Está en la página 1de 64

Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

República de Colombia

Presidente de la República
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
JUAN LOZANO RAMÍREZ
Viceministra de Ambiente
CLAUDIA PATRICIA MORA PINEDA EQUIPO DE TRABAJO DEL PROYECTO
Directora de Ecosistemas
MARÍA DEL PILAR PARDO FAJARDO Luz Stella Pulido Pérez
Ingeniera Forestal-MAVDT
Supervisor del Convenio

Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal - CONIF Luis Enrique Vega González
Ingeniero Forestal-CONIF
Director Ejecutivo Coordinador del Proyecto
VÍCTOR MANUEL NIETO RODRÍGUEZ
Héctor Felipe Ríos Alzate
Jefe de Estudios Técnicos Biólogo - Consultor CONIF
LUIS ENRIQUE VEGA GONZÁLEZ Autor: investigación y textos
Directora Administrativa-Financiera Carlos Eduardo Arce Quintero
LAURA SORAYA PARADA CARVAJAL Ingeniero Ambiental y Sanitario- Consultor CONIF
Autor: investigación y textos
Diagramación
DORIS STELLA LISCANO QUEVEDO Expertos consultados en la Evaluación del Protocolo de
Restauración de Coberturas Vegetales Afectadas por Incendios
Diseño Alexandra Pinzón, Jardín Botánico José Celestino Mutis
JOSÉ ROBERTO ARANGO R. César Augusto García, Universidad Piloto de Colombia
WILSON GARZÓN M. Edgar Ernesto Cantillo, Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Fotografías e Ilustraciones Edgar A. González, UAESPNN
HÉCTOR FELIPE RÍOS ALZATE Fabio Calero, Corporación Autónoma Regional del Valle-CVC
Germán Camargo, UAESPNN
Carátula Gloria Lucía Arango, IDEAM
www.penclips.net Gloria Patricia Sosa, DAMA
Jaime Aguirre, Instituto de Ciencias Naturales, ICN
Impresión
Juan Francisco García, Jardín Botánico José Celestino Mutis
InterSolugráficas Ltda. Luis Jorge Vargas, Consultor Independiente
Distribución gratuita Olga Isabel Palacios, Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Orlando Vargas R., Universidad Nacional de Colombia
ISBN Robert León, IDEAM
978-958-44-3303-9 Thomas van der Hammen, Fundación Tropenbos
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial Víctor Manuel Moreno, UAESPNN
Calle 37 No. 8-40 Bogotá D.C., Colombia Talleres Regionales de Socialización y Validación realizados en las
www.minambiente.gov.co
ciudades de Medellín, Cali, Barranquilla, Villaviencio y Bogotá
Primera edición. Bogotá D.C., noviembre de 2006
Convenio 081/2005 MAVDT-CONIF Todos los derechos reservados.
Apartes de los textos pueden reproducirse citando la fuente.
Segunda edición (ajustada). Bogotá D.C., diciembre de 2007 Su reproducción total debe ser autorizada por el Ministerio de Ambiente, Vivienda
Convenio 209/2007 MAVDT-CONIF y Desarrollo Territorial de Colombia.
Contenido
PRESENTACIÓN 5
INTRODUCCIÓN 7
GENERALIDADES SOBRE LOS INCENDIOS FORESTALES 10
¿Qué es un incendio forestal? 11
Clasificación de los incendios forestales 12
Causas de los incendios forestales 13

EL FUEGO EN LOS ECOSISTEMAS 15


Efectos del fuego en los ecosistemas 16
El ambiente postincendio 24

RESTAURACIÓN ECOLÓGICA 26
Restauración ecológica y conceptos asociados 27

PROTOCOLO DE RESTAURACIÓN 30
Metodología para la elaboración del protocolo 31
¿Qué es el protocolo de restauración? 32
¿Qué no es el protocolo de restauración? 32
Estructura del protocolo de restauración 33

GLOSARIO - BIBLIOGRAFÍA 52
Glosario de Términos 53
Bibliografía 55

ANEXO 60
Formulario de evaluación en campo de áreas afectadas
por incendios forestales 61
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Presentación
El Plan Nacional de Prevención, Control de Incendios Forestales y Restauración de Áreas
Afectadas-PNPCIFRA aprobado en el año 2002 tiene como objetivo establecer los lineamientos
de orden nacional para la prevención, control y restauración de las áreas afectadas por los
incendios forestales, mitigando su impacto y fortaleciendo la organización nacional, regional
y local. Dicho plan se caracteriza por ser preventivo, trascender el corto plazo y convertirse
en un plan enmarcado en una política de Estado con cobertura nacional y responsabilidades
comunes en áreas fronterizas.
El Plan en mención se encuentra articulado al Plan Nacional de Desarrollo “Estado Comuni-
tario: Desarrollo para Todos 2006-2010”, Ley 1151 de 2007, capítulo 5: Una Gestión Ambiental
Dra. MARÍA DEL PILAR y del Riesgo que promueva el Desarrollo Sostenible, en la estrategia: planificación ambiental
PARDO FAJARDO en la gestión territorial, incorporación y manejo del riesgo de origen natural y antrópico en
los procesos de ordenamiento, donde se establece que se coordinará, a través de la Comisión
Directora de Ecosistemas
Nacional Asesora para la Prevención y Mitigación de Incendios, las Autoridades Ambientales
MAVDT
Regionales y con el apoyo de la Dirección de Prevención y Atención de Desastres–DPAD,
la consolidación de planes de contingencia nacional, regional y local para la prevención y
control de incendios forestales. Igualmente, se fortalecerán las acciones regionales ante
la ocurrencia de tales eventos y se publicará y socializará el Protocolo de Restauración de
coberturas vegetales afectadas.
El PNPCIFRA contempla cuatro programas, entre los cuales se encuentra el de Investigación
y Mejoramiento del Conocimiento en Incendios Forestales y dentro de éste el subprograma
de protocolos de restauración y evaluación de impactos ambientales generados por los
incendios. Ante la necesidad de recuperar los ecosistemas afectados por los incendios se
considera prioritario iniciar en el país acciones de investigación orientadas a identificar al-
ternativas de restauración aplicables a los diferentes tipos de coberturas que son afectadas
por estos eventos.
Con el fin de avanzar en este propósito, la Dirección de Ecosistemas del MAVDT contempló
dentro del Plan de Acción de 2007 la meta de continuar con la implementación del PNPCIFRA.
Para tal efecto, se realizaron cinco talleres de socialización y validación de protocolos de
restauración para diferentes tipos de coberturas vegetales afectadas por incendios forestales,
con el fin de ofrecer a las entidades nacionales, regionales, al sector privado y a la comunidad
en general, alternativas para entrar a restablecer total o parcialmente la estructura y función
de los ecosistemas afectados por estos sucesos. Como resultado de lo anterior se presenta el
“Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales Afectadas por Incendios Forestales”.
El contenido del “Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales Afectadas por Incen-
dios Forestales” constituye un avance significativo en el tema para orientar la gestión de las
entidades y los particulares que deben realizar actividades de restauración con énfasis en
áreas afectadas por estos eventos, Protocolo que ha comenzado a ser aplicado por algunas
Corporaciones Autónoma Regionales. De igual manera, con su desarrollo se avanza en la
implementación del PNPCIFRA.

PRESENTACIÓN
5
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Introducción
En Colombia, las quemas
provocadas y los incendios
forestales juegan un papel
decisivo en la transformación
del paisaje causada por la
acción humana. Se estima que
algunos ecosistemas, como
los páramos y las sabanas,
los bosques xerofíticos, andi-
nos y basales, en diferentes
grados de fragmentación,
y los agro ecosistemas son
especialmente vulnerables al
fuego. Las estadísticas oficia-
les del país para el período
comprendido entre 1986 y
2002 muestran un promedio
superior a 25.000 hectáreas
afectadas cada año por los
incendios forestales (convenio
Minambiente–IDEAM, 2002).
Mapa de Vulnerabilidad de las coberturas vegetales frente a incendios forestales.
Estos datos reflejan un impacto (Fuente: convenio IDEAM-Minambiente, 2002).
fuerte del fuego sobre los
ecosistemas del país, máxime si se tiene en cuenta que los incendios forestales, en conjunto
con otras actividades como la deforestación, la minería, la ganadería intensiva y extensiva, el
desarrollo urbano, los sistemas de producción inadecuados, el uso ineficiente de las fuentes
de agua superficial y subterránea, entre otros, contribuyen a la degradación ecosistémica
mediante el incremento de la erosión, la lixiviación de nutrientes, la compactación, la sa-
linización y la sodificación, que en últimas, se traducen en una mayor tendencia hacia la
desertificación (MAVDT, 2005).
Por tal razón, como lo expuso Samper (2000), las acciones que se orienten hacia la restau-
ración ecológica de bosques degradados en Colombia, constituyen un elemento importante
para la conservación, uso sostenible y distribución de beneficios derivados de la utilización
de los bosques.
En este contexto, y para dar continuidad a las metas del Plan Nacional de Prevención, Control
de Incendios Forestales y Restauración de Áreas Afectadas–PNPCIFRA (formulado por el Mi-
nisterio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial–MAVDT como gestión de la Comisión
Nacional Asesora para la Prevención y Mitigación de Incendios Forestales, y aprobado en el
año 2002), en lo concerniente al subprograma de «Protocolos de restauración y evaluación

INTRODUCCIÓN
7
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

de impactos ambientales generados por los incendios forestales», se presenta este documento
que contiene una serie de procedimientos y recomendaciones sintetizadas a partir de expe-
riencias nacionales e internacionales basadas en conocimientos científico–técnicos, para el
restablecimiento de ecosistemas que han sido afectados por el fuego.
El Protocolo constituye el primer paso en respuesta a las recomendaciones formuladas en el
PNPCIFRA sobre la necesidad de iniciar acciones de investigación orientadas a:
La caracterización de las dinámicas sucesionales en áreas postquema.
La identificación de metodologías y alternativas de restauración ambiental aplicables a los
diferentes tipos de cobertura.
La determinación de los procedimientos, criterios e indicadores de evaluación y valoración
de los impactos ambientales de los incendios forestales.
Igualmente, el Protocolo se consolida como el insumo que sirve de base para dar cumpli-
miento a las metas planteadas por el mismo PNPCIFRA en su subprograma de “Restauración
de Áreas Afectadas por Incendios Forestales”, en cuanto a la identificación y caracterización
de 20 áreas con prioridad de restauración y la restauración de 100 ha anuales de coberturas
vegetales afectadas por incendios forestales (MAVDT, 2002).

8 INTRODUCCIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Por tal razón, esta publicación contribuye a las iniciativas de conservación de ecosistemas y
paisajes en el país, en el marco de las directrices internacionales promovidas por la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza–UICN y la Organización Internacional de
Maderas Tropicales- OIMT (OIMT & UICN, 2005), desarrollando una propuesta para el manejo
de coberturas vegetales incendiadas, con fines de restauración de ecosistemas nativos.
El Protocolo de restauración de coberturas vegetales afectadas por incendios forestales que
aquí se presenta, en alusión a la definición misma del término «protocolo», constituye la
generalización conceptual de una serie de procedimientos científico–técnicos y sociales, que
se pueden implementar para conseguir el restablecimiento de las coberturas vegetales o los
ecosistemas deteriorados por causa de los incendios forestales en Colombia.
Dado que el protocolo constituye una generalización en el ámbito nacional de procedimientos
para la restauración de áreas afectadas por incendios forestales, corresponde a los entes
territoriales regionales realizar las especificaciones de mayor detalle, en relación con el cono-
cimiento de sus propios ecosistemas y de sus realidades y proyecciones socioeconómicas.
El texto está orientado a la rehabilitación de aquellas áreas donde el objetivo posterior al
incendio es la protección y conservación de las características naturales de las comunidades
afectadas, independientemente de si éstas se encuentran en predios públicos o privados, o
de quién ejecute las acciones de restauración. No obstante, se recomienda a los propietarios
de predios donde ha ocurrido un incendio forestal, remitirse a la Autoridad Ambiental res-
pectiva, quien le suministrará información más detallada para complementar los elementos
que aquí se exponen.
No constituye el objeto del mismo aquellos lineamientos para el manejo de las coberturas
incendiadas en donde el uso postquema es de tipo productivo (forestal o agropecuario), por
ser éste el tema de un protocolo de manejo diferente. No obstante, dadas las generalidades
que aquí se presentan, algunos conceptos pueden aplicarse también a éstos y otros sistemas
en donde la vegetación leñosa es especialmente importante.
Se espera que este protocolo sirva como directriz y estándar de aplicación general a seguir
por parte de las Corporaciones Autónomas Regionales y demás instituciones y personas
interesadas en la restauración de las áreas incendiadas.

INTRODUCCIÓN
9
GENERALIDADES SOBRE LOS
INCENDIOS FORESTALES
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

El fuego es un elemento modelador de los paisajes y ecosistemas en todo el mundo; más


aún, la existencia de algunos ecosistemas en zonas templadas y tropicales depende de la
presencia del fuego. Tal es el caso de los matorrales mediterráneos, ciertos bosques boreales
y septentrionales, las sabanas y otros pastizales (Bond & van Wilgen, 1996).
No obstante, en épocas recientes se ha incrementado la frecuencia e intensidad de fuegos
recurrentes como parte de la transformación humana del territorio, en especial para el estable-
cimiento, mantenimiento y expansión de la franja de aprovechamiento agropecuario (Lüttge,
1997). Incluso en ecosistemas no ligados al fuego –aquellos en los que los fuegos naturales
ocurren en escalas de tiempo bastante amplias–, como los bosques lluviosos y la pluviselva del
Amazonas, existe evidencia que demuestra que los fuegos recurrentes tornan las coberturas
más susceptibles a nuevos eventos de incendios forestales (Rowell & Moore, 2000).
Estos cambios en la susceptibilidad de las coberturas a los incendios forestales tienen repercu-
siones en el clima global. La revisión Global de Incendios Forestales (Rowell & Moore, 2000)
reporta que las evidencias sustentan que el planeta experimenta un ciclo de retroalimentación
positiva en el cual, el Cambio Climático Global, exacerbado por los incendios forestales y la
deforestación, incrementa la frecuencia de fenómenos climáticos como El Niño, que a su
vez, causan más incendios forestales. A medida que el planeta se calienta, la frecuencia e
intensidad de los fenómenos de El Niño puede incrementarse, lo cual significa que ocurran
climas cálidos más extremos y mayor número de incendios forestales.
En Colombia se estima que alrededor del 95% de los incendios en coberturas vegetales
tienen causas de origen humano (MAVDT, 2002), que se asocian al descuido, negligencia
o intencionalidad. Esto se refleja en una mayor ocurrencia de eventos en áreas próximas a
los centros poblados, o en zonas donde se desarrollan actividades productivas, militares o
de recreación.
Solo pocos sucesos ambientales como el fenómeno de El Niño generan de forma aislada en
el tiempo una mayor vulnerabilidad en las coberturas, debido al exceso de temperatura y
déficit hídrico. En el país, esto se evidenció en un mayor número de eventos ocurridos en los
años 1991, 1997–1998 y 2001 (MAVDT, 2002).

¿QUÉ ES UN INCENDIO FORESTAL?


La Comisión Nacional Asesora para la Prevención y Mitigación de Incendios Forestales elaboró
la siguiente definición que se aplica actualmente a las condiciones del país (PNPCIFRA, 2002).
En esta se integran conceptos sobre la facilidad del control, el tipo de combustible consumido,
el tamaño del evento y la vocación de uso del área afectada.
Un incendio forestal es un fuego que se extiende libremente sin control ni límites preesta-
blecidos, consumiendo material vivo o muerto en áreas rurales, terrenos de aptitud prefe-
riblemente forestal, o en aquellos que sin serlo están destinados a actividades forestales o
cumplan una función ambiental. En algunas regiones del país, la denominación de incendios
forestales se asigna a aquellos eventos que superan las 0.5 ha, por debajo de lo cual, se les
denomina «Conato».

GENERALIDADES
11
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Incendio forestal Esta definición implica que los incendios forestales afectan una amplia variedad de coberturas
vegetales, que pueden ser de origen natural (como los diferentes tipos de bosques, páramos,
Es el fuego que se humedales, selvas) o establecidas por el hombre (como las plantaciones forestales, parques,
extiende libremente jardines botánicos, entre otros); en donde no necesariamente es indispensable la presencia
sin control ni límites
de árboles (como ocurre en la afectación sobre páramos abiertos); o en situaciones donde
preestablecidos,
consumiendo material la congregación de árboles crean masas vegetales de importancia (como en los parques
vegetal vivo o muerto metropolitanos y los jardines botánicos).
en áreas rurales,
El carácter de fenómeno natural cuyo régimen ha sido modificado por el hombre convierte a
terrenos de aptitud
preferiblemente forestal, los incendios forestales en fenómenos lesivos para los ecosistemas y los servicios ambientales
o en aquellos que sin que éstos prestan a la sociedad. Por tal razón, han de ser entendidos como disturbios.
serlo están destinados
Interpretados de este modo, los incendios forestales actúan como agentes de transformación
a actividades forestales
o cumplan una función
de las propiedades que caracterizan los ecosistemas. Por un lado, producen pérdidas que,
ambiental. en función de la capacidad de resistencia y adaptación de sus elementos, pueden deteriorar
totalmente el sistema. En ciertas circunstancias, los incendios contribuyen a incrementar la
PNPCIFRA (2002)
heterogeneidad espacial al interior de las coberturas, o a interrumpir los ciclos biológicos de
algunos insectos que pueden tornarse en plagas. (Camargo. Com. pers.).

CLASIFICACIÓN DE LOS INCENDIOS FORESTALES


En función de la forma como afectan las coberturas vegetales existen tres tipos básicos de
incendios forestales: los incendios superficiales, los de copa o dosel y los subterráneos. Tam-
bién, pueden presentarse combinaciones de estos tipos básicos, dando lugar a los incendios
forestales mixtos (Figura 1).
Disturbio Figura 1. Tipos de incendios forestales: A. superficiales, B. de copa, C. subterráneos y D. mixtos
En un evento
relativamente discreto
en el tiempo, que
irrumpe en un
ecosistema, comunidad
o población, alterando
su estructura y
función, causando la
pérdida total o parcial
de sus atributos, la
disponibilidad de
recursos o el ambiente
físico.
Pickett & White (1985)

12 GENERALIDADES
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Los incendios superficiales son fuegos que consumen a nivel del suelo la hojarasca y la
vegetación de los estratos bajos (hierbas, arbustos e individuos juveniles de árboles) al
ser arrastrados rápidamente por el área a merced de los vientos.
Los incendios de copa o de dosel son fuegos que se propagan a través de las copas de
los árboles, consumiendo gran parte de la porción aérea de las plantas leñosas, pero
dejando frecuentemente intactos muchos de los troncos y la parte baja del bosque.
Los incendios subterráneos son fuegos que se propagan lentamente por debajo de la
superficie del suelo, consumiendo raíces y el material orgánico acumulado en los hori-
zontes subsuperficiales.
Para poder comprender la alteración por incendios forestales se pueden emplear ocho
atributos, los cuales fueron propuestos por White & Pickett (1985), para la caracterización
del régimen de los disturbios. Son estos: distribución, tamaño, magnitud (severidad + inten-
sidad), duración, frecuencia, periodo de rotación o retorno, predictibilidad y sinergismo.
En la Tabla 1 se presentan los atributos para la caracterización de los incendios forestales,
así como la definición de cada uno de ellos.

Tabla 1. Atributos de caracterización del régimen de alteración por incendios forestales*


ATRIBUTO DEFINICIÓN
DISTRIBUCIÓN - Distribución espacial de los focos: agregados, dispersos, conectados.
TAMAÑO - Área (en hectáreas) disturbada.
MAGNITUD
- Intensidad - Fuerza física del evento por área y tiempo: calor liberado, temperatura de las llamas,
- Severidad - Impacto en las poblaciones, comunidades o ecosistemas: destrucción total de un componente,
eliminación parcial del mismo.
DURACIÓN - Tiempo transcurrido desde el inicio del incendio hasta su extinción. Tiempo de permanencia de
las llamas en un lugar determinado.
FRECUENCIA - Número promedio de eventos ocurridos en un periodo de tiempo determinado.
PERIODO DE ROTACIÓN - Tiempo necesario para disturbar un área de un tamaño determinado.
PREDICTIBILIDAD - Inverso del tiempo de retorno.
SINERGISMO - Efectos sobre la ocurrencia de otros disturbios: la transformación de las comunidades puede
incrementar la presión de herbivoría; la alteración de las propiedades del suelo puede
incrementar el riesgo de fenómenos de remoción en masa.
* Tomado de Pickett & White, 1985.

CAUSAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES


En forma general, los incendios forestales pueden ser de origen natural o antrópico. Se
acepta que los incendios en ecosistemas tropicales no ligados al fuego, en el 95% de los
eventos son producidos por el hombre, y tan solo el 5% ocurre por causa de un suceso
natural (Rodríguez, 1996).

GENERALIDADES
13
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Los fuegos naturales ocurren fortuitamente por causa de tormentas eléctricas, erupciones
volcánicas y efusiones de lava, chispas producidas con la caída de piedras, sequía extrema,
o fragmentos de aerolitos y cometas.
En cambio son más frecuentes los incendios forestales producidos por el hombre. En este
caso, el fuego puede salirse de control de tres formas:
Accidental: cuando se produce un incendio sin la intención de iniciarlo, o sin que se haya
provocado por descuido en el manejo del fuego en vegetación.
Intencional: cuando se inicia con un propósito determinado, cualquiera que éste sea. En
Colombia (principalmente en las regiones Andina, Orinocense y Atlántica) y otros países
del trópico, se destaca el empleo del fuego como la forma más económica y eficiente para
la limpia de terrenos con vegetación en los cuales se practica la agricultura, y en pastizales
para promover la emisión de rebrotes tiernos para alimentar el ganado. También, ha sido
importante en Colombia el empleo del fuego como mecanismo de avance de la frontera
de colonización humana en regiones selváticas, como la región Amazónica, Pacífica, e
históricamente en la región Andina y Orinocense.
Por negligencia: cuando las medidas necesarias, para que el fuego empleado en terrenos
agrícolas no se propague hacia las coberturas naturales, son insuficientes. Otro ejemplo de
alta incidencia en el país, es el relacionado con el mal manejo de fogatas que se realizan en
áreas con vegetación abundante, o el descuido al arrojar colillas de cigarrillos en lugares
donde puede iniciarse focos que promuevan incendios forestales.

14 GENERALIDADES
El FUEGO EN LOS ECOSISTEMAS
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

La formulación del Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales Afectadas por Incendios


Forestales se sustenta en la comprensión tanto de las principales causas de los incendios fores-
tales en Colombia, como de la percepción del fuego como agente de disturbio, de sus efectos
en los ecosistemas y de la dinámica natural postincendio. Todos estos conceptos brindan los
elementos necesarios para la prescripción de acciones de restauración. La presente sección
constituye entonces un componente esencial y estructurante del Protocolo.

EFECTOS DEL FUEGO EN LOS ECOSISTEMAS


De manera general, el fuego genera efectos negativos en el ambiente, con modificaciones
que van desde cambios poco perceptibles en el suelo o la vegetación, hasta la desaparición
total de una comunidad vegetal. El fuego provoca disturbios en el régimen hidrológico, en
las propiedades de los suelos afectando también a la regeneración, la composición y el
desarrollo de las especies vegetales y la fauna silvestre del ecosistema donde éste incide
incrementando la presencia y abundancia de animales y plantas no deseadas. Los incendios
pueden debilitar fisiológicamente el conjunto de árboles y hacerlos más susceptibles ante el
ataque de plagas y enfermedades, o puede contribuir a la germinación de ciertas especies
vegetales, e interrumpir el ciclo de vida de las plagas que atacan a los árboles.
El impacto de los incendios forestales puede comprometer a dos tipos de actores sociales.
Por un lado, el avance de la frontera agraria y ganadera (una de las causas promotoras de
quemas en Colombia) encuentra un supuesto “beneficio” con el fuego al ampliar su área de
explotación y generar rebrotes de gramíneas, con los cuales se alimentan los hatos durante
la época de sequía (este “beneficio” es solo aparente, puesto que la recurrencia de las
quemas degrada los suelos, haciéndolos irreversiblemente menos productivos). En segundo
lugar, la comunidad de las poblaciones vecinas al
Figura 2. Esquema generalizado de un ecosistema afectado por incendios incendio pierde diversos bienes y servicios que le
forestales. Se observa que los incendios forestales son disturbios proporcionan las áreas naturales, ante su destrucción
moderados - leves. por los incendios repetitivos. En el peor de los casos,
Tomado de Ríos (2004) y adaptado a partir de Brown & Lugo (1994).
los incendios forestales pueden provocar lesiones o
muerte a las personas que habitan en los lugares
próximos, o afectar su salud, causar deterioro y des-
trucción de viviendas, maquinaria, infraestructura y
equipos (Pérez, 1993).
Brown & Lugo (1994) elaboraron un sistema de
clasificación de los disturbios en función del daño
que causan sobre los componentes y procesos
esenciales del ecosistema (Figura 2). Este sistema
se basa en comprender el flujo de energía desde la
fuente (sol, corrientes de agua y aire, fluctuaciones de
nutrientes, entre otros) a través de los componentes
del ecosistema; permite clasificar los disturbios en
severos, moderados y leves, dependiendo de si éstos
destruyen la fuente de energía (severo = valor 1);
si interfieren el paso de la energía hasta el sistema

16 EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

(severo = valor 2); si reducen la capacidad de captura de la energía producida (moderado =


valor 3); si disminuyen la capacidad de almacenamiento de la energía incorporada (mode-
rado = valor 4) y si reducen la capacidad para transformar dicha energía incorporada (leve
= valor 5).
En la Figura 2 se observa, de acuerdo con el sistema de Brown & Lugo descrito anteriormente,
como la afectación por incendios forestales (círculos azules) ocurre directamente sobre los
componentes del ecosistema: productores (plantas), consumidores (animales) y almacena-
miento (suelo), pero no influye directamente sobre la fuente de producción de energía o su
paso hasta el sistema, por lo que la mitigación de sus impactos se realiza mediante acciones
“sencillas” sobre estos mismos componentes, como el incremento de la abundancia relativa
de especies, la regulación de la velocidad de tránsito del agua en las laderas o la acumula-
ción y pérdida de elementos en el suelo, entre otros. De acuerdo con esto, cada evento de
incendio forestal puede ser catalogado como un disturbio moderado–leve (esto en relación
directa con los atributos del evento de disturbio –magnitud, severidad, entre otros– y la
resiliencia del sistema), en tanto que la alteración del régimen de incendios naturales en un
área determinada, puede ser considerada como una degradación moderada– severa, debido
a la reducción de la capacidad del sistema para capturar la energía disponible, conduciendo
a una trayectoria de degradación prácticamente irreversible.
A continuación se analiza con mayor detalle la afectación en cada componente.

EFECTOS SOBRE LA CALIDAD DEL AIRE


Los incendios forestales provocan contaminación térmica temporal a todos los componentes
del ecosistema, emiten partículas nocivas a la atmósfera y compuestos que contribuyen al
Reacción química calentamiento global del planeta.
de combustión de la
materia orgánica Es evidente que los incendios forestales inciden negativamente en el cambio climático, mien-
tras que la vegetación es un sumidero natural de CO2. En este aspecto, el impacto es doble
C6H10O5 (materia (Figura 3), ya que la vegetación deja de absorber CO2 al mismo tiempo que la combustión
orgánica) + 6O2 + calor
contribuye a las emisiones de éste y otros gases (Mataix, 1999). Estas alteraciones inciden en
inicial.
el balance natural de emisiones y absorción de gases de efecto invernadero – GEI por parte
6CO2 + 5H2O + cenizas de las coberturas vegetales (Cornejo & Fernández, 2000).
+ otros compuestos
(Tabla 2) Las cenizas y carbones producto de la combustión de los incendios van a parar a las corrientes
Fuente: Arnaldos et al. (2004)
y cuerpos de agua, tornándolos turbios, disminuyendo considerablemente su calidad para ser
consumida por el hombre y los animales; además, producen efectos graves de sedimentación,
contaminación e impacto negativo sobre la fauna acuática.

Figura. 3. Impactos de los incendios forestales sobre la calidad del aire.

EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS 17
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

La quema de biomasa contribuye de manera importante a la contaminación del aire con


partículas y gases tóxicos y de invernadero en todo el mundo. Los datos del inventario preli-
minar de Gases de Efecto Invernadero en Colombia (González, 2001) sugieren que el cambio
de uso de la tierra y la silvicultura, representadas principalmente por actividades de tala y
quema in situ de bosques, son responsables de cerca del 67% de los 167.046 Gg de dióxido
de carbono CO2 emitidos, así como de otros importantes gases de efecto invernadero como
el monóxido de carbono – CO (23%), óxido nitroso – N2O (16%), otros óxidos de nitrógeno
– NOx (13%) y metano – CH4 (12%).
Después de la emisión y durante el transporte, las emisiones de la combustión experimentan
procesos de transformación que generan cambios fisicoquímicos en los compuestos. Si bien,
la exposición a la mayoría de contaminantes del aire puede tener efectos potencialmente
perjudiciales en la salud, pruebas científicas recientes (Schwela et al., 2001, Rodríguez, 1996)
indican que las partículas transportadas por el aire, especialmente las de menor tamaño
(diámetros aerodinámicos menores de 2,5 mm), podrían tener efectos mayores. Estas par-
tículas tienen mayor probabilidad de sedimentarse en las partes más profundas de las vías
respiratorias humanas, donde pueden tener una serie de efectos debido a su naturaleza física,
química, toxicológica o carcinogénica.
En el estudio del humo y sus efectos en la salud de las personas que actúan en el combate
contra incendios, Ward et al. (1989) evaluaron varias emisiones de la combustión y llegaron
a la siguiente clasificación (Tabla 2).

Tabla 2. Principales compuestos de la combustión de la materia orgánica y sus efectos


PRINCIPALES COMPUESTOS EFECTOS
Material Particulado (MP) Reduce la visibilidad e irrita las vías respiratorias. Rodríguez (1996).
Hidrocarburos Aromáticos Carcinogénicos y productores del “smog fotoquímico”. Rodríguez (1996).
Policíclicos (HAP)
Monóxido de carbono (CO) Temporal y localmente tóxico. Rodríguez (1996).
Aldehídos Irritan y producen infecciones del aparato respiratorio (mucosas). Schwela et al. (2001).
Ácidos orgánicos No se han determinado efectos sinérgicos. Schwela et al. (2001)
Compuestos orgánicos volátiles (COV) Irritantes muy fuertes. Schwela et al. (2001).
y semivolátiles
Compuestos basados en nitrógeno Productores de “smog fotoquímico”, corrosivos y tóxicos para animales
y azufre (NH3, SOx) y plantas. Rodríguez (1996).
Radicales libres Tóxicos y productores de aerosoles. Schwela et al. (2001).
Ozono y oxidantes fotoquímicos Contaminantes que pueden ser tóxicos e irritantes. Vélez (2000).
Fracciones inorgánicas de las partículas Producen modificaciones en el clima cuando absorben y reflejan los rayos
solares. Schwela et al. (2001).

EFECTOS SOBRE EL SUELO


El fuego afecta las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo en todos los ecosis-
temas (Tabla 3), en función de factores como la intensidad del siniestro, el contenido de
humedad, la cobertura vegetal remanente al paso de las llamas, la pendiente del terreno, el

18 EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Tabla 3. Efectos y consecuencias del fuego sobre los suelos de los ecosistemas
EFECTO CONSECUENCIAS*
Cambio del color Recalentamiento y deshidratación.
Disminución del contenido de Pérdida de la estructura, y pérdida del efecto protector contra la erosión;
materia orgánica y humus disminución de la CIC.
Reducción de la protección Incremento del riesgo de procesos erosivos, disminución de la estabilización de pendientes
por parte de la cubierta vegetal y reducción en la estabilidad de agregados.
Liberación de nutrientes Afectación de la productividad (fertilidad) del suelo.
Modificación de la acidez Incremento de la basicidad del suelo debido al aporte de cationes de Ca, Mg, K, Si y P;
hidrólisis de cationes por humedecimiento de las cenizas con la lluvia.

* Principalmente según Mataix, 1999.

clima, así como las propias características físicas, químicas y biológicas del suelo, entre otras
(Rodríguez, 1996).
Los incendios forestales inciden de forma distinta si éstos son superficiales, de copa o sub-
terráneos. La intensidad de la afección estructural puede ser cuantitativamente diferente y
claramente negativa sobre las características del suelo. Los incendios subterráneos (también
llamados fuegos de humus) son los menos frecuentes; sin embargo, sus consecuencias eco-
lógicas son más graves, al quemar las raíces de las plantas, con lo que se ocasiona su muerte,
y al afectar directamente a numerosas propiedades del suelo importantes para la fertilidad
y resistencia frente a agentes erosivos.
Como consecuencia del incendio, el suelo sufre el impacto en varias de sus propiedades, como
son el color (el color negro produce mayor recalentamiento y deshidratación), la destrucción
de parte de la fauna y los microorganismos, la exposición directa a los agentes ambientales
erosivos (agua, viento y pendiente) al desaparecer la cubierta vegetal, la acumulación de
cenizas y la modificación del microclima. El incendio, a través de estos factores, disturba y
modifica las propiedades del suelo en distinta medida según la frecuencia, tipo de fuego,
propiedades edáficas y ecología particular de la zona, deteriorando la competitividad del
suelo e incrementando su vulnerabilidad.
En incendios muy intensos, además de producirse la quema del carbono orgánico, ocurre
una reducción del nitrógeno por la combustión de sustancias orgánicas nitrogenadas y la
mineralización de elementos fertilizantes contenidos en los residuos vegetales. El aumento
de la pérdida de nutrientes, suelo y agua tras los incendios es alarmante.
Existen áreas en donde la acumulación de materia orgánica es lenta, tanto por la escasa
productividad como por la rápida mineralización de los restos orgánicos depositados en el
suelo. En estas condiciones, cualquier proceso que tienda a disminuir el contenido de materia
orgánica y humus amenaza la estabilidad edáfica (pérdida de la estructura, del efecto protector
frente a la erosión, entre otros). La pérdida de la cubierta vegetal por causa del fuego reduce
la protección mecánica del suelo y, con ello, la capacidad de estabilidad de los agregados del
suelo, lo que incrementa el riesgo de acelerar los procesos erosivos.

EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS 19
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

El suelo es un complejo sistema biológico que desde


el punto de vista físicoquímico está integrado por
tres fases (sólida, líquida y gaseosa) en estado de
equilibrio dinámico pero frágil. La combinación
adecuada de las mismas posibilita la existencia
de una estructura adecuada que permite al suelo
desarrollar sus funciones. La estructura del suelo
es, precisamente, la pauta de ordenación que en
cada caso adoptan los agregados individuales que
constituyen las unidades básicas de la estructura del
mismo. El efecto principal de una estructura pobre
del suelo, se manifiesta por las consecuencias de
inestabilidad de la superficie, la compactación del
suelo y la presencia de zonas anaeróbicas (carentes
de oxígeno). La importancia de la estructura es con-
Erosión eólica postincendio en el Parque Nautral Los Nevados. siderable: una estructura adecuada, no solamente
Fotografía: Mauricio Herrera-UAESPNN, 2006.
favorece la aireación y permeabilidad del suelo
permitiendo la penetración de las raíces, sino que también juega un papel importante en la
resistencia del suelo a la erosión. Un suelo cuyas partículas estén adecuadamente ligadas
entre sí resiste mejor los efectos mecánicos de separación y arrastre provocados por la erosión
hídrica y eólica. Los incendios forestales pueden provocar que los horizontes superficiales
del suelo sean más frágiles.
La estabilidad de la estructura se refiere a la resistencia de los agregados del suelo frente
a acciones desintegradoras. Un aumento de la proporción de agregados estables se refleja
en una mayor capacidad de retención de agua; por otra parte, la mejora de la estructura se
traduce en una mayor resistencia del suelo frente a los agentes erosivos.
En relación con la fertilidad, ésta depende de múltiples factores. No es suficiente que el suelo
disponga de gran cantidad de nutrientes en formas disponibles para las raíces de manera
inmediata; es indispensable una reserva de elementos movilizables a mediano y largo plazo
para efectos del mantenimiento de la fertilidad. Ello exige la presencia de una proporción
equilibrada de materia orgánica, de valores adecuados en las propiedades físicas del suelo
y del mantenimiento adecuado de sus propiedades biológicas.
La eliminación de la cubierta vegetal protectora, también se traduce en un alto incremento de la
temperatura del suelo, que afecta la vida subterránea en áreas siniestradas (Pérez, 1993).
El fuego modifica las propiedades del suelo en mayor o menor grado, dependiendo de su
intensidad, y estas alteraciones repercuten en la fertilidad natural. La intensidad del fuego
juega un papel en la liberación de nutrientes, y puede ser importante su repercusión a largo
plazo en la productividad del suelo (Mataix, 1999).
La temperatura del suelo durante un incendio puede alcanzar entre 200–300°C (aunque existen
reportes de temperaturas superiores a los 500°C). Esta temperatura se reduce rápidamente
en el perfil del suelo en función del espesor de la capa de mantillo y humus, de tal modo

20 EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

que pocas veces excede los 100°C por debajo de los primeros tres cm del suelo (Christensen,
1985). La permanencia de estas temperaturas elevadas depende de la rapidez en la expansión
del incendio, como en la ignición de material residual.

EFECTOS SOBRE EL SISTEMA HÍDRICO


El ciclo hidrológico y la regulación hidrogeológica de una zona quemada se afectan cuando el
fuego causa alteraciones en la relación entre la infiltración y la escorrentía superficial de los
suelos perturbados. En primera instancia ocurre la formación de sustancias hidrófobas que
disminuyen la permeabilidad del suelo. En segunda instancia, se incrementa la escorrentía
superficial como consecuencia de la pérdida de la función de retención directa que ejerce
la cubierta vegetal.
La consecuencia directa de esta pérdida o destrucción de la cubierta vegetal, de la capa
orgánica y de la estructura del suelo, es una pérdida de la regulación hídrica del sistema. El
agua lluvia, al no infiltrarse ni ser retenida eficientemente por la vegetación y las sustancias
orgánicas del suelo, circula a mayor velocidad por las laderas, provocando eventos torrenciales
asociados con los picos de lluvia, sin un control a mediano y largo plazo, que se traduce en
pérdida efectiva de humedad del suelo y en eventos de sequía postincendio.
Al mismo tiempo, los incendios forestales pueden afectar la calidad de las aguas, tanto por
el incremento de sedimentos que reciben por arrastre desde las laderas, como por entrada
de cenizas vía deposición atmosférica. Este incremento de cenizas y partículas de suelo trans-
portadas, puede durar entre uno y tres años en función de variables topográficas y climáticas,
así como del grado de afección al suelo y la vegetación. El transporte de nitrógeno puede
incrementar de 0.01–5 kg ha-1 año-1, hasta 2.1–16 kg ha-1 año-1 (Rodríguez, 1996).
Por otra parte, los incendios subterráneos y de gran magnitud producen una serie de efectos
básicos en el recurso agua de las áreas afectadas, según la sensibilidad de los suelos a las
altas temperaturas, la cantidad de material combustible, la susceptibilidad a la erosión y a la
cantidad de las lluvias, afectando la estabilidad primaria en diferentes grados.
La erosión hídrica se incrementa sustancialmente en las áreas incendiadas, de acuerdo con
los grados de eliminación de la cobertura, la pendiente y la rapidez de la recuperación de
la vegetación. Al incrementarse el transporte de las partículas del suelo y la disolución de
nutrimentos inorgánicos y otros materiales adyacentes, disminuye la calidad del agua, se
reduce la infiltración a las capas internas y se incrementa su turbidez.
Los incendios causan una rápida mineralización y movilización de nutrimientos en los dife-
rentes horizontes del suelo; las partículas arrastradas por las corrientes azolvan los cuerpos
de agua, reduciendo la capacidad volumétrica de contención.
Después de un incendio, y aunque varía de un incendio forestal a otro, la concentración de
fósforo en el drenaje es significativamente elevada durante los primeros años posteriores
al incendio (lo cual se refleja en pérdidas de este elemento en el suelo y, por consiguiente,
la oferta del mismo para la recuperación postincendio). En bosques de México, Rodríguez
(1996) evaluó que tan solo hasta el tercer año de regeneración de la cobertura vegetal en las
laderas, este valor se redujo a su nivel normal en los cauces afectados.

EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS 21
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

En síntesis, cuando los incendios forestales provocan la eliminación de la cubierta vegetal,


producen a la vez efectos en determinadas propiedades físico-químicas del suelo, contribu-
yendo a la alteración del ciclo hidrológico en términos de la cantidad de agua que circula y
su regulación en la zona afectada.

EFECTOS SOBRE LA VEGETACIÓN Y LA


FAUNA
Los incendios demasiado frecuentes en las comuni-
dades vegetales de las áreas naturales, afectan a la
vegetación dependiendo de las especies existentes;
naturalmente el fuego es el agente de disturbio más
dramático, sus efectos y consecuencias son inmedia-
tos: degradan las coberturas o las destruyen hasta
convertirlas en comunidades más sencillas.
Sin embargo, algunas comunidades vegetales (princi-
palmente exóticas) deben su existencia a la influencia
periódica del fuego en sus estratos inferiores, lo que
Germinación del pino pátula (Pinus patula) después de un incendio forestal en los Cerros favorece su regeneración, como en el caso de las
Orientales de Bogotá D.C., a 3.100 msnm. Fotografía: Héctor Felipe Ríos A., 2003. plantaciones forestales de pino pátula (Pinus patula)
en las zonas altas del país o los matorrales de retamo
espinoso (Ulex europaeus). El fuego actúa como un agente escarificador natural que rompe
la dormancia de sus semillas, que facilita la germinación de plántulas que consolidarán la
En las partes altas de siguiente generación de individuos que ocupará nuevamente el área incendiada (Rodríguez,
la Cordillera Oriental 1996).
colombiana, por
encima de los 2.400 Bajo determinadas circunstancias los incendios de vegetación pueden ser altamente perjudi-
metros de altitud, los ciales, mientras que en otras el efecto puede ser una herramienta silvicultural, dependiendo
incendios forestales se de las especies, edad de los individuos, época del año, naturaleza del suelo, duración e
asocian con la mayor intensidad del fuego (Pérez, 1993).
incidencia del complejo
invasor de arbustos El fuego provoca una alteración severa en la sucesión y organización de las comunidades
exóticos conformado vegetales, modificando las condiciones físicas del medio, circunstancia que provocará cambios
por el retamo espinoso
en la presencia, distribución y densidad de las especies vegetales. Durante los primeros años
(Ulex europaeus) y
el retamo liso (Teline tras el incendio, la regeneración de la vegetación obedece a estrategias específicas de cada
monspessulana), especie (Vargas, 1997; Rodríguez & Vargas, 2002), la intensidad del fuego y las condiciones
actualmente es objeto del lugar.
de campañas de control
manual en el Distrito Los incendios forestales retrasan la sucesión de las comunidades y las devuelve a los estados
Capital. iniciales, en los cuales la vegetación empieza a colonizar un medio desnudo. Sin embargo,
Jardín Botánico José Celestino tras el paso del fuego por los matorrales y bosques, las especies inician la competencia por
Mutis. la recolonización del medio, usando principalmente dos estrategias activas: la emisión de
gran número de semillas o el rebrote vegetativo de la manera más rápida posible (Rodríguez
& Vargas, 2002).

22 EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Puede afirmarse que uno de los efectos más notorios del fuego en las comunidades vegetales,
es la selección de la flora pirófila o pirotolerante, y la consecuente desviación de la suce-
sión natural, haciendo que se incremente la frecuencia de fuegos (Camargo & Salamanca,
2000). Este es uno de los efectos más importantes pues altera totalmente el ecosistema y
su regeneración y, además, aumenta la predisposición de las áreas afectadas a incendiarse
nuevamente.
También, vale la pena mencionar que una vez ocurre un evento de un incendio forestal en
una comunidad natural, ocurre un efecto de fragmentación y se incrementan los efectos de
borde, con lo cual, las alteraciones penetran más allá del área incendiada, internándose en
la cobertura, generando impactos sobre las áreas no incendiadas, y comprometiendo, así
mismo, la conectividad, la sostenibilidad y la diversidad del ecosistema.
La velocidad y posibilidad de recolonización del medio depende de las condiciones físicas del
El principal efecto
del fuego en las mismo, en cuanto a profundidad del suelo y presencia de humedad, principalmente (Bond &
comunidades van Wilgen, 1996). La presencia de ramas y leñas sobre la superficie quemada es beneficiosa
vegetales, es la durante los primeros años después de ocurrir un incendio, ya que dificulta la erosión del suelo
selección de especies y favorece, al crear un microclima favorable, la germinación y el rebrote de nuevas plantas. El
pirogénicas, pirófilas y tiempo que permanecen las semillas de los árboles sobre el suelo, después de producirse el
pirotolerantes, en
incendio, es crucial para la posterior estructura de las poblaciones vegetales (Mataix, 1999).
detrimento de la
abundancia de las En cuanto a las poblaciones de animales, los efectos directos de los incendios forestales
piróvulnerables.
son muy variables, principalmente en función de la capacidad de movilidad de las especies.
Esto conduce a que la
cobertura se torne más En los vertebrados son escasas las evidencias de mortalidad, y ésta sólo ocurre en animales
propensa a nuevos debilitados, o cuando los incendios son de gran magnitud, particularmente en las selvas.
eventos de fuego,
Las poblaciones de invertebrados disminuyen sensiblemente en un corto plazo, por la pér-
transformando el
régimen natural de los dida de las generaciones completas en diferentes estados (huevo, larva y adulto), así como
incendios. el descenso de sus fuentes de alimentación.
Los efectos inmediatos después del fuego en las áreas siniestradas se presentan en todo el
territorio de la fauna, con modificaciones drásticas en la estructura del hábitat y del micro-
clima local, sobre todo en incendios de copa en vegetación tropical, influyendo positiva o
negativamente, según la especie animal de que se trate; aunque los principales efectos se
deben a la influencia en la sucesión vegetal y en la capacidad de recuperación de las áreas
afectadas, ya que la dinámica de cada ecosistema es distinta (Pérez, 1993).

EFECTOS DE LOS INCENDIOS FORESTALES SOBRE LA POBLACIÓN


HUMANA
El impacto de los incendios forestales en el paisaje es muy severo, pues, además de reducir
drásticamente su belleza, también reducen su valor recreativo. Luego de un incendio forestal,
el área afectada puede llegar a ofrecer una imagen de devastación total. La pérdida de la
belleza escénica y natural conlleva a que el sitio resulte menos atractivo para el turismo, y
a la pérdida del disfrute que experimentaba la población al utilizar las áreas naturales para
actividades recreativas.

EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS 23
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Las maquinarias, las construcciones rurales y los cultivos con


frecuencia son dañados por los incendios cuando se encuen-
tran en su frente de avance. La destrucción de alambrados
(quema de postes y destemple de alambres) provocada por
los incendios forestales, constituye el daño de mayor inci-
dencia económica con relación a las construcciones rurales.
En incendios de magnitud considerable, el ganado también
puede ser atrapado por el fuego y sufrir afecciones en la
visión o quemaduras, de tal gravedad, que le produzcan la
muerte.
En lo referente a los daños que causan los incendios en la
salud humana, se puede mencionar que las personas que
Incendio forestal ocurrido en el municipio de Nemocón-Cundinamarca, en marzo participan en la extinción, pueden verse atrapadas por el
de 2005. Fotografía: Héctor Felipe Ríos A., 2005. fuego ante cambios en su dirección y velocidad de avance
y como consecuencia de ello, pueden sufrir intoxicaciones,
quemaduras de distinto grado e incluso perder sus vidas.1
Un efecto poco conocido de los incendios forestales, pero reportado de importancia en algunas
regiones del país recientemente en los talleres regionales de socialización y transferencia de
este protocolo, es el que tiene que ver con la interferencia en las operaciones de aeronave-
gación como resultado de la reducción en la visibilidad por causa de las columnas de humo
producidas por los incendios forestales.

EL AMBIENTE POSTINCENDIO
Según Christensen (1985), la diferencia entre el microclima de las áreas recientemente
quemadas y las no quemadas es bastante profunda. El incremento en la insolación junto
Es importante con la reducción de la reflexión de la luz (albedo) puede ocasionar un recalentamiento del
recalcar que la suelo, hasta temperaturas que pueden favorecer la germinación de semillas de especies con
pérdida de elementos un requerimiento de choque térmico para romper fenómenos de dormancia. En las áreas
en el ecosistema, recientemente incendiadas se presentan incrementos en los valores máximos y mínimos de
especialmente de temperatura en comparación con las áreas que no han sido incendiadas, lo que constituye una
materia orgánica máxima variación en las áreas quemadas, que puede influir en la supervivencia, crecimiento
y de fósforo en el y desarrollo de las plantas.
suelo, condiciona
Después del incendio, la oferta de nutrientes es alta (DAMA, 2002) producto de la calcinación
la recuperación de la materia orgánica del suelo y la vegetación, por lo que es necesario desarrollar medidas
postincendio debido de control para evitar su pérdida por arrastre o lavado.
a la reducción
del potencial de Estas condiciones postfuego ofrecen ventajas para algunas especies: el espacio es liberado por
restauración del área la calcinación de las plantas que existían, los recursos (luz, agua y nutrientes) incrementan,
afectada. y la depredación sobre semillas y plántulas disminuye.
El ambiente postfuego se caracteriza por alta cantidad de luz, altas temperaturas, alta dis-
ponibilidad de agua en superficie y altos niveles de nutrientes. Además, el suelo mineral es
1
www.bse.com.uy/almanaque/2001 expuesto en aquellos lugares donde el incendio es tan caliente como para calcinar las capas

24 EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

de mantillo. La alta disponibilidad de agua en superficie es el resultado de la disminución


en la superficie de transpiración foliar. En algunos casos, por el contrario, el suelo puede
tornarse hibrófobo como consecuencia del calor, causando problemas de sequía para las
plantas con raíces superficiales.
La alta disponibilidad de nutrientes a manera de un «pulso» es resultado de la disposición
de minerales en el suelo en forma de cenizas, así mismo, la tasa de mineralización biológica
incrementa debido a las altas temperaturas, a los cambios en pH, y a la reducción en la
relación C:N (Bond & van Wilgen, 1996).
El ambiente posfuego es hostil para la mayoría de vertebrados e invertebrados debido a
la escasez de fuentes alimenticias y a la pérdida de abrigo y refugios contra depredadores.
La disminución en las poblaciones de roedores granívoros y de hormigas es de especial
significancia para la recuperación de aquellas plantas cuyo mecanismo de recolonización
postfuego es a través de semilla.

EL FUEGO
EN LOS ECOSISTEMAS 25
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

RESTAURACIÓN ECOLÓGICA Y CONCEPTOS ASOCIADOS


Los ecosistemas naturales están sujetos a una serie de perturbaciones que producen altera-
Restauración ciones pequeñas en su estructura y función. En estas condiciones, el ecosistema usualmente
ecológica
es capaz de recuperarse de estas alteraciones, en virtud de una propiedad conocida como
Es el proceso de resiliencia. Cuando el régimen de alteración natural es transformado, incrementándose
restablecimiento alguno de los atributos del disturbio, los impactos superan la resiliencia natural del ecosis-
artificial total o parcial tema, afectando su capacidad de proveer bienes y servicios. Según Samper (2000), en estas
de los atributos condiciones es conveniente emplear mecanismos que agilicen la regeneración natural y la
ecológicos de estructura restauración de los ecosistemas.
y función de un
ecosistema que ha sido “La restauración ecológica es el proceso de asistir el restablecimiento de un ecosistema que
dañado o degradado, ha sido degradado, dañado o destruido, hasta un estado en que se obtienen nuevamente las
a una escala de tiempo condiciones originales del mismo” (SER, 2002).
humano, imitando el
proceso de sucesión Esto implica que la restauración ecológica sea considerada como un conjunto de actividades
natural y teniendo realizadas y conectadas de forma intencional, a través de las cuales se inicia o acelera la
como referencia el recuperación de un ecosistema con respecto a su salud, integridad y sostenibilidad, teniendo
estado predisturbio. como parámetro de referencia un ecosistema equivalente donde no ha ocurrido el disturbio
Adaptado a partir de Bradshaw que generó las condiciones a ser reparadas.
(1993), Clewel (1993), Brown &
Lugo (1994), SER (2002), OIMT
(2002).
El proceso de restauración ecológica a partir de áreas degradadas abarca tres etapas: la
recuperación, la rehabilitación y la restauración (en el sentido estricto de la definición).
El proceso inicia con la recuperación de algunos atributos elementales que constituyen el
potencial ambiental (físico) del sistema, que permiten a éste ser nuevamente productivo
(DAMA, 2002).
A medida que se sigue incre-
mentando el potencial del Figura 4. Concepto de restauración ecológica. Relación entre la
área con el mejoramiento estructura y la función durante el proceso de restauración ecológica
de un número mayor de (según Bradshaw, 1987b).
atributos, el área se aleja de
su tendencia irreversible a
la degradación, y comien-
za a acercarse de forma
artificial y acelerada hacia
unas condiciones similares
(en términos funcionales)
a la trayectoria natural de
desarrollo, esto es, una tra-
yectoria de restauración.
Cuando esto sucede, el eco-
sistema ha sido rehabilitado
(Figura 4).
Lo fundamental de la etapa
de rehabilitación es el resta-

RESTAURACIÓN
ECOLÓGICA 27
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

blecimiento de los procesos ecológicos esenciales que permiten que el ecosistema se mantenga
y regenere sin una cantidad apreciable de insumos externos. Esto significa el restablecimiento
de un ecosistema plenamente funcional, independiente del estado final deseado (Brown &
Lugo, 1994; DAMA, 2002).
La etapa final de la restauración se alcanza idealmente cuando han sido reparados todos
los atributos de estructura y función equivalentes a los del ecosistema original. En estas
circunstancias, el ecosistema se estabiliza cuando la identidad del ecosistema restaurado es
equivalente con la del ecosistema natural que no sufrió el disturbio inicial.
En todo momento, el proceso es susceptible de sufrir alteraciones que conduzcan al desvío
de las metas propuestas, saliéndose de la trayectoria natural y llegando a un estado final no
planeado. En estas condiciones, el ecosistema original ha sido reemplazado por uno nuevo
con diferente estructura y, posiblemente, diferente función del esperado.
Los principios básicos de la restauración ecológica son los mismos principios básicos de la
sucesión ecológica, de tal modo que la restauración puede considerarse como el “arte de
imitar a la naturaleza” (Turner, 1987) o un intento por superar artificialmente los factores que
se considera restringirán el desarrollo del ecosistema (Bradshaw, 1987 a y b). En palabras
de Ewel (1987) la verdadera prueba para el entendimiento sobre el funcionamiento de los
ecosistemas es, en ocasiones, la habilidad para reconstruirlos.
El objeto de la restauración no consiste en el producto en sí mismo (la comunidad restau-
rada), sino en el proceso por el
Figura 5. Restauración de áreas incendiadas. El disturbio modifica la trayectoria del ecosistema cual se llega a este estado, esto
debido a la pérdida de atributos, originando una trayectoria degradativa en la cual, los es, la trayectoria de restauración
tensionantes y limitantes son mayores que los potenciadores y la regeneración del sistema, (Turner, 1987). Esto procede
llegando incluso a la degradación total del sistema. La restauración del sistema degradado a través de la eliminación o
procede invertir esta tendencia, creando una nueva trayectoria que acerca el sistema a sus sobrepaso de las barreras que
condiciones originales. impiden o detienen la sucesión.
Tales barreras, sean externas
(tensionantes) o internas (limi-
tantes), impiden o condicionan
el desarrollo de los ecosistemas
luego del disturbio, causando
pérdidas energéticas (recur-
sos, organización, información)
logrando incluso detener su
regeneración. El proceso consis-
te, entonces, en incrementar las
entradas al sistema, optimizar la
utilización de recursos al interior
y disminuir las pérdidas de ener-
gía (Figura 5).
Guariguata (2000) propone que
antes de iniciar un proceso de

28 RESTAURACIÓN
ECOLÓGICA
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

restauración, es necesario conocer cierta información del sistema que se va a manipular para
garantizar algún grado de probabilidad de éxito en la labor, entre ella, destaca:
Información básica del ecosistema original (florística y de suelos, principalmente).
Sobreponer las barreras Patrones de regeneración de especies que componen el ecosistema original; tolerancia,
a la dispersión y a dispersión, dispersores, entre otros.
la sobrevivencia de
Principales patrones sucesionales en el ecosistema: especies pioneras, intermedias y tar-
semillas en el suelo es
quizá lo más importante
días.
para “disparar” la Papel de la fauna local, principalmente de ciertos grupos como las aves y los mamíferos.
sucesión.
Identificar las barreras que detienen la sucesión, como la presencia de ganado, entre otros.
Guariguata (2000) Estas barreras (físicas, químicas o biológicas) pueden impedir o detener la dispersión de
semillas, incrementar la depredación de éstas o la mortalidad plantular.
Una vez que se procede a restaurar un área degradada, la verificación del éxito consiste en
determinar si la comunidad reconstruida semeja a la original. Para esto, Ewel (1987) propone
cinco criterios:
Sostenibilidad: ¿la comunidad reconstruida es capaz de perpetuarse a sí misma? o por el
contrario, al igual que otros sistemas como los cultivos, sólo se mantienen con la intervención
del hombre.
Invasividad: ¿la comunidad reconstruida puede resistir la invasión de nuevas especies
foráneas?. En general, se acepta que las comunidades naturales e intactas son menos pro-
pensas a la invasión en función de un uso adecuado de los recursos: luz, agua, nutrientes
y espacio.
Productividad: la productividad neta de un ecosistema es un buen indicador de restauración,
dado que integra varios procesos como la fotosíntesis, respiración, herbivoría y muerte. La
productividad de la comunidad restaurada debe semejar aquella del ecosistema original,
ésta determina la eficiencia en el uso de los recursos.
Retención de nutrientes: una comunidad restaurada en donde la pérdida de nutrientes es
mayor que en la original determina una comunidad insostenible. En esta, la productividad
disminuirá progresivamente y sus especies pueden ser reemplazadas por otras menos
exigentes.
Interacciones bióticas: el ensamble de poblaciones originalmente asociadas puede conducir
al restablecimiento de la integridad de la comunidad. Es usual que las relaciones al interior
de la comunidad dependan de alguna(s) especie(s) clave, cuya importancia en ocasiones
solamente puede ser percibida por su propia ausencia.

RESTAURACIÓN
ECOLÓGICA 29
PROTOCOLO DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

METODOLOGÍA PARA LA ELABORACIÓN DEL PROTOCOLO


El presente Protocolo de Restauración de coberturas vegetales afectadas por incendios fores-
tales está formulado con base en:
La revisión teórica de los efectos del fuego en los ecosistemas para comprender las barreras
a la regeneración postincendio (tensionantes y limitantes), así como de las necesidades de
mitigación de impactos.
La síntesis de experiencias y acciones desarrolladas en el contexto nacional e internacional
para la rehabilitación–restauración de áreas afectadas por el fuego, a fin de identificar los
patrones y tendencias en el manejo de áreas incendiadas.

En el ámbito nacional, se destacan las experiencias del Jardín Botánico José Celestino Mutis en
restauración de áreas incendiadas en los Cerros Orientales de Bogotá (Barrera et. al., 2002)
que se sintetizan en una Guía Técnica para la restauración de estas áreas en el Distrito Capital
(Córdoba et. al., 2005). Igualmente, importantes son los aportes presentados por la Corpora-
ción Autónoma Regional de Cundinamarca y la Fundación Humedal La Conejera en las laderas
del Embalse del Neusa en el municipio de Cogua – Cundinamarca (MMA – AECI, 2001), la
Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal – CONIF y la Unidad Administrativa
Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales – UAESPNN para la restauración del
área afectada en el Parque Nacional Los Nevados, y de la Fundación Farallones de Cali en la
restauración de las laderas del Parque Nacional Natural del mismo nombre. También, vale la
pena mencionar los estudios de Rodríguez & Vargas (2002) sobre estrategias de regeneración
postquema en vegetación de matorral altoandino en el municipio de Cota – Cundinamarca,
y de Vargas (2002) sobre disturbios y patrones sucesionales de especies en la interpretación
de matrices de paisaje en el páramo de Chingaza en Cundinamarca.

Figura 6. Metodología simplificada para la elaboración del Protocolo de Restauración de coberturas


vegetales afectadas por incendios forestales.

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 31
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

La integración de la experiencia específica de los autores y otros investigadores nacionales


(conocimiento experto) en ecología del fuego y regeneración postquema en diferentes
ecosistemas en el país.
La selección estratégica de sitios representativos de la afectación por incendios forestales
en Colombia y la evaluación en campo de las condiciones postquema en eventos ocurridos
sobre coberturas vegetales boscosas y de plantaciones forestales en los departamentos
de Cundinamarca, Valle y Tolima, con el objeto de proporcionar al protocolo una visión
amplia de las condiciones postincendio, y enriquecerlo con particularidades características
de algunos de nuestros ecosistemas.

¿QUÉ ES EL PROTOCOLO DE RESTAURACIÓN?


El Protocolo de Restauración de coberturas vegetales afectadas
por incendios forestales está concebido como un conjunto de
procedimientos y acciones de tipo físico, biológico y social,
que implementadas en conjunto y de forma integral, buscan
restablecer las comunidades naturales en terrenos con aptitud
para la protección de los procesos ecológicos (reciclaje de
nutrientes, sustento de biodiversidad, retención de suelos,
entre otros) y los servicios ambientales esenciales (regulación
climática, regulación hídrica, captación de CO2, abastecimiento
de agua a acueductos, entre otros).
El Protocolo constituye una orientación emanada del Ministe-
rio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, que recoge
aportes científico–técnicos de representantes de la academia,
las autoridades ambientales, ONGs, instituciones gubernamen-
tales y personas de trayectoria reconocida en el campo de la
restauración ecológica y los incendios forestales.
El Protocolo sirve como un conjunto de lineamientos de fácil
aplicación y consulta por parte de los entes territoriales re-
gionales y locales, instituciones privadas, así como personas
naturales, en el momento de adelantar acciones de control
Incendio forestal en bosque seco tropical. Municipio de Coello-Tolima.
Fotografía: Héctor Felipe Ríos A., 2006. o mitigación de los impactos producidos por el fuego en sus
jurisdicciones o propiedades.

¿QUÉ NO ES EL PROTOCOLO DE RESTAURACIÓN?


El Protocolo de Restauración no constituye una receta para el restablecimiento de todo tipo
de coberturas vegetales, sino una serie de lineamientos generales que deben ser ajustados
por las autoridades ambientales regionales y locales, tanto a las particularidades de cada
incendio y sus efectos, como a las condiciones socioecológicas de cada lugar afectado.

32 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

El Protocolo no constituye una Guía Técnica, en tanto esta última aporta de forma detallada
el desarrollo de los procedimientos que se identifican en este protocolo.
Finalmente, el Protocolo de Restauración no está diseñado como soporte técnico al resta-
blecimiento de sistemas forestales productivos (plantaciones comerciales) afectados por
el fuego, salvo en casos en que éstos deseen ser reemplazados por coberturas naturales
protectoras. Sin embargo, algunos de los procedimientos pueden ser aplicables a la res-
tauración de plantaciones con fines comerciales.

ESTRUCTURA DEL PROTOCOLO DE RESTAURACIÓN


De forma consistente con la idea que la restauración ecológica no corresponde a una actividad
única, sino a un proceso continuo, de la misma manera, el protocolo de restauración está
estructurado en una serie de tres procedimientos sucesivos.
El razonamiento parte de la comprensión del momento postincendio con la caracterización,
interpretación y evaluación de daños y pérdidas originados por los incendios forestales y
determinación de alternativas al restablecimiento. Se sigue con la directriz para la implemen-
tación de acciones de restauración en el corto, mediano y largo plazo; para terminar con
indicaciones acerca de la evaluación y seguimiento del éxito de estas acciones y validación
de las mismas (Figura 7). El protocolo consta de tres procedimientos:
El procedimiento para la caracterización de áreas afectadas por incendios forestales.

El procedimiento de implementación
Figura 7. Estructura del Protocolo de Restauración de coberturas vegetales afectadas de acciones de restauración de co-
por incendios forestales. munidades o ecosistemas afectados
por incendios forestales.
El procedimiento de evaluación y
seguimiento a las acciones imple-
mentadas para la restauración de
comunidades y ecosistemas afecta-
dos por los incendios forestales.
Una relación más detallada de estos
tres procedimientos, en la que se
muestra la interdependencia de los
mismos se presenta en la Figura 8.
A continuación, se presenta una breve
explicación de cada uno de los tres
procedimientos planteados en el Pro-
tocolo de Restauración de coberturas
vegetales afectadas por incendios
forestales:

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 33
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Figura 8. Relación entre los tres procedimientos que componen el Protocolo de Restauración de
coberturas vegetales afectadas por incendios forestales.

Caracterización de
áreas alteradas por
incendios forestales
La evaluación de daños
y pérdidas, analizada
en el contexto
socio– ecológico
que enmarca el área
afectada y en conjunto
con la identificación
del potencial de
restauración (biótico
+ físico + social),
constituye el insumo
para la prescripción
e implementación
de acciones de
restauración de las
coberturas afectadas.

CARACTERIZACIÓN DE ÁREAS AFECTADAS POR


INCENDIOS FORESTALES
¿Qué significa caracterizar un área degradada por el
fuego?
Consiste en la consolidación de la línea de partida (línea base),
que permite identificar los impactos causados por los incendios
forestales sobre los procesos y componentes de los diferentes
ecosistemas afectados.
La evaluación de daños y pérdidas, analizada en el contexto socio–
ecológico que enmarca el área afectada y en conjunto con la iden-
tificación del potencial de restauración (biótico + físico + social),
constituye el insumo para la prescripción e implementación de
acciones de restauración de las coberturas afectadas.
En la caracterización del área afectada se identifican los principa-
les efectos e impactos negativos del fuego en el ecosistema y se
interpretan en términos de barreras a la sucesión (tensionantes +
limitantes) o potenciadores de la misma; para plantear medidas
Incendio forestal en una plantación forestal de Pinus patula. Municipio de para contrarrestar aquellas o para fortalecer éstas y analizar su
Sesquilé–Cundinamarca. Fotografía: Héctor Felipe Ríos A., 2006. evolución posterior.

34 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

En función de la escala espacial del incendio (tamaño) como de


la disponibilidad de tiempo y recursos, la caracterización del área
incendiada puede realizarse de forma rápida o detallada, lo cual
determina la metodología de evaluación (observacional o por
medio de muestreos sistemáticos) y el esfuerzo destinado a esta
actividad.
Para la caracterización de las áreas afectadas por incendios fores-
tales se diseñó el “Formulario de evaluación en campo de áreas
afectadas por incendios forestales” (ver Anexo). El formulario
sigue una metodología para la captura participativa de informa-
ción primaria, tanto a través del muestreo directo de propiedades
biofísicas y sociales del sistema, como a partir de entrevistas con
los habitantes locales del área y encargados de la extinción del
incendio. El formulario fue validado en campo en áreas donde
ocurrieron incendios forestales en los departamentos de Valle
del Cauca, Tolima y Cundinamarca.
El formulario propone 70 variables de evaluación (ver Anexo)
que registran información tanto de las circunstancias en que
ocurrió el evento y las condiciones ecológicas que enmarcan el
área siniestrada, como de la afectación y evolución postincendio
en los diferentes componentes del sistema. Para mayor facilidad
Regeneración de las coberturas vegetales a partir de rebrotes vegetativos. en la comprensión, estas variables se agruparon en nueve ejes
Municipio de Suesca–Cundinamarca. Fotografía: Héctor Felipe Ríos A., 2006. de interés, así:

a) Localización del incendio: cinco variables identifican, a grandes rasgos, el contexto


geográfico en donde ocurre el incendio, con el objeto de conocer la ubicación político–
administrativa del área afectada (ver Formulario Anexo).
b)Datos generales sobre el incendio: se proponen siete variables que dan cuenta del even-
Algunas de las to, con lo cual se puede interpretar las circunstancias socioecológicas en el momento del
variables clave de
desastre, sus causas aparentes y ciertos atributos del disturbio (ver Formulario Anexo).
la caracterización
del área afectada, c) Datos ecológicos generales del área incendiada: a partir de once variables se recons-
son incluso buenos truye el contexto ecológico del área afectada, para identificar el potencial de restauración
indicadores del éxito (Potencial Biótico + Potencial Físico + Potencial Social) del área afectada (ver Formulario
de los procesos de Anexo).
restauración ecológica.
d)Daños y pérdidas: a partir de dos variables se intenta visualizar la magnitud de las pérdi-
Estas variables han
das, así como la importancia social y ecológica de la cobertura quemada (ver Formulario
de ser confiables,
Anexo).
sensibles a los cambios
y fáciles de ser e) Efectos sobre la calidad del aire: con cuatro variables sencillas se mide la afectación al
evaluadas. aire y la transmisión de impactos por medio de esta vía a la población circundante (ver
Formulario Anexo).
f) Efectos sobre las propiedades de los suelos: como uno de los principales componentes
estructurantes de los sistemas, se plantean diez variables para entender el daño sobre
este componente, con el fin de analizar las pérdidas en las reservas de materia, energía e
información (ver el Formulario Anexo).

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 35
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

g) Efectos sobre el sistema hídrico: el agua es uno de los


servicios ambientales más apreciados por la población
humana. En torno a ella se genera una fuerte cohesión
en las sociedades. Para este caso se proponen nueve
variables para medir la afectación en este recurso vital al
hombre y las demás especies, y la transmisión de impac-
tos por medio de esta vía a la población circundante (ver
Formulario Anexo).
h)Efectos sobre las propiedades biológicas: la vegetación,
la fauna y los microorganismos representan los elementos
más dinámicos del sistema, con lo cuales se constituyen
las cadenas tróficas y las herramientas de restauración
más eficaces. A partir de catorce variables propuestas se
Calcinación de la materia orgánica en los primeros centímetros superficiales del suelo. busca medir la evolución postincendio en los atributos que
La erosión hídrica producto de la pérdida de la estructura del suelo y la desagregación brindan identidad al ecosistema propio en el área afectada
de sus elementos, produce pérdidas de sustrato por arrastre de ladera. Incendio
(ver Formulario Anexo).
forestal en el municipio de Coello–Tolima. Fotografía: Héctor Felipe Ríos A. 2006.

i) Efectos sobre las características socioeconómicas: las últimas siete variables propuestas
miden el impacto sobre los servicios ambientales que prestan los ecosistemas afectados a
las comunidades circundantes al área afectada. Estas permiten complementar la información
sobre el potencial social de la restauración (ver Formulario Anexo).
Los resultados de la caracterización de las áreas afectadas por incendios forestales están
directamente influenciados por el momento en que se haga dicha evaluación, en función de
la edad de regeneración postincendio y las condiciones del entorno socio–ecológico del área
Potencial de
siniestrada. Por ejemplo, en zonas con buena disponibilidad de humedad atmosférica y en el
Restauración
suelo, especialmente en las zonas bajas del país, los procesos biológicos y ecológicos suceden
Es el nivel de a mayor velocidad, por lo que las cicatrices del incendio se borran con mayor rapidez.
restauración al que
es factible llegar Algunas de las variables, como las que miden los efectos sobre la calidad del aire o el sistema
de acuerdo con el hídrico, son incluso en extremo sensibles y pasajeras, por lo tanto su utilidad solamente se
potencial biótico (PB), verifica en los primeros meses después del incendio. Es recomendable; por tanto, realizar la
el potencial físico (PF), primera caracterización en los primeros seis meses posteriores al evento.
el potencial social (PS)
y los objetivos de la Como resultado de la caracterización del área incendiada en función de la restauración de la
restauración. misma, se identifican las principales barreras a la sucesión (limitantes y tensionantes) y los
promotores de la restauración presentes en el sistema. El análisis de éstos permite determinar
PR=PB+PF+PS
el potencial biótico (PB), el potencial físico (PF) y el potencial social (PS), que al integrarse,
Camargo y Salamanca (2000)
permiten establecer el potencial de restauración (PR) del área alterada.
Otro resultado crucial de la caracterización del área incendiada, es la identificación del objetivo
de la restauración, esto es, identificar claramente qué se va a restaurar. El establecimiento del
objetivo de la restauración determinará las acciones a desarrollar para el restablecimiento
del área afectada.
Antes de iniciar la implementación de un proyecto de restauración, Guariguata (2002) reco-
mienda intentar contestar las siguientes preguntas, las cuales tienen aplicación en el contexto
de la restauración de áreas incendiadas:

36 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

¿Se ha definido claramente el problema a resolver?.


Nota
¿Se han definido claramente los objetivos?.
La caracterización de
áreas afectadas por ¿Se han definido los puntos de evaluación a mediano plazo?.
incendios forestales
debe ser realizado ¿Están las variables de desempeño o monitoreo propuestas, ligadas explícitamente a los
por un equipo objetivos iniciales?.
interdisciplinario
de profesionales ¿Se ha definido un plan claro de monitoreo?.
y con un equipo ¿Se ha identificado un ecosistema de referencia y que aporte valores estándar para comparar
mínimo de campo,
el desempeño de las acciones de restauración?.
como el sugerido a
continuación: GPS, ¿Se ha realizado o pensado en un ensayo piloto antes de proceder a la escala espacial
mapas topográficos, deseada?.
altímetro, brújula,
pHmetro, termómetro, ¿Se ha pensado en restaurar el ecosistema en forma biológicamente sostenible y así minimi-
cinta métrica, vaso de zar insumos externos (por ejemplo, acciones de desmalezado, fertilización, entre otros)?.
precipitados, tijeras
de podar, machete, Una vez se cuenta con una respuesta clara a cada una de estas preguntas de gran valor,
bolsas plásticas, tabla entonces se procede al diseño e implementación de las acciones de restauración de las áreas
de colores Munsell, afectadas por el fuego.
cámara fotográfica.
Los resultados de
la caracterización
IMPLEMENTACIÓN DE ACCIONES DE RESTAURACIÓN ECOLÓGICA
deben articularse a
través de un Sistema
¿Dónde se puede iniciar la restauración de un área degradada?
de Información De acuerdo con Garibello (2003) en la Guía Metodológica para la Restauración de Ecosistemas
Geográfica-SIG. a partir del manejo de la vegetación, la selección de las áreas a restaurar debe justificarse
en una priorización técnica que tenga como base
Figura 9. Ejemplo de un mapa de prioridades de restauración de un área las necesidades de la comunidad y las políticas
degradada. públicas.
La metodología general para el establecimiento de
prioridades de restauración ha sido abordada por
varios autores como, Jarro (2004) en el caso de
nacederos y rondas, Manrique (2004) para planta-
ciones forestales, Ríos (2005) para especies vegeta-
les invasoras y Pinzón et al. (2005) para incendios
forestales en el Distrito Capital y Bohórquez &
Vacca (2007) para la identificación de prioridades
de restauración en el Parque Nacional Enrique
Olaya Herrera en Bogotá D.C. Todas se basan en la
interpretación de información biofísica y social que
sea espacializable (susceptible de visualizarse en
un mapa) y que tiene por objeto identificar áreas
donde la factibilidad de la restauración es diferen-
cial en función del Potencial de Restauración.

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 37
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Hay que tener en cuenta una serie de criterios a la hora de seleccionar áreas para iniciar
procesos de restauración. Según la Estrategia Global de Conservación, citada por Salamanca
& Camargo (1996), los tres más importantes son:
Significancia: tiene en cuenta la contribución a la solución de otros problemas, área y
personas beneficiadas e importancia para los más afectados.
Urgencia: velocidad de avance del problema si no se trata a tiempo o velocidad a la que
avanza la solución si se implementa.
Reversibilidad: en qué medida son reversibles los efectos del problema.
Es especialmente prioritario proteger las zonas de recarga y descarga de acuíferos, las zonas
de regulación y los cinturones de condensación (Salamanca & Camargo, 2000).

Figura 10. Ejemplo de un esquema metodológico para la determinación del Potencial de Restauración (PR) y la Prioridad de
Restauración (PrR) en un área afectada por incendios forestales a partir de información cartográfica biofísica y social (Tomado del
Taller para la formulación del Plan de Restauración del área afectada por incendios forestales en el PNN Los Nevados, 2006).

38 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

En la Figura 10 se presenta un ejemplo, tomado del Taller para la formulación del Plan de
Restauración del área incendiada en junio de 2006 en el Parque Nacional Natural Los Neva-
dos , acerca de la forma como se puede emplear información cartográfica para establecer el
Potencial de Restauración (PR) y la Prioridad de Restauración (PrR) de áreas afectadas por
incendios forestales.
El método consiste en una serie de cruces de mapas con información que represente variables
en los aspectos físico (tipo de suelos, topografía, clima, entre otros), biótico (coberturas vegeta-
les, régimen de disturbios, rangos de distribución de fauna, entre otros) y social (tenencia de la
tierra, uso del suelo, actividades productivas, interés de protección, entre otros). La información
de cada variable se valora en términos de su aporte a los procesos de restauración (mayor
acumulación de humedad edáfica, cercanía a relictos de vegetación natural, uso compatible
con la conservación, etc.), y el cruce de los diferentes mapas a través de herramientas de
Sistemas de Información Geográfica – SIG permite obtener mapas parciales de Potencial
Social (PS), Potencial Biológico (PB) y Potencial Físico (PF), con unidades cartográficas que
se clasifican en «alto potencial», «medio potencial» y «bajo potencial».
“El punto de partida de
la restauración debe El resultado de la zonificación de estos tres mapas parciales de potencial vuelve a cruzarse entre
ser siempre que se sí, y las unidades nuevamente se valoran y clasifican para encontrar las áreas donde confluyen
interviene solamente si
todas las combinaciones de potenciales parciales, de tal modo que se obtiene el Potencial
es realmente urgente y
necesario; en muchos
de Restauración (PR), que determina a–prori la mayor o menor probabilidad de éxito en las
casos la naturaleza labores de restauración ecológica. A partir de esta información se identifican las prioridades
cura las heridas de los de restauración y se elabora el Plan de Acción para la restauración del área afectada.
incendios. Esto lleva a
evitar el desgaste en
Descripción de la implementación de acciones de restauración
esfuerzos innecesarios”. Tal y como lo plantea el Protocolo Distrital de Restauración Ecológica (DAMA, 2002), las áreas
Van der Hammen, Thomas. afectadas por incendios forestales tienen un alto potencial de restauración puesto que la re-
generación natural es generalmente muy activa. Esto, por supuesto, está en estrecha relación
con el régimen de disturbio por el fuego en el área, de tal manera que en ciertas ocasiones,
cuando ocurren eventos de forma aislada en el tiempo (poco frecuentes), es posible que la
estrategia de manejo más adecuada sea permitir el progreso de la regeneración natural y
no intervenir salvo en casos que se consideren urgentes o demasiado necesarios, ya que
la naturaleza misma borra las heridas producidas por el incendio (van der Hammen, com.
pers.).
En eventos demasiado frecuentes en la misma área, por el contrario, la probabilidad de
restauración disminuye progresivamente (Barrera et al., 2002; Rodríguez & Vargas, 2002;
Vargas, 2002), por lo que la intervención humana en ocasiones es imprescindible y el éxito
esperado es más limitado.
Como regla general, la restauración ha de orientarse no solo a contrarrestar los impactos
producidos por el evento en sí mismo, sino a controlar los factores que hacen más propensa
la ocurrencia del fuego. Esto es, como se dijo al principio, reducir la vulnerabilidad de las
coberturas, consolidando nuevas comunidades menos susceptibles al fuego y controlar la
amenaza producida en el área por las acciones de origen humano (causa del 95% de las
ocurrencias).

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 39
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

En este orden de ideas, las acciones de restauración ecológica en áreas afectadas por incendios
forestales deben orientarse tanto al componente biofísico, como al componente social.
En el contexto temporal, estas acciones pueden dividirse en obras a corto, mediano y largo
plazo. Las primeras conocidas con el nombre de obras de estabilización y las dos últimas,
como obras de recuperación y rehabilitación, respectivamente.
Las obras de estabilización, como su nombre lo indica, buscan resolver o controlar la
contingencia producida inmediatamente ocurre el siniestro. También buscan estabilizar el
sistema, reduciendo al máximo la pérdida de sus elementos y reservas energéticas (por
ejemplo, obras de control de erosión, reducción del riesgo de remoción en masa a partir
del volcamiento de árboles muertos en pie, entre otros).
Las obras de recuperación y rehabilitación buscan mejorar las condiciones del área,
intensificando la acción de ciertos recursos del sistema que promueven la rehabilitación
del área incendiada (introducción de especies nativas, fortalecimiento de las interacciones
biológicas, educación ambiental sobre incendios forestales, buenas prácticas de manejo
agrícola, entre otros).
Por su parte, el Jardín Botánico José Celestino Mutis divide las acciones para la restauración de
áreas afectadas por incendios forestales, en tratamientos y estrategias de adición, adecuación
y sustracción de elementos en el área siniestrada (Barrera, 2000; Pinzón, et al., 2005).
Las acciones propuestas
no son de obligatorio La revisión realizada por Ríos & Arce (2006) sobre experiencias de manejo de áreas afectadas
cumplimiento, puesto por el fuego en países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Argentina, Chile, México,
que las particularidades Estados Unidos, España y Malasia resalta que hasta el momento, en todo el mundo, la restau-
de cada incendio, así
ración de estas áreas afectadas se fundamenta en pocas actividades, las cuales se desarrollan
como las condiciones
socioecológicas del área
principalmente sobre el componente de la vegetación y el suelo, dado su carácter estructurante
afectada determinan el en el ecosistema y el efecto concomitante sobre los demás componentes del sistema.
nivel de afectación de La Tabla 4 sintetiza un conjunto de actividades desarrolladas en proyectos de restauración en
cada componente del
estos países. Se muestra, en términos porcentuales, las actividades que se realizan en cada
ecosistema, así como
una de las experiencias para la restauración de áreas incendiadas. De esta puede analizarse
la relevancia de unas u
otras acciones. que entre las actividades más aceptadas están:
Plantación de especies nativas (71,4% de las experiencias).
Propagación de especies nativas (42,9%).
Construcción de obras de control de erosión (38,1%).
Manejo de regeneración natural postincendio (33,3%).
Protección mecánica del suelo (28,6%).
Poda selectiva de rebrotes de especies indeseadas (19,0%).
Tratamientos selvícolas (19,0%).
Respuesta frente al pastoreo (19,0%).
Diagnóstico situacional y evaluación de daños (19,0%).
A partir de la información presentada en la Tabla 4, se elaboró el diagrama de la Figura 11,
en el cual se sintetizan las principales acciones a desarrollar en el corto, mediano y largo
plazo (estabilización, recuperación y rehabilitación, respectivamente) para la restauración de

40 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Tabla 4. Principales acciones implementadas internacionalmente para la restauración


de áreas afectadas por incendios forestales*
COMPONENTE ACTIVIDAD TOTAL DE %
EXPERIENCIAS
Vegetación Plantación de especies nativas 15 71,4
Vegetación Propagación de especies nativas 9 42,9
Suelo Construcción de obras de control de erosión 8 38,1
Vegetación Manejo de regeneración natural postincendio 7 33,3
Suelo Protección mecánica del suelo 6 28,6
Vegetación Poda selectiva de rebrotes de especies indeseadas 4 19,0
Vegetación Tratamientos selvícolas 4 19,0
Fauna Respuesta frente al pastoreo 4 19,0
Ecosistema Diagnóstico situacional y evaluación de daños 4 19,0
Vegetación Siembra de semillas 3 14,3
Social Coordinación de esfuerzos estado-instituciones–comunidad 3 14,3
Social Difusión 3 14,3
Experimentación Establecimiento de áreas demostrativas 3 14,3
Vegetación Eliminación selectiva de individuos 2 9,5
Vegetación Estudios ecofisiológicos en semillas 2 9,5
Vegetación Reforestación sucesional 2 9,5
Vegetación Reutilización del material quemado 2 9,5
Vegetación Tratamiento mecánico de combustibles 2 9,5
Vegetación Recolección de semillas nativas 2 9,5
Social Capacitación a la comunidad 2 9,5
Social Concienciación a la comunidad 2 9,5
Mecánico Limpieza del terreno 2 9,5
Experimentación Incorporación de un SIG 2 9,5
Experimentación Implementación de un sistema de monitoreo 2 9,5
Agua Protección de recursos hídricos 2 9,5
Vegetación Micorrización de plantas a reintroducir 1 4,8
Vegetación Publicación de catálogo de especies 1 4,8
Vegetación Reducción del combustible forestal y maximización de la supresión del fuego 1 4,8
Suelo Preparación del suelo 1 4,8
Suelo Investigación postincendio (propiedades fisicoquímicas y microbiológicas del suelo) 1 4,8
Suelo Aplicación de arado con disco de poca profundidad 1 4,8
Experimentación Modelo de actuación técnica 1 4,8
Experimentación Establecimiento de modelos predictivos de efectos de los incendios forestales 1 4,8
Agua Restauración de la función de cuencas 1 4,8
* Sobre un total de 21 experiencias referenciadas a partir de información procedente de Colombia, Ecuador, Brasil, Venezuela, México, Argentina, Chile, Estados Unidos,
España, Malasia (Ríos & Arce, 2006).

las coberturas vegetales afectadas por incendios forestales. Estas acciones se realizan, tanto
para evitar la influencia negativa desde el exterior del área y viceversa, como para mejorar
las condiciones mismas al interior del área (Van der Hammen, com. pers.).

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 41
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Figura 11. Implementación de acciones de restauración ecológica de coberturas vegetales incendiadas.

42 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

A continuación se describen las principales acciones de restauración, recordando que algunas


de ellas sólo se requieren en casos extremos, por ejemplo, cuando la pendiente del terreno
es demasiado pronunciada, o en sitios ubicados en climas muy secos, cuando hay peligro de
perder los recursos del ecosistema (Van der Hammen, com. pers.):

a) Acciones sobre el componente hídrico del sistema


La principal causa de contaminación de las fuentes de agua consiste en las partículas arras-
tradas desde las laderas hacia sus cauces. Estas están compuestas por cenizas, carbones y
suelo superficial que se pierde después de quedar sin protección luego del incendio.
Existen varias acciones para el control de estos impactos:
La protección de las laderas, en el corto plazo, mediante la construcción de barreras hori-
zontales pequeñas y sencillas (tipo trincho, faja, zanja o canaleta), las cuales funcionan a
manera de trampa de partículas que impiden su tránsito hasta los cuerpos de agua.
La creación de perímetros de protección de cauces, mediante la consolidación de cober-
turas vegetales de crecimiento rápido, también funciona a manera de trampas vivas de
sedimentos y partículas que impiden su llegada a los nacederos, ríos y quebradas.
Para contrarrestar en el corto plazo el incremento en la velocidad de tránsito del agua en
la ladera (escorrentía superficial) por disminución de la acción de retención que ejerce la
cubierta vegetal (evaporación + evapotranspiración), las zanjas y canaletas transversales
funcionan como depósitos transitorios de ladera que incrementan el tiempo de permanencia
del agua en el sustrato, posibilitando la infiltración y reduciendo el efecto torrencial de las
lluvias sobre los cursos de agua.

b) Acciones para la recuperación del suelo


Al ser este el subsistema en donde se almacenan las reservas energéticas del sistema (agua,
nutrientes, material genético, entre otros), su recuperación postincendio adquiere gran im-
portancia para el mejoramiento integral de todo el sistema.
La acción inicial para la recuperación del suelo consiste en evitar su pérdida por arrastre,
por lo que la construcción de barreras horizontales para el control de erosión es una tarea
indispensable en el corto plazo después del incendio.
Existen diferentes tipos de obras para el control de erosión que son de fácil implementación
a bajos costos, como los trinchos, fajas, terrazas, canaletas, entre otros (Figura 12). Estas
obras también contribuyen con la adecuación topográfica del terreno, cuyo fin es reducir la
velocidad y el poder erosivo del agua al paso por la ladera.
En ciertos casos en que el fuego alcanza a penetrar en el suelo y deteriorar las raíces de los
árboles (como suele ocurrir en las plantaciones forestales de pino y eucalipto ubicadas en
las partes altas del país), es indispensable emplear medidas para prevenir desprendimientos
de suelo adherido a las raíces de los árboles en riesgo alto de volcamiento. En estos casos,
se acostumbra a realizar talas selectivas de árboles, dejando sus tocones como indicador
de impacto y como herramienta de soporte para la construcción de barreras horizontales
para el control de la erosión.
También, pueden emplearse elementos a manera de recubrimiento del suelo para prote-
gerlo, tanto del impacto directo de la lluvia (que procede a su erosión) como del sol.

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 43
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Figura 12. Ejemplo de obras para el control de erosión de fácil aplicación en la conservación de suelos en áreas afectadas por
incendios forestales (según García, 2003).

Como medida correctiva para ayudar a consolidar la estructura del suelo, a mediano plazo
se puede incluir enmiendas orgánicas a partir de humus, compost, lombricompuestos o
abonos verdes, las cuales ayudan a mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas
del suelo.
El control de los procesos de erosión en estado avanzado (surcos y cárcavas) puede hacerse
mediante el cavado de zanjas de contención, instalación de trinchos y perfilamiento de las
paredes (Castañeda, 2006, com. pers.) o mediante la realización de obras de biomecánica,
bioingeniería o la construcción de filtros vivos (García, C. & Vargas, L.J., com. pers.).
En casos extremos en los que la destrucción o pérdida de suelo alcanza su nivel máximo,
se puede emplear una reintroducción de suelo procedente de las comunidades naturales
vecinas. Para esto es necesario determinar las áreas con mayor potencial de restauración
en el área incendiada y complementar esta práctica con obras para el control de erosión.
Esta actividad tiene la ventaja de la introducción simultánea de material genético de los
bancos de semillas y cepas y estructuras de resistencia de microorganismos nativos junto
con el suelo incorporado.

c) Acciones en el componente de la calidad del aire


Los efectos del fuego sobre la calidad del aire son perceptibles, especialmente en los primeros
meses posteriores al incendio, debido a la acción del viento sobre las partículas calcinadas
de materia orgánica del suelo y la vegetación que las transporta y deposita en cuerpos de
agua y poblaciones cercanas. No obstante, con el paso del tiempo las partículas que han sido
arrastradas por el viento y el agua se depositan, y junto con la vegetación que se regenera,
consolidan una cubierta que protege el suelo de la erosión eólica.
En este sentido, se propone a corto plazo la instalación de pequeñas trampas de cenizas y
carbones, que impidan su pérdida del ecosistema. Estas trampas pueden consistir en barreras
artificiales tipo trincho o naturales, mediante cubiertas vegetales con hierbas de crecimiento
rápido a manera de barrera.

44 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

La consolidación de bandas de vegetación en el sentido contrario a la pendiente del terreno


y la dirección del viento, también sirve como trampa viva para las partículas transportadas
por el viento. Estas partículas así capturadas, son nuevamente depositadas en el suelo de tal
forma que enriquecen la carga de nutrientes en inmediaciones de la banda de vegetación,
mejorando las condiciones del micrositio para el crecimiento de las plantas.

d) Acciones sobre el componente biológico (vegetación y


fauna)
Gran parte de las acciones de restauración de las áreas incendiadas recaen
en este componente del ecosistema.
En términos de la vegetación, el avance de la sucesión hacia coberturas
boscosas incrementa el balance hídrico local y disminuye el componente
de inflamabilidad debido a causas físicas básicas como recalentamiento o
deshidratación (DAMA, 2002), por lo que la consolidación de coberturas
arbóreas, la regeneración natural y el fortalecimiento de procesos de co-
nectividad biológica sobre la vegetación herbácea post-quema se considera
una acción acertada de restauración. En este sentido, tan pronto inicia la
recolonización del área incendiada, debe darse especial importancia a:
La identidad de las especies que componen la flora pionera, para distin-
guir las especies pirófilas y pirogénicas de las piroclásticas (ignífugas) y
ejercer un control sobre aquellas.
La presencia de especies propias de la cobertura vegetal natural local,
para promover su desarrollo.
Regeneración vegetativa postincendio del Chaparro (Curatella
americana) en un bosque seco tropical incendiado. MunicipioDespués del incendio, gran parte de las plantas que regeneran a través de
de Coello–Tolima. Fotografía: Héctor Felipe Ríos A. 2006. rebrotes vegetativos y semillas corresponden a aquellas cuyos atributos
de vida les confieren ventajas en ambientes post-fuego (Rodríguez & Var-
gas, 2002). En este grupo se encuentran especies pirotolerantes, pirorresistentes, pirófilas y
pirogénicas, razón por la cual es necesario controlar su expansión, puesto que éstas pueden
perpetuar el ciclo de los incendios, incluso, incrementando su frecuencia, con lo cual pueden
excluir de forma competitiva a otras especies de la comunidad (especies pirovulnerables) y
alterando gradualmente la composición de la misma, hasta llegar a transformarla totalmente
en coberturas más propensas a nuevos incendios forestales.
En el ambiente postincendio, la calcinación de la materia orgánica crea un pulso de alta
disponibilidad de nutrientes en la superficie del suelo, lo cual es aprovechado por algunas
plantas oportunistas de crecimiento rápido. Entre estas, algunas corresponden a especies
cuyos atributos de vida les confieren ventajas competitivas sobre otras, adquiriendo incluso
características de invasoras. Estas tienen la capacidad de transformar la comunidad vegetal
natural y detonar una serie de deterioros, como la alteración del régimen de incendios
forestales. Por esta razón, en las áreas quemadas se debe implementar un plan de control
de especies invasoras como el retamo espinoso (Ulex europaeus), el retamo liso (Teline
monspessulana), las acacias (Acacia spp) y el helecho marranero (Pteridium aquilinum)
en las partes altas de la geografía nacional; la leucaena (Leucaena leucocephala) y la
dormidera, entre otras, en zonas de clima cálido.

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 45
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

La eliminación de las coberturas por el fuego y la alteración


del hábitat de organismos edáficos, disminuye proporcio-
nalmente la importancia de la regulación promovida por
mecanismos biológicos e incrementa la importancia de los
mecanismos físicos como la gravedad y el viento. En ambien-
tes post-incendio, son importantes aquellas especies vegetales
cuya dispersión barócora, hidrócora o anemócora garantiza
su colonización en la zona.
La creación de espacios abiertos a través de la eliminación de
la vegetación arbórea por el fuego y la recolonización de estos
espacios por especies herbáceas, promueve las condiciones
oportunas para la expansión de la ganadería extensiva de
ladera y la agricultura. Es imprescindible controlar el pastoreo
Aspecto de la vegetación luego de 14 meses de regeneración postquema en
una plantación forestal de pino incendiada. Municipio de Suesca–Cundinamarca. (pisoteo+ ramoneo) puesto que el ganado contribuye, tanto a
Fotografía: Héctor Felipe Ríos A., 2006. expandir semillas de especies típicas de pastizales al interior
del bosque, en detrimento de las especies forestales, como
a la destrucción de la estructura superficial del suelo por efecto del pisoteo en momentos
de alta vulnerabilidad del suelo.
En cuanto a la fauna, estrategias como la conservación de ramas muertas a manera de
perchas pueden favorecer el tránsito de la avifauna a través del área incendiada, con lo
cual se incrementa la probabilidad de llegada de especies cuyas semillas son transportadas
por este medio.
El manejo de la vegetación postfuego debe contemplar la consolidación de barreras cor-
tafuegos naturales, así como la limpieza de los ya existentes.
Camargo & Salamanca (2000) describen para las áreas incendiadas la aplicación de los
Como regla general,
es deseable que
siguientes tratamientos:
la introducción de Inducción a matorrales y rastrojos: los matorrales constituyen unidades con un abundante
especies vegetales en suministro de servicios ambientales (agua, suelo, fauna, biodiversidad). Los parches pueden
las áreas degradadas ser tratados para su conversión de matorrales a bosques.
por incendios forestales
Bordes de ecotono: buscan ampliar la cobertura de un relicto importante o proteger los
se haga de forma
bordes del relicto sobre acciones antrópicas.
complementaria
con el empleo de Restauración de nacimientos de agua: este tratamiento busca evitar la evaporación
algunos suministros excesiva de agua y la entrada de tensionantes como el aporte de cenizas, sedimentos o
que incrementen carbones de la materia orgánica calcinada, provenientes del arrastre desde las laderas
su probabilidad de contiguas.
establecimiento y Cordones riparios: estos cordones se implementan con el objeto de reducir la erosión
adaptación. Entre fluvial en las márgenes, aumentar la infiltración y la capacidad de campo, y disminuir las
ellos están los abonos avenidas y la evaporación. Este cordón protector se comporta como una barrera al aporte
verdes, inóculos de de sedimentos hacia los cuerpos de agua dada la inestabilidad promovida por el fuego en
microorganismos la estructura del suelo y un multiplicador del almacenaje de agua en el subsuelo.
(fijadores de nitrógeno, Barreras cortaviento: estas tienen la finalidad de oponerse a las corrientes de aire, creando
solubilizadores de pequeñas turbulencias, con lo que se reduce la velocidad del viento y por ende, la erosión
fósforo, entre otros). eólica y la desecación del lugar, con lo que mejora el balance hídrico local, disminuye la
incidencia de heladas y se regula la temperatura, suavizando los picos de enfriamiento y

46 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

sobrecalentamiento. Estos cambios constituyen una mejora del microclima, lo cual es uno
de los principales factores de avance sucesional, al aumentar la eficacia fotosintética y el
crecimiento de la biomasa.
Control de exóticas invasoras: el propósito es ayudar a prevenir la ocupación masiva de
estas plantas, de tal manera que impidan el avance de la sucesión natural. En general, mu-
chas de las especies invasoras que colonizan las áreas quemadas, tienen a su vez atributos
de especies pirófilas o pirogénicas como el retamo espinoso (Ulex europaeus).
Control de sucesiones pirogénicas: tiene como propósito controlar los tipos de vegeta-
ción que promueven la ocurrencia de incendios forestales, la cual tiende a perpetuarse
en las áreas quemadas, incrementando así la recurrencia de los eventos. El éxito de este
tratamiento se verifica en el mediano y largo plazo, como medida de restauración, que a
su vez ayuda a prevenir y controlar los incendios futuros.
Barreras antiganado: tienen la función de evitar el paso del ganado al interior del bosque
y las áreas en proceso de res-
Figura13. Ejemplo de la distribución de tratamientos de restauración de un área afectada por tauración. Se fundamenta en la
incendios forestales. protección del material vegetal
vulnerable después del fuego
(rebrotes tiernos) y en evitar la
compactación del suelo.
Cordones y estribones
ornitócoros: estos tienen la fun-
ción de apoyar la dispersión de
semillas por las aves, agilizando
la restauración de bosques ba-
jos y zonas de barbecho.
Estos tratamientos deben ubi-
carse espacialmente en el área
degradada por el fuego, en fun-
ción de las prioridades estable-
cidas a partir de la información
proveniente del procedimiento
de caracterización de las áreas
afectadas, tal como se muestra
en la Figura 13.

e) Restauración ecológica participativa


Como se mencionó anteriormente, la mayoría de los incendios forestales en el país ocurren
por causas de origen humano (MAVDT, 2002). En la misma medida, los impactos positivos
y negativos sobre las personas y las comunidades están en relación directa con la escala del
evento, la frecuencia con que ocurren los eventos y con el uso que se da al territorio.
Así, al abordar un proyecto de restauración se debe tener en cuenta que los espacios donde
ocurren los incendios y donde se invierten los esfuerzos de restauración, en la mayoría de los
casos, son propiedad o han sido apropiados por personas para realizar sus actividades pro-
ductivas, familiares o sociales (Cardona, 2005). Es necesario involucrar a estas comunidades

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 47
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

en los proyectos de restauración reconociendo sus necesidades, problemas, conocimientos y


expectativas. Esto se traduce, en últimas, en promover la participación comunitaria.
El trabajo comunitario en proyectos de restauración está documentado por autores como
Rubio (2002), Montenegro (2003), Barraza (2005), Cardona (2005), Castillo (2005), Sanjurjo
& Espinosa (2005) y Zorrilla (2005). En la mayoría de los casos, al integrar las comunidades en
los proyectos de restauración se busca incrementar la aceptación y apropiación del proyecto
por parte de éstas y garantizar que los resultados del mismo sean sostenibles en el tiempo.
¿Qué se entiende
por participación Rubio (2002) definió la participación comunitaria en proyectos de restauración ecológica
comunitaria? como un proceso cíclico con cuatro componentes: a) la planeación concertada (derechos y
deberes compartidos), b) la motivación y educación (voluntad social y conocimiento), c) la
Conexión horizontal organización (tejido social y gestión de grupos de base), y d) la identificación de acciones y
entre personas dentro y beneficios colectivos (apropiación).
fuera de la comunidad.
Para Montenegro (2003), la participación de la comunidad consiste en un “proceso democráti-
Proceso democrático
en el acceso a la
co, que busca articular a la comunidad en los procesos del desarrollo regional, fundamentado
información y por en el diálogo intercultural e intergeneracional y de saberes, que toma en cuenta la realidad
consiguiente, en la pluricultural y la diversidad ecológica de nuestro país”.
toma de decisiones.
Los trabajos comunitarios de restauración de áreas incendiadas han de lograr cambios cul-
Proceso pedagógico en turales de actitud y comportamiento humano frente a su entorno natural, a fin de reducir la
el cual el aprendizaje recurrencia de los incendios y la amplificación de los impactos negativos. Para esto se deben
es permanente, introducir algunos elementos, como los siguientes:
iterativo y en varias
vías. Es necesario controlar los factores y conductas de riesgo, mediante la implementación
de programas de educación ambiental preventiva, asistencia técnica para la búsqueda de
Se fundamenta en el
alternativas, buenas prácticas agrícolas y ganaderas, entre otros.
diálogo: intercultural,
intergeneracional y de Crear conciencia en la población sobre la pérdida de atributos en los ecosistemas por causa
saberes. de los fuegos recurrentes; la valoración de los bienes y servicios ambientales; el desarrollo
humano sustentable a partir de la conservación de ecosistemas; los recursos naturales
Es tomar parte en las renovables que no son renovables en la escala de vida humana; las repercusiones del
acciones, desarrollando
deterioro ambiental sobre el ser humano; las repercusiones globales de las acciones de
opciones, negociando
prioridades y deterioro local, entre otros.
poniéndose de acuerdo En un sentido más amplio, también ha de entenderse la función social de la restauración
con lo que es necesario de ecosistemas degradados, como una vía que contribuye a alcanzar la sostenibilidad de las
realizar.
poblaciones humanas en un territorio.
Montenegro (2003).
Para que la participación comunitaria sea efectiva se requiere: a) la democratización en la
toma de decisiones en los distintos niveles de colectividad, b) el aumento en la distribución
de responsabilidades en el conjunto de la comunidad y c) la generación, distribución y apro-
piación de la información.
Existen diferentes mecanismos para facilitar la participación de la comunidad en los pro-
yectos de restauración ecológica. El Manual de Participación Comunitaria en Proyectos de
Reforestación y Restauración Ecológica, publicado por el Ministerio de Ambiente, Vivienda
y Desarrollo Territorial–MAVDT y CONIF (Montenegro, 2003) identifica veinte herramientas
participativas para este fin, los cuales tienen diferentes metodologías y fines, como se resume
en la Tabla 5.

48 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Tabla 5. Lista de herramientas participativas en proyectos de restauración y reforestación*


Diálogos Cuestionario visualizado
Lluvias de ideas Matriz de análisis de conflictos
Perfil de ideas Árbol de problemas
Diagramas de Venn Matriz de priorización de problemas
Línea de tendencias Matriz de objetivos
Análisis estacional Diagrama de cuenca
Mapa social Matriz de plan de acción
Mapa de acceso a recursos naturales Clasificación preliminar de fincas
Mapa de finca Uso del tiempo
Mapa de ordenamiento de finca Identificación de soluciones locales o introducidas
Caminata y diagrama de corte o transecto Autodiagnóstico y análisis de soluciones en campo
Uso local de árboles Análisis DOFA
Flujograma de actividades Plan de Finca
Censo de problemas de uso de recursos Mapa de finca con visión de género
Censo de problemas en el ámbito de la finca Mapa de intercambios

* Fuente: Montenegro, 2003.

En su trabajo sobre el impacto de la comunicación en la restauración de ecosistemas degra-


dados, Castillo (2005) diseñó un modelo de trabajo que orienta la formulación de proyectos
que integren los componentes técnicos y comunitarios (Figura 14). El modelo ha sido aplicado
en México y propone el sostenimiento de una comunicación continua y de dos vías (diálogo)
entre los actores técnicos y sociales locales en donde se pretende realizar un proyecto de
restauración.

EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO DE LA RESTAURACIÓN


El éxito del proceso de restauración consiste en una medida cuantitativa o cualitativa del
El éxito del proceso
de restauración
logro de los objetivos propuestos para la restauración, y de la determinación del nivel de
consiste en una contribución de los tratamientos y otras causas fortuitas a tal éxito.
medida cuantitativa o
Este se mide a través de indicadores de éxito, que pueden ser de resultado o de proceso,
cualitativa del logro
de los objetivos
dependiendo si miden el logro de los objetivos o el avance en el proceso.
propuestos para la Como se expuso anteriormente, algunas de las variables empleadas en la caracterización del
restauración.
área incendiada pueden ser buenos indicadores del éxito de la restauración. Estos indicadores
Este se mide a través han de ser sensibles a los cambios ambientales, confiables y fáciles de medir.
de indicadores de
éxito, que pueden ser A continuación se proponen algunos indicadores que se consideran estratégicos para el se-
de resultado o de guimiento del éxito del proceso de restauración de áreas incendiadas. Cada uno se presenta
proceso, dependiendo con su correspondiente explicación:
si miden el logro de los
objetivos, o el avance Abundancia de especies exóticas e invasoras: este índice determina el riesgo de que ocurra
en la restauración. una sucesión que desvíe la trayectoria hacia un ecosistema diferente al objetivo planteado.
Puede determinarse anualmente como la proporción de área cubierta por las especies

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 49
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Figura 14. Intervenciones técnicas y comunicativas en la restauración ecológica: una propuesta. exóticas e invasoras
Las flechas continuas indican la secuencia de la propuesta y las líneas puntadas representan los procesos de retroalimentación de importancia en el
de información indispensables en un enfoque de manejo adaptativo. Las líneas dobles indican la finalización de las
área.
intervenciones aunque no necesariamente el retiro de la participación de investigadores y técnicos (tomado de Castillo,
2005). En el caso de la res-
tauración de plan-
ta ciones fores tales
incendiadas, este ín-
dice puede medir la
tendencia al retorno
de la especie domi-
nante de la plantación
forestal, que se desea
reemplazar por un
ecosistema natural.
Similitud con el eco-
sistema objetivo:
este índice expresa
la semejanza del área
incendiada con el eco-
sistema de referencia
en términos del en-
samble de sus espe-
cies y la abundancia
relativa de las mismas.
También, determina la
integración del área
incendiada dentro de
su contexto ecológico
regional. Se puede

determinar cada año utilizando los índices cualitativos y cuantitativos de Jaccard (CJ),
Sorenson (CN) y Morisita–Horn (CmH) (Magurran, 1989).
Jaccard CJ = j/(a+b–j), Sorenson CS = 2j/(a+b)
La evaluación del éxito
de la restauración Donde j es el número de especies halladas en común en ambas localidades (área afectada (A)
ha de realizarse y ecosistema de referencia (B)), a el número de especies en el área afectada, y b el número
utilizando como de especies del ecosistema de referencia. Estos índices varían entre 0 y 1, siendo 0 si las series
patrón de referencia el de especies son diferentes en las dos estaciones, y 1 en casos de similaridad completa (en
ecosistema predisturbio, este caso, el área degradada ha sido recuperada en términos de su composición de especies).
o algún otro estado de Una de las ventajas de estas medidas es su simplicidad, sin embargo esta virtud también es
evolución del mismo
una desventaja, ya que los coeficientes no consideran la abundancia de las especies.
que no haya sufrido la
afectación del incendio Esta dificultad se supera mediante la modificación del último índice:
forestal.
2jN
Cuantitativo de Sorenson CN =
aN + bN

50 PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Donde aN es el número total de individuos en la estación A, bN el número de individuos en


la estación B, y jN es la suma de las abundancias menores de las especies halladas en común
en ambas localidades. Así, si se hallado 12 individuos de una especie en la localidad A y 29
individuos de la misma especie en la localidad B, el valor 12 será incluido en la sumatoria
para obtener jN.

2 S (anibni) S ani2
Morisita–Horn CmH = da =
(da + db) aN x bN aN2

Donde aN es el número total de individuos en la estación A y ani el número de duos de la


i–ésima especie en A.
Regulación hídrica: este índice determina los cambios en la producción del recurso agua
como producto de los impactos del incendio forestal en el área. Se determina en los picos
de máxima y mínima pluviosidad.
Presencia de microorganismos indicadores en suelo y agua: la presencia y abundancia
de ciertos microorganismos en el suelo son buenos indicadores del proceso de respiración
aeróbica. Su presencia es, por tanto, un indicador de la recuperación de la actividad biológica
del sistema.

PROTOCOLO
DE RESTAURACIÓN 51
Glosario

Biliografía
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Glosario de Términos
Anemocoria: dispersión de semillas promovida por acción del viento. Las semillas son livianas
o poseen alas, vilanos.
Azolvar: enlodar, lodo o barro que obstruye un conducto de agua.
Barocoria: dispersión de semillas promovida por acción de la gravedad. Las semillas ruedan
en la pendiente de las laderas o caen por su propio peso.
Efecto ambiental: es la acción o actividad que en forma indirecta afecta, modifica o altera los
componentes del ecosistema. El efecto ambiental puede ser positivo o negativo.
Especie pirogénica: especie con atributos que aumentan la inflamabilidad de la vegetación de
la que hacen parte: altas concentraciones de sustancias volátiles, acumulación de materiales
inflamables y baja acumulación de humedad en los tejidos o en el micrositio (DAMA, 2002).
Como ejemplo de este tipo de especies se tiene el retamo espinoso (Ulex europaeus) y el
laurel de cera (Myrica pubescens) en las partes altas de la Cordillera Oriental colombiana.
Especie pirófila: especie sin rasgos que particularmente aumenta la inflamabilidad de la
vegetación, pero cuyos atributos vitales hacen que sean favorecidas por el fuego (activación
de semillas, preparación del suelo, aumento de la iluminación, entre otros) (DAMA, 2002).
Como ejemplo de este tipo de especies se tiene el helecho marranero (Pteridium aquilinum)
y los pinos (Pinus patula, etc.) en las partes altas del país, o el chaparro (Curatella americana)
en los valles interandinos y los llanos orientales de Colombia.
Especie pirorresistente: el fuego no la favorece directamente, pero su mayor resistencia
relativa al fuego o su capacidad superior de rebrote, hacen que la frecuencia del fuego sea
más desfavorable para sus competidoras, permitiéndole abundarse por el efecto ambiental
(DAMA, 2002).
Especie pirotolerante: el fuego no la favorece directa ni indirectamente; pero, tampoco la
afecta hasta el punto de reducir su abundancia relativa, gracias a una tolerancia y capacidad
de rebrote medianas (DAMA, 2002).
Especie pirovulnerable: el fuego la afecta significativamente, sufriendo grandes daños, alta
mortalidad y con baja capacidad de rebrote; al aumentar la frecuencia de los fuegos, estas
poblaciones disminuyen su abundancia relativa dentro de la vegetación. Muchos árboles del
bosque primario pertenecen a esta categoría (DAMA, 2002).
Especie piroclástica: posee rasgos que la hacen poco inflamable, característica que comunica
a los rodales en que se encuentra, en proporción a su abundancia relativa, convirtiéndose
en factores de reducción de la inflamabilidad general y en barreras para la expansión de los
fuegos cuando estos se presentan. Estas características tienen que ver con la composición
química (baja concentración de compuestos volátiles), la arquitectura (baja acumulación
de necromasa en pie), la degradabilidad (necromasa depuesta de rápida descomposición,
dificultando la acumulación de material inflamable) y, especialmente, la alta acumulación
de humedad dentro de los tejidos o bajo la copa (DAMA, 2002). También conocida como
especie ignífuga.

GLOSARIO
53
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Estabilidad ecosistémica: esta propiedad describe la frecuencia con la cual es disturbada la


composición de un ecosistema y qué tan propenso es a retornar si es desplazado dentro
de un mismo dominio de atracción. La consideración crítica en este caso es el cambio en la
estructura de la comunidad y las interacciones entre especies debido a algún disturbio y si
estas condiciones retornan al remover el disturbio (Denslow, 1985).
Hidrocoria: dispersión de semillas promovida por acción de las corrientes de agua.
Impacto ambiental: es la acción o actividad que en forma directa afecta, modifica o altera los
componentes del ecosistema.
Incendio forestal: es el fuego que se propaga sin control ni límites preestablecidos, consumien-
do material vegetal vivo o muerto ubicado en áreas rurales, de aptitud forestal o, en aquellas
que sin serlo, cumplan una función ambiental. Su tamaño es superior a 0.5 hectáreas.
Cualquier incendio o fuego producido en las tierras forestales y que no se utiliza como
medio para la protección y ordenación del bosque conforme a un plan autorizado. (MAVDT,
2002).
Recuperación: restablecimiento del potencial ambiental del área dada para un uso o conjunto
de usos predeterminados. La recuperación es un intervalo del proceso de restauración que va
desde el área degradada hasta el sistema productivo, para la obtención de bienes o servicios
ambientales (Brown & Lugo, 1994; DAMA, 2002; SER, 2002; MAVDT, 2003).
Regeneración natural: describe el proceso de restablecimiento de la vegetación o el ecosistema
sin intervención humana después de ocurrir alguna perturbación que afecte la estructura o
función. La regeneración natural es el motor de la restauración pasiva de ecosistemas. La
regeneración es un término comúnmente empleado en el sentido de la sucesión vegetal
(DAMA, 2002).
Rehabilitación: es el restablecimiento de los procesos ecológicos esenciales que permiten
que el ecosistema se mantenga y regenere sin una cantidad apreciable de insumos externos.
Esto significa el restablecimiento de un ecosistema plenamente funcional, independiente del
estado final deseado (Brown & Lugo, 1994; DAMA 2002).
Resiliencia: es la capacidad que tiene un ecosistema para recuperarse luego de ocurrir una
perturbación (Samper, 2000).
Restauración: es el proceso de restablecimiento artificial total o parcial de los atributos ecoló-
gicos de estructura y función de un ecosistema que ha sido dañado o degradado, a una escala
de tiempo humano, imitando el proceso de sucesión natural, y teniendo como referencia
el estado predisturbio (adaptado a partir de Bradshaw, 1993; Clewel, 1993; Brown & Lugo,
1994; SER, 2002; OIMT, 2002).
Revegetalización: restablecimiento de la cobertura vegetal, en la que se emplean diversos
biotipos desde herbáceos y arbustivos hasta trepadores y árboles (MAVDT, 2003).
Sucesión natural: es el proceso de reemplazo de las poblaciones que conforman una co-
munidad por otras, a través del tiempo. Desarrollo del ecosistema tendiente a la mayor
captación del flujo de energía disponible, a través del crecimiento y organización gradual de
su estructura (MAVDT, 2003).

54 GLOSARIO
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Bibliografía
Anónimo. (2000). Managing the Impact of Wildfires on Communities and the Environment. A
Report to the President In Response to the Wildfires of 2000. Septiembre 8, 2000. USA.
Arnaldos V., J.; Navalon N., X. & Pastor F., E. (2004). Manual de ingeniería básica para la
prevención y extinción de incendios forestales. Editorial Mundi Prensa.
Barraza, L. (2005). La investigación educativa y su aplicación en la restauración ecológica.
pp. 59–65 en Sánchez, O.; Peters, E.; Márquez-Huitzil, R.; Vega, E.; Portales, G.; Valdez, M.
& Azuara, D. (edit.), Temas sobre restauración ecológica. Diplomado en Restauración Eco-
lógica. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología.
U.S. Fish & Wildlife Service. Unidos para la Conservación, A.C. México, D.F. 256 p.
Barrera C., J. I. (2000). Estructuración del programa para la restauración ecológica de las
áreas degradadas del Distrito Capital. Jardín Botánico José Celestino Mutis. Subdirección
Científica. Bogotá D.C., Colombia.
Barrera C., J. I.; Ríos A., H. F. & Pinzón O., C. A. (2002). Planteamiento de una propuesta de
restauración ecológica de áreas afectadas por el fuego y/o invadidas por el retamo espi-
noso (Ulex europaeus L) en los cerros de Bogotá D.C. En: Pérez Arbelaezia 13:55–72.
Bohórquez A., D. C. & Vacca Z., K. (2007). Caracterización del Potencial de Restauración en
el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera II Etapa. Universidad Distrital Francisco José
de Caldas. Facultad de Ingeniería Forestal. Convenio 545–06 UDFJC – Jardín Botánico de
Bogotá José Celestino Mutis. Bogotá D.C.
Bradshaw, A. D. (1987a). Restoration: an acid test for ecology. pp. 23–29, en Jordan III., W.;
Gilpin, M. E. & J. Aber, D. (edit.), Restoration ecology: a synthetic approach to ecological
research. Cambridge University Press. New York, USA. 342 p.
Bradshaw, A. D. (1987b). The Reclamation of derelict land and the ecology of ecosystems. pp.
53–74, en Jordan III., W.; Gilpin, M. E. & Aber, J. D. (edit.), Restoration ecology: a synthetic
approach to ecological research. Cambridge University Press. New York, USA. 342 p.
Bradshaw, A. D. (1993). Restoration ecology as a science. Restoration Ecology. June, 1993.
Bond, W. J. & van Wilgen, B. W. (1996). Fire and plants. Chapman & Hall. London, UK. 263
p.
Brown, S. & Lugo, A. E. (1994). Rehabilitation of tropical lands: A key to sustaining development.
Restoration Ecology. 2(2):97-111.
Camargo P. de L., G. & Salamanca, B. (2000). Protocolo distrital de restauración ecológica. Guía
para la restauración de ecosistemas nativos en las áreas rurales de Bogotá. 8. Incendios
Forestales. Convenio Fundación Estación Biológica Bachaqueros–Departamento Técnico
Administrativo del Medio Ambiente, DAMA. Bogotá D.C., Colombia. 288 p.
Cardona C., N. (2005). Consideraciones socioeconómicas en el diseño de proyectos sustenta-
bles de restauración ecológica. pp. 45–56. En: Sánchez, O.; Peters, E.; Márquez-Huitzil, R.;

BIBLIOGRAFÍA
55
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Vega, E.; G. Portales; Valdez, M. & Azuara, D. (edit.), Temas sobre restauración ecológica.
Diplomado en Restauración Ecológica. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Instituto Nacional de Ecología. U.S. Fish & Wildlife Service. Unidos para la Conservación,
A.C. México, D.F. 256 p.
Castillo, A. (2005). Comunicación para la restauración: perspectivas de los actores e in-
tervenciones con y por medio de las personas. pp. 67–76, en Sánchez, O.; Peters, E.;
Márquez-Huitzil, R.; Vega, E.; Portales, G.; Valdez, M. & Azuara, D. (edit.), Temas sobre
Restauración Ecológica. Diplomado en Restauración Ecológica. Secretaría de Medio Am-
biente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología. U.S. Fish & Wildlife Service.
Unidos para la Conservación, A.C. México, D.F. 256 p.
Clewel, A. F. (1993). Ecology, restoration ecology, and ecological restoration. Restoration
Ecology. September, 1993.
Christensen, N. L. (1985). Shrubland fire regimes and their evolutionary consequences en
Pickett, S. T. A. & White, P. S. (edit.), The ecology of natural disturbances and patch dyna-
mics. Academic Press Inc. San Diego, CA. USA. pp. 85–100.
Córdoba G., C. M.; Pinzón O., C. A. & García R., J. F. (2005). Guía Técnica para la Restaura-
ción Ecológica de Áreas Afectadas por Incendios Forestales en el Distrito Capital. Jardín
Botánico José Celestino Mutis. Bogotá D.C., 119 p.
Cornejo, J. & Fernández, M. (2000). Inventario nacional de gases efecto invernadero sector
forestal 1994. Comité Nacional sobre el Clima. GEF – PNUD. Ministerio del Ambiente.
Proyecto ECU/99/G31 Cambio Climático. Quito. Ecuador. URL: http://www.ambiente.gov.
ec/WEB/Publicaciones/Archivos%20pdf/GEI%20Forestal.pdf
Departamento Técnico Administrativo del Medio Ambiente-DAMA. (2002). Protocolo distrital
de restauración ecológica. Guía para la restauración de ecosistemas nativos en las áreas
rurales de Bogotá. 8. Incendios Forestales. Bogotá D.C., Departamento Técnico Adminis-
trativo del Medio Ambiente. pp. 177–183.
Denslow, J. S. (1985). Disturbance – mediated coexistence of species. En: Pickett, S. T. A. & P.
S. White (edit.), The ecology of natural disturbances and patch dynamics. Academic Press
Inc. San Diego, California, USA. pp. 307–323.
Ewel, J. J. (1987). Restoration is the ultimate test of ecological theory. pp. 31–33, en Jordan
III., W.; Gilpin, M. E. & Aber, J. D. (edit.), Restoration ecology: a synthetic approach to
ecological research. Cambridge University Press. New York. USA. 342 p.
García V., C. A. (2003). Obras para la conservación de suelos. En: Memorias del curso nacio-
nal de restauración ecológica y I seminario de incendios forestales. Jardín Botánico José
Celestino Mutis. Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Universidad
Distrital Francisco José de Caldas, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá D.C. Biblioteca
Virgilio Barco. Noviembre 10–14.
Garibello P., J. C. (2003). Restauración de ecosistemas a partir del manejo de la vegetación.
Guía Metodológica. Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial–MAVDT,
Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal–CONIF, Banco Mundial. Bogotá
D.C., Colombia. Primera Edición. 98 p.
González, F. (2001). Inventario preliminar de gases de efecto invernadero fuentes y sumideros:
Colombia – 1990. Academia Colombiana de Ciencias Físicas, Exactas y Naturales. Colec-

56 BIBLIOGRAFÍA
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

ción Jorge Álvarez Lleras No.11. GTZ. URL: www.accefyn.org.co/Web_GEI(actualizada)/


Archivos_gei/inventario.htm

Guariguata, M. R. (2000). Bases ecológicas generales para el seguimiento de proyectos de


restauración de bosques. pp. 83–93. En: Ponce de León, E. (edit.), Restauración ecológica y
reforestación. Fundación Alejandro Ángel Escobar. Fundación Friederich Ebert de Colombia.
Foro Nacional Ambiental, ITZ. Bogotá D.C. 385 p.

Jarro F., E.C. (2004). Guía técnica para la restauración de áreas de ronda y nacederos del
Distrito Capital. Departamento Técnico Administrativo del Medio Ambiente-DAMA. Bogotá
D.C. 91 p.
Lüttge, U. (1997). Physiological ecology of tropical plants. Springer–Verlag. Berlín. Germany.
384 p.

Magurran, A. E. (1989). Diversidad Biológica y su Medición. Ediciones Vedrá. Primera Edición.


Barcelona, España. 200 p.

Manrique, O. (2004). Guía técnica para la restauración ecológica en áreas con plantaciones
forestales exóticas en el Distrito Capital. Departamento Técnico Administrativo del Medio
Ambiente-DAMA. Bogotá D.C. 80 p.
Mataix S., J. (1999). Alteraciones físicas, químicas y biológicas en suelos afectados por incen-
dios forestales. Contribución a su conservación y regeneración. Universidad de Alicante.
Alicante, España.

Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial-MAVDT. (2002). Plan nacional de


prevención, control de incendios forestales y restauración de áreas afectadas. Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Comisión Nacional Asesora para la Prevención
y Mitigación de Incendios Forestales. Bogotá D.C. 71 p.

Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial-MAVDT. (2003). Restauración de


ecosistemas a partir del manejo de la vegetación. Guía metodológica. Ministerio de Am-
biente, Vivienda y Desarrollo Territorial–Corporación Nacional de Investigación y Fomento
Forestal, CONIF–Banco Mundial. Bogotá D.C., Primera Edición. 98 p.

Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial-MAVDT. (2005). Plan de acción


nacional de lucha contra la desertificación y la sequía en Colombia–PAN. Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Dirección de Ecosistemas. Bogotá D.C. 137 p.

Ministerio del Medio Ambiente-MMA & Agencia Española de Cooperación Internacional – AECI.
(2001). Manual técnico para jefes de incendios forestales. Bogotá D.C. 92 p.

Montenegro C., L. M. (2003). Manual de participación comunitaria en proyectos de refo-


restación y restauración ecológica. Corporación Nacional de Investigación y Fomento
Forestal–CONIF, Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial–MAVDT. Serie
Técnica de Documentación No.48. Bogotá D.C., Colombia. 109 p.

OIMT. (2002). Directrices de la OIMT para la restauración, ordenación y rehabilitación de


bosques tropicales secundarios y degradados. Organización Internacional de Maderas
Tropicales-OIMT. Serie de Políticas Forestales No.13. Noviembre de 2002. Japón. 87 p.

BIBLIOGRAFÍA
57
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

OIMT & UICN. (2005). Restaurando el paisaje forestal. El arte y la ciencia de la restauración
del paisaje forestal. Organización Internacional de Maderas Tropicales-OIMT. Serie Técnica
No.23.

Pinzón O., C. A.; Córdoba G., C. M. & García R., J. F. (2005). Guía Técnica para la restauración
de áreas afectadas por incendios forestales en el Distrito Capital. Jardín Botánico José
Celestino Mutis. Subdirección Científica. Bogotá D.C., Colombia. 152 p.

Ponce de León, E. (edit.) (2000). Restauración ecológica y reforestación. Fundación Alejandro


Ángel Escobar. Fundación Friederich Ebert de Colombia. Foro Nacional Ambiental, ITZ.
Bogotá D.C. 385 p.

Prado C., L. F. (2005). Programa de evaluación y seguimiento a proyectos de restauración


ecológica del Distrito Capital. Convenio Departamento Técnico Administrativo del Medio
Ambiente-DAMA, Pontificia Universidad Javeriana. Escuela de Restauración Ecológica.
Bogotá D.C., Colombia. 105 p. (5 Apéndices).

Ríos A., H. F. (2005). Guía técnica para la restauración ecológica de áreas afectadas por
especies vegetales invasoras en el Distrito Capital: complejo invasor de retamo espinoso
(Ulex europaeus) - retamo liso (Teline monspessulana). Jardín Botánico de Bogotá José
Celestino Mutis. Bogotá D.C. 152 p.
Ríos A., H. F. & Arce Q., C. E. (2006). Revisión de experiencias de restauración ecológica de
áreas afectadas por incendios forestales, en MAVDT–CONIF. Informe final del Convenio
Interadministrativo 081–2005. Bogotá D.C.

Rodríguez B., W. & Vargas R., O. (2002). Estrategias de regeneración postquema en áreas de
vegetación altoandina tipo matorral. En: Pérez Arbelaezia. 13:9–32.

Rodríguez T., D. A. (1996). Incendios forestales. Universidad Autónoma Chapingo, Mundi-


Prensa, México.

Rowell, A. & Moore, P. F. (2000). Global Review of Forest Fires. The World Conservation Union
– IUCN. World Wildlife Fund–WWF International. Switzerland. 66 p.

Salamanca, B. & Camargo P. de L., G. (1996). Protocolo nacional de restauración de ecosiste-


mas colombianos: Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales–IDEAM.
Bogotá D.C., Colombia.

Samper, C. (2000). Ecosistemas naturales, restauración ecológica e investigación. pp. 27–37.


En: Ponce de León, E. (edit.), Restauración ecológica y reforestación. Fundación Alejandro
Ángel Escobar. Fundación Friederich Ebert de Colombia. Foro Nacional Ambiental, ITZ.
Bogotá D.C. pp. 27–37.

Sánchez, O.; Peters, E.; Márquez-Huitzil, R.; Vega, E.; Portales, G.; Valdez, M. & Azuara, D.
(edit.). (2005). Temas sobre restauración ecológica. Diplomado en Restauración Ecológica.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología. U.S.
Fish & Wildlife Service. Unidos para la Conservación, A. C. México, D.F. 256 p.

Sanjurjo, E. & Espinosa, V. (2005). La evaluación socioeconómica de proyectos de restauración


de ecosistemas. pp. 184–200. En: Sánchez, O.; Peters, E.; Márquez-Huitzil, R.; Vega, E.;
Portales, G.; Valdez, M. & Azuara, D. (edit.), Temas sobre restauración ecológica. Diplo-

58 BIBLIOGRAFÍA
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

mado en Restauración Ecológica. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.


Instituto Nacional de Ecología. U.S. Fish & Wildlife Service. Unidos para la Conservación,
A.C. México, D.F. 256 p.

Schwela, D. H.; Goldammer, J. G.; Morawska, L. H. & Simpson, O. (2001). La Contaminación


del aire causada por los incendios de vegetación y la salud. En: Schwela, D. H.; Golda-
mmer, J. G.; Morawska, L. H. & Simpson, O. (edit.), Guías de salud para incendios de
vegetación: documento de orientación. 48 pp. Documento electrónico: http://www.cepis.
org.pe/ bvsci/e/fulltext/incendio/incendio.html

SER. (2002). The SER Primer on Ecological Restoration. Society for Ecological Restoration
Science and Policy Group. 9 pp. Documento electrónico: www.ser.org.co/.

Turner, F. (1987). The self–effacing art: restoration as imitation of nature. p. 47–50. En: Jordan
III., W.; Gilpin, M. E. & Aber, J. D. (edit.), Restoration ecology: a synthetic approach to
ecological research. Cambridge University Press. New York. USA. 342 p.
Vargas R., O. (1997). Un modelo de sucesión–regeneración de los páramos después de que-
mas. En: Caldasia 19(1-2):331–345.
Vargas R., O. (2002). Disturbios, patrones sucesionales y grupos funcionales de especies en la
interpretación de matrices de paisaje en los páramos. En: Pérez Arbelaezia 13:73–90.
Vélez. R. (2000). La defensa contra incendios forestales: fundamentos y experiencias. McGraw
Hill.
White, S. T. A. & P. S. Pickett. (1985). Natural disturbance and patch dynamics: An introduc-
tion. En: Pickett, P. S. & White, S. T. A. (edit.), The ecology of natural dynamics and patch
dynamics. pp. 3–13. Academic Press, Inc. San Diego, CA. USA.
Zorrilla R., M. (2005). La influencia de los aspectos sociales sobre la alteración ambiental
y la restauración ecológica. pp. 31–43. En: Sánchez, O.; Peters, E.; Márquez-Huitzil, R.;
Vega, E.; Portales, G.; Valdez, M. & Azuara, D. (edit.), Temas sobre restauración ecológica.
Diplomado en Restauración Ecológica. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Instituto Nacional de Ecología. U.S. Fish & Wildlife Service. Unidos para la Conservación,
A.C. México, D.F. 256 p.

BIBLIOGRAFÍA
59
ANexo
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

FORMULARIO DE EVALUACIÓN EN CAMPO DE ÁREAS


AFECTADAS POR INCENDIOS FORESTALES

Fecha de evaluación: Tiempo postincendio (a/m/d):


1. LOCALIZACIÓN DEL INCENDIO
Departamento: Municipio Vereda
Cuenca hidrográfica: Otro
Latitud: Longitud Altitud
2. OCURRENCIA DEL INCENDIO
Fecha ocurrencia: Duración
Causa aparente:
Proximidad a: carretera senda casas lugares con afluencia de excursionistas vías férreas
cultivos urbanizaciones basureros líneas de alta tensión otros lugares
Forma del área incendiada: circular rectangular irregular
Tipo de incendio: superficial de copa subterráneo
3. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ÁREA AFECTADA
Temperatura media anual (°C): Precipitación media anual (mm):
Patrón distribución lluvias:
Velocidad vientos (m/s): Dirección:
Humedad relativa (%): Brillo solar (h):
Topografía: Llana Ondulada Quebrada
Distribución de pendientes (%): 0-12° %, 12-25° %, 25-45° %, 45-60° %,
60-75° %, 75-90° %.
Tenencia de la tierra: terreno público propiedad privada
Uso dominante: forestal protector forestal productor forestal protector – productor
agrícola ganadero preservación
Régimen de ocurrencia de incendios: anuales 1-5 años 5-10 años 10-50 años
50-100 años >100 años
Asentamientos humanos cercanos: presentes ausentes
4. DAÑOS Y PÉRDIDAS
Dimensión del área afectada (ha):
Tipo de cobertura vegetal afectada:
Ecosistemas naturales: bosque matorral páramo sabana
Sistemas productivos: plantación forestal pastizal agroecosistema Otro
5. EFECTOS SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA CALIDAD DEL AIRE (en poblaciones próximas)
Presencia de cortinas: humo cenizas neblina
Visibilidad: 0-5 m 5-10 m >10 m total no aplica

ANEXO
61
Protocolo de Restauración de Coberturas Vegetales afectadas por Incendios Forestales

Presencia de olores característicos: ceniza madera chamuscada


Efecto sobre la calidad del aire: inapreciable pasajero permanente
6. EFECTOS SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS
Cambio en el color: presencia ausencia
Pérdida de la estructura: ausencia superficial 0-10 cm profunda > 10 cm
Contenido de materia orgánica: bajo moderado alto
Destrucción de hojarasca protectora: total moderada leve ninguna
Capacidad de campo (retención de agua): baja moderada alta
Erosión hídrica: ausente escorrentía laminar surcos cárcavas
Erosión eólica: presente ausente
Desbordamientos/ inundaciones: presentes ausentes
Drenaje: óptimo deficiente
Compactación: presente ausente
Alteraciones químicas: aluminización salinización sodificación
Aumento de Basicidad: <1 unidad pH 1-2 unidades pH >2 unidades pH
Fenómenos de remoción en masa: derrumbes deslizamientos reptación
golpe de cuchara ausencia
Afectación de las características del suelo: inapreciable pasajera permanente
7. EFECTOS SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS CUERPOS DE AGUA
Sólidos en suspensión: presencia ausencia
Turbidez: presencia ausencia
Temperatura: normal aumento 0-1°C aumento 1-2°C aumento >2°C
Color: alterado normal
Aumento de basicidad: <1 unidad pH 1-2 unidades pH >2 unidades pH
Alteración de la cantidad: disminución aumento normal
Regulación hídrica: alterada normal
Afectación de las características de cuerpos de agua: inapreciable pasajera permanente
8a. EFECTO SOBRE LA VEGETACIÓN
Regeneración de la cobertura: 0-25% 25-50 50-75% 75-100%
Estructura dominante: ausencia de vegetación pastizal pajonal herbazal
pastizal arbustivo pajonal arbustivo herbazal arbustivo pastizal arbolado
pajonal arbolado herbazal arbolado matorral (arbustal) matorral arbolado
bosque abierto bosque cerrado
Especies vegetales sobrevivientes (A) = Árbol, (P) = Palma, (Ar) = Arbusto, (H) = Hierba, (He) = Helecho

62 ANEXO
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Especies vegetales dominantes (A) = Árbol, (P) = Palma, (Ar) = Arbusto, (H) = Hierba, (He) = Helecho
( %) ( %) ( %)
( %) ( %) ( %)

Especies invasoras: presentes ausentes cuáles


( %) ( %) ( %)
( %) ( %) ( %)

Especies pirófilas/pirogénicas: presentes ausentes


Ramoneo: presente ausente
Distancia a remanentes de vegetación natural cercanos: 0-10 m 10-50 m 50-100 m
100-500 m >500 m
Especies endémicas identificadas:
8b. EFECTOS SOBRE LA FAUNA
Alteración del hábitat: fuerte moderada leve ninguna
Grupos de fauna observados: insectos voladores artrópodos superficiales gusanos subterráneos
peces anfibios reptiles aves mamíferos terrestres mamíferos voladores
Abundancia de especies silvestres: disminuida incrementada normal
Fauna doméstica observada: vacas caballos burros ovejas cabras
cerdos perros gatos gallinas
Alteración de las características biológicas: inapreciable pasajera permanente
9. EFECTO SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS
Economía o empleo: reducida normal incrementada
Cambios en el uso del suelo: presente ausente
Uso original uso postincendio
Productividad del suelo: reducida normal incrementada
Afectación de bienes y servicios: fuerte moderada leve ninguna cuál(es)
Calidad de la salud de la población: afectada no afectada
Cómo se afectó: No. de personas afectadas con IRA*
Alteración del paisaje: fuerte moderada leve ninguna
Alteración de los valores recreativos del área:
Ecoturismo: fuerte moderada leve ninguna
Investigación científica: fuerte moderada leve ninguna
Interés social o institucional por la recuperación el área: existe indiferente ausente opuesto
A quién le interesa la restauración del área:
Otras observaciones:

Nombre: Nombre:
Cargo: Cargo:
Institución: Institución:
Responsable de la evaluación: Asistente de la evaluación:
* Infecciones respiratorias agudas

ANEXO
63
Este Protocolo de Restauración

se terminó de imprimir en diciembre de 2007

en los talleres de InterSolugráficas Ltda.

para el Ministerio de Ambiente,

Vivienda y Desarrollo Territorial.

Bogotá D.C., Colombia.

También podría gustarte