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Reseña: “La conquista de México en la versión de Sahagún”, José Alberto Barisone

El artículo se centra en la visión indígena presente en el texto de Bernardino de


Sahagún Historia General de las cosas de Nueva España (en adelante HGCNE). Esto porque
los demás documentos relevantes a la conquista de México suelen centrarse desde el punto
de vista del español. Tanto es así, que en las varias etapas de composición de la obra se contó
con la colaboración de alumnos indios que manejaban los tres idiomas que en la obra se
utilizan: español, latín y náhuatl, además de ancianos sabios indígenas.
La composición de la obra tardo de 1555 a 1577. El rigor metodológico y la
minuciosidad caracterizan la composición de la obra. Consta de 12 libros y se estructura de
lo superior a lo inferior, de lo divino a lo natural y humano (esquema medieval): comienza
desde los dioses, pasando por historia y costumbres aztecas, hasta llegar a la conquista de
México. Texto en náhuatl y en español (en menor medida, tipo resumen) puede verse en cada
página, además de las llamativas ilustraciones. De esta forma, Sahagún resalta la paridad
entre la lengua de los conquistadores y la de los conquistados, en vez de rebajar esta última
(como se esperaría); al igual que con el elemento ilustrativo de tradición indígena. Asimismo,
Sahagún realiza acciones no solo de autoría, sino también de edición de su propia obra:
selección, organización, resumen del texto náhuatl, inclusión de ilustraciones. Toma como
modelo discursivo a Plinio en su Historia Natural.
Hay que tener presente que las respuestas dadas por los informantes indígenas estaban
condicionadas por la presión del contexto de la conquista. Además del marco religioso
cristiano evangelizador que envolvía todo. Es probable, entonces, que existiera autocensura,
prevenciones y reticencias en los testimonios indígenas.
Respecto a la conquista como tal, algunos textos la narran desde sus puntos de vista:
Hernán Cortés la narra desde la visión de un conquistador que contesta a su rey, Bernal Díaz
del Castillo considera la conquista como una epopeya, excepcional y magnifica como proeza
del español. Un grupo de indígenas narran en castellano (Anales históricos de la nación
mexicana) lo que para ellos fue la pérdida absoluta de su cultura. Con estos antecedentes, el
libro XII de Sahagún representa la visión de los vencidos (Miguel León-Portilla). El autor se
excusa en un interés lingüístico-filológico, a pesar de que presenta muy bien la visión
indígena de la conquista.
Como es de esperarse, la conquista es vista en el prólogo del libro XII (en una edición
posterior corregida) como un plan de la divinidad para llevar el cristianismo a los gentiles,
aunque ya en el interior del libro destaca la visión indígena. En esta línea, es curioso que las
referencias a los portentos y las señales que presagian la llegada de los españoles se
encuentran en textos posteriores y no en los más cercanos a la llegada, lo que indica un
proceso de asimilación que echa mano de esos elementos. Asimismo, en una primera
impresión los nativos asociaron a los europeos con el retorno de Quetzalcóatl y los dioses,
pero luego, en vista de su comportamiento, esta idea fue abandonada. La concepción del
tiempo circular con procesos de creación y destrucción, propició, luego, que la conquista
fuera vista como parte del tiempo circular, específicamente como un tiempo de ruptura.
Cuarenta capítulos conforman el libro XII desde la llegada de los españoles al golfo hasta el
triunfo sobre Tenochtitlan.
Al texto se le da un tratamiento literario, artístico. Presenta un diseño circular:
presagio inicial (de la conquista) y conquista final. Hay una presentación cronológica de los
hechos, lineal. Se narra desde la visión indígena, por lo que se desconocen algunos hechos
españoles importantes. Se ensalza la figura del guerrero indígena que defiende la ciudad. Hay
reducción de acciones, montaje de escenas, retratos de personajes, discurso directo (retórica
latina), uso de primera o tercera persona, focalización interna (desde la conciencia del
personaje), y otros recursos literarios. El monologo de Moctezuma es el punto literario más
alto de la obra. Hay retórica de heroísmo en varias figuras indígenas. La visión que se da de
los españoles es muy negativa, en términos de civismo y comportamiento mesurado.
La obra de Sahagún es un claro ejemplo de occidentalismo. En ella se vierte la
oralidad náhuatl en transcripción escrita con alfabeto latino y los resúmenes en castellano,
todo ello con claras consecuencias a nivel lingüístico. Para el contexto de enunciación de la
obra, México del siglo XVI, la HGCNE es un texto único que se sale completamente del
marco esperable, por ser de carácter plurilingüística, multicultural y pluriétnica. Además de
ser la mejor muestra de la visión de los vencidos.

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