Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
La división del Imperio romano -unificador del Mediterráneo o Mare Nostrum- en dos
mitades: Imperio romano de Oriente e Imperio romano de Occidente está en el origen de
esta división del Mediterráneo en dos partes; que quedó reforzada con la caída del Imperio
Romano de Occidente en 476 y la supervivencia del Imperio bizantino hasta 1453. La
intrusión de los vándalos en el Norte de África desde Hispania a comienzos del siglo V, por
lo que suponía de una amenaza marítima a Roma, fue vista como una tragedia inaudita (el
Mediterráneo había sido un mar seguro desde la supresión de la piratería en el Alto
Imperio). Durante un tiempo (siglo VI), la recuperatio Imperii de Justiniano volvió a poner
bajo control romano (esta vez oriental) buena parte de las costas del Mediterráneo
occidental.
Las rutas comerciales relacionaron cada vez más los puertos del noroeste de Italia (Pisa,
Génova) y sur de Francia (Marsella), hasta entonces más orientados al comercio con el
mediterráneo oriental dominado por Venecia; con los puertos atlánticos ibéricos (Sevilla,
Lisboa) y de la Europa del norte (Inglaterra, Flandes y la Hansa); en un proceso de larga
duración que desplazó el centro de gravedad económica del Mediterráneo al Atlántico, a lo
que contribuyó decisivamente la Era de los Descubrimientos (sobre todo el descubrimiento
de América).
A pesar de la conquista de puertos clave desde finales del siglo XV por portugueses (Ceuta)
o castellanos (Melilla, Orán) y la efímera conquista de Túnez; el norte de África
permaneció bajo control de distintos estados musulmanes, que propiciaron una piratería
berberisca que mantenía la navegación y la vida de los pueblos cercanos a las costas bajo
grave amenaza. La cesión de la estratégica isla de Malta por Carlos V a los Caballeros
Hospitalarios (a partir de entonces Orden de Malta) la convirtió en escenario de un
espectacular asedio por parte de los turcos, que fracasó. La batalla de Lepanto consiguió
mantener el equilibrio mediterráneo de ambas mitades, que se mantuvo hasta el
colonialismo europeo de los siglos XIX y XX.
Siglos XX y XXI
La descolonización norteafricana (años 50 y 60 del siglo XX) se produjo de manera muy
diferente en cada caso (pactada la marroquí -que se mantuvo como aliado de los Estados
Unidos- y con una violenta Guerra de Argelia -orientada hacia el bloque soviético-), y
condujo a una rivalidad entre ambos estados expresada en el conflicto del Sahara
Occidental (desde 1975).
Por otro lado, la intensificación del integrismo islámico tuvo como consecuencia un
violentísimo conflicto en Argelia (Grupo Islámico Armado), a partir de la interrupción del
proceso electoral que podía haberles dado la victoria. En el caso marroquí, los grupos
denominados salafistas son sospechosos de estar en el origen de atentados terroristas en ese
país (Casablanca). Estos mismos terroristas fueron a juicio por los atentados de Madrid
(conocidos como el 11-M, 11 de marzo de 2004), pero la falta de pruebas y el caos del
proceso no parecen confirmar esta conexión.