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141-18-SEP-CC
Caso No. 0635 -11-EP
1.- ¿Cuáles son los hechos que dieron origen a la acción de protección 982-10-B, antecedente
de la sentencia No.141-18-SEP-CC?
Los hechos que dan origen a la Acción de Protección No.982-10-B, antecedente de la sentencia
No. 141-18-SEP-CC fueron:
2.- Dentro de la Acción de Protección 982-10-B, ¿Qué conflicto de los derechos se presenta?
Sin embargo, el ordenar a un tercero que no ha sido parte procesal que repare económicamente a
los trabajadores, como fue el caso objeto de análisis, consideramos vulnera el derecho a la tutela
judicial efectiva, esto es el derecho de las personas para acceder a los órganos de las Función
Judicial para solicitar y ejercer la defensa de sus derechos e intereses. Y de cuya violación es
responsable el Estado conforme lo dispone el numeral nueve del artículo 11 de la Constitución.
El artículo 76 del mismo cuerpo legal, establece que, en todo proceso en el que se determinen los
derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso, que
incluirán garantías básicas entre ellas el “Debido proceso sustantivo” en el que le corresponde a
toda autoridad tanto administrativa como judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los
derechos de las partes, tal como lo determina el numeral uno; y el derecho a las personas a la
defensa estipulado en el numeral siete del mencionado artículo, y que consiste en ser escuchado
en el momento oportuno y en igualdad de condiciones; y a presentar sus argumentos sean verbales
o escritos, replicando los de las otras partes, presentar pruebas y contradecir las que sean en su
contra, derechos protegidos de igual manera por la Carta Magna.
Entre las normas comunes que se aplican a las garantías jurisdiccionales consta la del Art. 14 de
la Ley Orgánica de la Función Judicial y Control Constitucional, que en La audiencia pública que
se lleve a cabo intervendrá la persona o entidad accionada, que deberá contestar exclusivamente
los fundamentos de la acción. Tanto la persona accionante como la accionada tendrán derecho a
la réplica
(…)
La ausencia de la persona, institución u órgano accionado no impedirá que la audiencia se realice.
La ausencia de la persona accionante o afectada podrá considerarse como desistimiento, de
conformidad con el artículo siguiente. Si la presencia de la persona afectada no es indispensable
para probar el daño, la audiencia se llevará a cabo con la presencia del accionante.
Para la Corte Constitucional, ambas sentencias gozan de razonabilidad como primer elemento de
motivación, al invocar normas como Constitución, convenciones, leyes y demás que sustentan su
sentencia.
Para la Corte, los jueces que conocen sobre temas constitucionales deben determinar, dentro del
razonamiento judicial, si se han violentado o no los derechos constitucionales, en este caso, a
partir de la falta de resolución del Ministro de Relaciones Laborales que, según el mismo
Tribunal, sí tenía competencia para ello. Entonces, considerando tal afirmación, lo lógico y
coherente es que el Tribunal pida al Ministro que se pronuncie sobre el tema de su competencia
y así reparar el derecho violentado según lo pedido en la Acción de Protección, entonces, no sólo
que decide dejar sin efecto la resolución del Ministerio de Relaciones Laborales si no que ordena
directamente el pago de utilidades a Cervecería Nacional CN S.A. sin considerar que la Acción
de Protección fue planteada por la vulneración del derecho constitucional que consta en la
resolución ministerial. Resultan incoherentes las premisas de que se vale para llegar a la
resolución y no hay justificativos para la adopción de las medidas de reparación ordenadas como
medios adecuados y efectivos para reparar el derecho considerado como vulnerado.
Por otra parte, el principio de la motivación, según la sentencia N.° 035-14-SEP-CC está ligada
a una tutela judicial efectiva que, junto con la seguridad jurídica logre que nadie pueda quedar
en indefensión; esto es, no solo que la tutela judicial sea efectiva por poder acceder a los jueces
para la defensa de sus derechos, sino que, estos jueces apliquen la ley para alcanzar la justicia, lo
que se logra a través de la motivación. Por tanto, si no hay motivación de una sentencia, se deja
en indefensión al encausado. En las resoluciones de la Corte Constitucional ya se ha expresado
que la tutela judicial efectiva es el derecho de la persona a recibir justicia en un proceso judicial,
recibiendo una sentencia útil y conforme a derecho.
La garantía de motivación son aplicables mutatis mutandi en el ámbito administrativo, puesto que
como bien lo ha señalado la CIDH en la sentencia dictada dentro del caso Pacheco Tineo vs.
Bolivia, López Mendoza vs. Venezuela resaltó la importancia de la garantía de motivación.
La decisión administrativa impugnada, tenía como sustento principal, el hecho que existió un caso
análogo HOLCIM, en el cual, el Ministro de Trabajo, se pronunció al respecto al derecho de los
ex trabajadores de dicha empresa a recibir el pago de utilidades, y en función de lo cual, los
apelantes consideran que, en su caso CERVECERIA, que derivó en la decisión administrativa
previa emanada del mismo Ministerio, de manera injustificada e inmotivada, se abstuvo de
pronunciarse sobre el derecho a recibir utilidades de los trabajadores y ex trabajadores de
CERVECERIA, en función de una supuesta falta de competencia del Ministerio. Queda claro el
campo de acción del ministro de trabajo, estaba circunscrito a analizar los hechos objeto del
expediente administrativo, con relación al caso HOLCIM, esto, en el contexto del respectivo
marco constitucional, derecho al debido proceso en la garantía de motivación, igualdad, derecho
de participación a las utilidades, principio pro homine, principio pro-operario.
De igual forma, la Corte constata que el ministro desvía el análisis principal, arguye que el pago
de utilidades constituiría el reconocimiento de derechos individuales de los trabajadores, para lo
cual, no tendría competencia el Ministerio de Relaciones laborales, pese a que los recurrentes, tal
como quedó expuesto, en función de un caso previo alegaron y justificaron que el Ministerio del
ramo, en ejercicio de sus competencias, si se ha pronunciado al respecto. De modo que, este
argumento utilizado como fundamento para evitar el análisis de los casos análogos y la obligación
de observar un pronunciamiento administrativo previo emanado de la máxima autoridad del
propio Ministerio, no resulta concordante con el parámetro de lógica, tanto más que, esta Corte
no observa la exposición de motivos que justifiquen el cambio de criterio por parte del ministerio
de relaciones laborales.
Reparación integral:
- Toda autoridad al momento de resolver un conflicto laboral, en función de los principios
constitucionales antes mencionado, debe tener en cuenta el principio de aplicación más
favorable a los derechos, esto es, optar por la situación más favorable en relación con el
trabajador, por cuanto, la base fundamental de las actividades judiciales y administrativas
constituye el respeto de los derechos y garantías de los justiciables.
- Como medida de restitución, que el ministro del trabajo previo a determinar- cuantificar
el monto correspondiente a la del derecho de los ex trabajadores a participar de las
utilidades, procurará agotar el mecanismo de mediación como una forma de buscar un
acuerdo entre las partes.
Se indica que los jueces que dictaron la sentencia objeto de la presente acción extraordinaria de
protección han sido procesados penalmente por el delito de prevaricato, como consecuencia de
aquella decisión, ello, a la luz de la normativa penal vigente hasta la entrada(…).
En este contexto (COIP), esta Corte destaca que, más allá del cambio de normativa, el tipo penal
de prevaricato respecto a los jueces mantiene los mismos elementos objetivos en su tipificación,
en tanto, la conducta punible es fallar o proceder contra ley expresa, haciendo lo que prohíbe o
dejando de hacer lo que manda, en la sustanciación de las causas.
5. En su consideración, ¿la declaración de inconstitucionalidad de normas conexas
tiene fundamento? Explique sus argumentos.
A partir de la promulgación de la Constitución del año 2008 el Ecuador es considerado un estado
garantista de derecho y de justicia, por lo que las normas conexas no pueden escapar a esta
determinación, por lo que todos los derechos que se reconozcan en las leyes deben ser generados
en concordancia con la Constitución, y al respeto del ejercicio de los derechos fundamentales.
Según el artículo 436 numeral 3 de la Constitución, la Corte Constitucional puede declarar de
oficio la inconstitucionalidad de normas conexas. Es importante pero no vinculante, sin embargo
si la protección del derecho es mayor, pasa a ser vinculante.
En el caso objeto de análisis, no se declara la inconstitucionalidad de la norma, sino que la Corte
Constitucional dicta una interpretación sobre el delito tipificado en los artículos 277 del Código
Penal derogado y 268 del Código Orgánico Integral penal, disponiendo que dicho delito, esto es,
en lo relacionado a la prohibición de fallar en contra de ley expresa, haciendo lo que prohíbe o
dejando de hacer lo que manda, concluyendo que no se aplica dicho artículo en el contexto de la
justicia constitucional.
Y tiene argumento, puesto que los Jueces que conocen garantías jurisdiccionales pasan a ser
Jueces Constitucionales, la Corte Constitucional ha determinado que las juezas y jueces del país,
cuando conocen de garantías jurisdiccionales se alejan temporalmente de sus funciones originales
y reciben la denominación de juezas y jueces constitucionales, tal como se desprende de la
Sentencia No.001-10-PJ0-CC del caso No. 0999-09-JP. Por otra lado, la facultad que tiene la
Corte Constitucional en desarrollar una regla legislativa o interpretar la norma ante
ambigüedades, insuficiencias o antinomias.
El artículo 11 numeral cuatro de la Constitución establece como principio que ninguna norma
jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales.
Conforme la sentencia No.102-13-SEP-CC (0380-10-EP), en la que refiere a la sentencia N.º 002-
09-SAN-CC se contextualizó el alcance de la declaratoria de oficio de la inconstitucionalidad de
normas conexas, competencia de la Corte Constitucional contenida en el artículo 436 numeral 3
de la Constitución de la República, en el sentido de que:
“La inconstitucionalidad de normas conexas podría inscribirse entre las llamadas garantías
liberales que consisten en la invalidación o anulación de actos que violan derechos humanos. Su
objeto es precautelar la efectiva vigencia de la supremacía constitucional y para su procedencia,
se requiere que la Corte concluya, dentro de los casos sometidos a su conocimiento, que una o
varias normas son contrarias a la Constitución”.
La Corte en el fallo antes citado, revela la clara intención del Constituyente de permitir el control
oficioso de la constitucionalidad por parte del máximo órgano de justicia constitucional
ecuatoriano por diferentes vías, y ya no únicamente a través de las acciones dispositivas de
inconstitucionalidad, este organismo, en su calidad de máximo garante de la Constitución,
también debe efectuar dicho control, cuando detecte que en las causas sometidas a su
conocimiento, existen normas jurídicas inconstitucionales conexas o relacionadas con dichas
causas.
La Corte, en un ejercicio hermenéutico, puede hacer uso de las sentencias interpretativas, dotando
de validez legal la interpretación que más se ajuste a la Constitución e invalidando aquellas
interpretaciones que devienen en inconstitucionales. El control de constitucionalidad que puede
realizar la Corte, en virtud de otros principios que se encuentran también dentro del ordenamiento
jurídico constitucional, como son la presunción de constitucionalidad, el pro legislatore y el de
conservación del derecho, dentro de la concepción de justicia constitucional que impone el Estado
Constitucional de derechos y justicia, es mucho más amplio que el de la concepción “clásica”.
Por otra parte, tal como lo dispone el artículo 163 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, en aquellos casos en los que no se pueda ejecutar la sentencia
constitucional, la acción de incumplimiento se debe ejercitar ante la Corte Constitucional.
De la misma forma, ante el incumplimiento del legitimado pasivo, el artículo 84, incisos primero
y segundo del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, determina que la Corte Constitucional, de oficio, ante el incumplimiento de sus
sentencias y dictámenes, dispondrá a éste que demuestre su cumplimiento dentro de un término
razonable, sin perjuicio de que el legitimado activo ejerza la acción de incumplimiento de
sentencia. Por lo que, en el estricto sentido, sí sería posible presentar una acción de
incumplimiento directamente a la Corte Constitucional.