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Adultez
La disfluencia evolutiva es un período normal que aparece en la mayor parte de los niños y en
la que se observa un habla poco fluente con vacilaciones, repeticiones de sonidos y/o palabras.
Es la consecuencia de la escasa organización y automatización de los esquemas práxicos
necesarios para producir el habla y muestra una discrepancia entre todo lo que el niño quiere
comunicar y la falta de recursos lingüísticos para hacerlo.
El niño aún no tiene conciencia de su disfluencia, pero esta puede llegar a hacerse consciente
por una intervención inadecuada desde el contexto familiar, logopédico o escolar.
En este caso, el niño podría empezar a considerar que su habla no es normal y centrar su
atención en ella, lo que aumentaría la probabilidad de que aparecieran vacilaciones o titubeos
en su discurso, en un afán de intentar hablar correctamente, desajustando el sistema
sensorioperceptivomotor que sustenta el habla (Schrager, 1999).
Así, muchos adultos, al preocuparse por estas vacilaciones y bloqueos iniciales, pueden
contribuir a alterar inicialmente el habla del niño.
Como educadores, cobra especial importancia el asesoramiento a las familias de esta
circunstancia que, si bien es normal, puede persistir en el caso de que en las interacciones con
el niño se muestre un exceso de ansiedad o correcciones innecesarias, sobre todo antes de los
cinco años.
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DIFERENCIAS ENTRE LA DISFLUENCIA EVOLUTIVA Y LA TARTAMUDEZ