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Objetivos

Se pretende informar sobre la evolución de la industria a través de los años,


hablaremos sobre sus inicios con la maquina de vapor y su impacto hasta la
actualidad con la nueva implementación de industria 4.0 en algunos países.
Esta investigación va dirigida a los ingenieros industriales con el propósito de
que se informen sobre la evolución de la industria y logren comprenderla de
una mejor manera para así poder implementar una mejora en los procesos.
Planteamiento
Como ingenieros industriales nuestro deber es mantener una industria
funcionando de forma eficaz y estar buscando constantemente la mejora, para
esto debemos conocer bien la industria en la que trabajamos, pero ¿Cómo la
vamos a conocer sin antes conocer bien sus inicios?.
Llevaremos a cabo esta investigación para saber todo lo necesario sobre la
historia de la industria, sus inicios, su impacto en la sociedad, los primeros
procesos productivos que se implementaron, etc.
¿A que llamamos revolución industrial?
Al cambio fundamental que se produce en una sociedad cuando su economía
deja de basarse en la agricultura y la artesanía para depender de la industria.
Se entiende por Revolución Industrial al movimiento y cambio que supuso en el
orden industrial y económico la invención y la aplicación de las maquinas a la
industria. A partir de ese momento la vida de los hombres, las estructuras
sociales y las relaciones internacionales experimentaron una transformación
radical. No fue un acontecimiento que apareciera súbitamente o de improvisto,
al contrario supuso un largo proceso de muchos años. Su evolución completa
duró casi dos siglos y sus orígenes remontan a mediados del siglo XVIII en
Inglaterra, luego pasó a la Europa Occidental, comenzando por los Países
Bajos y Francia, y posteriormente a Alemania, España, Italia, Estados Unidos,
entre otros.

Antecedentes:

La economía existente antes de la revolución industrial estaba basada en el


mundo agrario y artesanal; tres cuartas partes de la población subsistían con
trabajos agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no
en la comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la
productividad era muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco
desarrolladas. Hay que recordar que el régimen de gobierno de estas
sociedades eran las monarquías absolutistas, en las que todo, incluyendo las
personas, se consideraban una propiedad del rey.
Primera revolución industrial.
La Primera Revolución Industrial, es el proceso de desarrollo tecnológico,
científico, industrial, económico y social que vivió Europa, y posteriormente el
norte de América a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y la primera mitad
del siglo XIX.
A pesar de que la mayoría de fuentes coinciden en señalar el comienzo de la
Primera Revolución Industrial en la Inglaterra de las últimas décadas del siglo
XVIII, así como su finalización en 1840, aun cuando hay historiadores que
extienden este final incluso hasta 1870, sigue existiendo un profundo debate
entre las autoridades de la Historia, pues no existe un acuerdo en las fechas
que se encuentran implicados en esta serie de cambios profundos.
Nace en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. Fue posible por la existencia
de una monarquía liberal y no absolutista, que consiguió evitar el panorama de
revoluciones que se estaban extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó
libre de guerras, ya que, aunque estuvo involucrada en algunas, no se
desarrollaron en su territorio. A esto se unió una moneda estable y un sistema
bancario bien organizado. El Banco de Inglaterra se fundó en 1694.
Fue en Inglaterra donde se dio inicio el proceso de la Revolución Industrial, que
ya se venía insinuando en el resto del continente, desde el siglo XVI, con la
intensificación del comercio y la acentuación del movimiento mercantil.
En Inglaterra, por consiguiente, se dieron las condiciones históricas favorables
para el rápido desarrollo del modo capitalista de producción, tales como la
temprana abolición del feudalismo y, con esto, de la servidumbre, el triunfo de
la Revolución Burguesa en el siglo XVII, la apropiación violenta de las tierras
que ocupaban los campesinos y la acumulación de capitales, gracias al
extenso desarrollo de capitales y del comercio, y a la depreciación de las
colonias. A mediados del siglo XVIII funcionaba ya en Inglaterra gran cantidad
de manufacturas; la rama industrial más importante era la textil. Fue,
precisamente, allí donde comenzó la revolución industrial.
Pese a esto, debemos señalar que la gran transformación de la industria y,
consiguientemente de la propia sociedad, fue una consecuencia de la
civilización occidental, que, a su vez, había recurrido en no pocos aspectos a
elementos de muchas civilizaciones. En realidad , debería tenerse en cuenta
que las hilaturas y los tejidos, la alfarería y la rueda del alfarero, la molienda del
grano con mecanismos complejos, el movimiento de las maquinas mediante
molinos de vientos y las ruedas hidráulicas, la transmisión de la energía por
ejes y engranajes , la acción de bombas de aire y de agua, y los procesos
fundamentales de la metalurgia, fueron transmitidos desde los tiempos antiguos
al hombre actual y se desarrollaron y depuraron en la Europa continental. Por
esta circunstancia, Inglaterra contaba, entre 1750 y 1850, con varias ventajas
que se conjugaron con una coyuntura perfecta para llevar a cabo un rápido
cambio industrial, desde donde habría de expandirse al resto de Europa y del
mundo.
Invención de la máquina de vapor.

Algunos historiadores han querido relacionar con el inicio de la Primera


Revolución Industrial a la invención misma de la Máquina de Vapor, por parte
del inventor James Watt, el cual se produjo entre 1762 y 1769, año éste en el
que Watt patentó su invento y comenzó a producirlo, recibiendo miles de
pedidos para las principales fábricas europeas, quienes incorporaron esta
tecnología, lo cual disparó la producción, dando origen –para algunos- a la
Revolución Industrial.
La máquina de vapor fue evolucionando hasta el modelo más sofisticado. Ese
modelo lo inventó James Watt, un ingeniero escocés, en el s. XVIII, y es el
modelo que se usaría durante muchos años en barcos, locomotoras y fábricas.
También empezó a usarse para obtener energía eléctrica.
Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la
energía térmica de una cantidad de agua en energía mecánica. Este ciclo de
trabajo se realiza en dos etapas:
Se genera vapor de agua por el calentamiento en una caldera cerrada
herméticamente, lo cual produce la expansión del volumen de un cilindro
empujando un pistón. Mediante un mecanismo de biela-manivela, el
movimiento lineal alternativo del pistón del cilindro se transforma en un
movimiento de rotación que acciona, por ejemplo, las ruedas de una
locomotora o el rotor de un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de
carrera el émbolo retorna a su posición inicial y expulsa el vapor de agua
utilizando la energía cinética de un volante de inercia.
El vapor a presión se controla mediante una serie de válvulas de entrada y
salida que regulan la renovación de la carga; es decir, los flujos del vapor hacia
y desde el cilindro.
El motor o máquina de vapor se utilizó extensamente durante la Revolución
Industrial, en cuyo desarrollo tuvo un papel relevante para mover máquinas y
aparatos tan diversos como bombas, locomotoras, motores marinos, entre
otros. Las modernas máquinas de vapor utilizadas en la generación de energía
eléctrica no son ya de émbolo o desplazamiento positivo como las descritas,
sino que son turbomáquinas; es decir, son atravesadas por un flujo continuo de
vapor y reciben la denominación genérica de turbinas de vapor. En la
actualidad la máquina de vapor alternativa es un motor muy poco usado salvo
para servicios auxiliares, ya que se ha visto desplazado especialmente por el
motor eléctrico en la industria y por el motor de combustión interna en el
transporte.
Evolución de la máquina de vapor.
La primera máquina de vapor fue la Eolípila creada por Herón de Alejandría.
En la máquina de vapor se basa la Primera Revolución Industrial que, desde
fines del siglo XVIII en Inglaterra y hasta casi mediados del siglo XIX, aceleró
portentosamente el desarrollo económico de muchos de los principales países
de la Europa Occidental y de los Estados Unidos. Solo en la interfase que
medió entre 1890 y 1930 la máquina a vapor impulsada por hulla dejó lugar a
otros motores de combustión interna: aquellos impulsados por hidrocarburos
derivados del petróleo.
Muchos han sido los autores que han intentado determinar la fecha de la
invención de la máquina de vapor. Desde la recopilación de Herón hasta la
sofisticada máquina de James Watt, son multitud las mejoras que en Inglaterra
y especialmente en el contexto de una incipiente Revolución Industrial en los
siglos XVII y XVIII condujeron sin solución de continuidad desde los
rudimentarios primeros aparatos sin aplicación práctica a la invención del motor
universal que llegó a implantarse en todas las industrias y a utilizarse en el
transporte, desplazando los tradicionales motores, como el animal de tiro, el
molino o la propia fuerza del hombre. Jerónimo de Ayanz y Beaumont, militar,
pintor, cosmógrafo y músico, pero, sobre todo, inventor español registró en
1606 la primera patente de una máquina de vapor moderna, por lo que se le
puede atribuir la invención de la máquina de vapor. El hecho de que el
conocimiento de esta patente sea bastante reciente hace que este dato lo
desconozca la gran mayoría de la gente.
Primeras tentativas:
No se sabe a ciencia cierta si aquellas invenciones no pasaron de ser meros
juguetes y, aunque se ha supuesto que fueron empleadas para mover objetos
en los templos durante los rituales, no deja de sorprender el hecho de que
desde los tiempos de Herón no se hayan encontrado evidencias de que el
vapor se haya utilizado con un propósito práctico, aunque el conocimiento del
poder del vapor no llegara a perderse como demuestra la descripción de
Malmesbury del órgano de Reims que en 1120 se hacía sonar por el aire que
escapaba de un depósito en el que era comprimido por "agua calentada".
Entre las reliquias de la civilización egipcia encontramos el primer registro
conocido de una máquina de vapor en el manuscrito de Herón de Alejandría
titulado Spiritalia seu Pneumatica. Los aparatos allí descritos no se sabe con
certeza si fueron obra del ingenio de Herón, porque él mismo dice en su obra
que su intención no es otra que recopilar las máquinas que ya eran conocidas y
añadir las inventadas por él. Nada en el texto indica quién pudo ser el artífice
de los dispositivos descritos y se sospecha que muchos puedan ser, en
realidad, obra de Ctesibio, de quien Herón fue pupilo.
La proposición 11 de Pneumatica describe un altar hueco parcialmente, lleno
de agua, sobre el que se halla una figura en cuyo interior hay un tubo que
termina sumergido en el agua. Al encender un fuego sobre el altar, el aire de su
interior se calienta impulsando el agua por el tubo, que termina vertiéndose a
través de la figura, simulando una libación que finalmente sofoca el fuego. En la
proposición 37 va un poco más allá y describe un mecanismo animado por el
fuego para la apertura y el cierre automáticos de las puertas de un templo. En
otras proposiciones describe mecanismos similares e incluso dos motores a
reacción, uno por aire caliente y otro por vapor de agua, para hacer girar las
figuras de un altar.
En 1825 el superintendente del Archivo de Simancas descubrió una publicación
de 1695 que relataba que en 1543 Blasco de Garay, oficial de la marina
española en el reinado de Carlos I, intentó impulsar un barco con ruedas de
palas movidas por una máquina de vapor. Del supuesto motor no se tienen
datos, pero si fuera cierto, el intento hubiera sido la primera vez que una
máquina de vapor se utilizara con un propósito práctico.
En 1601, Giovanni Battista della Porta describe un aparato para elevar el agua
por medio del fuego, similar al descrito por Herón pero empleando vapor de
agua para impulsar el líquido, y en 1615 Salomón de Caus describe un aparato
similar para hacer funcionar una fuente. Pero la primera patente de la que se
tiene constancia documental es de Jerónimo de Ayanz y Beaumont, que en
1606 registra1 una máquina de vapor utilizada con éxito para el desagüe de las
minas de plata de Guadalcanal. Otra tentativa fue la que dejó reflejada
Giovanni Branca2 en su obra Le Machine en 1629. 3
El común denominador de todos estos intentos es un tubo sumergido hasta
prácticamente el fondo del recipiente de agua por donde ésta asciende al
incrementarse la presión en la superficie libre del líquido, trabajos directamente
relacionados con los estudios teóricos de Galileo, Torricelli, Pascal y Von
Guericke sobre la presión atmosférica que condujeron a mediados del siglo
XVII al abandono de la teoría del horror vacui.
La primera máquina fue inventada por Edward Somerset, segundo marqués de
Worcester, en 1663, y por su descripción es muy similar, conceptualmente, a la
fuente de Caus, si bien de la máquina de Somerset se construyó un modelo en
Vauxhall (cerca de Londres) en el castillo Rawlan en torno a 1665, con el
propósito de elevar el agua a los pisos superiores de la construcción. Con las
especificaciones técnicas escritas y las huellas dejadas en los muros del
castillo, Dircks —biógrafo de Somerset— pudo reconstruir la máquina
construida en Vauxhall.
Sin embargo, Somerset no pudo atraer los capitales necesarios para producir y
vender sus máquinas y murió en la pobreza. Este es, posiblemente, el hecho
que hace que se haya atribuido a Thomas Savery la invención de la máquina
de Somerset, sobre la que obtuvo una patente en 1698. Conociendo, según
afirman varios autores, los trabajos de su predecesor y en el que influyó, sin
duda, el proselitismo realizado por Savery, quien no dejó pasar ocasión para
mostrar su máquina. Entre ambos hay que mencionar a Samuel Morland,
maestro mecánico en la corte de Carlos II de Inglaterra, y residente en
Vauxhall, que construyó y patentó máquinas diversas, entre ellas versiones
mejoradas de la máquina de Somerset, sugiriendo Hutton que, en realidad,
Savery pudo tener un mayor conocimiento de los trabajos de Morland que los
del propio Somerset.
A pesar de todo, la máquina de Savery se introdujo en las minas inglesas de
forma muy limitada por el riesgo de explosión debido a un incremento
incontrolado de la presión en la máquina. Desaguliers relata que un trabajador
ignorante de la naturaleza de la máquina, a la que él había añadido una válvula
de seguridad inventada años antes por Denis Papin, «...colgó el peso en el
extremo de la romana para obtener más vapor y trabajar más deprisa y añadió
además un hierro muy pesado con consecuencias fatales, el vapor no fue
capaz de levantar semejante contrapeso y acumulándose en el interior de la
caldera provocó una gran explosión que acabó con la vida del pobre hombre».
Probablemente sea éste el primer accidente laboral con una máquina de vapor
del que se tiene constancia.
A diferencia de los dispositivos anteriores, en los que el vapor actúa sobre la
propia superficie libre del agua para impulsarla, Huygens diseña en 1680 un
aparato de pistón en el que el fluido es el aire caliente producido en una
explosión que al enfriarse y contraerse arrastra el émbolo, elevando un peso.
Años más tarde Papin (1690) sustituye el aire por vapor de agua e, incluso, en
una modificación posterior (1695) diseña un horno y generador de vapor de
gran eficiencia, con el que logra importantes ahorros de combustible y hasta
cuatro golpes del pistón por minuto. Sin saberlo, Papin se encontraba muy
cerca de desarrollar la máquina de vapor. Sin embargo, en 1705 Leibniz le
hace llegar un dibujo de la máquina de Savery y, dos años más tarde, diseña
un nuevo tipo de máquina para elevar el agua, modificación de la de Savery, en
la que abandona el modelo de Huygens.
Principales características.

Se produce un cambio rápido y en profundidad que afecta a todas las


estructuras de la sociedad. Los cambios serán tecnológicos, socioeconómicos
y culturales. Los tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el
acero a fuentes energéticas como el carbón y máquinas motrices como la
máquina de vapor, considerada como el motor inicial de la Revolución
Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar
rápidamente la producción con poco personal. Surgen técnicas para el
desarrollo del trabajo y la especialización de la mano de obra. El transporte se
desarrolla tanto por trenes como por barcos, lo que junto con otros inventos
harán crecer el papel de la industria y el comercio.
El nacimiento de la industria estuvo vinculado a tres elementos que se
convirtieron en emblemáticos en el proceso industrial; la fábrica como lugar de
producción, la mecanización del proceso productivo y el uso generalizado de la
energía de vapor:
 La mecanización y el sistema Fabril (producción en serie): El cambio en
los sistemas de producción se caracterizó por el uso de máquinas y por
la sustitución de la fuentes animadas de energía (trabajo humano o
animal) por inanimadas (energía hidráulica y carbón). La mecanización
del proceso productivo se inició en la industria textil con la lanzadera
volante de John Kay (1733), las nuevas hilanderas (Spinning, Mule,
Water Frame) y los telares mecánicos, poco a poco las máquinas se
fueron extendiendo al sector metalúrgico, minero y agrícola.
 Fuentes de energía: el carbón y el hierro: Otra de las características de
la primera Revolución Industrial es el uso de nuevas fuentes de energía.
El carbón se convirtió en el gran combustible del siglo XIX, alimentó a la
máquina de vapor y desempeño un papel imprescindible en el proceso
siderúrgico. En la segunda mitad del siglo XVIII, la demanda creciente
de hierro para fabricar barcos, munición y herramientas estimuló la
búsqueda de un combustible menos costoso y más efectivo. De este
modo el carbón vegetal fue sustituido por el carbón de coque. Otra
técnica importante en el desarrollo de la siderurgia fue el laminado del
hierro inventado por Cort en 1783 y más adelante en 1856 el convertidor
de Bessemer que permito transformar el hierro fundido en acero.
 Los nuevos medios de transporte: Para poder trasladar materias primas
y mercancías, se mejoraron los caminos y se construyeron multitud de
canales para posibilitar la navegación fluvial. Pero fue el ferrocarril el que
provocó una verdadera revolución en el transporte, gracias a su rapidez,
enorme capacidad de carga, menor coste por unidad transportada y
mayor seguridad para pasajeros y mercancías.
 El surgimiento del capitalismo: Con la Revolución Industrial, el
capitalismo se configuró como el sistema en que los elementos de
producción (las tierras, fábricas y maquinarias) y lo que se produce con
ellos son propiedad privada. Esta se centra en solo una parte de la
población denominada capitalistas, mientras que la mayoría, los
proletarios, no poseen más que su capacidad para el trabajo a cambio
de un salario.

Además, el capitalismo, se trataba de un sistema de iniciativa libre no


planificado, que tiene como objetivo la búsqueda del máximo beneficio
individual. De este modo los propietarios de los medios de producción
pretendieron maximizar el beneficio obtenido con su propiedad mientras
que los asalariados persiguen un salario más alto.

Impacto de la revolución industrial.

La Revolución Industrial significó un cambio cualitativo y cuantitativo en las


esferas económicas, sociales y culturales. La economía se transformó en un
nuevo instrumento de comercio, pues la actividad industrial se trasladó al
centro de la vida económica, formando las grandes empresas industriales y el
trabajo pasó a predominar en cada lugar. Simplificando, el capitalismo industrial
se impuso como forma de vida y los ingresos obtenidos del trabajo se
convirtieron en un medio para poder consumir. La sociedad se vio
profundamente afectada por el éxodo rural y el crecimiento de la vida urbana;
comenzaron a formarse las ciudades industriales, también hubo un aumento de
la población mundial, la burguesía industrial se hizo más fuerte y comenzó a
ganar mayor protagonismo la clase obrera u operaria. En política, se produjo la
caída del Estado absolutista y del sistema feudalista predominante durante la
Edad Media. En un intento de dominio global, hubo disputas entre los países
europeos por el dominio de las colonias en África y Asia con el fin de obtener
materias primas para la industria y los consumidores para los productos
manufacturados. Sus acciones provocarían hecatombes, masacres y pobreza
en los pueblos de los dominios explorados. En consecuencia del nuevo clima
de la época, comenzaron a aparecer ideas políticas y sociales tratando de
explicar la nueva situación económica y resolver nuevos problemas. Con la
guerra de los mercados entre las grandes potencias surgiría la Primera Guerra
Mundial (1914-1918).
Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los
conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias.
Los cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las ciudades y el
consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte
aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el
descenso de la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las
vacunas, y a una mejor alimentación de la población). Esto provocará que la
población europea se multiplique en pocos años.
Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de población rural
hacia las ciudades (la revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano
de obra en el campo) da lugar a la aparición de una nueva clase trabajadora
que se agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los barracones
en los que viven los obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son
penosas, tanto en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que
habitan. En las fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna
seguridad laboral y jornadas que superan las doce horas diarias, siete días a la
semana. En los suburbios superpoblados y sucios son víctimas de epidemias
de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas condiciones
les lleva a organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los
movimientos obreros de protesta.

Causas.

Para un cambio del calibre que supuso esta Revolución Industrial son precisos
una serie de factores que multiplicaron los efectos de la misma:
Aumento de la producción agraria. Era el sector primario del cual se nutría la
población. Por lo tanto, para crecer ésta, era necesario que hubieran los
recursos agrarios suficientes como para alimentar a esa población.
Mano de obra abundante. No es posible que crezca la industria si no hay mano
de obra que trabaje en ella.
Capital. Evidentemente, sin dinero no pueden afrontarse nuevos proyectos
industriales.
Expansión del comercio. Mayor demanda promueve el que haya mayor oferta.
Es decir, mientras más nos pidan, más creamos, y eso sólo es posible con un
comercio creciente.
Innovaciones técnicas. Para un cambio semejante era necesario la presencia
de nuevas máquinas y herramientas con las que trabajar.
Mentalidad empresarial. La sociedad debe estar abierta a todos esos cambios
Política favorable. El sistema político debe favorecer que se produzcan todos
esos cambios.
Estos siete elementos confluyeron en una misma época y en un mismo lugar,
los mencionados en el punto anterior: Inglaterra a mediados del siglo XVIII.
La diversificación y especialización favoreció el aumento de la producción
agraria del mismo modo que lo hicieron los nuevos métodos de cultivo. Estas
transformaciones agrícolas permitieron prucir más alimentos y generar más
mano de obra que quedaron excedentes. Además, los propietarios se
enriquecieron y afloró el capital.
Al mismo tiempo, Inglaterra sufrió una explosión demográfica, creciendo en un
siglo de 6 a 28 millones de habitantes.
El aumento del comercio se reflejó en el aumento de las operaciones tanto a
nivel nacional como en sus colonias.
En cuanto a las innovaciones técnicas, el uso de la energía hidráulica fue el
primer gran salto que se produjo a nivel técnico. Gracias a ello se aprovechó
mejor el agua de los ríos, de las que se obtenía energía suficiente. En el sector
textil se inventó la lanzadera volante de J.Kay que hizo mejorar el trabajo del
hilado y permitió aumentar la producción de tejidos. Sin embargo, el gran
invento de esta Primera Revolución Industrial fue la máquina de vapor que
perfeccionó James Watt que se aplicaría años después a los transportes, por
medio de los ferrocarriles y los barcos de vapor.
Los inicios de la industrialización europea hay que buscarlos en la Edad
Moderna. A partir del siglo XVI se vislumbra un avance en el comercio,
métodos financieros, banca y un cierto progreso técnico en la navegación,
impresión o relojería. Sin embargo estos avances siempre se veían lastrados
por epidemias, constantes y largas guerras y hambrunas que no permitían la
dispersión de los nuevos conocimientos ni un gran crecimiento demográfico.
Según el historiador Angus Maddison, Europa Occidental experimentó un
crecimiento demográfico prácticamente nulo entre 1500 y 1800.
El Renacimiento marcó otro punto de inflexión con la aparición de las primeras
sociedades capitalistas en Holanda y el norte de Italia. Es a partir de mediados
del siglo XVIII cuando Europa comenzó a distanciarse del resto del mundo y a
asentar las bases de la futura sociedad industrial debido al desarrollo, aún
primitivo, de la industria pesada y la minería.1415 La alianza de los
comerciantes con los agricultores hizo aumentar la productividad, lo que a su
vez provocó una explosión demográfica, acentuada a partir del XIX. La
Revolución Industrial se caracterizó por la transición de una economía agrícola
y manual a una comercial e industrial16 cuya ideología se basaba en el
racionalismo la razón y la innovación científica.17
Otro de los principales desencadenantes de la Revolución nace de la
necesidad.18 Aunque en algunos lugares de Europa como Gran Bretaña ya
existía una base industrial, las Guerras Napoleónicas consolidaron la industria
europea. Debido a la guerra, que se extendía por la mayor parte de Europa, las
importaciones de muchos productos y materias primas se suspendieron. Esto
obligó a los gobiernos a presionar a sus industrias y a la nación en general para
producir más y mejor que antes, desarrollándose industrias antes inexistentes.
La industrialización tuvo lugar en diferentes oleadas en los distintos países. Las
primeras áreas industriales aparecieron en Gran Bretaña a finales del siglo
XVIII, extendiéndose a Bélgica y Francia a principios del siglo XIX y a Alemania
y a Estados Unidos a mediados de siglo, a Japón a partir de 1868 y a Rusia,
Italia y España a finales de siglo. Entre las razones se encontraron algunas tan
dispares como la notable ausencia de grandes guerras entre 1815 y 1914, la
aceptación de la economía de mercado y el consecuente nacimiento del
capitalismo, la ruptura con el pasado, un cierto equilibrio monetario y la
ausencia de inflación.
Otras interpretaciones sugieren que este nuevo cambio de mentalidad y la
posterior evolución del sistema económico fue por causas morales y religiosas.
La Reforma protestante de Martín Lutero y Juan Calvino trajo consigo un
cambio de mentalidad en el trato y visión respecto del trabajo. Según Max
Weber el protestantismo considera al trabajo y al esfuerzo como un bien y un
valor fundamental, al contrario que la ética católica que lo considera un castigo
a raíz del pecado original.19 Esto explicaría en parte las diferencias a la hora
de desarrollarse de las distintas naciones europeas, teniendo como pioneros a
países protestantes como Gran Bretaña, Alemania u Holanda y como países
atrasados a España, Portugal e Italia, todos ellos católicos.20 Esta
interpretación sigue siendo muy discutida.

Consecuencias.

En principio la Revolución industrial produjo un cambio radical en todos los


ámbitos de la sociedad inglesa y, más tarde, del resto de las sociedades
europeas, creando un nuevo modelo de vida. El desarrollo industrial y minero,
el aumento de la productividad, el crecimiento de las ciudades y la mejora del
comercio nacional e internacional contribuirán a un gran crecimiento
demográfico debido al aumento de la natalidad y de la esperanza de vida. La
revolución industrial en España fue mucho más tardía que en el resto de
Europa. España seguía inmersa en un mundo rural en el que los cambios
fueron mínimos. Las malas comunicaciones, tanto interiores como con Europa,
acentuaron el retraso. Los talleres seguían siendo artesanales y la producción
se especializaba por zonas dependiendo de los recursos disponibles.
La revolución industrial tuvo importantes consecuencias en el mundo, que si
bien es cierto otorgaron ventajas para el incremento de la producción y
agilización del transporte, no es menos cierto, también, que ocasionaron
problemas de orden socio-económico que, más tarde, Darian carácter
fundamental a las luchas sociales y a las reivindicaciones del trabajador
asalariado. Mencionaremos las siguientes consecuencias de la Revolución
Industrial: Aquí las más importantes
I. El comienzo del desplazamiento del hombre por la máquina, ya que esta
realiza la labor en menos tiempo y a menor costo.
II. El abaratamiento de los costos de producción y de transporte.
III. La creación de empresas de gran envergadura. Las nuevas técnicas
industriales, a diferencia de las antiguas, necesitaron la creación de las
empresas de gran envergadura y la concentración de la población en
extensas aglomeraciones urbanas. Por ejemplo, en Alemania, la gran
empresa del acero Krupps, que en 1846 empleaba solamente a 122
hombres , en 1873 contaba ya con 16,000, en tanto que en 1913
ascendía a 70,000 hombres entre empleados y obreros.
IV. La aparición , por consiguiente, de grandes centros fabriles con sus
áreas espaciosas y conglomerado de máquinas y aglutinamiento de
obreros. En este sentido, las grandes metrópolis se convirtieron en lugar
de cita de la sociedad industrial. así, por ejemplo Berlín, Viena, San
Petersburgo, en Europa; Nueva York, chicago y Filadelfia en los Estados
Unidos; Buenos aires y Rio de Janeiro en América del sur y Tokio,
Calcuta y Osaka en Asia. todas ellas rebasaban el millón de habitantes,
convirtiéndose en centros de intensos desarrollo industrial, comercial y
empresarial.
V. La construcción y exportación de maquinarias de los países más
industrializados hacia aquellos que buscan incrementar su desarrollo.
Inglaterra, Francia , Alemania y Estados Unidos se convierten en
exportadores principales.
VI. El nacimiento del proletariado industrial que se enfrenta al capitalismo
empresarial, marcando con ello, el comienzo de las luchas sociales.
VII. La aparición del neomercantilismo, que se impuso con notable rapidez,
primero en Alemania y Francia, luego en Rusia y en los Estados Unidos
y, por último en Inglaterra. Puesto que en la era industrial ninguna
nación podía esperar bastante de sí misma, a larga, fue necesario que
cada país industrial desarrolle su imperio colonial que dependiese solo
de sí mismo y formase una extensa y compleja unidad comercial
autosuficiente, protegido, si fuera necesario, por barreras aduaneras
contra la competencia exterior.

El nacimiento de la industria textil.

Entre finales del siglo XVII y principios del XVIII el gobierno británico aprobó
una serie de leyes con el fin de proteger a la industria de la lana británica de la
creciente cantidad de tela de algodón que se importaba desde India Oriental.
También empezó a darse una mayor demanda de tejidos gruesos, los cuales
eran fabricados por la industria británica en la localidad de Lancashire, donde
destacaba la producción de pana, fabricada a partir de fibras entrecruzadas de
lino y algodón. El lino era utilizado para dotar de más resistencia al tejido, cuyo
material principal, el algodón, no tenía una resistencia suficiente, aunque esta
mezcla resultante no era tan suave como los tejidos 100% algodón y era más
difícil de coser.
Hasta el nacimiento de la industria textil, los tejidos y el hilado en general se
realizaba en los hogares, en la mayor parte de los casos para consumo propio.
Este método productivo, basado en que la producción estaba dispersa y se
desarrollaba en los domicilios de los trabajadores, es a menudo denominado en
inglés como sistema Putting-out (Putting-out system) en contraposición al
posterior sistema industrial o factory system.26 Solo en ocasiones puntuales
los trabajos se realizaban en el taller de un maestro tejedor. Bajo el sistema
putting-out los trabajadores, antes de fabricar su producto, pactaban contratos
con comerciantes y vendedores, quienes les suministraban a menudo las
materias primas necesarias. Fuera de temporada, por la general, las esposas
de los agricultores hacían los hilados mientras que los hombres producían los
tejidos. Utilizando la máquina de hilar o rueca, en cualquier momento entre
cuatro y ocho hilanderas podían echar una mano al tejedor.252728 Uno de los
grandes inventos de la industria textil fue la lanzadera volante, patentada en
1733 por John Kay, que permitió una cierta automatización del proceso de
tejido. Posteriores mejoras, destacando las de 1747, permitieron duplicar la
capacidad de producción de los tejedores, lo que también agravó el
desequilibrio que existía entre el hilado y el tejido. Este invento empezó a ser
ampliamente utilizado en todo Lancashire en la década de 1760, cuando
Robert Kay, hijo de John Kay, inventó la caja ascendente (drop box).29 Lewis
Paul patentó en Birmingham, con la ayuda de John Wyatt, la máquina de hilar
mediante rodillos y el sistema flyer-and-bobbin, que conseguían un espesor
más uniforme en el proceso de elaboración de la lana. Paul y Wyatt abrieron
una fábrica en Birmingham que utilizaba una nueva máquina de laminado
impulsada por un burro. En 1743 se abrió una fábrica en Northampton que
empleaba cinco máquinas como la de Paul con cincuenta husos cada una.
Estuvo en funcionamiento hasta 1764. Una fábrica similar fue construida por
Daniel Bourn en Leominster, pero un incendio la destruyó. Tanto Paul como
Bourn habían patentado el cardador de lana en 1748. El uso de dos conjuntos
de rodillos que giraban a diferentes velocidades fue utilizado posteriormente en
la primera fábrica de hilados de algodón. La invención de Lewis fue
posteriormente mejorada por Richard Arkwright con su Water frame y por
Samuel Crompton con su Spinning mule.
En 1764 en el pueblo de Stanhill, Lancashire, James Hargreaves inventó la
hiladora Jenny, que patentó en 1770. Fue la primera máquina que empleaba
varios husos de una manera eficaz. La hiladora Jenny trabajaba de una manera
similar a la rueca. Era una máquina simple, construida con madera y que solo
costaba alrededor de 6 libras (un modelo de 40 husos) en 1792. Era utilizada
principalmente en los hogares o por pequeños artesanos. La hiladora Jenny
producía un hilo ligeramente torcido solo adecuado para la trama, que se
torcía.31
La máquina de hilar (Water frame) inventada por Richard Arkwright, fue
patentada por este junto con dos socios en 1769. El diseño se basaba en parte
en una máquina de hilado construida por Thomas High, quien fue contratado
por Arkwright.

Economía industrial.

Sin embargo, y a pesar de todos los factores anteriores, la Revolución industrial


no hubiese podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes,
que llevarán las mercancías producidas en la fábrica hasta los mercados donde
se consumían.
Estos nuevos transportes se hacen necesarios no solo en el comercio interior,
sino también en el comercio internacional, ya que en esta época se crean los
grandes mercados nacionales e internacionales. El comercio internacional se
liberaliza, sobre todo tras el Tratado de Utrecht (1713) que liberaliza las
relaciones comerciales de Inglaterra, y otros países europeos, con la América
española. Se termina con las compañías privilegiadas y con el proteccionismo
económico; y se aboga por una política imperialista y la eliminación de los
privilegios gremiales. Además, se desamortizan las tierras eclesiásticas,
señoriales y comunales, para poner en el mercado nuevas tierras y crear un
nuevo concepto de propiedad. La Revolución industrial generó también un
ensanchamiento de los mercados extranjeros y una nueva división
internacional del trabajo (DIT). Los nuevos mercados se conquistaron mediante
el abaratamiento de los productos hechos con la máquina, por los nuevos
sistemas de transporte y la apertura de vías de comunicación, así como
también, mediante una política expansionista.
El Reino Unido fue el primero que llevó a cabo toda una serie de
transformaciones que la colocaron a la cabeza de todos los países del mundo.
Los cambios en la agricultura, en la población, en los transportes, en la
tecnología y en las industrias, favorecieron un desarrollo industrial. La industria
textil algodonera fue el sector líder de la industrialización y la base de la
acumulación de capital que abrirá paso, en una segunda fase, a la siderurgia y
al ferrocarril.
A mediados del siglo XVIII, la industria británica tenía sólidas bases y con una
doble expansión: las industrias de bienes de producción y de bienes de
consumo. Incluso se estimuló el crecimiento de la minería del carbón y de la
siderurgia con la construcción del ferrocarril. Así, en Gran Bretaña se desarrolló
de pleno el capitalismo industrial, lo que explica su supremacía industrial hasta
1870 aproximadamente, como también financiera y comercial desde mediados
de siglo XVIII hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el resto de Europa y
en otras regiones como América del Norte o Japón, la industrialización fue muy
posterior y siguió pautas diferentes a la británica.
Unos países tuvieron la industrialización entre 1850 y 1914: Francia, Alemania
y Bélgica. En 1850 apenas existe la fábrica moderna en Europa continental,
solo en Bélgica hay un proceso de revolución seguido al del Reino Unido. En la
segunda mitad del siglo XIX se fortalece en Turingia y Sajonia la
industrialización de Alemania.
Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía:
Italia, Imperio austrohúngaro, España o Rusia. La industrialización de éstos se
inició tímidamente en las últimas décadas del siglo XIX, para terminar mucho
después de 1914.

Transportes:

El ferrocarril: El ferrocarril, nacido en el siglo XVIII, es uno de los grandes


protagonistas de la Revolución Industrial. En sus comienzos se empleaba la
fuerza animal como medio de locomoción, los raíles eran de madera y su
empleo se limitaba a las minas para el transporte de carbón. Nota 1 En un libro
publicado en 1797, Carz aseguraba haber sido el primero que pensó en
sustituir la madera por hierro.33 La primera concesión del Parlamento inglés
para la construcción de un ferrocarril —movido por caballos— se remonta a
1801; se trataba de una línea entre Wandsworth y Croydon con unos 13
kilómetros de longitud y con un coste de 60 000 libras. La gran revolución del
ferrocarril comenzó en 1814, cuando George Stephenson utilizó la máquina de
vapor como medio de locomoción. Su invento fue un éxito y comenzó a usarse
de inmediato en las minas, pudiendo transportar ocho vagones de 30 toneladas
a una velocidad de 7 km/h. Estos resultados eran suficientes para expandir el
uso de la máquina a otros servicios. Fue un 1821 cuando el Parlamento
autorizó la construcción de la primera línea de ferrocarril con tracción de vapor
entre Stockton y Darlington. La línea fue inaugurada en 1825 con una máquina
maniobrada por el propio Stephenson tirando de 34 vagones a una velocidad
de entre 10 y 12 millas por hora —16-19 km/h— ;34 El periódico The Times
describió esta hazaña de la siguiente manera:
Tres máquinas de vapor con cincuenta caballos de fuerza cada una han
servido para arrastrar trece vagones, cargados de mercancías y productos
diversos sobre la altura del plano inclinado que forma la vía. Allí se han
enganchado los vagones a una máquina llamada "La Experiencia" además de
cierto número de vagones que llevaban a los accionistas, autoridades e
invitados (...) Se pone en marcha y hombres a caballo intentan seguir los
vagones, pero pronto quedan distanciados, allí donde la pendiente era más
fuerte el convoy alcanzó las 25 millas/h.35 (40km/h).
En los 5 años posteriores el Parlamento autorizó la construcción de 23 nuevas
líneas de ferrocarril entre las que se encontraba la célebre línea entre
Mánchester y Liverpool, siendo sus constructores los primeros en ofrecer en el
ferrocarril el servicio de transporte de pasajeros. En aquel momento se
desconfiaba de la seguridad que podían ofrecer las locomotoras, pero la
acogida fue muy buena, mejorando en un 10% los beneficios derivados de este
servicio, aunque los ingresos por el transporte de algodón, tejidos, carbón y
ganado aún seguían siendo mayoritarios. Este éxito también fue tratado por
George Porter, quien en su libro El progreso de la nación dice:
Desde entonces [se refiere a la construcción de la línea citada] se ha
observado que, al construirse una línea de ferrocarril entre dos ciudades, el
número de viajeros en el trayecto entre una y otra se cuadruplica.
El barco de vapor: Antes del siglo XIX la larga tradición naval europea se había
sustentado sobre el control de los vientos como medio de propulsión y la
seguridad más que por la velocidad en el mar. A principios de siglo no se
empleaban menos de dos o tres semanas en cruzar el Atlántico de este a
oeste, necesitándose entre 30 y 40 días de oeste a este. Con la formación de
los imperios coloniales europeos se hizo necesario desarrollar una tecnología
que asegurase el viaje sobre las aguas; en el siglo XVIII se generalizó el uso
del sextante, mapas con las notaciones de los vientos y el cronómetro. La
invención de la nueva embarcación partió de los trabajos de Jouffroy d´Abbens
sobre el Sena y los de Fulton con su máquina Clermont.54 Fue en Estados
Unidos donde tuvieron lugar las primeras pruebas del navío de ruedas sobre el
río Hudson. En 1815 ya circulaban un centenar de estos navíos de ruedas que
obtenían su energía de la leña, material barato y abundante. El Savannah
consiguió cruzar en 29 días el Atlántico Norte en 1819 y la Sphink, que llevó a
Francia las noticias de la toma de Argel, desarrollaba una velocidad de 6
nudos. Pero los problemas eran numerosos: las paletas utilizadas provocaban
un gran desperdicio de energía, existía el riesgo de incendio o explosión a
bordo, su velocidad era aún menor a la desarrollado por los veleros y el poder
militar aún se oponía a su utilización como navío de guerra.55
Pero a pesar de las dificultades los avances prosiguieron y en 1838, con una
combinación de vapor y velas, los navíos Sirius y Great Western cruzaron el
Atlántico entre Liverpool y Nueva York en 16 y 13 días respectivamente. Los
grandes avances llegaron entre 1840 y 1860 con la invención de la hélice,
basándose los primeros modelos en el tornillo de Arquímedes, el condensador
de superficie y la máquina Compound, que logró ahorrar grandes cantidades de
combustible y la introducción de calderas cilíndricas que posibilitaron la
producción de vapor a alta presión.54
Lo que sí es indudable es la supremacía del velero sobre el vapor durante la
mayor parte del siglo; la seguridad y prestigio de la que aún gozaba, sobre todo
en Estados Unidos, donde también tenía lugar la mayoría de los avances del
barco de vapor era indiscutible. En 1850 el barco de vapor había transportado
ya 750 000 toneladas, aunque el vapor aún estaba muy lejos de ganar la
partida.
Carreteras y canales: El esfuerzo en la construcción y mejora de carreteras (o
caminos) comenzó en muchas partes de Europa antes de la Revolución
Industrial. Desde el fin de las guerras napoleónicas a principios del siglo XVIII y
en ausencia de otros medios de comunicación más eficaces, las carreteras
fueron extensamente mejoradas. A principios del siglo XIX el país más
adelantado en esta materia era Francia con una red de 33 000 kilómetros de
gran calidad que se extendían hasta Alemania, Suiza e Italia. Los Países Bajos,
el Reino de Prusia o Suiza también habían vivido una gran mejora en las
comunicaciones. En el otro extremo se encontraban lugares como Sicilia, que
no empezó su construcción hasta bien entrado el XIX, la Rusia zarista, que no
tendría su primera calzada entre Moscú y San Petersburgo —sus principales
ciudades— hasta 1834 o España, que cuenta antes de la mitad del siglo XIX
con solo 6000 kilómetros de vías, siendo además estrechas y llenas de
irregularidades y deficiencias. En Gran Bretaña el rápido desarrollo de
ferrocarriles y canales quita importancia a su construcción pero aun así se
suceden las ampliaciones y modernizaciones de la maltrecha red británica
contando en 1850 con más de 50 000 kilómetros de trazado, 18 000 más que
veinte años atrás.56
La técnica en la construcción de estas vías de comunicación también mejora.
En cada país se construyen de manera distinta pero los problemas clásicos
derivados de estas construcciones como filtraciones de agua, mantenimiento o
infraestructura se solucionan en las décadas de 1820 y 1830 a partir de las
mejoras introducidas por Mac Adam o Telford.57 El uso de la diligencia y los
servicios públicos de transporte se desarrollan y generalizan con unas
velocidades que oscilan entre los 10 y 15 km/h, usándose en el transporte de
pasajeros, mercancías y correo.58 No es hasta principios del siglo XX cuando
gracias al motor de explosión y el desarrollo del automóvil se de un uso masivo
a estos trazados.
Los primeros canales empezaron a ser construidos en Gran Bretaña en el siglo
XVIII con el objeto de comunicar los centros industriales del norte británico con
los puertos marítimos del sur y Londres. Los canales fueron la primera
tecnología que permitió un fácil y relativamente rápido transporte de
mercancías por todo el país, pudiéndose transportar varias docenas de veces
más de tonelaje por viaje que con un transporte terrestre. A esto se unía el
relieve del país, completamente llano, lo que permitía que los canales fueran
construidos rápidamente y a un bajo precio. A principios de la década de 1820,
ya existía una red nacional consolidada. El ejemplo inglés fue copiado en
Francia que con un relieve similar al británico pudo desarrollar su propio
sistema, que a mediados del siglo XIX contaba con 8500 kilómetros de vías. En
Alemania gracias a sus grandes ríos como el Rín y el Elba, la navegación se
vio muy favorecida, así como el comercio que vivió un gran desarrollo. En otros
países como España la construcción de canales no pasó de un proyecto por el
difícil relieve y la falta de capitales. Fuera del continente, los estadounidenses
con su ímpetu emprendedor y sus numerosos lagos y grandes ríos
consiguieron desarrollar con velocidad su propio sistema, que al igual que el
ferrocarril, ayudó en la colonización y explotación de las vastas tierras del país.
A principios de 1835 EE. UU. ya contaba con 7000 kilómetros de canales que
allanaron el camino a la introducción del barco de vapor en el país con una
rapidez incluso mayor a la siempre innovadora Gran Bretaña.59
El uso de los canales en Gran Bretaña empezó a decaer a partir de 1840,
cuando el ferrocarril se impuso en el transporte de mercancías y pasajeros.60
El irregular y más tardío desarrollo a gran escala del ferrocarril en el resto de
países, con la siempre notable excepción de los Estados Unidos, alargó en
ocasiones el uso pleno de los canales hasta los albores del siglo XX. Hoy en
día la red de canales británicos y la infraestructura ligada a esta es una de las
características más perdurables y destacables de la Revolución Industrial en el
país.

Etapas de la revolución industrial.

La Revolución Industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750
hasta 1840, y la segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron
consigo consecuencias tales como:
Demográficas: Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural) —
Migraciones internacionales — Crecimiento sostenido de la población —
Grandes diferencias entre los pueblos — Independencia económica
Económicas: Producción en serie — Desarrollo del capitalismo — Aparición de
las grandes empresas (Sistema fabril) — Intercambios desiguales
Sociales: Nace el proletariado — Nace la Cuestión social
Ambientales: Deterioro del ambiente y degradación del paisaje — Explotación
irracional de la tierra.
A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de
transformaciones que hoy conocemos como Revolución Industrial dentro de las
cuales las más relevantes fueron:
La aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que
mejoraban los procesos productivos.
La despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller
familiar a la fábrica.
El uso de nuevas fuentes energéticas, principalmente el carbón.
La revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.
El surgimiento del proletariado urbano.
La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda
Europa no solo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó
enormes transformaciones sociales.
Proletariado urbano. Como consecuencia de la revolución agrícola y
demográfica, se produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el
antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La ciudad industrial aumentó
su población como consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y
por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de habitaciones
fue el primer problema que sufrió esta población socialmente marginada; debía
vivir en espacios reducidos sin comodidades mínimas y carentes de higiene. A
ello se sumaban jornadas de trabajo, que llegaban a más de catorce horas
diarias, en las que participaban hombres, mujeres y niños con salarios
miserables, y carentes de protección legal frente a la arbitrariedad de los
dueños de las fábricas o centros de producción. Este conjunto de males que
afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social, haciendo alusión a
las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.
Burguesía industrial. Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el
poder económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este
modo el sistema económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada
de los medios de producción y la regulación de los precios por el mercado, de
acuerdo con la oferta y la demanda.
En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia
terrateniente y su situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la
fortuna y no en el origen o la sangre. Avalados por una doctrina que defendía la
libertad económica, los empresarios obtenían grandes riquezas, no solo
vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos salarios por la
fuerza de trabajo aportada por los obreros.
Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a la situación de
pobreza y precariedad de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar
de darles solución; por ejemplo, los socialistas utópicos, que aspiraban a crear
una sociedad ideal, justa y libre de todo tipo de problemas sociales (para
algunos, el comunismo). Otra propuesta fue el socialismo científico de Karl
Marx, que proponía la revolución proletaria y la abolición de la propiedad
privada (marxismo); también la Iglesia católica, a través del papa León XIII, dio
a conocer la Encíclica Rerum Novarum (1891), primera encíclica social de la
historia, la cual condenaba los abusos y exigía a los estados la obligación de
proteger a lo más débiles. A continuación, un fragmento de dicha encíclica:
(…) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su industria, las presta con el fin
de alcanzar lo necesario para vivir y sustentarse y por todo esto con el trabajo
que de su parte pone, adquiere el derecho verdadero y perfecto, no solo para
exigir un salario, sino para hacer de este el uso que quisiere (…)
Estos elementos fueron decisivos para el surgimiento de los movimientos
reivindicativos de los derechos de los trabajadores. Durante el siglo XX en
medio de los procesos de democratización, el movimiento obrero lograba que
se reconocieran los derechos de los trabajadores y su integración a la
participación social. Otros ejemplos de tendencias que buscaron soluciones
fueron los nacionalismos, así como también los fascismos en los cuales se
consideraban a los obreros y trabajadores como una parte fundamental en el
desarrollo productivo de la nación, por lo que debían ser protegidos por el
Estado.

Principios fundamentales de la industria.


Uno de los principios fundamentales de la industria moderna es que nunca
considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. Su base
técnico-científica es revolucionaria, generando así el problema de la
obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más breves. Desde esta
perspectiva puede afirmarse que todas las formas de producción anteriores a la
industria moderna (artesanía y manufactura) fueron esencialmente
conservadoras, al trasmitirse los conocimientos de generación en generación
sin apenas cambios. Sin embargo, esta característica de obsolescencia e
innovación no se circunscribe a la ciencia y la tecnología, sino debe ampliarse
a toda la estructura económica de las sociedades modernas. En este contexto
la innovación es, por definición, negación, destrucción, cambio, la
transformación es la esencia permanente de la modernidad.
El desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo
clima social, es el momento y el sitio para una revolución industrial de
innovaciones en cadena, como un proceso acumulativo de tecnología, que crea
bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida. Son básicos un
capitalismo incipiente, un sistema educativo y espíritu emprendedor. La no
adecuación o correspondencia entre unos y otros crea desequilibrios o
injusticias. Parece ser que este desequilibrio en los procesos de
industrialización, siempre socialmente muy inestables, es en la práctica
inevitable, pero mensurable para poder construir modelos mejorados

Segunda revolución industrial.


La Segunda Revolución Industrial, se inició a mediados del siglo XIX (c. 1850 -
1970), fue una segunda fase de la Revolución Industrial, implica una serie de
desarrollos dentro de la industria química, eléctrica, de petróleo y de acero.
Otros progresos esenciales durante este período incluyen la introducción de los
buques de acero movidos a vapor, el desarrollo del avión y de la locomotora de
vapor, la producción en masa de bienes de consumo, el enlatado de alimentos,
refrigeración mecánica y otras técnicas de preservación y la invención del
teléfono electromagnética. La Segunda Revolución Industrial se considerada
sólo una fase de la Revolución Industrial, ya que, desde un punto socio-
tecnológico, no había una clara ruptura entre las dos, de hecho, la Segunda
Revolución Industrial fue un fortalecimiento y perfeccionamiento de las
tecnologías de la Primera Revolución Industrial.
Este período también marca el advenimiento de Alemania y de los Estados
Unidos como potencias industriales, junto a Francia y al Reino Unido. Durante
la Segunda Revolución Industrial, las poblaciones urbanas superaron a las del
campo, haciendo más importante a las metrópolis.
En los Estados Unidos la segunda revolución industrial esta asociada con
electrificación de Nikola Tesla, Thomas Alva Edison y George Westinghouse y
la gestión científica aplicada por Frederick Winslow Taylor.En el pasado, el
término " Segunda Revolución Industrial "también fue utilizado en la prensa y
los industriales para referirse a los cambios derivados de la dispersión de las
nuevas tecnologías después de Segunda Guerra Mundial. La emoción y el
debate acerca de los peligros y beneficios de era atómica fueron más intensos
y duraderos que los de era espacial, pero ambos fueron incluidos como
motores de una nueva Revolución Industrial.
David Landes aclaraba que la expresión “Revolución Industrial” solía utilizarse
para hacer referencia a cualquier proceso de cambio tecnológico acelerado, y
que en este sentido se hablaba de una segunda y de una tercera revolución
industrial.
Mientras que la primera fue acompañada de profundas transformaciones
económicas y sociales, la segunda o la tercera consistieron sólo en etapas de
innovación tecnológica sin que se modificaran los rasgos más característicos
de la Primera Revolución Industrial, es decir, la mecanización y el sistema de
fábrica.
Por ende, la expresión “Segunda Revolución Industrial” hace referencia al
conjunto de innovaciones técnico-industriales, fundadas en el acero barato, la
química, la electricidad, el petróleo, el motor de combustión interna, la nueva
empresa moderna, y los nuevos tipos de gestión del trabajo y organización
industrial, que emergen durante el último tercio del siglo XIX. [transforma la
producción de una economía industrializada otorgando crecimiento económico]
Desde el aspecto tecnológico, se pueden distinguir dos tipos de innovaciones
de carácter múltiple; RADICALES E INCREMENTALES: que corresponden a
las macro invenciones y las micro invenciones.
Radicales; Una ruptura capaz de iniciar un rumbo tecnológico nuevo.
Introducen productos y/o procesos productivos nuevos. [pueden dar nacimiento
a toda una industria, abrir un nuevo mercado o inaugurar otro tipo de
organización industrial]
Incrementales; Sustentan un incremento en la producción por medio de la
productividad. [mejorar la eficiencia de la técnica, mejorar la producción o la
precisión de los procesos]
En su conjunto conforman una verdadera innovación tecnológica, terminan por
englobar a toda la economía; en su conjunto las innovaciones radicales e
incrementales interrelacionadas configuran un tipo de dinámica de la
revolución, que sigue una lógica denominada “paradigma tecnológico”. Este
paradigma termina por guía el comportamiento de los agentes económicos
convirtiéndose en el sentido común de sus decisiones y emprendimientos, ya
que posibilita predecir la evolución y el sentido de los costos relativos en la
mayoría de los insumos y procesos empleados; previendo bajas y altas por
periodos específicos.

Características de la segunda revolución industrial.

o La sustitución del hierro por el acero en la industria.


o El reemplazo del vapor por la electricidad y los derivados del petróleo
como fuente de energía.
o La introducción de la maquinaria automática para dirigir y poner en
funcionamiento a otras máquinas.
o Los cambios radicales en los transportes y comunicaciones.
o El creciente dominio y aplicación de la ciencia a la industria.
o Las nuevas formas de organización capitalista: imperialismo,
maquinismo y gran industria.
o Las invenciones y sus aplicaciones tenían mucho más difusión y
descentralización en esta Segunda Revolución que en la primera fase.
Este período vio el crecimiento de máquinas operadas capaces de
fabricar piezas para el uso en otras máquinas. También surgieron líneas
de producción para la fabricación de productos de consumo.

Nuevas Fuentes de Energía

La Segunda Revolución industrial llevo al hombre al descubrimiento de nuevas


fuentes de energía: la electricidad y el petróleo. Con el uso del petróleo se
inventaron los motores de explosión (la evolución del motor de combustión
interna apareció en muchos países industrializados gracias al intercambio
cultural). Estos descubrimientos dieron lugar a los siguientes inventos:
o El Motor de explosión (motor de combustión interna, motor Diésel): Esta
máquina reemplazo al motor a vapor, mediante el empleo de un nuevo
combustible, que es el petróleo. lo perfecciono en 1897, el ingeniero
alemán Rudolf Diésel (1858-1913).
o La Electricidad: (Alumbrado público): Fue obra de Tomas Alva Edison
(1847-1913). en principio creo a la lámpara incandescente (1879).
Posteriormente, fue mejorando con filamentos de corteza de bambú y
más tarde, con el de metal. El alumbrado público mejoro las condiciones
de vida diaria, en el mundo entero. años después del descubrimiento
(1866) se comenzó con la primera gran instalación hidroeléctrica en las
cataratas de Niagara.
o El Telégrafo eléctrico: Aparato construido por el norteamericano Samuel
Morse (1791-1872), en 1837. Permitía, por entonces, la transmisión
instantánea y a distancia de un alfabeto especial, de puntos y rayas, que
representaba las letras. Este código fue universalmente adoptado. Las
primeras líneas se tendieron para el uso de ferrocarriles y de los
gobiernos de Inglaterra (1839), Estados Unidos (1844) y Francia (1856).
En 1866, Cyrus W. Field instalo líneas telegráficas a través de los
mares, logrando la comunicación entre Estados Unidos y Europa
o El Telégrafo sin hilos: (Apareció debido al descubrimiento de las ondas
eléctricas en la atmosfera). Fue invento de Guillermo Marconi (1874-
1937), se popularizo entre las dos guerras mundiales, al desarrollarse la
radio difusión. Años después , se descubrió la televisión,
generalizándose su uso, en 1936, en Inglaterra y 1941, en los Estados
Unidos de Norteamérica. Después del último conflicto mundial se ha
logrado transcendentes progresos en la comunicación de masas.
o El Cinematógrafo: instrumento inventado por los hermanos Luis y
Augusto Lamiere. Hizo su aparición entre las novedades de fines del
siglo XIX. La primera exhibición se realizó en Paris, en 1893. en el siglo
XX, se combinó con la célula fotoeléctrica para lograr el funcionamiento
del cine sonoro.
o El Aeroplano: La navegación aérea tuvo sus inicios en los ensayos de
los hermanos Montgolfier y Giffard, quienes realizaron vuelos en los
globos aerostáticos y dirigibles, respectivamente. Más tarde, los
hermanos Wright utilizaron un aparato más pesado que el aire: el
aeroplano. Este vehículo comenzó a ser utilizado como arma de
combate, después de la Primera Guerra Mundial. En 1919, se efectúa la
primera travesía aérea del atlántico.

Este período, como en la Primera Revolución Industrial, se caracterizó por el


desempleo en el campo y la migración de los trabajadores empobrecidas de las
zonas rurales a las ciudades en busca de empleo en la industria. La
abundancia de oferta de mano de obra, que incluía niños y mujeres, está
estrechamente vinculada a la reducción de los salarios y el deterioro de las
condiciones de trabajo. También fue notable la expansión del número de
trabajadores asalariados que formaban sindicatos.
El carbón como un insumo básico y barato, mantuvo a lo largo de la
industrialización del siglo XIX la supremacía absoluta como fuente de energía.
Su privilegiada posición como recurso energético se mantuvo hasta la Primera
Guerra Mundial. En Europa el uso del carbón fue desplazado hacia mediados
del siglo XX a un segundo lugar por el uso del petróleo, este mismo
acontecimiento surgió en Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial.

De una edad de hierro a una edad de acero.

El acero es en realidad una variedad especial de hierro que contiene una


pequeña cantidad de carbono. De manera que resulta menos frágil que el
hierro fundido, pero más resistente y duradero que el hierro forjado, desde
1850 y fines de la década de 1870, la elaboración de acero fue objeto de
notables innovaciones tecnológicas que permitió abaratar su costo de
producción de un 50% al 70% (1850 a 1880), y emplearlo en la industria
económica en niveles más altos.
La segunda mitad del siglo XIX puede ser caracterizada para toda la industria
como la transición de una edad de hierro a una edad de acero, permitiendo
afirmar que el acero dio el puntapié inicial de la Segunda Revolución Industrial.
Los raíles de acero para el ferrocarril duraban más y eran más seguros que los
de hierro. El uso de laminados de acero para la construcción naviera permitió
construir barcos más grandes, más ligeros, y más rápidos, y también
acorazados de guerra. El uso de travesaños y vigas de acero hizo posible la
construcción de importantes obras de ingeniería civil y de industrias pesadas.
El acero no tardó en reemplazar al hierro en herramientas, máquinas y en
cientos de productos.

La continuidad de la tecnología de vapor como fuerza motriz.


La máquina de vapor mantuvo, como el carbón, aunque no en la misma
intensidad y duración, el papel estelar de máquina generadora de fuerza motriz.
Las máquinas de vapor sirvieron además de la producción, en gran medida
para la transportación, utilizadas en locomotoras y barcos de vapor, aunado a
esto constituyeron una importante influencia en la generación de la energía
eléctrica, gracias al desarrollo de la turbina de vapor.
En el siglo XIX y principios del XX era utilizada prácticamente en toda la
industria, hasta que la necesidad de incrementar la productividad y disminuir
las limitaciones de esta misma, contribuyeron a un cambio en uso de energías
alternas como el petróleo y la electricidad.

El petróleo y el motor de combustión interna.

Sus primeros pasos en la inclusión productiva, tienen lugar en la segunda mitad


del siglo XIX, comparado con el carbón, el petróleo tiene mayor poder
calorífico, es de más fácil transportación, y presenta un aspecto de uso más
amplio, potente y diversificado.
Hacia 1859 comenzó su explotación comercial en los Estados Unidos, al igual
que la electricidad, y el gas natural fueron utilizados primeramente como una
fuente de iluminación. Así dos de sus derivados fueron el querosén para
lámparas de aceites y lubricantes para maquinaria.
Hasta la primera década del siglo XX el petróleo tuvo usos limitados, hasta que
la máquina de combustión lo convirtió, en la principal fuente de energía para
todo equipo de transporte, hasta aquí otros dos derivados; la gasolina y la nafta
adquirieron la importancia que hasta ahora conservan, cuando en un principio
se conocían como subproductos de desecho. La industria automotriz despegó
como innovación radical usando el motor de combustión interna y ello ocasionó
cambios en el nivel de urbanización, con ciudades cada vez más grandes.

La electricidad

En 1831 Michael Faraday, concluyó con el descubrimiento del fenómeno de


inducción electromagnética; esto es, la generación de corriente eléctrica
haciendo girar un imán dentro de una bobina de cable, construyendo con esto
el primer generador manual de electricidad.
Con Thomas Edison y la visión industrial de J.P Morgan Jr, en Estados Unidos
se comenzó con la sustitución del petróleo por la electricidad para la
iluminación y que a su vez potencializó la diversificación del petróleo por parte
de John D. Rockefeller, con el afán de mantener su poderío en la venta del
petróleo.
Los motores eléctricos y equipos de maquinarias eléctricas fueron encontrando
para los innovadores docenas de aplicaciones industriales, y los inventores
estaban comenzando a pensar en los electrodomésticos. La electricidad podía
ser utilizada para generar calor y también fue utilizada en la industria
metalúrgica.
La comunicación primeramente por el telégrafo y posteriormente el teléfono con
las comunicaciones radiofónicas se vieron desarrolladas gracias a la
electricidad, la cinematografía que aparece en este contexto, aparece en estos
años.
Nacen así grandes empresas de material eléctrico, como Philips Siemens,
General Electric, Westinghouse y otras más.

La industria química

La ciencia química demostró ser especialmente prolífica en el nacimiento de


innovaciones, nuevos productos y procesos y procesos productivos. Fue al
igual que la electricidad, un sector donde se manifestó el papel decisivo de la
investigación científica como factor de crecimiento.
Un ejemplo de los sectores económicos que la industria química abre son; los
colorantes sintéticos, la industria farmacéutica, los explosivos, las fibras y el
caucho sintético.
En la rama alimenticia, la innovación química tuvo dos direcciones; por un lado
en la agricultura en la elaboración de fertilizantes artificiales, y por el otro la
producción, procesado y conservación de alimentos, a través de los métodos
de pasteurización de la leche, de refinación de azúcar, de envasado de latas
esterilizadas; dando lugar a la “Agricultura Científica”.

El uso de nuevos materiales fue un elemento clave en la II


Revolución Industrial
En este momento, los avances tecnológicos y científicos comienzan a tomar un
cariz más complejo. Con ello, se fue consiguiendo el acceso a diferentes
recursos naturales, indisponibles o poco útiles hasta ese momento. Entre ellos,
destaca el uso de metales como el acero, el zinc, el aluminio, el níquel o el
cobre, entre otros.
Además, comienzan a ser tenidos en cuenta productos químicos, gracias al
avance de esta industria. Productos como la sosa, colorantes artificiales,
materiales explosivos o fertilizantes pasan a ser utilizados de forma cada vez
más frecuente.
De forma paralela comienzan a aparecer nuevas formas de energía. Los
avances tecnológicos permitieron lograr un aumento de la energía disponible
que, además, se diversificó. Este fenómeno fue posible, en primer lugar, a la
mejora de aquellas técnicas que ya se conocía. En este sentido, podemos
hablar de la máquina de Watt, de las turbinas o de la industria del gas.
Asimismo, se consiguieron nuevas formas de obtener energía, como la
electricidad o el petróleo.

La II Revolución Industrial facilitó la emergencia de nuevas


potencias

Desde la perspectiva de las relaciones internacionales, con la II Revolución


Industrial se consolidaron nuevas potencias mundiales. Alemania, Estado
Unidos y Japón se convirtieron en actores internacionales de primer orden. El
éxito de estas nuevas potencias se podía observar en diferentes aspectos.
Alemania mostró su poderío en la guerra franco-prusiana, en la cual se impuso
a Francia. Estados Unidos potenciaba su expansión hacia el oeste buscando
nuevas tierras para colonizar. Japón, con la restauración Meiji, que condujo a la
modernización del país, salió de su tradicional.
De forma paralela se consolidó un nuevo modo de capitalismo, que tendía
hacia un carácter monopolista. Por otra parte, la necesidad de buscar nuevos
mercados llevó a una aceleración de proyectos imperialistas. Esta nueva
situación, en las cuales las potencias industriales rivalizaban por conquistar
nuevos territorios y ampliar sus mercados llevó a episodios de franca tensión, e
incluso a conflictos bélicos. El culmen de esta situación fue, en última instancia,
el estallido de la I Guerra Mundial.
En definitiva, podemos señalar que esta II Revolución Industrial significó la
expansión de la primera. Se generalizaron y mejoraron los avances que en su
momento logró el Reino Unido. Por último, esta nueva situación tuvo como
efecto una nueva configuración del capitalismo y del orden internacional, lo cual
dio lugar a una época de tensión entre las diferentes potencias industriales, en
su intento de ampliar sus mercados.
Consecuencias de la segunda Revolución Industrial

Una de las consecuencias fue el comienzo del desplazamiento del hombre por
la máquina, ya que esta realiza la labor en menos tiempo y a menor costo con
lo que se produce el abaratamiento de los costos de producción y de transporte
Las nuevas técnicas industriales, a diferencia de las antiguas, necesitaron la
creación de las empresas de gran envergadura y la concentración de la
población en extensas aglomeraciones urbanas. Por ejemplo, en Alemania, la
gran empresa del acero Krupps, que en 1846 empleaba solamente a 122
hombres, en 1873 contaba ya con 16,000, en tanto que en 1913 ascendía a
70,000 hombres entre empleados y obreros.

Nacimiento de nuevas potencias.

Si bien, en la Primera Revolución Industrial, Inglaterra se convirtió en la primera


potencia económica, durante la Segunda Revolución Industrial esta situación
cambió radicalmente con la emergencia de nuevas potencias: Alemania, que a
partir de su unificación tuvo un destacado desarrollo económico e industrial, así
como los Estados Unidos y Japón. Por otra parte, Japón a partir de la segunda
mitad del siglo XIX, comenzó a seguir un proceso de modernización. La
restauración Meiji emprendió una serie de reformas que tenían como propósito
romper el aislamiento en que había permanecido el país y eliminar los
obstáculos al crecimiento económico impuestos por el régimen de gobierno
antecesor, tomando como modelos de referencia a los países occidentales,
principalmente los Estados Unidos, que habían ingresado en su territorio. De
esta manera, el gobierno Meiji promovió la creación de fábricas para la
industria pesada con tecnología importada desde Europa, así como la
expansión del poderío militar. Para principios del siglo XX, Japón había logrado
consolidar un importante crecimiento industrial despuntado como potencia
económica.
o Comenzó su proceso industrial en 1840, y en 1914 se convierte en la
principal potencia industrial.
o Fue la principal potencia gracias a sus avances tecnológicos y el buen
uso de la economía.
o A principios del siglo XIX los obstáculos para una producción industrial
eran de orden institucional: estaba fragmentada en 39 pequeños estados
(unidades políticas independientes). Esto pone trabas al proceso
industrializador debido a las barreras aduaneras, a la existencia de una
moneda distinta y al monopolio comercial. Hay dificultad de poner en
marcha un mercado interno unificado.
o Pervivencia de rasgos feudales que limitan la movilización geográfica,
desalientan innovaciones y la iniciativa personal. Todos estos rasgos
feudales desaparecen con la invasión (1810).
o 1834. Mercado único de la Unión aduanera del estado, que es
comercial, no política. Proceso industrializador con éxito por todo el
continente debido a la disposición de los recursos naturales y la larga
tradición industrial a domicilio (artesanal).
o Influye el modelo ruso. Hace frente a la competitividad de los productos
ingleses que empobrecen los mercados internos.
o Sector punta: industria siderúrgica, química y eléctrica.
o Importante el papel educativo: promoción de la educación profesional,
científica y técnica.
o Papel fundamental de la liberalización de la estructura económica social
heredada del antiguo régimen; modernización de los sistemas de
comunicación; política proteccionista que impulsa el proceso
industrializador.
o Importancia del crédito bancario y la gran empresa, caracterizada por
una tendencia a la expansión e integración vertical.
o Disponibilidad de recursos naturales (algodón, petróleo, oro, minerales,
cuero, etc).
o Evolución demográfica.
o El proceso demográfico de Estados Unidos tuvo tres rasgos esenciales
que lo caracterizaron. En cuanto a la población, este país no superaba
los cuatro millones de habitantes en el primer período; sin embargo, la
misma se fue duplicando cada 23 años, hasta que en vísperas de la
Guerra de Secesión logró alcanzar los 32 millones. No obstante, en el
último tercio del siglo se evidenciaría un relativo descenso en dicho
crecimiento.

El capitalismo.
El desarrollo del capitalismo monopolista en la segunda mitad del siglo XIX se
produjo en el marco de un nuevo ciclo de expansión general y fue acompañado
de un nuevo crecimiento de las fuerzas productivas de varios países. De este
modo, el capital se centralizó y la producción se concentró al formarse el
monopolio con el acuerdo y unión de capitalistas. Así, los monopolios lograron
determinar las condiciones de venta de gran parte de los productos, fijando los
precios y obteniendo por ende mayores ganancias. Sin embargo, los
monopolios, si bien tendieron a lograr un mayor o mejor control de los
mercados, no eliminaron por completo la lucha por la competencia, la cual
ocurrió tanto entre las mismas corporaciones monopolistas como entre las
empresas que se mantuvieron al margen de los carteles y de los trusts. Por el
contrario, la hicieron más violenta tanto a nivel de los mercados internos como
de los internacionales. En este escenario, los bancos jugaron un nuevo papel
decisivo para la transformación del capitalismo en un fenómeno que
caracterizaría a la segunda parte del siglo XIX, así como a la primera del siglo
XX: el imperialismo (es decir, los intentos de establecer o mantener una
soberanía formal de una potencia determinada sobre otras sociedades
subordinadas a esta).

Durante este período, el imperio alemán rivalizó o sustituyó al de Gran Bretaña


y de Irlanda como la nación industrial primaria en Europa. Esto ocurrió como
resultado de varios factores. Alemania, habiéndose industrializado después de
Gran Bretaña, pudo modelar sus fábricas como las de Gran Bretaña, ahorrando
así una cantidad substancial de capital, esfuerzo y tiempo. Mientras que
Alemania hizo uso de los últimos conceptos tecnológicos, los británicos
continuaron utilizando tecnología costosa y anticuada. En el desarrollo de la
ciencia y la investigación pura, los alemanes invirtieron más pesadamente que
los británicos, especialmente en la industria química. El sistema alemán del
cartel (conocido como Konzerne), siendo perceptiblemente concentrado, podía
hacer un uso más eficiente del capital fluido. Algunos creen que los pagos de
reparación exigidos de Francia después de su derrota en la Guerra Franco-
Prusiana de 1870 y 1871 habría proporcionado el capital necesario para
permitir inversiones públicas masivas en infraestructura como ferrocarriles.
Esto proporcionó un mercado grande para los productos de acero innovadores
y facilitó el transporte. La anexión por parte de las provincias de Alsacia y
Lorena, provocó que una parte de la que había sido la base industrial francesa
pasase a Alemania. En los Estados Unidos la Segunda Revolución Industrial se
asocia comúnmente a la electrificación según lo iniciado por Nikola Tesla,
Thomas Alva Edison y George Westinghouse y por la gerencia científica según
lo aplicado por Frederick Winslow Taylor.

Crecimiento demográfico y grandes migraciones.


Durante el siglo XVIII el ritmo de crecimiento de la población europea
experimentó un espectacular crecimiento generado por múltiples factores. En
primer término, las transformaciones en la producción agrícola; con la
incorporación y aplicación de nuevas tecnologías y técnicas que permitieron
obtener un mayor rendimiento de los terrenos de cultivo, la introducción de
cultivos provenientes del continente americano (papa, maíz), así como la
explotación de terrenos cultivables en los continentes colonizados,
contribuyeron al aumento de la población al incrementarse la capacidad de
producir alimentos. Así mismo, los avances en la medicina produjeron una
reducción considerable en las tasas de mortalidad y un incremento sostenido
en las tasas de natalidad. De esta manera, entre los siglos XVIII y XIX el
continente europeo experimentó un crecimiento espectacular en su población,
que pasó de 208 a 430 millones (207 %), en el periodo citado.6
Los cambios demográficos, así como la rápida urbanización de la población y
un excedente de la población activa, como consecuencia de la capacidad
productiva de la agricultura impulsados por la Revolución Industrial, motivaron
movimientos migratorios de la población europea de gran magnitud hacia
países en proceso de industrialización. Además de los anteriores, otro factor
que contribuyó a impulsar las corrientes migratorias fue la revolución en el
transporte, con la aplicación del vapor en el transporte terrestre y la
navegación, a través de los transatlánticos impulsados por turbinas de vapor,
que facilitaron el transporte de pasajeros y mercancías, al reducirse de forma
considerable el costo y tiempo empleados en los desplazamientos entre Europa
y América. Se calcula que entre el periodo entre 1850 y 1940 se desplazaron
cerca de 55 millones de europeos, la mayoría de ellos, se asentaron en los
Estados Unidos, país que se convirtió en el principal polo de atracción de
emigrantes europeos provenientes de las islas británicas, Italia, Alemania, entre
otros, aunque los movimientos migratorios también se dirigieron hacia países
como Argentina, Venezuela, Brasil y Canadá.

Avance técnico y científico.

El proceso de cambio técnico durante la Segunda Revolución Industrial


constituyó uno de los más trascendentales cambios desde el punto de vista
histórico, cuando las innovaciones tecnológicas adquirieron el carácter de
modernidad, que sentó las bases tecnológicas del siglo XX y se distanció de las
bases de la primera revolución.
La ciencia y la tecnología en este periodo se caracterizó por la mayor
complejidad de las máquinas y equipos y por una relación más estrecha entre
ambas que requirió una mayor cualificación para su implantación, lo que
dificultó su difusión. El núcleo del cambio técnico se diversificó hacia más
sectores y se amplió geográficamente, hacia toda Europa y Estados Unidos.
Algunos de esos inventos aparecieron en las décadas de 1850 y 1860, pero las
innovaciones más radicales surgieron en el periodo entre 1870 y 1913 en
Estados Unidos y Alemania principalmente, en los que se concentró la mayor
parte de las invenciones que se desarrollarían posteriormente a lo largo del
siglo XX. Todos estos descubrimientos acabaron por conformar un nuevo
sistema tecnológico.
El resultado de este nuevo sistema fue la ampliación de los recursos naturales
dispuestos, el desarrollo de otras innovaciones tecnológicas complementarias,
el ahorro de trabajo que generó un incremento enorme de la productividad,
mayores beneficios, salarios más altos, precios de consumo más bajos y una
gama de nuevos productos. El nuevo sistema tecnológico, en definitiva, puede
considerarse el motor del crecimiento de fines del siglo XIX y del primer siglo
XX.
Se distinguen tres fuentes fundamentales de avance tecnológico en este
periodo:1
La aparición de nuevos materiales, la lista de nuevos materiales descubiertos
es larga:
Se descubren nuevos metales como:
Acero (1855), ya utilizado anteriormente pero que se convierte por su baratura
en el metal estrella de la época, sustituyendo al hierro.
Zinc (c. 1830), tendrá una cierta importancia ya que al mezclarse con el hierro
detiene su oxidación.
Aluminio cuya historia va ligada al avance de la electricidad. Es un metal muy
ligero y resistente. Fue descubierto por Wökler en 1845 pero hasta 1886 no se
generaliza, cuando Hall le aplicó el proceso de electrólisis.
El níquel (1860) se usó principalmente para mezclarlo con el acero y lograr así
el acero inoxidable. Al mezclarlo con el cobre se crea una aleación llamada
alpaca que tuvo muchas aplicaciones en el campo doméstico.
Manganeso y cromo (c. 1900)
El cobre tendrá también una gran importancia, al perfeccionarse su producción
se va a destinar, casi exclusivamente, a la industria eléctrica, bien como
conductor o bien como componente de los motores eléctricos.
Productos químicos, la industria química va a experimentar una expansión sin
precedentes y se van a encontrar avances prácticamente para todos los
campos de la producción, unos ya conocidos pero que ahora se producen
mediante procedimientos nuevos:
La sosa se va a producir de manera rentable tras los descubrimientos del belga
Solvay, éste hizo pasar amoníaco por agua salada, así se genera bicarbonato
sódico susceptible de convertirse fácilmente en sosa; esto multiplicó la
producción mundial de este producto.
Los colorantes artificiales van a sustituir a los colorantes naturales anteriores y
se obtendrán de productos derivados de la hulla como el alquitrán y el benzol.
La investigación en este campo fue muy intensa debido a la gran demanda de
la industria textil y en menos de 20 años se encontraron sustitutos de todos los
tintes naturales.
Los explosivos adquieren un gran desarrollo. La pólvora era el único conocido y
estallaba por ignición (fuego), se van a descubrir nuevos explosivos químicos
que estallan por percusión como la nitrocelulosa y la nitroglicerina, esta última
del italiano Sobrero. En 1866 Alfred Nobel, también conocido por los premios
que llevan su nombre, inventó la dinamita, mezcla de nitroglicerina y un tipo de
arcilla llamada Kieselguhr, esto generará una gran industria de explosivos. La
dinamita tendría importantes aplicaciones en la minería y en el campo militar
gracias a su gran potencia y estabilidad.
En el campo la demanda de fertilizantes dará lugar al desarrollo de los abonos
químicos o fertilizantes sintéticos. Se van a elaborar superfosfatos y nitrato
sódico, este último se elabora a partir de nitratos minerales procedentes de la
Antártida. Europa era la zona que más nitrato sódico consumía. Otros
elementos minerales indispensables para las plantas también se sintetizaron
químicamente como el abono de potasio.
El cemento portland (c. 1840) asociado al fenómeno de la creciente
urbanización de la época
La energía ha constituido históricamente un elemento fundamental de cualquier
cambio técnico trascendente y lo fue también en este momento. La oferta de
energía aumentó y se diversificó, debido al perfeccionamiento de técnicas ya
conocidas, como la máquina de Watt, la turbina o la industria del gas, y por otro
lado gracias a las nuevas formas de energía, como la electricidad y el petróleo,
con grandes ventajas en su utilización.
La mecanización continuó con un progresivo proceso de avance, debido a la
creciente escala de las unidades de producción, facilitado por el empleo del
acero y otros metales y de las nuevas fuentes de energía.

El hierro.

El hierro seguía siendo el metal más utilizado y sobre él se van a aplicar


importantes innovaciones. Thomas en 1878 inventó un sistema para explotar el
hierro rico en fósforo, hasta entonces no se habían tenido en consideración
estos yacimientos por el carácter quebradizo del metal. El procedimiento
Siemens-Martin abarató la obtención de este mismo producto.
Durante la primera revolución industrial el hierro se aplicó casi exclusivamente
al ferrocarril, ahora va a encontrar nuevas aplicaciones como la construcción y
el armamento. En el terreno constructivo se van a levantar puentes de hierro,
estaciones de trenes, mercados, monumentos como la Torre Eiffel en 1889, y
sería la base para la construcción de los primeros rascacielos en Chicago al
hacer estos edificios con una estructura de hierro.
El acero (aleación de hierro con una pequeña cantidad de carbono) era un
metal muy caro de producir y su utilización se limitaba a escasos productos:
cuchillería, aparatos de precisión... El panorama cambia al aparecer nuevos
procedimientos como el convertidor de Bessemer en 1856 que permitió
incrementar la producción de acero a un precio razonable. En el campo
armamentístico se utilizará más el acero que el hierro, las nuevas aplicaciones
pasan por la construcción de acorazados o submarinos totalmente revestidos
de acero.

Revolución del transporte.

Durante este periodo el coste de los transportes experimentó un gran descenso


que permitió la integración de los mercados hasta entonces muy
desconectados, esto se pone de manifiesto, por ejemplo en el precio del
[[Triticum|trigo y maíz en Inglaterra y Estados Unidos, mientras que en 1860 el
precio del trigo en Liverpool casi doblaba el del mercado de Chicago; hacia
1915 los precios eran casi iguales. Este abaratamiento impulsó el comercio
internacional, la integración de los mercados nacionales e internacionales, la
unión de zonas productoras y consumidoras de todo tipo de recursos y las
migraciones generalizadas de personas.
El cambio en el ferrocarril fue espectacular y siguió siendo el medio de
comunicación terrestre más utilizado. Así, mientras que en 1840 el desarrollo
ferroviario era todavía escaso, en Europa solo nueve países habían construido
alguna línea ferroviaria, con una red en todo el continente de menos de 4000
kilómetros y solo cuatro países (Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica)
que habían superado los 300 kilómetros, en Estados Unidos en esa misma
fecha se habían construido 4510 kilómetros. Treinta años después, en 1870, se
había consolidado este medio y se superaban en Europa los 100 000 km de
extensión y en Estados Unidos 70 000.
España en 1848, fue el décimo país del mundo en inaugurar una línea
ferroviaria, la de Barcelona a Mataró, aunque en 1837 ya había entrado en
funcionamiento el ferrocarril entre la Habana y Güines en la Cuba española; a
estos les siguió en 1851 la línea entre Madrid y Aranjuez. Se siguieron
construyendo vías ferroviarias desde los lugares en los que se había originado
(Europa Occidental y noreste de los EE. UU.) hacia lugares más lejanos,
creándose así las grandes redes transcontinentales de América del Norte
(hacia 1870) y Eurasia, como por ejemplo el Transiberiano y el Expreso de
Oriente hacia 1900.
El desarrollo del transporte naval fue también muy notable. Por un lado los
clípers que llegaban desde Inglaterra hasta el Pacífico y Australia, supusieron
el canto del cisne de la navegación a vela. Pero lo más importante fue la
aplicación sistemática a los barcos de calderas a vapor de triple y cuádruple
expansión mucho más eficientes, la introducción del casco de hierro en 1860 y
posteriormente de acero en 1879 y la aplicación de la turbina a vapor en 1894.
Estas innovaciones disminuyeron los costes de mantenimiento y
funcionamiento de las naves y aumentaron el espacio reservado para las
mercancías y los pasajeros. Hacia 1880 también se disminuyeron las
tripulaciones y los costes con la desaparición del velamen auxiliar del que
disponían todavía los barcos a vapor. Todos estos cambios permitieron reducir
los fletes del transporte atlántico en un 45 por ciento.
Tercera revolución industrial.
La Tercera Revolución Industrial es un proceso que viene definido por los
cambios que se han operado en sectores tan presentes en la vida cotidiana de
muchas personas, tales como las comunicaciones o la energía. Fue un proceso
multipolar, liderado por Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, iniciado a
mediados del siglo XX. Se vincula con el término “Sociedad de la Información”.
No existe consenso en una fecha concreta para determinar su fin.
Este concepto fue lanzado por el sociólogo y economista norteamericano
Jeremy Rifkin. Posteriormente, lo recogieron y avalaron entidades e
instituciones, como, por ejemplo, el Parlamento Europeo en el 2006. Su base
es la confluencia y complementariedad de las nuevas tecnologías de
comunicación y energía.
A lo largo de la historia, las transformaciones económicas ocurren cuando
convergen las nuevas tecnologías de la comunicación con los nuevos sistemas
de energía. Las nuevas formas de comunicación se convierten en el medio de
organización y gestión que las civilizaciones más complejas han hecho posible
mediante las nuevas fuentes de energía. La conjunción de la tecnología de
comunicación de Internet y las energías renovables en el siglo XXI, está dando
lugar a la Tercera Revolución Industrial.
Hasta el siglo el XVIII y a principios del siglo XIX la industria no contaba con
máquinas y las únicas fuentes de energía eran la fuerza producida por el
hombre, los animales y el agua aplicada a los molinos. Lo que conocían como
“fábricas” eran simplemente enormes talleres con centenares de hombres
trabajando en una misma tarea. Las vías de comunicación eran muy
rudimentarias donde solo los navíos se habían desarrollado y los terrestres
eran coches y carretas jaladas por caballos. Esto propició que se empezaran a
buscar nuevas formas de energía, inventándose las máquinas. A este gran
desarrollo técnico y sus repercusiones sociales, económicas, psicológicas, etc.,
se le denomina revolución industrial. El término “revolución” es discutible por
cuanto los cambios no fueron violentos ni cruentos (Ej.: revolución francesa)
pero sí transformaron radicalmente la vida de las sociedades.

Las bases de la Tercera Revolución Industrial

La Primera Revolución Industrial se asentó en elementos como el uso del


carbón y la concentración de capitales, entre otros. La Segunda lo hizo sobre el
desarrollo del ferrocarril y la introducción de otros combustibles fósiles, como el
petróleo. En cambio, la Tercera lo hace sobre la base de unas tecnologías muy
diferentes, de tal modo que el nexo de unión con las anteriores es mucho
menor.
La Tercera Revolución Industrial se asienta sobre nuevas tecnologías de la
información y la comunicación, así como en las innovaciones que permiten el
desarrollo de energías renovables. Como consecuencia las potencialidades de
estos dos elementos actuando conjuntamente, se prevén grandes cambios en
diversas áreas. Nunca antes se había llegado a unas cotas tan altas de
interactividad e intercomunicación, al tiempo que las innovaciones en materia
energética podían significar un cambio tan sustancial como el que se prevé con
el desarrollo y explotación de fuentes renovables de energía.
Se conoce como Tercera Revolución Industrial a una serie de cambios y
transformaciones económicas y sociales ocurridas a partir de la segunda mitad
del siglo XX y que se extienden hasta la actualidad.
Se caracteriza por la aparición de la microelectrónica y las nuevas tecnologías,
la descentralización de la producción, la economía orientada a servicios y por la
utilización de nuevas formas de energía, especialmente las renovables. Los
recursos humanos pasaron a ser mucho más especializados.
La revolución industrial impulsada por el petróleo y por otros combustibles
fósiles, está llegando a un final peligroso. El precio del gas y de los alimentos
aumenta, el desempleo continúa siendo elevado, el mercado inmobiliario está
saturado, la deuda de los consumidores y de los Estados está descontrolada y
la recuperación económica es cada vez más lenta. Para hacer frente a un
posible segundo colapso de la economía global, la humanidad necesita
urgentemente una estrategia económica sostenible que nos conduzca al futuro.
En este libro Jeremy Rifkin expone cómo la fusión de la tecnología de Internet
con las energías renovables dará lugar a una nueva y potente “Tercera
Revolución Industrial”. En el futuro, nos dice, centenares de millones de
personas producirán en sus casas, en sus oficinas y en sus fábricas su propia
energía verde y compartirán unas con otras una “Internet energética”, del
mismo modo en que ahora creamos y compartimos información en línea.
Rifkin describe el modo en que los cinco pilares de la tercera revolución
industrial crearán miles de nuevos negocios y millones de empleos, lo cual
traerá consigo un reordenamiento fundamental de las relaciones humanas
desde el poder jerárquico hasta el poder lateral, que influirá en la manera en
que dirigimos las empresas, educamos a nuestros hijos y nos implicamos en la
vida pública.
El proyecto de Rifkin ya está ganando terreno en la comunidad internacional. El
Parlamento Europeo ha emitido una declaración formal instando a su puesta en
práctica y algunos países de Asia, África y América se han apresurado a
elaborar sus propias iniciativas para afrontar la transición hacia este nuevo
paradigma económico.
La Tercera Revolución Industrial es un relato desde dentro de la próxima gran
era económica, que aporta además una atenta mirada a las personalidades y
los actores (jefes de Estado, consejeros delegados de grandes empresas
globales, emprendedores sociales y ONG) que están iniciando su puesta en
marcha en todo el mundo.
La Tercera revolución industrial, también llamada Revolución científico-
tecnológica (RCT) o Revolución de la inteligencia (RI) o Tercera revolución
tecnológica, es un nuevo concepto y una fusión de ideas, que fuera planteado
por Jeremy Rifkin, y avalado por el Parlamento Europeo en una declaración
formal aprobada en junio de 2006.2

En el transcurrir de la historia, las transformaciones económicas suelen


presentarse cuando convergen las nuevas tecnologías de la comunicación con
los nuevos sistemas de generación energética. Las nuevas formas de
comunicación se convierten en el medio de organización y gestión que las
civilizaciones más complejas han hecho posible mediante el desarrollo y el uso
de nuevas fuentes de energía. La conjunción en el siglo XXI del avance de las
tecnologías de las comunicaciones, junto al gran desarrollo y uso de Internet y
de las energías renovables, están dando lugar a lo que bien podríamos llamar
'Tercera Revolución Industrial' o 'Tercera Revolución Tecnológica', la que
estaría caracterizada por:
o El cambio a una mayor utilización de las energías renovables.
o Una transformación cada vez mayor de cierto tipo de edificaciones en
generadores de energía propiamente dichas.3
o El desarrollo de las baterías recargables, de las pilas de hidrógeno, y de
otras nuevas tecnologías de almacenamiento de energía.
o El desarrollo de la red eléctrica inteligente o red de distribución de
energía eléctrica “inteligente” (smart grid).
o El desarrollo del transporte basado en el vehículo eléctrico (vehículos
todo-eléctricos, híbridos enchufables y híbridos eléctricos regulares) así
como de pilas de combustible, utilizando la electricidad renovable como
energía de propulsión.

Causas de la revolución industrial.

- El cambio ideológico del siglo XVIII orientó el desarrollo de la economía


y el enriquecimiento individual.
- Los adelantos en la matemática, la física y la química.
- El crecimiento e importancia socio-económica de la burguesía
- Crecimiento demográfico proporcionó abundante mano de obra
La primera revolución industrial se dio en Inglaterra en el siglo XVIII, y por
primera vez en la historia humana se liberó un poder energético y económico
capaz de producir rápidamente y eficientemente artículos de alta calidad, que
sólo lo hacían unos pocos hombres en mucho tiempo. Este proceso benefició
principalmente a Inglaterra, pero rápidamente se fue expandiendo hacia al
oeste europeo. A esta tendencia se le llamó capitalismo, que es un sistema que
varía según los lugares y las épocas, también ha resistido el paso del tiempo y
las nuevas tendencias sociales y políticas. El capitalismo controla el mercado y
el campo económico de la mayoría de los países, manifestándose en las
empresas privadas, empresas transnacionales y en el capital que se invierte en
los mercados para expandirlos y así alcanzar la globalización.
Para que el capitalismo funcione no solo debe haber capital, también debe
haber mercados regidos por la oferta y la demanda. Además es muy importante
que exista una planificación económica rígidamente dirigida para asegurar
productividad y ganancias, de lo contrario si es mal dirigido traerá pérdidas e
incluso la banca rota. El elemento que sustenta el capitalismo y que sin el no
existiría la doctrina como tal, es la relación entre el crecimiento económico y la
libertad civil y política.

En la primera revolución industrial no solo se enriquecieron más los burgueses,


sino también el proletariado se vio beneficiado con los bienes de capital de
carácter público, como el agua potable, el alcantarillado y la alimentación fue
más abundante.

La primera y segunda revolución industrial se enlazan con la transición de la


máquina de vapor al ferrocarril y la proliferación y sistematización del
conocimiento científico para uso industrial. La segunda revolución industrial
tuvo lugar en Estados Unidos y fue muy diferente de la primera, ya que las
industrias más destacadas no surgieron de la agricultura, las fibras y los
minerales sino de los avances de la comunicación (teléfono), el alumbrado y la
fuerza motriz (la electricidad y el motor eléctrico), los bienes de consumo
(mercadotecnia, publicidad), las diversiones (cámara), el transporte (automóvil)
y la aparición de nuevos materiales (caucho, aluminio y productos químicos).

Para que la producción de estas industrias fuera lucrativa era necesario invertir
grandes sumas de capital en infraestructuras capaces de elaborar partidas
grandes y homogéneas para obtener control de calidad en los procesos de
producción y montaje. La filosofía que impulsó a estas industrias fue la
denominada de “precios bajos” que consiste en la producción en masa de
bienes de alta calidad y consumo masivo.

Los aspectos positivos de esta segunda revolución fue que las industrias
produjeron enormes cantidades de bienes a precios muy bajos, en relación con
el ingreso real, se dan mejorías en la educación y la innovación social
representada en los programas para atender las necesidades médicas de los
pobres, los inválidos y los ancianos. Los aspectos negativos fueron un legado
de discriminación, pobreza, mala vivienda y un daño irremediable al medio
ambiente (principalmente los océanos) donde la primera y segunda revolución
industrial depositaron todos sus desechos.

En el occidente se presentaron fuertes inversiones antes que en otras regiones


del planeta, y encendieron la explosión económica que sigue vigente y está hoy
en el período más impresionante de cambio económico, que se le conoce como
la tercera revolución industrial. La tercera revolución industrial nació lentamente
en los laboratorios de investigación donde el primer logro fue la fabricación de
la primera computadora “ENIAC” para los militares en 1940 y desde hace
mucho tiempo se convirtió en un armatoste, más adelante se vincula la
automatización con la robótica y las computadoras, surge la idea de la energía
nuclear, los alimentos transgénicos y cómo estos influyen en la salud mental
del ser humano.

Efectos.

Antes de la tercera revolución industrial en el mundo reinaba el capitalismo


donde gerentes e ingenieros se insertaban con facilidad en muchos niveles del
sistema de organización jerárquica. Sí bien es cierto esta revolución en realidad
es una esperanza para todas las personas que habitan el planeta, ya que
ofrece nuevas oportunidades a un mundo exento de escasez, pero su acceso
no será barato. Algunos aspectos y efectos de este monumental
acontecimiento mundial son:
Desarrollo de la energía nuclear: energía liberada durante la fisión o fusión de
núcleos atómicos. Las cantidades de energía que pueden obtenerse mediante
procesos nucleares superan con mucho a las que pueden lograrse mediante
procesos químicos, que sólo implican las regiones externas del átomo.
Producción de nuevas fuentes de energía: con esta revolución se empiezan a
buscar nuevas formas de energía como la eólica (energía producida por el
viento), geotérmica (energía producida por el calor interno de la tierra) e
hidráulica (energía que se obtiene de la caída del agua desde cierta altura a un
nivel inferior lo que provoca el movimiento de ruedas hidráulicas o turbinas).
Organismos transgénicos: animales o vegetales cuya dotación genética ha sido
modificada para contener un gen adicional y sus descendientes heredan este
gen del mismo modo que los propios.
Automatización de la producción: sistema de fabricación diseñado con el fin de
usar la capacidad de las máquinas para llevar a cabo determinadas tareas
anteriormente efectuadas por seres humanos, y para controlar la secuencia de
las operaciones sin intervención humana.
Arte pop: movimiento artístico iniciado en la década de 1950 en Estados
Unidos y Gran Bretaña. Las imágenes del arte Pop se inspiraron en la cultura
de masas. Algunos artistas reprodujeron latas de cerveza o sopa, tiras de
cómic, señales de tráfico y otros objetos similares en sus pinturas, collages y
esculturas. Otros incorporaron estos objetos cotidianos a sus pinturas o
esculturas, a veces completamente modificados. Los materiales fruto de la
tecnología moderna, como el poliéster, la espuma o la pintura acrílica,
ocuparon un lugar destacado. El arte Pop no sólo influyó en la obra de los
artistas posteriores, sino que también ejerció un fuerte impacto en el grafismo y
el diseño de moda. El movimiento arte Pop comenzó como una reacción contra
el expresionismo abstracto
Impacto sobre la salud mental: con la revolución industrial la población empieza
a sufrir enfermedades mentales como depresiones leves o moderadas,
ansiedad u otro tipo de trastornos emocionales. A ello habría que sumar el
alcoholismo, que en muchos países va en aumento, y la químico-dependencia,
así como el daño a la salud mental que suponen estados como la pobreza
permanente, el desempleo o la discriminación social.
Además, la tercera revolución inspira para el mejoramiento de las
comunicaciones (celulares), vías y medios de transporte (exploración espacial)
y por supuesto un gran desarrollo para las microcomputadoras. También se
mejoran los medicamentos para preservar la vida y muchos más que están en
la etapa inicial creados a partir de los nuevos conocimientos basados en el
descubrimiento del código ADN.
Algunos piensan que esta revolución traerá consigo enormes ventajas, pero
esta gran oportunidad deberá beneficiar a todas las personas o habrá
defraudado a la experiencia humana.

Cambios en la población.

La desigualdad estaba protagonizada por dos factores: "La renta per cápita
media de la población rural era inferior a la de la población urbana. Por otro
lado, la desigualdad de la renta dentro de la propia población urbana era
mucho mayor que la existente en la población rural". La desigualdad estaba
guiada por el estancamiento de las rentas rurales, el fuerte incremento de las
rentas urbanas y dentro de estas el gran incremento de ciertas rentas (las
propietarias del capital).
Con estos datos y revisando los procesos ocurridos en el pasado, "parece
obvio que, en los primeros periodos de industrialización, la distribución de la
renta sea más desigual que cuando el total de la población era rural y se
dedicaba a la agricultura. Esto podría ser especialmente visible en los periodos
de industrialización y emigración hacia las ciudades más fuertes".
Sin embargo, una vez que la revolución industrial se ha asentado y el capital
humano comienza a encontrar su hueco en el nuevo modelo "la desigualdad de
la renta comienza a reducirse con fuerza gracias al crecimiento de los ingresos
de las rentas más bajas. En la sociedad democrática, la clase trabajadora de
masas goza de un fuerte apoyo legislativo que suele proteger y ayudar a esta
parte de la sociedad para que sus rentas se incrementen", explicaba el profesor
Kuznets.
La visión de Kuznets también es compartida por Nouriel Roubini, profesor de
Economía en la Universidad de Nueva York, que explica el proceso de la
siguiente forma: "Aunque los economistas clásicos (desde Malthus hasta
Ricardo o Marx) creían que la clase trabajadora estaría siempre atrapada en un
nivel próximo a la subsistencia porque la oferta ilimitada de mano de obra evita
que los salarios reales asciendan por encima de ese nivel, los salarios reales y
las condiciones económicas mejoraron notablemente en la segunda mitad del
siglo XIX".
"En aquel periodo, las innovaciones tecnológicas de la Revolución Industrial
conllevaron un aumento del crecimiento de la productividad que fue compartido
entre los trabajadores y el capital. Esa relación entre una productividad en
aumento y el ascenso de las rentas de la clase media y trabajadora no fue
automática en ningún momento. Exigió que los trabajadores tuvieran la
oportunidad y las destrezas necesarias para aumentar su propia productividad
y poder participar en el aumento salarial derivado del crecimiento de la
productividad que ofrecían las nuevas tecnologías".
De este modo, Roubini también reconoce que, en un principio, los trabajadores
tuvieron problemas para beneficiarse de las mejoras traídas por la revolución
industrial, algo que cambió cuando la población adquirió "las destrezas
necesarias" para participar en el proceso productivo. Un fenómeno similar
podría estar ocurriendo en la actualidad. El avance de la tecnología está
'marginando' a un grupo importante de trabajadores dentro del sistema
productivo de las economías desarrolladas. Este hecho está siendo una de las
causas en el incremento de la desigualdad de la renta en Occidente. Sin
embargo, quizá estas personas o sus descendientes logren encontrar un hueco
en la economía de la tecnología, según avance este modelo y la población
vaya adaptándose a las nuevas necesidades que nazcan del mismo.
Cuarta revolución industrial: industria 4.0
A finales del siglo XVII fue la máquina de vapor. Esta vez, serán los robots
integrados en sistemas ciberfísicos los responsables de una transformación
radical.
Los economistas le han puesto nombre: la cuarta revolución industrial.
Marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas,
anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.
¿Suena muy radical? Es que, de cumplirse los vaticinios, lo será. Y está
ocurriendo, dicen, a gran escala y a toda velocidad.
"Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará
fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En
su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier
cosa que el género humano haya experimentado antes", vaticina Klaus
Schwab, autor del libro "La cuarta revolución industrial", publicado este año.
Los "nuevos poderes" del cambio vendrán de la mano de la ingeniería genética
y las neurotecnologías, dos áreas que parecen crípticas y lejanas para el
ciudadano de a pie.
Pero las repercusiones impactarán en cómo somos y nos relacionamos hasta
en los rincones más lejanos del planeta: la revolución afectará "el mercado del
empleo, el futuro del trabajo, la desigualdad en el ingreso" y sus coletazos
impactarán la seguridad geopolítica y los marcos éticos.

La fábrica automática y muy, muy inteligente

Entonces, ¿de qué se trata el cambio y por qué hay quienes creen que se trata
de una revolución?
Lo importante, destacan los teóricos de la idea, es que no se trata de
desarrollos, sino del encuentro de esos desarrollos. Y en ese sentido,
representa un cambio de paradigma, en lugar de un paso más en la carrera
tecnológica frenética.
5 claves para entender la REVOLUCIÓN 4.0
1. Alemania fue el primer país en establecerla en la agenda de gobierno como
"estrategia de alta tecnología"
2. Se basa en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con
software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones
3. La internet de las cosas jugará un rol fundamental
4. Permitirá agregar US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos
15 años
5. Cambiará el mundo del empleo por completo y afectará a industrias en todo
el planeta
"La cuarta revolución industrial, no se define por un conjunto de tecnologías
emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que
están construidos sobre la infraestructura de la revolución digital (anterior)",
dice Schwab, que es director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por
sus siglas en inglés) y uno de los principales entusiastas de la "revolución".
"Hay tres razones por las que las transformaciones actuales no representan
una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una
distinta: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas. La velocidad de
los avances actuales no tiene precedentes en la historia… Y está interfiriendo
en casi todas las industrias de todos los países", apunta el WEF.
También llamada 4.0, la revolución sigue a los otros tres procesos históricos
transformadores: la primera marcó el paso de la producción manual a la
mecanizada, entre 1760 y 1830; la segunda, alrededor de 1850, trajo la
electricidad y permitió la manufactura en masa.
Para la tercera hubo que esperar a mediados del siglo XX, con la llegada de la
electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones.
Ahora, el cuarto giro trae consigo una tendencia a la automatización total de la
manufactura - su nombre proviene, de hecho, de un proyecto de estrategia de
alta tecnología del gobierno de Alemania, sobre el que trabajan desde 2013
para llevar su producción a una total independencia de la mano de obra
humana.
La automatización corre por cuenta de sistemas ciberfísicos, hechos posibles
por el internet de la cosa y el cloud computing o nube.
Los sistemas ciberfísicos, que combinan maquinaria física y tangible con
procesos digitales, son capaces de tomar decisiones descentralizadas y de
cooperar -entre ellos y con los humanos- mediante el internet de las cosas.
Lo que veremos, dicen los teóricos, es una "fábrica inteligente".
Verdaderamente inteligente.
El principio básico es que las empresas podrán crear redes inteligentes que
podrán controlarse a sí mismas, a lo largo de toda la cadena de valor.
Los guarismos económicos son impactantes: según calculó la consultora
Accenture en 2015, una versión a escala industrial de esta revolución podría
agregar US$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años.
En el Foro de Davos, en enero de este año, hubo un anticipo de lo que los
académicos más entusiastas tienen en la cabeza cuando hablan de Revolución
4.0: nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial,
biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras
3D serán sus artífices.
Pero serán también los gestores de una de las premisas más controvertidas del
cambio: la cuarta revolución podría acabar con cinco millones de puestos de
trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.

Revolución, ¿para quién?

Son precisamente los países más avanzados los que encarnarán los cambios
con mayor rapidez, pero a la vez los expertos destacan que son las economías
emergentes las que podrán sacarle mayor beneficio.
La cuarta revolución tiene el potencial de elevar los niveles de ingreso globales
y mejorar la calidad de vida de poblaciones enteras, apunta Schwab, las
mismas que se han beneficiado con la llegada del mundo digital (y la
posibilidad, por caso, de hacer pagos, escuchar música o pedir un taxi desde
un celular ubicuo y barato).
Sin embargo, el proceso de transformación sólo beneficiará a quienes sean
capaces de innovar y adaptarse.
"El futuro del empleo estará hecho de trabajos que no existen, en industrias
que usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias que ningún ser
humano jamás ha experimentado", resume David Ritter, CEO de Greenpeace
Australia/Pacífico, en una columna sobre la cuarta revolución para el diario
británico The Guardian.
Aunque los empresarios parecen entusiasmados - más que intimidados- por la
magnitud del reto: un sondeo revela que 70% tiene expectativas positivas sobre
la cuarta revolución industrial.
Así se desprende del último Barómetro Global de Innovación, una medición que
publica General Electric cada año y que recoge opiniones de más de 4.000
líderes y personas interesadas en las transformaciones de 23 países.
Aunque la distribución regional es desigual y son los mercados emergentes de
Asia principalmente los que están adoptando los cambios de manera más
disruptiva que sus pares de economías desarrolladas.
"Ser disruptivo es el estándar de oro para ejecutivos y ciudadanos, pero sigue
siendo un objetivo complicado de llevar a la práctica", reconoce el estudio.

Los peligros del cibermodelo

Así, no todos ven el futuro con optimismo: los sondeos reflejan las
preocupaciones de empresarios por el "darwinismo tecnológico", donde
aquellos que no se adapten no lograrán sobrevivir.
Y si ello ocurre a toda velocidad, como señalan los entusiastas de la cuarta
revolución, el efecto puede ser más devastador que el que generó a su turno la
tercera revolución.
"En el juego del desarrollo tecnológico, siempre hay perdedores. Y una de las
formas de inequidad que más me preocupa es la de los valores. Hay un real
riesgo de que la élite tecnocrática vea todos los cambios que vienen como una
justificación de sus valores", le dice a BBC Mundo Elizabeth Garbee,
investigadora de la Escuela para el Futuro de la Innovación en la Sociedad de
la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
"Ese tipo de ideología limita gravemente las perspectivas que se traen a la
mesa a la hora de tomar decisiones (políticas), lo que a su vez exacerba la
inequidad que ya vemos en el mundo hoy", agrega.
"Dado que mantener el status quo no es una opción, necesitamos un debate
fundamental sobre la forma y los objetivos de esta nueva economía", apunta
Ritter, que considera que debe haber un "debate democrático" en torno a los
cambios tecnológicos.
Por una parte, hay quienes descreen que se trate de una cuarta revolución: es
cierto que los cambios son muchos y muy profundos, pero el concepto fue por
primera vez usado en 1940 (en un documento de una revista de Harvard
titulado "La última oportunidad de Estados Unidos", que pintaba un futuro
sombrío por el avance de la tecnología) y su uso representa una "pereza
intelectual", dice Garbee.
Otros, más pragmáticos, alertan que la cuarta revolución no hará sino aumentar
la desigualdad en el reparto del ingreso y traerá consigo toda clase de dilemas
de seguridad geopolítica.
El mismo WEF reconoce que "los beneficios de la apertura están en riesgo" por
medidas proteccionistas, especialmente barreras no tarifarias y normativas del
comercio mundial, que se han exacerbado desde la crisis financiera de 2007:
un desafío que la cuarta revolución deberá sortear si quiere entregar lo que
promete.
"El entusiasmo no es injustificado, estas tecnologías representan avances
asombrosos. Pero el entusiasmo no es excusa para la ingenuidad y la historia
está plagada de ejemplos de cómo la tecnología pasa por encima de los
marcos sociales, éticos y políticos que necesitamos para hacer buen uso de
ella", remata Garbee.
Este es el nombre actual que recibe la Industria 4.0. Se trata de un concepto
acuñado por el gobierno alemán para referirse a la “fábrica inteligente”. Una
nueva manera de organizar los sistemas de producción, quedando todos
interconectados. De esta manera, las máquinas están conectadas con los
sistemas, y éstos a su vez, con las personas, lo que permite una gestión mucho
más eficiente de la compañía. El concepto intriga e incluso, puede resultar
confuso para muchos. Por ello, a continuación, desvelamos todos los avances
de esta industria a través de seis tecnologías clave:
1. Internet of things (IoT)
Internet de las cosas es el mayor exponente y la idea principal en base a la
cual se desarrolla esta industria. Nació para establecer una comunicación
inteligente entre las cosas y lleva más de 10 años revolucionando el mundo.
Esta conectividad gestionada es usada en numerosos sectores: desde el
ámbito de Medicina y Salud, a través de sistemas que permiten el control
remoto de pacientes; pasado por el sector de la Moda, con zapatillas que
facilitan el número de kilómetros recorridos; o el bancario, con aplicaciones que
permiten el pago vía smartphone.

2. El desarrollo de la robótica colaborativa (Cobot)


Se trata del último avance de la tecnología robótica y se encarga de crear
robots especialmente diseñados para interactuar con los humanos. Su reducido
tamaño, su flexibilidad y su precio, menor que el de robots tradicionales, los
convierte en el perfecto compañero de trabajo. De hecho, las empresas han
visto su enorme potencial y no dudan en utilizarlos para optimizar la
productividad de los empleados encargados de operaciones de montaje.
3. La realidad aumentada y la realidad virtual
Esta tecnología permite enriquecer la experiencia visual de las personas, al
mismo tiempo que mejora la calidad de la comunicación. Su gran ventaja
reside en que combina el mundo real con el virtual mediante un proceso
informático. Por ello, las experiencias interactivas resultantes son muy
atractivas. Desde probadores de ropa virtual para facilitar las compras online
hasta sentir la adrenalina más alucinante gracias a las gafas de realidad virtual,
que incorporan algunas montañas rusas en parques de atracciones.

4. El estudio del Big Data y Analytics


Son las llamadas “soluciones de inteligencia” que permiten la gestión e
interpretación de datos masivos con fines empresariales. Además de permitir la
recolecta de información, estudiar los hábitos de los consumidores y segmentar
según intereses, el desarrollo de esta tecnología tiene gran capacidad de
generación de empleo. Es tal su magnitud, que las universidades, en particular
las facultades de Ingeniería, han visto la necesidad de completar sus ciclos
formativos con asignaturas relacionadas con la “Digitalización de la Industria” o
Industria Inteligente.
5. La impresión 3D
Crear objetos tridimensionales es ahora posible gracias a un grupo de
tecnologías que permiten la fabricación por adición, desarrollando prototipos de
cualquier producto. Se utiliza sobre todo en campos tales como el diseño de
joyas, calzado, arquitectura, ingeniería, y hasta en el sector del automóvil y
aeroespacial. Su alto potencial ha permitido incluso que “La Venus de Milo”
expuesta en el Museo de Louvre de París, recupere sus brazos por unos
instantes.

6. Los sistemas ciber-físicos (CPS)


Por último, los sistemas ciber-físicos permiten que un objeto físico esté
controlado por la tecnología. Con ello, nos referimos al sistema de red eléctrica
inteligente (REI), que permite una mejor distribución de la electricidad,
automóviles autónomos, sistemas de monitoreo y pilotos automáticos
aeronáuticos. Los beneficios sociales son tales como la reducción de la emisión
de CO2 , teniendo consecuencias muy positivas para mitigar el calentamiento
global.
Máquinas, personas e incluso ciudades enteras se convierten en inteligentes y
más eficientes gracias a la Industria 4.0. Sin embargo, estimamos que
aproximadamente sólo el 20% de la población está activamente trabajando en
este tipo de profesionales y todavía quedan muchos retos por afrontar. La gran
velocidad a la que avanza la tecnología ha quedado demostrada, provocando
que nos cueste cada vez más, delimitar las fronteras entre el mundo físico y el
digital. Esto nos hace cuestionarnos sobre una posible Industria 5.0. Una
nueva etapa en la que se vería integrada la digitalización de las cosas con la
sociedad, de una manera más profunda.
Desde Michael Page, apostamos por cambios importantes a nivel empresarial,
mayor creación de empleo, además de una transformación de nuestros hábitos
de consumo, e incluso, de la manera en la que nos relacionamos.
Bibliografías.
1. https://factoriahistorica.wordpress.com/2011/02/22/la-segunda-
revolucion-industrial/
2. https://www.definicionabc.com/historia/revolucion-industrial.php
3. https://educacion.elpensante.com/ensayo-sobre-la-revolucion-industrial/
4. http://www.finanzasparatodos.es/gepeese/es/inicio/laEconomiaEn/laHist
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5. https://www.ecured.cu/M%C3%A1quina_de_vapor
6. https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/caracteristicas-de-la-
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7. http://www.escuelapedia.com/los-grandes-cambios-de-la-revolucion-
industrial/
8. https://www.historiacultural.com/2010/07/consecuencias-revolucion-
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9. https://ekonomicos.com/2014/11/la-segunda-revolucion-industrial.html
10. https://www.historiacultural.com/2010/07/segunda-revolucion-
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11. https://economipedia.com/historia/segunda-revolucion-industrial.html
12. http://dnspes.com/politica/la-tercera-revolucion-industrial-como-el-poder-
lateral-esta-transformando-la-energia-la-economia-y-el-mundo.pdf
13. http://www.economia.ws/tercera-revolucion-industrial.php
14. https://www.satel-iberia.com/la-tercera-revolucion-industrial-o-la-
revolucion-cientifico-tecnica/
15. eleconomista.es/economia/noticias/7135244/11/15/La-Tercera-
Revolucion-Industrial-y-la-desigualdad-economica-un-vistazo-al-pasado-
para-conocer-el-futuro.html
16. https://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834
Historia de la revolución industrial.

Alumna: Jimenez Saldaña Itai Berenice.


Prof. José Eduardo Hernández Molinar.
Instituto tecnológico superior de Rioverde.
Ingeniería industrial.
02-12-18

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