Está en la página 1de 13

Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Derecho y Criminología

El amparo en el derecho procesal constitucional

Ensayo
La suspensión de los actos reclamados en el amparo indirecto

Lic. José De Jesús Regis García

Nombre: Rodrigo Llanes Ortiz

Aula: 210
Grupo: 042
Matricula: 169048

A 09 de marzo de 2016 Cd. Universitaria, San Nicolás de los Garza N.L. México.
Introducción

El término suspensión proviene del latín, suspensio, -onis, que significa acción y efecto de
suspender; mientras que suspender, del latín suspenderé, en su segunda acepción, significa detener
o diferir por algún tiempo una acción u obra.

Como se ve, gramaticalmente el término que se comenta tiene que ver con la paralización por cierto
tiempo de una acción o una obra; de ahí que, para efecto del juicio de amparo, como una primera
aproximación, es la paralización temporal del acto de autoridad cuya constitucionalidad se
cuestiona.

Para Soto Gordoa y Lievana Palma es al juicio de amparo un problema conexo de gran trascendencia
que se sustancia en un expediente por cuerda separada, y señalan que tiene por objeto paralizar o
impedir la actividad que desarrolla o está por desarrollar la autoridad responsable, y precisamente
no viene a ser sino una medida precautoria que la parte quejosa solicita, con el objeto de que el
daño o los perjuicios que pudiera causarle la ejecución del acto que reclama no se realicen.

Carlos Arellano García define a la suspensión como la institución jurídica en cuya virtud, la autoridad
competente para ello ordena detener temporalmente la realización del acto reclamado en el juicio
de amparo hasta que legalmente se puede continuar o hasta que se decrete su inconstitucionalidad
en sentencia ejecutoria. Y señala como elementos de su concepto a) que se trata de una institución
jurídica, dado que hay una pluralidad de relaciones jurídicas entre la parte que solicita la suspensión,
el órgano que la decreta, la autoridad responsable que ha de acatarla, el tercero perjudicado que
pude oponerse o que por lo menos tiene garantizados sus derechos; b) que está prevista legalmente,
pero, en todos los casos, aun cuando opera de oficio, requiere de una determinación de la autoridad
competente que la decrete; c) que la autoridad que la decreta ordena que se detenga la realización
del acto reclamado; d) que tal detención es temporal, es transitoria, no definitiva, pues sólo la
sentencia de amparo puede producir una paralización definitiva; e) la suspensión se produce en el
juicio de amparo, es decir, en su tramitación, nunca antes de que inicie e igualmente nunca después
de que se dictó sentencia ejecutoria; f) se dice que “hasta que legalmente pueda continuar” porque
la realización del acto reclamado podrá continuarse, si se trata de suspensión provisional, una vez
que se haya resuelto negar la llamada suspensión definitiva; y g) cuando ya hay sentencia
ejecutoriada concluye la misión de la suspensión del acto reclamado.
En ese sentido es en el que la Ley de Amparo emplea el término suspensión e indica que va a ser
objeto de ella el acto reclamado de inconstitucional haciéndolo cesar si la ejecución ya se ha iniciado
o impidiendo su comienzo cuando aún se encuentra en potencia.

La suspensión del acto reclamado tiene como objeto primordial mantener viva la materia del
amparo. Esto se logra impidiendo que el acto se consume irreparablemente antes de que se haya
resuelto en forma definitiva si tal acto es o no contrario a la Constitución, pues si tal consumación
ocurre, no pueden volver las cosas al estado que guardaban antes de la violación, como sucede, en
no pocas ocasiones, en el caso de que se conceda el amparo. De esta manera, gracias a la suspensión
del acto reclamado no se queda sólo en teoría la protección que otorga la Justicia Federal al
agraviado.
Desarrollo

El tema de la suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo se ha vuelto muy complejo tanto
en la doctrina como en el desarrollo jurisprudencial, de manera que este estudio, compuesto de dos
partes, tiene como propósito desarrollarlo de manera breve en lo que corresponde a su parte
general tratándose del juicio de amparo indirecto, haciendo descripciones básicas. Unos de los
puntos del funcionamiento del juicio de amparo que demuestran con mayor claridad su carencia de
respuestas ante los retos de la complejidad del mundo moderno es, precisamente, el de la
suspensión del acto reclamado, por lo que con motivo de las reformas constitucionales de 2011 y la
nueva Ley de Amparo de 2013 se está buscando un nuevo sistema legal que, a la vez que la
simplifique, dote de verdadera fuerza a la medida cautelar con el objeto de permitir, junto con el
juicio, que se cumpla cabalmente con la finalidad última de salvaguardar los derechos
fundamentales del gobernado.

El requisito de valorar la apariencia del buen derecho para el otorgamiento de la suspensión viene
a fortalecer una teoría jurisprudencial para que ahora, en todos los casos, el juez realice un análisis
preliminar de la probable inconstitucionalidad del acto reclamado, con la mira de que, si el acto es
ilegal, el gobernado no sufra sin justificación la afectación infligida por el gobernante mientras está
en trámite el juicio. Desde luego que este estudio debe hacerse siempre que la naturaleza del acto
lo permita, pues es lógico que existen en la realidad cantidad de supuestos en los que el citado
examen anticipado no es posible.

Por eso la idea de este estudio, como se anticipó, es hacer un recorrido por conceptos básicos de la
medida cautelar y sus características, los supuestos de la suspensión en la nueva ley.
La suspensión de los actos reclamados en el amparo indirecto

Suspensión de plano

La suspensión de plano.

Artículo 125. La suspensión del acto reclamado se decretará de oficio o a petición del quejoso.

Artículo 126. La suspensión se concederá de oficio y de plano cuando se trate de actos que importen
peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento,
incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición, desaparición
forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea
nacionales. En este caso, la suspensión se decretará en el auto de admisión de la demanda,
comunicándose sin demora a la autoridad responsable, por cualquier medio que permita lograr su
inmediato cumplimiento. La suspensión también se concederá de oficio y de plano cuando se trate
de actos que tengan o puedan tener por efecto privar total o parcialmente, en forma temporal o
definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a los núcleos de población
ejidal o comunal.

En la Ley de Amparo abrogada no estaban previstos todos los actos que ahora se enumeran, de
modo que se agregaron los ataques a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación,
expulsión, proscripción, extradición, desaparición forzada de personas, así como la incorporación
forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales.

Los actos prohibidos por el artículo 22 de la Constitución son las penas de muerte, de mutilación, de
infamia, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales.

En contra de todo ese catálogo de actos el Juez de Distrito tiene la obligación de decretar la
suspensión de plano y procederá de manera oficiosa, esto es, sin que medie petición del quejoso;
se decretará en el auto de admisión de la demanda, comunicándose sin demora a la autoridad
responsable, por cualquier medio que permita lograr su inmediato cumplimiento.

El hecho de que la suspensión de plano se decrete en el auto de admisión de la demanda de amparo


es lo que implica que se llame de plano, precisamente porque no es necesario abrir el incidente que
sí es obligatorio en la suspensión de oficio –lisa y llana-, la de petición de parte, y cuando se aduce
un interés legítimo.

No hay que confundir la suspensión de oficio y la suspensión de plano, pues además de que esta
última procede cuando se reclamen los actos del citado catálogo y aquélla respecto de los que más
adelante se observarán, la relación entre los términos radica en que la segunda procede sin que
medie petición de parte, como ya se destacó.

Por lo que respecta a la forma de comunicarla a la autoridad responsable, la nueva ley evoluciona
respecto a la anterior, pues mientras ésta preveía que la suspensión de plano se comunicaría vía
telegráfica, ahora establece que se comunicará por cualquier medio que permita lograr su inmediato
cumplimiento; en el entendido de que por cualquier medio debe entenderse desde un impreso
hasta un electrónico e mail, fax, scanner, internet, red interna. Aquí lo importante sería determinar
cuál sería el medio para corroborar la veracidad no nada más del medio de comunicación sino del
contenido de la providencia a comunicar.

La suspensión también se concederá de oficio y de plano cuando se trate de actos que tengan o
puedan tener por efecto privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la
propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a los núcleos de población ejidal o comunal.

La novedad es que aparece en la parte general de la medida cautelar esta modalidad de la


suspensión de plano en materia agraria, lo cual tiene su razón al haber desaparecido el Libro
Segundo de la abrogada Ley de Amparo y no haberse conservado un capítulo especial del juicio
constitucional contra actos en esa materia.

De esta forma, debe entenderse, por eliminación, que cuando no se trate de los actos en materia
agraria expresamente mencionados, los sujetos tutelados por ese orden social deben sujetarse a los
términos comunes de la suspensión.

Requisitos de la suspensión de plano

Artículo 126. La suspensión se concederá de oficio y de plano cuando se trate de actos que importen
peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento,
incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición, desaparición
forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea
nacionales.

Suspensión de oficio

La suspensión de plano. De conformidad con el artículo 126 de la Nueva Ley de Amparo, la


suspensión se decretará de oficio cuando se trate de actos que importen:
• Peligro de privación de la vida.
• Ataques a la libertad personal fuera del procedimiento.
• Incomunicación.
• Deportación o expulsión.
• Proscripción o destierro.
• Extradición.
• Desaparición forzada de personas.
Alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución ─ pena de muerte, mutilación, azotes,
infamia, tormento de cualquier especie, multa excesiva, confiscación de bienes y cualquier otra
pena inusitada y trascendental ─ (inusitada es cuando no se encuentra dentro de los códigos o leyes
penales y trascendental cuando es extensiva a familiares o parientes del procesado)
Incorporación forzada al ejército, armada o fuerza aérea nacionales.
Cuando se trate de actos que tengan o puedan tener por efectos privar total o parcialmente, en
forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a los
núcleos de población ejidal o comunal.
La suspensión se decretará en el auto de admisión de la demanda, comunicándose sin demora a la
autoridad responsable por cualquier medio que permita lograr su inmediato cumplimiento.
Requisitos de la suspensión de oficio

Artículo 127.

El incidente de suspensión se abrirá de oficio y se sujetará en lo conducente al trámite previsto para


la suspensión a instancia de parte, en los siguientes casos:

I. Extradición; y

II. Siempre que se trate de algún acto que, si llegare a consumarse, haría físicamente imposible
restituir al quejoso en el goce del derecho reclamado.

Suspensión a petición de parte

Con excepción de los casos en que proceda de oficio, la suspensión se decretará, en todas las
materias, siempre que concurran los requisitos siguientes:

I. Que la solicite el quejoso; y II. Que no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan
disposiciones de orden público.

La suspensión se tramitará en incidente por separado y por duplicado.

Es de hacerse notar que para la suspensión a instancia de parte se ha eliminado el requisito


consistente en que sean de difícil reparación los daños y perjuicios que se causen al agraviado con
la ejecución del acto, que justamente preveía el artículo 124, fracción III, de la ley anterior.

Se menciona que se llevará por separado el incidente, y además por duplicado, sin explicar, como
lo hacía la anterior ley, que el citado duplicado tiene su razón por si se promueve revisión, de manera
que el original se remitiría al tribunal y el duplicado quedaría en el juzgado, haciéndose sin embargo
la precisión más adelante en el sentido de que se podrá seguir actuando en el duplicado, lo que
específicamente no se describía.

En realidad, lo anterior no tiene ninguna trascendencia, pues era un hecho de suyo notorio que en
el duplicado que se quedaba en el juzgado se seguía actuando si se presentaba una promoción que
impulsara el procedimiento.

Requisitos suspensión a petición de parte

Artículo 128. Con excepción de los casos en que proceda de oficio, la suspensión se decretará, en
todas las materias salvo las señaladas en el último párrafo de este artículo, siempre que concurran
los requisitos siguientes:

I. Que la solicite el quejoso; y

II. Que no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público.

La suspensión se tramitará en incidente por separado y por duplicado.


Las normas generales, actos u omisiones del Instituto Federal de Telecomunicaciones y de la
Comisión Federal de Competencia Económica, no serán objeto de suspensión. Solamente en los
casos en que la Comisión Federal de Competencia Económica imponga multas o la desincorporación
de activos, derechos, partes sociales o acciones, éstas se ejecutarán hasta que se resuelva el juicio
de amparo que, en su caso, se promueva.

Clasificación de los actos reclamados respecto a la suspensión

Los actos reclamados, impugnables en materia de amparo, implican una clasificación, de acuerdo a
su especial naturaleza y mismos que nuestro más alto Tribunal, jurisprudencialmente ha clasificado;
en lo sucesivo expondremos a manera de síntesis, los actos que son impugnables en amparo, así
como sus principales características de acuerdo al modo en que se clasifican, a saber:

Por su naturaleza

Actos positivos: son los que dada su naturaleza consisten en la decisión o ejecución de un hacer, es
decir, en un actuar de la autoridad responsable, en ejercicio de sus atribuciones; estos actos, se
reparan cuando se da cumplimiento a la sentencia protectora, pues sólo se requiere que se deje sin
efectos, el acto que se ha decretado inconstitucional.

Actos negativos: a contrario sensu, los que consisten en una omisión, implican un no hacer, por
parte de las autoridades, se rehúsan a satisfacer las pretensiones de los gobernados, en otras
palabras, consisten en no querer o no aceptar, lo que solicita el gobernado.

Actos prohibitivos: como su acepción lo implica, los actos prohibitivos, son los que imponen al
gobernado, un no hacer, esto es que, fijan una limitación u obligación que impida su actividad, y en
consecuencia implican una actuación de la autoridad por la cual se ordena al gobernado que no
realice cierta conducta.

Actos declarativos: son los actos, por los que la autoridad constata una situación jurídica
determinada, a través de ellos no se crean, ni se modifican, extinguen o transmiten derechos u
obligaciones.

Por su consumación

Actos consumados de modo reparable: son los actos que ya se han ejecutado y han producido sus
consecuencias de afectación en el gobernado, pero en virtud de la impugnación en el juicio de
amparo, puede repararse la afectación.

Actos consumados de modo irreparable: a contrario sensu, son aquellos actos, que la afectación ya
se ha consumado y que no se puede reparar, aunque la sentencia sea favorable, puesto que se trata
de actos que producen consecuencias que no pueden ser reparadas física o materialmente.

Por su acreditamiento

Actos existentes: son los actos que el quejoso acredita fehacientemente que le causaron un perjuicio
en su esfera de derechos sustantivos, por lo tanto, su existencia es aceptada por la autoridad
responsable.

Actos inexistentes: son los que niega llanamente la autoridad a la que se atribuyen y mismos que el
quejoso, no ha podido demostrar su existencia.
Actos presuntamente existentes: los constituyen, aquellos actos, que se tienen por ciertos, toda vez
que la autoridad a la que se le imputan, no rindió su informe previo y justificado, o bien, que, al
rendirlo, no desvirtúa sobre la existencia de esto.

Por el momento en que producen sus efectos

Actos instantáneos: como implica su alcance, son aquellos que se agotan en un sólo momento.

Actos de tracto sucesivo: son los actos que la autoridad a la que se le atribuye, no los agota por su
sola emisión, sino que requieren de etapas sucesivas de actuaciones o de hechos, esto es, actúa de
forma continua, permanente e ilimitada, con el propósito de que siga produciendo efectos, con el
transcurso del tiempo.

Por su temporalidad

Actos pasados: son aquellos que al momento en que se impugnan en juicio de amparo, se han
llevado a cabo plenamente y han producido todos sus efectos.

Actos presentes: son los que al momento en que se promueve el amparo, éstos se encuentran en
ejecución, su realización se encentra en curso.

Actos futuros inciertos o probables: se constituyen como aquellos que no se han realizado, en el
momento en que se demanda el amparo, pues no existe la certeza de que éstos realmente se
realicen.

Actos futuros ciertos o inminentes: son aquellos que, aunque no se han ejecutado, existe evidencia
de que lograran su cometido, esto como consecuencia legal futura o resultado de otros actos
existentes.

Por su permanencia o conservación

Actos subsistentes: son aquellos que ya se han efectuado por la autoridad a la que se le imputan, y
que aún existen.

Actos insubsistentes: son aquellos que ya han concluido sus efectos, pues fueron revocados o
inaplicados por la autoridad responsable o bien por otra autoridad competente.

Por la actuación del quejoso

Actos expresamente consentidos: se consideran aquellos que el quejoso, ha manifestado su


voluntad de someterse a ellos, a pesar de causarle un perjuicio, pues son acatados por este de
manera consiente.

Actos tácitamente consentidos: son aquellos que no se impugnan por el medio que la ley establece,
o no se ejercita la acción de amparo, en el término que la ley establece.

Actos derivados de consentidos: son los actos que agravian al quejoso y que son secuela de otros
que son consentidos por él.

Actos no consentidos: son aquellos que el quejoso no ha manifestado su voluntad de someterse a


ellos y que ha impugnado a través de los casos que la ley prevé para tales efectos.
La garantía en el incidente de suspensión

Suspensión definitiva.
Conlleva la tramitación de un incidente que concluye con una resolución en la que el Juez de Distrito
ordena a la autoridad responsable que mantenga las cosas en el estado en que se encuentren
durante el tiempo que lleve la tramitación del juicio.
La ratio legis de la formación de un cuaderno especial e independiente del cuaderno principal radica
en que lo que el quejoso argumentó dentro del cuaderno principal no influye dentro del cuaderno
incidental por tratarse de cuestiones diversas aun cuando guarden relación entre sí.
Ahora bien, este cuaderno incidental se forma por duplicado en el entendido de que, si de ser
necesario se promueve durante la tramitación del incidente algún recurso de queja o de revisión,
uno de los cuadernillos será remitido al Tribunal Colegiado y el segundo quedará ante el juez de
distrito en virtud de que este no pierde su jurisdicción pudiendo revocar la determinación de otorgar
la medida cautelar en comento.
Tal como se ha comentado, la suspensión oficiosa no conlleva la formación de este cuaderno
incidental, lo que se desprende de la naturaleza misma de ese acto en cuestión resolviéndose desde
el propio auto de admisión de demanda.
La suspensión en los casos que pueden ser ocasionados daños o perjuicios a un tercero. Procedencia
de la contra garantía por parte del tercero. Procedimiento para la exigibilidad de la garantía y contra
garantía.
La garantía y, en su caso, la contragarantía, son factores determinantes de la eficacia de la
suspensión.
La garantía consiste en la caución que el quejoso debe exhibir — dentro de los cinco días siguientes
al en que se le notifica la resolución que concede la suspensión— para que esta surta efectos.
La garantía que ha de otorgarse en los casos de que sea requisito para la efectividad de la suspensión
del acto reclamado puede otorgarse por cualquiera de los medios siguientes:
• Mediante fianza, celebrando al efecto un contrato con compañía afianzadora exhibiendo al
juzgado el contrato respectivo. En la fianza la persona el fiador se obliga con todo su patrimonio.
Los derechos y obligaciones que con motivo de la fianza surgen, están regulados por el Código Civil
y la Ley de Instituciones de Fianza.
• Mediante hipoteca. Los derechos y obligaciones que con motivo de la hipoteca surjan quedan
supeditados a las disposiciones del Código Civil. En este caso debe exhibirse al juzgado el título
respectivo, el cual, en caso de ser procedente, será entregado al efecto de que pueda ejercitarse
para su cobro la acción hipotecaria ante la autoridad competente.
• Prenda.
• Depósito.
En términos generales, la garantía debe exhibirse cuando:
• El acto a suspenderse derive de un procedimiento penal y afecte las defensas del quejoso, caso en
el cual, de conformidad con el artículo 124 Bis de Antigua la Ley de Amparo, si se trata de actos
derivados de un procedimiento penal que afecten la libertad personal, el Juez de amparo debe fijar
el monto de la garantía en atención a: a) la naturaleza, modalidades y características del delito que
se impute al quejoso; b) la situación económica del quejoso; y, la posibilidad de que el quejoso se
sustraiga a la acción de la justicia.
• Con la suspensión se puedan ocasionar daños o perjuicios a tercero, supuesto en el que la garantía
debe ser bastante para reparar el daño e indemnizar los perjuicios que con la suspensión se
ocasionen si no se obtiene sentencia favorable.

Contragarantía en el incidente de suspensión


la contragarantía consiste en la caución que el tercero puede exhibir para dejar sin efectos la
suspensión, y ésta, en términos de lo previsto por el artículo 126 de la Antigua Ley de Amparo tiene
que ser bastante para restituir las cosas al estado que guardaban antes de la violación de garantías,
y para pagar los daños y perjuicios que sobrevengan al quejoso en el caso de que se le conceda el
amparo. Además, para que surta efectos esta contragarantía es necesario que el tercero cubra,
además, el costo de la garantía que hubiese otorgado el quejoso y que no se esté en el supuesto de
que de ejecutarse el acto reclamado quede sin materia el amparo.
De conformidad con la ley, la contragarantía debe cubrir la que el quejoso hubiere otorgado lo cual
podrá incluir las primas pagadas o en su caso los gastos de escrituración y registro de hipotecas
otorgadas como garantías, así como los gastos de inscripción o cancelación.
En materia penal, las garantías tienen como finalidad que el indiciado no se sustraiga de la acción
de la justicia y en su caso se cubran las cantidades correspondientes a la reparación del daño.
Ahora bien, en cuanto efectividad de la garantía, esta se promueve en la vía incidental dentro de
otro incidente dentro del mismo incidente cuando se haya dictado la sentencia definitiva y dentro
de un lapso de seis meses o de lo contrario el garantista puede solicitar la devolución de las garantías
otorgadas.
La acción incidental para exigir la efectividad de las garantís otorgadas se realiza en los casos en los
cuales las resoluciones definitivas hayan sido favorables a quien exige la efectividad de la caución.
Conclusión

Hasta este momento se ha dado importante noticia de la regulación legal para la suspensión del
acto reclamado en el juicio de amparo indirecto y se ha notado que válidamente puede seguir
aplicando el desarrollo doctrinario y jurisprudencial en lo atinente al concepto, finalidad de la
suspensión, características y naturaleza de los actos que son susceptibles de combatirse a través de
ese mecanismo constitucional de defensa.

En cambio, sí se nota una transformación importante desde la suspensión de plano, pues ahora en
mi concepto se regula de mejor manera diferenciándola claramente de la suspensión que se decreta
de oficio. En lo que concierne a ésta también quedan perfectamente delineados los supuestos de
procedencia y para la suspensión a petición de parte se aclaran algunos conceptos y otros se
adecuan a las necesidades actuales de la sociedad y grupos sociales; existiendo un parte aguas en
la medida cautelar al introducirse la figura de la suspensión por interés legítimo.
Bibliografía

Burgoa O. I. (2008). El juicio de amparo. México: Porrúa.


Espinoza M. B. (2009). Juicio de Amparo. México: Oxford
Góngora G. (2007). Introducción al estudio del juicio de amparo. México: Porrúa.
Ruiz H. E. (2009). Curso general de amparo. México: Oxford

Legislativas
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Documento consultado en:
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/cn16.pdf
Ley Reglamentaria de Amparo de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. Documento consultado en:
http://www.pjetam.gob.mx/legislacion/Diario_Oficial/2013/P.O-02-04- 2016.pdf

También podría gustarte