cusi6n sobre los criterios, de manera que las normas constitucionales vigentes
dan lugar con frecuencia a la aplicacién indistinta de unos u otros’, Tal es el
caso colombiano, como lo sefiala VipaL PaRDoMo®.
2. ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA SEPARACION DE FUNCIONES
Aunque la practica de la separaci6n de funciones es caracteristica de los
regimenes democraticos en el Estado modern y contemporanco, esta teoria
tiene sus antecedentes en organizaciones politicas antiguas —particularmente
lagtiega—, y fue objeto de andlisis por parte de algunos pensadores, Entre estos
se destaca ARISTOTELES, quien en La politica la expuso con toda claridad:
“En todo Estado hay tres partes de cuyos intcreses debe ei legislador, si
es entendido, ocuparse ante todo, arregléndolos debidamente. Una vez bien
organizadas estas tres partes, el Estado todo resultard bien organizado; y los
Estados no pueden realmente diferenciarse sino en razdn de la organizacién
diferente de estos tres elementos. El primero de estos tres elementos es la
asamblea general, que delibera sobre fos negocios publicos; ¢l segundo, el
cuerpo de magistrados, euya naturaleza, atribuciones y modo de nombramiento
es preciso fijar; y el tercero, el cuerpo judicial”.
+H. Patactos Marta, ob. cit., pag. 164,
+1. Vibat. Pexoowo, Derecho administrative general, Bogotd, Fail, Temis, 1961, pags. 52
y 53.
* Anisrorenes, La politica, libro sexto, cup. xi.260 TERIA DEL ESTADO
Luego, en los capitulos x1, xt y xm del libro sexto de La politica, Aris-
‘TOTELES se ocupa de explicar en qué consiste cada una de estas que éi Hama
“partes”, y que corresponden a las modernas funciones: los “6rganos deli~
berativos” (poder legislativo), los “érganos de magistrarura” (poder ejecutivo)
y los “tribunales” (poder judicial). Posteriormente, y ciertamente bajo su in-
fluencia, se encuentran referencias a estas funciones en los estudios que hi
ron para fundamentar la necesidad de separar cl gobierno del poder legislati-
Vo, autores como SANTO ToMAs y MAQUIAVELO, Pero la teorfa de la separacion
de funciones —o de “poderes”— vino a ser desarrollada y expuestaen sentido
modemo por Locke y, especialmente, por MoNTESQUEEU, quien la planted den-
tro de un contexto a la vez juridico y politico.
2.1 Teorta de Montesquieu
CHARLES-LouIS DE SECONDAT, barén de Monresquieu (1689-1755), estu-
4i6 durante sus prolongadas estancias en Inglaterra el sistema politico de ese
pafs, comparando el funcionamiento de sus instituciones con lo que ocurria en
su Francia natal. Mientras en Inglaterra los poderes legislativo, ejecutivo y ju-
dicial estaban separados, en Francia el absolutismo real hacia que esos pode-
Tes se encontraran atin concentrados en cabeza del ejecutivo. Los Estados Gene-
rales no se reunian desde 1614, de manera que no existia un parlamento que,
como en Inglaterra, limitara y controlara los poderes del rey. En diversos es-
critos MonTrsoumeu abogé porque en Francia se estableciera un régimen de
libertades como el que ya imperaba en Inglaterra. Pero fue sdbre todo en Del
esptritu de las leyes, su obra capital, publicada en 1748, en la que Montesquieu
compendié su pensamiento politico y planted su teorfa sobre la separacion de
funciones. En ella analiza y compara las instituciones politicas de la Antigiie-
dad, particularmente la griega y la romana, y se extiende ademés, en considera-
ciones historicas y socioldgicas sobre la evolucién de los pueblos a través de
Jos tiempos y de los diferentes medios geograficos. Como dice CHEVALLIER,
“més que al moralista o al reformador, es al politico al que buscamos en el Es-
piritu de las leyes; inclusive, al te6rico politico, que habia de imprimir su hue-
Ilaen tantos espiritus de calidad. Sin embargo, este término un poco pesado de
terico no debe evocar un sistema politico armado de cabo arabo, una doctri-
na rigurosamente deductiva, a la manera de Boni, Honses, Bossust 0 Locke.
No cra este ef propésito de Montesquieu”.
Todas esas observaciones histéricas sirvieron de base a MoNTESQUIEU para
plantear sus teorfas tendentes a lograr un equilibrio entre los érganos —o
poderes— del Estado. Con objeto de establecer ese equilibrio MontEsQuiEv
sostiene que ha de procurarse la division de los poderes de acuerdo con ¢l con-
tenido de sus funciones, fijando con claridad sus respectivas esferas de com-
petencia, evitando las interferencias de la actividad de unos en las de los de-
75.5, Chevataier, ob, cit,, pag. 109.