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El príncipe, de Nicolás Maquiavelo, es un importante aporte a la concepción

moderna de la Política. Es una obra que contradice la tradición filosófica del


pensamiento político antiguo en la cual la práctica política se encuentra seguida
por la idealización de gobiernos y ciudades propias.

Nicolás Maquiavelo establece que el ejercicio real de la política implica


situaciones reales con hombres y pueblos reales, cuyas conductas, decisiones y
acciones, generalmente no responden necesariamente a la moral sino a las leyes
del poder.

Así, pues, la importancia de este tratado radica en que deja al descubierto las
verdades prácticas del poder y muestra la forma en que frecuentemente el
ejercicio del poder contradice u obvia los conceptos morales. De allí que, en
lugar de dedicarse a hacer juicios sobre la moral o la religión, se enfoque más
en cuestiones de estrategia Política.

Se expone detalladamente la forma en que el gobernante debe hacer frente a


las diferentes situaciones o circunstancias que se le presenten, y establece que
el principal fin de la práctica política es conservar exitosamente el PODER.

Para demostrar sus teorías, utiliza situaciones históricas reales, que vienen
desde el mundo antiguo hasta su presente.

En los primeros capítulos nos explican las distintas clases de principados


existentes como lo son

 Principados Hereditarios.
 Principados Mixtos o Nuevos.
 Principados Civiles.
 Principados Eclesiásticos.

Expone que los principados hereditarios, precisan políticas de continuidad en


lugar de cambios radicales que puedan trastornar la vida y costumbres de la
población.

En cambio, aquellos que denomina mixtos, implican tratos diferentes, acordes


con las circunstancias políticas que intervinieron en su adquisición.
El civil, se obtiene con el favor de los ciudadanos para él que se requiere sobre
todo de astucia política, principalmente para mantener al pueblo del lado del
príncipe.

El eclesiástico, por su parte, es bastante difícil de adquirir en un principio,


pero luego es muy fácil de mantener, puesto que se apoya en las leyes de la
religión.

Trata de las formas en que han de ser medidas las fuerzas en los diferentes
principados. Lo principal es si el príncipe es capaz de valerse por sí mismo o no.

Tener hombres, dinero y un ejército adecuado lo calificarían como capaz e


invulnerable. En cambio, si no posee ninguno de estos elementos, debería
refugiarse tras sus murallas y resistir los ataques enemigos.

Con relación al ejército y los soldados que el príncipe debe tener a su


disposición, se afirma que estos pueden ser de tres tipos: propio, auxiliar y
mixto. Se advierte sobre los soldados mercenarios, que luchan por dinero y no
por lealtad.

No aconsejable los soldados auxiliares, que pertenecen a otro príncipe, al cual


deben su fidelidad. E indica que lo correcto será tener un ejército propio, que
solo al príncipe le deberían lealtad

Ejército Mercenario: Este ejército pagado, es el peor ejército, al trabajar solo


por dinero, es muy simple que no hagan bien su trabajo y existe la gran
posibilidad de que se revelen en contra del príncipe, lo cual podría finalizar en
la pérdida del poder. Este ejército es muy peligroso y poco confiable.

Ejército auxiliar: Es un ejército que no es propio y a la larga termina poniendo


al principado en una situación de deuda con el otro principado al cual le
pertenece el ejército. El principado pierde su independencia militar y queda
atado a la merced del otro principado.

Ejército propio: Este es el mejor ejército que un principado podría tener, por
la simple razón de que son los únicos que son enteramente leales al príncipe y
que son los más confiables, es muy difícil que un príncipe sea traicionado por su
propio ejército. Es este ejército en el quien puedes confiar una batalla, ya que
son entrenados según tus mandatos.
Ejército mixto: Es la mezcla entre un ejército propio y uno auxiliar.

Maquiavelo habla sobre este tema gran parte del libro, lo que evidencia que es
un tema de gran importancia en la época y con razón ya que las constantes
luchas por territorios y rutas de comercio, hacían indispensable que cada
principado tuviera su ejército para defenderse o atacar.

Sobre la importancia de las virtudes en el ejercicio del poder, advierte que


poseerlas es bueno, pero que es más importante aparentarlas. De hecho, se
afirma que no toda virtud es buena para el poder y que, en todo caso, la
mayoría de la gente solo juzga por las apariencias y los resultados.

Trata de la generosidad y la avaricia, y realiza consideraciones sobre cuál es


más conveniente. La primera, por un lado, suele ser tenida por buena, pero a la
larga resulta perjudicial, pues para mantener esta reputación, el príncipe habrá
de gastar todo su patrimonio.

En cambio, si opta por la avaricia, entonces también podrá ahorrarle impuestos


al pueblo, lo cual lo ayudará, en momentos decisivos, a financiar empresas y
ganar guerras, de modo que acabará por ser amado por la mayoría.

Un aspecto central en la administración de la justicia del príncipe es la


compasión, que es una virtud bastante destacada, puede llevar con el tiempo a
verse obligado a la crueldad, por su parte, la considera más efectiva que la
compasión siempre y cuando sea bien administrada. Mucha crueldad aplicada al
principio ahorra problemas futuros, mientras que si se es compasivo
inicialmente, es posible que se tengan que cometer muchas más crueldades que
las pensadas al inicio para conservar un Estado.

Cabe destacar que los únicos defectos que deben evitarse son el ser
menospreciado y odiado, pues son estos los defectos que pueden llevar a que un
pueblo, los nobles o los soldados puedan ir contra su propio príncipe.

En conclusión me parece que fue el implacable realismo de Maquiavelo lo que


permitió diagnosticar precozmente el sentido del naciente orden europeo,
establecer los fines ideológicos que convenían a la comunidad de la que
formaba parte y señalar los medios eficaces para lograrlos a partir de las
situaciones reales que predominaban en Italia desde hace tiempo.
Universidad Simón Bolívar

Ensayo

El Príncipe

Por:

Harry Teherán M.

Fabian Guerrero M.

Dr.

Heli Miranda Cabarcas

Facultad de Derecho

Grupo O

Nocturno

Barranquilla, 29 de Agosto 2018

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