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Hacer preguntas
Un niño pequeño crece y explora el mundo y, naturalmente, tendrá muchas preguntas al respecto. Claro que a los padres
se les hace difícil superar su cansancio después del trabajo y encontrar tiempo para sus hijos. Pero los instantes que
pasamos con ellos respondiendo sus preguntas, leyendo y jugando, no solo ayudan desarrollar al niño, también forman
un vínculo estrecho con él y mantienen una relación cálida incluso cuando el pequeño crezca.
2. Llorar
Los niños pequeños se impresionan con todo lo que sucede en la vida. Ponerse triste es normal para un niño.
No le prohibas llorar y no te avergüences. En lugar de eso, intenta resolver la situación, explícale a tu hijo por qué llora
y cómo puede corregirlo.
3. Ser tacaño
Tu hijo tiene todo el derecho del mundo de disponer de sus cosas como lo hacen los adultos, así que no le digas que
es tacaño. Y mucho menos debes decir cosas como: "Mira, todo el mundo se está burlando de ti por lo tacaño que eres".
4. Decir "no"
Tu hijo no es tu súbdito, es un miembro de la familia que tiene derechos. Prohibirle decirte "no" significa violar sus límites.
Piensa en una manera de llegar a un acuerdo o explicarle por qué a veces debe hacer lo que no quiere.
5. Hacer ruido
No les prohibas a tus hijos disfrutar de su infancia: que canten canciones y hagan ruido en la calle. Porque esta etapa
de su vida jamás se repetirá.
6. Tener miedo
Los niños pequeños pueden tenerle miedo a un doctor con una inyección o a un familiar desconocido, y es totalmente
normal para ellos. En vez de avergonzarlo por su miedo, mejor explícale a tu hijo por qué no debería tener miedo, toma
su mano o abrázalo para que sepa que estás a su lado.
7. Tener secretos
Cuanto más crezcan los niños, más espacio personal necesitan. Por supuesto que los padres deben controlar la vida
de su hijo, pero también deben respetar su espacio personal. Porque la confianza del niño no tiene precio, y no hay que
ponerla en riesgo descubriendo los secretos infantiles ni leyendo sus diarios.
8. Enojarse y envidiar
Un niño también es un ser vivo y, al igual que los adultos, tiene derecho a sentir emociones negativas: enojo, envidia, etc.
Los padres deben recordar que la fuerza de voluntad aún no está bien formada a esta edad, por eso al niño se le hace
más difícil controlarse. Si una de sus emociones nos parece "mala", no quiere decir que el niño deba dejar de mostrarla.
9. Equivocarse
A todos nos da miedo cometer un errror, y peor aún cuando alguien te apresura. Lo mismo sucede con los niños: cuando
un adulto lo está apresurando o regañando por abrocharse mal la camisa, no es de sorprender que al niño se le quiten
todas las ganas de intentar hacer algo por su cuenta. Tendrá miedo a que lo regañen nuevamente.
Frases mágicas de los psicólogos que harán a un niño
menos caprichoso y más obediente
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Todos los padres cuentan con un repertorio de frases hechas a las que recurren a menudo para comunicarse con su hijo. “¡No llores!”,
"¡Deja de hacer eso!","¡Pide perdón inmediatamente!" y similares. Muchos padres, con frecuencia, dicen esto con el objetivo de que
sus hijos se vuelvan más obedientes, educados y disciplinados, pero resulta que tan solo obtienen el efecto opuesto. Un niño, como
respuesta a las exigencias de sus padres, puede comenzar a comportarse aún peor, no obedeciendo y volviéndose más caprichoso.
A nadie, incluidos los niños, le gusta oír amenazas ni recibir órdenes estrictas. Y de ahí surge una resistencia bastante natural.
En Genial.guru recopilamos frases mágicas que los psicólogos recomiendan usar para comunicarse con los niños. Si las aplicas,
al pequeño le resultará mucho más agradable responder a tus peticiones y tu relación con él mejorará, haciendo que entenderse
mutuamente sea más fácil.
1. “Cuando termines con los deberes, salimos a pasear” en vez de “¡Ponte a hacer
los deberes ya!”
Acentúa la atención del niño en los momentos agradables que lo esperan tras haber terminado sus deberes. En lugar de recurrir a las
amenazas y a la coerción, haz hincapié en frases agradables y prométele que le espera algo bueno.
“Los vendedores de automóviles, a menudo, utilizan este esquema: ’Cuando regresemos de la prueba de conducción, usted podrá elegir
los colores del interior’. Ni siquiera te preguntan si quieres probar a conducir este vehículo. Ya te llevan cautelosamente hacia
la compra”, señala Alicia Eaton, una hipnoterapeuta y lingüista. Atendiendo a su opinión, este truco publicitario puede funcionar con
los niños.
3. “Me preguntaste, te contesté” en vez de “¡Te dije ya que no! ¿Cuántas veces
te lo tengo que repetir?”
Cuando el niño vuelve a pedir que le compres algo en la tienda o jugar “un poco más” con el teléfono (aunque se haya excedido
en el límite de tiempo), hay que decirle “no” una vez, y a todas las reiteraciones, al lloriqueo y las quejas, contestar con una voz
tranquila y sosegada: “Me preguntaste, te contesté”. Así evitas las discusiones y los llantos, estableces normas claras y fortaleces
tu autoridad.
Si constantemente recurres a esta frase en respuesta a las solicitudes inapropiadas del niño, estará menos inclinado a quejarse,
refunfuñar e intentar manipularte. De esto, está convencida la coach de relaciones familiares Lynn Lott.
6. “¡Gracias por tu ayuda!” en vez de “Si haces esto, te compraré ese juguete”
Este “soborno” no le enseña al niño que a veces se debe ayudar a mamá y a papá solo para complacer a sus padres y mantener el orden
en la casa. Es mejor decir: “¡Muchas gracias por ayudarme a limpiar!”.
“Cuando ofrecemos nuestra más sincera gratitud, los niños están realmente motivados a ayudar”, asegura convencida Shelly Phillips.
Y si tu hijo no quiere ayudarte, recuérdale el momento en que lo hizo: “¿Recuerdas que sacaste la basura la semana pasada?
Me ayudaste mucho. ¡Gracias!”. Luego, deja que tu hijo llegue a la conclusión de que la ayuda es divertida y realmente útil.
Otra pregunta que invita a ayudar es la siguiente: “¿Quién quiere ser el primer asistente del chef en la cocina?”, en lugar de la exigente
frase del tipo “¡Ayúdame en la cocina!”, precisa la autora de algunos libros sobre educación positiva, Rebecca Eanes.
9. “Al igual que tú, yo entiendo que...” en vez de “¿Ves? ¡Te lo advertí!”
Alicia Eaton sugiere ponerse en el lugar de tu hijo con la frase “Yo, como tú, entiendo que...” y “Tú, igual que yo, entiendes que...”.
Ejemplos: “Tú, igual que yo, entiendes que es más fácil hacer la tarea en una mesa ordenada”; “Yo, al igual que tú, entiendo que
el helado es más delicioso que la sopa, pero tus dientes acaban resintiéndose, como la otra vez”; “Yo, como tú, de pequeña, también
tardaba mucho en elegir qué vestido ponerme para la fiesta. Y es por eso que a menudo llegaba tarde”.
“La plantilla ’al igual que tú’, es útil para establecer un diálogo y puede mejorar tanto la autoestima de tu hijo como establecer una
comprensión mutua”, explica Alicia Eaton.
Ilustrador Marat Nugumanov para Genial.guru
Genial.guru te cuenta cómo calmar a un niño en diferentes situaciones manteniendo siempre la calma.
Las lágrimas infantiles pueden aparecer por diferentes motivos: el niño se lastima, le duele algo, está asustado
o demanda urgentemente que le compren un juguete. En cada situación es necesario elegir la manera adecuada
de actuar, pero recuerda: no puedes subvalorar los sentimientos del niño y los abrazos son siempre necesarios
1. Redirige su atención
Distraer a un niño pequeño llorando es posible y para ello existen múltiples maneras, lo importante es ganar su atención
con un tema interesante para que se olvide de sus lágrimas.
Lleva en tu bolsillo o en el bolso un objeto interesante que el niño no haya visto antes: una nueva pluma divertida
o un pequeño juguete que pueda “empezar a hablar“ con el niño llorando, bien consolándolo o contándole un cuento.
Hazle una pregunta complicada que requiera de la atención del niño y su interacción con los adultos: ”Mira qué
auto más interesante está pasando. ¿Me puedes ayudar a saber de qué marca es?"
2. Inventa un ritual
Si el llanto de un niño se produce, no por una causa, sino por las rabietas o desganas de hacer algo, se puede inventar
un ritual divertido para deshacerse de esas lágrimas, por ejemplo, encendiendo el secador de pelo, que va a “secar
lágrimas“ o ”expulsar enfados“ o darle “una medicina contra el mal humor”: una golosina que al niño le guste y que
no suele recibir de forma habitual.
De 1 a 3 años
Miedo a la innovación. El niño aún es demasiado pequeño para entender que los cambios son algo normal. Para él, cualquier
cambio es como un colapso del orden mundial. Y ha coincidido que, precisamente en este período, tiene lugar
una separación seria y grave de los padres: un kínder o una niñera. Habla con tu pequeño sobre los próximos cambios, inventa
tus propios rituales, que se mantendrán intactos, sin cambios pase lo que pase. Bajo ningún concepto, incumplas las promesas
que le diste al niño: él necesitará estos puntos de estabilidad.
Miedo a la oscuridad. La causa de esto suelen ser palabras y acciones precipitadas de los adultos. Ayúdalo a lidiar con ello
con una luz nocturna. También puedes regalarle al niño una pequeña linterna, que es “capaz de vencer a la oscuridad, a pesar
de ser diminuta”. Puedes inventar actividades interesantes en la oscuridad: un teatro de sombras, ver presentaciones
de diapositivas, juegos con una mesa de luz.
Miedo a los animales. La razón de esto es una experiencia desagradable con animales o bien frases aterradoras pronunciadas
por los adultos (“¡No lo toques, muerde!”). Enseñando a tu hijo a comunicarse con los animales, no confundas miedo con
precaución: es necesario inculcar lo segundo. Si el miedo ya ha surgido, actúa con cuidado: elige dibujos animados, libros
donde la “bestia terrible” no sea para nada aterradora. Si surge la oportunidad, hagan amistades con uno de los representantes
de esta especie aterradora (pero no insistas en “acariciar al perro” si el niño tiene miedo: todo requiere de su tiempo).
De 4 a 7 años
Miedo a los monstruos. Fantasmas, vampiros, Boogeyman (el hombre del saco): el niño no es capaz de separar la emoción
del objeto que lo causa. Con otras palabras, si el personaje de una película de terror asustó al niño, el miedo es real, por lo que
el monstruo también es real. No permitas que el niño vea la televisión sin control alguno. Si el miedo ya ha aparecido, junto
al niño, encuéntrale puntos débiles al monstruo y “arma” a tu pequeño contra él.
Miedo al dolor. Por supuesto, un recién nacido también reacciona al dolor, pero temer el dolor antes de que este haya sido
causado es propio de una psique más madura. Una versión más específica se observa en el miedo a los médicos. Nunca
mientas a un niño sobre el dolor: no debes decir que no dolerá en absoluto cuando lo llevas a que le pongan una vacuna. Dile
con honestidad que tendrá que soportarlo un poco: todo se irá rápido.
Miedo a la muerte. A la edad de 5-6 años, aproximadamente, el niño generalmente se da cuenta de que la muerte
es irreversible. Por lo general, va acompañado del miedo a perder familiares (sobre su propia muerte suele empezar a pensar
mucho más tarde). Habla con el niño, escúchalo. Explícale que, por lo general, la gente muere tras haber vivido una vida larga
y todavía resta mucho tiempo. Si el pequeño dice que inventará una “medicina contra la muerte”, apoya esta idea: lo ayudará
a reconciliarse con este dato aterrador.
De 8 a 11 años
El miedo por no encajar. Para los alumnos de primaria son actuales los problemas de socialización y, relacionado con ellos,
el temor a no satisfacer las expectativas de los demás: padres, maestros y compañeros de clase. Trata de hablar más
a menudo con tu hijo sobre la individualidad, sobre el valor de cada persona a nivel individual, sobre la amistad verdadera.
Sé consistente: no compares a tu hijo con otros con más éxito en algo. Alábalo por sus propios logros personales.
Miedo a no pasar las pruebas. Por norma general, también esto está relacionado con la escuela: el miedo a no responder
a una pregunta de clase, reprobar el examen, no pasar algun ejercicio o actuar mal en un concierto escolar puede conducir
o llevar a ataques de pánico. Habla con tu hijo de lo peor que puede pasar si de repente no consigue el objetivo: en cualquier
caso, no ocurrirá ninguna catástrofe, por lo que no debe temer al fracaso. Después de esto, ofrécele un par de técnicas para
aliviar la tensión: una respiración consciente, la elección de espectador concreto entre el público del auditorio en el que podría
concentrarse durante su intervención, un pequeño talismán de la suerte (servirá si resultas convincente cuando
se lo entregues).
De 12 a 16 años
Miedo a ser rechazado. Desde el momento de la división entre grupos dentro de un colectivo, aparecen los “apuestos”
y “perdedores”, los adolescentes dominan un nuevo instrumento de la influencia: aceptación y la especulación con ésta.
La tarea de los padres es formar en su hijo la comprensión, no solo del valor de su propia personalidad, independientemente
de las opiniones de los demás, sino también de la necesidad de analizar las “pruebas” para unirse a un grupo con el fin
de comprobar si son adecuadas. ¿No te exigen que actúes con maldad, traicionando tus principios? ¿No te humilla la condición
impuesta? ¿Realmente valen la pena esas personas que te ponen este tipo de pruebas, son dignos de tu amistad y admiración?
Asegúrate de que tu adolescente sepa dónde puede obtener ayuda si la no aceptación se convierte en acoso: en ti,
en un servicio de apoyo psicológico o una la línea de ayuda telefónica.
Miedo de crecer. Los cambios corporales durante la pubertad, al igual que sus reacciones, pueden asustar al niño. Se han
producido casos en que las niñas se asustaban cuando llegaba la primera menstruación, pensando que era fatal. Este tipo
de temores surgen por la falta de comprensión de la esencia de lo que está sucediendo, y esto se debe, completamente,
a un error cometido por los padres. Prepara a tu hijo con antelación para aquello que le sucederá en los próximos años.
Si no puedes contárselo por tu cuenta (te sientes tímido o no estás seguro de tus conocimientos), Internet alberga suficientes
libros y películas sobre este tema. El adolescente debe entender que él está sano y normal.
1. ¿Quién es la madre?
Esta es la primera prueba. Mira la imagen.
Hay dos mujeres en una habitación, sentadas una en frente de la otra, mientras un niño pequeño juego en el piso.
Estudia bien la ilustración.
Pregunta: ¿Quién crees que es la verdadera madre del niño?
© depositphotos
Respuesta.
La madre del niño es la dama de la izquierda. Ella está sentada de tal forma que sus piernas estén dirigidas al niño.
Esta posición refleja el deseo natural de una madre para proteger a su pequeño.
La postura de la dama de la izquierda es protectora, ligeramente inclinada hacia adelante.
Es natural que los niños pequeños miren a su madre cuando juegan o hacen algún tipo de actividad.
2. Dos pastillas
Un asesino en serie secuestró a muchas personas y les hizo elegir entre dos pastillas, una inofensiva y otra venenosa.
Cualquiera que sea la píldora que tomó una víctima, el asesino en serie tomó la otra. Cada vez, las personas morían
y el delincuente sobrevivía.
Pregunta: ¿Cómo hace el asesino para obtener siempre la pastilla inofensiva?
© depositphotos
Respuesta.
Ambas píldoras son inofensivas. El veneno estaba en el vaso de agua que bebían las víctimas.
3. Bebidas
Un hombre y una mujer fueron a cenar a un restaurante. Mientras esperaban el platillo principal, ella pidió 5 bebidas con
hielo porque hacía mucho calor. Bebió cuatro de ellas, todas a la vez, mientras que el hombre solo bebió una. Después
de un tiempo, él enfermó y murió. Los doctores dijeron que todos los vasos estaban envenenados.
Pregunta: ¿Por qué la mujer todavía estaba viva cuando el hombre murió? Lee de nuevo con cuidado.
© depositphotos
Respuesta.
El veneno estaba en el hielo. Como la mujer tomaba sus bebidas rápidamente, los cubitos no tenían tiempo de derretirse.
El hombre bebió lentamente y el tóxico se derritió en su bebida.
4. Cassette
Imagina esta escena. Un hombre fue encontrado muerto, él tiene una pistola en su mano y una grabadora de cassettes
a su lado. El detective presionó el botón de “reproducir” y escuchó un mensaje que decía: estoy cansado de esta vida,
y decidí detener mi dolor y sufrimiento". Luego, se oía un disparo. De alguna manera, el investigador no cree que haya
sido un suicidio.
Pregunta: ¿Por qué el detective piensa que fue un asesinato?
© depositphotos
Respuesta.
Si el hombre se suicidó, ¿cómo pudo rebobinar el cassette hasta al principio?
5. Misterio navideño
Un detective estaba de servicio durante las vacaciones de Navidad, y en la mañana del 25 de diciembre recibió una
llamada. Se dirigió hasta una casa, tocó el timbre y, un minuto más tarde, el soñoliento propietario abrió la puerta.
El investigador dijo: “su vecino dice que ayer en nochebuena, vino a su hogar para una fiesta y mientras él estuvo aquí,
usted irrumpió en su casa y robó algunos artículos valiosos”.
El dueño respondió: “Eso no es cierto, nuestra familia celebró la nochebuena en casa de unos amigos. Apenas tuvimos
tiempo de decorar nuestro árbol de navidad”.
El detective dijo: “No se preocupe, es bastante obvio para mi que su vecino es un mentiroso”.
Pregunta: ¿Cómo supo esto el investigador?
© depositphotos
Respuesta.
Las luces del árbol de navidad estaban desconectadas, y en realidad, les falta una bombilla, no funcionarían sin ella.
Estaba claro para el detective que el dueño estaba diciendo la verdad. Había decorado el arbolito con tanta prisa que
ni siquiera comprobó si ellas funcionaban o no.
¿Has acertado a alguno de estos problemas? Cuéntanos acerca de tus resultados en los comentarios.
Ilustradora Natalia Kulakova para Genial.guru
Genial.guru decidió averiguar cómo hacer frente a los errores que comúnmente se interponen en el camino hacia una
buena paternidad.
Si constantemente insistes al niño en cumplir requisitos, el entusiasmo irá brillando por su ausencia. Y el deseo
de cumplir durante toda su vida las expectativas de sus padres no lleva a la felicidad.
Víctima
Para una víctima, la vida es sufrimiento. Todo el mundo la trata mal, se cansa y empieza a fallar. Sus sentimientos son
encontrados: rencores, miedo, vergüenza. Ella envidia y siente celos. No tiene ni fuerzas, ni tiempo, ni deseo de hacer
algo para mejorar su vida. Es inerte. Le da miedo la vida y solo espera lo peor de ella.
Perseguidor
Para él también la vida es un enemigo y una fuente de problemas. Está tenso, molesto, enojado, y siente miedo.
No puede olvidar los problemas del pasado y siempre predica nuevos problemas en el futuro. Controla y critica a sus
seres queridos, siente una gran carga de responsabilidad y esto lo agota. Su energía es nula.
Salvador
Siente lástima hacia la víctima y enojo hacia el perseguidor. Se cree más inteligente que los demás y disfruta
de su misión. Pero, en realidad, no salva a nadie, porque nadie se lo había pedido. Su utilidad es ilusoria, y el propósito
de sus acciones y consejos es autoafirmarse, no ayudar de verdad.
1. No tienes que discutir los problemas con él, para eso existen las amigas
Callar sobre los problemas en una relación conduce a la separación. No debes llegar al puntoen que la paciencia
se agote y quieras decir todo al mismo tiempo. Es necesario discutir los problemas o los deseos personalmente con
tu compañero, no con tus amigas, esperando su veredicto o consejo. La felicidad de y una pareja depende en gran
medida de la capacidad de ambos de llevar a cabo un diálogo entre ellos.
3. ¿Por qué siempre comparten los gastos? Un hombre debe invitar a una
chica
Deberíamos comenzar por decirte que nadie le debe nada a nadie en una relación. Cada pareja es única y construye
su propia política financiera, no puede haber reglas uniformes aquí. En la era del feminismo, cada vez más
chicas quieren pagar la cuenta a la mitad y sentirse independientes. Sin embargo, si los temas del dinero te molestan
y causan dudas, debes aprender a hablar sobre el dinero con tu compañero, como sobre cualquier otro tema, y
transmitirle tus pensamientos de manera simple y abierta.
4. ¡Es mejor estar con él que estar sola y que nadie te quiera!
No consideres la salida de las relaciones infelices como una derrota personal. “No importa que tome y me golpee,
¡por lo menos no estoy sola!”, es una de las razones por las que las mujeres sufridas no se van. Hazte una pregunta:
“¿Qué me da la relación con esta persona y cómo veo el futuro con esta persona?”, y trata de responderla con sinceridad.
Si estás segura de que, fuera de la relación, serás más feliz, no deberías tardar con la separación.
7. ¡Es unos años más joven que tú! ¿Para qué necesitas un niño? Tienes
que buscar un hombre
“El amor no sabe de edad”. Todos somos únicos, cada uno de nosotros tiene un destino individual, y no hay una edad
ideal para un hombre con quien construir una relación. Si una chica se siente cómoda con hombre más joven que ella,
esta es la clave del éxito. Además, la edad no está determinada por el número en el pasaporte, sino por
la experiencia, como dice el psicólogo Vitaly Sonkin. Es decir, un hombre de 25 años puede ser más serio y responsable
que otro de 45.
Un hombre mayor puede enseñar mucho a su compañera más joven, pero puede surgir un problema de intereses debido
a la diferencia de edad. Al mismo tiempo, es más fácil encontrar un lenguaje común con un coetáneo, pero tendrán que
crecer, desarrollar una carrera y cambiarse juntos, teniendo paciencia. Cualquier edad tiene sus ventajas y desventajas,
por lo que debes escucharte a ti misma.
8. ¿Por qué estás sola los fines de semana, y él sale con amigos? ¡Deben
pasar tiempo juntos!
Los psicólogos no dejan de repetir que pasar tiempo con una sola persona, incluso un ser querido, te aísla de otras
personas y después te resulta difícil comunicarte con ellas. En las relaciones, es importante ser uno mismo, sin olvidar
disfrutar de tus pasatiempos y estar solo.
No tienes que limitarte a una sola persona, olvidándote de amigos, familiares y cosas favoritas. Es importante encontrar
un equilibrio entre el autodesarrollo y estar juntos. Además, a veces la separación durante una semana o dos,
o incluso dos meses tiene un efecto positivo sobre la pareja enamorada, haciendo que la relación sea aún más tierna
y más fuerte.
Necesidad de controlar
Es un comportamiento que aparece cuando te sientes responsable de todo y de todos, cuando constantemente buscas
culpables o la razón por la cual ocurrió uno u otro acontecimiento. Este tipo de personas incluso construyen el diálogo
de una manera especial: hablan más, por lo general, suelen comenzar primeros a la hora de tomar la palabra, tomando
la iniciativa.
Dolores inexplicables
La ansiedad puede expresarse no solo con una tensión psicológica, sino también a nivel físico. Este tipo de dolor a veces
se prolonga durante meses y agota en exceso a la persona.
Hábitos obsesivos
Una persona puede constantemente estar comiéndose las uñas, tirándose de la ropa, tocándose la cara, mordiéndose los
labios, retorciendo las puntas de su pelo, y no darse cuenta, pero son detalles a los que, definitivamente, vale la pena
prestar atención.
2. Es difícil empezar
El camino a esta independencia parte del hecho de que las iniciativas de los niños se valoran y se estimulan, como
si fuera algo sagrado. Si el niño empieza a hacer algo, sin importar la edad que tenga, sus padres lo apoyan y animan
con alegría.
Si algo no sale bien, los familiares con más edad les recuerdan a los más pequeños que solo necesitan volver
a intentarlo.
5. Aceptar el desorden
Alrededor de los niños, a menudo, impera el caos, algo que no preocupa a ninguno de sus padres. Ellos lo ven así: con
los niños al lado, no existe un orden ideal, siempre se cae algo, se derrama o se ensucia.
Por lo tanto, en vez de volverlos maniáticos con lograr una situación ideal en la casa, se les permite vivir
en un ambiente cómodo, introduciéndolos poco a poco en los beneficios que conlleva el orden.
Los padres de estos niños inquietos consideran que un pequeño debe soltar toda su energía sin límites
en su infancia. En este caso, al llegar a la edad adulta, le será más fácil centrarse en su camino.
7. Libertad razonable
En las familias sabias, a los niños, en realidad, se les permite mucho. Hasta una nueva imagen aparecida de repente
en la pared, se percibe por la madre de la siguiente manera: "Papá, mira qué habilidades artísticas tiene uno de nuestros
hijos".
Sin embargo, existen límites que no se pueden sobrepasar, y se refieren, por ejemplo, al respeto por los mayores.