Está en la página 1de 3

LA EFICACIA EN LA AYUDA ECONÓMICA

Durante mucho tiempo la gente ha pensado que la manera más fácil


de ayudar a los demás, en distintos problemas, es solo dándole lo que
necesita y ya, ergo esto no es tan simple como muchos pueden
pensar. La manera correcta de ayudar recae en las instrucciones y
apoyo que se les brindan a las otras personas durante la resolución de
dichos problemas hasta conseguir el objetivo deseado.

Esto se hizo más que evidente en el mundo de la economía, tras la


llamada “Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda”, en el
Foro de Alto Nivel celebrado en esta ciudad. Esta declaración tuvo
como integrantes a más de 100 países donantes, bilaterales y
multilaterales. Su principal objetivo fue la ayuda económica a países
subdesarrollados y en vías de desarrollo que tendrían un porvenir con
crisis económica. La ayuda económica sería otorgada en forma de
materias primas, bienes, recursos y dinero.

Los problemas de esta declaración llegaron de forma muy rápida,


puesto que los países organizadores no supieron administrar los
enfoques económicos debidamente. Dentro de los problemas,
encontramos tres principales: la imprevisibilidad, las fallas en la
coordinación y la fragmentación de la ayuda.

Como su nombre lo dice, la imprevisibilidad es algo que no puede ser


previsto, o sea, que no se puede tener noción de que ocurrirá en un
futuro. Un estudio reciente hecho por el Comité de Ayuda al Desarrollo
(CAD) demostró que solo el 45% de los países pertenecientes a la
declaración cumplían con el plazo para remitir la ayuda económica
para los países beneficiarios.

Las fallas en la coordinación crearon un caos en los países donantes,


sobre todo a pequeños grupos asignados para encargarse de esta
declaración, puesto que muchas veces los pedidos para recaudar la
ayuda económica llegaba demasiado tarde y esto obligaba a los
trabajadores de estos grupos a realizar los trámites y las retribuciones
a última hora. Esto provocó muchas pérdidas en el ámbito político,

Salcedo Cotrina Dario Alonzo 20192200H


debido a que la mayoría de estos trabajadores eran funcionarios del
Estado y ocupaban más tiempo en los temas de la declaración que en
los problemas de su país.

El problema de la fragmentación de la ayuda no solo se debe al


aumento del número de donantes, sino también a las actividades que
estos realizan. Esto trae una pesada carga a los países donantes.
Queda aún más en exposición al saber que un país proporciona
mucha más ayuda que quince países juntos, lo que origina una mala
administración a las ayudas económicas.

Después de haber examinado los principales problemas, solo nos


queda hacer frente a estas dificultades, por tal razón se originan las
asociaciones internacionales. Por ejemplo, el Grupo de Trabajo sobre
la Eficacia de la Ayuda del CAD se estableció en el contexto del
consenso internacional alcanzado en Monterrey sobre las medidas
necesarias para promover la colaboración mundial para el desarrollo y
acelerar el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En
este proyecto participan veintidós países donantes del CAD, la
Comisión Europea, once organismos multilaterales y veintitrés países
en desarrollo. Esta colaboración ha permitido crear consenso entre los
países donantes y sus socios sobre ciertos aspectos fundamentales
de la eficacia de la ayuda.

Tras la creación de este grupo queda una cuestión por resolver, “qué
queda por hacer”. Si bien se han reforzado los mecanismos de gestión
en varias partes del mundo, queda mucho por hacer. La rendición de
cuentas con los países donantes, el reforzamiento de la identificación
de los países con los programas de desarrollo, transformar los
compromisos en ayuda eficaz, necesidad de concentrarse en los
resultados y contener el aumento de organismo de asistencias, entran
en discusión.

La rendición de cuentas resulta esencial para una buena gestión de la


ayuda. A fin de garantizarla frente a la ciudadanía, es crucial que la
ayuda se obtenga a través de los sistemas nacionales. Para crear
responsabilidad mutua entre países donantes y beneficiarios., deben
Salcedo Cotrina Dario Alonzo 20192200H
compartirse los objetivos de desarrollo y establecerse sistemas de
rendición de cuentas y sanciones por incumplimiento.

El reforzamiento de la identificación viene siendo uno de los


principales objetivos que tenía la declaración al momento de ser
impuesta. Los países donantes alientan a los países en desarrollo a
formular sus propias estrategias de reducción de la pobreza, pero
sigue habiendo importantes deficiencias en el terreno operativo.

Para transformar los compromisos en ayuda eficaz es necesario un


avance significativo en distintas áreas. Existen problemas de poder y
economía política que muchas veces requieren soluciones políticas.
Por tanto, las soluciones técnicas no servirán para reformar la gestión
de la ayuda. Por esto es que se hizo más énfasis en tener
trabajadores que ocupen un cargo estatal.

Los países donantes deben centrarse en los resultados, no en dar a


conocer su ayuda. Muchos organismos donantes exigen privilegios y
publicidad a cambio de su asistencia, dado que rendir cuentas por su
labor. Pero esto no debe obstaculizar los esfuerzos por hacer más
eficaz la ayuda.

Los países donantes deben esforzarse por reducir el número de


organismos y sus actividades en el ámbito nacional. La presencia de
tantos donantes, con distintos sistemas y políticas, reduce la eficacia
de la ayuda. Deberán formularse pautas precisas para regular el
establecimiento de nuevos fondos y fundaciones a fin de asegurar que
aporten un alto valor agregado.

Finalmente, podemos destacar la evolución de la eficacia en la ayuda


económica con el paso del tiempo, esto nos lleva a ser civilizaciones
más organizadas y a explotar las capacidades que tenemos cada uno
de nosotros.

Salcedo Cotrina Dario Alonzo 20192200H

También podría gustarte